Ponta

Cof Cof Amistad Cof Cof x'D

Ponta​

​

Y mientras paseaba por el parque, un suspiro se escapa de sus labios, estaba totalmente aburrida. Mirando a todos lados, no vio algo o alguien interesante. Su mejor amiga, Tomoka, se encontraba cuidando a sus hermanitos menores, Sakuno no quería pasar el sábado con dos pequeños niños insoportables. Sonríe irónicamente… ¡Pobre de su amiga, quien tenía que cuidar a esas dos bestias cada día de su vida!

Se encontraba sóla sin nada que hacer, le abrumó la idea, ¡cómo le gustaría estar con alguien en éste mismo instante!

Volvió a caminar por la plaza de la calle, mirando entretenida todo tipo de personas: Niños chiquitos jugando al escondite, mujeres vigilando a los infantes, hombres viejos trotando por ahí, mujeres ancianas dando pan a las palomas, señores de vestimenta formal tomando un café, jóvenes parejas besándose en algún banquito… Definitivamente, a Sakuno no le agradó ver esa imagen, un calor recorrió su rostro, especialmente sus cachetes, que se coloraron de un tenue rosa pálido, la imagen de un ambarino invadió su mente. Suspira, alejando, tanto la mirada como los pensamientos de todo lo que tenía que ver con hombres y parejas.

Y, de improvisto, una sed aparece como si nada en su boca, dejándola completamente seca en esa parte.

Camina sin pesar a la máquina de sodas, mirando fijamente las bebidas que poseía el artefacto. Mientras debatía en la elección de una Ponta dulce para alegrar su boca o un agua refrescante para calmar la sed que ésta tenía, una mano se posa en su hombro, sobresaltando a la joven de ojos carmesí. Traga saliva mientras siente un hormigueo en la parte que el hombre palpó.

Le da vuelta a su cabeza, al mismo tiempo en que su cuerpo volteaba, quitando aquella mano del hombro de la chica. Se sorprendió un poco al ver unos ojos ambarinos observarla a ella. De pronto, sus mejillas vuelven a tener ése tenue color rosa pálido, mientras el calor invadía todo su cuerpo. Sonríe tímidamente.

—Hola… Ryoma-kun —Saluda, encogida en su ser, asustada y algo… maravillada.

—Hola. —Responde opacamente, mientras su mirada se concentra en la máquina de bebidas —¿Vas a comprar la bebida o te vas a quedar ahí plantada? —pregunta, nuevamente de esa forma tan indiferente.

Sakuno se hace a un lado, mientras el chico avanza unos pasos hasta quedar frente a frente al aparato. Introduce una moneda, mientras elige la bebida a tomar. Una Ponta de uva sale de la maquina, el ambarino lo agarra sin dudar, para luego abrirlo y sentir el líquido recorrer por su boca, mientras mira de reojo a la chica de trenzas, la cual su mirada se encontraba perdida.

Ryoma vuelva a introducir una moneda, mientras elige nuevamente una bebida. Al momento en que ésta sale, el chico la agarra con la mano desocupada y se la extiende a Sakuno.

—Toma. —Pronuncia Ryoma, mientras espera impaciente a que la chica aceptara la lata de Ponta.

Sakuno despierta de su “mundo” mientras observa la bebida, la perplejidad se hace presente en su rostro.

—Ehh, Ryo… Ryoma-kun, gra… gracias. —Pronuncia tímidamente, mientras acepta la Ponta y la abre, observa al chico, quien le sonrió de lado.

¿Sonrisa? ¿Eso fue lo que vio la chica? Mira cada vez más sorprendida al “Príncipe del Tenis”

—Bueno, me tengo que ir. Nos vemos —Se despide, mientras deja a una chica confusa y a la vez… muy ilusionada.