Perdido en el carmin (Sasunaru)

Perdido en el carmin (Sasunaru)

:quepenitao///o:Este es mi primer fic SasuNaru, espero les guste ^^

Prologo.

La noche era fría, la mas fría de todas. El rubio corría desorientado por las calles de la ciudad con una mano sobre su costado derecho, la cual impedía que la sangre siguiera saliendo de la herida.

Había perdido la noción de cuanto tiempo llevaba corriendo, la ciudad era completamente ajena a el. Era la primera vez que visitaba Tokio, y había tenido la mala suerte de ser asaltado y apuñalado. Los asaltantes le robaron todo su dinero el cual tenía destinado a pagar el alquiler de su habitación, donde se quedaría para buscar un trabajo y juntar dinero para ir a la universidad.
Desesperado trataba de pedir ayuda a las pocas personas que a esa hora transitaban la ciudad, pero estas no hacían más que ignorarlo.

Las calles de Tokio eran tan frías, tan distantes, se arrepentía de haber ido y no haberse quedado en el pequeño pueblo de Konoha. Donde por lo menos en esa situación lo habrían ayudado.

El dolor ya no lo dejaba seguir con su camino y se detuvo en a boca de un callejón, recargándose contra la pared. Cuando un grito ahogado desvía su mirada hacia el interior del oscuro callejón, pudo divisar dos sombras. La más alta vuelve su mirada hacia el rubio quien se aterro al ver los penetrantes ojos carmín que lo miraban sedientos. Dejo caer el cuerpo al suelo, que el rubio pudo distinguir como una mujer, y por sus ropas seguramente una prostituta.

El oji azul estaba aterrado, la mujer parecía estar muerta, y por como lo miraban esos ojos, el sería el siguiente. Su herida le dolía demasiado y ya no tenia fuerzas para huir, había perdido demasiada sangre. Se deja deslizar por la pared hasta sentarse en el frio suelo, ya no podía estar más de pie. Lo sabía, este era su fin, y aunque huyera de allí estaba demasiado débil y moriría por la perdida de sangre.

La figura se acerca a el, dejándose ver bajo la luz de la luna. Era un joven, de cabello negro, atractivo, y la piel pálida. Estaba vestido con unos pantalones negros y una camisa negra a medio desabotonar, dejando ver sus pectorales. Llevaba en su cuello colgado un rosario que parecía ser hecho de plata. Sus ojos rojos brillaban con tal intensidad hipnotisante que de alguna forma el rubio no podía dejar de mirarlos.

El pelinegro se agacha a la altura de el, y fija su mirada en el costado del chico, donde aún permanecía su mano, ya cubierta de sangre. Ya no podía mas su respiración estaba agitada, estaba mareándose; en cualquier momento perdería el conocimiento, y estaba seguro que el quien se encontraba frente a el no era humano y acabaría con su vida.

En un último intento por salir con vida lo mira fijamente y en un susurro le pide — Por favor…no…me hagas daño… — Y tras esto su vista se volvió borrosa y perdió el conocimiento.

—…lo prometo…— Murmuro el pelinegro, para luego tomar entre sus brazos al rubio y desaparecer.
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Bueno esto fue el prologo espero que les haya gustado, pronto subire el primer capi ^^

 

Re: Perdido en el carmin (Sasunaru)

wiii finalmente traigo el primer capitulo jeje
espero les guste :quepenitao///o:

Cap.1 “Ojos carmín”

Sus ojos se abrieron lentamente, aún se encontraba débil y su costado no había dejado de dolerle. No sabía dónde estaba, se sentó con dificultad, pudo darse cuenta que estaba sobre una cama, en un oscura habitación; iluminada nada más por la poca luz de la luna que se filtraba por las cortinas de las monumentales ventanas del cuarto.

Traía el torso desnudo y al parecer habían vendado su herida. Se pone de pie, con su mano sobre su costado. Camina hacia la puerta que se encontraba junta, y al abrirla lentamente, se encuentra con un largo pasillo. Comienza a caminar por el, cuidando cada paso, mirando hacia atrás de vez en cuando. La casa parecía una antigua mansión inglesa, con enormes candelabros colgados desde el techo y una que otra armadura apegada a la pared. Cuadros al oleo de familias o personas con la piel muy pálida y ropas antiguas. Tuvo que ahogar un grito con sus manos cuándo al llegar al final del pasillo y doblar se encontró de golpe con una gárgola; la rodeo y siguió con su camino, hasta encontrar una habitación con luz.

Miro por el pequeño espacio que dejaba la puerta que se encontraba junta. Y pudo divisar a cerca de diez personas, entre ellas el pelinegro que, había deducido, lo había ayudado.

—Así que has traído un nuevo juguete… Sasuke-kun —Siseo el mayor de todos, con aspecto pálido y el cabello largo. Estaba sentado en un llamativo sofá de terciopelo rojo.

— ¿La convertirás como a la pelo de chicle? — Pregunta una pelirroja con gafas que se hallaba cercana a la ventana.

— ¿Qué no te fijaste Karin? Era “el” no “ella”…no sabía que Sasuke tuviera esos gustos — Le comenta un peli gris que estaba a su lado de colmillos afilados. Al oírlo el pelinegro soltó un “hmp”.

— ¡¿Pero que dices Suigetsu?! ¡¡Sasuke-kun no es gay!! — Le grito histérica la que parecía llamarse Karin, y luego se le colgó seductoramente del cuello al peli negro. — ¿Verdad que tengo razón Sasuke-kun?—

—No tengo por que darles explicaciones — Argumento el pelinegro, quitándose de encima a la chica.

¿Un juguete? ¿Había oído bien? ¿Estaban hablando de el? Se preguntaba un tanto asustado el rubio, cuando volvió a sentirse mareado, había caminado mucho y su herida solo estaba vendada no suturada, por lo cual se había abierto y comenzado a sangrar.

— Parece que tu invitado ha despertado, Sasuke-kun — Siseo el mayor, aspirando el aire y mirando hacia la puerta desde el sofá de terciopelo rojo.

El rubio se sobresalta, lo habían descubierto. Con las pocas fuerzas que le quedaban comenzó a correr, con una mano sobre su herida la que noto como se humedeció con la sangre.

— ¡Esta escapando! — Grito la pelirroja.

— No llegará muy lejos, está herido — Dice una peli rosa, que había aparecido en la habitación.

— ¿Qué haces aquí pelo de chicle?, sabes que no eres bienvenida en esta casa— Se quejo Karin.

— Tengo asuntos que tratar con Sasuke-kun, no es de tu incumbencia — Dijo la oji jade caminando hacia el pelinegro, hasta llegar junto a el, le dice al oído — ¿Qué es lo que tramas trayéndolo aquí?— Para luego decir en voz alta — Ya se detuvo, si sigue perdiendo sangre va a morir —

Sasuke desaparece, para aparecer frente al rubio, que se encontraba ya al final del pasillo arrodillado el suelo, el dolor le impedía seguir caminando.

— ¡¿Quiénes son todos ustedes?! ¡¿Por qué me has traído aquí?! ¡¿Qué es eso de que soy tu nuevo juguete?! — Grita el rubio, con impotencia por no poder salir corriendo de aquel extraño lugar.

— No grites, dobe — Lo reprende el pelinegro, mirándolo fríamente desde arriba.

— ¿Todavía lo tienes en el suelo? El pobre chico se va a desangrar ahí — Dice la peli rosa que acababa de llegar junto a ellos y se agacha a la altura del rubio para revisar su herida. Al posar sus ojos sobre la sangre por unos segundos al rubio le pareció verlos rojos — Esta perdiendo mucha sangre, hay que curar rápido la herida—

—Tráelo a mi habitación— Ordeno el pelinegro alejándose por el pasillo.

La peli rosa lo miro un poco molesta, pero no era momento de discutir, si no se apresuraba el chico sucumbiría ante la perdida de sangre. Así que con una fuerza extraordinaria que sorprendió al semiinconsciente rubio, lo cargo en sus brazos y comenzó a caminar con el hasta llegar a la misma habitación en la que se encontraba anteriormente. La peli rosa lo recostó en la cama con cuidado, para luego quitar las vendas y examinar la herida.

—Será mejor que cierres la puerta, el olor a sangre los va a atraer y no quiero interrupciones mientras lo curo— Sugirió la peli rosa tratando de ser lo mas cortes posible, la presencia del pelinegro causaba cierto temor en ella.

El pelinegro en silencio cerró la puerta, para luego tomar asiento en una silla junto a la ventana.
La chica observaba preocupada la herida, era bástate profunda y ya había perdido mucha sangre. No era ventajoso llevarlo a un hospital, además de que sabía que Sasuke se negaría, la única opción era…

—Etto…S-Sasuke-kun — Intentó dudosa llamar su atención.

— ¿Qué pasa? Sakura — Pregunta el pelinegro.

—No puedo curarlo… necita tu sangre, solo eso puede salvarlo— Dice en un tono preocupado, si Sasuke se negaba el chico moriría, y eso no era conveniente.

—… Vete, mañana hablaremos pero no aquí, yo te busco — Ordeno aún mirando por la ventana.

—Si— Asintió seria la chica.

Sakura obedeció y salió de la habitación cerrando la puerta dejándolos solos. El rubio se tenso, puesto que aún seguía despierto, no se podía mover, pero estaba despierto. Estar solo con ese ser le causaba nerviosismo, miedo; después de lo que había visto juraría que el no era humano. ¿Y por que la chica de cabello rosa había dicho que necesitaba de su sangre? ¿Qué era lo que iban a hacerle? Intentó levantarse, pero fue inútil, el dolor y la debilidad apenas lo dejaban moverse.

Pudo ver como el peli negro se acercaba a paso lento hacia el, con esa mirada fría y penetrante que lo hizo estremecerse por completo; aún mas cuando ya lo tubo frente a el y los ojos azabaches se volvieron rojos y con un brillo sediento observaba su herida.
Se apoyo sobre la cama y acercó sus labios a la herida en el costado del rubio que sangraba, hasta posarlos por completo, probando la sangre del rubio al pasar su lengua delicadamente por la herida. El oji azul se estremeció al sentir aquel contacto e intentó de inmediato alejar al chico con sus brazos utilizando la última gota de energía que le quedaba.

— ¿¡Que estas…haciendo, pervertido!? —Grito al empujarlo hacia atrás, y sacando fuerzas de donde no tenía se sentó en la cama. Su respiración estaba acelerada y su pulso emaciado lento, su corazón se estaba quedando sin sangre para bombear.

—Hmp, ¿te atreves a hablarme así sabiendo que soy el único que puede salvarte la vida?— Se quejo el pelinegro mientras se ponía de pie y limpiaba con su pulgar el hilo de sangre que salía de su boca.

El chico no dijo nada puesto que su cuerpo ya no resistió más y cayo inconsciente en la cama. El pelinegro lo observo por unos momentos para luego sacar sus colmillos y morderse la muñeca, llenando su boca con su propia sangre; para luego acercase al rubio quien respiraba con la boca abierta agitado, poso sus labios sobre los de el, dejando que el rubio bebiera de su sangre.

Al sentir aquel sabor metálico en su boca y como el liquido se adentraba en su garganta abrió los ojos, para encontrarse al pelinegro con sus labios pegados a los suyos. La impresión y el rubor no se hicieron de esperar, sintió como las fuerzas le volvían y empujo al pelinegro y este callo al suelo.

— ¡¿Qué demonios te pasa?! ¡Yo no soy de esos ttebayo! — Le grita molesto, aún con algo de rubor en sus mejillas, luego pasa su mano por su boca para limpiarse cuando nota la sangre — ¿Sangre? — Susurra un tanto desconcertado.

Y su sorpresa no acabo allí cuando se dio cuenta de que el dolor de su herida iba desapareciendo, la miro apresurado y se sobresalto al notar que esta se estaba cerrando para quedar su piel como si nunca hubiera pasado nada.

— ¿Qué-que esta pasando?... ¿p-porque?—

—Te he dado a beber de mi sangre— Llamo su atención el pelinegro quien se ponía de pie mientras se limpiaba los restos de sangre de sus labios —La sangre de un vampiro de sangre pura puede curar cualquier herida de un mortal— Dice demostrando cierto orgullo al decirlo.

— ¿Un vampiro? Imposible, esos solo existen en los cuentos — Dice con algo de temor, pidiendo que por favor fuera una pesadilla.

—Hmp, no me importa si no me crees… ahora ven— Lo toma del brazo y ambos desaparecen de la habitación.

Pudo sentir una leve briza cuando el pelinegro lo tomo del brazo y en un segundo ya no estaban en la habitación si no frente a la puerta de un departamento. El rubio no alcanzó a salir de su asombro cuando un hombre de unos cincuenta años abre la puerta.

— ¿Ushiha?—Pregunto un poco desconcertado el mayor.

—Jiraiya-san necesito que aloje a este chico en su casa— Dijo el pelinegro lo cual sonó más como una orden que como una petición.

—Claro, no tengo problemas… ¿y tu eres?— Le pregunto al rubio con la curiosidad marcada en su rostro.

—N-Naruto Uzumaki — Respondió entrecortado puesto que aún estaba sorprendido y bastante desconcertado.

—Bien, pasa — Lo invito el mayor adentrándose en el departamento dejando solos a Naruto y Sasuke.

— ¿Qué está pasando?— Murmuro para si el oji azul, mientras se adentraba en el departamento, pero es detenido por el pelinegro quien lo toma del brazo.

Naruto no alcanzo a girarse cuando el pelinegro le murmura al oído — Ahora eres mío—

El rubio se estremeció, pero al darse vuelta Sasuke ya no estaba.

—Hey ¿Sigues ahí? ¿Que esperas?, entra y no olvides cerrar la puerta— Le llama Jiraiya.

—S-si—

En lo que restaba de la noche, Naruto no pudo dormir, su cuerpo temblaba, no sabía que era lo que había pasado. Definitivamente nunca debió haber venido a Tokio. Jiraiya lo había acomodado en una habitación que tenia de sobra, que estaba bastante desordenada y llena de papeles y revistas que ni se molestó en mirar. El sol ya se estaba asomando cuando unas palabras resonaron en su mente y lo hicieron sentarse en la cama de golpe.

Ahora eres mío​

— ¡¿Que?! ¡¿Que demonios le pasa a ese tipo ttebayo?!—
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Espero que les haya gustado estube algo estresada escribiendo este capi:EsTrES:pero a partir de ahora la historia ira tomando ritmo, ¿no les parecio extraño que Sasuke lo ayudara? pues hay todo un misterio detras de esto que no se los voy a contar por que si no no tiene gracia jeje

 

Re: Perdido en el carmin (Sasunaru)

:ÑAAA:Bueno aquí traigo el 2º capitulo J wiii! Lo escribí mientras escuchaba el OST de Vampire Knight
Si que sirve para inspirase jaja

Cap.2 “El juguete de Sasuke”

Ya eran cerca de las 8 AM y Naruto no había podido dormir en todo lo que quedaba de noche. Con unas ojeras enormes se levantó y busco el baño para lavarse la cara. Luego de eso salió a buscar a Jiraiya por el departamento pero parecía no estar, así que fue a la cocina y se preparó un café. Luego de ya listo el café salió al balcón, estaban en un noveno piso y la brisa matutina revolvía su cabello mientras recordaba todo lo sucedido la noche anterior.

​

Ahora eres mío​

Se le erizó la piel al recordar aquellas palabras — ¿Que se cree ese baka? —

— ¿A quien estas llamando baka?— Dijo una voz fría, la cual Naruto reconoció enseguida y volteó para enfrentar al extraño.

— ¡¿Pues a quien más que a ti?! ¡¿Cómo es eso de “ahora eres mío”?! Ttebayo!!— Le gritó molesto el rubio.

—Hmp, es algo bastante fácil de entender—Dijo acercándose peligrosamente a el, tomándolo del mentón —Yo te di de mi sangre para salvarte la vida, eso quiere decir que ahora me perteneces— Dijo mirándolo fijamente a los ojos.

Naruto desconcertado por tenerlo tan cerca se aleja de el — ¡Yo no te pedí que lo hicieras!, ¡si voy a ser de tu pertenencia en ese caso preferiría haber muerto! —

— ¿Eso es lo que deseas?— Dijo, y se acerco velozmente a el, agarrándolo por en cuello de la camiseta lo levanto dejándolo fuera dela baranda del balcón —Estamos a nueve pisos del suelo, para un mortal como tu con algo de suerte la muerte sería instantánea, o bien podrías agonizar unos minutos— Espetó frio y cruel, sonriendo arrogante ante la mirada de terror del rubio.

—Tu no lo harás— Dijo Naruto recobrando la compostura y mirándolo desafiante.

—Hmp, ¿no me crees capas? — Sonrió arrogantemente.

—Me salvaste la vida sin ningún motivo, no creo que seas capas de matarme— Le dijo decidido.

Sasuke sonríe con superioridad y tras la sorpresa de Naruto, suelta el agarre. Naruto comienza a caer ya asimilando que esta vez si sería su fin. El suelo estaba muy cerca, cuándo siente unas manos sobre su cintura que lo apresaban y un segundo después se encontraba otra vez en el balcón, con el pelinegro apresándolo por la espalda desde la cintura.

— ¿Comprendes que eres de mi propiedad?—Le susurró al oído haciendo que Naruto se estremeciera.

— ¡¿Q-que es lo que quieres de mi-ttebayo?!— Pregunta alterado soltándose del agarre.

—Sakura te consiguió un trabajo—Le informo el chico ignorando por completo su pregunta.

— ¿Un trabajo?—

— ¿No venías a eso?...Te tendrás que quedar con Jiraiya-san por hoy, mañana vendré por ti—

Naruto estaba desconcertado, ¿Cómo se había enterado de que venía a buscar trabajo a Tokio? Pero bueno el sujeto le consiguió trabajo y eso era lo que necesitaba si quería pagar sus estudios.

—G-gracias…supongo—Agradeció algo dudoso — ¿Entonces es verdad que eres un vampiro?—

Sasuke asiente mientras se adentraba en el departamento, para luego tomar asiento en el sofá, mientras Naruto lo observaba desde la ventana corrediza que daba al balcón.

— ¿Y no que el sol era mortal para los vampiros?— Intentó atraparlo.

—No, eso es un mito… pero si el sol debilita en un porcentaje nuestros poderes— Dice con tranquilidad sirviéndose del sake que había en la mesita de centro.

— ¿Y que me dices de tu rosario? ¿No que las cruses los mataban-ttebayo?— Intentó otra vez, acercándose para señalar el rosario de plata que lleva el pelinegro.

—También es un mito, así como los ajos y las estacas— Le informa con tranquilidad bebiendo un poco de sake — ¿Todavía no te convences?—

Naruto negó pero luego de ver como los ojos del chico se volvían repentinamente rojos, se arrepintió de haber dudado. Aún más cuando el pelinegro apareció tras el y comenzó a rosar sus labios sobre su cuello.

— ¿Q-que intentas hacer-ttebayo?— Pregunto asustado el rubio.

— ¿Has escuchado que la mordida de un vampiro puede matarte o convertirte en uno?— Le susurro al oído, Naruto asintió con temor y el azabache prosiguió —Pero no tengo ninguna de esas intenciones contigo — Le volvió a susurrar.

Naruto se estremeció y se aparto rápidamente de el mirándolo con el seño fruncido para ocultar el temor. Pero Sasuke se había dado cuenta del miedo que intentaba ocultar el chico, y se acerco a Naruto quien retrocedía con cada paso que daba hasta llegar al borde del sofá y caer de espaldas en el. Sasuke llega junto a el y sujetándolo de las muñecas sobre su cabeza con una mano lo mira fijamente a los ojos.

—Tu… ¿Me tienes miedo?— Pregunto con determinación sin dejar de mirar las orbes color cielo.

— ¡¿Y por que tendría que tenerte miedo-ttebayo?! ¿Por ser un vampiro?— Lo enfrento el chico, a pesar de que su cuerpo temblaba, y que estaba en desventaja, no iba a aceptar que tenía miedo frente a ese arrogante vampiro.

—Usuratonkachi— Le dijo sonriendo de medio lado el vampiro, acercándose peligrosamente al rostro de Naruto.

— ¡¿A quién llamas…?!—Comenzó a reclamar, pero no pudo terminar la frase ya que sus labios fueron callados por los de su opresor.

Intentó soltarse de aquel forzado beso, pero la lengua del azabache exploraba cada rincón de su boca sin dejarle escapatoria. Se dejó llevar y correspondió aquel beso, que al poco tiempo fue detenido por la falta de aire. Naruto miro intrigado aquellos orbes negros que lo miraban con tanta quietud. ¿Por qué? ¿Estaba jugando con el? ¿Se había convertido en su juguete? Sasuke soltó el agarre y se puso de pie, al segundo después golpearon la puerta.

—Ve a abrir— Le ordeno tajante.

Naruto no puso objeción alguna y desconcertado por lo recién ocurrido se puso de pie y fue a abrir la puerta. Al hacerlo se encontró con la pelirosa quien traía puesta una capa negra. Naruto asumió que ella también era vampira, y que la capa era para evitar el sol.

—Naruto-kun buenos días, mi nombre es Sakura, nos conocimos ayer ¿Cómo esta tu herida?— Consulto amistosa la chica adentrándose en el departamento.

— ¿Ya tienes todo listo? — Preguntó sereno Sasuke cruzándose de brazos.

—Si, Ino lo esta esperando— Dijo poniéndose seria al ver al azabache.

—Bien, ve con ella—Le ordeno para luego desaparecer tras la sorpresa del rubio.

—Vámonos— Llamo su atención Sakura, volviendo a sonreír amablemente.

Caminaban por las calles del centro de Tokio, repletas de gente, hacía calor pero había una brisa bastante agradable.

—Oye, ¿no tienes calor con eso-ttebayo?— Pregunta el rubio, llevaba las manos atrás de la nuca.

—Un poco, pero debo usarla, a diferencia de Sasuke-kun, yo no soy una sangre pura, fui convertida a vampiro, y la luz del sol me debilita mucho mas— Le explico, en ese momento se detienen frente a una florería, en donde una rubia los esperaba.

—Hola, Sakura— Dice con una sonrisa melancólica al ver a la chica — Supongo que el es Naruto ¿no?—

—Hola— Saluda el rubio levantando la mano.

—Bueno pasen—Dice entrando seguida de Naruto y Sakura —Hoy hace mucho calor, ¿no quieren un refresco?—

—Lo siento Ino, pero debo regresar a la casa, o mi maestra se dará cuenta que no estoy— Se excusó la ojijade caminando hacia la salida.

—Está bien, otro día nos visitas, nos vemos— Dijo sonriendo tristemente la rubia mientras veía como Sakura salía y se perdía entre la multitud.

— ¿Tu… sabes que Sakura-chan es…?— Comenzó a decir Naruto algo dudoso.

— ¿Un vampiro?—Le pregunta a lo que él asiente —Claro, éramos amigas en la escuela, nos llevábamos bien hasta que un día llego Sasuke como estudiante de intercambio. Ambas nos enamoramos de él y discutíamos todo el tempo, pero Sasuke escogió a Sakura —Comenzó a contarle con cierta tristeza en su mirar —Comenzaron a salir y con el tiempo Sakura dejo de ser la misma ya no le importaban sus estudios, paso de ser la mejor de la clase a una de las con mas bajas notas. Se volvió pálida y no comía, casi siempre se dormía en clases hasta que un día simplemente dejo de ir… Meses después vino a verme aquí, a la florería, dijo que Sasuke era un vampiro y la había convertido a ella jurándole que iban a estar siempre juntos, pero que un día simplemente le dijo que ya no la amaba y la dejo en una casa de vampiros a la cual él no pertenecía. La jefa de esa casa la tomo como su aprendiz y esa es toda la historia, han pasado cuatro años desde eso… Creo que por eso Sakura decidió ayudarte, Naruto, no dejes que Sasuke te muerda, no permitas que arruine tu vida como lo hizo con la de Sakura—

Luego de esa revelación, Ino le explico como tendría que atender a los clientes en la florería. El día fue avanzando y Naruto fue aprendiendo como armar los ramos y hacer los pedidos. Pero lo que le había contado Ino no salía de su cabeza. ¿Entonces eso era lo que hacía Sasuke? ¿Los usaba como juguetes y cuando se aburría simplemente los tiraba igual que un niño? ¿Pero que podía hacer? En esos momentos no tenía a dónde ir y Sasuke era su única opción. Pero no podía permitir que jugaran con él.

Llegó la noche y Naruto se dirigía al departamento de Jiraiya cuando se detiene en seco. Pesó, nadie lo obligaba a volver. Entonces dio media vuelta y comenzó a caminar a la estación, si tenía suerte podría colarse en algún tren que lo llevara de regreso a Konoha. La ciudad era totalmente diferente de noche, y otras personas la transitaban. Tubo que acelerar el paso cuando se dio cuenta que alguien lo seguía. Cuando entonces ese alguien aparece repentinamente frente a el, haciendo que se detenga.

— ¿S-Sasuke?—No, ese no era Sasuke, se le parecía, pero no lo era.

—No, no soy Sasuke…Así que…—Dice tomando a Naruto por el mentón — ¿Tú eres el nuevo juguete de mi ototo?—Dijo mas como una afirmación el chico de cabello largo y una cola.

—Aleja tus manos de él— Se oyó una fría voz, que Naruto reconoció enseguida.

—Sasuke— Murmuro el rubio.

—Valla, veo que nos encontraste—Dijo el mayor volteándose a ver a Sasuke.

—Sentí tu asqueroso olor cerca de Naruto— Dijo mirando con odio a su hermano —Naruto, ¡ven aquí!—Le ordenó.

— ¡No! ¡Yo no soy un juguete! ¡No dejaré que hagas conmigo lo que le hiciste a Sakura-chan!—Le gritó para luego comenzar a correr.

—Jaja es más rebelde que la de pelo rosado… Juega con el todo lo que puedas, Madara no tardara en enterarse de su existencia, nos vemos ototo— Y tras decir esas palabras desapareció.

Sasuke dio una última mirada de odio al lugar donde segundos antes había estado su hermano y luego dio media vuelta y apareció frente al rubio quien intento rehuirlo pero lo detuvo del brazo.

— ¿A dónde crees que vas?—

— ¡¿Y eso que importa?! ¡No pienso quedarme más tiempo en este lugar!— Intentó soltarse pero le fue imposible — ¡Suéltame! —

Sasuke frunce el seño y lo atrae hacia el, abrazándolo — ¿Qué fue lo que te dijeron sobre mi?—

Naruto se sonrojó inevitablemente al encontrarse tan cerca de el que podía escuchar los latidos de su corazón. Y se extraño al oír el tono angustiado con que Sasuke hacía la pregunta.

—D-dijo que jugabas con las personas, la usabas como un juguete y cuando te aburrías simplemente las abandonabas—Le conto con un tono triste, no quería que hicieran eso con él, no quería que otra persona más lo despreciara.

—Eso no es cierto, Sakura tubo un accidente, estaba a punto de morir, la única forma de salvarla era convirtiéndola. Nunca he dejado de preocuparme por ella, es mi responsabilidad—Dijo volviendo a su tono sereno habitual.

— ¿Sakura-chan…tu la amas-ttebayo?—

El pelinegro niega con la cabeza —Sakura es importante, pero no la amo— Sonríe de medio lado — ¿Por qué lo preguntas? ¿Acaso estas celoso?—

— ¡¿Y...y por que tendría que estar celoso?!— Grita con las mejillas rojas soltándose del agarre — ¿Pero…que?—Preguntó desconcertado mirando a su alrededor.

Sasuke lo había hecho otra vez, seguramente cuando lo había abrazado, pero ya no se encontraban en las calles de Tokio si no en el pasillo de una casa estilo japonés.

— ¿Dónde estamos?—Preguntó el rubio, puesto que no era la casa antigua a la cual había sido llevado cuando estaba herido, ni tampoco el departamento de Jiraiya.

—Esta es mi casa, a partir de hoy vivirás aquí—Dijo comenzando a caminar por los pasillos, Naruto decidió seguirlo.
Subieron por una escalera y llegaron a una habitación, con una amplia cama de blancas sabanas de seda, las cortinas negras de las ventanas abiertas dejando que la luz de la luna iluminara la habitación —Esta es la habitación—

— ¿L-la? ¿Solo hay una?—Pregunto temiendo la respuesta y con un leve rubor en sus mejillas.

—He vivido siempre solo, ¿Tienes alguna queja?—Le murmuro al oído acercándose peligrosamente a el.

A Naruto se le erizo la piel cuando Sasuke poso delicadamente sus labios en su cuello, deslizando su lengua por su piel.

— ¿Q-que piensas hacer-ttebayo?— Pregunto asustado el rubio.

—Ya lo veras— Le susurró sonriendo de medio lado.


u.u lo se deben estar odiándome por haberlo dejado hasta ahí, juju, pero well, en el siguiente capi prometo lemon (siii por fin! oviamente eso lo pondre en mi blog) jeje nos leemos! :)

 

Re: Perdido en el carmin (Sasunaru)

Hola! aaa por fin les traigo el capi, lamento muchísimo la demora, pero me fui de vacaciones y además que se me hiso difícil escribir el Lemon, es el primer Lemon Yaoi que publico y quería presentarles algo digno de leer, no se como haya quedado, solo espero que les guste este capi ^^
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Cap.3 “Domesticando al Kitsune Parte 1”

— ¿Q-que piensas hacer-ttebayo?— Pregunto asustado el rubio.

—Ya lo veras— Le susurró sonriendo de medio lado.

Naruto cerró los ojos, esperando la mordida o algo peor, pero se sorprendió cuando el pelinegro lo tomo de la muñeca y lo empujo a la cama para luego caminar hacia la puerta.

— ¿A…a dónde vas?— Le preguntó aún desconcertado, sentándose en la cama.

—Duerme, volveré por la mañana—Le informo desde la puerta, dándole la espalda.

—P-pero… ¿a dónde…?—Volvió a insistir, alzando su mano como intentando alcanzarlo.

—Me encargare personalmente de irte a dejar y a buscar a la florería, así que estaré aquí a la hora en que tengas que irte—Volvió a informarle con voz fría, y luego se retiro.

Naruto se quedo con las dudas. ¿A dónde iría? Se preguntaba, luego recordó, la primera vez que lo vio en el callejón. ¿A dónde más podía ir un vampiro a estas horas de la noche si no es más que a cazar? Su cuerpo se estremeció y se abrazó a si mismo. Por lo menos no había sido el su victima. Aunque se compadecía de la persona que sería su siguiente presa, no estaba en las circunstancias para sentir nada más. Aunque le aterraba, sabía que estaba de cierta forma siendo privilegiado con el trato del joven vampiro. Aún así no sabía que le deparaba el futuro, y esperaba no ser solo un simple juguete para el pelinegro.

La noche avanzó, no pudo dormir bien, a ratos se despertaba. Habían pasado demasiadas cosas en tan poco tiempo, y su cabeza era un mar de dudas. El sol ya anunciaba su salida, pero aún faltaba. Se había despertado por enésima vez, pero ahora sin nada de sueño. Había algo que comenzó a perturbarlo, no sabía que, pero sentía una gran angustia en su pecho. Hunde su rosto en la almohada blanca, aspirando su aroma. Si, tenía el aroma del azabache, esa exquisita fragancia que aún no podía descifrar que era, pero le fascinaba. Se da cuenta de lo que estaba pensando y se sienta rápidamente en la cama, observando asustado y ruborizado la almohada. ¿Pero que eran esos pensamientos? Desde aquella noche en que lo conocía había comenzado a sentir una extraña necesidad de él, y hasta ahora venía a darse cuenta, más bien a aceptarlo. ¿Porque? Aquel sentimiento le aterraba ¿Qué pasaría si llegase a necesitar de él y este lo abandonara sin más? Sabía que no podría llegar a soportar algo así, después de todo el desprecio que había recibido desde pequeño, recibirlo de alguien amado sería su perdición.

Se levantó, y salió de la habitación, lo mejor era huir y alejarse de allí antes de que su corazón ya no se lo permitiera. Bajo las escaleras rápidamente, pero al llegar abajo sintió la puerta abrirse, seguro que era Sasuke, su oportunidad de escapar se había ido. Camino hacia la puerta y lo vio allí, en un terrible estado, tenía heridas en sus brazos y torso, grandes heridas de garras, como si lo hubiera atacado un oso, o algo peor. Respiraba agitado y le costaba mantenerse en pie, al parecer no había notado la presencia del rubio, o bien no la tomaba en cuenta. Naruto se apresuró a tomarlo por los hombros antes de que callera contra el suelo.

— ¡Sasuke! Ha-hay que llevarte a un hospital-ttebayo — Dice preocupado y asustado Naruto, mientras se arrodillaba en el suelo con Sasuke en sus brazos.
— No… sanaran dentro de poco — Dijo con algo de dificultad el azabache, poniéndose de pie y dirigiéndose a la escalera.

— Pero…— No pudo continuar, Sasuke ya había subido la escalera. Bajo la mirada, en el estado que se encontraba su opresor, seria difícil que lo saliera a perseguir, era la oportunidad perfecta para huir. Camina hacia la salida, pero al estar parado frente a la puerta, y notar las gotas de sangre derramadas por Sasuke se detuvo ¿El estaría bien?, se pregunto mentalmente. Su cabeza le pedía a gritos que saliera de allí lo antes posible, pero el resto, su corazón y su cuerpo pedían que se quedara.

Dudoso aún dio media vuelta y subió corriendo las escaleras, entrando a la única habitación con la luz encendida, la habitación de Sasuke. Pudo escuchar el agua caer desde la ducha que se hallaba en el baño adjunto de la habitación. Camino hasta la puerta del baño y vio en el suelo la ropa, impregnada de sangre.

— Mmm…Sasu…ke ¿Estás bien? — Le pregunto dudoso, ¿Pero que estaba haciendo? ¿Por qué se preocupaba tanto por el?

—Te dije que sanarán dentro de poco, usuratonkachi — Dijo con una sonrisa de autosuficiencia el vampiro, saliendo de la ducha con una toalla a la cintura. Las marcas de las heridas aún estaban y la sangre amenazaba con volver a salir.
—P-pero, ¿Qué fue…lo que paso-ttebayo? — Preguntó dudoso, sin poder evitar un leve sonrojo por ver en paños menores al azabache.

— Kiba, es un hombre lobo, mantente alejado de el si lo vez de noche — Le dijo mientras pasaba a su lado, para dirigirse a la habitación, sacando ropa limpia del closet.

—S-si— Dijo tragando saliva, no sabia quien era Kiba, pero si había dejado en ese estado a Sasuke, de seguro era peligroso.

Sasuke dándole la espalda a Naruto se deshizo de la toalla, lo que produjo que el sonrojo aumentara en el chico. Se puso su bóxer y los pantalones, sus heridas comenzaban otra vez a sangrar por lo que no se puso la camisa para no ensuciarla. Se sentó en la cama mirando al rubio quien tenía un notorio sonrojo, del cual Sasuke se percato y sonrió de medio lado.

— ¿Te ocurre algo? Pareces incomodo—Le dijo inquisitivamente, utilizando un tono de voz perturbador, que le erizo la piel a Naruto.

— No, estoy bien — Le respondió mirándolo con el seño fruncido. ¿Eran ideas suyas o a ese sujeto le gustaba jugar de esa forma con el? Parecía que disfrutara el hacerlo sonrojarse y ponerlo en situaciones incomodas. Pero esos pensamientos se detuvieron cuando noto como la sangre salía de las heridas del chico, pero a este parecía ni siquiera tomarlas en cuenta — ¿Es que acaso no te duelen-ttebayo? —

— Sanaran dentro de poco — Volvió a repetir en un tono sereno, pero preguntándose si ese humano se estaba preocupando realmente por el.

— ¿¡Eso no fue lo que te pregunte-ttebayo!?... I-iré por…— Y se dirigió al baño, donde tomo una toalla, la humedeció, y se dirigió donde estaba Sasuke, sentándose a su lado en la cama. Aún con el rojo en sus mejillas, comenzó a limpiar la sangre de las heridas.

— ¿Qué estas haciendo? — Le llamo la atención Sasuke, en un tono frio que hiso que se detuviera inmediatamente.

— ¡A!...yo…— Se quedo sin palabras pues no sabía que responder, era obvio lo que estaba haciendo, pero no sabía por que lo estaba haciendo. Cuando su mirada se desvío a las heridas del chico, que se habían curado por completo, quedando solo los rastros de sangre— ¡Ya no están! —Prácticamente grito sorprendido.

—Te dije que sanarían dentro de poco, dobe— Dijo mientras le quitaba la toalla y se limpiaba los restos de sangre de sus brazos y torso. Ya habiendo acabado, se levantó y se puso la camisa beige y su rosario que había dejado sobre el velador. — Vamos — Dijo saliendo de la habitación.

— ¿A-a dónde?— Preguntó Naruto, poniéndose de pie y siguiéndolo.

— ¿A dónde más?, ya es hora de que vallas a la florería—

Así fueron pasando los días, Sasuke desaparecía por las noches y volvía por la mañana para ir a dejarlo a la florería; para regresar por la tarde y llevarlo a casa y luego de dos horas volver a irse.
Naruto ya se estaba habituando a esta rutina, aún así no dudó en intentar escapar, aunque sus intentos siempre fallaban.

Pero las sospechas de Naruto acerca de que el pelinegro salía de ‘cacería’ por la noche eran completamente erróneas, ya que este simplemente se iba a pasar la noche en la casa de vampiros de la vieja Tsunade, la maestra de Sakura. En donde también vivía su maestro, Kakashi.

— ¿Y como van las cosas con el Kitsune?— Pregunto la rubia de busto pronunciado, mientras ojeaba una de las repisas de la sala que estaba repleta de botellas de sake.

—Ya ha intentado escapar unas veinte veces — Responde Sasuke con fastidio.
—Han pasado veinte días, es persistente… “-¿Quién eres tú? -preguntó el principito-. ¡Qué bonito eres! -Soy un zorro -dijo el zorro.-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado”—Leyó en voz baja, pero lo suficientemente alto para que Sasuke escuchara, Kakashi, a quien su cabello cubría su ojo izquierdo.

—No sabía que leías libros para niños Kakashi— Dijo Sasuke alzando una ceja.

—Ya acabe el Isha Isha de este mes y halle este libro en la biblioteca de la casa…me parece curioso que en esta parte los personajes se parecen a ustedes dos— Le comenta atento a las hojas del libro.

— ¿A que te refieres?— Preguntó Sasuke.

—A que tú eres el principito y Naruto el zorro, si no lo domesticas seguirá intentando huir— Dijo el peliplata suspicaz.

— ¡Hmp! ¿Domesticar?— Dijo esquivamente el pelinegro, mientras se acercaba hacia la ventana.

—“Significa crear lazos”— volvió a leer el peliplata.

— ¿Crear lazos?— Pregunto sereno, observando las estrellas a través de la ventana.

—“Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...”—Leyó en voz alta el peliplata.

— ¡Hmp! No estoy interesado en crear lazos con él— Murmuró frunciendo el seño.

— ¿Entonces porque has decidido encargarte tu de el?... ¡a! ¡Aquí está!— Dice a rubia, sacando una botella de sake.

—…Es lógico, por que soy el más apto para estar a su cargo— Dice altivamente, tardando un poco en responder.

—Digas lo que digas, no podrás permanecer mucho tiempo sin crear algún lazo con él— Le insiste su maestro, cambiando la página del libro.

— ¿Por qué no pasas un fin de semana con él? Lo mejor es que se acostumbre a ti, si no quieres que siga intentando escapar—Dice Tsunade sirviéndose sake.

Sasuke mira por la ventana, el sol ya estaba comenzando a salir —Ya tengo que irme— Y tras decir esto salió de la habitación.

El sol se colaba por entre las negras cortinas de la habitación, Naruto dormía tranquilamente entre las sabanas de seda de la gran cama. No era consciente de la hora que era cuando al voltearse al otro lado de la cama se da cuenta de que no estaba solo, el pelinegro dormía junto a el.

— ¡A!— Grita del susto, sentándose y alejándose rápidamente de él, cayéndose incluso de la cama.

—Hmp, no hagas escándalos dobe— Dice en un tono molesto el joven, quien se sentaba tranquilamente en la cama, dejando ver su torso desnudo.

— ¿C-cuando llegaste-ttebayo?— Pregunta poniéndose de pie, no podía evitar ponerse tenso con la presencia del joven vampiro.

—… Hace unas tres o cuatro horas—Dice mientras se levantaba de la cama y se dirigía hacia el baño —Vamos— Dice en un tono autoritario.

— ¿A dónde?—

—A bañarnos, tengo que arreglar unos asuntos y no tengo tiempo como para esperarte, así que nos bañaremos juntos— Dice con total tranquilidad entrando en el baño.

—A, esta bi-… ¡¿QUE?!— Grita con el rostro completamente rojo.

— ¡Deja de armar escándalo y date prisa!— Le grita Sasuke quien ya se estaba duchando.

—E-esta bien, yo p-puedo bañarme cuando vuelva de la florería-ttebayo— Dice negando con sus manos, su rostro se había vuelto un verdadero tomate.

—No seas sucio, además no iras hoy a la florería— Le dice al oído, lo había hecho otra vez y Sasuke estaba parado justo tras de él.

— ¡A! c-cuando… ¿Cómo que no iré hoy a la florería-ttebayo?— Pregunta alejándose un poco de el, pero al darse vuelta y ver al pelinegro completamente desnudo, le da la espalda rápidamente, con el rubor marcado en sus mejillas.

—Ya lo dije, tengo que arreglar unos asuntos y tú me acompañaras— Dice en tono serio, tomando de la muñeca a Naruto, prácticamente lo tiene que arrastrar hasta la ducha ya que este se resistía. Y sin haberle dado la oportunidad de que se quitara los bóxer y la camisa que traía puesta, lo empujo dentro de la ducha haciendo que se mojara por completo.
(continua en: http://blogs.cemzoo.com/megumi-chan/blog/u94349/116132-perdido-en-el-carmin-cap-3.html)

Minutos después ambos iban por la carretera en el auto de Sasuke. Sasuke iba manejando, mientras Naruto estaba recostado boca abajo en el asiento trasero, con su cara completamente roja por lo sucedido.

—N-no sabía que tenias auto-ttebayo—Dice bajando por completo el vidrio de la ventana.

—Claro que tengo, es necesario para viajes largos, además he tenido que usar la teletransportación bastante seguido por tu culpa y es un gasto inútil de energía— Dice en un tono un tanto molesto, mientras se adelantaba a tres autos que iban por delante, aumentando la velocidad.

—Si era un gasto inútil, simplemente debiste haberme dejado ir-ttebayo— Murmuro molesto, pero lo suficientemente fuerte para que escuchara.

—No tendría por que, eres de mi propiedad, ya te lo he dicho… apropósito, siéntate no quiero que ensucies el auto con tus zapatos —

— ¡Por tu culpa no puedo sentarme maldito pervertido-tteba!— Grita aumentando el rojo de sus mejillas.

—Hmp, ¿por mi culpa? Yo iba a irme y dejarte que te bañaras solo, si no me hubieras besado no te estarías quejando…además, parecías disfrutarlo— Dice prepotentemente.

—Cállate… Baka-ttebayo— Murmura molesto, hundiendo su colorado rostro en el asiento del auto.


Las citas del libro "El Principito" fueron sacadas textualmente.

Espero que les haya gustado el capi, y dejen sus comentarios, ideas, criticas, lo que sea, Bye bye!!