Pobre Corazon II (SanxMir)

Pobre Corazon II (SanxMir)

Olas Luego de tanto tiempo sin poder pasarme por aqui
como lo prometi y como muchas de ustedes lo pidieron
aqui esta la continuacion de mi historia...
Esta capitulo es algo corto y esta dedicado a todos mis lectores,
especialmente a mirosanfan, quien fue la persona
que mas insistio en que continuara con mi historia
y que no dejara a Sango y a Miroku sufriendo
con su amor a distancia...

Pobre Corazón II

En el final de la primera parte:

Por fin había llegado al aeropuerto, ahora ¿Dónde estaría su amada Sango?

-Sólo espero no haber llegado tarde- Se dijo mientras corría a toda velocidad entra la gente, de pronto vio a cuatro personas que él conocía, pero ella no estaba... al llegar cerca de ellos sólo pudo preguntar -¿Dónde está Sango?- Dijo con un leve tono de esperanza en su voz.

-Lo siento amigo, ella ya se fue- Dijo Inuyasha golpeando levemente su hombro.

-No, esto no puede ser- Dijo mientras su rostro se volvía triste, al igual que su voz, ella no podía haberse marchado, era su vida entera, ella era todo para él.

-Es cierto Miroku, llegas tarde- Dijo Kagome -Lo lamento mucho, pero... Sango te ha dejado esto- Dijo dándole la carta a Miroku

-¿Una carta?- Preguntó mientras la abría desesperadamente, la carta decía lo siguiente:

Mí querido Miroku:

Si estas leyendo esta carta, quiere decir que ya estoy muy lejos y no me encuentro a tu lado... ¿Por qué no te lo dije? estarás pensando... la respuesta es muy simple, eres demasiado importante para mi y no tuve el valor de verte a la cara y decirte que mi vuelo se había adelantado para decirte adiós... lamento mucho despedirme a través de una carta, debes estar pensando que no me interesas, mucho más luego de todo lo que te dije ayer...

No sabes cuanto lamento haberte gritado todo eso... y ¿Por qué lo grité? Te estarás preguntando... Lo sé, sólo somos amigos, pero estaba tan celosa; yo quería ser a quien tuvieras entre tus brazos... como tantas veces me tuviste, pero solamente como amiga ¿Verdad?.

Soy una verdadera cobarde, aunque no lo creas... ¿Sabes? Me he enamorado del hombre más maravilloso del mundo, nunca le dije lo que siento porque tenía miedo de ser rechazada, pero ahora lo he confirmado... el ama a otra chica... No creo que puedas hacerlo papilla como estarás pensando en estos momentos... Porque el hombre del que es esclavo mi corazón eres tú...

Si, tú mi amado Miroku... me gustaría ser tan valiente y decirte que te amo mirándote a los ojos y tener la certeza de ser correspondida... Ayer cuando quise besarte y me rechazaste, pensé... debe de estar confundido... pero cuando te vi besándola un sentimiento no muy fácil de explicar se apoderó de mi, sentí miedo, dolor, rabia, envidia y mi cuerpo temblaba tanto... luego pensé "sólo me ve como a una amiga" y entonces el ataque de tristeza se apoderó de mi y dije todas esas cosas que nunca he sentido y que nunca sentiré.

Hablé sin pensar, debes estar pensando que soy una estúpida... y si, tienes toda la razón porque dije que te odiaba, cuando realmente te amo... dije que no quería volver a verte, cuando en estos momentos me estoy muriendo por estar a tu lado y besarte hasta quedarme sin aire, pero estaré muy bien sabiendo que tú estás con la chica que amas, que serás feliz al lado de Shima, si tú la amas, yo no debo interferir.

Siempre supe que sólo me veías como a la hermana pequeña que nunca tuviste o como a tu mejor amiga... nunca me viste como a una mujer ¿Verdad Miroku?.

Te contaré un secreto... pero no se lo vayas a decir a nadie y mucho menos a Kagome, pero tú eres a quien más extrañaré... Quiero pedirte un favor,

Nunca me olvides ¿De acuerdo? porque yo no lo haré; siempre estarás presente en mi corazón, recuerda que te amo... Se que tal vez nunca más nos volvamos a ver, y saber eso me está matando... pero decidí no despedirme de ti, porque eso sería aceptar la realidad, aceptar que nunca más volveré a verte, que no veré tus hermosos ojos, que no volveré a ver tu sonrisa, no volveré a sentir tus brazos en mi cintura, que nunca más volveré a oír tu voz... así que no te diré adiós, simplemente no puedo... Así que te diré...

Hasta pronto... mi amado Miroku...

Te ama "Tu Sanguito..."


Al terminar de leer la carta de Sango una lágrima salió de los ojos de Miroku, la había perdido... y todo por no decirle sobre sus sentimientos, todo por culpa de sus malditos miedos, de sus malditas confusiones... la había perdido y lo que mas le dolía, es que lo más probable es que la había perdido para siempre...

-Sango...- fue lo único que salió de la boca del muchacho.

Hoy se va, se va, se va y se va
Y lo más que me duele... que no la vuelvo a ver jamás.


Capitulo 1: Un nuevo comienzo. Aguantando las lágrimas.


Luego de que Miroku asumiera el hecho de que Sango ya había partido, llegaron a la conclusión de que irían a la casa de Kagome, aunque la verdad es que Miroku prefería ir a su casa y estar solo, claro que Inuyasha y Kagome lo convencieron; ya que no podían dejarlo solo en esos momentos puesto que ambos sabían lo que el muchacho sentía por su amiga. Pero Miroku realmente se sentía horrible, Sango se había marchado quizás con que pensamientos sobre él y Shima, pero lo que más rabia le daba, era que no había podido decirle lo que sentía; pero a decir verdad, ya no estaba seguro de querer decírselo... después de todo Sango no le dijo que se marchaba era por algo, seguramente estaba muy molesta con él por lo que había presenciado esa noche. Kohaku y su padre se fueron a casa para descansar luego de todo lo que habían empacado debía sentirse exhaustos.

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Estaba en el avión, hacían 30 minutos que habían despegado...

|| Miroku ya debe de haber llegado al aeropuerto, a estas alturas debe de estar odiándome por no decirle nada || pensó Sango tristemente mientras unas cuantas lágrimas amenazaban con caer por sus mejillas, pero antes de que esto ocurriera las secó con su el dorso de su mano || No Sango, no debes llorar... después de todo tu fuiste quien tomó esta decisión... ¡Diablos! ¡No llores!|| Se regañó mientras varias lágrimas caían por sus mejillas sin que ella pudiera evitarlo ||¿Por qué todo tuvo que terminar así para nosotros Miroku? ¿Por qué?|| Se cuestionó || Eres un Tonto Miroku, un completo Tonto, ¿Por qué tuviste que enamorarte de ella?...||

Quiso desahogarse y la única forma que encontró para hacerlo fue llamar a Kagome, al parecer todavía no volvían, puesto que contestó la grabadora... así que se decidió por dejarle el mensaje.

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Al llegar a casa de Kagome se percataron de que no se encontraban ni la Sra. Higurashi, ni Souta, ni el Abuelo; así que se fueron a la sala de estar y tomaron asiento. Todos estaban muy afectados por la partida de la muchacha de cabellos castaños, pero el más afectado era Miroku; Inuyasha y Kagome no sabían que hacer por él, lo único que hacían era verse a la cara como indicándole al otro que debía hablar, || Di algo || parecían decirse mutuamente, pero ninguno decía nada. Hasta que Kagome se decidió.

-¿Quieren algo de tomar?- Preguntó la chica

-Yo no gracias- Respondió Miroku

-Yo tomaré un jugo, por favor- Dijo Inuyasha

-Bien, en seguida regreso- Respondió la chica y se levanto de su asiento para dirigirse a la cocina, entonces Inuyasha se decidió por hablarle a Miroku, para subirle el ánimo.

-Vamos Miroku, no es el final- Dijo golpeando el hombro de su amigo.

-Tú no entiendes nada Inuyasha- Dijo mientras quitaba la mano de Inuyasha de su hombro.

-Oye, yo entiendo que estés mal y todo, pero... no deberías deprimirte tanto- Dijo como si no se tratara de nada importante, lo que molestó a Miroku.

-¿Y qué quieres que haga? ¿Qué sonría?- Dijo exaltándose –Pues lo lamento, pero no puedo-

-Miroku, cálmate- Dijo Inuyasha sorprendido por la reacción de Miroku, él generalmente siempre tomaba las cosas con calma, pero ahora que el asunto trataba de Sango todo era totalmente diferente.

-No puedo calmarme, tú dices eso porque Kagome esta a tu lado, en cambio Sango no...- Respondió gritando, al escuchar tantos gritos Kagome decidió ir a la sala, pero su mirada se fijó en la grabadora del teléfono, la cual mostraba que había un mensaje; Kagome presiono el botón y comenzó a escucharse una voz...

**Hola Kagome...** Todos fijaron sus miradas en el aparato, especialmente Miroku, a quien al escuchar la voz de su amada se le iluminó todo el rostro **Veo que aún no llegas a tu casa, se que puedes pensar que es estúpido que te llame a tan sólo unos minutos de vuelo, pero...** se escucharon unos pequeños sollozos de parte de la muchacha al otro lado de la línea **me siento tan triste, se muy bien... que hace unos momentos no quise decirte lo que ocurrió anoche entre Miroku y yo, es sólo que... no quería llorar en esos momentos porque Papá se preocuparía y... bueno, tú me entiendes... Ahora puedo decírtelo con más confianza ya que necesito desahogarme... Anoche en la fiesta, cuando iba a decirle a Miroku sobre mis sentimientos... Lo vi besándose con Shima** En este momento el llanto se escuchó más fuerte **Es por eso... es por eso que no pude decírselo, él dijo que estaba enamorado de una chica, seguramente esa chica es Shima, Kagome... Mi corazón se quebró en mil pedazos, como si estuviera hecho del mas delicado cristal... me duele tanto** Miroku sólo pudo mirar el suelo... se sentía tan mal por hacerla llorar **Kagome, te pediré un favor... no le digas nada de esto a Miroku, estoy segura de que si llega a saberlo, se sentirá muy mal... y no quiero que eso pase, no quiero que reprima sus sentimientos hacia Shima por mi culpa... Bien, te hablo mas tarde... Adiós** ¿De qué sentimientos hacia Shima hablaba? Si él la amaba a ella, sólo a ella... No sabía si estar feliz o triste, por un lado sabía que Sango le correspondía y eso lo hacia enormemente feliz, aunque su felicidad no estaba completa debido a su ausencia, también se sentía triste por el hecho de hacerla sentir mal, por el hecho de callar sus sentimientos, por hacerla llorar, además... ella no quería hacerlo sentir mal, sólo quería su felicidad sin pensar en la propia. Inuyasha y Kagome miraron a Miroku con preocupación, en su rostro se notaba que el mensaje de Sango lo había afectado demasiado.

-No puedo creerlo- susurró el chico de ojos azules -No puedo creer que piense que amo a Shima- Dijo mientras se dejaba caer sobre el sofá -Si a la que amo es a ella- Dijo esto último para si mismo, pero obviamente sus amigos alcanzaron a escucharlo... pero muy a su pesar, todo esto estaba ocurrido, había perdido a su niña, y lo peor del caso es que la había perdido para siempre.

~~~~~~~~~~~~~ Aeropuerto de Inglaterra ~~~~~~~~~~

Una vez aterrizado el avión todos los pasajeros comenzaron a bajar de esta, excepto Sango, quien aún no quería afrontar todo lo ocurrido, estaba lejos de casa, lejos de su padre y de su hermano, lejos de Inuyasha, Kagome y de... Miroku.

-Señorita- le habló la azafata, quien revisaba que en el avión no quedara nadie -Ya es hora de bajar- Dijo amablemente mientras sacaba a la chica de sus pensamientos.

-¡Ah! Si claro...- Dijo Sango saliendo del trance en el que se encontraba || Bueno, al menos volveré a ver a Mamá || Pensó saliendo del avión, fue por su equipaje y se dirigió a la sala de espera, donde su madre la estaría esperando con una gran sonrisa en el rostro y... -¿Dónde está? ¿Se habrá olvidado de venir a buscarme?- se preguntó la chica comenzando a mirar en todas direcciones, de pronto encontró a un chico de ojos azules más o menos de su edad, con un cartel que decía "Sango Yukishiro" se acercó a él y le preguntó -Hola- Saludó amablemente -Disculpa, pero ¿Dónde está mi madre?-

-¡Ah! Señorita Yukishiro- Dijo el joven con una sonrisa -Lamento decirle que su madre no pudo venir a recibirla, por que surgió un asunto de última hora de suma importancia- se disculpó el joven con una reverencia.

-Comprendo, pero pensé que la vería- Dijo tristemente.

-Pero la verá en su casa- Dijo el chico -Permítame- Dijo tomando las maletas de la chica.

-Si, gracias- Sango y aquel chico se dirigieron a la salida del aeropuerto y subieron a una lujosa limusina de color negro, una vez dentro Sango recordó que no sabía el nombre de aquel chico -Es cierto, no me has dicho tu nombre-

-¡Oh! Lo lamento que poco cortés de mi parte, mi nombre es Takeshi- Se presentó el chico mientras encendía el auto y miraba a la chica de cabellos castaños por el espejo retrovisor || Es hermosa || Pensó el muchacho.

-Casi lo olvido, debo llamar a Papá...- Dijo Sango mientras sacaba su celular.

-** Lo sentimos, pero este teléfono se encuentra apagado o fuera de servicio **.- Se escuchó decir a la operadora del otro lado de la línea.

-Esta apagado...- Dijo Sango con la mirada triste.

-Disculpe, pero... ¿Se encuentra bien?- Preguntó Takeshi al ver el estado de la chica

-Si, estoy bien... Gracias- Dijo mirando por la ventana.

Luego de algunos minutos de viaje llegaron a la nueva casa de Sango, era realmente enorme...

-Ya llegamos- Dijo Takeshi mientras abría la puerta de la limusina, Sango bajo sin evitar dejar salir un ¡Woow, es enorme!

Nota: Espero que les guste... y que disculpen la tardanza

Por un mundo con mas historias de corazonSango y Miroku corazon

Espero que esta frase no la tomen a mal, a mi tambien me facinan todas las hermosas parejas que podemos encontrar enesta bella serie
pero siempre veo muchas historias que tratan de los demas personajes
y a esta hermosa parejita, no la toman en cuenta:(

Asi que esta es mi opinion jijiji

¡¡VIVA corazonSANGO Y MIROKUcorazon!!

​

 

Re: Pobre Corazon II (SanxMir)

Pronto subire el proximo capitulo...
Lamento mucho la tardanza...

 

Re: Pobre Corazon II (SanxMir)

Olas Lamento la tardanza, pero como ya estoy terminando als clases, he estado demasiado ocupada, rindiendo los examenes atrasados y entregando trabajos...

​

Capitulo 2: Una vida sin ti...​

Nos ubicamos en Japón, puede verse perfectamente como un chico va caminando sólo por las calles de Tokio hasta llegar a su casa para luego encerrarse en su habitación, luego de pasar toda la tarde en casa de Kagome.

|| Diablos Sango, ¿Por qué demonios te fuiste sin despedirte?- Preguntó Miroku mientras se lanzaba en su cama

-Muy fácil galán, te vio besándote con Shima... ¿No lo recuerdas?- Dijo su conciencia.

-De todas formas, no se cuando será que vuelva... tal vez ni siquiera regrese...-

-Después de todo lo que vio, creo que no regresará nunca...- Dijo con molestia.

-No me ayudes tanto, ¿escuchas? – Dijo molesto.

-Esta bien, lo lamento...-

-¿Qué voy a hacer ahora sin ti mi amada Sango?- Se preguntaba el chico con mirada triste -¡Diablos!- Gritó golpeando la pared con mucha rabia y fuerza –Soy un idiota-

- ¿Y que tal si la llamas?-

-Si claro, ¿Para qué?- Preguntó

-Para decirle que la amas...- Dijo

-Por supuesto, ¿Y luego qué? ¿De que servirá si esta en Inglaterra?- Preguntó Miroku

-¿Sabes que? Ya me tienes harto, ¿Por qué diablos tienes que ser tan pesimista?-

-No soy pesimista, sólo soy realista- Dijo Miroku mientras se bajoneaba más.

-Ya me aburriste, te quedas solo...- Dijo su conciencia mientras "se alejaba"

-Bien, de todas formas no te necesito...- Dijo mientras volvía a la realidad

Miró el reloj de su velador fastidiado... ya eran las 2 de la mañana, así que se dispuso a dormir, ya que al día siguiente saldría con sus amigos, puesto que estos querían "subirle el ánimo" según habían dicho... y como todas las últimas noches de esa misma semana se quedó dormido pensando en ella, en su niña, en su amada niña, en su Sanguito.

Era domingo en la mañana, Inuyasha fue por Miroku para así pasar todos un agradable día domingo... bueno casi todos, además así su amigo aprovecharía para despejar su mente y no pasaría todo el día encerrado en su habitación pensando en la partida de su amiga. Golpeó la puerta y abrió la Señora Houshi.

-Buenos Días Inuyasha- Dijo ella cortésmente, mientras hacia una pequeña reverencia.

-Buenos días Señora Houshi- Dijo el imitando el gesto de la mujer -¿Está Miroku?- Preguntó el muchacho de ojos ámbar.

-Aún esta dormido- Respondió la mujer mientras lo hacia pasar -Pero puedes despertarlo si quieres, yo iba a hacer lo mismo en este momento-

-Bien, no se preocupe... yo me ocupo de despertarlo- Dijo molesto Inuyasha al enterarse de que su amigo no se había levantado para ir con ellos.

Subió las escaleras y se dirigió a la habitación de Miroku muy molesto, trató de abrir la puerta, pero estaba cerrada...

-Así que quieres jugar ¿Eh Miroku?- Dijo Inuyasha en el momento en el que sacó la llave debajo de una planta ubicada a un lado de la puerta de la habitación del chico de mirada azulada -Sabía que saber la ubicación de la llave de tu cuarto algún día sería de utilidad Jajaja- Rió malévolamente Inu, abrió la puerta lentamente y se acercó a la cama de su mejor amigo el cual continuaba en su séptimo sueño, se subió a un sillón cercano a la cama donde el muchacho dormía tranquilamente, se preparó para saltar y gritó -¡Jerónimo!- Y cayó sobre Miroku, este último despertó completamente asustado.

-¿Qué demonios!- Despertó Miroku completamente asustado al sentir semejante golpe en su estómago.

-Al fin despiertas bello durmiente- Dijo Inuyasha mientras se levantaba -Miroku, deberíamos estar en casa de Kagome hace ya 5 minutos- Dijo Inuyasha exaltado

-¡Oh! Sólo son 5 minutos Inu- Dijo Miroku mientras volvía a taparse con las sábanas de su cama.

-Si, sólo son 5 minutos y ¡ya tenemos que irnos!- Dijo mientras le quitaba las sábanas a Miroku y levantaba el colchón para que cayera de una buena vez. Luego de unos intentos por seguir en cama y otros por levantarlo Miroku se rindió y fue a tomar un baño para ir a buscar a Kagome, aunque Miroku no quería ir de mal tercio || Si Sango estuviera aquí esto no ocurriría || Pensó el muchacho con tristeza.

En el camino a casa de Kagome, Inuyasha notó a Miroku deprimido...

-Vamos Miroku- Dijo llamando la atención del chico de ojos azules y ahora mirada melancólica -Cambia esa cara, el mundo no se ha acabado sólo...- Inuyasha y su delicadeza.

-Inuyasha- Dijo Miroku interrumpiendo a Inuyasha antes de que le hablara con su usual tono de poca delicadeza -¿Tú cómo estarías si Kagome fuera la que no estuviera con nosotros?-

-¿Eh?- Preguntó Inuyasha algo sorprendido.

-Me refiero, ¿Podrías actuar como si nada en mi situación?- Preguntó mirándolo a los ojos

-Yo... lo siento, es sólo que no me gusta verte así- Dijo tratando de remediar lo que había causado.

-Está bien, es sólo que no entiendo, ¿Por qué tenía que suceder justo ahora? cuando por fin me di cuenta de que la amo- Le preguntó Miroku a Inuyasha, este sólo pudo mirar con lástima a su amigo... si que Miroku la estaba pasando mal, aunque... seguramente no era el único.

Llegaron a casa de Kagome la cual los estaba esperando hacia bastante tiempo.

-¿Qué les ocurrió?- Preguntó molesta la muchacha -Estoy esperando hace más de media hora, creí que ya no vendrían- Dijo haciendo pucheros

-El tarado de Miroku no estaba despierto, así que tuve que despertarlo yo- Dijo Inuyasha mientras abrazaba a su novia.

-Vaya forma de despertar a las personas...- Dijo Miroku con cara de pocos amigos.

-Bien, mejor ya veámonos, los demás deben estar esperándonos...- Dijo Kagome.

-¿Los demás?- Preguntaron los dos muchachos

-Si, Kouga y Ayame- Dijo Kagome como si nada

-¿¡Qué!?- Dijo Inuyasha pegando el grito en el cielo -Yo que quería pasar un rato agradable- Dijo ahora haciendo pucheros él.

-Inuyasha, tenemos que lograr que se declaren sus sentimientos- Dijo Kagome, que quería hacer de cupido.

-¡Feh! y ¿Qué demonios tengo que ver yo con los sentimientos del sarnoso de Kouga?- Dijo Inuyasha, la verdad es que lo que ocurriera con aquel chico lo tenia sin cuidado.

-Inuyasha, si Kouga y Ayame quedan de novios, él ya no molestará más a Kagome...- Dijo Miroku sabiamente, Inuyasha comenzó a asimilar lo que su amigo había dicho, || Kouga ya no la molestará más y entonces Kagome será sólo para mi || Pensó triunfante el chico de ojos ámbar.

-¡Que demonios estamos esperando, ya vámonos!- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Se fueron a la heladería donde siempre se juntaban los 6 a tomarse unos ricos helados, lamentablemente para Miroku no podía dejar de pensar en ella, en su niña, todo se la recordaba... La heladería, la plaza, el cine, el centro comercial, las calles de Tokio... || Definitivamente debí quedarme en casa || Pensó el muchacho, miró a sus amigos y se sentía tan patético, Inuyasha y Kagome iban de la mano como dos tortolitos, mientras Kouga y Ayame iban discutiendo sobre algo a lo que no le tomó mucha importancia, y ¿él? solo, siempre estaba con Sango cuando se sentía triste o angustiado, pero ahora que ella se encontraba lejos se daba cuenta de lo mucho que la extrañaba y necesitaba, en cada esquina la veía salir mientras ella lo miraba con dulzura y le dedicaba la más tierna sonrisa que hubiera visto salir de los labios de la chica, mientras ella pronunciaba su nombre que para él se oía como la más dulce melodía del mundo y de todo el universo, ella era su musa, su todo, realmente la extrañaba. Tan metido iba en sus pensamientos que no miró por donde iba, lo que causó que chocara con una muchacha que pasaba distraídamente por allí, causando que esta cayera al suelo.

-¡¡Lo lamento mucho!!- Se disculpó Miroku mientras le ayudaba a levantarse, era una chica un poco más baja que él, cabellos y ojos castaños al igual que Sango || Definitivamente todo me recuerda a ti Sango...||, pero a diferencia de Sango aquella muchacha tenía algunas pecas en su rostro. -¿Se encuentra bien?- Preguntó preocupado, tal vez por su torpeza aquella muchacha se habría lastimado.

-No se preocupe- Dijo la chica dedicándole una dulce sonrisa -Fui yo la que causó todo esto, iba distraída- Dijo disculpándose.

-Bien, que alivio que no se haya lastimado... bueno, tengo que irme- Dijo Miroku alejándose de ella -Adiós-

-Adiós- Dijo ella mientras miraba como Miroku se iba con los que parecían sus amigos || Que chico mas agradable, además es muy guapo || dijo sonrojándose un poco || Tal vez esta cuidad resulte interesante después de todo ||

Luego de aquel día con sus amigos Miroku se fue a casa, el intento de sus amigos por subirle el ánimo no había dado resultado, sólo le sirvió para darse cuanta que sin Sango se encontraba realmente solo y eso le dolía tanto.

||Sólo ha pasado un día y ya siento que no puedo seguir sin ti, ¡diablos Sango! ¿Cuando vas a volver? ¿Por qué tuviste que irte ahora y de esa forma? Ni siquiera pude decirte cuanto te amo...|| Pensó mientras lagrimas caían por su rostro.

Donde quiera que estés, no te voy a olvidar​

Seguiré siendo tuyo toda la eternidad​

He llorado por ti, y no quiero llorar​

He callado este amor que quisiera gritar​

Y arrancar de mí, de llevarlo tan lejos​

Le he quitado tu piel a mi piel​

Entre tanto dolor, entre tanto silencio​

Sigo aquí sin saber como haré.​

​

||Miroku, ya te lo dije... deberías llamarla... si ella te ama tanto como tú a ella, de seguro te escuchará. Sólo hablaré con ella por teléfono, solamente escucharé su voz, no podré tocarla, besarla ni abrazarla. Al menos es algo, ¿no crees?. Tú no lo entiendes, yo quiero que vuelva a mi lado, que regrese para decirle cuanto la amo...|| Pensó mientras comenzó a llorar con mas fuerza.

Vuelve a mí​

Que no puedo vivir si no estás​

Yo prefiero morir que perderte​

Vuelve a mí​

Que no existe en mí ser un lugar​

Donde tú no estarás para siempre​

Ya no tardes mas, por favor vuelve a mí​

Ya no tardes más por favor...​

​

||Oye, yo también la extraño... y te entiendo, pero al menos no sufrirás tanto, hazlo por ella, Miroku... tú no eres el único que la debe estar pasando mal, ¿Por qué no lo intentas? No pierdes nada intentándolo...||

No me dejes así, yo sin ti no doy más​

Líbrame de tu adiós, de esta herida mortal​

Aquí en mi corazón, guardaré tu lugar​

Aunque pasen mil años siempre te voy a amar.​

Se que nunca jamás dejaré de quererte​

No concibo que ya te perdí​

Aunque estalle la piel y se acabe mi suerte​

Seguiré aquí esperando por ti.​

||Tienes razón, le pediré el numero telefónico de Sango a su padre y la llamare para decirle cuanto la amo...|| Pensó decidido.

NA: En este capitulo incluí la canción "Vuelve a mi" de Magnate y Valentino, es un canción que según yo va de acuerdo con lo que le está ocurriendo a Miroku en estos momentos, no sé ustedes, pero así lo creo...

 

Re: Pobre Corazon II (SanxMir)

Olasa todos...
Veo que no han comentado mucho mi fanfic esque... pero bueno... seguramente pronto tendre mas lectores :)
Aqui el capitulo

Bienvenida Taori-chan! Lamento haberte puesto triste... pero no te procupes que las cosas pronto mejoraran...

Capitulo 3: ¿Tendré que acostumbrarme a tu ausencia?​

Londres, Inglaterra. Casa de la Señora Yukishiro. 11:30 de la mañana.

-Woow... ¡es enorme!- Dijo Sango con una gran sorpresa en su rostro.

-Por supuesto señorita Yukishiro- Respondió algo divertido Takeshi por la reacción de la chica –Después de todo su madre es una de las más grandes empresarias de toda Inglaterra-

-No sabía que Mamá fuera tan importante- Dijo Sango mostrando su lengua y dándose un pequeño golpe en la cabeza –Pero Takeshi-san, llámame por mi nombre... Sango- Dijo brindándole una dulce sonrisa.

-Esta bien- Dijo el muchacho sonrojándose -Pero tú también debes llamarme por mi nombre, sólo quita el “san”- Dijo con una sonrisa muy dulce, la cuál le recordó a Miroku, haciendo que de esta forma su mirada entristeciera preocupando al muchacho de cabellos rubio frente a ella- Pero Takeshi-san esta bien- Dijo pensando que ese comentario le había hecho mal.

-No, esta bien...- Dijo mientras comenzaba a caminar hacia la puerta de la que sería ahora su nuevo hogar, el chico la miró de forma sorprendida, esa expresión era de suma tristeza y seguramente pronto se convertiría en una de decepción.

Al entrar Sango se encontró con una gran bienvenida por parte de los empleados, pero su madre no se veía por ningún lado.

-¡Bienvenida Señorita Yukishiro!- Dijeron todos mientras hacían una pequeña reverencia a la hija de su jefa.

-Mu-Muchas gracias- Dijo Sango imitando la acción de los empleados.

Cuando Takeshi entró a la casa le dijo a uno de los empleados que bajara las cosas de la muchacha, entonces Sango se le acercó y le preguntó...

-¿Dónde está Mamá?- Preguntó ingenua –Creí que estaría aquí- Agregó con voz decepcionada.

-Tal vez la reunión se alargó un poco- Dijo el chico.

-Lo siento- Dijo una de las sirvientas –Hace unos momentos la señora llamó y dijo que viajaría por un tiempo y estaría ausente, dejó sus disculpas Señorita- Dijo mientras se retiraba.

-Sango...- Dijo preocupado Takeshi al ver que la chica miraba el piso.

-¿Puedo usar el teléfono?- Dijo mientras fingía una sonrisa.

-Claro, en Japón deben ser las 20:00 de la tarde- Dijo el chico, mientras la guiaba hacia el teléfono.

-No importa, seguramente hay alguien en casa a estas horas- Dijo sonriendo.

Sango llamó por teléfono a su casa, quería hablar con su Padre o con Kohaku sobre lo que le estaba ocurriendo, cuál fue su sorpresa al escuchar la voz de Miroku del otro lado de la línea.

-¿Hola?- Preguntó el chico, Sango se quedó sorprendida abriendo sus ojos a más no poder mientras su estómago se retorcía, volvía a escuchar su voz. -¿Hay alguien?- Preguntó el chico confundido al no escuchar voz alguna del otro lado de la línea, Sango no pudo evitarlo más y unas cuantas lagrimas abandonaron sus ojos, mientras colgaba suavemente el teléfono.

-¿Ocurre algo malo Sango?- Preguntó Takeshi preocupado al ver la reacción de la chica al escuchar una voz del otro lado del teléfono.

-No es nada... ¿Puedo ir a mi habitación?- Preguntó la muchacha sin mirarlo a los ojos.

-Por supuesto, te llevo- Subieron las escaleras y el muchacho abrió una puerta de color blanco, al abrirla Sango pudo observar lo grande que era, una cama al centro y un gran ventanal con un balcón que daba al patio delantero de la casa –Te dejaré sola, si necesitas algo no dudes en pedírmelo-

-No te preocupes, sólo ordenaré mis cosas- Dijo con una sonrisa melancólica el chico la dejó sola en su habitación, entonces Sango se dirigió a los pies de la cama en donde estaban ubicadas sus maletas y comenzó a sacar su ropa, luego de ordenar algunas prendas encontró aquella fotografía de cuando eran pequeños... la abrazó contra su pecho y comenzó a llorar mientras se tendía en su cama -¿Por qué esta pasando esto?- Se lamentaba, entonces abrieron la puerta de la habitación.

-Oye Sango, olvide decirte que...- Pero guardó silencio al ver a la chica tendida en su cama –Sango, ¿Te encuentras bien?- preguntó al ver como la chica se sentaba en la orilla de su cama.

-¡No! ¡No estoy bien! ¡Estoy sola en un país completamente desconocido, sin mi familia, sin mis amigos y sin Miroku!- Gritó harta de todo lo que estaba ocurriendo, Takeshi la abrazó para consolarla, mientras se preguntaba quien era ese muchacho de nombre Miroku, pero prefirió no preguntar nada. Una vez que Sango se calmó Takeshi dijo:

-Mañana irás a tu primer día de clases- Dijo con una sonrisa –Así que descansa- A lo que Sango sólo asintió.

Al otro día...

Una mujer de edad entró a una habitación en la que dormía tranquilamente en su cama luego de un largo y agotador viaje de 3 horas.

-Señorita Sango- Dijo la mujer mientras abría las cortinas de la gigantesca habitación –Ya debe irse a clases-

-Ya voy- Dijo Sango mientras abría perezosamente los ojos.

-Dígame, ¿En que irá al instituto?- Preguntó la anciana mientras tomaba el uniforme de la chica de ojos castaños y adormilados.

-Me iré a pie, Inuyasha vendrá por mí como siempre- Dijo Sango quien aún estaba media dormida.

-¿Inu... Yasha?- Preguntó la anciana confundida –No sabía que tuviera amigos en Inglaterra- Con esa frase Sango despertó completamente... || Sólo fue un sueño || Pensó...

Luego de hacer todo lo que necesitaba para irse a clases, tomó su mochila y subió al coche en el que la irían a dejar, aunque no estaba con muchos ánimos. Miró la cuidad por la ventanilla no con muchos ánimos. Una vez en el instituto fue a la dirección, en donde el director la llevó a su nuevo salón.

-Alumnos y alumnas, hoy se integrará una nueva joven a su salón de clases, ella es Yukishiro Sango, espero que la traten con respeto y sean amigables con ella- Dijo el hombre, luego miró a Sango y dijo –Espero que te sientas como en casa, Bienvenida al Instituto-

-Gracias- Dijo Sango y miró a todos los chicos que tenía en frente, los cuales la miraban y habían comenzado a murmurar, ocasionando que Sango sólo se pusiera más nerviosa de los que estaba.

-¿De dónde vienes?- Preguntó un chico de cabellos rubios y ojos celestes.

-De Japón, Tokio- Dijo Sango.

-¿Cuánto tiempo te quedarás aquí?- Preguntó una muchacha de cabellos azabache azulado.

-Espero que no por mucho- Respondió Sango.

-Toma asiento Yukishiro- Dijo el maestro, Sango se dirigió al asiento más cercano, ubicado al lado del lugar que ocupaba una chica de cabello rubio que la miraba de mala forma.

-Buenos Días- La saludo Sango con una dulce sonrisa.

-¡Feh!- Dijo desviando su mirada, sorprendiéndola con ese gesto. En el recreo todos se acercaron a la chica nueva para conocerla mejor.

-Hola Sango, soy Bryan- La saludo con una enorme sonrisa el chico que había hecho la primera pregunta.

-Hola Bryan, es un placer conocerte- respondió con amabilidad al saludo.

-Yo soy Jessica, pero puedes llamarme Jess- Dijo la chica de cabello azabache azulado.

-Hola Jess- Contesto de igual forma.

-Dime Sango, ¿Tienes novio?- Pregunto Bryan de manera desvergonzada.

-Pues yo… - Iba a responder de manera avergonzada y triste al recordar lo ocurrido con el chico del que estaba enamorada.

-No seas atrevido Bryan, mira como la dejaste, toda sonrojada- Lo regaño Jess.

-¿Qué quieres que haga? Es una chica linda y yo estoy soltero- Dijo como si no se tratara de nada importante.

-Pues yo no se que le ves a esta japonesa Bryan- Hablo la chica rubia al lado de Sango.

-¿Estás envidiosa Samanta?- Preguntó la chica de cabellos azabaches. La chica llamada Samanta sólo la miró con rabia y desvió su mirada, luego dio media vuelta y salió del salón.

-¿Qué es lo que le pasa?- Preguntó Sango molesta por la actitud de aquella chica.

-No te preocupes, ella siempre actúa de esa forma, se cree mucho porque su Padre es el Vice-Presidente de las empresas Yukishiro- Dijo con una sonrisa. ¿La chica actuaba así solo porque su Padre era el Vice-Presidente? Pues su Madre era la dueña y ella no estaba alardeando.

-Oye Sango, ¿cual es tu apellido?- Pregunto Bryan al escuchar el nombre de las empresas de su Madre.

-Yukishiro- Respondió de forma despreocupada.

-Entonces, ¿Tú madre es…?- Continuo con su conclusión.

-Si, la Dueña de las Empresas Yukishiro- Dijo terminando la pregunta y respondiéndola a la vez.

-¡Genial!- Grito con los ojos iluminados la chica de cabello azabache azulado.

Así transcurrió todo el día de Sango, comenzó a conocerse mas con Bryan y Jess, y continuó soportando las groserías de Samanta. Aunque con los únicos que simpatizo fue con los dos primeros, ya que los demás eran todos como Samanta, unos hijos de mami y papi. Unos odiosos y engreídos niños mimados a los que los complacen en todo, y a ella no le agradaban mucho las personas así.

Luego de su primer día de clases Sango llego a su “casa” furiosa.

-¿Qué tal tu nuevo día?- Preguntó Takeshi al verla llegar.

-¡Horrible!- Gritó molesta.

-¿Qué ocurrió?- Preguntó curioso y divertido por su actitud de niña pequeña haciendo un berrinche.

-Esos chicos son absolutamente diferentes a mi, lo único que hicieron todo el día fue presumir de sus autos, sus mansiones, de que sus papis aquí que sus papis allá, ¡Son insoportables! Sobre todo la tal Samanta- Dijo refiriéndose a la chica de cabella rubio –Sólo quiero volver a casa...- Dijo con voz suave –Con mis amigos...-

-Sango, esta es tu casa ahora- Dijo Takeshi sin pensarlo.

-¡No! Mi casa está en Japón, con mi padre y Kohaku, con mis amigos...- Dijo molesta.

-¿Por qué no los llamas?- Preguntó Takeshi desviando el tema.

-En Japón son las 4:00 de la madrugada...- Dijo algo melancólica -¿No hay noticias de mamá?- Preguntó.

-Regresará en un mes- Dijo Takeshi.

-¡Entonces ¿por qué diablos me hizo venir?! ¡Ni siquiera la he visto!- Dijo y comenzó a correr a su cuarto.

Takeshi sólo la observó, realmente estaba sufriendo mucho, pero lo que decía era cierto... Su madre la había alejado de su hogar para dejarla sola en un país completamente desconocido para ella, ni siquiera se encontraba a su lado ahora que la chica mas necesitaba de alguien.

Luego de algunas horas llamaron a Sango para que cenara, se encontraba en una gran mesa con sirvientes a su alrededor, miró el reloj, marcaban las 22:00 hrs. se levantó de golpe de la mesa asustando a los sirvientes que se encontraban mirándola.

-¡En Japón son las 7:00!- Dijo alegremente –Llamaré a Papá- Se dirigió al teléfono y marco el número de su casa, espero a que contestaran y... -¡Papá!- Dijo alegremente con lágrimas en los ojos.

-¿Sango?, hija mía, ¿Cómo estas?- Preguntó emocionado su Padre por oír la voz de su hija, la cual se encontraba tan lejos en esos momentos.

-Bien, ¿Y tú? ¿Cómo esta Kohaku?-

-Estamos bien... dime ¿ya te acomodaste?- Preguntó su padre preocupado por el estado de su hija.

-Si, aunque mamá no esta... No la he visto desde que llegue, no fue por mí al aeropuerto- Dijo tristemente.

-¿Qué dices?- Preguntó molesto su padre por la irresponsabilidad de su ex esposa.

-Papá... quiero irme a casa, quiero ir a mi preparatoria, quiero estar contigo y con Kohaku, quiero ver a mis amigos, ya no quiero estar aquí... me siento sola- Dijo con nuevas lágrimas.

-Sango, yo también quisiera que estuvieras aquí, pero sabes que no se puede, hija... las cosas cambiaron y...- Dijo tratando de tranquilizarla.

-¡No me gustan los cambios! ¡Odio a mamá por hacerme esto! ¡La odio por arruinar mi vida!- Dijo Sango furiosa.

-No digas eso hija, tu madre quería pasar tiempo contigo, sea lo que sea el motivo por el cual no esta ahí, debe haber sido de suma importancia- Dijo, aunque el también estaba muy molesto por la actitud de la mujer.

-Pero, me siento sola- Dijo Sango ya más calmada.

-Cálmate hija, te prometo que pronto nos veremos- Dijo su padre.

NA: Pido perdón por si el horario de vuelo está equivocado, realmente no sé cuanto dura un vuelo desde Japón hacia Inglaterra, si estoy en un error, por favor háganmelo saber, también comenten con sinceridad sobre el capitulo.

 

Re: Pobre Corazon II (SanxMir)

Olas a tod@s mis lectores y lectoras favoritas!
Siento de verdad mucho la tardanza de este ultimo capitulo, pero como no tenia internet en mi casa y el colegio me tenia tan ocupada que no pude ir a un cyber.
Solo espero que la espera haya valido la pena y les guste el capitulo. Besitos a tod@s!

Capitulo 4: “Una segunda oportunidad”

Ya han pasado tres meses desde que Sango dejo Japón para ir a vivir con su madre en Inglaterra, su vida había cambiado totalmente al llegar a aquel aeropuerto, tuvo que seguir asistiendo a aquel instituto, pero sólo iba a estudiar, no hablaba mucho con sus compañeros de clases, sólo hablaba con Bryan y Jess, quienes les hacían compañía e el instituto, porque todos los demás eran unos engreídos y antipáticos ricachones, el único al que consideraba su amigo de verdad en aquel país era Takeshi; con quien pasaba la mayor parte del tiempo, puesto que su madre sólo se ocupaba de su trabajo, cuando esta volvió de su viaje de negocios tuvo una fuerte discusión con Sango porque su hija le reclamó el no estar con ella durante su primer mes en Londres y sólo se encontraban a las horas de las comidas, porque Sango estudiaba y su madre trabajaba todos los días, así que su único amigo era Takeshi, quien secretamente se había enamorado de aquella chica solitaria y triste en la cual se había convertido Sango, siempre se preocupaba de su bien estar y de sacarle una sonrisa haciendo que Sango ya no se sintiera tan sola, pero de todas formas no era suficiente y eso hacia sentir mal a Takeshi, sabía que Sango aún extrañaba a esas personas de las cuales ella le hablaba y eso lo hacia sentir triste. Un día mientras hablaba con Sango...

-Dime Sango, ¿aún extrañas a tus amigos?- Preguntó con curiosidad.

-Claro que si- Dijo ella mientras sonreía, cada vez que le hablaba de sus amigos una sonrisa se posaba en su rostro.

-¿Puedo preguntarte algo Sango?- Dijo con algo de duda y nerviosismo en su voz, algo que Sango notó.

-Por supuesto- Dijo con una amable sonrisa.

-Tú, ¿Te has enamorado de alguien alguna vez?- Preguntó tratando de fingir el nudo que se le había formado en la garganta.

-Si, pero eso ya no importa, después de todo... debe odiarme...- Dijo con melancolía en su voz.

-¿Por qué lo dices?- Preguntó, aunque no quería verla triste, tenía curiosidad de saber quien fue el afortunado de robar el corazón de la dulce Sango.

-Porque antes de venirme lo traté de una forma horrible, le dije muchas cosas que no eran ciertas y me vine sin despedirme de él, no se si habré hecho lo correcto, pero estoy segura de que Miroku me odia- Dijo Sango.

-¿Aún lo amas?- Preguntó mucho más asustado de la respuesta.

-Si, pero no sirve de nada... Tal vez no vuelva a verlo nunca más y... él ama a otra- Dijo recordado lo que la había estado atormentando desde que llegó a ese lugar.

Por cobardía me fui de ti, por culpa mía,
Por egoísmos, ya te perdí
Por cobardía huí de ti
Y que ironía, aunque sonría no soy feliz.

Luego de enterarse de todo eso, Takeshi se encontró mas confiado, sabia que podría conquistar el corazón de Sango sin que ese tal Miroku interfiriera, o al menos eso es lo que el creía.

Aquella noche Sango despertó llorando luego de tener un sueño con sus amigos. En su sueño se encontraba en una completa oscuridad, de pronto frente a ella encontró a su padre y a su hermano.

-Cuídate mucho hija- Dice su padre.

-Te extrañaré Hermana- Dice Kohaku con lágrimas.

-No, esperen- Dice Sango mientras comienza a correr para alcanzarlos, pero inevitablemente ellos desaparecen. A un lado Sango ve a Inuyasha y a Kagome.

-Sango, no nos olvides- Dice Kagome llorando amargamente.

-Cuídate mucho hermanita- Le dice Inuyasha con una sonrisa y desaparecen.

-¡Inuyasha! ¡Kagome!- Grita Sango desesperada –No me dejen sola- murmura con un hilo de voz.

-Sango...- Esta se gira lentamente en dirección de aquella voz, era Miroku quien la observaba con tristeza -¿Por qué te fuiste?-

-Miroku...- Dice la chica sin saber como contestar esa pregunta.

-No importa ya, sólo vine a despedirme- Dice mirando el suelo.

-¿Despedirte?- Pregunta con una expresión de horror en el rostro.

-Adiós, Sango... cuídate mucho mi linda Sanguito- Dice mientras se da la vuelta y comienza a caminar.

-No, no te vayas, ¡Miroku! ¡No me digas adiós!- Dijo corriendo tras de él, pero al igual que los demás, el desapareció dejándola sola en aquella oscuridad.

Sango despertó agitada en su cama, al igual que tantas noches durante esos tres meses.


Japón, Tokio. 11:00 de la mañana de un día sábado.

Tres meses después de la partida de Sango, las cosas en Japón habían cambiado bastante, a la clase de Miroku había llegado una chica nueva, la cual parecía fascinada con él, esa chica él la conocía, o al menos la había visto una vez, su nombre era Koharu Kinomoto, era aquella chica con la cual había chocado un día domingo. Al parecer Koharu se había encaprichado con él, || Si Sango se encontrara aquí, estaría más que furiosa || Pensó Miroku divertido al imaginarse el rostro de Sango al verlo cerca de Koharu. Luego de estar pensándolo esos tres meses, estaba decidido a llamar a Sango, acababa de pedirle el número de la nueva casa de Sango a Kohaku y se fue a su casa para encerrarse en su habitación y tomar el teléfono, no había recibido noticias de ella más que por parte de Kagome, y aunque Kagome le daba a conocer cada palabra de sus conversaciones Miroku necesitaba oír la voz de su linda niña, ya habían pasado tres meses de mil y una batallas contra su conciencia; quien cada vez que se le ocurría abrir la boca le reclamaba el no haber llamado a Sango, para arreglar de una vez por todas aquello que él le había hecho creer, miraba el teléfono con algo de duda luego miró la hora en el reloj, eran las 11:00 de la mañana, así que en Inglaterra eran las 02:00 de la madrugada, tal vez Sango estuviera dormida, pero aún así la llamaría, puede que después no encuentre el valor que tenia ahora, así que decidido, tomó el teléfono y marcó el número de la nueva casa de Sango.

Inglaterra, Londres, Casa de la familia Yukishiro. 2:00 a.m.

Sango despertó asustada, no quería que lo que acababa de soñar se volviera realidad, no soportaría despedirse de su familia y de sus amigos... mucho menos de Miroku, era la primera vez que tenía ese sueño... aunque había tenido otros similares, en ninguno él le decía adiós, y es que esa simple palabra pronunciada por él podía doler tanto. Sacándola de sus pensamientos sonó el teléfono, Sango contesto rápidamente para no despertar a ninguno de los tantos residentes de aquella enorme casa.

~*~* Conversación telefónica *~*~

-¿Hello?- escuchó decir Miroku del otro lado del teléfono, por fin luego de tanto tiempo volvía a escuchar aquella voz tan dulce y que tanto amaba, no cabía duda... aquella era la voz de su niña, de su Sanguito -¿Hay alguien del otro lado?- preguntó extrañada Sango al no oír respuesta alguna de aquella persona aún desconocida para ella –Oiga, si no va a hablar, ¿Para qué demonios llama? Son las dos de la madrugada-

-Tanto tiempo, mi querida Sanguito- Dijo Miroku, una vez luego de que el nudo de se garganta desapareciera, claro que él habló en Japonés. Sango quedo en shock, era él, no cabía duda... -¿Te desperté?- Preguntó Miroku iniciando la conversación luego de algunos minutos de silencio.

-No- Dijo Sango aún sorprendida –Acabo de despertar por culpa de una pesadilla- terminó de decir.

-Ya veo- dijo Miroku –Sango, tengo que decirte algo importante-

-Y dime, ¿Qué es aquello tan importante que no pudo esperar? Miroku, son las 2:00 de la madrugada- Dijo mientras reía divertida, pero a la vez asustada, ¿Qué pasaría si su sueño se hacia realidad? Y... ¿Si llamaba para despedirse de ella?

-Pues verás...- Comenzó a decir Miroku.

-¡Miroku!- Lo interrumpió Sango –No me llamas para decirme adiós ¿verdad?- preguntó aguantando las lágrimas.

-¿Adiós? Claro que no, jamás podría despedirme de ti Sanguito –Dijo, al escuchar eso, a Sango se le quitó un enorme peso de encima.

-Entonces... ¿Qué ocurre?- Preguntó curiosa.

-Pues... quería que supieras que me has hecho mucha falta desde que te fuiste, te he extrañado demasiado- ¿Seria cierto? ¿De verdad la extrañaba tanto? Sango quedó sorprendida ante aquella confesión por parte del chico.

-Yo también te extraño mucho Miroku- Respondió la chica sin poder evitar ponerse roja, a Miroku le hizo tan feliz al escuchar esa frase.

-Sango, tengo que disculparme contigo- Confesó Miroku.

-¿Eso por qué?- Preguntó Sango extrañada.

-Pues, porque te hice creer algo que no es cierto durante todo este tiempo, como te fuiste así de repente sin decirme nada, no pude hacértelo saber en ese momento y también por cobardía no te lo he dicho en estos meses...-

-Miroku habla ya, me estas asustando- Dijo Sango preocupada por lo que el chico estaba a punto de decirle.

-Sango, yo no estoy enamorado de Shima...- Dijo finalmente

-¿Ah no?- preguntó confundida y feliz a la vez.

-Claro que no, no quise decírtelo en ese momento porque te marcharías y no podría verte, pero al saber de tus sentimientos me alegre tanto que...- Miroku estaba tan nervioso, que no sabía como decirle a Sango que era lo que realmente sentía por ella.

-Miroku, deja los rodeos y habla- Interrumpió ya harta.

-Sango, yo... yo... te amo- Dijo contento de poder decírselo.

-¿Qué?- Preguntó más sorprendida que nunca.

-Si, verás en ese momento me dio miedo decírtelo... te marcharías y pensé que me veías sólo como a un amigo... pero cuando vi tu reacción ante el beso que me dio Shima supuse que no era así, iba a decirte lo que sentía, pero no me dejaste y luego Inuyasha dijo que te irías y mi mundo se vino abajo y al llegar al aeropuerto tú ya no estabas... - Dijo ya sin miedo de dárselo a conocer –Sango, te amo y me gustaría saber si tu todavía sientes lo mismo por mi-

-Pero... ¿Qué pregunta es esa? Miroku han pasado tres meses en los que no he dejado de pensar en ti, no sé que fue lo que me hiciste, pero aunque estés lejos... cada día que pasa te amo más que el anterior-

-Entonces... ¿quisieras ser mi novia?- Preguntó esperanzado.

-Pero, estamos a miles de kilómetros de distancia- Dijo melancólica.

-¿Y que con eso? Yo te amo y tú me amas, ¿Por qué no podemos ser novios?- Preguntó Miroku.

-Por que no nos veremos, además... no creas que Kagome no me ha hablado sobre esa tal Koharu- Dijo lo último con un tono molesto.

-¿Celosa?- Preguntó divertido.

-Por supuesto, ya no estoy contigo para protegerte de ninguna de tus locas admiradoras- Dijo con voz seria.

-Pues ella puede estar aquí, pero no sirve de nada si tú te llevaste mi corazón... ¿Qué dices? ¿Novios?- Preguntó emocionado por recibir un si.

-Por supuesto que si, estoy deseando ser tu novia desde hace mucho tiempo- Respondió Sango –Ya era hora Miroku-

-Y dime “novia” ¿tengo algún rival por esos lados?- Preguntó aparentando seriedad.

-Claro que no, no hablo con muchas personas, solo he compartido con tres personas- Confesó dejando a Miroku sorprendido.

-¿Y eso?-

-Pues...- Luego de esa declaración y su proposición de noviazgo continuaron conversando algunos minutos más, se prometieron llamarse todos los días para estar en continuo contacto, y también se propusieron verse siempre que pudieran, aunque sólo fuera una vez al año, luego de eso Miroku prefirió dejar que Sango durmiera, luego hablarían otro poco.

Bien, eso es todo por hoy... me despido y nos vemos hasta la proxima! ;)

Sanguitolove

 

Re: Pobre Corazon II (SanxMir)

Olas
Bien... Despues de mucho tiempo actualizare hoy esque... lamento mucho la tardanza...
Este capitulo esta dedicado a mi mas grande lectora TAORI-CHAN! **aplausos**
Asi que espero que te guste amiga!

Capitulo 5: “Nuestro reencuentro y unos celos secretos”​

​

Luego de esa llamada la vida de ambos muchachos cambió, también trajo cambios para las personas que tenían a su alrededor, por parte de Miroku, el cambio en su actitud fue muy bueno para Inuyasha y para Kagome, ese chico de mirada triste había desaparecido, aquel muchacho bromista y alegre todo el tiempo por fin había regresado a la vida de sus amigos, lamentablemente para Inuyasha las bromas volvieron, pero de todas formas prefería que Miroku lo molestara antes de que volviera a apagarse; realmente Sango significaba mucho para el muchacho de ojos azules, cosa que por supuesto a Koharu le molestaba; Miroku cuando ella llegó no la tomaba en cuenta, pero ahora que estaba de novio con Sango ni siquiera la miraba, era como si ella se hubiera vuelto invisible a sus ojos; sin mencionar que ahora era protegido por Kagome, la cual no dejaba que Koharu se le acercara por ningún motivo.

Por su parte Sango se había vuelto más comunicativa, ya tenía más amigos en el instituto a parte de Bryan y Jess, ahora esa muchacha callada y solitaria ya no se encontraba presente, la mayoría del tiempo Sango estaba con una sonrisa de oreja a oreja y todo gracias a su novio, cosa que tenía a Takeshi demasiado triste, puesto que él no era el causante de aquella felicidad en la muchacha de cabellos castaños, sin mencionar que ahora el único tema de Sango en sus conversaciones era aquel chico que él desconocía, incluyendo también las horas que Sango pasaba al teléfono hablando con su novio de Japón. A Takeshi le pasaba algo parecido a lo que le ocurría a Koharu, se sentía completamente invisible a los ojos de Sango ahora que ella tenía a Miroku de novio.

Era un día lluvioso, en el que Sango regresó a su casa sin avisarle a nadie, como se quedó hasta tarde en clases haciendo un trabajo; por lo tanto llegó completamente mojada, le abrieron la puerta y fue recibida por un muchacho con un abrazo tan apretado que parecía que aquella persona no la hubiese visto en siglos, Sango quedó completamente sorprendida por aquel recibimiento, preguntándose quien era la persona que la tenía entre sus brazos, en esos momentos Takeshi estaba entrando al pasillo de la puerta principal y vio a dos personas abrazándose, identificó inmediatamente a la chica, pero al muchacho no lo conocía, así que se quedó observando la situación sin ser vistos por ninguno de los dos.

-Hace tanto tiempo que quería tenerte así de cerca- Dijo el muchacho, Sango inmediatamente reconoció su voz.

-Mi... ro... ku- Dijo completamente sorprendida por aquella sorpresa tan agradable, lo alejó un poco para poder ver su rostro, no había cambiado nada, sus ojos azules, la misma mirada dulce y tierna que ella recordaba, esa sonrisa tierna, pero a la vez tan seductora, su cabello atado a esa coleta ubicada en su nuca que tanto le encantaba –eres tú- Dijo sin poder contenerse y lo besó, por fin pudo besar aquellos labios que tantas veces soñó. Su primer beso, tan apasionado pero tierno a la vez, demostrando todo lo que se habían extrañado y todo el amor que habían acumulado durante esos meses.

Al ver este acto por parte de su amor secreto Takeshi no pudo evitar sentir unos profundos celos y a la vez un insoportable dolor en su corazón, ese era el sujeto por el que Sango había llorado tanto, por el que ella había comenzado a sonreír, el sujeto que le robó el corazón de la muchacha y el que había arruinado sus planes de conquista.

Miroku se sorprendió por aquel recibimiento por parte de la chica, pero luego de unos segundo le correspondió ese beso tan dulce que le había brindado su novia.

-No puedo creerlo- Dijo Sango una vez terminado el beso –No es un sueño, eres tú-

-Por supuesto que soy yo Sango- Dijo divertido Miroku –Y mira, te traje un regalo- Dijo mientras le entregaba un enorme oso de peluche junto con un ramo de rosas. Sango los recibió con una enorme sonrisa y lo invitó a pasar.

-¿Por qué no me dijiste que vendrías?- Preguntó curiosa –Habría ido a recibirte al aeropuerto-

-Si te lo hubiera dicho, no habría sido una sorpresa- Dijo con una sonrisa. Se iban a besar de nuevo cuando Takeshi entró descaradamente sólo para interrumpir.

-Sango, mira nada más estas toda mojada- Dijo mientras literalmente se la arrebataba de los brazos a Miroku, éste solamente lo miró con ganas de matarlo -¿Por qué no llamaste para que fueran a recogerte?- Dijo llevándosela hacia las escaleras.

-Es que comenzó a llover cuando venía a medio camino y cómo ya era tarde me dio mucha pena ser una molestia- Dijo alegando en su defensa.

-Tienes que ir a cambiarte o si no vas a pescar un resfriado- Dijo empujándola por las escaleras.

-Está bien- Dijo con cara de berrinche - Miroku, espera un momento... bajaré en seguida- Dijo tirándole un beso desde las escaleras.

Sango entró a su habitación para cambiarse de ropa, mientras Takeshi se dirigía a la sala para encarar a Miroku.

-Y ¿Quién es usted?- Preguntó sin poder ocultar la molestia de su voz

-Soy Miroku, el novio de Sango- Dijo remarcando con la voz la palabra novio -¿Y tú eres?- Preguntó también con tono molesto.

-Un amigo de Sango, Takeshi es mi nombre- Dijo Takeshi sintiéndose inferior a Miroku -¿Te quedarás mucho tiempo?- Preguntó.

-¿Por qué? ¿Tienes algún problema con eso?- Preguntó Miroku amenazante.

-Claro que no, todo lo contrario... será un honor tenerlo de visita... claro que hay que consultárselo a la Señora- Dijo usando como pretexto a la madre de la muchacha sólo para evitar que Miroku se quedara en la mansión.

-Eso no es necesario, además mamá nunca está en casa- Dijo Sango bajando las escaleras, vestía unos jeans largos y una polera manga tres cuartos, con el pelo aún mojado -¿Cuánto te quedarás Miroku?- Preguntó mientras volvía a los brazos de su novio.

-No lo sé, creo que serán unos 3 o 4 días- Dijo mientras miraba la expresión de molestia que se formaba en el rostro de Takeshi.

-¡Que alegría!- Dijo Sango mientras lo abrazaba, iba a besarlo, pero Miroku se alejó e indicó con la mirada a Takeshi, Sango se dio cuenta y –Takeshi, puedes retirarte, gracias por todo- Dijo Sango con gentileza, a lo que Takeshi sólo pudo obedecer, aunque no quería dejarla sola con ese sujeto.

-¿En qué estábamos?- Preguntó con voz sensual Miroku a Sango -¡Ah! Ya me acordé- Dijo mientras acercaba sus labios nuevamente a los de Sango.

Toda esa tarde se la pasaron en la sala entre besitos y abrazos, y es que se extrañaron tanto, ¿Se imaginan lo que debe sentirse estar lejos de la persona amada? Y no me refiero a que sólo se encuentre a unos cuantos metros, si no que en otro país, en donde la zona horaria es diferente, en donde no puedes mirar al ser amado a los ojos, no puedes besarlo, tampoco puedes sentir ese sitio seguro entre los brazos de esa persona a la que le entregaste tu corazón, sin siquiera pretender que correspondiera tus sentimientos ni nada de eso Debes sentirte solo ¿verdad?

Cuando llegó la hora de irse a dormir Sango y Miroku entraron a la habitación de la chica para poder ver una película tranquilos sin que nadie los molestara, claro que esto fue a petición de Miroku.

Al día siguiente, cuando Kaede se dirigía a la habitación de Sango para despertarla, Takeshi la detuvo.

-Señora Kaede, ¿a dónde va?- Le preguntó aún sabiendo hacia donde se dirigía la anciana.

-Voy a despertar a la niña Sango, ya es muy tarde, ella debería haber despertado- Dijo con naturalidad la anciana.

-No te preocupes Kaede, la despertaré yo- Dijo Takeshi mientras tomaba la dirección que tomaría la anciana, mientras pensaba perversamente || Entraré en la habitación de Sango y me acostaré a su lado, cuando llegue el novio a despertarla se irá tan molesto que no querrá hablarla más || Pensó mientras una risa maliciosa se formaba en su cara, pero tremenda fue su sorpresa cuando abrió la puerta y vio como Sango dormía con su cabeza apoyada en el pecho de Miroku mientras la mano de éste se posaba en su cadera. Takeshi quedó con los ojos como platos, por segunda vez Miroku había frustrado sus planes. Entonces vio el celular del chico, comenzó a buscar un número telefónico en específico, luego de encontrarlo y guardarlo en su teléfono, se acercó lentamente a la cama en donde ambos estaban dormidos y movió lentamente a Sango en su hombro logrando que ésta abriera los ojos lenta y perezosamente.

-¿Qué ocurre Takeshi?- Dijo aún somnolienta.

-Ya es hora de que te levantes- Dijo tratando de ocultar la molestia que sentía al ver a Miroku teniendo a Sango entre sus brazos de esa forma, al mismo tiempo que se retiraba.

-Gracias- Le respondió Sango con una dulce sonrisa –Miroku- Comenzó a moverlo –Despierta- Le dijo suavemente acercándose a su rostro.

-Un rato más mi niña- Dijo Miroku abriendo los ojos, Sango sonrió ruborizada -¿Qué pasa?- Preguntó.

-Nada, es sólo que hacia mucho que no me llamabas así- Dijo sonriéndole –Me gusta tenerte cerca- Dijo mientras lo abrazaba con fuerza, a lo que él sólo pudo sonreír.

-A mi también me gusta mucho tenerte aquí conmigo- Dijo correspondiendo a su abrazo.

Y fue así como los dos pasaron ése primer día en el que estuvieron juntos, las 24 horas... entre abrazos, besos y sonrisas; ¿Qué más podían pedir en el mundo? Después de todo estaban juntos, y eso era lo único que importaba. Mientras ellos estaban en el paraíso, Takeshi se escondía en las sombras tratando de planear algo con que podría separar ese amor tan grande que se tenían esos dos, mientras ya no podía más con sus terribles celos.

​

Pronto traere el proximo, lo prometo!

 

Re: Pobre Corazon II (SanxMir)

"aunque me quede con la curiosidad
de para que Takeshi guardo
el numero de Miroku si ni le agrada
que planeara hacer ¬¬"

Al parecer no comprendiste Taori-chan, el numero telefonico que guardó Takeshi no fue el de Miroku xD
Espero que este capitulo te guste


Capitulo 6: “Nuestro juramento de amor”


Un maravilloso día soleado da comienzo, mientras que por la ventana de una habitación que pertenece a una gigantesca casa ubicada en Londres los rayos de sol iluminan el rostro de una joven que dormía placidamente con una camisola de color blanco que le llegaba un poco mas arriba de las rodillas, haciendo que despertara de su fascinante sueño, se sentó en medio de la cama y se refregó tranquilamente los ojos para luego mirar a su alrededor y llevarse la enorme sorpresa de que estaba completamente sola.

-¿Un sueño?- Se preguntó, pero su interrogante fue negada al ver como un joven de ojos azules atravesaba la puerta con un carrito que contenía el desayuno. (Esos que usan en los hoteles para llevar servicio al cuarto)

-Buenos días princesa- Dijo mientras le mostraba esa sonrisa que ella tanto amaba, esa sonrisa llena de tranquilidad y ternura.

-Miroku- Dijo aliviada de saber que la presencia del chico no había sido un sueño, como tantas otras veces lo había sido. En ese momento se levanto de la cama y se lanzó sobre él con fuerza haciendo que éste cayera al suelo llevándosela a ella también –Aún no puedo creer que de verdad estés conmigo-

-Vamos Sango, nada de lagrimas ¿Si?- Dijo al notar el tono quebradizo en la voz de la muchacha, Sango lo miró a los ojos y asintió con unas pequeñas lagrimas que aun no lograban salir de sus ojos.

-Bien, ¿Quieres desayunar?- Le preguntó mientras se levantaban y se dirigían a la cama.

Luego de comer el delicioso desayuno preparado por Miroku, se rieron un poco, se besaron, se abrazaron y se dijeron cuanto se amaban. Sango comenzó a preguntar por sus amigos y por su familia.

-Dime Miroku ¿Cómo está todo por allá?- Preguntó curiosa de saber como habían avanzado las cosas luego de su partida.

-Todo va bien- Dijo tranquilamente, ya sabia que Sango estaba realmente curiosa por saber que pasaba con las personas que habían quedado por allá.

Sango enarcó una ceja algo... decepcionada por la respuesta de su novio -¿Sólo bien?- Miroku no pudo aguantarse la risa al ver el rostro que había puesto su novia –Vamos Miroku, no es gracioso- Dijo con algo de molestia en su voz.

-Bueno, ¿Qué quieres saber?- Preguntó para responder sólo lo que Sango quería saber y no excederse con algo de información sobre Koharu.

-¿Cómo están mi papá y Kohaku?- Preguntó ansiosa.

-Pues están bien, al parecer Kohaku esta ayudando mucho a tu papá en todo lo que puede, pero te extrañan mucho- dijo con una sonrisa reconfortante.

-Que bueno que estén bien, ¿Y Kagome e Inuyasha?- Preguntó

-Bueno, ellos continúan como pareja, hay veces en las que discuten y se enfadan, pero son esas discusiones pequeñas que solían tener siempre por culpa de la actitud de Inuyasha- Dijo mientras reía un poco al recordar los espectáculos de los que era espectador.

-Entiendo, me alegra que todo marche bien- Dijo con una alegría que no llegó a sus ojos.

-Y...- Comenzó Miroku atrayendo la atención de la joven –Kouga y Ayame ya son novios-

-¿De verdad?- Preguntó sorprendida y feliz de escuchar eso –Me alegro por Ayame, ya era hora que el tonto de Kouga se diera cuenta de lo que sentía por ella- Dijo – ¿Y?- Preguntó

-¿Y qué?- volvió a preguntar Miroku.

-¿Cómo está la tal Koharu?- preguntó cambiando su rostro por uno serio.

-Pues...- || Que mala suerte || Pensó Miroku || Creí que no preguntaría nada sobre ella ||

-¿Pues?- Lo alentó a seguir.

-Bueno Sango... ¿Para qué quieres saber?- Preguntó tratando de evitar el tema.

-¿Cómo que para qué? Es mi rival en el amor ¿No? Tengo derecho a saber lo que hacen tus admiradoras cuando yo no estoy- Dijo totalmente seria.

-Pues trata de acercarse a mi, pero mi guardaespaldas no la deja- Dijo no dando muchos detalles.

-¿Guardaespaldas?- Se sorprendió por ese comentario.

-Claro, la que tú contrataste, se llama Higurashi Kagome si no mal recuerdo- Dijo divertido, en ese momento Sango casi estalla de la risa.

Y así se pasaron todos esos días, hasta que el día en que Miroku se marcharía lamentablemente llegó, así que antes de irse decidieron pasar a una pequeña placita...

-Iré por unos helados- Dijo Miroku mientras se levantaba de su lugar bajo ése enorme árbol.

-De acuerdo- Dijo Sango mientras lo veía alejarse.

Miroku fue a una pequeña heladería ubicada al frente de la plaza en la que estaba con Sango, compró dos helados y volvió al lado de su dulce niña, cuando llegó a su lado pudo ver que estaba tallando algo en el árbol, al acercarse lo suficiente pudo notar que en un corazón estaban sus nombres, pero había algo diferente...

-Miroku Houshi y Sango Houshi- leyó en voz alta asustando a la muchacha que terminaba de tallar el corazón, lo miró mientras trataba de ocultar lo que había tallado -¿Sango Houshi?- Preguntó con una enorme sonrisa Miroku.

-Bueno, pues...- Dijo mientras trataba de ocultar el rubor que había subido a sus mejillas.

-Suena bien- Dijo finalmente al ver que su novia no respondía a su interrogante.

-¿Tú crees?- Preguntó mirándolo a los ojos.

-Por supuesto- Dijo ofreciéndole el helado.

Luego de platicar, reír y decirse cuanto se amaban Sango le tomó las manos a Miroku y le dijo:

-Miroku, hagamos un juramento-

-¿Un juramento?- Preguntó confundido

-Si, pero no será cualquier juramento...será un juramento de amor- Dijo mirándolo a los ojos –Repite después de mi- Dijo cerrando los ojos.

-Está bien- Dijo poniéndose en la misma posición que Sango.

-Yozora ni hoshi ga matataku you ni... (Como las estrellas brillando en el cielo...)- Dijo Sango.

-Yozora ni hoshi ga matataku you ni...- Repitió Miroku.

-Toketa kokoro ha hanarenai... (Nuestros sentimientos no desaparecerán...)-

-Toketa kokoro ha hanarenai...-

-Tatoe kono te ga hanaretemo... (Incluso si éstas manos se separan...)-

-Tatoe kono te ga hanaretemo...-

-Futari ha sore wo wasurenu kagiri. (Nosotros dos nunca nos olvidaremos)- Terminó el juramento la muchacha.

-Futari ha sore wo wasurenu kagiri.- Termino de repetir Miroku, mientras abría lentamente los ojos para ver a la chica que tanto amaba.

Sango miró su reloj y vio que ya era tarde –Tenemos que irnos, tu avión despegara pronto- Le dijo mientras lo abrazaba.

-Tienes razón, debemos irnos al aeropuerto- Dijo levantándose.

Una vez dicho ambos se levantaron y tomaron un taxi, aunque ninguno quería separarse del otro era lo que debían hacer, Sango al igual que Miroku se sentía triste, nuevamente se separaría de su amado de ojos azules y no sabia por cuanto tiempo sería esta vez. Llegaron al aeropuerto y se sentaron uno junto al otro, cuando faltaban 5 minutos fueron a dejar las maletas juntos sin soltarse de las manos.

~ Pasajeros con destino a Tokio; Japón, favor de abordar por la puerta 58 ~

-Ése es mi vuelo- Dijo Miroku no muy animado por lo que acaba de decir.

-Lo sé, recuerda darle sus obsequios a todos- Dijo en tono serio sin mirarlo a los ojos

-Claro que no lo olvidare- Dijo tomando las bolsas con los obsequios.

Sin pensárselo dos veces la chica lo besó y lo abrazó con fuerza –Como quisiera que éste momento durara para siempre- Dijo con lágrimas en los ojos.

-Tranquila, todo estará bien- Dijo Miroku tratando de convencerse de lo que decía él mismo.

-Claro que no, nada estará bien si estamos separados, como quisiera volver contigo- Dijo aferrándose con mas fuerza a su cuerpo.

-A mi también me encantaría, pero no se puede- Dijo alejándola un poco para mirarla a los ojos.

-Me gustaría hacer lo que quiero y no lo que debo, sólo por ésta vez-

-Lo siento, pero ya tengo que irme- Dijo Miroku, para luego besarla como nunca antes lo había hecho –Te amo mi niña-

-Yo también te amo- Dijo Sango feliz –Pero quiero que me prometas algo antes de irte, no importa lo que pase tú y yo siempre estaremos juntos, aunque estemos distanciados y el tiempo se haga eterno- rogó

-Lo prometo- Dijo él mirándola a los ojos contemplando cada una de sus facciones –Te amo- Dijo besándola en la frente de forma tierna, para darse la media vuelta y perderse tras la puerta, no sin mirar a la niña de sus ojos por ultima vez.

Sango se quedó ahí parada, observando como esa persona que tanto amaba se alejaba nuevamente, con la mano en el corazón –Yo también te amo, mi niño de ojos azules-