Pokemon Darksoul

Prólogo

Después de un tiempo de paz, un extraño suceso ocurrió: todos los pokédex holder desaparecieron misteriosamente. Junto a eso los team mas peligrosos del mundo volvieron a aparecer trayendo el caos al mundo pokémon.


Además un nuevo team nació y es más peligroso que cualquiera de ellos, logrando hacerse con el control de los demás teams del mundo.


La única esperanza que quedaba eran los líderes de gimnasio, altos mandos y campeones de todo el mundo pero de pronto empezaron a actuar de una forma extraña.


El profesor Oak en busca de respuestas nombró a tres nuevos pokédex holder.


Seguidme en esta aventura para salvar al mundo pokémon.


Capitulo 1: Empieza la aventura


Después de un largo camino desde Pueblo Paleta hasta Pueblo Primavera nuestros 3 jóvenes pokédex holder llegaron a Pueblo Primavera. Ya era de noche.


El ambiente en el pueblo era un tanto extraño no, había nadie fuera de sus casas y soplaba un viento espeluznante que hacía mover las hojas y levantaba el polvo haciendo que nuestro amigos tuviesen que cubrirse los ojos para evitar que les diese en el ojo. Al entrar sintieron cómo decenas de miradas oscuras y tenebrosas se posaban sobre ellos, cosa que les provocaba varios escalofríos. Varios pokemon estaban actuando de forma muy agresiva golpeando a varias piedras y paredes.


Esó termino cuando un pokemon salió y golpeó al chico del centro, él miró hacia abajo y resultó que era un pequeño Marill. Tras el una chica apareció parecía ser la dueña del pequeño Marill. La chica tenía ojos marrones, del mismo color que su pelo, el cual llevaba recogido en una coleta. En cuanto a su vestimenta: vestía una camiseta roja y un peto azul, un gorro blanco con un lazo rojo, medias blancas por encima de las rodillas y zapatos, también rojos. Cargaba un bolso amarillo del cual cuelga su Pokégear. Tenía una pokéball en la mano derecha. Ella parecía ser muy jovial, contrastaba mucho con el penoso y solitario aspecto del pueblo. Puso su mirada en el chico y de pronto se puso sonrojada.


-P... perdón, mi Marill se chocó contigo - dijo la chica algo nerviosa.


El chico cogió a Marill entre sus brazos y se acerco a la entrenadora devolviendole su pokémon.


-No tienes por qué ponerte nerviosa, soy Chaves y ellos son mis amigos Leo y Tyson - dijo mientras señalaba al resto y ellos le daban un agradable saludo. La chica perdió los nervios y empezó a hablar con naturalidad.


-Hola soy Lira encantada de conocerlo - dijo mientras hacía una reverencia. Tyson comenzó a reír.


-Qué chica mas educada no pega nada con este sitio - dijo el joven mientras se llevaba las manos detrás de la cabeza. La chica miró hacia el suelo triste.


-No es verdad, este pueblo fue siempre muy bonito, tranquilo y alegre pero desde que ellos vinieron todo el mundo empezó a actuar de forma extraña sobre todo, el Profesor Elm - comentó mientras que sus ojos empezaban a soltar lágrimas. Chaves puso sus manos en los hombros de la chica en señal de consuelo.


-Perdón por hacerte recordar eso. ¿Podrías decirnos dondé esta el laboratorio del profesor Elm? - mientras, la chica se secaba las lágrimas. Lira apuntó con su dedo hacia el pequeño molinete que había en el pueblo.


-Su casa esta al lado de ese pequeño molinete - Después de agradecer a Lira sus indicaciones ellos fueron al laboratorio.


El laboratorio estaba en un estado lamentable, tenía varias fisuras en el tejado y paredes del edificio estas se veían llenas de polvo al posiblemente el viento movía ese polvo, algunos de sus cristales estaban rotos y las puertas estaban con varios arañazos.


Al entrar al laboratorio estaba todo oscuro y solo se veía una pequeña luz que podría venir de algún tipo de monitor. De pronto Leo silenció a los otros dos poniendo sus manos en la boca de Chaves y Tyson y se escondieron detrás de un armario de libros.


- Hemos capturado al pokemon legendario Celebi, mi señor ya tenemos al primero de ellos - dijo el profesor Elm mientras hacía una respetuosa reverencia.


- Es una buena noticia profesor, pero debo darte las gracias sobre todo por los datos de tu investigación sobe la crianza pokemon, las pokedex de los pokedex holdier de Johto y de su ubicación - dijo la voz misteriosa.


De pronto Leo se movió bruscamente y un libro cayó al suelo alertando al profesor Elm, hizo que apagase el monitor.


-Se que estáis ahí, salid de detrás del armario - dijo mientras volteaba y empezaba a realizar algunas acciones con el ordenador.


-Chicos buscad documentos importantes para nuestra misión, yo lo distraeré - susurró Chaves mientras ellos se ponían manos a la obra. Chaves salió y vio al profesor que estaba dándose la vuelta. Él notó un pequeño pero intenso color rojo en sus ojos.


-Vengo de parte del profesor Oak para... - no dejo que Chaves terminara la frase para sacar su pokemon y atacar.


El pokemon elegido fue un Corsola que lanzó un rapidísimo escaldar que nuestro amigo esquivó el ataque mientras preparaba su pokéball.


-Adelante Luxray - el imponente pokémon salío provocando que el profesor empezase a sudar.


-Corsola clavo cañón - Corsola lanzó varios ataques sobre Luxray que no hicieron apenas daño.


- Ese pokemon no está entrenado para luchar, profesor, no logrará hacer daño a mi compañero ¡voltio cruel! - gritó Chaves mientras su pokemon se acercaba a Corsola con gran fuerza.


El golpe dio de lleno en Corsola dejándolo derrotado.


De pronto el profesor empezó a gritar de dolor, su cuerpo no paraba de moverse debido a ese intenso dolor, provocando que cayese al suelo, inconsciente y una niebla oscura salió de él. Chaves se acercó a ver qué le pasaba.


-Menos mal que decidimos venir a ver al profesor - se escuchó en la habitación lo que provocó que Chaves detuviese su avance. De pronto varias sombras aparecieron destrozando las ventanas.


Esas sombras eran dos chicos y una chica.


El primero de ellos era de estatura media, tenía pelo corto con un pequeño flequillo, ojos marrones claros. Vestía una chaqueta negra con bordes rojos, pantalón vaquero de color azul oscuro, unos zapatos negros y unos guantes de color negro también. Iba acompañado de un Feraligatr.


El segundo era un poco mas alto que el anterior, tenía el pelo negro con un gran flequillo negro que sobresalía de su gorra, ojos negros. Vestía una gorra puesta del al revés de color negro, unas gafas de piloto de avión, una chaqueta de color rojo con bordes negros, pantalón largo de color negro y unas zapatillas deportivas de color gris. Iba acompañado de un Typhlosion.


Y la tercera era una chica de estatura media, con el pelo de color negro recogido en dos coletas y tenía ojos castaños. Vestía una camiseta sin mangas de color rojo acompañado de una pequeña chaqueta de color blanco que le cubría sus brazos, un pantalón corto de color amarillo y negro y unas zapatilla de blanco y rojo. Iba acompañada de un Meganium.


-Un momento... ¡Vosotros sois los pokedex holder de Jotho Silver, Crytal y Gold! - gritó Chaves bajo gran sorpresa. Los chicos también emitían un pequeño pero intenso color rojo en sus ojos, provocando que nuestro amigo no bajase la guardia.


-Veo que has osado tocar a nuestro querido profesor Elm ¿Quién eres? - preguntó Crystal molesta.


Ese tono de voz puso un poco nervioso a Chaves, él estaba en inferioridad numérica y que ademas que sus pokemon mas fuertes estaban afuera con sus ataques definitivos preparados para ser lanzados.


De pronto dos pokeball pasaron por el hombro de Chaves sacando de ellos dos pokemon, eran el Primeape de Leo y el Floatzel de Tyson.


-¿Conqué tienes mas amigos? - preguntó con un tono irónico Silver. De pronto un sonido apareció en el laboratorio, era el sonido de las pokedex de nuestros amigos que estaban reaccionado con la de los pokédex holdier cosa que asombró y alarmó a nuestro rivales.


-¿Son pokédex Holder? ¡Hay que acabar con ellos ahora mismo! - dijo Gold mientras los pokemon se ponían en guardia.



-¡Luxray voltio cruel! - gritó Chaves a su Luxray.


-¡Primeape tajo cruzado! - exclamó Leo a su pokemon.


-¡Floatzel puño hielo! - gritó lo propio Tyson.


Los tres pokemon se acercaban rápidamente a sus oponentes. Ninguno de ellos reaccionó lo mas mínimo, solo esbozaron una pequeña pero maliciosa sonrisa.


-¡Explotaro, llamarada! - gritó ahora Gold mientras señalaba hacia Luxray.


-¡Mega, lluevehojas! - exclamó Crystal mientras el ataque se dirigía hacia a Floatzel.


-¡Feraligatr, hidrobomba! - gritó por último con muchas ganas Silver, golpeando el ataque en Primeape.


Los ataques impactaron en los pokemon de nuestros amigos provocando que saliesen despedidos hacia sus entrenadores y ellos fuesen lanzados hacia fuera del laboratorio con varias heridas y rasguños en estado de semiinconsciencia.


-Vamos a llevarnos con nosotros al profesor y de paso destruyamos el laboratorio para que no quede rastro - dijo Silver mientras sacaba a su Honchkromw, y guardaba a Feraligatr.


Ambos personajes hicieron los mismo Gold guardo a Explotaro, y saco a Togetaro (Togekiss) y Crystal guardo a Mega, y saco a Tupeon (Xatu).


Ya desde el cielo sobrevolaron el laboratorio y realizaron sus ataques, Honchkromw lanzó un pulso umbrío, Togetaro realizó un esfera aural y Tupeon utilizó un bola sombra. Todos los ataques dieron en las máquinas del laboratorio provocando una gran explosión que destruyó el laboratorio bajo un imponente mar de llamas.


A la mañana siguiente


Nuestros amigos se despertaron en una casa, vieron comó estaban vendados por la parte superior del cuerpo y observaron a sus pokemon con varias vendas también.


-¿Dónde estamos? - preguntó Tyson algo confundido al recordar lo sucedido ayer en el laboratorio. De pronto la puerta se abrió de ella salió una chica conocida de ellos era su amiga Lira, quien llevaba una bandeja llena de comida y bebida, lista para ser comida.


-Al fin despertáis estaba algo preocupada por vosotros - dijo Lira mientras les daba un poco de té y algo para desayunar.


-Es verdad, ahora me acuerdo. Fuimos aplastados por esos bastardos - dijo Leo mientras golpeaba su puño contra la cama de rabia al ver su impotencia.

-Lo peor de todo es que lo último que recuerdo fue que el laboratorio fue destruido y con él nuestra oportunidad de poder investigar - dijo Chaves con un tono un poco triste.


-Creo que es hora de sacar esto - dijo Tyson mientras miraba en su chaqueta y sacaba un pequeño libro deteriorado.


-¿Qué es? - Preguntó Leo muy curioso.


-Mirad - dijo Tyson mientras abría el libro y empezaba a leer.


“12 de julio, hoy me he unido al Team Darksoul”


“18 de julio, hoy he visitado la escuela pokemon de Ciudad Malva. Me he sorprendido al saber que allí entrenan a los futuros miembros del Team Darksoul”


“24 de julio, hoy ha llegado desde Almia una antena pokémon que vuelve a todos los pokémon salvajes agresivos y peligrosos, parece que solo pueden ser destruidos por los ataques definitivos, hidrocañon, anillo ígneo y planta feroz dependiendo del color mostrado en cada antena, menos mal que los Pokedex Holdier han sido reclutados evitando así la única oportunidad de ser destruidos”


“30 de julio, hemos conseguido capturar a Celebi en el Encinar gracias a Gold y a la plumas de Ho-oh y Lugia que nos proporcionó Silver”


-A partir de aquí no se puede leer más - dijo Tyson mientras guardaba el libro en su bolsillo.


-Bueno, parece que ya tenemos nuestro próximo destino la escuela de entrenadores en Ciudad Malva, pero antes tenemos algo mas, que hacer aquí - dijo Chaves mientras se ponía a mirar por la ventana.


-Sí debemos destruir esa antena que controla a los pokémon - dijo Leo emocionado.


-Y sé exactamente dónde está - dijo Chaves mientras señalaba al pequeño molinete.


Todos salieron en dirección al molinete, rápidamente encontraron la antena que estaba en la parte mas alta de este y emitía un pequeño color rojo.


-Conque color rojo, parece que solo puede ser destruido por anillo ígneo - dijo Chaves mientras bajaba de lo alto del molinete.


-¿Comó destrozaréis la antena si no tenéis a los pokémon necesarios para utilizar los ataques definitivos? - preguntó Lira algo preocupada.


-¿Quién dijo que no los tuviésemos? - dijo Leo mientras preparaba su Pokéball y la lanzaba. De la pokeball salió un Infernape.


-¡Muy bien Infernape, anillo ígneo sobre la antena! - gritó Leo mientras su muy emocionado Infernape golpeaba en su objetivo creando una pequeña explosión.


De pronto los pokemon salvajes se fueron del pueblo y recuperaron su actividad normal. Al ver eso las personas del pueblo salieron a agradecer al trío por su ayuda. Algunos minutos después se despidieron de Lira y partieron rumbo a Ciudad Malva.

Pd:Muchas gracias a Lucas Diamond por la ayuda