Pokemon Black Sludge

Un amigo me dijo que debía tomarme mas enserio esto de ser escritora y creo que tiene razón, en fin esta historia que comienzo a escribir se la dedico a él, pero también a ustedes, así que espero que comenten y opinen jijiji!!


Disclaimer: la franquicia Pokémon, que incluye su mundo, personajes, pokémon (obvio) y todo lo que le concierne, pertenecen a la compañía Nintendo. El creador de la franquicia es Satoshi Tajiri.


1: Bianca


El ruido ensordecedor de un motor impulsado a nafta no le permitía descansar, la oscuridad del ambiente y el no saber bien en donde se encontraba la mantenían muy alerta, pero por sobre todas las cosas a las que había estado expuesta, un fuerte dolor en el trasero era lo que más le molestaba

"Metete en la cajuela del camión Bianca, ahí vas a estar mas cómoda, en la cabina solo hay espacio para el chofer y yo" fueron las palabras de una bonita pero muy descuidada mujer de unos treinta años de edad cuando iniciaron su viaje desde aquella lejana región

—Si, como no, nunca me sentí tan cómoda —bufó Bianca cuando el camión se detuvo.


Cuando un robusto hombre abrió las puertas de aquella cajuela, la luz del sol llegó con fuerza al rostro de una niña de diez años de nombre Bianca. Bianca, o como le decían sus "amigos", cuatro ojos, porque usaba unos anteojos bastante grandes, era una jovencita bastante normal, salvo por lo de su baja visión, que tenia el cabello rubio, de un largo promedio, o sea, que le llegaba hasta los hombros y unos ojos verdes brillantes que le daban una mirada dulce, claro, cuando podía fijar la vista, quien se había mudado recientemente al Pueblo Paleta, en la región de Kanto junto con su madre, pues su padre, había muerto recientemente en extrañas circunstancias.


Apenas bajó del camión, Bianca se acercó a su madre quien miraba con mucha ilusión en dirección a un rancho de madera, el cual parecía haber sido la escena de un crimen, pues aparentemente sería su nuevo hogar

— ¿Te gusta hijita? —indagó orgullosa aquella hermosa mujer, por su parte, Bianca solo pudo mirarla, sin poder creer aun que la muerte de su padre, quien llevaba las riendas y el pan a la casa la había separado de su vida lujosa en Ciudad Porcelana, allá en Teselia, pero no debía quejarse, su madre estaba haciendo lo mejor que podía para darle un hogar.


Ya dentro de la casa, Bianca contemplaba a unos curiosos pokemon con forma humanoide llamados Machocke ordenando los pocos muebles que la familia traía, primero colocando la alfombra, después dos sillones, mas tarde una mesita de madera y luego un televisor, eran las pocas cosas que les habían quedado luego de que tuvieran que vender casi todo para poder continuar de alguna manera con sus vidas.


Luego de que los Machocke ordenaron las cosas en el segundo piso de la casa, madre e hija subieron para observar los cuartos

—Y este será tu nuevo cuarto, espero que lo hayan ordenado como a ti te gusta —expresó siempre sonriente la mamá de Bianca
—Se ve lindo —comentó la niña, no muy entusiasmada
—Que no se te olvide poner el reloj en hora hijita
—Claro —dijo Bianca y caminó con prisa rumbo al pasillo y en dirección al baño
—Te dije que pusieras en hora el reloj —gritó con rabia la madre de Bianca, y la niña no tuvo más opción que regresar al cuarto y hacer lo mandado.


Después de un rato relajante en el baño, Bianca fue donde estaba su madre pero cuando puso sus pies en la planta baja de la casa observó con asco a su progenitora quien hablaba de manera muy acalorada con el chofer del camión de mudanzas
—El dinero que tengo no me alcanza para pagar el viaje jijiji —comentó la mujer
—Solo hay una forma de arreglarlo —dijo en transportista mordiéndose en labio inferior.


Ya viendo el destino que tomaría esa conversación, Bianca decidió que era buena idea salir a recorrer el pueblo aunque el viaje fue algo corto pues solo había cinco casas y un laboratorio pokemon, así que tras revisar todos los recovecos del poblado, la niña creyó que sería interesante ir a pasear por el bosque pero apenas puso un pie en la hierba, un extraño hombre, quien salió de entre la maleza, la tomó de la mano y la arrastró con fuerza hacia el laboratorio.

 

primero que nada, gracias por leer y por participar comentando.
la parte que marcaste con negrita tal vez haya sido un error en la redaccion pero lo que trate de decir es que a pesar de que la nueva casa era fea y parecia la escena de un crimen, la madre de Bianca la miraba con mucha ilusion.
Por ultimo, sludge significa lodo, black sludge es una habilidad que tienen ciertos pokemon, o sea, el titulo del fic es algo asi como pokemon lodo negro, lo que da la idea de que esta historia va a ser algo bizarra, repito, gracias por leer, espero que sigas participando.

 

Holitas, hoy les dejo el capitulo, espero que les guste y me dejen sus comentarios jijiji!!


Capitulo 2: Yo te elijo


Bianca tironeó con fuerza, lanzó patadas al aire, gritó desesperadamente, incluso insultó a diestra y siniestra pero sus esfuerzos por safarse del terco asistente del profesor local fueron inútiles, Bianca estaba ahora en el laboratorio pokemon del pueblo.


Tras recibir un sermón sobre lo peligroso que era salir al campo sin un pokemon propio, el cual ella no quería escuchar, Bianca pudo observar con mas detalle el lugar donde se encontraba, era un sitio extraño, estaba repleto de estanterías las cuales estaban repletas de libros , también había maquinas, unas grandes y muy curiosas, Bianca había oído decir a su padre que en esas cosas le lavaban el cerebro a los pequeños pokemon antes de darlos a los humanos pero según ella, esas eran ideas locas de un hombre loco, y ciertamente el padre de Bianca era un hombre desquiciado, pero esa es otra historia.


Bianca siguió observando y vio a algunos hombres, seguramente asistentes del dueño del laboratorio, ellos se paseaban de un lado a otro sin hacer alguna cosa, solo caminaban pero de todos esos hombres, el que mas llamó la atención de la niña era uno que se situaba en la parte más lejana del lugar. Aquel hombre llevaba el cabello cano, las arrugas en su rostro delataban una edad avanzada ya, posiblemente mayor a cincuenta años, sus ojos, reflejaban una gran bondad pero también un profundo conocimiento sobre el mundo y las personas
, "Tal vez sea el Profesor Oak" pensó Bianca y corrió a su encuentro, al verla, el sujeto la miró de arriba hacia abajo y viceversa, y tras frotarse la barbilla le expresó unas palabras


—Hola, este es el mundo pokemon.


Bianca no pudo evitar carcajear ante el comentario, era como si su madre le dijera que el pasto era verde; Lejos de mostrar algún fastidio ante la risa poco disimulada de la niña, aquel personaje siguió hablando


—Me llamo Oak, pero la gente me dice Profesor Oak.


Ahora Bianca se estaba descostillando de risa, la originalidad de la gente para poner sobrenombres le causaba mucha gracia, aun así, el profesor siguió con su parlamento


—Este mundo esta habitado por unas criaturas llamadas pokemon, para algunos los pokemon son mascotas, pero otros los utilizan para pelear...


Bianca siguió escuchando la oratoria, ahora con más atención pero una pregunta del científico la dejó helada


— ¿Eres chico o chica?


Los esfuerzos de Bianca por explicar su condición fueron inútiles así que simplemente respondió a la pregunta


—Soy chica.


Alguien mas había entrado al laboratorio, el recién llegado era un niño de la edad de Bianca, tenia el cabello muy alborotado y siempre estaba frotando sus manos, a Bianca no le llamó la atención aquel muchacho, lo que si estimuló la curiosidad de la niña era una pequeña caja que estaba apoyada sobre una mesa de madera, el objeto en cuestión contenía tres pokebolas, las cuales eran otorgadas a los entrenadores principiantes, Oak explicó a Bianca y al niño nuevo, que se llamaba Andy, que era ley en Paleta que los entrenadores además de entrenar a sus pokemon debían colaborar en las investigaciones del profesor haciendo trabajo de campo con ayuda de un dispositivo que recolectaba datos sobre los pokemon llamado pokedex


— ¿Nos van a pagar por esto? —Preguntó repentinamente Bianca.


Bianca era una niña a la que no le gustaban las charlas largas, además, mantener fija la mirada en alguien o algo por mucho tiempo le hacía doler la cabeza. Al notar el énfasis con el que Bianca hizo la pregunta, Andy la miró preocupado, generalmente los entrenadores se dedicaban a ese oficio por placer pero este no era el caso de Bianca y Andy aun no lo sabía


— ¿acaso no te gustan los pokemon? —inquirió amablemente el niño
—A ti que carajo te importa —contestó la rubia.


Bianca no lo decía pero el hecho de ser pobre le daba vergüenza, además ser entrenadora no iba a ser una opción sino una obligación pues el oficio de entrenador daba buenos ingresos a quienes lo practicaban y dinero era lo que necesitaban Bianca y su madre


—Bueno bueno, no discutan y elijan su pokemon —dijo Oak tratando de calmar los ánimos de los chicos.


Frente a los niños ahora había cuatro pokemon, si, cuatro, es que desde hacía relativamente poco a los niños de Kanto se les daba la oportunidad de elegir entre cuatro tipos de pokemon, fuego, agua, planta y eléctrico. Bianca miraba con dudas a los monstruos que estaban frente a ella, seguramente no sería fácil entrenarlos y por ello no se atrevía a elegir, Andy por su parte estaba mas seguro y rápidamente se acercó al pokemon de tipo fuego que era un Charmander.


Ahora a Bianca le quedaban tres opciones, una extraña cruza entre reptil y planta llamada Bulbasaur, una tortuga azul del tipo agua llamada Squirtle y un pequeño roedor amarillo que daba enérgicos saltos llamado Pichu, era una decisión difícil pero Bianca tenia que decidir rápido, el profesor estaba bastante cansado ya por el trabajo constante y deseaba una siesta así que finalmente la niña se decidió por Squirtle pues Bianca no olvidaba que un Charizard alcohólico mató a su padre en una cantina, por eso pensó que si entrenaba con gran esmero a aquella criatura tal vez algún día podría cobrarse venganza.


Lego de que Bianca y Andy eligieron a sus pokemon, ambos niños dejaron el laboratorio y junto caminaron hacia la Ruta 1 pero antes de que pudiese dar un paso en el camino que conectaba el pueblo Paleta con Ciudad Verde, Bianca fue detenida por Andy


— ¿Que te parece si antes de empezar nuestro viaje tenemos un combate? —preguntó con calidez el muchacho
—Seguro, pero déjame decirte que los vamos a destrozar, a ti y a tu puto pokemon.