Portemonos mal (versión censurada)

Portemonos mal (versión censurada)

Creo que en el fic no se me ha ido ninuna escena que no sea "pasable" sin embargo si algún moderador o lo que sea concidera que aún "censurado" este no es aceptable para estar publicado en este foro le pido que por favor me informen antes de cerrarlo para yo editarlo, si es mucho pedir entonces saben que estan completo derecho y casi obligación de cerrarlo, gracias.
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-Hoy es la noche mi querido amigo, han pasado dos años desde que la vi por última vez –decía el joven entrenador acariciando el suave pelaje de su amigo pareciendo tener brillo propio gracias a la plateada luz de la luna que se escabullía por la ventana del hotel.

-Pikaaaaa –en tono de bostezo-.

-Jaja, debes estar muy cansado amigo –Viendo como el pokemon eléctrico se acurrucaba a su lado- . Te mereces un gran descanso, al fin y al cabo mi triunfo en la liga te lo debo ti –desviando la mirada hacia el gran trofeo dorado con tres diamantes de diferentes colores incrustados en el borde superior y gruesas tiras de papel maché de varios colores pegadas a las agarraderas del mismo quien descansaba en un pequeña repisa colocada en la pared a lado derecho de la cama del joven entrenador-. Gracias amigo –con su mano a un acariciando al pequeño pokemon.

-Piii… -antes de quedar dormido.

-Dos años –cerrando los ojos y recostándose en la cómoda cama-, ha de haber mejorado mucho en todo este tiempo; me pregunto si al final logró conquistar la copa listón y qué nuevos pokemon tendrá.

Un fuerte ruido metálico proveniente de la pequeña mesita de noche caoba al lado izquierdo de la cama le recordó a Ash que esa noche no era solo para fantasear y tenía cosas que hacer antes del esperado reencuentro.

-¡Dios la alarma! Y aún no me ducho –levantándose exaltado- Tengo que darme prisa o pensará que sigo siendo el mismo desatento de antes <<cómo si no lo fuera>>- pensó jocosamente.


*45minutos después, parque de Petalburgo*


La hermosa luna de las 9:30 era cubierta en parte por una tímida nube gris casi invisible al camuflarse con lo negro del cielo y la no muy fría nocturna junto con lo desolado del lugar complementaban el típico ambiente romántico perfecto, aunque claro, como era de esperarse nuestro querido héroe no prestó la más mínima atención a esto; en una fría banca blanca teñida ahora de gris por el pasar de los años se encontraba esperando un joven morocho de jeans azules, remera blanca, chaleco del mismo color con retoques celestes a los costados y un rebelde cabello color azabache, llevaba cerca de 5 minutos en aquel lugar y la duda por su atraso lo embargaba <<quizá se fue porque llegué tarde>> pensaba el chico antes de que unas frías manos le cubrieran los ojos.

-Adivina quién soy señorito –dijo una suave y juguetona voz detrás del joven.

-¡May! –Exclamó con aparente seguridad –Digo… ¿Eres May cierto?

-Claro tonto –colocándose en frente del chico después de liberar sus ojos-, tanto tiempo –dedicándole una sonrisa.

-¿May? -confundido por la vestimenta de la chica bastante inusual en ella mientras se ponía en pie.

-No, Sofía –con cierto sarcasmo cómico.

-¿Qué Sofía? –Completamente engañado por la broma de la joven.

-Vamos Ash, no he cambiado tanto como para que no me reconozcas.

-No es eso –dándose cuenta que había sido “ligeramente” engañado- es que te ves diferente –con la mira un poco baja.

-¿Qué? ¿Nunca has visto a una chica con falda? –Dándose cuenta de la dirección de la mira del chico- ¿O es que ahora acostumbras a verle las piernas a las chicas? –con cierto tono pícaro en sus palabras.

-No no…. Es decir si he visto chicas con faldas, varias la verdad –aparentando conocimiento en el tema, conocimiento que obviamente el joven no poseía- y no te mira las piernas May, como si me importaran tus piernas.

-¿¡Cómo has dicho!?

-No a lo que me refería era que… -dándose cuenta de lo que había provocado- que eres como mi hermana entonces no te veo con esas intenciones, jeje. <<de esta si no me salvo>>

-Mmm –viendo de reojo al joven- bueno te perdono, pero tienes que mostrarme ese enorme trofeo tuyo –viendo disimuladamente los pantalones del chico.

-Si claro, solo que está en el hotel y pensé que te gustaría ir a algún lugar antes a hablar, hace dos años que no nos vemos –sentándose en la vieja banca.

-Hay… no sé –sentándose a su lado –es que estoy muy cansada- acercándose al chico hasta pegar con él- no tengo muchas ganas de ir a hablar ahorita –colocando su cabeza sobre el hombre izquierdo del joven- además así aprovechas y me enseñas tu habitación.

-A si bueno es que yo pensé –nervioso- está bien entonces iremos al hotel -poniéndose para liberarse de la incómoda situación.

-Gracias… lindo –susurrando por bajo lo último.

-¿Cómo me dijiste? –Un poco extrañado.

-Amigo, ¿por? –Fingiendo no saber por qué pregunta eso el joven.

-No no, por nada es solo que no escuché bien –preguntándose si en verdad había sido eso-; bueno vamos entonces.

-Bien –incorporándose- pero llévame en taxi.

-¿Taxi? Pero si estamos a poco menos de un kilometro –señalando la dirección en que se encontraba el pequeño hotel.

-Pero mira como estoy vestida –indicando su corta fala roja y la liza remera celeste sin mangas que tenía puesta- tengo mucho frío- abrazándose suavemente a sí misma y con el rostro expresando una mueca similar a la de un bebé triste por perder su juguete nuevo.

-Hay bueno, tomemos un taxi –con resignación.

-Gracias -lanzándose a abrazarlo fuertemente.

-No… no hay de qué May –nervioso al sentir los suaves pechos de su amiga apretarse contra el de él.


*Habitación de Ash, 10:20pm, Petalburgo*


-¡Pikachu! –abriendo los brazos para abrazar al pequeño pokemon.

-¡Pika! –Lanzándose a los brazos de la chica- chaaa –frotando sus mejillas contra los brazos de la joven.

-También me alegra verte amigo –sonriendo a la vez que lo coloca en el suelo- ¿no quieres a uno de mis nuevos amigos?

-Chaaa –asentando con la cabeza.

-¡Sal pikachu! –Lanzando una poke-bola al aire- él es mi nuevo amigo ¿por qué no salen a jugar un rato?

-Pika –aceptando.

Ambos roedores salieron por la puerta de la recamara antes de que May la cerrara; el joven campeón se sentó en la cama indicándole a su amiga la pequeña repisa donde se encontraba el imponente trofeo.

-Vaya es preciosa –tocándolo cuidadosamente con una mano –debes estar muy orgulloso Ash
–volteando a ver al joven- al fin lo lograste.

-Lo estoy, he entrenado mucho y por mucho tiempo para conseguirlo.

-No hay duda de eso –acercándose al joven con una extraña expresión en su rostro- tengo hambre Ash –sentándose al lado del joven.

-Yo también, pensé que iríamos a comer a un restaurante- frotando su estomago con la mano derecha.

-Pero es que mi hambre no la puede sesear un restaurante –acercándose un poco más al joven- solo tú me la puedes quitar.

-Es que… es que yo –incomodándose- yo no sé cocinar nada May.

-No te preocupes “ex-maestro”, ahora yo te enseñaré a ti –tomando la mano del joven con que frotaba su estomago y colocándola en el muslo de ella- estoy segura que te gustaran las clases.

-May ¿estás bien? –Quitando su mano de la pierna de la chica.

-Claro Ash –juntando sus manos detrás del cuello del joven dejando su cara a unos milímetros de los labios del chico- ¿Por qué lo preguntas? –cargándose un poco sobre el cuerpo del entrenador hasta caer acostada sobre él.

-No… es que me parece que… -tartamudeando.

-¿Ta parece…? Continúa por favor –frotando levemente su pierna con la de Ash.

-Me parece que tratas de que hagamos algo diferente a lo que yo pensaba –sudando de los nervios.

-¿Tú crees eso? –Frotando su mejilla derecha con la izquierda de él.

-Dios May yo…

-Shhh –colocando su rostro en frente el del chico- no digas nada por favor –besándolo suavemente- puedes portarte mal por una vez –quitándose un zapato y lanzándolo al interruptor de la luz haciendo que esta se fuera –solo déjate llevar por favor… no puedo esperar ni un día más, dos años han sido suficientes.