Pecado celestial

Pecado celestial
Prefacio


Los cuerpos caían como pájaros desde las altas torres, la lluvia se llevaba pasiva la sangre sin apuro, a través de las calles de esa pequeña ciudad.
No había ruido solo el golpe sordo de cuerpos cayendo cada tanto si apuros sin coro de llantos como se esperaría, a lo lejos en una iglesia de paredes blancas como la luna de esa noche, el monje Hugo miraba feliz la escena desde primera fila.
—Obedecieron— Dijo el haciendo que sus ojos azules brillaran como los de una serpiente, su cuerpo regordete parecía a punto de explotar a trabes su vestimenta. Las puertas detrás de él se abrieron de golpe mostrando a un hombre rubio que rondaba los cuarenta aun más feliz que Hugo una sonrisa perlada se mostro en la noche.
—Solo falta el— Dijo el hombre al momento que se apoyaba en los barandales que rodeaban la rampa para discapacitados. Su traje blanco parecía de gala como si todos aquellos cuerpos fueran una obra de arte que el deseaba ver.
A lo lejos entre los edificios se veían llamas, cada vez de acercaban mas junto a unos gritos ahogados de piedad.
Cada vez más cerca una multitud con ramas quemándose en lo alto llego arrastrando un cuerpo ya cubierto con sangre que empuñaba unos ojos morados, parecían arder de furia.
La multitud se detuvo unos metros antes de la iglesia el miedo se mostraba presente, Hugo sonrió, el hombre a su lado dio unos pasos adelantes.
—Ahora que sus propios hijos se suicidan sin razón ya saben quién es Gavion— La multitud agarro con fuerza las ramas y un hombre pelirrojo salió entre ellos desato el cuerpo ya medio muerto y tomándolo entre sus brazos con delicadeza usando una extraña fuerza ajena a su apariencia avejentada lo dejo en el inicio de la rampa.
Entonces el cuerpo se dejo ver, era un chico no más de 17 años trato inútilmente de arrodillarse, aquel hombre rubio se agacho sonriendo tomando su cabeza con dureza haciendo que más sangre saliera de un costado.
— Incluso así en unas horas estarás perfecto.
Hugo que observaba con cuidado a la multitud que aprecia esperar algo se acerco y levantando sus brazos se dio pie para hablar.
—Esto mis amigos no hubiera pasado si no hubieran tomado cariño con una abominación un ser oscuro de la noche que es capaz de matar a sus hijos ¡Ya lo hizo!
—¡Fuiste tú dijo en chico escupiendo sangre! ¡eres peor que yo! ¡porque eres humano y dañas a tu gente! ¡yo que soy un extraño los amo más que tú!
—¡Incluso se atreve a desafiarme!— Hugo de una patada tiro al muchacho devuelta al suelo— No es un demonio— Afirmo el monje levando de una mano al muchacho—Es un hijo de la muerte.
Lo tiro de nuevo al suelo y con un hacha que había estado reluciendo allí la levanto en alto.
Gavion solo miro el brillo de aquel objeto, todo se volvió oscuro después de eso.

Capitulo uno
Todo empieza con un dialogo

Como una linterna sin baterías sus ojos se abrían y cerraban la imagen del profesor era confusa y vacía solo veía sus labios moverse como una película muda.
Trato de sentarse de manera más cómoda apoyando su cabeza en su mano derecha llena de tatuajes de tinta que el mismo había hecho hace unos segundos, nada importo con tal de dormir mejor.
—Hugo fue arrestado y encerrado hasta su muerte en una celda de máxima seguridad…
—¿Qué paso con el otro hombre?— dijo el muchacho sorprendiendo a su profesor que lo había visto dormido toda la clase.
—Nunca lo encontraron la gente empezó a decir que tenia vida eterna y por eso nunca fue encontrado...
—¿Qué era ese chico?
Ninguno de los alumnos podía creer que su compañero hubiera escuchado aunque sea una parte de la historia, los ojos verdes del muchacho mostraban cansancio y repentino interés, el profesor lo estudio a través de sus anteojos.
—Una nueva raza, la mezcla perfecta entre un dios y un humano.
—Entonces fue ignorancia la que dómino a Hugo y aquel hombre.
El profesor asintió y en el momento que empezó a anotar datos en la pizarra el sueño volvió a dominar al chico.

—Sam… ¡Sam!— una rubia movía sin cesar a su amigo que estaba desparramado en el asiento ocultando su rostro entero con su gorro debido a la luz.
—Vete a la mierda…
La rubia se mordió el labio tratando de ocultar su risa, sus ojos azules volaron por la sala totalmente vacía.
—Creo que iré a cazar sola entonces…
No dijo anda más y camino haciendo que el sonido vacio de sus zapatos sonaras seguido del de la puerta, el chico saco su gorro de su rostro mostrando sus ojos verde esmeralda y una mata roja que formaba su pelo, y en menso de un segundo estaba al lado de su amiga caminando por el pasillo.
—¿Adónde iremos?— El tono ronco y fuerte de Sam la obligo a observarlo de arriba abajo le llevaba unos centímetros y noto como sus manos estaban hechas puños , la forma en que su boca estaba hecha una sonrisa casi de escultura, ojos más brillantes de lo normal.
—Al bosque.

No era común en el ir de cacería mucho menos en pleno invierno pero debía admitir que era la mejor época en medio de la nieve notaba las marcas de animales a donde quiera que fueran.
—Profesora Cobbs— La mujer se giro dejando de lado el paisaje que se ponía adelante de sus ojos negros.
—Llámame Sarah, Jacob...
—¡Creo que deberíamos irnos!— La mujer observo a su alumno que temblaba y tenía en su mano derecha el rifle y su mano izquierda oculta en su abrigo.
Las horas pasaron los animales se mostraron frente a ellos confiados un venado cayo atrapado en una bala de la mujer, el alumno no paraba de advertirle que se fueran ,Sarah solo reía ante el miedo.
—¡Solo son viejas historias J!— La chica palmeo la espalda del joven.
—¿Viejas historias?— Un muchacho se poso delante de ellos sus ojos verdes brillaban con gran fuerza.
—¡Sam!— Todos miraron a la rubia que hizo aparición— ¡Contrólate!
—¡Pero si nos estamos divirtiendo!

Sarah miro a ambos jóvenes que estaban enfrente de ellos por instinto se aferro a su arma.
—¿Quiénes son ustedes?
—Demasiado tarde para introducciones.
No pudo evitarlo la chica vio como Sam de un golpe asesinaba a ambos solo el tomo 3 segundos eliminar todo rastro de vida de ambos y de que alguna vez entraron al bosque. Se sentó en la nieve rendida. Una solo gota de sangre quedo en medio del lugar.

 

Capitulo dos: Complicación
El canal de Rui Verse famoso en la ciudad por ser el principal caudal por el cual obtenían agua, dos sombras en medio de la noche arrastraban dos bolsas largas de las cuales una mano salía pidiendo un último auxilio sabiendo que su recuerdo quedaría como una brisa de verano pasajera y mezclada con muchas otras.
— ¿No afectara el agua?—Sam miro a su compañera eterna en la pura noche sus ojos eran azules habían cambiado de tono casi brillaban, estaba seguro de que si no hubiera un farol del otro extremo del lago sus ojos servirían para la misma función que aquellos faroles.
—Deberías preocuparte de tus ojos no podrás ir al instituto mañana, no afectara el agua se purificara solo—Sam sin dejar de mirarla lanzo su víctima al rio sin piedad sin siquiera preguntarse quién era—Ángel…—Loa miro suplicante la chica solo cerró los ojos ante el mimo personal muy personal y que solo él podía llamarla así, tiro el cuerpo con cuidado incluso cerro sus ojos, Sam la miro desde atrás con cuidado y con reprobación desde el fondo de su mente. Ángel miro como el cuerpo se deslizaba y como hilos de sangre aparecían en el rio, como los hilos de la vida se iban ante sus ojos. Una culpa se le metió.
—Su rostro no se irá nunca de mi mente—Sam se poso detrás de ella con cuidado asegurándose que no notara su acción y en un susurro sepulcral dijo—Apaga las emociones hermanita solo así podrás vivir.
—Nosotros no vivimos Sammy— Luego de que ella dijera eso aun con las opas llenas de sangre manchando su perfecta ropa se fue, dejándolo solo como realmente debía estar cuando ese lado salía la luz.

En medio de las calles ella caminaba sin cesar solo dos casas y llego, lentamente movió la cerradura, el silencio total la abrumo debido a la excitación que provocaba la vida de otra persona en sus labios no necesito luz simplemente en la oscuridad sus ojos brillaron, tenía la vista de un día soleado total. Luego de cerrar la puerta subió las escaleras sin tropezarse una sola vez y termino en su cama.
Luego de unas horas sintió otro peso en la cama Sam lloraba contra su espalda pidiendo perdón.


No fue al instituto se quedo en la cama hasta que Sam se fue, luego de que ya no sintió su aura en un radio de 10 kilómetros saco su rostro pálido de la mullida almohada se sentó con cuidado sintiendo como se mareaba ante la sobredosis de vida que había adquirido, otra vez al verse cara a cara con su realidad unas lagrimas se posaron en sus ojos.
—Se hace difícil ¿no?
Miro hacia arriba ya que su vista había estado clavada en el suelo de madera, unos jos grises le sonrían con picardía y casi sensualidad, el chico se acerco un poco a su rostro mientras su mano se deslizaba por su cuello.
—¿Qué quieres?— dijo ella, el solo sonrió al tiempo que se acomodaba sus cabellos rubios hacia atrás y apretaba su cuello con una infinita fuerza, ella solo sintió una punzada de dolor.
—Si no te hubieras alimentado ayer estarías muerta ahora, solo recuerda que cuando quieras yo puedo matarte será un placer.
Ella lo tiro con un movimiento atravesando la pared morad que estaba llena de fotos de ella y sammy.
—Ahhh—Dijo el mirando una foto que había caído en su cara, en aquella imagen ella y sammy estaban ella con un vestido y Sammy de traje la foto estaba en blanco y negro los años habían hecho añicos—Que tiernos los hermanitos de oro.
—Cal cuidado—Dijo ella mientras se paraba cayendo al suelo al sentir tanta energía sin ningún lugar a donde ir.
—Caleb para ti—dijo riendo mientras se paraba del suelo—Al verte así agradezco ser un ángel y no un monstruo como tu un ser hibrido la mezcla perfecta de un dios y un humano, incluso en las escuelas incluso en el instituto donde finges ser una adolescente normal escuchas como les enseñan a odiarte o amarte… ¡Mary Mary! ¿Es que no aprendes? décadas llevas con la misma apariencia alimentándote la vida de otras y como te dije desde que llegaste a la mayoría de edad no es suficiente eres humana como diosa.
—¡Cállate!— dijo ella mientras se encerraba en el baño.


Grace Millers caminaba por los pasillos, miraba sin ver en su bolso tenia lo que esa noche seria tema en todos los periódicos diarios del lugar. Los alumnos iban y venían por los pasillos del instituto, ella lo buscaba lo buscaba por todas partes pero no parecía querer mostrarse como si hubiera sentido los problemas.

Rendida entro a la oficina del director, allí el micrófono estaba muy tentador, posos su cámara de video y lo puso al lado del micrófono.
Por 5 minutos enteros gritos de suplicas se sintieron, Sam miraba los parlantes desafiantes y con una sonrisa se aparto de la multitud que estaba estática en el lugar como si el mundo se hubiera detenido por aquella grabación que se hacía escuchar.
En dos segundos estaba al frente de Grace—Soy humano no tonto, solo tú puedes lograr esa calidad de grabación, elige un lado para que te mate.
Grace trago seco no tenía miedo estaba muerta desde el momento que acepto ir a cazar con Jacob y Sarah—¿Qué eres?
Sam sonrió esto sería lo más divertido para él, Ángel rebosaría de energía esa semana.

 

Capitulo 3 : León y ratón
Mary estaba mirando el espejo del baño sus ojos habían cambiado a un morado extraño demasiada energía recorría su cuerpo,Caleb sonreía contento el estruendo de una puerta puso a ambos en posición de ataque.
Sam sonreía feliz haciendo que ambos se asustaran y que sus ojos se pusieran diamantinos de excitación.
—¿Qué haces tú aquí?— Mary no miro a Sam que parecía ofendido ante la forma que Caleb abrazaba a la chica.
Caleb sonrió y se acerco al muchacho y con una forzada voz dijo—Grace lo sabe…
Sam se acongojo y se acerco a Mary—Ángel rebosaras de energía pronto que hasta tu corazón se hará mas fuerte.
—No la quiero.
—Pero te hará mas fuerte podría acabar con eso que tienes.
Mary miro su reflejo y luego la imagen e Sammy allí mirándola casi con lastima.
“Sera eso…toda una vida dedicada a él solo a él” Negó con la cabeza y se alejo del baño provocando que el chico la mirara confundida.vio la ventana abierta y sentía el aura de Sam y Caleb expectantes a lo que haría.
Sin pensarlo y es que eso hacia su mente volar y volver a tierra, salto por la ventana.

—¿Estas contento?—Caleb jugaba con las plumas que había sacado de la almohada, incluso tenían el olor a jazmín tan característico de Mary. Sam solo lo miro y en un momento dijo—Debo matar a la familia de Grace uno por uno.
Caleb lo miro de arriba abajo desde la mirada seria hasta los zapatos grandes y simples, una extraña felicidad le llego.
—Ella te odiara.
—Al menos podrá escapar contigo.


Grace corría por los pasillos de la biblioteca justo al final estaba el registro de los estudiantes del colegio estaba su vida desde que nacieron” el problema es que ellos no nacieron” pensó al último mientras sin mirar atrás había la oficina.
Sus pies se tropezaron entre sí haciendo que terminara apoyándose de la mesa, agradeció que estuviera algo consciente. Sus manos se toparon con un montón de cajas y reviso cada una de ellas .Hasta que una llamo su atención.
Mary Jones Sam Jones
los dos nombres en la misma carpeta…vacía Bueno casi vacía una hoja en blanco con un <<Vete al demonio>> escrito con un bolígrafo aparentemente rojo
Grace sintió su corazón pararse al sentir como la puerta se habría tomo su bolso después de dejar todo en su lugar, se arreglo su vestido y arreglo también su cabello rojo.
Había sido la mirada cándida de Grace lo que hizo que John la mirara más de la cuenta había algo que le atraía pero no sabía qué hacer.
—¡Eras tu!—Dijo ella suspirando algo feliz, el chico pelinegro simplemente se sintió ofendido pero lo lo oculto detrás de una sonrisa.
—Hace una hora deberías haberte ido—Dijo el de forma sensual que hizo estremecer a la chica.
—E-Estaba buscando algo ya me voy—El chico cuando sintió que pasaba a su lado la tomo del brazo.
—Se que te afecto lo de Jacob ¿Quieres ir a tomar algo?
La chica asintió y no negó el brazo que se deslizo por su cintura, ni mucho menso la malteada pero en todo momento pensaba en los ojos de Sam amenazadores que prometían hacerle mucho daño hasta que su cuello estuviera roto y tres metros bajo tierra o en el rio.

—El rio Rui verse o mejor conocido como canal Rui verse ah recibido alta cantidad de contaminación, los investigadores han encontrado cuerpos de personas desaparecidas desde hce mas de diez años...
Sam leía feliz mientras dejaba mas marcas de sangre por la pared, se giro levemente encontrándose con unos espantados ojos, rio más ampliamente y leyó la frase que había escrito agrego unos acentos que creía que iban en aquellas palabras y se giro de nuevo revisando que el aura del oficial macclennan no estuviera cerca.
La noche refulgía en su esplendor, las estrellas estaban siendo testigos del asesinato y Sam podía sentirlo, trataban de culparlo pero era inútil el sabía que su corazón ya estaba muerto, después de tanto sacrificio no necesitaba más culpa de ello solo le bastaba con la existencia de Mary.
Con un estruendoso grito tiro más sangre entre las paredes con la imagen de Mary diciéndole te amo como cada mañana, mas sangre, sus besos que no podía sentir, mas sangre, saber que por eso no podría darle hijos ,balas ,nunca sabría lo que era tener una familia ,uno ,dos, tres, nunca le daría felicidad, cuatro, cinco ,seis, mas sangre, el nunca la amaría.
Nunca le daría nada de eso pero le daría seguridad y energía tal vez algún día así podrían llegar a tener una familia.

Grace entro por la puerta delantera un silencio sepulcral se poso sobre ella allí en la inmaculada pared azul, una frase le saco la vida del cuerpo.
¿No esas asustada G?

 

Capítulo final parte uno
Sam manejaba a prisa las calles parecían simples reflejos en la noche sus manos tostadas estaban aferradas con fuerza al volante a tal punto que un poco mas y terminaría roto.
Sus ojos como el mismo fuego veían sin ver su mente dabas tantas vueltas que las luces de los faroles no eran importantes, el celular tirado en el suelo vibraba continuamente pero Sam no lo miraba solo pensaba y automáticamente iba en el auto su cuerpo recordaba perfectamente cómo debía mover el volante y apretar el acelerador para ir a casa.
No podía creerlo su mente estaba tan confusa ante tantos pensamientos que no podía vivir ya no respiraba su cerebro no hacia el mas mínimo intento por ser humano es mas su cabello se estaba volviendo tan blanco como la luna a tal punto que varias personas paraban su caminata nocturna por las calles para ver aquel haz de luz que se movía.



Grace estaba pálida su cuerpo se movió hacia atrás e inmediatamente choco con la pared lentamente se deslizo y quedo sentada en el suelo, su boca se habría y se cerraba como un pez fuera de agua unas lagrimas traicioneras cayeron por su rostro.
Toda su familia muerta y ella viva sola sin sentido, una de sus manos cayó al suelo y gateando se acerco al cuerpo inerte de su madre sin viva y con los ojos abierto señal de que no quería morir, entre lagrimas los cerro con lentitud. Sintió como si fuego hubiera sido puesto en lugar de sangre sentía arder su cuerpo y se acrecentó aun mas al ver las, marcas de sangre en la pared, grito desesperada perdida estaba sola allí y Sam vendría por ella.
Respondió automáticamente a las preguntas de la policía borro las marcas de sangre de la pared antes de llamarla.
“ yo me encargare de todo” pensó al momento que salió de su casa con un bolso luego e haber fingido una llamada a un hotel frente a un policía.


Mary miraba perdida el canal Rui verse, sus ojos iban y venían brillantes en el amanecer estaba colgada de un árbol y su mente volaba como una paloma.
<<¡No pasara nada tira los cuerpos!>> una furia externa la rodeo al recordar las palabras de Sam cerró los ojos con fuerza negando lo que a su mente venia.
“toda una población sin agua por…” cerró los ojos con más fuerza y puso sus manos contra sus oídos tratando de que su cerebro explotara de una vez así pudiera dejar de pensar.
Grito con fuerzas al recordar todos los cuerpos muertos que lanzo allí como ocultaba su maldad y provocaba más daño.
—La culpa es mala compañera—Sus ojos ahora rojos por la furia se encontraron con Caleb quien sonría más que feliz.
—Mátame.
Caleb abrió los ojos con fuerza al tiempo que saltaba del tronco del que Mary había estado colgada.
—Mary…
—Siempre quisiste llevarte mi malformada alma tu sabes lo que soy caleb cuanto podrás ganar de parte de el si me llevaras podrías recuperar tus alas.
Caleb sintió sus manos cosquillear pero su ultimo pedazo de ángel actuó— ¿Estas lista?

Grace miraba curiosa la iglesia, la única en la ciudad que era católica con pasos apresurados corrió mirando atrás como si Sam estuviera a dos pasos atrás suyo. Antes de que mirara al frente de nuevo choco contra algo blanco.
—¿En qué puedo ayudarte?—Desde el suelo lo vio unos ojos azules brillantes una melena rubia que llegaba hasta la cintura, la piel tostada debido al sol constante del pueblo.
—Demonios…son demonios.

 

Capítulo final
3 hombres y 3 mujeres aun en piyamas miraban con curiosidad la iglesia, un llamado había despertado a cada uno de ellos ¿Qué podía ser tan importante?
— ¡¿Reunión de último momento?!— todos rodaron los ojos ante la actitud del pelirrojo. Sarah tratando de borrar las continuas quejas del pelirrojo.
—A todos nos llamaron Scott—El pelirrojo frunció el seño y junto a Sarah toco las enormes puertas de la iglesia.
La iglesia estaba oscura llena de velas e incluso había maderas tapando las ventanas, todos los bancos tirados hacia los lados y había ríos de agua vendita, todos buscaban explicaciones en algún lugar hasta que una mata rubia hizo aparición en la oscuridad.
—Llegaron.
Tenía ojeras y líneas rojas de un lado a otro de sus ojos, la sonrisa divertida y confiable en él se había ido completamente su piel se veía mas pálida y demacrada como si un gran secreto se hubiera revelado ante él.
Detrás de el una joven los veía impresionada iba a decir algo pero el padre la detuvo inmediatamente y se acerco a las personas.
—¿Por qué nos llamo a semejante horas?—Dijo Scott mirando calculadoramente al hombre, algo él decía que iba a decepcionarse.
—Un mal acecha nuestra ciudad y solo nosotros podemos actuar.
—¿Un mal?—Sarah miraba al padre, inmediatamente la idea de que la locura había dominado a ese hombre la acecho.

—¡Hay demonios en la ciudad!—Grito Grace haciendo que Mike un chico castaño con profundos y picaros ojos riera, empezando a mover sus manso negando.
—Padre—Puso su mano en la espalda del padre obligándolo a caminar— ¿Va a creerle a una muchacha con las hormonas alborotadas?
—¡Todas los sucesos que han sucedido en la ciudad apuntan a eso!¡llevo más de 30 años viviendo aquí Mike!¡Esos chicos nunca me cayeron bien siempre sentí algo malo en ellos!
—¡No puede juzgarlos así!—Dijo Sarah de repente pero Finn que miraba la escena murmuro algo.
—Yo le creo, mi hijo hizo un trabajo con ellos a las dos semanas murió.
Todos miraron a la chica de repente una extraña aura de compasión y deseos de decir algo que no podían los invadió—Eso no es suficiente—Dijo Gabriela soltando aquello que había quedado guardado en las gargantas de todos.
—Pero si para sospechar—Dijo Finn moviendo su melena rubia de un lado a otro y sentándose en una silla que antes había estado tirada y poniendo sus manos arriba de su falda, su vista voló a un cuadro que había allí, la imagen tan perdida de la mujer hizo que Gabriela sintiera culpa.
—¿Me ayudaran?—Dijo el padre todos se miraron entre sí.
—¿Qué haremos? ¿Exorcizarlos?—Al no recibir respuesta Scott tuvo miedo—¡Están locos!
Scott corrió apresuradamente por las calles no había recibido nombres pero sabía de quienes hablaban Sam mayers o como fuera su apellido, recordaba perfectamente el día que llegaron una camioneta llena de muebles, una chica que se veía tan frágil a su lado, parecía que iba a romperse en cualquier momento que solo su mirad ale causaría un infarto. Horas pasaron y ya toda la ciudad sabía su historia, ambos huérfanos sin padre ni madre nadie que los cuidara, Sam al ser mayor de edad tenia la tutela de ella aunque debido a la falta de orden en su vida debía dos años de escuela secundaria, pero aun así se veía que su relación era más que hermanos, el lo había notado, cuando los visito con una tarta de manzana de su hermana ellos dos habían sido los únicos que trataron de agradarles aunque no hubieran tenido resultado. Sam la miraba de una forma tan posesiva como si cada movimiento que ella no realizara a su lado fuer malo .Mary o ángel como Sam solía llamarla tenía cáncer, uno no muy escandaloso no provocaba estragos graves en su apariencia salvo un rostro de cansancio eterno.
Luego de se día en que les dio la tarta Scott no supo mas de ellos solo que no eran recibidos de buena manera. Las manos del pelirrojo viajaron al volante de su auto automáticamente, recordaba bien la dirección de la casa de Sam, el auto iba a velocidad bastante pasada del límite, pero no le importaba 6 locos iban a matarlos por realizar un exorcismo no necesario.
Paro de golpe al frente de su casa bajo corriendo y toco la puerta con fuerza, debía salvarlos y meter a los locos esos en un manicomio.
Sam dormía pacíficamente, en realidad no dormía había perdido esa habilidad con el pasar de los años, la mujer a su lado murmuraba entre sueños su nombre mientras se abrazaba a él, sonrió ante el sonido de la puerta se paro con cuidado dejando a Mary dormida aun sola.
Bajo las escaleras de un estruendoso salto que puso a Scott en duda, abrió la puerta lentamente agradecido de que nunca se saco la ropa.
Al abrirse encontró la imagen de un pecoso pelirrojo de claros ojos azules un poco más bajo que el, apestaba su alma picara e impulsiva que se veía claramente en su piyama llena de dibujos de patitos.
—Scott—Susurro al recordar el extraño olor de aquella alma siempre había deseado robársela pero el hecho de que Scott fuera el único que trato de hacerse amigo suyo por respeto no lo hizo cosa que sorprendió a Mary y a sí mismo.
—¡Estas en problemas! ¡Vienen a por ti—Sam abrió los ojos que se volvieron rojos de repente, vio con profundidad los ojos del muchacho que de repente perdió sus pupilas.
—Dime todo lo que sabes.
—Vienen a por ti piensan que son demonios.
Sam sonrió.
“Tal como hace 100 años”
—¿Qué crees que harán?
—Los mataran, actúan así.
Sam vio los ojos sin pupilas del chico un extraño impulso lo domino, puso su mano arriba del hombro del chico y con su voz más firme dijo.
—Ve a casa olvida todo lo que viste y hiciste en aquella iglesia y aquí.
Scott dio media vuelta y caminando se subió al auto, Sam sonrió y cerró la puerta, lentamente subió las escaleras y vio el cuerpo de Mary durmiendo.
—Lo siento tanto Ángel.
Abrió la gaveta que estaba al lado de la cama.
Un brillo plateado quedo mostrando en lo alto su belleza en medio de la noche e impacto en el pecho de la chica cuyos ojos se abrieron de golpe y al ver su agresor sonrió por última vez antes de cerrar sus ojos.


—Si cierran sus ojos significa que deseaban morir.
—¿Qué tiene que ver eso Finn con lo que vamos hacer?
—¡Lo digo porque sé que tú no quieres ir!
Gabriela solo miro el piso, la casa blanca les robo la vista por completo grandes ventanas negras y cortinas blancas todos se bajaron del auto y corriendo tocaron la puerta.
Sam los miro con una sonrisa y simplemente les dio paso.
—Se porque están aquí.
Todos los miraron y sintieron pánico al ver al muchacho cerrar la puerta.
—Grace que encantador grupo conseguiste.
La nombrada se ocultó tras Mike que ya había preparado la pistola que tenia en la mano. Sam sonrió de nuevo y se sentó en la escalera.
—Realmente no saben lo que soy…
—¡¿Qué eres?! Mataste a mi hijo estoy segura.
—¿Chandler? si lo mate.
Finn lanzo unas lágrimas y apunto con la pistola la cabeza del joven que solo la miro a los ojos.
—Maldito bastardo del demonio.
—¿Qué pasa si soy como el chico que mato Hugo Grace?
—¿Cómo podrías ser tu un semi dios?
—Oh vamos ¿Yo un semi Dios? Yo soy un dios.
El padre tomo acción ante la blasfemia del chico—¿Cómo osas a ponerte al nivel de nuestro creador?
Otra pistola se puso al frente de su cabeza—Acabo de matar a Mary por lo que ustedes harán puedo ver el futuro y el mi esta en el rio Rui verse donde encontraron a nuestras victimas donde debería haber terminado tus padres Grace agradece que tengo piedad.
La chica no lo miro, solo observo como Mike levantaba su pistola—¿Mataste a mi amigo Jacob?—Grace levanto la vista al rostro de Mike que tenia lagrimas en los ojos.
—Los seres como yo nos alimentamos de almas, la sangre es como la salsa de unos fideos.
—¿Qué esta pasando aquí?
Todos miraron a Caleb que llevaba un frasco blanco en la mano.
—¿Esa es Mary?
—Increíble ¿no? ni yo pensaba que su alma brillaría tanto estoy esperando que te maten los llevare juntos, hace una semana que vengo esperando y soportando los instintos suicidas de Mary.
—No puede ser —Susurro el padre.
Mike negó con la cabeza y apretó el gatillo.
Sam solo vio algo brillante impactar sus ojos.

Caleb reviso las armas antes de borrarles la memoria no podía dejarlos ir así nomas, además de que pudo robar un poco del alma de aquel muchacho llamado Mike.
La casa quedo totalmente vacía al cabo de unas horas, cerro al puerta por primera vez luego de haber dejado el cuerpo de Sam junto al de Mary, la botellita ahora brillaba y se oscurecía cada tanto, al fin podría pagar aquel café con la alma de ambos.