One-shot Presa [Gakkou Roleplay | Katrina x Emily]

Título: Presa.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Katrina Akaisa, Emily Hodges, Joey Wickham.
Palabras: 877
Summary: "La había visto entrar en la azotea como un animalillo asustado y desde ese mismo instante, sus dispares ojos no se habían separado de su figura."
N/A: Okay so AAAAA Felicidades Hitori <3 So la historia de esto es que se me ocurrió esta idea hace poco pero no pensé en escribirlo porque ya suficiente te estaba dando el coñazo con esta ship y otras cosas, PERO siendo tu cumple dije: why not? Me hubiese gustado saberlo antes y hacer otra cosa, a lo mejor un fic de tus parejas más canónicas, pero la verdad es que solo me siento segura escribiendo con un personaje ajeno al mío, casi nunca lo he hecho con dos porque me da mucha inseguridad so yeah, lo siento, te vas a tener que comer de nuevo a estas dos. So anyhow, obviamente esto no tiene porque pasar así ni nada parecido, solo me pareció interesante de narrar Y YA ME CALLO, espero que te guste aunque sea un poquito /\

La había visto entrar en la azotea como un animalillo asustado y desde ese mismo instante, sus dispares ojos no se habían separado de su figura.

A Katrina le había sorprendido ver a Emily aparecer durante el almuerzo, confirmándole que iba a asistir a la fiesta. Por supuesto, una parte de sí ronroneó contenta cuando la escuchó, sobre todo al saber que no había sido capaz de invitar a sus amigas.

Qué interesante.

Y desde luego lo agradeció, porque no le apetecía ver la cara amargada de Honda mientras llevaba a cabo su propio plan.

O no le apetecía verle la cara, en general.

Bebiendo de su cerveza, se dio cuenta de que la menor parecía estar buscando a alguien con la mirada. Por supuesto, ¿a quién iba a estar buscando si no era a ella misma? Pero prefirió no acercarse por el momento, esperando ver qué haría si no la encontraba.

Un cervatillo asustado como ella era una presa perfecta para los carroñeros que había ahí arriba.

El primero en acercarse fue, ni más ni menos, the wicked boy. El jodido cabrón tenía un radar, ¿eh?

Más pronto que tarde consiguió que la chica se relajase, aunque para ser honestos el alcohol que le había ofrecido había hecho gran parte del trabajo. A Katrina le divirtió ver lo mucho que le afectaba el mismo, también.

Su paciencia se agotó, sin embargo, cuando vio que el chico se acercaba más a ella, jugando con un mechón de su pelo, con un objetivo muy claro: cazar finalmente a la presa. Pero Katrina no estaba dispuesta a dejar que fuese ese cabrón el primero en probar a Emily.

Se acercó de manera rápida pero silenciosa, como un gato acechando, y llamó la atención de Joey con una caricia en el brazo, obligándolo a separarse de Emily. El chico se asustó al principio pero pronto formó aquella estúpida sonrisa ladeada cuando descubrió que se trataba de la gatita.

Sus imaginaciones fueron, sin embargo, erradas. Claro que pensó que había venido por él, al fin, pero no tardó en descubrir que en realidad su interés estaba puesto en aquella chica de segundo.

Ah, que gatita más juguetona.

—Joey, cariño, ¿por qué no vas a ver a la gringa? Creo que la muñequita japonesa ha bebido demás.

El tono de Akaisa era meloso pero había un deje de amenaza en él, acorde con el brillo de peligro en sus ojos. Joey levantó entonces la mano, de forma inocente, y se giró una última vez hacia Emily, que había presenciado la escena con confusión pero cierta curiosidad.

—Un placer haberte conocido, linda, nos volveremos a ver~

El chico desapareció entonces y Katrina se giró, perforando con la mirada a la menor, que repentinamente se sintió completamente expuesta.

—¿Quiénes son…?

No pudo acabar la frase porque sintió como Katrina la agarraba de la muñeca y se la llevaba, sin tener que hacer demasiada fuerza porque Emi no opuso ninguna resistencia, hacia una esquina algo apartada, acorralándola contra la pared.

Ninguna de las dos era especialmente alta, de hecho estaban más o menos a la misma altura, pero Emily se sintió enana bajo la mirada de Katrina. Lo que le faltaba de altura le sobraba de actitud, desde luego.

Joey había conseguido hacerla sonrojar un par de veces, sí, con sus piropos y algún que otro movimiento, pero Katrina solo había necesitado mirarla para cortarle la respiración.

Al menos podía culpar en parte al alcohol.

Como si fuese a ser creíble.

Katrina no dijo nada, simplemente sonrió de manera felina y se echó hacia delante, haciendo que su aliento chocase con la piel de Emily una vez más.

—Voy a tener que marcarte, cervatillo~

La comparación se le hizo demasiado perfecta en aquel momento: Emily era la presa y Katrina la cazadora, y no pensaba dejar que le quitasen su comida.

Llevó sus labios al cuello de la chica, habiendo colocado una de sus manos en su barbilla para obligarla a girar la cabeza y dejarle así más espacio.

Fue suave en un principio, probándola, por muchas ganas que tuviese de prácticamente devorarla. También quería escuchar sus gemidos y suspiros, le divertía jugar con ella.

Mientras se dedicaba a morder y lamer aquella zona, dispuesta a dejarle unas cuantas marcas que fuesen visibles, su rodilla se entrometió entre las piernas de la chica, rozando su intimidad a través de la tela de su ropa interior.

¿Acaso no se había puesto falda exclusivamente por eso? Qué pillina.

Cuando estuvo satisfecha con las marcas de su cuello, la obligó a mirarla de nuevo y unió sus labios en un beso intenso, pero quizás demasiado breve para gusto de ambas.

Cuando finalmente Katrina se separó, con la respiración agitada, vio con un brillo orgulloso en sus ojos el desastre que había creado en Emily. Estaba agitada, temblando de los nervios, sonrojada, y terriblemente excitada.

La mayor se llevó los dedos hacia los labios, limpiándose el pintalabios que se había extendido por fuera de los mismos, y sonrió, felina.

>>No dejes que nadie más te coma.

Y se alejó de nuevo.

Porque así era como se divertían los gatos con sus presas: jugaban con ellas hasta que finalmente se las comían. Y Katrina no era muy diferente a uno.