hola! tambien les traigo una pequeña historia del equipo taka, hojala se diviertan, cuando lo hice fue para una amiga que quiero mcuho: Karin, espero que tambien les agrade. Fandom: Naruto Tipo de relato: un capitulo Personajes: equipo taka (Sasuke, Karin, Suiguetsu & Juugo) Autor: Himeko Hyuga Titulo: Pócimas Nota: este escrito lo he publicado en otro foro (UFF) asi que si lo ven no es plagio. Esta basado en el mundo shinobi PÓCIMAS —Estoy realmente agotada—pronuncio al entrar en el obscuro recinto. —pareces una anciana hablando así—comento el albino en son de burla. De inmediato unas manos cubrieron su cuello con intensiones asesinas. —Karin y Suiguetsu—llamo el líder del equipo haciendo que los mencionados se pusieran en firmes a la espera de una orden—. Voy a descansar, no hagan tanto ruido. —¡Si!—respondieron al unísono. No se movieron hasta verlo perderse en las sombras de la guarida. —¿Ves lo que ocasionas? pelos de Zanahoria—bufo molesto por ser regañado. —¿Yo? ¿Quién fue el que inicio? —respondió al alejarse de ahí. —Oye ¿A donde vas? —cuestiono al verse sólo. —¿Qué te importa, y no me sigas. —¿Seguirte? ¿Quién lo haría? —protesto cruzándose de brazos, tenia mejores cosas que hacer como investigar ¿Donde se había metido Jugo? Siguió caminando alumbrada con una antorcha hasta dar con la puerta que buscaba. Sonrió de lado, esta vez debía corregir el error de la ocasión pasada, en la que intento seducir a Sasuke y todo iba bien hasta que apareció Suiguetsu. Abrió la puerta con su contraseña y entro. Todo era un completo desastre, frascos y pociones por todos lados revueltas. Comenzó a ordenar todo en su respectivo lugar, era un peligro hasta para ella misma. El silencio reinaba en su amado laboratorio, disfrutaba mucho del silencio. De la nada saco un kunai lanzándolo contra la pared. —Sal de ahí, maldita rata—ordeno molesta. —Tranquila Karin, Soy Suiguetsu—pronuncio una voz desde la sombras que poco a poco se dejo ver. —Ya lo sabia, te dije que no me siguieras—contesto—. Espera un momento ¿Cómo diablos entraste aquí? —Eso demuestra lo buen ninja que soy—respondió al tomar entre sus manos diversos frascos— ¿Qué es esto? —pregunto curioso—. Y ¿esto otro? Suiguetsu daba la impresión de un niño de cinco años en una dulcería o juguetería, Karin lo perseguía desesperada por todo el lugar quitándole sus frascos y pociones para meterlos en donde iban. —Oye Karin—llamo ingenuamente. —¿Qué quieres ojos de pez? —¿Qué sucedería si mezclo todo esto? —pregunto dulcemente mostrando la gran cantidad de frascos y substancias en sus brazos. —Pues, no se… —respondió aturdida por la imagen que mostraba el chico. —¡Averigüémoslo! —exclamo revolviendo todos los frasco en un recipiente más grande. —¡Estas loco! Eso va a… Exploto. La reacción química que se llevo a cabo fue demasiado violenta dejando inconsciente a los dos jóvenes. Más tarde. Lentamente abrió sus orbes rojizos, le dolía la cabeza. Si la explosión no había matado al Hozuki ella lo haría con sus propias manos. Se incorporo con trabajo, percatándose de inmediato que su blusa estaba abierta, se cubrió rápidamente y sintiendo su duro torso. Abrió los ojos como plato, recorrió su cuerpo con sus manos temerosa antes de verlo, ese no era su cuerpo, ¡No señor! Ese era el de un hombre. Al verse lo comprobó, busco en que reflejarse, conservaba su cabello rojo y su facciones principales, pero había perdido todo rastro de feminidad. Se había convertido en hombre. Corrió hacia su compañero ¿Acaso fue la única afectada? Debía comprobarlo. En el piso lo encontró tirado, le daba la espalda y al girarlo de inmediato se percato del cambio. Sin dudar lo despertó. —Tsk, mujer eres una molestia, no me dejas ni dormir—se quejo sobándose la cabeza. Misteriosamente se sentía más delgado, su playera le quedaba algo grande. —¡Eres un idiota! Por tu culpa estamos así—respondió propinándole un golpe en la cabeza. —Así ¿Cómo? —pregunto sin darse cuenta de su cambio. El pelirrojo apunto al espejo donde se observo Suiguetsu. —¡Soy una mujer! —grito desesperado al salir corriendo del laboratorio. Karin lo siguió con la vista, la puerta del laboratorio estaba abierta ¡Estaba abierta! La puerta se abrió automáticamente con la explosión y dejo correr por todo el lugar el aroma de la poción. Si sus hipótesis eran correctas… —¡Suiguetsu! —corrió precipitadamente tras él. Al alcanzarlo lo encontró tirado en la entrada de la habitación del Uchiha. Los dos observaron como se levantaba perezosamente, seguido volteo a verlos. Al igual que Suiguetsu se había vuelto más delgado, tanto que su blusa resbalaba por su hombro de manera sexi. Incluso su cabello había crecido bastante. —Sasuke-kun… tú—balbuceo Karin incrédula. —¿Qué sucede? ¿Por qué hacen tanto ruido? —¡Sasuke eres una mujer! —grito enloquecida la ahora albina. El pelirrojo comenzó a sollozar desesperado ¿Qué había hecho? Y todo era culpa de Suiguetsu. Al darse cuenta del brusco cambio casi se desmayaba la pelinegra ¿Qué diablos sucedió mientras dormía? —Jugo ¿Dónde esta? —cuestiono Sasuke al levantarse y acomodar la bata blanca que se le caía. —Creo que en… No sé—respondió Suiguetsu. —Sasuke, debemos irnos de aquí, el enemigo se acerca, nos alcanzaran en tres días aproximadamente—intervino una tercera voz. Todos voltearon a verlo, era Juugo sin duda. Al igual que los otros dos varones cambio su sexo a femenino. Era mucho más bajito que los otros dos, y su cabello no creció para nada. —Prepárense para partir—anuncio la líder—. En cuanto anochezca nos iremos. —Pero Sasuke ¿con estas pintas? —interrogo Karin. —No tenemos otra opción o nos alcanzaran. En menos de cinco minutos los integrantes de Taka caminaban rumbo a la salida de la guarida. Uchiha mantenía su mirada firme y amenazante. Jugo camina distraído jugando con un pajarito. Se detuvieron a la entrada. —El efecto durara alrededor de una semana—anuncio resignada. —Vamos Karin, no seas tan pesimista—animo Suiguetsu divertido. —Suiguetsu tiene razón, no tiene sentido lamentarse ya—apoyo Jugo. —Hay que ver las ventajas, podremos llamar a Sasuke: Sasuke-chan y estará correcto porque será una mujer, sentiré lo que es que te den regalos y traten de conquistarte, seremos recordados como el trió de mujeres más fuerte y genial; sin olvidar que siempre quisiste entrar al baño de hombres en las termas ¿No? Ahora podrás hacerlo sin problemas, y nosotros entraremos al de mujeres—completo con una cara sonrojada al mencionar lo último, sin duda se deleitaría la pupila. El pelirrojo no dudo en golpear a la albina en la cabeza. —Sobre mi cadáver—sentencio enfurecido el pelirrojo. —¡Ja! ¿Estas celosa de que tengo un mejor cuerpo que tú? —dijo poniéndose en pose sensual—. Mira hasta tengo más pecho que tu—añadió soltando una carcajada. —Dejen de jugar y vámonos—indico la pelinegra al acomodar su blusa por decima vez, pues constantemente se le resbalaba. —Esperen un momento—pidió la joven de orbes purpura sujetando su vientre—. Me esta doliendo mucho. Karin volteo a verlo y rio divertida. Sabía perfectamente a que dolor se refería, seguro y aumentaría en los siguientes días, moría por ver su reacción al enterarse de que se trataba. —Bienvenido al mundo de una mujer. —Oye espera, dime que es—suplico al alcanzarla. —Lo descubrirás pronto. Muy pronto. .-.-.-.-.-.-.-.- si alguien, no entendio lo ultimo hago una referencia a la menstruacion Himeko-han =D
Linda, muchas gracias, sabes que me encantó. Me gustaría ver una segunda parte de éste fic, con todo y las complicaciones por las que pasaría Suigetsu en esa situación. De igual manera, estoy segura que tanto Suigetsu como Sasuke serían acosadas en algún pueblo. Me dio gusto volver a leerle éste fic. Una vez más, gracias linda.