Al suelo de los moribundos bosques de California yacían un grupo de renos luchando por desenredarse de sus arneses y quitarse de encima el tronco pelado con el que habían sido derribados de los cielos. A pocos metros detrás de ellos estaba el trineo que pujaban, ahora caído de lado y apenas sosteniéndose en una pieza luego de tal tortuoso aterrizaje. Dentro de este, con la mitad de su cuerpo tirado en el seco suelo, una mano sosteniéndose el gorro en la cabeza y la otra cerrando con firmeza la boca de un enorme saco, estaba un anciano de larga barba blanca y voluminoso abrigo rojo, apenas manteniéndose consciente a pura fuerza de voluntad. Mientras Santa gemía adolorido en el sitio, fue tomado repentinamente de la barba por una gran, poderosa y peluda mano que lo elevó alto del suelo. Al abrir los ojos, su atónita mirada se cruzó con la de su captor, quien no era otro que aquel mítico monstruo simiesco norteamericano que hasta entonces sólo se había encontrado en forma de peluches que obsequiaba a niños con padres de extrañas obsesiones por este. Sin darle tiempo al viejo pascuero de decir algo, el Sasquatch soltó un profundo alarido mientras lo arrojó contra unas rocas con la misma facilidad con la que uno se deshace de la basura. Posterior a este asalto, Pie Grande dirigió su mirada hacia los indefensos animales. Al acercarse al que se encontraba más atrás de todos, se dio cuenta que, incluso estando enredados y casi sin poder levantarse, tan indefensos no estaban. Recibió una cornada del reno que estaba al lado del que atacó, y patadas del que tenía de frente. Frustrado, Pie Grande intentó entonces atacar al siguiente en la línea. Y luego al otro, y otro más. Hasta que, después de recibir varios dolorosos ataques entre varios, llegó hasta Rudolf, el reno de la nariz roja, sin nadie al frente o a su lado, y con el gran tronco pelado entre él y los demás impidiendo su auxilio. El gran simio atrapó hábilmente una de las astas de Rudolf cuando este trató de defenderse, y a continuación procedió a dar pisotones a la cabeza del reno hasta que este casi cayó inconsciente. Entonces, agarró la otra asta de Rudolf, pero cuando estaba a punto de quebrarle el cuello de un giro, Pie Grande sintió el duro golpe de algo muy pesado impactando su nuca a gran velocidad. Al mirar irritado detrás de sus pies, vio cómo ese objeto se trataba de un gorro navideño relleno de rocas. Y al levantar la mirada, vio a unos metros frente suyo a un muy enfurecido Papá Noel. —¡Tú, pequeño gran bravucón velludo! —exclamó furioso el viejo—. ¡Déjalos en paz y prueba a meterte con alguien de tu tamaño! —añadió mientras se desgarraba el abrigo, revelando bajo este su pocas veces visto escultural abdomen de macho polar. En respuesta a la provocación, el simio arremetió rabioso contra Santa. Llegó a encajarle un zarpazo a la cara, pero Santa contraatacó de inmediato con un potente gancho a la cien del monstruo. Con la misma mano de dicho gancho, el viejo pascuero sostuvo firmemente la barba de su enemigo para con la otra darle un poderoso puñetazo ascendente directo al mentón, tan fuerte que lo echó varios pasos atrás. Papá Noel no se detuvo ahí. Abrumó a su bestial oponente con un golpe tras otro hasta que este se tropezó con el trineo caído. Con su enemigo en el suelo, Santa se abalanzó sobre este con todo el peso de su cuerpo, hundiendo sus puños en el pecho del Sasquatch, dejándolo fuera de combate. Finalizada la pelea, el viejo pascuero desenredó a los renos y revisó las heridas de Rudolf, quien afortunadamente solo necesitaba un breve descanso. Durante ese receso, Papá Noel se puso a reparar de forma improvisada los daños al trineo con Gorilla Glue™, el mejor pegamento que puedes conseguir en tu tienda más cercana a solo $9.99. Sosteniendo las partes flojas atándolas con cuerdas de saltar con lucecitas, cintas de danza con brillantina, y una correa de perros en lo que el pegamento de gran calidad se secaba. Pasado todo esto, se disponía a tomar vuelo. Sin embargo, justo antes de hacerlo, mientras trataba de usar una onda como parche para su ojo herido y sostén para su gorro ahora desajustado, Santa divisó a la distancia, oculto con miedo entre los arbustos, a una cría de la misma críptica especie del individuo que lo había emboscado. Recordando su rol en este mundo, Santa buscó entre los regalos de su saco, sacó de su espacio no euclídeo dos objetos y los metió en un mismo paquete, el cual colocó junto al derrotado Pie Grande adulto que yacía en el césped. Después de esto, despegó hacia los cielos con un jovial “¡ho ho ho!”. Al abrir la extraña caja colorida, el cachorro se encontró un montón de carbón a un lado, y al otro un muy apetitoso pavo rostizado. Saltó de emoción sobre su padre para contarle de esto, a lo que él reaccionó con gemidos de dolor. —Tu viejo fue bastante travieso, pequeño. Pero ningún niño debe pagar por las travesuras de sus padres —declaró Santa, observándolos desde lo alto en las nubes, con su majestuosa barba al son de los vientos—. Para ser justos… tampoco puedo culparlo a él —reflexionó al presenciar el deforestado paisaje, escaso de vida hasta donde alcanzara la vista. Santa suspiró desanimado y sacó una refrescante Coca-Cola™ bien fría con la que despejar su mente. “Ese pavo era para un viejo amigo, pero estoy seguro que entenderá cuando se lo explique”, pensó. “Aunque seguro de todas formas me pedirá un paseo en el trineo como compensación. A ver si lo reparo como se debe pronto”. Y entonces procedió a tomarse unos buenos sorbos mientras él y sus renos desaparecían en el horizonte de la vista de aquellos peludos seres. Mi primer escrito del año y es un shitpost fuera de fecha. Yeeeey!
Fan Dios: Drama, comedia, acción, crítica medio ambientales, moralejas. Este escrito tiene de todo y narrado de manera muy fluida y entretenida de leer. No mucho más que agregar, es un deleite y en verdad disfruté cada palabra y a medida que ocurría el relato me iba sorprendiendo más y más. Pude verlo casi como una película en mi cabeza lkajsdasd Asombroso. Gracias por compartir <3