Microrrelato Pequeño mundo contradictorio

Escrito para la actividad "Nosotros en el país de las Maravillas"
Drabble

Esto se sale de mi habitual humor y sin sentido, pero quise probar a ver con la idea que me surgió x)

Pequeño mundo contradictorio​

​

​

Mientras reposaba en mi lugar habitual, un alboroto llamó mi atención. A decir verdad no tenía nada de especial, ya imaginaba de que se trataba, pero estaba en mi deber contemplar lo que sucedía.​

Cuando mis ojos se posaron en el lugar que daba origen a ese ruido, un pequeño ejemplar de humano se hallaba cerca de la frontera. No era algo inusual, de hecho era normal que aparecieran, para así poder extraer la mayor cantidad posible de agonía.​

Lanzo un suspiro mientras dirijo mi mirada hacia arriba, allí me espera una enorme masa ennegrecida, lúgubre y sin luz, nada en comparación con ese “cielo” del que tanto hemos oído hablar.​

Mi atención vuelve a la zona de la frontera, mi compañero ya ha hecho acto de presencia. Sacando un bastón de su chistera, para reemplazar el que había entregado al joven humano, indica el camino que han de seguir.​

Un tono azulado seguía adornando la escena, mientras caminaban entre pequeñas casas de dicho color, de las cuáles emergían criaturas de blanco pelaje y puntiagudas orejas formadas por una única hoja verde cada una. Me pregunto en qué estaría pensando ese niño, ¿el bastón de caramelo en sus manos?, ¿Los diminutos seres que le seguían como en procesión?, ¿O tal vez en como la cabeza de su acompañante estaba compuesta por un calcetín y un botón a modo de nariz?​

Pero eso poco importa ahora mismo, una vez lleguen a la plaza central comenzará la función. Un payaso volador, un gracioso gato, un sombrerero loco o un elefante boxeador, en cuanto se levante el telón cualquier cosa puede hacer su aparición.​

El pequeño se entretiene sin saber la realidad, que sus lágrimas y tristeza junto a las de muchos otros formaron este lugar. Pero a pesar de eso una cara triste no es lo que queremos ver, aquí no hay nada que anhelemos más que la luz que una sonrisa puede brindar.​

Y así la campana suena indicando el inicio de mi actuación. Tras colocarme el monóculo con mi ala me dispongo a alzar el vuelo, dispuesto a llegar a tiempo para entrar en acción.​

Algunos definen este sitio como un “País de las Maravillas”, pero ni mucho menos, este sólo es; un pequeño mundo contradictorio.​