Espero que les guste este relato, donde trato de poner una situación que pasa con las parejas en muchas ocasiones. Eros-dios primordial del amor. Psique-personificación del alma, conjunto de sentimientos y pensamientos. Eros pasaba taciturno entre los aposentos del lujoso castillo que habitaba, apenas cruzando palabras con Psique una mujer de incomparable belleza con que había contraído nupcias algunos meses atrás. En cuanto a detalles y tratos como su anfitrión siempre era un caballero, gentil y servicial, a la hora exacta, la colmaba de excelentes platillos y postres, con lirios decoraban los pasillos perfumándolos con su exquisito aroma, así como en sus jardines pequeñas avecillas de colores que estaban segura que silbaban bellas melodías solo para ella. Pero, sin embargo, su presencia, era casi indiferente. Lo había descubierto en ocasiones acariciando su cabello mientras dormía y al abrir los ojos, siquiera tocar un poco sus miradas desaparecía en un destello, la observaba siempre desde lejos a cada instante, lo que había comenzado como un travieso y tímido juego de coqueteo se había transformado en un incómodo juego persecutorio, donde parecía huir de ella. Había existido esto como la sola condición para mantenerse juntos, ella no podía verlo jamás, ni una sola mirada, ni una sonrisa y aunque lo amaba, por aquellas palabras y susurros que habían compartido, esta lejanía era algo que su ser no podía soportar más. Un halo de luz se refractaba en la pequeña mesita de noche que yacía aún lado de la cama de su cónyuge, cuya silueta casi perfecta se dibujaba entre las sabanas, podía escucharse su leve respiración mientras dormía. Sobre el mueble se encontraba una pequeña cajita con el sello del olimpo que había visto lucir a su madre en más de una ocasión. Eros lo observó curioso y al aproximarse un poco más observó una pequeña notita en ella, que decía: “Un pequeño regalo para poder amar” El dios presionó sus labios y retirando un pequeño lasito que lo envolvía, la abrió. Escuchó de pronto la diminuta y apresurada risa, una pequeña niña de máximo unos cinco años de edad lo observaba con los ojos grandes como platos, sonriendo. Sus rasgos delicados y casi angelicales eran muy similares a los de la joven que yacía en la cama. Curiosamente comenzó trepar en la cama hasta quedar frente a él, dando saltitos reía traviesa, parándose de puntitas y tomándolo con tus manos de las mejillas le dio un pequeño beso en la frente para luego desaparecer. El chico quedó suspendido en un momento como en una fase de ensueño, sentía a su cuerpo flotar como si nadara en un caudal de aguas pasivas, una sensación de pasividad crecía en su corazón. Unos instantes después Psique lo observaba, sonriendo había tomado su manos atrayéndolo hacia ella mientras posaba la otra en su mejilla. Estaba allí, observándolo, tocándolo, tan cerca, cada vez más y él, sonreía. —Tu, has cambiado todo…—murmuró Eros entrelazando su mano con la de él. — ¿De verdad?. Yo, observé el miedo y la inseguridad en tus ojos, el sentido de huir y alejarte. —lo miró ladeando su cabeza de manera encantadora—podía sentir como intentabas interponer barreras en tu corazón para que no pudiera acercarme y eso era por que alguien te había lastimado, no sé cuando o como, pero tu corazón se petrificaba, entonces aparecí yo y se otorgó la capacidad de cambiarlo… —¿Qué lo que veía dentro de la caja?—preguntó curioso. —Inocencia. Logrando desvanecer de ti todos sus prejuicios que se habían forjado de cada desengaño sufrido, dejando tu corazón en un estado puro. —Ahora puedo verte a ti y amarte como lo mereces…yo… Psique puso su índice sobre los labios de su amado, lo besó en la mejilla y cerrando los ojos se acurrucó en él.
Hermoso relato, cautivante, llegador... Hola Fénix Kujo, para empezar me has demostrado que en unas cuantas líneas se puede ser capaz de decir mucho y trascender en la simple lectura, yo aún no consigo esto y por ello te lo admiro. Respecto al relato en sí es algo muy hermoso, es un tema que no cualquiera conoce o mejor aún, lo siente, bueno si es que entendí bien: es una pareja que no lleva una buena relación y más que en un acto desesperado, en un derroche de inteligencia, Psique se acerca a su amado no mediante ella, si no a través de la apariencia de una inocente niña. Si malinterpreté me disculpo. Y sí, eso les pasa a varias parejas, la monotonía, el ir cayendo en la insensibilidad o la costumbre y cómo los detalles de uno u otro cautivan a la pareja, una fotografía, una rosa, un aroma... es toda una delicia. Precisamente en la parte donde mencionas cómo es el hogar de ambos lo imagino de fantasía, idóneo, y sin embargo no era suficiente... Fénix, me has brindado un muy buen sabor de boca, me has ilustrado en el manejo de la cantidad-calidad de palabras y me has brindado un lindo consejo, excelente trabajo, un placer haberte leído. Que estés muy bien, hasta pronto.
Siento llegar tan tarde a comentar, como siempre pido disculpas por ello. Realmente me gustó este fic, tanto la narración como la historia en sí. Los pequeños detalles son los que la hacen hermosa sin necesidad de escribir largas y detalladas descripciones. Sólo Eros, Psíque y la inocencia, personificada en una niña, como no podía ser de otra manera, para derrumbar ese miedo a entregarse o ese temor que en ocasiones provoca el amar y ser amado, eso es lo que entendí después de leer, espero no estar equivocada porque me gustó el mensaje. Aunque, y conociendo el mito, y lo que éste nos cuenta después de quebrantar las normas impuestas por Eros a Psíque, bien podría tratarse de esa otra cara oscura que en ocasiones tiene el amor al que le gusta jugar con la inocencia de los corazones enamorados hasta romperlos. Sinceramente, prefiero la primera opción y, conociendo a mi hermanito y su predilección por los finales felices, casi puedo jurar que ésa era su intención. Poco más que decir, excepto felicitarte tanto por la idea como por la manera de escribirla, incluyendo tu ortografía que ha mejorado muchísimo, el esfuerzo valió la pena y hace que, aunque siempre lo fue, ahora leerte sea un placer mayor. Gracias por acordarte del foro de mitología, hermanito, y por seguir publicado aquí.
El miedo a ser lastimado de nuevo es lo que levanta esa barrera que rodea el corazón que no está dispuesto a volver a sufrir. Se necesita mucho amor y paciencia para derribarla y en este caso, Psique lo logró. Le mostró la ternura por medio de esa inocencia que a su vez lo hizo confiar en ella, purificando por decirlo así, su corazón. Sí, es un bonito relato que en pocas palabras muestra, no tanto lo que pasan algunas parejas sino lo que experimentan aquellas personas que han sufrido algún desengaño, desde luego, esto es desde mi perspectiva. Saludos.
