Papiro de galleta [Thithalia]

Nick: Thithalia.
FFC: Crystal Tower.
Personaje o personajes: Kogami, Yuuri.
Tipo: Drabble.

Papiro de Galletas.​

—Desgraciado… —susurró al viento.

Miró al cielo estrellado, la oscuridad es su amiga. Se levanto sobre el container, la luna dejo ver la figura de una mujer. Alguien más mató a su presa. Se bajó de un salto del container y empezó a caminar silenciosamente. Si el cuerpo seguía tibio su asesino estaba cerca. Escucho un motor, el motor de un deportivo, corrió hacia el.

En el muelle estaba un deportivo azul, corrió gritando asustada. El muchacho salió del auto con una seductora sonrisa mal fingida con preocupación, la mujer no tendría más de quince años. La chica tropezó y cayó en los brazos de un rubio de ojos verdes.

—Oh dios… Allí… —le costaba respirar —Allí hay un hombre muerto —dijo tomando al muchacho de sus antebrazos clavándole las uñas. El muchacho se tensó.

—Eso… —fue interrumpido por un golpe en sus partes bajas que lo hizo doblar de piernas inmediatamente después la muchacha tomó ambos brazos con su mano izquierda y los puso sobre la cabeza de este y lo recostó en el auto.

—Nunca, jamás —alzó su rostro pegándolo al del muchacho. Sus ojos empezaron a tornarse violetas —Toques a mis presas. —apretó el agarre de las muñecas, clavándole las uñas, a punto de sangrar —…Y si lo vuelves a hacer —sonrió mostrando un par de colmillos. Pasó su mano derecha con delicadeza por su mejilla, su cuello, y llegó a su cinturón —Te castro. —sonrió macabramente. Lo soltó y siguió su camino dejando que las luces la iluminaran… Y el tatuaje una rosa negra se dejó ver en su espalda… La ultima heredera de mafia.


—Mierda… —dijo con furia. Le gustaba tener el control de todo su alrededor y esa niña, lo descoloco. No se quedaría en paz con eso y si se la vuelve a encontrar lo pagaría con creces. Se sobó las muñecas viendo las marcas de unas garras. —Desquiciada —dijo mirando la oscuridad con rabia.

 

Nick: Thithalia.
FFC: Crystal Tower.
Personaje o personajes: Ian, Yuuri.
Tipo: Drabble.



—Yuuri~ —Canturreó Ian con un deje de burla tanto en su voz como en su expresión. Riendo internamente de lo divertido que sería molestar a la niña —¿Qué haces~? —preguntó
curioso al llegar hasta ella y verla en esa extraña posición.

—Pienso —dijo con los ojos cerrados. Su rostro estaba rojo.

—¿En qué~? —se puso debajo de ella.

—Cuando vendría alguien —Ian se rió.

—¿Por qué? —volvió a preguntar con una sonrisa, ya pensando la respuesta.

—Esperando que alguien pasara para bajarme —dijo abriendo los ojos y haciendo un puchero. Que se veía raro al revés. Estiró sus brazos hacia mí.

—¿Qué ganó yo? —preguntó alzando una ceja y con una sonrisa de superioridad, poniendo las manos en los bolsillos del pantalón.

—Contrabando —sonrió con burla.

—Dale, suéltate.

—Err… Se me durmieron las piernas —Ian se pegó con la mano en la frente. No podía creer que una ex asesina, una mafiosa, sea tan torpe.

—Venga.

—Pero me va a doler —dijo con lagrimitas en los ojos. De verdad ¿Era una asesina? La miró feo —Vale. —intento moverse, se balanceó y cayó.

La atrapó antes de llegar al suelo, ella mareada y el rodó los ojos. —Comida —dijo Ian todavía sosteniéndola en brazos.

—Si, pero el budín es mío —dijo tratando de pararse.

—Eres patética~ —se burló de sus piernas temblando.

—¡Oh cállate! —le golpeo el hombro con una sonrisa y un sonrojo gracioso.

—Vale —empezó a caminar a los dormitorios alzando las piernas con las manos como si fueran de marionetas. —Ey… —se detuvo y la volteo a ver, se estaba sacando los zapatos ¿Qué tipo de loca era ella? Negó con la cabeza, mejor ni preguntaba —¿Qué tipo de comida es?

—Ni idea… Me la trajo Charles —comenzó a caminar con los zapatos en la mano. —Pero toda la comida siempre es rica —Ian asintió de acuerdo —Excepto cuando cocina Haru —sus ojos se abrieron con horror y un escalofrío la recorrió. —Vamos —lo tomó de la mano y lo jaló hacia los dormitorios.


Ya cerca de los dormitorios Ian seguía mirando la unión de mano, Yuuri se dio cuenta —¡Ups! —Lo soltó rápidamente —Es la costumbre, siempre hago eso con mis chicos.

—Oh, nena~ —la tomo de las manos de nuevo, Yuuri lo miro confundida —Si te gusto dilo, será tu mejor noche —le guiñó el ojo. Yuuri miró las manos luego al rostro de Ian una y otra vez.

La mirada de Yuuri se oscureció con picardía, sus ojos siguieron de color negro —Primero, le tomó de la mano a mis chicos, es decir: Mí hermano, mi padre, los esposos de mis amigas, mí mayordomo, mis amigos. No te creas... —miró de nuevo las manos unidas —más, solo por un apretón de manos. —le dedico una sonrisa burlona.

Ian abrió sus ojos sorprendido. —Pero~

—Nada. Además con la única persona con la que me hubiera acostado era con mi prometido y él... —miró hacia adelante, llegaban a su habitación. —Está muerto.

Llegaron al dormitorio, Kogami no estaba. Saco una caja y se la dio a Ian, el asintió y se fue en silencio —Me pareció haber hablado con el hombre de las nieves en Hawai —murmuró mientras cerraba la puerta de su dormitorio.


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Alessandra Espero no haber hecho mucho Ooc de Ian u.u

 

Nick: Thithalia.
FFC: Crystal Tower.
Personaje o personajes: Alexander, Yuuri.
Tipo: Microrelato.


—Tienes que usar un arma —dijo Alexander. —Tienes que entrenar junto a ellos. Deja de saltarte las clases.

Yuuri miraba a los chicos entrenar, Alexander estaba a su espalda —Mr. Alexander… No empuñaré más nunca un arma —a través del cristal se reflejo la tristeza en la mirada. —Todos estamos aquí porque queremos saber algo… —Sebastian mandó volando a Ian ¿Pelea de pareja? —No empuñare un arma, y es mi ultima palabra. —se dio la vuelta mirando con frialdad al hombre.

—Lamentarás esto —dijo Alexander cuando le pasó por al lado. Yuuri volteó y miró a los hombres tras aquel cristal.

—No los voy a perder. No dejaré que nada, —hizo énfasis en la palabra “nada” —nada, les pase —lo amenazó con la mirada ónix… Y si se atreve a usarlos en mi contra para que empuñe un arma… —se dio la vuelta hará seguir su camino —Por las armas, perdí a Rise… —murmuró y se fue, dejando la oscura habitación y a un brujo suspirando con paciencia.


—Me van a sacar canas rosas —dijo mirando a los muchachos a través de la ventana.

 

Nick: Thithalia.
FFC: Crystal Tower.
Personaje o personajes: Ian, Kogami, Sebastián, Yuuri.
Tipo: Drabble.



Kogami llegó a la habitación con un extraño caminar, como su tuviera una pelota de basketball entre las piernas. Caminó tambaleante hasta su cama, con lentitud se fue sentando, se recostó y soltó un suspiro.

—¿Qué…? —Yuuri sonrió, ya había visto mucho esa forma de caminar.

—Ni te atrevas a mencionarlo —la miró con furia.

—jajajajajajajajaja —Soltó una carcajada que duro varios minutos.

—¿Terminaste? —le preguntó con una mueca de fastidio. Ella seguía riendo.

—Ya, ya —se rió por lo bajo. —¿Te duele?

La mirada de Kogami eras como miles de armas filosas —No.

—Claro~ al señor “Yo controlo todo” nada le duele, ni siquiera un golpe por allí porque las tiene de acero —soltó otra carcajada sosteniéndose el estomago. Le encantaba molestarlo. Se paro aún riendo un poco y salió de la habitación rumbo a la cocina.

—Imbécil —la insultó. ¿Qué hacia ella allí? Nunca iba de misión con ellos, siempre se quedaba en la academia. Se sumió en sus pensamientos hasta que sintió un golpe por allá abajo —¿Qué..? —Miró la bolsa de hielo que allí tenía, miró a la persona que se movía por la habitación —Tú…

Ella le sonrió con tranquilidad —Eso duele —le regalo una sonrisa de disculpa y pena —Toma —le entregó un pastilla y un vaso con agua.

—No necesito tu lastima —le tiró el vaso al suelo. La pelinegra miró el baso roto en el suelo, se agachó y empezó a recoger los pedazos de cristal.

—No es lastima ¡Auch! —se cortó la palma de su mano, pero siguió recogiendo; cuando terminó se paró y se dirigió a la basurera y tiró el cristal roto, todo bajo la mirada del chico. —Tomate la aspirina, dolerá menos y me agradecerás mañana. —Colocó la aspirina en el buró —Por cierto, cuando quieran hacer sus cochinadas, no lo hagan aquí.

—Hmp —emitió. Sonrió con suficiencia, le había dado un maravilloso dato. Yuuri salió de la habitación y en cuanto cerró la puerta empezó a reír de nuevo como desquiciada posesa.

—¿Y ahora qué te dio~? —preguntó con una sonrisa burlona.

—Hi-mit-su —se puso el dedo índice sobre los labios y cerro uno de sus parpados.

—Mmm… —se adelantó para entrar a la habitación. Intentó varias veces pero fue bloqueado por la chica. —¿Acaso eres una máquina~?

—Noupy —sonrió como niña buena e inocente.

—No me la trago —empezó a refunfuñar.

—Oh, querido —se le colgó al cuello, tal cual lo haría una amante.

—Así que ya te decidiste a ser mía —la tomo de la cintura.

—Oh! Mon amante. J'ai toujours été la tienne—ambos rieron ante esto, sus rostro estaban muy cerca, pero cierta electricidad en sus cuerpos los hizo separarse. Yuuri sonrió con malicia hacia el chico de mirada afilada y frívola que estaba frente a ellos. —¡Bastían! —gritó con un marcado acento francés. Y saltó sobre el chico quedando de la misma forma que estaba con el otro, quedando un poco encorvada por la altura del menor. Sebastián frunció el ceño y trató de sacársela de encima.

—No podrás~ —le comentó Ian a Sebastian, así que viéndolo inmovilizado Ian saltó sobre Sebastian y Yuuri abrazándolos a ambos. Dejando a un Británico sonrojado, un Australiano sonriente, y otra Británica con una sonrisa cómplice.

—Voy a buscar el contrabando ¿Quién quiere? —miró a ambos rostros, Ian sonrió y asintió, Sebastian la miró confundido.

—Cállate, tu vas a querer —le dijo Ian al otro chico. Yuuri se zafó del abrazo de oso del australiano.

—Bien… —comenzó a caminar —No hagan cochinadas en el pasillo Mes amants. —giró su rostro un poco y le guiño el ojo a Ian.

 

Nick: Thithalia.
FFC: Crystal Tower.
Personaje o personajes: Rex, Yuuri.
Tipo: Drabble.



—No deberías saltarte las clases —dice Yuuri mirando a Rex tecleando en la laptop.

—No me gustan las clases. Además todo eso ya lo se —dijo con superioridad.

—No se trata de saber o no saber, se trata de compañerismo, de saber integrarse, conocer los Pro y contras de todos para saber actuar en el momento que se deba —dijo Yuuri sentándose a su lado, asomó la cabeza hacia la pantalla de la laptop y sonrió, estaba hackeando.

—No me interesa. —hizo una mueca de desprecio.

—Aquí —señaló unos binomios en la pantalla. Rex asintió.

—¿Cómo? —preguntó refiriéndose a los números de la laptop. Yuuri sonrió con camaradería.

—Yo tampoco necesito esas clases… —dijo y luego se quedó en silencio por un rato. —Tengo un lobo —soltó como si comentara que una hoja cae del árbol. El menor volteo a verla interesado, le gustan los lobos. —Es de pelaje negro, sus ojos son blancos pues esta ciego ¡Oh pero se sabe ubicar muy bien! —Comentó —A veces pienso si no será mitad murciélago… —colocó su dedo índice sobre su labio inferior pensando —Es tan grande que parece caballo —rió.

—¿Y donde lo mantienes? —preguntó Rex.

—Cuando salgamos de aquí te lo enseño —se paró y sacudió su ropa. Rex frunció el ceño ante lo dicho.

—No te pregunte eso.

—Lo se. —comenzó a caminar.

—¿Entonces?

—Si te dijera donde esta, tendría que matarte —sonrió misteriosamente y desapareció de su vista.

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EN Auditore tu dirás.¿Ooc?

 

Nick: Thithalia.​

FFC: Crystal Tower.​

Personaje o personajes: Ian, Deimos, Kogami, Sebastián, Rex, Yuuri.​

Tipo: Drabble.​

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—¡Deimos cayó! ¡Esta herido! —escuchó Yuuri por el audífono.

—¿Qué? —ese fue el grito de Kogami —¿Dónde están? —preguntó.

—Shida… Sigue con lo tuyo. —ordenó Yuuri desde su auricular.

—¿Pero qué te…?

—¡A callar! Termina con el trabajo. —Ordenó con voz firme —pero… —Yuuri inhaló aire y luego lo botó —Kogami… Confía en mí… —en el otro lado de la línea se escuchó un suspiro —Bien.

—Rex, ve con Shida e Ian —se escuchó un “hmp” como aceptación a la orden —Sebastian trae Deimos al punto de reunión.

—Bien.

—Kogami… —Yuuri puso la línea segura, para que solo lo escuchara Shida —Él estará bien.


En unos minutos llegó Sebastian con Deimos mal herido. Tenia una herida en el abdomen de lo que parecía un taladro. Sebastian lo puso sobre un asiento de madera.


—Bástian… Mírame ¡Mírame! —Sebastian dejó de ver la horrible herida de Deimos.

—¿Qué? —le dijo de mala gana. Se notaba que a pesar de tratar de ocultar el miedo por de la herida de su compañero se notaba en sus ojos.

—Mírame, mira mis manos —empezó a mover sus manos, poniendo tres posiciones distintas y luego como entrelazaba sus dedos y lo ponía sobre la herida. —¿Lo has memorizado? —el menor asintió. —Ahora dirás: “Com els fluxos de riu, La sang li dóna vida”. ¿Listo?

El muchacho asintió e hizo las posiciones de manos diciendo al mismo tiempo la frase. Al instante una pequeña luz verde salió de sus manos y se internó en la piel del otro chico. La herida comenzó a cicatrizar, dejando solo una pequeña marca. —¿Cómo demonios…? —Sebastian miró a la mayor, esta sonrió y lo abrazo.

—Eres grande —le susurró al oído —Muy pocos que conozco han podido hacer lo que tu —el chico se sonrojó fugazmente.

—¡Yuuri! ¡Yuuri! ¡Varhalla! —Yuuri activo el auricular.

—¿Qué tal?

—Misión completada.

—Ok. Regresen a la academia, nosotros vamos de vuelta —se cortó la línea —Si ambos están bien, déjenme en paz —se sacó el audífono de la cabeza. Miró a Sebastian y luego a Deimos —Voy a matar a esos dos —Sebastian rió con un pequeño sonrojo, sabiendo a que se refería.

—¿A la academia? —Yuuri sonrío.


—Vamos.


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Alessandra Kai Stavros Mayushii EN Auditore

 

Nick: Thithalia.
FFC: Crystal Tower.
Personaje o personajes: Deimos, Artemisa, Yuuri.
Tipo: Drabble.

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Caminaba por el bosque, quería un poco de tranquilidad, alejarse de la cuerda de locos que eran sus compañeros de dormitorio; no sabia de quien mantenerse más alejado.

—¡No~! —un grito femenino detuvo su paso. Mirando a todos lados iba a emprender su marcha —¡Me pisas y te castro! —una vocecita chillona y aniñada lo regañó. Dirigió su mirada al suelo y vio un objeto con forma de galleta –redondo y plano, de color negro y azul. Lo tomó y escuchó un suspiro aliviado.

—¿Qué es esto? —miró el objeto y empezó a darle vueltas, una cosa curiosa sin lugar a dudas.

—¿Hey? —la vocecita pareció dudar, temerosa.

—Hnm —respondió.

—¡Sigues allí! —gritó con alegría. —¿Puedes hacer algo por mi?

—¿Por qué lo haría?

—¡Pleace, haré lo que quieras luego! —rogó con la voz ahogada.

—Bien —soltó una sonrisa leve. Escucho un gritillo de alegría.

—¿Puedes apretar el botón que dice “ART”? —el muchacho presionó dicho botón. Una luz salió de dicho objeto y empezó a tomar forma frente a él, una mujer de piel blanca; cabellos largos color naranja; ojos grandes de color violeta, pestañas largas y rizadas; labios finos, de color rosado claro; media como 1.67cm y vestía como mucama europea. Sonrió feliz al verse —Me llamo Artemisa —le ofreció su mano al muchacho frente a ella.

—Deimos… —le dio la mano. Aun veía al aparato y a la niña frente a el con el nombre de ‘Artemisa’. —¿Sabes cazar? —fue lo primero que se le vino a la mente.

—Claro, por eso me llamaron así. —tomó de sus manos el dichoso objeto y se lo puso en el cuello, inmediatamente después salieron dos trenzas metálicas pequeñas y se ataron a su cuello.

—¡Bruja escandalosa! ¡Cómo se atreve a decirme que no le gustó! —la chica frente a él tembló con una sonrisa nerviosa.

—Ups… Yuu-chan esta enojada. —se escondió tras Deimos.

—¡Artemisa! ¡Trae tu trasero femenino recién transformado aquí! ¡Ingrata!

Deimos miró a la chica tras de si quien mantenía una nerviosa sonrisa.

—Te tengo —fue un murmullo. Deimos se dio la vuelta con rapidez, no la escucho llegar. Frente a ellos estaba uno de sus compañeros o en el caso compañera, tenía una mirada férrea, con una pose de fastidio. Llevaba una camiseta de algún equipo de hokey y un short que le llegaba a mitad de muslo. Caminó hacia Artemisa y tomó el colgante. —Tú~

—Jeje Yuu.

—¡No! Nada de “Yuu” ni “Yuu-chan” ¡Te doy cuerpo nuevo y lo primero que dices es que pareces maid de hentai! —la otra sonrió avergonzada, había sido una broma.


Deimos vio que empezarían a pelear, así que se alejó. Esa “Artemisa” al parecer era una especie de “Cinthia” como la de su compañero de cuartos.

 

Nick: Thithalia.
FFC: Crystal Tower.
Personaje o personajes: Deimos, Sebastian, Ian, Yuuri, Rex y bichos voladores.
Tipo: Drabble.
Alessandra Kai Stavros Mayushii EN Auditore Trick Trick Boom

¿Quien limpia la habitación?​

Los chicos regresaban de su última misión, unos zarrapastrosos, con las ropas quemadas o cortadas; otros con sustancias viscosas en su cuerpo, pero con algo en común: La cara de “Estoy vuelto picadillo”.

Se dirigían hacia sus dormitorios, habían acordado ver a Alexander mañana… O cuando se despertaran de su “sueño reparador de belleza” –según Ian.

—Oigan ¿Ustedes limpian su habitación? —preguntó un perro arrastrándose por el suelo... Ejem... Perdón. Dijo Yuuri.

—Nah —respondió Sebastian despacio —¿Por?

—Porque mi habitación siempre esta limpia, y nunca la limpio —miró feo a Kogami —Sobre todo este —señaló al muchacho y todos soltaron una carcajada. El aludido se sonrojo y giró su rostro. —¡Aww! Tranquilízate Kogami-kun ¡Si yo te adoro! —se lanzó a la espalda de este, pegándosele cual corroncho.

—¡Salte de encima bruja azucarada! —Yuuri se enrolló en el como boa constrictora —¡No te voy a llevar al dormitorio!

Los chicos se reían suavemente, aun les dolían sus golpes. Sinceramente, ella estaba demente… Caminaron un trecho más de camino y llegaron a su dormitorio. Cada uno iba a entrar a su habitación, pero vieron una luz moverse por la habitación. Yuuri se bajó de la espalda de Shida, asintió a los chicos con la mirada seria, con rapidez abrió la puerta de su habitación mientras Kogami se preparaba para atacar; misma posición tenían sus compañeros. Dentro de las habitaciones había una mujer de unos diez centímetros volando de un lado a otro. De piel blanca como el papel (sin exagerar), ojos sin pupilas azul y alas fucsia. Llevaba sus zapatos, la ropa sucia; arreglaba la habitación.

Un ruido hizo a los chicos reaccionar… Yuuri tenía un insecticida en las manos (que apareció de la nada) y se lo echó al bicho.

—¡Yuuri! —le reclamó Deimos. Ella echó su cabeza hacia atrás.

—¿Qué? —pregunto con fastidio.

—Dámelo, en mi habitación cambian hay —Yuuri se lo lanzó.

—Vale. —se adentró al cuarto, paso por al lado del bicho que no dejaba de dar vueltas, lo miró feo y volvió a salir de la habitación. —¿Quién me presta una almohada?

—¿Para qué? ¿Vas a pegarle al bicho con ella, cual raqueta?~ —pregunto burlón Ian.

—Precisamente —asintió varias veces. Movió su cabeza ligeramente a la izquierda y con expresión confundida preguntó —¿Ahora eres vidente?

—Siempre lo he sido, cariño. Pero no lo quería demostrar —dijo haciendo ademanes raritos.

—¡Oh sir! ¡Que penuria la suya! —exclamó con pena, haciendo los mismos gestos raros —¿En que lo podría ayudar esta simple señorita?

—¡Oh, mi señora! —tomo su mano derecha y la besó estando apoyado en una rodilla —¡Su sola presencia ilumina mi vida!

—¡Oh, Ian! ¡Mi caballero de armadura oxidada! —fingió hiperventilación y un sonrojo.

—Déjeme ayudarla, lady Yuuri —sus rostros estaban peligrosamente cerca. Ian con una sonrisa picara, Yuuri con ganas de reírse.

—¡Ya déjense de estupideces! —gritó Sebastian con una media sonrisa. Ian era un bromista por naturaleza, pero cuando ese par se juntaba… Mejor hacer de oídos sordos.

—¡Pero yo quiero una almohada! —Exclamó con capricho la mujer.

—¡Y yo te quiero en mi cama! —gritó Ian viendo a Sebastian. Este se sonrojo y volteo el rostro. Ian sonrió ladinamente.

—Ya dense de locuras, vayan a dormir —dijo adentrándose en las profundidades de su reino oscuro... Perdón, su habitación.

Rex salió de su habitación con mala cara y le lanzó una almohada —¡Cállense! —Yuuri sonrió feliz y entró a su cuarto.

Cuando Yuuri entró no vio al bicho volador, miró a todos lados y no encontró nada —¿Kogami?

El aludido hizo un sonido parecido a “¿Hmm?” desde el cuarto de baño.

—¿Y el bicho volador? —preguntó. Se empezó a quitar la ropa, tiró la chaqueta a la canasta de la ropa sucia.

—Lo tire —dijo desde el baño.

—¿Por qué? —se quito las botas.

—Hacen demasiado escándalo —se quejó. —Por cierto ¿Por qué una almohada prestada?

—Admítelo. También te diviertes —dijo la chica con una sonrisa que se amplió al escuchar la pequeña carcajada del hombre. Se quito la camisa, quedando en sostén, vio la almohada que le dio Rex, sonrío, tenía una almohada más que tirarle a la cara a Kogami cuando dormía –y luego él se las quedaba. —No voy a llenar mi almohada con sangre de bicho raro —escuchó otra carcajada.



Luego de esa noche, tuvieron que empezar a limpiar ellos mismos sus habitaciones… Los bichos voladores o “hadas de la limpieza” –lo que sonaba sospechoso, ahora les tenían rabia por drogarlos con insecticida.