Patinaje para dos |Gaamatsu|

Bueno, pues de nuevo me he descubierto haciendo un fic Gaamatsu xD yo nunca he leído uno que se parezca a este, igual puede que si exista claro, pero espero sea muy original el mío ^^
Espero les guste y comenten, se los pide humildemente esta escritora U.U
xD Sin más pueden leer.
Capítulo 1: Patinaje
POV. MATSURI
—Matsuri-san ¿oíste lo del chico nuevo?—me preguntó mi amiga Mikoto emocionada
— ¿Chico nuevo?—le pregunté, ya que no sabía nada sobre el nuevo
— ¡No puede ser que no hayas oído sobre él! Es un chico guapísimo, cabellos rojos como el juego y unos ojos aquamarina penetrantes como no tienes idea ¡Ahh…! Vives en otro mundo…—respondió Mikoto
—Jeje supongo que sí…Bueno, debo irme, hasta mañana—le dije al tiempo en que me levantaba de mi asiento y movía mi mano en forma de despedida.
Empecé mi camino de vuelta a casa. Yo era una chica cualquiera que hace pocos días había empezado el curso de tercero de preparatoria. Era baja de estatura para mis diecisiete años, tenía un cabello castaño que me llegaba justo a los hombros y unos grandes ojos negros. Actualmente iba a unas de las preparatorias más caras de la cuidad, sin embargo mi familia no era para nada adinerada, más bien éramos de término medio, mis padres hacían un enorme esfuerzo para que pudiera pagar la preparatoria.
— ¡Matsuri-chan!—escuché que me llamaban, así que inmediatamente giré mi cuerpo para ver de quien se trataba, y descubrí que eran dos chicos, sus nombres eran Hoshiri y Keitsumo
—Hoshiro, Keitsumo ¿pasa algo?—les pregunté con una sonrisa en mi rostro
—N-no nada…Es solo que… ¿No te gustaría acompañarnos a comer algo?—me propuso amablemente Hoshiri
—Lo siento, debo llegar al trabajo pronto, tal vez otro día. Hasta luego—me disculpé y seguí con mi trayecto
En cuanto salí de la escuela, noté que empezaba a nevar. En el lugar donde yo vivía la mayoría del tiempo había nieve, por lo que siempre hacía frío.
Cuando iba bajando las escaleras, resbalé, a pesar de ya estar bastante acostumbrada, cerré los ojos esperando el impacto, uno que nuca se produjo. En vez de eso, sentí como unos brazos rodeaban mi cintura por detrás. Volteé inmediatamente avergonzada por mi torpeza, y me encontré con unos ojos aquamarina, unos ojos verdaderamente bellos.
—Gracias, fue muy torpe de mi parte—me disculpé, haciendo una pequeña reverencia
—Hmp, solo ten más cuidado—me dijo secamente
—L-lo tendré…Perdona mi incumbencia pero… ¿Acaso tu eres el chico nuevo?—le pregunté avergonzada, ya que él era tal y como lo había descrito mi amiga
—Ah…—suspiró—Supongo—añadió, pero se quedó mirándome fijamente, como si estuviera esperando algo de mí
— ¿Qué pa-pasa?—tartamudeé sonrojada, gracias a esa poderosa mirada suya
—Nada, es solo que las chicas que me han visto…Olvídalo—me empezó a decir, pero a la mitad de la frase el mismo se calló, lo entendía, yo no era nadie como para que el me contara algo
—Eh si… ¡Dios! Ya se me hizo tarde ¡Nos vemos!—le dije, echando a correr como si mi vida dependiera de ello. Ya iba retrasada para mí trabajo. Yo trabajaba de tres y media a siete de la noche como mesera en una café.
Llegué a mi trabajo con diez minutos de retraso, esta era la tercera vez en el mes, mi jefe me dijo que no podía aceptar una más, así que prometí que reincidiría en llegar tarde.
El café siempre estaba lleno, siempre venían muchos chicos de mi escuela, todos eran muy simpáticos conmigo, aunque de vez en cuando venía una que otra chica a burlarse de mí o algo parecido, pero nunca le he tomado importancia.
Cuando salí del trabajo, me fui caminando a mi casa, ya estaba bastante obscuro, así que siempre uno que otro cliente se ofrecía a acompañarme, aunque a decir verdad, yo casi siempre me negaba. A pesar de no ser bonita, o muy rica, me sentía dichosa, tenía muchos amigos que quería y unos padres que amaba, y me sentía aún más feliz al saber que ese sentimiento era recíproco.
Cuando llegué a mi casa, mis padres aún no llegaban, así que preparé la cena, comí y me fui a dormir, ese día tuve un sueño bastante raro.
Estaba en un lago, uno congelado. Todo era blanco, estaba nevando. Decidí acercarme más al lago y empezar a patinar, ya que traía puestos unos patines blancos. Estuve un tiempo así, disfrutando lo que más me gusta hacer, patinar…Cuando de pronto, divise a lo lejos una persona, más bien un niño, era pequeño y tenía un cabello singular, era de un color ardiente como fuego, cuando me fui acercando, descubrí que ese pequeño niño estaba llorando, busqué a su madre a su padre, pero no había nadie, solo el niño y yo. Traté de acercarme más, para ver si podía ayudarlo en algo, pero mientras más me acercaba el niño más se alejaba…
Ahí fue cuando me desperté.

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Hoy era un nuevo día, estaba emocionada, hoy nos tocaba clase de patinaje en mi escuela. No sé porque solo teníamos una vez a la semana. Para mí, patinar era una de las cosas más maravillosas que podían existir. Había empezado a practicar desde que tenía cinco años, se debía generalmente a mi madre, ya que ella siempre había amado el patinaje, incluso tuvo unas cuantas medallas, hasta que en un concurso, tuvo un accidente, que impidió que siguiera su sueño, ahora solo trabajaba como secretaria en una empresa.
Bajé a desayunar, saludé a mis padres con un cálido beso en la mejilla, desayuné, volví a mi habitación para cambiarme con el uniforme, que consistía en una falda corta negra entablada, una blusa de manga larga blanca y una suéter holgado café arenoso.
En cuanto terminé de arreglarme, bajé y me despedí de mis padres, y salí de mi casa caminando tranquilamente. Fui pensando sobre ese extraño sueño, sobre ese pobre niño ¿Por qué lloraría? Jamás había soñado con algo así, en fin, supongo que solo fue un sueño.
Cuando llegué a la escuela todavía era algo temprano, apenas estaban llegando mis compañeros, por lo que fui y dejé mis cosas a mi salón y fui a dar un vuelta. Fue sorprendente, que hasta inconscientemente llegara a la pista de hielo.
FIN POV. MATSURI
POV. AUTOR
— ¡Matsuri-san, Matsuri-san!—se escuchó que la llamaba una compañera, que venía acompañada de un gran grupo de chicas alborotadas
— ¿Eh? ¿Sucedió algo?—le contestó amablemente Matsuri, en medio de todo ese bullicio
— ¡¿Has visto a Gaara?!—me preguntó exaltada otra de mis compañeras
— ¿Eh? ¿Quién es Ga…?—preguntó Matsuri pero fue interrumpido por el grito desesperado de una chica de las del grupo
—¡¡Lo vi, lo vi!! Se fue hacia allá—grito fuertemente una chica, señalando la salida del salón donde se encontraba la pista
—Jaja, que chicas…—se rió para sí misma una vez que estaba sola.
Después de eso, estuvo dando vueltas, solo para perder tiempo para que empezaran las clases, hasta que empezó a escuchar que muchos gritos se acercaban, Matsuri decidió meterse en la bodega, donde se encontraban los patines de todos los estudiantes, pero al momento de abrir la puerta, alguien salió de ahí, asustándola. Y en un parpadeo ella estaba contra la pared, con e chico pelirojo apretujándola y tapándole la boca con una mano.
—Shh…—murmuró el chico, y Matsuri no le quedó de otra más que obedecer
Ambos se quedaron en esa misma posición, hasta que los ruidosos gritos de las chicas se dejaron de percibir.
—Ah…Siempre es lo mismo—murmuró enojado aquel pelirojo chico
—E-eh ¿Tu nombre es Gaara-san cierto?—le preguntó tímidamente Matsuri, ya que el aspecto de aquel extraño chico daba algo de desconfianza
—Gaara, a secas—le dijo con recelo
—Ah… Mi nombre es Matsuri, también solo Matsuri—le explicó ella, tomando algo de confianza para hablar sin tartamudear
—Hmp
—Emm…Yo…Tal vez pueda ayudarte a salir sin ser visto—se ofreció Matsuri amablemente, ya que ella, de alguna manera comprendía lo que le sucedía, ya que unos años atrás, los chicos también habían llegado a acosarla
—Tsk ¿por dónde?—le preguntó secamente
—Bu-bueno, si sales por la puerta de allá—le dijo señalando una puerta que se encontraba en un extremo del salón—irás al patio trasero, solo tienes que rodear el edificio y ya podrás entrar…O no entrar
—Pienso perder las primeras clases—le dijo, para después echar a caminar en dirección a la puerta que anteriormente le había señalado Matsuri
—Pe-pero… ¡Toca clases de patinaje!—le gritó sacando un valor que ni siquiera sabía que tenía, ya que no se imaginaba a una persona en el mundo que no quisiera tomar clases de patinaje
— ¿Y?—le dijo, sin siquiera voltear a verla o detenerse siquiera
—Q-que…No, nada…—le respondió mientras bajaba la cabeza en señal de vergüenza
—Hmp…—fue lo único que respondió, pero después de varios segundos, detenerse—Gracias

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La primera clase estaba por comenzar, y era la favorita de Matsuri, patinaje sobre hielo. Todos los chicos de su clase se fueron a formar para recibir sus respectivos patines, Matsuri tenía unos blancos, viejos y muy gastados, pero a ella le gustaban mucho, sin importar la crítica de los demás.
Matsuri, sin darse cuenta, empezó a buscar inconscientemente a Gaara, por lo que el tiempo pasó lgo rápido a ella, cosa que no le agradó del todo. Ya estaba a punto de acabar la clase, hasta que el profesor dio el aviso de que alguien podía pasar a enseñar lo que sabía, y todos propusieron que pasara Matsuri, que definitivamente, todos la consideraban como la mejor de la clase.
Matsuri empezó con secuencias de pasos, de ahí hizo piruetas, saltos, giros y acrobacias bastantes complicadas, y terminó con una variación de ángel, sujetándose pierna y patín con una mano.
Todos, a pesar de ya estar algo acostumbrados, siempre veían como patinaba Matsuri con gran interés, incluso unos penetrantes ojos aquamarina la miraban sorprendidos, cosa extraña en el poseedor de aquellos ojos, Gaara.

¿Cómo estuvo el primer capítulo? ¿Es original?
¿Creen que Gaara es un rebelde total?
¿Ustedes acosarían igual a Gaara?
¿Creen que apartir de ahora, Gaara y Matsuri, empiecen una sincera amistad?
¡Gracias! No spameen!! xD

Atte: Michelle

 

Hola! Pues emocionada ya que aquí traigo el segundo capi de esta historia que acaba de comenzar!! No es mucho, pero bueeeh…Espero les guste! Les agradesco tantos sus comentarios, siempre me animan!!
Siento no haberles comentado antes, pero es una historia de AMOR LENTOOO (demasiado :S)…Así que no esperen que al quinto o cuarto capi ya anden de novios con besos y todo ehh!!
Sin más, pueden leer
Capítulo 2: Secreto

Maravilloso. Era lo único que se podía decir al ver a Matsuri patinar, sin duda había heredado ese don tan increíble de su madre. Ella poseía una gracia y un porte de una verdadera profesional. Sin embargo ella no tenía ningún interés en participar en algún concurso, a pesar de que tenía altas posibilidades de ganar varios premios o medallas.
Ya habían transcurrido casi una semana, y Matsuri y Gaara no se había topado en lo absoluto. Esos días habían sido como siempre, Matsuri rodeada siempre de personas, ella era de verdad alguien muy admirada en esa escuela, gracias a que era una persona agradable, muy carismática y con una sonrisa que parecía un rayo de luz. Casi nunca estaba sola, siempre había gente rodeándola. Pero, a pesar de eso, ella no tenía ningún amigo verdadero ya que ella solo ayudaba y escuchaba los problemas de los demás, mas ella nunca dejaba de ser ayudada, no existía nadie en su escuela, que la conociera de verdad.
—Matsuri ¿entonces vienes?—le preguntó Miyuri, ya que minutos antes le había propuesto ir a una fiesta
—No, lo siento mucho, tengo que…—empezó a negarse Matsuri con el mismo pretexto de siempre: su trabajo
—Si si, tu trabajo, ya lo sabemos pero es que ¡nunca vas a una fiesta!—le dijo Miyuri enojada
—Yo…De acuerdo…Iré para la próxima—le dijo Matsuri a su amiga regalándole una bella sonrisa en un intento de tranquilizarla
—Hay Matsu…—suspiró—De acuerdo, entonces no veremos mañana ¡Sayonara!
—Hasta luego…—le dijo para posteriormente, partir a su trabajo
Matsuri llegó temprano a su trabajo. En cuanto llegó se puso el mandil naranja que era como el uniforme del café. Esta vez no había mucha gente, ya que ya empezaba a hacer un frío aún mayor sin mencionar que ya estaba nevando.
— ¡Matsuri! Hoy cerraremos temprano, ve a checar si no viene nadie ¡por favor!—le ordenó amablemente su jefa, que se encontraba pagándoles a las compañeras de trabajo de Matsuri
—¡Por supuesto!—le respondió Matsuri, acatando las ordenes que recién le habían dado
Matsuri fue hacia la puerta principal, y salió por unos momentos, para ver si alguien venía, pero no, nada. Ella entró y justo cuando empezaba a cerrar con llave, alguien cocó la puerta.
—¡Oh! Perdóneme, no vi que…—se disculpó Matsuri, ya que prácticamente, le había cerrado la puerta en las narices, pero se quedó callada, al darse cuenta de a quien se lo había hecho—Ga-Gaara…

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—Aquí tiene—le dijo Matsuri, que acaba de llevarle un café caliente a Gaara
—Gracias
—N-no hay de que…
— ¿Trabajas aquí?—le preguntó Gaara desinteresado
— ¿Eh? Emm…Si, es que así puedo ayudarle a mis padres a…—empezó a contarle Matsuri, pero Gaara la interrumpió groseramente
—No tienes porque explicarme nada—le dijo Gaara con voz monótona
—Ah…Si…—suspiró—Deseas…Digo, ¿desea algo más señor?
—No, gracias…—le dijo, al tiempo en que le entregaba la tasa vacía, donde anteriormente había estado la bebida—Mañana…
—¿Eh?
—¿mañana tocan clases de patinaje?
—¡S-si!
—Hmp, aquí tienes—le dijo Gaara, al tiempo en que se levantaba de su asiento, le entregaba el dinero y se marchaba
—¡Dios! ¿Quién es?—le preguntó la única compañera de trabajo que aún se encontraba en el establecimiento, Akane
—Un…Compañero, es nuevo
—¿Compañero? Y… ¿tiene novia?—le preguntó Akane con malicia
—N-no lo creo, pero…Tampoco creo que quiera una en estos momentos
—¿Por qué lo dices? O no será que… ¡Estés celosa! Y no quieres que me acerque a él…—le acusó Akane con picardía
—¡Pe-pero que cosas dices! Y-yo no tendría porque…—le explicó Matsuri a su fiel compañera, tan roja, que hasta el más jugoso jitomate le tendría envidia a su cara.
Y en realidad, Matsuri decía nada más que la pura verdad, no tenía ningún sentimiento de celos o algo parecido
—Mmm...De acuerdo te creeré ¿crees poder hablarle de mí?—
—N-no lo sé, es que en realidad…Yo apenas y hablo con el…
— ¿Lo dices en serio? Pero si tú te llevas con todos en tu escuela ¡Nunca pensé vivir para este día! La popular Matsuri no le habla a un chico de su escuela—le dijo, al tiempo en que soltaba una risotada muy propia de ella
—Es que…No lo sé, no es que me caiga mal, es solo que…—se empezó a excusar Matsuri
—Pobre Gaara, debo consolarlo, que una chica no te hable sin motivo aparente, cuando recién entras a una escuela, debe ser doloroso…—dramatizó Akane que había interrumpido las excusas de Matsuri. Akane no paraba de reír, tanto así que tremendas lagrimones que le salían por tanto reír
—Ti-tienes razón, eso ha sido muy g-grosero de mi parte, mañana trataré de hablarle y darle una disculpa por mi actitud tan desconsiderada—le dijo Matsuri decidida, mientras veía un punto inexistente en la pared, ella se había tomado enserio la pequeña broma de Akane

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El día siguiente, Matsuri volvió a levantarse un poco más temprano de lo normal, ya que ese día, tocaban clases de patinaje, y no podía evitar madrugar de la emoción.
Ella se duchó, y se vistió con el uniforme de su escuela, posteriormente bajó a ingerir el desayuno de ese día, que consistía esta vez en huevo con jamón, un vaso de leche y un jugo.
Después se encamino a su colegio, los autos apenas empezaban a transitar, y las amas de casa apenas salían a comprar lo que necesitarían en el día. Minutos después, Matsuri llegó a la entrada principal de su escuela muy contenta. Entró e inmediatamente se dirigió a su salón, a dejar sus cosas, pero un grupo muy animado de chicas que ya se encontraba allí estaba causando alboroto.
—¡Buenos días chicas!—saludó Matsuri, al tiempo en que hacía un pequeña reverencia y segundos después un movimiento con su mano en forma de saludo
—iMatsu!—saludaron todas a coro
—¿Qué crees?—le preguntó Mikoto que se había separado un poco del grupo para alcanzar a Matsuri
—¿Qué pasó?
—¡¡Van a pasar a Gaara-sama a este salón!! Es un sueño hecho realidad…—le respondió Mikoto, que ahora se encontraba perdida en sus fantasías
—¿E-enserio? ¿Por qué?—preguntó Matsuri sorprendida por lo que le acababa de comentar su amiga
—Según escuchamos, el tuvo algunos problemas de conducta y conflictos con los compañeros, así que se decidió que lo cambiarían de saló ¡Y le tocó en el de nosotras!—le explicó Mikoto con una alegría contagiosa, en verdad estaban felices porque su amado Gaara estuviera en el mismo salón que ellas
—Y-ya veo…Espero que a Gaara le vaya mejor aquí—deseó Matsuri con una sincera sonrisa
—¡Sí! Espera… ¿Cómo lo llamaste?—preguntó Mikoto casi gritando
—G-Gaara ¿pasa algo?
—Es que… Tú casi nunca llamas a alguien por su nombre, siempre agregas el san o el sama—le explicó otra chica del grupito
—Jejeje creo que tienen razón, pero es que el otro día Gaara me dijo que le llamara así…
—¡¿Qué?! ¿Has hablado con Gaara-sama?—preguntó Mikoto, al tiempo en que se iba a una esquina con las demás chicas, se colocaba en posición fetal, y de sus cuerpos emanaba un aura extraño y escalofriante
—¡Pe-pero no es lo que piensan! Solo fue porque nos topamos de repente…—les dijo Matsuri, en un intento de calmarlas
—Ahh…—suspiraron todas al mismo tiempo, mientras que Matsuri observaba la escena con una gotita en su cabeza estilo anime y una sonrisa en sus labios

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Matsuri había decidido ir a patinar un rato, ella y unos cuantos más tenían la autorización de estar en las pista antes y después de clases, gracias a su buena conducta, Matsuri también contaba con la llave del almacén donde se encontraban todos los patines, así que, una vez que había llegado al aula de las pista, fue al almacén para sacar su patines, se lo puso, y salió del almacén, pero se quedó helada al ver que había alguien en la pista.
Esa persona era Gaara, que se encontraba haciendo piruetas, giros y acrobacias, como un verdadero profesional. Matsuri quedó atónita al ver que él era mucho mejor que ella, la diferencia era estremecedora. Matsuri no pudo sentir resistir las ganas de acercarse y aplaudir ante tal talento. Pero fue un error. Gaara, en cuanto vio a Matsuri, salió de la pista y fue directamente hacia ella con todo y patines, con una mirada aterradora.
—Y-yo lo s-siento, no qui-quise…—empezó a disculparse Matsuri, preocupada y nerviosa por la mirada de su compañero, era la primera vez que había sentí tanto miedo de una persona.
—¡No le digas a nadie!—le gritó Gaara, al tiempo en que acorralaba a Matsuri entre él y uno de los muro—¡¿Entendiste?!
—S-sí—dijo Matsuri con dificultad, ya que Gaara estaba haciendo presión sobre sus hombros, tanta que de una simple incomodidad, había pasado a dolor, ligero, pero al fin de cuentas ya era dolor. Y Gaara, al darse cuenta de ello, se hizo para atrás instintivamente, ya que por más rebelde que fuera, una regla vital para el era: Nunca lastimar a una mujer.
Gaara enseguida se quitó los patines de un jalón y hecho a correr, pero antes de salir, se detuvo unos instantes para dedicarle a Matsuri unas palabras que aduras penas ella pudo oír
—No le digas a nadie…Por favor.
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Bueno! Espero puedan dejarme sus comentarios, y por favor no spameen!! Es una humilde petición de esta escritora sin vergüenza xD
Ahora las preguntas:
¿Creen que deberían presentarle la palabra diversión a Matsuri?
¿Qué piensan sobre la actitud de Matsu? ¿Es linda, muy inocente, tonta…?
¿Qué quieren para los próximos capis? ¿Acción, comedia, o de una buena vez más acercamiento entre Matsu y Gaara? (solo se vale una opción)
¿Gaara fue muy rudo? ¿Por qué piensan que no quieren que se entere de lo que vio Matsuri?
Gracias!! Sayoo!!

At: Michelle

 

¡Hola! Vengo con la mala noticia de que ya no continuaré con este fic. Les doy mis más sinceras disculpas, y pido que comprendan.
¡Gracias! :3