One-shot de Pokémon - [Pokémon] Eso te queda demasiado bien.

Título original: Ça te va juste trop bien
Autora: Ysiria
Título: Micro relato.
Género: Comedia.
Fandom: Pokémon adventures.

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Aquella semana, el trío de Johto organizaba un tiempo de "Estrechemos nuestros lazos, nosotros quienes poseemos las Pokédex de Johto", desde luego, una idea de Gold, el cual no la había visto más que como una excusa para que los tres se reunieran, después de todo, hacía verdaderamente mucho tiempo que no se habían visto. Silver estaba ocupado en quién sabe qué, seguramente tratando de crear lazos con su padre, quién sabe. Y Cristal todavía ayudaba al profesor Oak en sus investigaciones, sumergiéndose muy apasionadamente en ellas. Gold debía pues hacer algo, ya que una vida sin diversión es demasiado amarga. Y afortunadamente, él vivía en una casa grande, un poco ruidosa ciertamente, pero perfecta a pesar de todo para invitar a sus dos compañeros.

El trío ya había pasado un día junto, un día típico teniendo en cuenta que, aunque se lleven bien, sus caracteres completamente diferentes hacen que sea raro que no se estén mangoneando de un modo u otro. Desde luego, nunca lo hacían malvadamente, y se contentaban rápidamente, se había vuelto un poco un hábito con ellos. Como sea, ahora eran las siete de la tarde, Gold y Cristal estaban en el salón mientras que Silver llamaba a Blue para contarle sus novedades. La joven entrenadora estaba leyendo una revista científica, Gold se aburría mucho y tomó una de las revistas de su madre para tratar de distraerse. Y de repente, una sonrisa comenzó a aparecer sobre su rostro, lanzó la revista que había acabado de tomar, y se precipitó hacia el piso de abajo sin que Cristal siquiera se diera cuenta.

Silver colgó el teléfono, contento de haber podido hablar con aquella con quién había crecido, gracias a quién se había abierto un mejor futuro para los jóvenes entrenadores. Le tenía mucho cariño a Blue, pero gracias a que ya no estaba él tenía ahora otras personas con quién estar, otras personas a quienes él quería aunque lo mostrara torpemente. Perdido en sus pensamientos, escuchó la puerta chirriar detrás de él, y apenas se dio vuelta, tuvo el tiempo justo para ver a una silueta fundirse sobre él como un pájaro a su presa.

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Gold se había lanzado sobre Silver, con una especie de sábanas en sus manos, hizo caer a su amigo y rival, e inmovilizándolo con sus piernas, le quitó rápidamente la chaqueta al pelirrojo, tan rápido que éste no tuvo tiempo de resistir ni de golpear a su "asaltante". Entonces le pasó la sábana por la cabeza, deteniéndola a la mitad de manera que cubría la boca y bloqueaba sus brazos con la tela, minimizando sus medios para resistirse. Se dispuso entonces a quitarle los pantalones al pelirrojo, quien a pesar de las precauciones de Gold, se puso a gritar. Gold se apresuró pues, a terminar de pasarle la sábana, pasando los brazos de su rival por dos orificios que parecían previstos para eso, volcó luego todo su peso sobre Silver, agarrando firmemente sus muñecas, inmovilizando sus piernas con las suyas.

Alertada por el grito de Silver, Cristal abrió bruscamente la puerta para ver un extraño espectáculo desarrollarse ante sus ojos. Gold forcejeando con el pelirrojo en el suelo, y el pelirrojo mismo llevaba una falda de Froufrou, falda que Cristal reconoció como aquella que la madre de Gold acababa de encontrar en el ático y que ella le había mostrado orgullosamente hace unas horas. Y para ser honesto, la posición en la cual se encontraban los dos chicos era verdaderamente adorable.

—¡Cristal! ¡No es lo que crees! —comenzó a decir Gold— Solamente quería vestir a Silver de mujer, con su cabello eso le iría super bien —el "secuestrado" forcejeó vivamente—, pero él nunca habría cooperado.

—¿Ah, sí? —respondió ella aproximándose a los dos chicos cada vez más.

Parecía lista para explotar de ira, y cuando Cristal se enojaba los dos chicos preferían en verdad no estar en las cercanías. Con las manos en las caderas, miró a Gold, pero su rostro tenía algo poco habitual.

—Gold, ¿por qué no me lo dijiste antes? Siempre he soñado hacer eso, y te habría ayudado.

Los dos interesados pusieron una sonrisa bastante inquietante, luego miraron al estupefacto pelirrojo, que todavía estaba tirado en el suelo. Pobre Silver...

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