Saint Seiya Preguntas incómodas

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Arkannos, 23 Marzo 2022.

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    Arkannos

    Arkannos Iniciado

    Leo
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    23 Marzo 2022
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    Escritora
    Título:
    Preguntas incómodas
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1352
    Los personajes pertenecen a Masami Kurumada :)

    La pelirroja se mordía el labio con nerviosismo, parpadeaba, jugueteaba con los cubiertos para luego dejarlos sobre la mesa. La sopa ya servida desde hace una hora y media ya se encontraba fría. En esos momentos deseaba poder portar su mascara y ocultarse tras la seguridad de ese rostro inexpresivo.

    Miraba de reojo a su novio, Aioria. El cual estaba igual o más nervioso que ella, pues Aioros no había dicho una sola palabra desde que le anunciaron su compromiso y que estaría encantados de recibir su bendición para su matrimonio, el Sagitario solo los miro inexpresivo y procedió a comer con sobrada calma su pastel.

    Y así estaba Aioros, comiendo todavía, aunque él ya iba por el postre. No levantaba la vista de su plato. El único sonido en esa pequeña estancia pulcramente decorada para la ocasión era el de los cubiertos y el ladrar de los perros a la distancia.

    Aioria carraspeo, tratando de llamar la atención de su hermano. Fue inútil.

    —Aioros... —le llamó Marín, tratando de no tartamudear. Hacia tanto tiempo que no se sentía así de nerviosa, prefería estar luchando contra el hombre frente a ella que hablar sobre su futuro matrimonio.

    —¿Cuánto tiempo tienen de novios? —preguntó repentinamente, los dos se respingaron en su lugar —Y para ti es Sr. Vasileiou —dijo, mirando severamente a la Amazona frente a él. —No te he dado el permiso de tutearme, aún.

    —¡Aioros!

    —Silencio Aioria. —dijo en un tono que no daba derecho a réplica —Pregunte cuanto tiempo llevan de novios.

    —Tres años... —respondieron al unísono los tortolos. Aioros abrió ampliamente los ojos —Pero desde que llego al Santuario es mi amiga... —se apresuró agregar Aioria. Pues la mirada que les dedico su hermano no auguraba nada bueno.

    —¿Acaso ya lo hicieron? —les apuntó con el tenedor, Marin negó energéticamente con la cabeza, sin poder hablar por el terrible nudo en su garganta que se formó al escuchar esa simple, pero vergonzosa, pregunta.

    —¡Por supuesto que no! —Aioria golpeó la mesa con ambos puños, pero el castaño mayor no le hizo caso.

    —Aioria, si quieres casarte con ella de una manera tan jodidamente apresurada es solo porque está embarazada. Y si es así, de una vez te digo que no estoy de acuerdo con ello. —pincho un pedazo de fresa con chocolate y se la llevo a la boca. Mastico con lentitud y continuó —El que sufriría sería mi sobrino, pues no se casarían por amor si no por pura obligación.

    —No estoy embarazada señor Aio... digo, Vasileiou. —intervino la chica, con un notable sonrojo en sus mejillas.

    —Intentaré creerte... Marian.

    —Es Marín. —murmuró entre dientes Aioria.

    —Aja. Escúchame con atención, Marieta. —la chica solo atino a encogerse más en su lugar, pues los ojos azules del castaño la miraban de una manera tan intensa que a penas y recordaba como respirar —A lo mejor tu piensas que soy un ogro y que en lugar de cuñado parezco suegro. —Aioria arrugó la frente, ya se imaginaba como iba a ser la presentación de su novia con Shion, que era casi como su padre —Pero cuando me tratas, te das cuenta que soy un tipo a todo dar. Soy un amor. —sonrió de oreja a oreja, Marín solo atino a abrir y cerrar la boca —Si te hago preguntas es porque tengo que saber con quién pasara mi hermanito el resto de su vida ¡Soy el hermano mayor! Tengo que saber todo sobre mi lindo Gatito. —estiró la mano y palmeo la cabeza de Leo, para luego revolverle los cabellos —Tengo que saber si eres la chica ideal, la que soportará su mal humor, su asqueroso olor a patas y mal olor de boca cuando se levanta ¡Y qué decir de sus gases!

    —¡Aioros! —chilló indignado el Gato.

    —Su extremo amor a las películas animadas y su pinta de vagabundo cuando no se baña. —la Amazona de Águila miraba de un hermano a otro, la expresión calmada de Sagitario y la furia contenida de su novio. Ella estaba sin palabras.

    —Así que respóndeme lo que te voy a preguntar, María

    —Mi nombre es Marín.

    —¿Dónde conociste a mi hermano, exactamente? —preguntó, ignorando la aclaración.

    —En el Coliseo, fue el mismo día que llegue. Aioria estaba entrenando cuando lo vi. A los pocos días comenzamos a platicar, entrenábamos juntos. Él fue quien me enseño unas cuantas técnicas de lucha.

    —Mmm ¿Has tenido novio antes?

    —No... —murmuró, nuevamente se volvió a sonrojar —Aioria es mi primer novio.

    —¿Cuál es tu ocupación? Aparte de Amazona. Hoy en día todo mundo maneja dos oficios. Y supongo que tu realizas algo más fuera de estos muros.

    —Yo...eh... Solo estoy entrenando a los alumnos que se me fueron asignados desde nuestro regreso, hago papeleos. —Aioria se llevó ambas manos a la cara ¿Por qué demonios se le ocurrió semejante estupidez de presentarlos?

    —¿Qué haces en tus tiempos libres?

    —Veo películas, leo libros y salgo a caminar a la playa. Y si Aioria tiene tiempo salgo con él a dar un breve paseo. —dijo, para desviar la mirada por un segundo y ver al santo de Leo. En sus ojos había una absoluta y pura devoción; amor.

    Aioros entrecerró la mirada y soltó la pregunta final.

    —¿Qué puedes tú ofrecerle a mi hermano? Y no hablo de cosas materiales. —aclaro con calma —Quiero saber que puedes darle a mi hermano. Marín, tu sabes que mi hermano estuvo solo desde que tenía 7 años, merece todo por lo que ha sufrido. Este lugar —amplio los brazos, no solo refiriéndose a la casa de Leo, sino a todo el Santuario —Aunque es bello tiene tantas historias de sangre, dolor y lágrimas a cada paso que das. Los hombres como nosotros tenemos pocos recuerdos felices, al igual que ustedes como Amazonas. Así que yo espero que la persona que está junto a mi hermano logre curar todas sus heridas, no borrarlas, pues no se puede, pero si ayudarle a seguir adelante, a no dejarle solo cuando más lo necesite. Quiero que la persona junto a él lo ame y entregue todo de si, no solo la mitad. Mi hermano no merece migajas. Y lo mismo te digo a ti, Aioria —centro su cerúlea mirada en su hermano menor —Ella también merece el mundo entero por tantas cosas que ha pasado. Es muy joven y ya paso por tantas guerras y aquí sigue en pie, luchando por vivir cada minuto como si fuera el ultimo y peleando por lo justo y lo correcto. Ella es una mujer digna de admirar, espero tengas bien claro a lo que me refiero.

    Tomo la copa de vino con elegancia, bebió un poco y prosiguió, ignorando las caras perplejas de los dos jóvenes frente a él.

    —Ambos han sufrido, han llorado y ambos merecen la felicidad. Si están seguros que se pueden ofrecer esa felicidad el uno al otro; tienen mi bendición y les deseo lo mejor de las suertes. Pero antes respóndanme, los dos, ¿Que se pueden ofrecer el uno al otro?

    Aioria abría y cerraba la boca sin saber que decir, sus ojos verdes se habían vuelto acuosos, Marín a su lado se limpiaba sin éxito las lágrimas que bajaban por sus mejillas, eran lágrimas de felicidad.

    —Mi amor absoluto... —logro decir la pelirroja con una sonrisa en los labios.

    —Mi vida entera. —respondió Aioria, tomando con delicadeza la mano de Marín que descansaba sobre la mesa.

    —Entonces, como bien les dije, cuentan con mi bendición. Y por favor preciosa, —Aioros tomo la mano libre de la chica —no me digas Aioros, para la familia soy Potra o Rambo —le guiño el ojo con un aire de complicidad —Y una cosa más, Marín —la chica le observo con los ojitos empañados en llanto sin soltar las manos de ambos castaños. Aioros sonrió ampliamente —te advierto que no hay devoluciones, una vez que es entregada esa máquina de pedos tapa baños—señalo al Leo —no hay marcha atrás.

    —¡Aioros!

    Y el grito indignado de Aioria hizo que los dos estallaran en fuertes y contentas carcajadas.

    _Fin_
     
    • Gracioso Gracioso x 1

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