Pokémon y la gran batalla.

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Eizberg, 5 Julio 2011.

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    Eizberg

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    Título:
    Pokémon y la gran batalla.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1076
    Nota del autor

    mi segundo fic, solo me cabe esperar que disfruten tanto ustedes leyendo como yo escribiendolo.

    Pokémon y la gran batalla.

    Prólogo.

    Me encontraba frente a mi pokeball, dentro de mi habitación de paredes verdes y cama burdeos, paseaba aquella bola entre mis manos después de mi noche de cumpleaños, un tanto amarga, llena de despedidas, yo tenía 16 años, << me llamo Hajime, odio que mi pelo tenga vida propia y los escalones impares>>, volviendo al tema, sí, así es. Había alcanzado la mayoría de edad en Pueblo Lacrado y a pesar de lo que había leído en libros de acción y en algunas noticias cuando lograba sintonizar aquella maldita antena parabólica, <<sí, también odio mi antena parabólica>> atada ahora cual sacrificio con cinta aislante, en nuestra región, los extensos Reinos de Emerald, aunque ya sin monarquía y conservando ese nombre, uno comenzaba sus aventuras al tener mi misma edad, no tenía gran idea de pokémon; mi holgazanería no había tenido limitaciones en la escuela pero con una suerte asombrosa aprobé el combate de graduación.

    Capítulo 1: Donde todo fue.

    Me dispuse a prepararme la mochila, un mapa, tres pokeballs vacías que había atesorado con orgullo cuando mi padre, ya fallecido, me las regaló en mi octavo cumpleaños, una fiambrera bien dispuesta, sería para mis bayas aunque no tenía muy claro que hacer con ellas, una cuerda y un sinfín de cosas absurdas que iban desde un pasamontañas a un patito de goma. Había algo encima de mi mesita de noche, una pequeña guía que parecía narrar curiosidades de cada lugar de Emerald, me llamó la atención, la cogí entre mis manos y la observé para ver y leer lo siguiente:

    [​IMG]

    Historia general

    El reino de Emerald , península unida al Reino de Balona, es un páramo extenso y próspero que debe su nombre a sus exuberantes praderas, gracias en parte a las múltiples corrientes subterráneas que recorren todo el territorio. Grandes ciudades de mercaderes se yerguen por todo el mapa esto sumado a la política tecnológica que se dedica a crear ecosistemas artificiales muy distintos en sus laboratorios lo convierten en un lugar donde gran variedad de especies cohabitan. Hay ocho gimnasios distribuidos entre las ciudades todo y que para alcanzar la liga pokémon se necesita también una mención especial para la cual se debe de hacer un largo y difícil viaje.

    Interpretación del mapa.

    1. Pueblo Lacrado: Deleítese con sus casas blancas, puesto que las temperaturas suelen ser elevadas. Este pueblo dedicado a las profundidades del océano debe su peculiar nombre a que antaño fue un pueblo de difícil acceso, elevados en una isla de apenas 900m2 rodeada de acantilados nace una gran excavación hacia un puerto submarino de nueva construcción con grandes túneles de cristal, en los cuales, se vislumbra el basto océano, también se cuenta que al pueblo se le fue dado ese nombre ya que lo rodea un majestuoso cinturón de coral rojo donde habitan multitud de corsolas, que al mecer de las olas, crean un efecto parecido a un gran sello de cera.

    1.1 Una gran obra arquitectónica pionera, atravesando la isla en “L” desde su superficie, se encuentra el gran túnel de transporte, un ascensor desciende a través de más de 700m de paredes de cristal hasta llegar al puerto donde una construcción sumergida casi esférica del mismo material crea una estación de submarinos, los cuales, acolchados interiormente en cuero blanco y unas doce plazas por máquina, hacen las delicias de cualquier pasajero. Algunos la bautizaron como la unión Kyogre.
    .
    .
    .

    —bzzzzzzzz... Boom—. La televisión hizo un ademán por funcionar sacándome de mi lectura, esa explosión provenía del canal de noticias.

    —Informando desde Balona, —dijo la voz nerviosa de la periodista—. Los rebeldes se han hecho con la capital, ciudad Castelia, no se sabe que intenciones tienen ahora que tras 25 años de guerras han conseguido el poder, el alto mando al completo ha sido derrotado y en la ciudad se cuentan a día de hoy más de un millar de bajas entre pokémons y entrenadores.

    —Al final han tocado techo—. Hice un pausado suspiro con un aire de tristeza y acto seguido bajé al comedor donde Tracia, mi madre, me tenía preparadas unas riquísimas tortitas.

    —Buenos días cielo— Dijo mi madre con los ojos vidriosos.

    — ¿Qué te ocurre mamá?, esto huele como para alimentar a una manada de persians—, dije al acercarme y ponerle la mano en un hombro.

    —Na…nada, ya sabes cómo está el mundo, mi niño se va de viaje persiguiendo la gloria y me quedo sola, aquí, con los platos.

    —No te preocupes, te llamaré y en cuanto pueda volar, vendré a verte, prometido—. Dije dejando escapar una sonrisa.

    —Se… Se te va a enfriar el desayuno y llegarás tarde a la cita con el profesor Lerrain, ¡Venga!, ¡a prisa!

    Engullí aquellas tortitas y salí corriendo respirando el olor de la hierba transportada por una brisa primaveral que oxigenaba mi respiración a cada paso. En ese momento recordé mi pokémon, Bueno no te daban un pokémon en sí, si no en mi pueblo era tradición ofrecer un huevo, y había nacido hacía tres días, no sabía como llamarle, ya que aun no disponía de mi pokedex y puesto que siempre acababa intentándome morder le llamé de momento “Mordis”, abreviatura de mordisquitos, era azul, con cara de pocos amigos, se movía a dos patas y en lo alto de su cabeza exhibía algo parecido a un adorno pétreo.

    Decidí ir a visitar a Lerrain junto a mi pokémon.— Sal, Mordis— Se presentó ante mi aquel espécimen más propio de ser un dinosaurio que un pokémon.

    —Ba…gón—,Dijo con desaire.

    —¡¿Vagón!?, yo no soy ningún vago, y mucho menos uno grande, ¡¿Vagón!?—Me ponía furioso— ¡Aaaaugh!—. Y allí estaba enganchado a mi pierna de nuevo y no precisamente con sus patas.

    Así, comenzaría mi historia pokémon, ¿me devoraría aquel pequeño monstruo de bolsillo?
     
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    Erzabeth

    Erzabeth Fanático

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    —No te preocupes, te llamaré y en cuanto pueda volar, vendré a verte, prometido—. Dije dejando escapar una sonrisa.
    —No te preocupes, te llamaré y en cuanto pueda volar, vendré a verte, prometido.— Dije dejando escapar una sonrisa.
    No es necesario poner el punto después del guion, lo correcto es ponerlo antes xD
    bzzzzzzzz... Boom
    No repitas tanto una letra, con el simple hecho de colocar un
    ¡Buz, bom!, basta ^^.
    Ñe… buena ortografía he xD
     
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    Eizberg

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    lo del punto umm bueno Dan Brown escribe así y por eso lo tomé como correcto, lo otro bueno, yo y las onomatopeyas no se me ocurrió otra forma de hacer un zumbido de esta manera.
    gracias por leertela y por los ánimos ;)
     
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    Eizberg

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    Capítulo 2: Poniendo la mesa.

    En un viejo despacho desde el ingente laberinto debajo del capitolio, en Belona, el nuevo orden legislativo comenzaba a urdir un plan en su flamante tablero de mármol, peón a peón. Una bombilla de aspecto intermitente, con apenas un cable de sujeción, hacia destellar las paredes de piedra calcárea. En la oscuridad, posicionada en la punta más prominente de la construcción pentagonal, una mujer.

    —Del Valhalla al Ragnarok, e aquí nuestro nuevo mundo pues los gigantes han sido asesinados…—frenó unos instantes saboreando esa última palabra y prosiguió— Cassandro, quiero un informe de bajas, reúne a nuestros efectivos.

    —Ese no es mi… —al comenzar a pronunciar estas palabras Cassandro notó una mirada penetrante, aquellos ojos grises frenaron en seco su improperio— si usted lo...

    —Lo deseo —entornó los ojos y tras una pausa cortés, pero incómoda, narró—: en cuanto sea posible, y espero que se tome como inmediato, el proyecto Sleipner debe ponerse en funcionamiento.

    Dicho esto, los presentes abrieron una carpeta perfectamente lacrada de un color azabache, enmohecida, que rezaba en su portada “Proy.Sl”.

    —Señora—Dijo una voz joven oculta en la oscuridad que le brindaba una de las esquinas del cuarto.

    —Tu impaciencia puede ser arrogante, ¿Qué tienes que decirnos?

    —El joven dudó unos instantes y movió sus labios—Me ha llegado un comunicado —, daba pequeños golpes en un auricular dispuesto en su oreja izquierda tratando de seguir la señal—.Todo y que nuestros diplomáticos aseguraron paz con Emerald sus controles de seguridad en la frontera son de nivel A, el registro más alto desde que se instauró su sistema antiterrorista.

    La mujer se levantó sobre sus tacones—, Un pequeño contratiempo que espero sepan solucionar, por mi bien y por el suyo—.Añadió con suma petulancia, corrió la puerta de metal a sus espaldas y desapareció entre los sonidos rítmicos de sus tacones.

    La sala estaba en tensión, recogieron sus carpetas, Cassandro, ajustó su cinturón de pokeballs donde exhibía varias condecoraciones, sin hablarse, los allí presentes, se despidieron con una pequeña reverencia y salieron hacia el lado opuesto por donde aquella misteriosa mujer había marchado.
     
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    Vaya, una nueva aventura.. tu inventaste todo eso? la región, los nombre de ciudaddes?? todo?
    Guau *w* si es así, eres un genio, suenan bastante bien^^
    Y la historia, muy detallada y bien desarrollada!!!^^
    Tienes mucho talento, de veras!!
    sólo un detalle
    Te falto una H ^^
    Pero too bien, si hay más no me fijé ñ.ñ
    Y eso, me encantó lo de "Vagón", xDD aunque al principio creí q era un totodile, pero es mucho mejor así sin que sea predecible jejej
    Saludos!
     
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    Eizberg

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    wuo, sí, todo pura imaginación, ¡gracias! ^-^ el "e" es que realmente me lió ya que lo puse como conjunción en vez de "y" no se porqué... Pero lo tendré en cuenta, tienes razón, el "he aquí" va con "h" cuando nos referimos a "aquí tenemos" o "como podemos ver". Ahora me dan ganas de darle a editar, pero es hacer trampas :(...
     
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    Fuzz

    Fuzz Entusiasta

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    darle a editar? trampa? o_o
    de qué hablas?
     
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    Eizberg

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    Hombre si lo corrijo ahora... ya no vale no.. mejor lo tengo en cuenta para el próximo capítulo. xD
     
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    Eizberg

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    Capítulo 3: Combate real.

    —Arrastrando la pierna llegué al impoluto laboratorio de Lerrain, en cuya cúspide, adornaban dos gigantes pokéballs, entré atravesando unas puertas de cristal automáticas. — ¿Buenos días? —a mi pregunta sin respuesta comenzaron a encenderse las luces de la entrada y una voz electrónica pasó a la acción.

    —Buenos días señorito Hajime le estábamos esperando. —Acto seguido se abrieron las siguientes compuertas, más robustas, mientras, un hombre de aspecto desaliñado y un chico de complexión delgada, pelo castaño y perfectamente peinado con su flequillo en el lado izquierdo se acercaron hacia mí para recibirme.

    — ¡Buenos días!—Dijo efusivamente aquel hombre, Lerrain, —le estaba esperando, andábamos entretenidos midiendo las ondas magnéticas que desprende electrabuzz, a todo esto ¿Cómo está su pokémon?

    —Aquí está —dije alargando la babeada extremidad.

    —Vaya, vaya, debe de tener hambre, mírele parece un pokémon tipo pasa ¡ay! Pobrecito —Decía mientras le acariciaba el mentón y le hacía carantoñas, más propias de hacérselas a un bebé; a la par, le iba ofreciendo un cuenco de comida—

    —¡Bagooon! — Expresó el pokémon, casi llorando, parecía extasiado de felicidad, engullendo y tomando una forma que recordaba a una baya sambia.

    —Se me olvidaba, tome su pokédex, es nueva, tiene muchas funciones, y no se olvide de actualizarla — con una breve sonrisa alargó la mano para extender un aparato rectangular de poco más de un palmo que exhibía un color lila intenso — y este es Dhan, sus padres son expertos criadores pokémon, me pidió mediante carta si podía organizar el que comenzara aquí su aventura, puesto que desde ciudad La Rosa, en el centro, es difícil decidir para donde ir sin dar vueltas.

    —Esto… gracias y encantado. —Dije en un alarde de educación, sí, esa clase de formalidad que sale de manera automática.

    — ¡hola! ¡Ah! No puedo estar sin hacer nada, ¡Combate, ya! —Dijo el joven al que acababan de presentar totalmente exaltado, mientras ponía el flequillo en orden con un movimiento de cabeza, parecía que llevase horas allí.

    —De acuerdo, comencemos. — Bagon estaba ahora con mucha más fuerza, le apunté con aquel aparato el cual recitó sus ataques con un leve parpadeo: Bagón posee furia—Y mordisco— sentencié con total seguridad al recordar mi dolorida pierna, aunque parecía que la pokédex fuera a seguir diciendo ataques, me dispuse a lanzar la pokeball y....

    — ¡Alto! —Gritó Lerrain—Me complacen sus ganas por comenzar la aventura, sin embargo, bajemos, son artilugios muy delicados. —narró el profesor como si fuese una especie de discurso ensayado.

    — ¿Abajo? — Pregunté, y efectivamente, una vez nos soterramos había un mini-estadio, sin público ni gradas, en tonos metalizados. Las luces se encendieron al bajar la magnífica escalera de caracol y dos grandes pedestales se elevaron, en uno de ellos con una mirada feliz y de auténtico soñador estaba Dhan y yo me disponía a subir al otro extremo. El profesor, por su parte, se puso de árbitro.

    —Cómetelo Bagon—Dije señalando la arena.

    — ¡Seel, golpe cabeza! — se escuchó del lado contrario. La pokéball se abrió en el aire y Seel bajó en picado hacia Bagon.

    —Bagon, ¡esquívalo y mordisco! —era hora de confiar en él, sin embargo Seel no falló del todo llevándose medio cuerpo de su contrario por delante, un sonido hueco y mucho polvo, entonces Bagon mordió y estiró de la cola de Seel, el cual, dolorido, comenzó a dar bandazos.

    —Eso es, sigue así Bagon.

    —Dhan sonrió y abrió la boca para decir—: Seel, como tu padre, carámbano— al mismo tiempo Seel aspiró profundamente mientras se formaban cristales ante sí.

    —¡Destrózalo Bagon! con más ganas ¡más fuerte! —el pokémon iluminó sus ojos utilizando su furia y apretó con más fuerza mientras Seel con un temple increíble siguió su ataque.
    Ninguno de los dos cesó su acometida y sin embargo la carga fue demasiado grande para ambos pokémons, mientras que Bagon notaba su cuerpo duro, entumecido y sin ganas de responderle estirado a un lado ante su mandíbula congelada, Seel se desmayaba mientras la sangre brotaba de su cola.

    — ¡Empate!, ninguno de los dos pokémons puede continuar, — dijo Lerrain, levantando las dos banderas y algo atónito ante tal violencia de movimientos.

    Dhan bajó con total gracilidad de su podio para aplicarle una poción en la cola a Seel, iba algo alterado, lo vendó, le molestó un poco para que moviese sus aletas delanteras y lo metió en la pokeball. Mientras que nuestro protagonista, aun pensando en guardarlo sin más, aceptó el camping gas de Dhan el cual llevaba una mochila muchísimo más abultada que él, y así, poniéndolo alrededor de la llama que desprendía fue entrando en calor. Ahora aprenderían que un combate pokémon no era un juego, por lo menos uno de ellos.
     
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