Pasado y presente... ¿A cuál eliges tú?

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Krn, 19 Abril 2011.

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    Pasado y presente... ¿A cuál eliges tú?
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    1
     
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    3027
    Título: Pasado y presente... ¿A cuál eliges tú?.
    Resumen:
    — ¿Tú me amas, Sasuke-kun? —inquirió de repente mientras tiraba de la manga derecha de su acompañante, quien se asombró ante tal pregunta.
    .
    —Pero tan solo tenemos diez años, Sakura, ¿Acaso sabes lo que es “amar” a alguien? —enarcó una ceja retomando el camino y jalando la mano de la niña para hacer que siguiera por donde debían.
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    Sasuke Uchiha, conocido como el mejor profesor del “Konoha College” pero también, como el más frío y arrogante, aunque ¿Para todo hay razón, no?...
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    —Cálmate, Sasuke-kun —repitió su madre tomándolo de los hombros—, los señores Haruno acabaron de informármelo. Sakura sufrió otro ataque y… —pero antes de poder seguir con su relato, su hijo se soltó del agarre yéndose de allí inmediatamente— Sasuke…
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    Con el nuevo año presente, imaginó que sus días grises seguirían igual a los de siempre pero con la llegada de una nueva alumna todo cambió…
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    Sasuke estaba anonado, esa muchacha que tenía en frente era la copia exacta de su Sakura, mismo cabello, mismos ojos, incluso tenían el mismo nombre; ¿Qué rayos estaba pasando?.
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    ¿Quién era esa chica?, ¿Acaso era su… Sakura?, o ¿Simplemente alguien que se le parecía?...
    Si estuvieras entre un pasado que no puedes olvidar y un presente que no logras entender… ¿A cuál elegirías tú?.
    Tipo: Long-fic.
    Pareja: SasuSaku, Naru-Hina.
    Clasificación: T
    Advertencias: Lenguaje obsceno, OoC (al principio).
    Género: Romance, Drama.
    No. de palabras: 2608

    ***

    Primer capítulo:
    “Mi nueva alumna llamada… ¿Sakura Haruno?”
    .​
    .​
    El timbre anunciante del fin de clases de ese día sonó otorgándoles a todos los alumnos la libertad de regresar a sus hogares dejando de lado a sus profesores y escuela hasta el siguiente día.

    Un pequeño de tan solo diez años se encontraba esperando en la entrada de la institución con su mochila puesta. Su nombre era Sasuke Uchiha y a pesar de ser tan joven, todas sus compañeras suspiraban al ver sus cabellos azabaches junto con sus ojos oscuros como la noche misma.

    —Adiós Sasuke-kun —se despidió una pelirroja tratando de acercarse al chico para darle un beso pero él sólo la fulminó con su mirada penetrante que causaba miedo hasta en el más valiente. Ella simplemente sonrió nerviosa y se fue junto con su madre.

    — ¡Ya llegué, Sasuke-kun! —anunció una pequeña pelirrosa posando sus ojos verdes jade en el susodicho mientras le daba una de sus amplias sonrisas—. ¿Me tardé mucho?.

    —No, Sakura-chan, claro que no —esa mirada fría de hasta solo unos segundos anteriores cambió radicalmente por una dulce, esa niña no merecía ser tratada mal por nadie—. ¿Vamos?.

    — ¡Si! —exclamó dando brincos en dirección hacia su casa seguida por Sasuke.

    El camino era como siempre, los dos iban de la mano hacia sus hogares correspondientes, ambos al lado del otro, en uno de los barrios más conocidos de la cuidad y a pesar de ser tan pequeños, el lugar no era tan peligroso como para que ellos no pudieron ir solos aunque de todas formas sus padres siempre estaban trabajando como para buscarlos.

    Sasuke era conocido como el niño más frió que pudo haber existido, no sonreía, no hablaba sin sus monosílabos, no trataba bien a los demás… o mejor dicho a nadie excepto Sakura, su dulce Sakura. Ella era la única persona que había podido romper esa barrera de hielo en su corazón, ni siquiera su madre podía sacarle sonrisas sinceras como lo hacía la niña de sus ojos.
    — ¿Tú me amas, Sasuke-kun? —inquirió de repente mientras tiraba de la manga derecha de su acompañante, quien se asombró ante tal pregunta.

    — ¿Por qué me preguntas eso, Sakura-chan? —evitó la respuesta con otra incógnita de por medio.

    —Es que yo te amo —lo detuvo y le dio un corto beso en la mejilla, lo cual causó un notable sonrojo en Sasuke.

    —Sakura…—era la primera vez que ella realizaba algo que lo hacía sonrojar como en ese momento y agradeció que ninguno de los del colegio vio ese color carmín en sus blancas mejillas— ¿Realmente lo dices?.

    —Claro que si —sonrió y dio saltos alrededor de él—, desde la primera vez que te vi sentí eso por ti.

    Sasuke sólo dio una pequeña sonrisa, una de las pocas pero sinceras que le brindaba únicamente a ella.

    —Pero tan solo tenemos diez años, Sakura, ¿Acaso sabes lo que es “amar” a alguien? —enarcó una ceja retomando el camino y jalando la mano de la niña para hacer que siguiera por donde debían.

    —Mi nana me dijo que amar es cuando te sientes feliz estando al lado de esa persona, que siempre deseas su felicidad sobre la de uno mismo y que darías hasta tu vida por estar juntos. Todo eso es lo que siento por ti, Sasuke-kun —confesó con un leve sonrojo—. ¿Tú qué sientes por mi?.

    —Yo… yo…

    .

    .

    — ¡Teme! —gritó un rubio de ojos celestes mientras golpeaba con las palmas de sus manos el escritorio donde se encontraba su colega y mejor amigo.

    — ¿Qué rayos quieres, maldito dobe? —contestó fulminándolo con su penetrante y oscura mirada —, ¿Acaso no tienes que estar en tu curso?.

    —Es que aún no es hora de que entren mis alumnos ni los de los demás, faltan diez minutos y pensé que tal vez quisieras conversar, ¿Quieres? —propuso con su típica sonrisa zorruna pero solo recibió como respuesta que el azabache apuntara la puerta para que se fuera—. ¿Por qué eres así?, siempre te cierras en tu mundo.

    —Hmp —se limitó a pronunciar su monosílabo y el rubio dio un suspiro para luego irse.

    Naruto Uzumaki. Así se llamaba su único colega al que permitía que le hablase y al que contestaba de una forma “pasiva” que se diga, realmente no entendía la razón de cómo se pudo hacer amigo de alguien tan hiperactivo y verdaderamente estúpido en todo sentido de la palabra, incluso muchas veces trataba de formular hipótesis de cómo ese fastidioso rubio pudo conseguir su trabajo como profesor en una de las academias más prestigiosas del país pero bueno, no pedía más que alguien con quien poder conversar a veces ya que fue uno de los pocos a quien se abrió luego de “esa noche”.

    .

    .

    — ¡¿Qué?!, ¡Eso no puede ser verdad! —rogaba que sus oídos le estuvieran jugando una mala broma, no podía aceptar que…

    —Cálmate, Sasuke-kun —repitió su madre tomándolo de los hombros—, los señores Haruno acabaron de informármelo. Sakura sufrió otro ataque y… —pero antes de poder seguir con su relato, su hijo se soltó del agarré yéndose de allí inmediatamente— Sasuke…

    Sus piernas corrían a lo que más podían dar, ni siquiera recordaba que en deportes corrió de esa forma pero lo único que le importaba en ese momento era ella y nadie más, por él que el mundo se pudriera con cada uno de sus habitantes pero que nada le pasara a Sakura, no esa niña.

    En cuestión de minutos llegó al hospital esquivando a todos los guardias y enfermeras que trataban de evitar su entrada, ya había podido eludir que lo atropellaran dos autos y no dejaría que unos simples mayores le detuvieran el paso después de todo lo que pasó.

    Abrió la habitación, aquella que conocía a la perfección por todas las veces en que tuvo que verla postrada en esa cama, y la encontró con un montón de cables conectados a su débil y pálido cuerpo. Se acercó tomando la mano derecha de ella comprobando así que lo peor estaba por ocurrir.

    —Sasuke-kun… —abrió sus ojos encontrándose con la persona a quien más apreciaba— ¿Qué haces aquí?.

    — ¿Qué te pasó, Sakura? —deseaba que su madre le hubiera mentido sobre la realidad pero sabía que eso era solamente una esperanza de sus pensamientos.

    —Ya… ya no puedo seguir… —sinceró sabiendo que tarde o temprano él se enteraría aunque era mejor decírselo antes de que algo pasara.

    —No… —apretó la mano de Sakura— Tú no puedes morir y… y… —sentía que sus lágrimas querían desbordarse de sus ojos, jamás sintió esas gotas recorrer sus mejillas y no estaba dispuesto a hacerlo.

    —Aunque no nos veamos nunca más no quiere decir que no esté a tu lado —sonrió tratando de sentarse y abrazarlo pero una fuerte opresión en su pecho se lo imposibilitó.

    —Tú no puedes dejarme, no tú…

    —Perdón Sasuke-kun pero… pero…

    Y antes de que pudiera decirle algo más el fuerte sonido de uno de los aparatos conectados a su cuerpo sonó, Sasuke rápidamente miró la pantalla del mismo y se desmoronó. Volvió su vista a Sakura pero era demasiado tarde, esos ojos verdes que siempre iluminaron su camino ya no brillarían más, esos rosados labios que daban dulces y tiernas sonrisas ya no se moverían porque… su corazón había dejado de latir, ella había muerto.

    — ¡No, no, no!.

    Cayó de rodillas al suelo y estrujó las sábanas, a su peor pesadilla la estaba viviendo en carne y huesos como siempre había temido. ¿Por qué?, ¿Por qué la vida se la arrebató así como así?. Sabía que Sakura tenía problemas en el corazón desde que se habían conocido pero como un niño inocente creyó en las vacías promesas de los médicos de que se recuperaría con los tratamientos brindados.

    Iba a mirarla de nuevo pero en cuestión de segundos habían un montón de médicos junto con enfermeras en la habitación, incluso un guardia lo tenía agarrado de brazos para alejarlo del cuerpo de la chica, intentó forcejear y alejar a todas esas personas que la apartaban de ella pero era inútil, sin la presencia de esa niña a la que quería ya no tenía fuerzas, ya no…

    —Sakura… te amo… —murmuró cabizbajo mientras era sacado del lugar.

    Por fin había podido pronunciar esas simples palabras que no logró decirle aquella vez que Sakura se le había confesado con un “te amo”, si tan solo ella lo hubiera podido escuchar para saber que él también sentía lo mismo pero su maldito orgullo no lo dejaba aceptar.

    Una semana, sólo habían pasado siete cortos días en donde demostró que la salud de Sakura estaba estable pero todo cambió tan rápido que no lo vio llegar, su amor se había ido, se había ido para siempre…

    .

    .

    Volvió en sí encontrándose con las miradas confundidas de sus alumnos correspondientes de ese año, su vida se había vuelto tan monótona pero ya estaba acostumbrado a sus grises días sin ninguna cosa que lo sorprendiera.

    —Buenos días —saludó pasando su vista por cada uno de los estudiantes sentado en sus sillas—, como todos ya saben mi nombre es Uchiha Sasuke y seré su profesor de química hasta fin de curso. También conocen que odio que no cumplan con mis reglas así que espero que este año se comporten como se debe.

    Algunos murmullos se hicieron presentes pero callaron ante la mirada severa del profesor, quien prefirió no dar otros de sus sermones ya que parecía que les entraba por un oído y les salía por el otro.

    Tomó su lista y con cada nombre que pronunciaba su ceño se fruncía cada vez más, todos los inútiles de siempre seguían en su clase, parecía como si a Naruto le tocaran los más inteligentes aunque de todas formas en su curso habían notables excepciones que sobresalían en notas como en comportamiento.

    —Bien, ahora saquen sus cosas y copien los ejercicios de la pizarra.

    Sinceramente la mayoría odiaba al profesor Uchiha, que a pesar de tener veintisiete años y ser uno de los tutores más jóvenes de todo el instituto, parecía que le gustaba torturar a sus alumnos debido a que siempre llegaba temprano y les llenaba de tareas el pizarrón, incluso era el último que se iba de todos los funcionarios de allí.

    La clase transcurrió normal como siempre, algunos jugaban a los malabares con sus útiles, otros charlaban de trivialidades y los restantes simplemente no hacían nada de nada. Sasuke solo tenía puesta su atención en lo que sus ojos nunca dejaron de ver, un colgante con la mitad de un corazón, se arrepentía de nunca haberlo usado cuando ella se lo había dado…

    .

    .

    Sus padres le dieron sermones tras sermones diciéndole que jamás debía de irse así como así, sobre todo de noche, al hospital sin compañía alguna de un mayor pero eso le daba lo mismo.

    Subió a su habitación con pasos lentos y pesados, ya nada le importaba, nada ni nadie… Ya estando dentro cerró la puerta de un portazo para luego tirarse sobre su cama, ¿Ahora que haría sin su Sakura?, se sentía un completo idiota al no haberle dicho sus verdaderos sentimientos, aquellos que fueron impedidos de libertad por su maldito orgullo.

    “El amor duele”… por fin descubrió el significado de esa pequeña frase, tan simple pero dolorosa como ninguna, aceptaba que sólo era un niño de diez años que debería estar interesado en sus juguetes aún pero ¿Cómo olvidarse de ella?, esa niña que sólo estaría en sus recuerdos y fotografías pero que jamás podría borrarla de su memoria.

    Buscó en su cajón aquella pequeña cajita que había recibido de su último cumpleaños, tomó la nota y la leyó: “Feliz cumpleaños, Sasuke-kun. Te deseo lo mejor. Tu mejor amiga, Sakura…”. Una lágrima quiso salir cuando del regalo sacó un collar con un corazón por la mitad, el recordar las veces en que ella le rogaba por que lo usara así los dos compartían algo en común pero de nuevo aparecía ese orgullo que se lo negaba, si tan solo le hubiera hecho caso…

    .

    .

    — ¡Suélteme!, ¡Esto es abuso de la autoridad!, ¡Déjeme, viejo pervertido! —los gritos de una muchacha desde los pasillos desconcertó al curso entero, incluyendo al profesor.

    — ¿Qué rayos está pasando? —murmuró Sasuke levantándose de su lugar y saliendo hacia donde provenían los alaridos.

    Dio unos pasos en dirección hasta dos figuras, una de ellas conocida pero la otra no. La primera persona era el director Jiraiya; el pervertido más grande que había conocido en su vida, y si no hubiera sido por la segunda autoridad, Tsunade, de seguro ya hubiera… hasta imaginarse esa suposición le daba repulsión. Posó su mirada en el segundo individuo pero no pudo ver su rostro ya que se encontraba de espaldas agarrada del brazo por el mayor, aunque lo que si notó fue algo que lo sorprendió: esa muchacha tenía el cabello rosa y la única a la que conoció con esa exótica característica era a…

    —No soy un pervertido —replicó Jiraiya severamente sin quitar su vista de ella—, pero volviendo a usted de nuevo, debería de estar en su curso correspondiente, señorita Haruno Sakura.

    Eso descolocó internamente al Uchiha, ¿Acaso había dicho Haruno Sakura?, la única chica con ese nombre era su viejo y único amor.

    — ¡Y yo le dije que me suelte, pervertido!, ¡No pienso obedecer a un viejo como usted!, ¡Entraré a mi curso cuando se me de la reverendísima gana! —exclamó aún más furiosa mientras trataba de zafarse del fuerte brazo del mayor—. ¡Si no me suelta lo acusaré con la directora!.

    — ¡Deja de ser insolente y… —pero antes de seguir con esa discusión notó la presencia del azabache que observaba la escena, o mejor dicho a la alumna en cuestión— Que suerte que está aquí, profesor Uchiha. Ésta de aquí —zamarroneó a la muchacha haciendo que se diera vuelta— es su nueva alumna, Haruno Sakura.

    Sakura posó sus orbes verdes sobre su tutor y, luego de que el peliblanco la soltó, se cruzó de brazos inspeccionándolo de pies a cabeza, no estaba dispuesta a dejarse manejar por su nuevo profesor que parecía no superar los treinta aunque por alguna razón sintió un escalofrío al notar la mirada penetrante que el azabache le propinaba.

    Sasuke estaba anonado, esa muchacha que tenía en frente era la copia exacta de su Sakura, mismo cabello, mismos ojos, incluso tenían el mismo nombre; ¿Qué rayos estaba pasando?.

    — ¿Por qué me mira así, eh? —encaró la pelirrosa acercándose a Sasuke— ¿Acaso es un pervertido como éste de aquí? —comparó señalando a Jiraiya que aún seguía en la escena.

    Error. Grave error. Su Sakura no era tan grosera ni maleducada como ella, ni siquiera ponía tales muecas como esa alumna.​
    Continuará...​
    ***​
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  2.  
    Tarsis

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    o.O! Ay Dios!!! Que triste, pobre Sasuke, le confesó todo muy tarde, noooo como sakura pudo morir, dejándolo solo y desamparado? de verda esa parte me rompió el corazón en dos! Pobrecito! Y esta nueva Sakura? quien es? Las dudas me carcomen!!!!! Y Naruto como siempre...el único y leal amigo. yo moriría por un profe como Sasuke, no me importa lo gruñón que sea con tal de tenerlo a él no me importa´ria en lo más mínimo jajaja! De verdad me llama la atención la trama, y me gusta como escribes, aparte claro de qu eel primer capitulome ha encantado! en serio! me rompió el corazón! Continúala pronto please! jajaja! Cuídate!
     
  3.  
    Krn

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    Hola Génesis Montes!!!
    Gracias por comentar:D
    Si... sé que lo de la parte de Sasuke en el hospital fue triste:( pero debía de suceder...
    Quién es la nueva Sakura? Eso se irá descifrando con el pasar de los capítulos, ya lo leerás:)
    Y un profesor como Sasuke... Quien no querría uno, no? Sobre todo si fuera tu profesor particular para ti solita!!! jeje:P
    Me alegra de que te haya gustado el capítulo, te lo agradezco:) Trataré de subir la continuación muy pronto...
    Saludos...
     
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