Harry Potter Poción multijugos.

Categoría: Long Fic.​

Obra: Harry Potter. ​

Personajes: ¿Ronald Bilius Weasley y Hermione Jean Granger? O quizás, ¿Draco Malfoy y Hermione Jean Granger? ​

Nota importante: Ni "Harry Potter" ni sus personajes me pertenecen, éste es un FanFic de mí autoría pero lo publicó sin ánimos de lucrar ningún derecho de autor que tenga J.K. Rowling respecto a sus proyectos, historias, personajes, etcétera. ​

Resumen: Todo comienza cuando Malfoy decide tomar un poco de poción multijugos para averiguar cosas, pero las cosas no siempre salen como él las planea.​

Notas del autor: Una idea un poco loca, espero les guste. Acepto críticas constructivas.​

Poción multijugos.​

Capítulo 1.​

—Poción multijugos…—escupió con tono de asco el unigénito Malfoy.
Tragó saliva. Tenía que tomarse la poción, tenía que averiguar que planeaba San Potter y esa era la única manera.

Tomó la copa humeante, mirándola con repugnancia la acercó a sus finos labios y la bebió rápidamente, para tratar de evitar el sabor. Hizo un gesto de horror al sentir ganas de vomitar gracias al “gran” sabor de la poción. Pronto su aspecto comenzó a cambiar, se sentía raro. Se miró al espejo, observando su transformación. Sus crueles ojos grises fueron cambiando paulatinamente a un azul más amable, más ingenuo. Su cabello rubio fue tornándose más oscuro para ser el cabello rojo característico de alguien, del quién había puesto un mechón en la poción. Embarneció, su estructura flacucha y alargada se tornó gruesa. Sus facciones cambiaron. Al mirarse de nuevo al espejo, ya no lucía como Draco Malfoy, ahora era una comadreja pobretona asquerosa.

Resignado tomó a cierto Weasley, a quién le había dado una poción somnífera, y lo escondió. Se cambió la ropa y cuando se disponía a seguir su camino hacía Gryffindor, notó un pequeño detalle: Su voz. Pronto tomó el frasquito que le había obsequiado Pansy en la sala de menesteres, aquél que le ayudaría a cambiar su voz sólo con tomarlo pensando en qué voz quería.
Calló al suelo del baño, gimiendo de dolor. Pansy le había dicho que era “fácil” pero había olvidado hablarle sobre la parte complicada, cuando el dolor desistió se puso en pie y salió del baño dirigiéndose a Gryffindor como había planeado en un principio.
No sabía como caminar, sus pies eran demasiado grandes y anchos. “Dignos de un torpe Weasley” pensó.
Se alegró un poco al recordar que era Ron Weasley en ese momento, entonces sí caminaba torpemente y no sabía nada que le preguntaran, no levantaría sospechas. ¡Pues ahora era Ron Weasley! O al menos esa era la percepción que él tenía del pelirrojo.
Al llegar al cuadro de la “dama gorda” comenzó al temblar del miedo. ¿Qué tal sí era descubierto? En un momento se distrajo y estuvo apunto de recitar la contraseña de Slytherin, por suerte se dio cuenta a tiempo. Tendría que esperar a que alguien llegara y la dijera la de Gryffindor, sólo así podría pasar.
De pronto escuchó unos pasos ágiles detrás de él, volteó y sólo se encontró con un rostro que rebozaba felicidad.
— ¡Ron! —era la sangre sucia. Se aproximaba a él con mucha velocidad e ímpetu.
Y él se dedicó a lanzarle miradas venenosas, Hermione lo miró con extrañeza, lo analizó detenidamente, le parecía sospechoso, Ron jamás la habría mirado así.
El cuerpo de Malfoy se puso rígido, se había olvidado de su papel y la obra estaba por venirse abajo.
—Lo lamento…es que me dolía el estómago—trató de arreglar el hecho de haber ofrecido a Granger esas miradas de serpiente.
Ella sólo comenzó a sonreír estúpidamente de nuevo.

“No puedo creer lo fácil que fue que quitara sus sospechas de mí, no sabía que podía ser tan descuidada e ingenua cuando de la comadreja se trataba” pensó rápidamente.

La bruja se acercó suavemente a él, lo que hizo que diera un pequeño salto, nunca había tenido tan cerca a la sangre sucia, pero para el pobretón debía ser una rutina, algo común.
Y por fin, ella dijo la contraseña. Y él pudo entrar.

La sala de Gryffindor estaba ridículamente llena de rojo y dorado, leones por todas partes, un cálido fuego y la llenaban sillones y mesas, no se veía nada elegante como la de Slytherin.
Oh, sí.
Ahí estaba Potter, esperándolos. ¡Valdría la pena, se enteraría de una que otra cosa interesante! No pudo evitar que una sonrisa siniestra escapara de su rostro, una sonrisa de superioridad y de maldad, que un Weasley sería incapaz de mostrar.

— ¿Sucede algo, Ron? —inquirió Harry, extrañado. Quizás Ron estaba enojado, pero no sabía porque.

— ¿Qué? Ah, no, nada—decidió hacer como sí de verdad no pasara nada. Todo estaba saliendo bien, hasta ahora no habían sospechado de él, bueno sí, pero no completamente.
Malfoy pensó que tratarían algún plan secreto, discutirían sus teorías, que dirían algo de utilidad sobre ellos. Pero no, en lugar de eso…

— ¿Notaron que Malfoy no estuvo en la clase de pociones, ni en la cena, ni en el trayecto a los dormitorios? Creo que eso refuerza mí teoría de que es un mortífago. Puede ser que quién-ustedes-saben le haya encomendado una misión, creo que deberíamos vigilarlo de cerca. De muy cerca—explicaba Harry entre susurros.

—No creo que sea un mortífago, él sabría que quién-tu-sabes lo quiere para enmendar y pagar los errores de su padre, además es algo demasiado grave, no hay que hacer suposiciones tan apresuradas, pero sería buena idea vigilarlo—contestó Hermione, de la manera más sensata que pudo.

El estómago de Draco estaba hecho un nudo muy apretado, creía que vomitaría. ¡Potter lo sabía! O al menos lo sospechaba. Lo vigilarían muy de cerca. Estúpidos entrometidos.

—No es un mortífago…—que tontería, pero tenía que aprovechar un poco su estado de Weasley.

— ¿Cómo puedes estar tan seguro? —preguntó Harry con presunción.

—Bueno, lo que quise decir es que sí fuera un mortífago tendría la marca y hasta ahora no la hemos visto—era un idiota, lo sabía, se estaba atando la soga al cuello el sólo.

— ¿Cómo saberlo? Siempre trae manga larga, pero ahora que lo mencionas…por algo debe ser. Eso da más argumentos a la teoría de Harry. Además, últimamente se ve trastornado, inquieto. Mañana iremos a espiarle, ante cualquier cosa fuera de lo común nos avisaremos—y ahí estaba la maldita sangre sucia apretando la soga.

—De acuerdo.

Se le acababa de ocurrir algo genial: Sí él permanecía como Ronald Bilius Weasley, ellos no podrían cazar a Draco Malfoy, ¿cierto? Sólo tenía que esconder bien a Weasley y ponerle una poción somnífera que durará un mes, todo listo.

De pronto Harry se puso de pie y Hermione también, dispuestos a ir cada quién a su dormitorio correspondiente, así que él hizo lo mismo. Potter se adelantó y él se quedó ahí con Granger.

Ella se acercó a él, quedaron frente a frente. Creyó que se despediría o le diría algo, pero ella se puso de puntitas…y lo besó. No podía negar que sintió raro, pero le dio más asco que cualquier otra cosa. ¡La sangre sucia lo había besado! Pero pues, él tenía que seguir con su papel.

Por una vez, haría que Weasley se viera elegante.

—Buenas noches.

Y besó la mano de la bruja.

Ella sólo le dedicó una pequeña sonrisa.

Volvió a sentir raro. Y se fue a dormir.