Pokémon: Heartbeats Of Street

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Dante, 24 Junio 2011.

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    Dante

    Dante Guest

    Título:
    Pokémon: Heartbeats Of Street
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1023
    Capitulo 1: Adentrándome a la Calle

    — El verano ha comenzado, y yo pudriéndome en esta maldita prisión… —

    Los corredores de la escuela se encontraban vacíos, las almas de los cientos de estudiantes que normalmente deambulaban por esos pasillos se habían ido ya, solamente quedaban los jóvenes que por su pobre comportamiento están pagando con sus primeras horas de vacaciones de verano.
    Los infractores estaban retenidos en la biblioteca escolar, estos eran siete, de los cuales dos eran chicas. Ellos estaban repartidos en una larga mesa, dejando grandes huecos evidenciando el desierto en el que el salón se había convertido, además de la incomunicación que estos sufrían, pues cualquier sonido les costaría cinco tormentosos minutos extra de castigo.

    El maestro a cargo, un hombre con una estatura un poco menor al promedio, prácticamente calvo, y con una mirada penetrante los vigilaba. Él, no paraba de repetir que por su “indisciplina” se encontraban varados en el los que aparentaba el infierno para unos chicos.

    — ¡Maldito viejo!, espero y se calle, ¡ya no soporto más! — pensaba el chico que estaba al final de la mesa, tomaba su cabeza con ambas manos y tiraba de sus castaños cabellos por la desesperación.
    — ¡Hassall! —grito el celador — ¡deja de moverte de esa manera! —
    — ¡Es que no aguantaré más!, por favor es el último día de clases; ahora mismo estaría en casa tocando mi guitarra o cualquier cosa —
    — Pues tú, y todos aquí debieron haber pensado en eso antes de haber hecho lo que hicieron para estar aquí — espetó el hombre.
    — ¿Y si lo retamos a una batalla?, si nosotros ganamos nos deja ir, si usted gana nos quedamos y ya no nos quejaremos — comentó una de las chicas.
    — ¡Por supuesto que no! —
    — ¡Tiene miedo a perder! — gritaron dos de los presentes.
    — Está bien pero yo escojo con quien peleo — Comenzó a mirar a cada uno de los presentes — Hassall, vi tus calificaciones de la clase de “Batallas” y son malas, tu irás— señalo al castaño mientras lo miraba con ojos de superioridad.

    Los ocho individuos salieron al campo de batallas, cinco de los chicos se fueron a las gradas, mientras que el otro participaría como juez.

    — ¿Estás listo chico? — fanfarroneó el profesor — Porque yo si —lanzó una Pokéball al aire, ésta cayó al suelo, se abrió y dejo mostrar Venonat.

    Desde las gradas se escuchaban los mensajes de aliento, como: “¡Tú puedes Matt!” o en caso contrario las amenazas.

    — OK. Pequeño es hora de salir a jugar — el castaño lanzó su pokéball, del orbe emergió un pokemon rosado — ¡Snubull! —

    Las exclamaciones de las chicas sobre la lindura del Pokémon no se hicieron esperar, mientras que las risas de los caballeros salían a relucir.

    — ¡Comiencen! — dictó el juez.

    — Yo comenzaré. Venonat usa Psicorrayo (Psybeam)

    El Venonat siguió la orden, de sus ojos saltó una resplandeciente centella multicolor que golpeo directamente al pequeño pokémon de tipo normal. —Snubull, correspóndele con un Golpe de Cabeza (Headbutt) — el rosado pokémon tomó velocidad y pronto se arremetió contra el bicho morado, más este de un salto lo evadió, el pokémon de Matt cayó al suelo. — Venonat, usa Paralizador (Stun Spore) — en el aire el pokémon del maestro se sacudió dejando caer el dorado polvillo directamente sobre Snubull. — ¡Rueda! — el can siguió la orden de su entrenador y evitó el ataque de su enemigo.

    Venonat ya estaba en el suelo; cada pokémon de su lado del campo de batalla, el cielo iluminado color naranja y una ligera brisa veraniega que refrescaba el lugar.

    — Esta nos la cobramos, Snubull ataca con Lengüetazo (Lick)

    El canino sacó su gran lengua y lamió al bicho, dejándole un mal sabor de boca que expresó en su rostro.

    — Venonat, ¡muévete! — ordenó el superior.
    — ¿tú eres el maestro?, Lengüetazo lo ha dejado paralizado. Snubull, Puño de Fuego
    Snubull acometió contra Venonat, el pequeño agitó su brazo izquierdo, y este se “incendió”.
    — Snubull, Coup de Grace — alentó entusiasta a su pokémon a dar la estocada final.

    El rosado estrelló su puño contra el bicho mandándolo a volar unos metros, quedando totalmente debilitado.

    — Te gané — dijo Matthew esbozando una sonrisa retadora.
    — Ya se pueden largar — dijo el hombre con furia. — Pero aún está el siguiente año.

    Ya había anochecido, las luces del viernes iluminaban las calles, fin de clases era igual a noche de fiesta. Los pokémon salvajes que vivían en la urbe se ocultaban para dormir, mientras las calles se llenaban de gente.

    Matt caminaba cautelosamente entre las personas, si algún policía lo veía acabaría en problemas, era un chico de catorce años sólo en el peligro de la noche. Snubull lo acompañaba, el pequeño pokemon rosado caminaba junto a él, pero ahora llevaba un collar negro con pinchos. El castaño también había cambiado su atuendo, dejo atrás el uniforme escolar para portar un par de jeans,en conjunto a una camiseta blanca con mangas cortas y un chaleco de cuero, igual que unos guanteletes de piel, ambos negros; al igual que un par de tenis deportivos del mismo color del chaleco.

    Precavidamente entró a un callejón, se deslizaba entre las sombras para no ser descubierto. Después de un rato llegó a un local al cual intentó entrar, pero le negaron la admisión…

    — Mocoso, ya te dije que no te puedo dejar pasar, necesitas por lo menos dieciocho años —
    — Por favor, que no parezco de esa edad — insistía el chico.
    — Ya te dije que ¡NO!, y si sigues así llamaré a la policía — amenazó el gorila de la entrada.
    — Sabes que eso no es conveniente — contraatacó el chico.
    — ¡Hey Ryan déjalo pasar viene conmigo! —

    Un chico de cabellera negra fue el que llamó al gorila. Portaba una gabardina negra y bajo esta, una camiseta color rojo con capucha, la cual salía de dentro de la gabardina. Un par de pantaloes negros junto con unas botas. El chico traía consigo una guitarra.

    — ¿Acaso este pequeño va a tocar? —pregunta incrédulo el guardia.
    — Algo así, sólo es parte de la banda —
    — Mocoso, ganaste, puedes pasar. Byron el chico será tú responsabilidad —
    — No hay problema, chico, ¿listo para la fiesta y las batallas?

    Continuara...
     
  2.  
    ElyHaruKaa

    ElyHaruKaa Entusiasta

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    Wow.... bueno al principio me quedé con dudas de que clase de escuela era (al principio creí que era una donde sólo asistían puros chicos, pero luego mencionaste a las chicas exclamando),y en que ciudad pero bueno, cada quien tiene su manera de relatar me gusto que tu manera de referirte con esos "apodos" si así los puedo llamar, sea de ese nivel ya que conozco a otras personas si ofenden de mal gusto a un personaje; y tu lo haces de una manera graciosa.
    Buena historia, tienes buena ortografía por lo que me fije.....
    CONTINUA PRONTO.......

    BYE........
     
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  3.  
    Dante

    Dante Guest

    Título:
    Pokémon: Heartbeats Of Street
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1802
    Capitulo 2: La Invitación.

    El joven de cabellera negra realizaba un gesto con su brazo en señal de invitación, Matthew solamente sonrió e hizo caso al pase. Ambos pasaron junto al hombre que negaba la entrada hace un instante, e ingresaron al lugar. Al entrar se podía observar una gran galería, esta, llena de personas. La iluminación del lugar constaba de reflectores de distintos colores el ambiente era inundado por la euforia de jóvenes disfrutando de música de rock: saltos, gritos, golpes, la adrenalina recorriendo sus venas.

    El lugar era grande, con sólo entrar la atención se centraba en el escenario que se encontraba hasta el fondo del local, la mayoría de los aficionados se encontraban próximos a este. En el centro se encontraba un campo de batalla, el cual se encontraba a un par de metros de altura sobre el suelo. El chico castaño a sus lados pudo observar dos barras, la de la derecha con tres bartender, mientras que el de su izquierda con sólo dos. El local tenía un segundo nivel, pero este solo contaba con una especie de puente en el perímetro de las paredes, dejándolo como una tipo de balcón para observar las peleas.

    El chico Hassall, maravillado, corre para adentrarse a la fiesta, pero es detenido por su llave de entrada, el pequeño se voltea y dice:

    — Amigo, gracias por ayudarme a entrar, pero desde aquí puedo seguir solo —
    — No lo creo, le dije al tipo de la entrada que te iba a cuidar y no puedo dejar que andes solo por ahí, este lugar no es exactamente lo que creo que crees —
    — No te preocupes amigo… — el pequeño hizo pausa — ¿cómo dijiste que te llamabas? —
    — Nunca lo dije — sonrió el mayor — pero soy Evan — extendió su mano.
    — Yo soy Matt — habló el pequeño correspondiéndole al mayor. — Mucho gusto, pero en serio, ¿no vas a dejar que me adentre a la fiesta? —
    — No, aún no, mira chico acompañame un momento tocaré esta noche así que me tengo que encontrar con mi banda — el joven volvió a sonreir amablemente —Sé que te escaparás así que dame la mano — tomó la mano del castaño a la fuerza.
    — ¿¡Estás loco?! — intentando soltarse, tirando de su nuevo “amigo” — ¡déjame ir! —
    — Por cierto, regresa a tu amigo a su pokéball, sino se perderá — el pequeño obedeció.

    Recorrieron el mar de personas hasta llegar al lado del escenario; los golpes y empujones no se hicieron esperar, sin contar los intentos de escape. Al llegar al dicho punto Evan saludo a 3 personas que se encontraban a esperándole.

    — ¡Ya estamos todos! — dijo uno de los jóvenes
    — Oye, Evan, ¿quién es este mocoso? — preguntó otro extrañado, mientras jugaba con un par de baquetas.
    — ¡Ah!, él, sólo un chico que quería entrar — seguido del comentario llega una chica hacia los jóvenes.
    — Ya tengo el orden, nos tocará subir a escena después de la primer ronda de batallas y durante parte de la segunda —
    — Muy bien, entonces vayan a divertirse por el momento — habló el que al parecer era el mayor de todos.

    Los jóvenes se disiparon en el local, a excepción de Matt y Evan, el mayor interrogó al “crío”.

    — Y tú, ¿qué vienes a hacer acá? —
    — Sólo a divertirme un poco —
    — Mira, como te dije antes, este lugar no es lo que crees. Primero este lugar es para mayores…— Evan fue interrumpido.
    — Sabes, tu no pareces mayor de edad — cuestiona el chico.
    — No, pero yo soy de la banda. Ahora sigue escuchando, las peleas de este lugar son…, como explicarlo, clandestinas — el joven suspiro — no porque sean batallas brutales, ni nada de eso, sino porque el lugar está plagado de apostadores.
    — Entiendo…— su ánimo decayó un poco.
    — Pero no hay de qué preocuparse, no a menos de que llegué la policía — ambos sonrieron.

    Los chicos siguieron conversando un buen rato, al parecer los dos congeniaron. Matt se enteró de que su nuevo amigo sólo era un par de años mayor que él. Evan lo interrogó de cómo había dado con lugar y el simplemente escuchó al hermano de uno de sus amigos, y comentó de que había escapado, pues sus padres nunca le hubieran dado permiso alguno.

    El castaño le contó lo que había sucedido ese mismo día en la escuela, con lo cual el mayor rió, éste reveló que también estuvo en la misma academia, aunque sólo por un par de meses; la academia era mixta, además de enseñar materias comunes, había un área técnica para aprender sobre pokémon, esto basadas en sus actitudes y calificaciones.

    Pronto las batallas comenzaron, todos los espectadores aclamaban las batallas, esta era la primera ronda del torneo, eran dieciséis participantes que competían por el premio. Durante la primera batalla un Muk resultó el ganador dejando K.O. a un Vaporeon. La segunda batalla estaba a punto de comenzar, ambos entrenadores subieron al campo de batalla, y lanzaron la pokéball de su combatiente al terreno, de una de ellas salió un Charmeleon, mientras que de la segunda un Pikachu. Los luchadores entraron en combate, un haz fuego fue el primero en aparecer, el pokémon amarillo lo evade con facilidad, la euforia de los espectadores crece, combinando la euforia por la batalla junto la embriaguez de la música. La batalla aún no terminaba cuando un corte en la electricidad del lugar sucedió, las luces y la música habían desaparecido, la masa de personas estaban confundidas, pronto el local se iluminó de con una luz rojiza que apenas era suficiente como para distinguir las siluetas de los que se encontraban en el lugar. Un hombre gritó “¡la policía está aquí!”. El pánico se apoderó del lugar, era un caos todos corrían de manera desorientada tratando de escapar.

    — ¡Ven! — Evan tomó del brazo al castaño y lo llevo consigo.

    El mayor ya contaba con cierta experiencia en esos casos, además de la información que si llegase a ocurrir una redada, como esa, había una salida detrás de unas cajas próximas al escenario, lugar donde básicamente se encontraban, se escurrieron entre los grandes contenedores de madera hasta la salida, abrieron la puertecilla para encontrarse en un terreno baldío. En cuanto salieron ambos corrieron con todas sus fuerzas para no ser descubiertos, con la suerte de que la policía no hubiese rodeado todo el lugar. Después de correr durante unos diez minutos, el menor se detiene a descansar, ya no podía más, Evan se le une, el de cabellos oscuros estaba igual de cansado. Los dos se recargaron en la pared de una panadería, en la fachada se podían observar un gran anuncio color rojo con la leyenda “La Espiga de Oro” y debajo el slogan “la mejor de ciudad Trigal”. La iluminación era buena.

    — Evan, ¿sabes algo? — el mayor lo vio con rareza — ¡Esa es una de las cosas más divertidas que he hecho! — exclamó con una gran sonrisa en el rostro, cosa que el otro correspondió.

    Se escucharon unos pasos provenir de un callejón que se encontraba frente a la panadería, el mayor intuitivamente se posó delante de Matt, de las sombras salieron dos hombres un poco más grandes que el que traía la guitarra. Los desconocidos se acercaban y comenzaron a comentar entre ellos:

    — Amigo, esperaba tener una buena batalla, pero con eso de la policía no se pudo — comentó uno. Era más alto que su compañero, poseía una cabellera rojiza.
    — Tal vez este par nos sirva para divertirnos un poco — comentó el segundo, sus ojos azules mostraban soberbia.
    — Si desean pelear aquí estoy — salió el pequeño.
    — No seas imprudente— murmuró el azabache.
    — Pues si quieres pelear… — el de cabellera rojiza lanzó su pokéball al campo de batalla y de ella salió un Koffing.
    — Pues es hora, ¡Snubbull sal! — el rosado pokémon apareció en la calle.
    — Koffing Patalla de Humo —

    El tóxico pokémon inundo el lugar con el pestilente gas, no se podía ver nada a los alrededores, pero un ataque de Lanzallamas saca al combatiente de Matt de dentro de la cortina. Al disiparse se apareció un Houndour junto al pokémon tipo veneno.

    — ¡Hey, eso no es justo! — gritó el chico Hassall.
    — Mocoso, esto es la calle — espetó el dueño del Houndour, seguido ambos “villanos” rieron.
    — Yo no me quería meter, pero no hay otra opción…— bostezó, luego sacó una esfera de su gabardina y la lanzó al campo — Arcanine sal al combate, amigo. ¡Usa Lanzallamas! —
    — Koffing polución contra el Lanzallamas, ¡todos vamos a volar! — el de cabello rojizo rió.
    — No te voy a dejar, Snubbull Golpe de Cabeza —

    Snubbull tomó impulsó y acertó un golpe directo contra Koffing este retrocedió y el ataque de Arcanine envolvió al esférico pokémon dejando debilitado. Su compañero sólo regresó a Houndour y se fueron.

    — Creo que es hora de que vayas a tu casa — recomienda el mayor— si lo deseas puedo acompañarte, Matt accedió.

    Al siguiente día.

    Era un poco pasado de medio día, Matt salía del Centro Pokémon, Snubbull caminaba junto a él, el chico voltea hacia a la derecha y frente a sus ojos aparece el amable joven que había conocido la noche anterior. El de cabellos negros se acerca a Matt y le saluda:

    — Que coincidencia encontrarte —
    — Lo mismo digo — rió el castaño.
    — Oye, necesito preguntarte algo, pero sería mejor pasar al centro pokémon. ¿Quisieras? —
    — Claro — accedió el menor.

    Ambos se sentaron en la sala de espera, en un sofá color azul que veía hacia el módulo de atención, junto a ellos un par de plantas con grandes hojas.

    — No sé cómo explicarlo pero…— el chico suspiró — me expulsaron de la banda — dijo en tono triste.
    — ¿Por qué? —preguntó el chico — Por cierto, no los escuché tocar — luego el castaño sonrió amablemente.
    — Por lo de anoche, supuestamente porque soy menor no podemos tocar en muchos lugares, pero lo que te quería proponer era si deseas viajar conmigo —
    — ¿Cómo? — dijo Matt, abrió sus grandes ojos café de la sorpresa.
    — Cuando peleamos con los tipos de anoche, se me ocurrió la idea de entrar a la “Unión de Batallas Urbanas”, es un nombre algo, pomposo, pero básicamente son peleas “callejeras” — menciona Evan haciendo el ademán de comillas con sus dedos.
    — Y ¿dónde entró? —
    — A eso voy, hicieron algunos cambios, esta vez los concursos de selección serán en equipos de tres hasta que los tres pokémon queden fuera. Los concursos de selección son algo así como los gimnasios, bueno más como un Concurso Pokémon, es una prueba que se realiza una especie de torneo entre varios participantes, entregando al campeón, en este caso campeones un sello, al obtener seis sellos tienes derecho, a pasar al Torneo Final, algo así como la Conferencia Plateada y de ahí sale un campeón. — Evan tosió —no te preocupes, no es nada como lo de ayer —
    — Así que nos falta un integrante ¿eh? — su cara mostró un semblante de felicidad.
    — ¿Aceptas? —
    — ¡Aceptó! —

    Continuará...
     
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