Bueno, es mi segunda historia que publico y es de capítulos. Espero que les gustes :3 y sus mejorías como puedo mejorar ^^. Aquí vamos. Capítulo I: Rob y la reina Yuna —Rob, la reina te llama; dice que necesita de su colaboración y que estés presente en su salón en diez minutos –habló un chico de voz gruesa entrando a una habitación muy limpia y algo vacía. Solo estaba una cama, un ventanal y una mesita de noche que estaba a un lado de la cama. El chico que habló era físicamente rubio, una tez blanquecina y ojos verde selva, su nombre era Kaoru. De pronto, un chico entra por la ventana curiosamente para luego estar enfrente del rubio que lo había llamado. Con su aspecto parecía un chico de diecisiete años, tenía el cabello castaño intenso, su piel era morena, pero no tanto se podría decir que el color de su piel era bronceada y sus ojos verdes oscuro. Kaoru al verlo solo le dirigió una mirada de desaprobación y se marchó de la pequeña habitación dejando solo al chico castaño. — ¿La reina? Pero… Apenas llegué ayer de mi misión –suspira resignado el castaño bajando un poco su cabeza y luego la sube para mirar hacia la puerta– bueno, solo espero que no sea un regaño ni nada, aún no he hecho alguna maldad para que se me culpe –sonríe y sale corriendo de la habitación con mucha rapidez, solo dejaba la estela del viento. Rob era aquel chico que lo habían llamado y estaba corriendo por los alrededores del reino que se podría decir que eran pilares y casas enormes, estaba vestido de esos kimonos que son para festivales o eventos especiales. Era el general más joven de la orden del reino de la Luna. El castaño era dulce, pero muy dormilón; nunca se le encontraba en la habitación hospedada para los generales o soldados sino siempre encima del techo de una terraza que quedaba solo aun salto de su ventanal hacia abajo. Sin embargo, era muy hábil con las armas como: el arco y la flecha o espada. Fue por esas razones que lo subieron de rango y ahora era un general de la orden. Volviendo al presente, el chico corría y saltaba escaleras y barandales, algunas veces sorprendiendo a la gente que lo veía de repente saltar. Luego de algunos seis minutos de correr y saltar llega al palacio donde las sirvientas toman su túnica por cortesía y la espada que tenía en su cintura, algunas lo guían al gran salón donde estaba el trono del monarca que gobernaba aquel reino que era general. Reverenciándose ante la presencia de la reina, dijo. —Buenos días, su real majestad –dijo Rob arrodillado en el suelo con la cabeza inclinada en dirección de la reina. Ella poseía con una pequeña sonrisa tímida en su rostro, estaba sentada en el gran trono mirando aquel castaño que aún estaba en la misma posición. La reina era sumamente hermosa, poseía un cabello tan largo y negro como la noche, su piel parecía de porcelana y sus ojos eran oscuros. En poco términos era un ser divino de tanta dulzura y alegría para el reino, era adorada por sus todos sus sirvientes y súbditos de todo su reino. Su nombre era Yuna, poseía poderes para calmar y relajar a sus ciudadanos en tiempos de guerra y su energía venía de la Luna principalmente. Su traje que tenía era una elegante y bello vestido estilo a un kimono, sus mangas eran gruesas y largas haciendo que sus brazos delgados no se pudieran ver o notar en el vestido, era largo ni tampoco se le podía presenciar sus piernas y por las espalda tenía un gran listón negro que era lo que le hacía parecer a un kimono. Su corona echa de oro y colocada entre sus cabello lacios y negros para hacerle ya su aspecto más de reina. —Buenos días, general Kazahaya –respondió la monarca con una voz apacible. Le tenía una mirada encima al castaño que solo se volvió a levantar y tener fija hacia su reina. —Su majestad, el general Kaoru Chikage me hizo el llamado de que quería verme aquí… ¿Qué podría servirle? –preguntaba Rob mirando a su reina por respeto, pero sus ojos había un brillo de curiosidad. —Pues si mi joven general, le tengo un a gran misión noticia que solo usted puede saber –respondía la reina Yuna que lentamente se levantaba del reino y le hacía una pequeña seña con la manga del vestido para que la siguiera y subieras los miles escalones que la distanciaban con el chico de diecisiete años. Rob al pisar el quinto escalón automáticamente ya estaba en la cima enfrente del trono de la reina y empezó la empezó a perseguir caminando a una cierta distancia que podían hablar y escucharse. Yuna de pronto con su mano hizo un movimiento a una pared de cristal que esta solo se desvaneció para darles camino a una hermoso y grande jardín de todo tipo de flores y árboles rodeándole. El castaño se sintió un poco pequeño al ver un lugar tan inmenso a su alrededor, pero de pronto miró como la reina Yuna se sentaba en el césped suave del jardín y esperaba paciente que el chico se sentara a su lado para hablarle de algo que posiblemente le podía cambiar la vida, no sólo a Rob sino a la humanidad. — ¿Y cuál es la gran noticia su majestad? –se sentaba Rob a un lado de Yuna, ella lo mira y sonríe con los ojos cerrados. –Pues… debo decirte que estoy asustada joven general, mi reino pronto será atacado por el reino maligno de mi hermano mayor ¿lo recuerdas? –hablaba la reina y mira a su general para recibir una afirmación con la cabeza de parte de él- bueno, hablé con las estrellas y me dijeron que la gran batalla será sangrienta como ninguna otra y que posiblemente el ser que más amo en todo el mundo… —hizo una pequeña pausa para que un viento entre ellos pasaran y moviera sus cabellos al compás— …podría morir… — ¿Cuál es esa persona, su alteza? —Mi hija…la futura emperatriz del reino de la Luna, su nombre es Kokoro…—respondió mientras su mirada se llenaba de melancolía al recordar a su pequeña princesa, de pronto dirige su mirada al horizonte— ella es una buena chica, es toda una joya para este palacio…es mi hija y la amo como a nadie en el mundo. Es lo único que tengo, y temo que ella pueda morir en esa guerra que iniciará mi hermano mayor. —Entonces habrá guerra después de todo –dijo Rob mirando en el cielo con la mirada pérdida en las nubes que parecían un algodón muy suaves. Él estira un poco su mano hacia arriba para simular que esta tocando una nube esponjosa, pero los dedos blancos de su reina lo toman con delicadeza para que la mirase. —Tu misión es…cuidar a mi hija hasta que este reino vuelva a estar en paz. Nadie en este reino estará seguro el día de la guerra, sé que mis súbditos morirán y todo mi ejército…y yo –explicaba la reina mientras se levantaba sin dejar de sostener la mano al castaño- la protegerás hasta que este reino pueda calmarse un poco y pueda mi hija reinar este país. —Yo… su majestad, es una gran misión para alguien de mi rango y mi edad. Recuerde que tengo diecisiete años, no se si pueda aceptarlo –respondía el chico menor para defenderse un poco, pero Yuna lo mira con piedad- ...usted no puede morir, ¿qué puede pasarle el reino? —Mi hija se encargará de eso joven general, pero quiero su aprobación para que la proteja con su vida, por favor…se lo suplico mi joven Kazahaya, es mi único tesoro…ya que mi esposo había muerto en la guerra antepasada hace catorce años –dijo Yuna con una voz tan suplicante que ni el mismo Dios podía negarse; su voz se escuchaba quebrada, al parecer era cierto que si veía a su hija muerta se le destrozaría el corazón. Rob no le quedó de otra que decir “si” Luego de esa conversación, Rob se marchó a su casa en la noche ya que se había quedado por la ciudad haciendo compras y visitando a sus amigos, pero en su cabeza estaba aquella imagen de la reina suplicándole que protegiera a su hija de aquella guerra, era impresionante como una persona tan importante para este reino estuviera de apunto de arrodillarse ante él. Al llegar a su casa nota que alguien estaba en su cama durmiendo y era nada más que su mejor amiga de batallas Sakura Daichi. Era de cabellos castaños claros, podría parecer que era como castaños con blanco, sus ojos verdes y era de figura delgada con el color de piel blanca, su personalidad era mi extrovertida, amaba hacer bromas a sus compañeros de armas y también era muy simpática. Tenía poderes telequineticos, hacían mover cosas con la mente y podría saber si una persona mentía o no, pero siempre usaba el de poder torturar a las persona mientras dormían. La chica estaba acostada durmiendo en la cama de Rob, este solo pudo suspirar y caminar a una mesa que se encontraba a un lado de la puerta del baño, el lugar era pequeño algo que le gustaba al general. Al cabo de unas cuantas horas, Sakura despierta y nota estaba abrigada con una manta gruesa que no le hacía tener frío en la oscura noche. — ¿Uhm? ¿Rob? –llamó la chica de ojos verdes buscando con su mirada a su amiga, pero solo encontró la habitación vacía con una sopa de fideos instantáneos y un fuego en una pequeña chimenea. Ella se dio cuenta que Rob no estaba de humor para recibirla porque siempre que no quería hablar con nadie simplemente dejaba todo listo para sus necesidades, pero solo ocurría con ella- vaya…no pensé que no estarías de humor hoy. —Si estoy de humor, pero no quiero bromas –dijo Rob desde la ventana sentado en el marco de esta asustando a Sakura. — ¡Kyaa! Deja de ser silencioso, odio cuando eres así –respondió la castaña mientras se recuperaba del susto que le dio su amigo y luego de unos minutos le sonríe- ¿dónde estabas? Te estuve buscando en todos lados. —Hacía algunas diligencias, también porque la reina me había llamado para hablarme acerca de algunos asuntos –contaba Rob mirando como su amiga calentaba un poco de agua en un recipiente y abría la sopa instantánea para dejar entrar el agua dentro de la sopa- no mucho, además no sabía que ibas a venir rápido de esa misión tuya que me dijiste. —Ah eso, bueno es que porque la misión se canceló y ahora estoy libre hasta nuevo aviso –se rió Sakura mientras cerraba la tapa de la sopa y dejar que este listo para que ambos puedan comer un poco- ¿la reina te llamó? ¿y de qué hablaron? —Cosas, mi rango y mi puesto –mintió el castaño hacia su mejor amiga que esta solo le creyó. Él odiaba mentirle, pero le juró a su reina Yuna que no le diría a nadie sobre ese tema de cuidar a la princesa ya que era un tanto delicado y no todo el mundo podría saberlo. —Oh ya veo –respondió la ojiverde mientras sonreía a su amigo y se acercaba a su amigo que aún no se movía de supuesto del marco de la ventana, ella se recuesta de sus piernas que se encontraba un poco extendida para mirar el cielo que estaban la Luna y las pequeñas lucecitas que se llamaban estrellas. —Me pregunto cómo será la princesa Kokoro… -comenzó a pensar Rob mientras miraba también el cielo con una expresión en el rostro muy confundido. En eso, siente que su amiga ya se había levantado sobre sus piernas y lo mira con una cara muy sorprendida. — ¿Co-conoces a la princesa Kokoro? –preguntó muy sorprendida la castaña y Rob se quedó en shock, se le había olvidado que Sakura nunca dejaba de leerle la mente a las personas en ningún momento y menos en él. Rob se levanta rápidamente del marco y camina hacia la puerta, pero la ojiverde le toma el brazo- ¡respóndeme, Rob! Maldita sea, en ¿qué me he metido?
Ooh :0 Me gustó bastante, Flaky :L Me quedé con curiosidad de saber que sucedería después, ahora estoy sientiendo lo que sienten los demás cuando dejo mis Fics así xD Tienes algunos errores, te recomiendo leerlo antes de subirlo :3 Pero no es nada grave, avisame cuando tengas la conti :D Sayo~
Bastante interesante la historia, aunque me perdí tambien bastante, pero ni modo, de hecho las conversaciones son muy emotivas, hmm no vi casi errores ortograficos.. Todo bien con lo demás. Espero ver que sucede con el reino, la princesa y Rob. ;)
Primero gracias por la invitación. =) Ahora vi una que otra palabra que repetiste, al igual que algunos fallos con comas; te recomiendo darle una leída antes de subirlo ;D Siempre te das cuenta de los errores. De ahí en más vas muy bien, hasta ahora me ha gustado mucho tu manera de narrar todo este nuevo mundo. Ese Rob debe de ser algo especial, ¿no? Para que la reina lo escoja para cuidar de su hija, es porque él tiene algo, o bueno, eso pienso. Me tiene demasiado intrigada todo este tema de la batalla que se avecina por parte del reino del hermano de la reina, ¿por qué es que hay esta rivalidad entre ellos? Ahora supongo que Rob no va a tener otra más que contarle todo a Sakura, xD Quiero saber si la princesa Kokoro es de la misma edad de Rob... por que siento que puede haber un triángulo amoroso :3 Haha, pero bueno, eso solo viene en mi mente. Esperaré continuación. Sigue así, suerte.
Holiss ^v^ muchas gracias por haberme invitado. Tu historia me gusto mucho y a la vez me dejo llena de dudas ¿Cómo será la princesa Kokoro? ¿Por qué Sakura se puso tan nerviosa al oir de Kokoro? ¿Por qué la reina Yuna lo escogió precisamente a él, para que cuidará de su preciada hija? Sobre la ortografía y aspectos técnicos, tienes algunos problemas con la narración, unas palabras mal puestas y sobre los acentos no vi problemas ^v^ Espero la continuación y avisame cuando lo subas el proximo ^v^ Nos vemos... Sayonara!! kotomichinn