Perder un Padre [One-Shot]

Tema en 'Relatos' iniciado por Eri, 29 Septiembre 2011.

  1.  
    Eri

    Eri Usuario popular

    Tauro
    Miembro desde:
    24 Abril 2009
    Mensajes:
    620
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Perder un Padre [One-Shot]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1729
    Basado —lamentablemente para mí— En hechos de la vida real.
    Se lo dedico, principalmente a mi padre. Sé que nunca lo leerá, me siento mal por eso, me hubiera gustado que leyera una historia mía —nunca tubo la oportunidad de hacerlo— Y sé que hubiera estado "orgulloso" de mi si hubiera leído una de mis "grandes talentos" en la escritura. Gracias padre, por defenderme, sin ti, no estuviera en este lugar, estuviera ya físicamente en un ataúd y mi alma estuviera en el cielo.

    Ahora, éste es mi regalo para Cygnus, sé que no es una historia Pink ni nada por el estilo, pero él sabe que uno de mis grandes talentos es el drama y la tragedia. Debo admitir que esta es la historia más conmovedora que he hecho, definitivamente, la mejor que he hecho, a pesar de que su origen sea tan gris y triste. A Cygnus le gusta esta manera de escribir mía, por eso te dedico ésta historia. —Después te dedico una muy bonita—

    PD: Antes de empezar, aclaro que todo lo que ocurrió ese 18 de agosto a las 5 y 28 de la mañana está escrito aquí, no me salté ningún detalle —sólo la participación de mi hermana menor, que hizo casi lo mismo que yo y que no tuvo mucha relevancia, en mi opinión— Así que, sí, ésta fue la manera en que mi padre falleció y casi todo lo que hice en ese día.

    Perdón si los atrasé un poco, ya pueden dejar de leer mis estupideces y leer lo importante de esta discu.

    Perder un Padre.
    Palabras: 1243
    Género: Tragedia, Drama, suspenso.

    Estaba durmiendo cuando de repente escucho unos ruidos, eran mis padres, seguro estaban peleando. Trato de ignorar esas voces bulliciosas, hacían mucho ruido y me empezaban a quitar el sueño. Refunfuño, me doy vuelta en la cama, buscando una posición más cómoda, y una posición para que mis oídos se taparan un poquito más.

    Mis padres cada vez gritaban más fuerte, era raro; nunca, en mis veintidós años viviendo con ellos, nunca escuché que pelearan tan fuerte, ellos eran tal cual para cual, sí, era verdad que casi nunca se besaban y demás, pero ellos se entendían a la perfección, y si llegaban a pelear era por una ridiculez y no gritaban de esta manera.

    Y a los pocos segundos, escucho una tercera voz, era mi hermano ¿qué hacía mi hermano ahí? No era que no me gustara ayudar a mis progenitores, sólo que una escena de violencia entre los padres es algo que los hijos no deben presenciar, y desde luego que no quería presenciar eso.

    Entonces, ocurrió, escucho un sonido diferente a gritos, parecía un impacto… Sí, un impacto, un sonido hueco. Me levanto alarmada, no por ese ruido que resaltaba entre los gritos, si no por mi madre que empezó a llorar desesperadamente… ¿Mi padre le habrá golpeado? ¡No! Desde luego que era imposible, mi padre es incapaz de matar una insignificante mosca, nunca me había pegado, ni siquiera me gritaba, tampoco a mi madre, ni a mi hermano… A nadie.

    Salgo de mi habitación y veo a mi izquierda.

    La puerta principal de mi “hogar” se encontraba un poco abierta, pude diferencia un hueco en el medio de ésta. Me asusté, no por la puerta, si no por la imagen de mi padre tirado en el suelo y mi madre a su lado llorando, y no era precisamente eso que me asustaba, si no la sangre derramada alrededor de su cuerpo.

    Un escalofrío me recorre, me hecho hacia atrás. Trato de aguantar mis lágrimas… ¿¡Qué es lo que pasó!? Volteo y veo a mi hermano, estaba temblando, parecía un terremoto, y mi madre empezó a gritar.

    —¡Ve a la ambulancia, al hospital, a los bomberos! ¡A donde sea! —No sabía si hablaba a mí o a mi hermano menor, pero él se me adelantó: fue a su habitación y regresó con una camisa, para luego irse corriendo.

    Tía, tía, tía” Empezó a gritar mi madre esta vez, yo sólo me asustaba con cada segundo que pasaba.

    Me acerqué al cuerpo de mi padre.

    Sus ojos, color verde con amarillo y gris empezaba a temblar, estaba tratando de mantener sus ojos abiertos, eso me desesperó. Sus labios, al igual que sus ojos, empezaban a temblar y perdía el brillo.

    —¿¡Dónde está la herida!? —Grita mi madre, no sabía de qué hablaba… ¡No sabía siquiera lo que pasaba!

    Entonces, empiezo a rodear con mis ojos el cuerpo de mi padre. Su rostro, su abdomen, sus brazos, sus piernas, sus… ¡Caderas! Me acerco cada vez más a aquella parte del cuerpo de mi padre, su cadera.

    Y las lágrimas salen, mi corazón poco a poco se hace añicos. No sabía qué decir, tenía un nudo en la garganta, algo que evitaba que gritara o inclusive, que hablara; sólo pude señalar la cadera de mi padre.

    Era una bala, lo sentí cuando vi aquellos dos huecos esparcido por los lados de la cadera. De ahí provenía la herida, de ahí salía la sangre.

    Mi madre aún no veía la herida, me dijo que le ayudara a arrastrar a mi padre por el piso. Y así lo hice. Ella lo agarró de las manos y yo de los pies. No llegamos muy lejos, pues, mi padre estaba muy pesado y permanecía duro como una roca. Observé afuera, había alrededor de 10 hombres viendo el “espectáculo”, todos igual de impresionados y asustados como yo.

    Una ambulancia llegó, mi hermano sale disparado hacia nosotros, posándose junto a mí. Lo observo, tenía los ojos rojos y aún temblaba. A los pocos segundos un hombre —que venía detrás de mi hermano— observa fugazmente a mi padre, otro señor de la ambulancia corre hacia nosotros con una camilla en sus manos.

    La camilla la deja al lado del cuerpo de mi padre y trata de cargarlo junto a su compañero. Y de repente, un señor que estaba observando se une a nosotros, nos está ayudando, pensé, y creo que fue lo único lógico que llegué a recapacitar en esos minutos llenos de angustia.

    Se lo llevan a la ambulancia, y no me acuerdo bien quien fue el que preguntó que quién iba a ir con el herido. Mi madre —con lágrimas a los montones y temblando peor que un chihuahua recién bañado— se propuso, y se fue, aún estando en un pantalón de tela fina blanco y un camisón negro.

    Y se fueron, y yo me quedé ahí, llorando junto a mi hermano. Creo que nunca en mi vida había rezado como en ese día. Pasé dentro de mi casa por una orden de mi hermano, era increíble, yo era la mayor de todos y resulta que él era el que me mandó en esos momentos. Propuse, con voz fría, limpiar la sangre que se encontraba en el piso. Él aceptó dudoso, y luego se fue a su habitación, a cambiarse de ropa. Yo, al terminar de pasar paño hice lo mismo, me fui a cambiar. Entonces, mi hermano habló.

    —Mamá me mandó un mensaje diciendo que le arreglaras la ropa —Dijo, y obedecí.

    Busqué una bolsa de plástico, para después agarrar un blue jean y una camisa morada. También un sostén, un desodorante, un peine, un perfume y una coleta.

    Al terminar mi hermano me dijo que tía nos iba a llevar a la ciudad, yo asentí.

    A los segundos llegó un amigo de mi hermano, su mejor amigo, entonces, empezó a interrogar. Mi hermano no tuvo mucho que decir, no quería recordar nada en ese momento, entonces, supe por fin que había pasado, nos iban a robar y mi padre hizo fuerza contra el ladrón a través de la puerta para que no entrara, y a los segundos de una lucha tres contra uno, el ladrón disparó. Mi hermanó se rió nervioso y dijo:

    —Hubieran asaltado al Tuky, o a Chiquitín… esos sí tienen plata. —Yo sólo reí ante la ironía y sarcasmo de mi hermano, creo que fue la única sonrisa que emanó mi rostro ese día.

    Mi tía y mi tío, junto su carro rojo se pararon frente a mi casa; mi hermano, junto a su amigo y yo entramos al carro, mi hermano me dijo que me quedaría en casa de mi madrina y qué ella se iba con ellos. No chisté, obedecí.

    Cuando íbamos llegando a casa de mi madrina, mi mamá llamó, entonces, mi hermano empezó a llorar fuertemente, mucho más fuerte que cuando estaba en casa; entonces, el rostro de perro loco —el apodo del amigo de mi hermano— se puso rojo, escuché llantos de mi tía y unas maldiciones de mi tío. Yo cerré los ojos, no era necesario que mi hermano dijera eso, ya sabía lo que mi madre le había dicho… esa idea no quiso entrar en mi cabeza, no hasta que mi hermano, del otro lado del carro, me agarró la mano fuertemente. Y lloré, como nunca en mi vida.

    Perder un amigo duele, perder una mascota también… Pero ¿perder un padre?, la palabra “dolor” quedó corta, muy corta
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  2.  
    Cygnus

    Cygnus Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

    Libra
    Miembro desde:
    28 Abril 2011
    Mensajes:
    4,151
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Por dios, Eri, ¿qué te puedo decir? Tengo un nudo en la garganta y otro más grande en el estómago, casi me haces llorar con este escrito y es de verdad, tenía mucho miedo de seguir leyendo conforme lo hacía aunque el final ya lo conocía, pero la historia es realmente trágica, me conmovió sinceramente...
    Realmente, pobre de tu padre, pobrecito... y también ustedes, no merecían haber pasado esa tragedia tan fea, es un horror... Me imagino lo duro que debieron haber pasado, de verdad me siento muy triste por ti y por lo mal que te debiste haber sentido.
    De igual forma quiero felicitarte por tu valentía para transmitirnos tu vivencia, y tu confianza que pones en nosotros al relatarnos esa experiencia tan trágica y conmovedora, la verdad no tengo palabras y no sé qué decir. Quizá lo único que sirva decir es que acá tienes a muchos amigos que te queremos de verdad y que siempre vas a poder contar con nosotros, en la lejanía quizá, pero ahí estaremos para ti.
    Y bueno, otro de tus grandes drabbles, me gusta el drama pero éste, como fue basado en experiencia real de veras que casi me hace llorar, no puedo creer la triste situación por la que pasaste... qué feo eso!! x.x
    No faltas de ortografía (bueh, ni las busqué, estaba entrado en el relato), y buena estructura, todo muy bien pausado y explicado. Me quedo con un nudote en la garganta : ( Pero tu one shot es excelente.
    Nos vemos, un gran beso para ti, mi vida.

    Saludos.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    Valkyrie

    Valkyrie Iniciado

    Sagitario
    Miembro desde:
    6 Noviembre 2010
    Mensajes:
    10
    Pluma de
    Escritora
    Wooooooooooooooo... chica...!
    Comentaré primero como lectora:
    ¡Estuvo genial! tu narración es muy buena, solo ubieras alargado un poco mas las descripciones para que sea más Intensa. Encerio, no soy buena escribiendo DRAMAS pero Dios! eres buena. Mi corazón latio muy fuerte, como pocas veces lo hace con una historia, más aun si es algo real. Tengo un nudo en la garganta al igual que Cygnus. Tu Narracion fué muy penetrante.
    Ahora como Persona:
    ¡Que valiente que eres! yo no me creo lo suficientemente fuerte como para escribir una historia basada en algo tan... tan... horrible. ¡Eres una persona especial! y estoy segura que tu papito, desde arriba, debe estar muy orgulloso. Tengo solo 15 años, y GRACIAS a dios aun no sufro por no tener un padre. Pero créeme cuando escribo: Él siempre estará contigo, siempre recuerdalo como alguien especia, y él te protegerá por toda la eternidad... Como lo dije hace rato: ¡ERES MUY VALIENTE! mis respetos.
    Aunque no te conosco, esta frase siempre es buena... ¨Te quiero¨ ^_^ ¡¡¡Fighting!!!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  4.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

    Aries
    Miembro desde:
    15 Mayo 2011
    Mensajes:
    976
    Pluma de
    Escritor
    Me salto lo técnico, pasé por curiosidad y me enteré de lo que pasó, en verdad esos desgraciados merecen morir, al menos hubieran tenido la molestia de encarar un combate cuerpo a cuerpo y no la maldita pistola, como odio las armas de fuego, esas cosas no necesitan entrenamiento ni dedicación para matar a una persona. Tu padre tiene todos mis respetos, fue un hombre de honor por defender a su familia, seguramente está feliz en donde quiera que esté, porque pudo proteger a su amada familia hasta el final, eso en verdad es digno de reconocer y una gran bushido death, eres muy afortunada por tener un padre como él.

    Lo segundo, tienes todo mi respeto como persona, soportar un dolor así no es fácil. Perder a un padre es terrible, no entiendo tu dolor, afortunadamente no he pasado por lo mismo que tú y ciertamente no le deseo eso a nadie, ni siquiera a mis enemigos, sin embargo pude sentir el dolor y la desesperación que tuviste por medio de este escrito.

    Mi odio por las armas de fuego va por esto, muchas personas pierden a sus seres queridos todos los días y no pueden hacer nada para evitarlo, estúpida delincuencia, malditos ladrones...

    En verdad lo siento mucho, tienes mis condolencias y mi reconocimiento, no sólo como escritor, sino también como persona. Tienes que seguir viviendo feliz por él, la vida que estás viviendo ahora se la debes, no puedes desperdiciarla, se feliz, encuentra el amor y vive una vida larga, pues para eso ofreció tu padre la suya.

    Un gran abrazo de mi parte.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  5.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

    Libra
    Miembro desde:
    24 Septiembre 2006
    Mensajes:
    2,311
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Leí esto con atención y mi primera reacción fue gritar "¡¡A LA MIERDA!! Ò__Ó" (Bueno, de hecho grité una palabrota popular en Chile, pero el sentido es el mismo)

    ¡Ignoraba totalmente que se te había muerto tu padre! Joder, hubiese leído antes y podría haberte dado el pésame. No sé si será tarde para ello, pero... mis más sinceras condolencias.

    Pocas personas tienen la madurez de sobrellevar estas penas y además escribir una historia así. Técnicamente te ha quedado hermosa, pero más todavía en cuanto al sentimiento que le pusiste. El disparo fue mortífero... en la arteria femoral, nada menos. 5 minutos bastaban para que se fuera en sangre. Posiblemente habría quedado en estado vegetativo si es que no moría al poco rato de entrar en el hospital, o más bien en la ambulancia misma. ¡Qué injusta es la vida, por el amor de Dios! No seré capaz ahora de entender tu dolor, ya que como dijo George Asai, no he perdido a ninguno de mis progenitores, mucho menos de una forma así de horrorosa.

    Irónicamente, es verdad que las armas de fuego son para cobardes... ¿Pero qué hay de los policías, que usan esas mismas armas para defender a los ciudadanos? Lo mismo va para los militares, que usan armas aún más grandes (aunque al menos para ellas sí que se necesita entrenamiento para usarlas efectivamente y no sufrir un tiro por la culata, además de cuidar bien de ellas). Pues yo también me podría considerar una persona cobarde. Mi estrategia sería esconder una pistola junto a donde guardo el dinero, tomarla y esconderla cerca mío, entregar el dinero, esperar a que los delincuentes se volteen y... ¡Dispararles en la cabeza! Como dijo George Asai, MERECEN morir. También podría considerar el usar una espada, pero ya ni sé qué hacer... espero jamás verme en situaciones como esa :/

    Espero de todo corazón que tu nueva vida sea tan placentera como la que te arrebataron esos ladrones de mierda. ¡No pierdas la fe! ¡La vida sigue!

    Atte. Nathan
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso