Palabras de Noviembre

Actividad - Palabras de Noviembre​

No.1​

Palabra: Rosa

Título: Tan simple, tan sencillo
Summary: Sharlotte no puede entender cómo las cosas mueren, tan simple y tan sencillo.
Colectivo: Dunkelmeer Tales
Pareja: N/A
Tipo: Drabble.
Cantidad de palabras: 204
Clasificación: K+
Advertencias: =D Es muy Sharlotte.
Género: Familiar?

Tan simple, tan sencillo

Era la primera vez que su padre la castigaba. Sin remedio, tuvo que “pedirle” que se alejara de su vista pues su sola presencia acrecentaba el llanto de su propia madre. Sharlotte simplemente se levantó del suelo pues se encontraba sentada en él, y se alejó dirigiéndose al jardín.

Aun afuera podía escuchar a la matriarca llorar sin consuelo, pero no le importaba, lo único que lo hacía era el rencor que sentía por ella, por su culpa y su maldito roedor. Ese apestoso animal había llegado apenas días antes, y en ese poco tiempo su madre no dejaba de “mimarlo” dejándolo salir de vez en cuando de su cajita de cristal y dotándolo de todas las comodidades que un bicho como ese pudiera tener. Pero Leelu era la única que quería ese animal, hasta su prima Niní corría al verlo. Y ahora, por culpa de ambos, su padre la había castigado.

El jardín estaba hermoso, como solía catalogarlo su adorada prima cuando los rosales se cubrían de flores. Tomó una. Para ella eran simples rosas, tan simples que con tan sola aplastarlas entre sus manos se marchitan, al menos no sangran, como los roedores.

Las cosas pueden morir tan simple y tan sencillo.

Lista del mes de Noviembre
-Muertos
-Clases
-Exámenes
-Lujuria
-Reencarnación
-Rosa
-Cine
-Cisne
-Hogar
-Vainilla
-Frío
-Lince
-Pastel
-Carta*
-Gato*

 

Palabra: Cine
Titulo: Domingo
Sumarry: Una rutina de todos los domingos, el día especial de Lara.
Colectivo: Winderstand der Nox
Pareja: Ninguna.
Advertencias: Lara sentimental (?
Cantidad de palabras:305
Tipo: Drabble
Clasificación: ¿K?
---
Los domingos eran sus días preferidos, puesto que era su día especial. Eran los domingos de película, cuando su hermano la llevaba al Cine para ver algún éxito de la temporada.
Ese día Alexander la había dejado elegir la película —con las restricciones correspondientes. Nada de horror, sangre ni +18—.Lara eligió la última de Harry Potter.

Compraron las entradas y luego entraron al salón donde iban a pasar el estreno. Todo normal, el olor a palomitas de maíz por todo el lugar, el típico sonido que hacían las personas con el popote cuando se les acababa la bebida y querían tomar hasta la última gota. Y cómo no, el típico niño que se sentaba detrás y pateaba el asiento de quien estaba en frente.

Dios gracias que Lara estaba más pendiente de la película.

—¿Te divertiste, Lara? —preguntaba el joven rubio mirando sonriente a su hermana después de la función. Ella siempre asentía con una suave sonrisa.

Como rutina de todos los domingos, entraban a las cabinas en donde se tomaban una fotografía. Era una “tradición” que la menor de los Scarlett había puesto desde la primera vez que fueron al cine juntos. Juntos y solos…desde aquel accidente.

El flash de la cámara la dejaba con una ceguera temporal, era así todas las veces que iban. Y al parecer, Lara nunca aprendía la lección de no ponerse tan cerca del lente.
Lo bueno, era caminar de la mano de su hermano. Sabiendo que estaría cuidando de ella.
Hasta que sentía que la soltaba.

Era lo bueno de esa ceguera. No vería cómo su hermano se olvidaba de ella por unos momentos, distraído por una chica linda. Pero ella esperaba, aún en esa temporaria oscuridad, ella esperaba. Confiada en que su hermano se acordaría de ella. Porque siempre era así, en su día especial, ¿verdad?
----
/Huye

 

Palabra: Muertos
Titulo: Cuando todo acaba.
Sumarry: Cuando la vida de sus amigos acabe ¿Cómo se sentiría Lara?
Colectivo: Winderstand der Nox
Pareja: Ninguna.
Advertencias: Lara emo
Cantidad de palabras: 240
Tipo: Drabble
Clasificación: ¿K+?
----


Lara si pudiera, cambiaría su poder de manejar la sangre de los muertos a manejar a los muertos mismos.
Quizás, y tan sólo quizás, así podría sentir el abrazo de su madre y las palmadas de sus padres.
Porque a la pequeña le hacía falta el acompañamiento paterno. Sí, estaba con su hermano pero…no era lo mismo.
Alexander siempre estaba —y estaría— con ella fuese a donde fuese. Pero siempre había algo o alguien —y esos “alguien” gustaban de usar taco aguja— que lograba que su hermano la dejase atrás.
Aún así, el siempre volvía. Y ella siempre le esperaba.
Pero el día en que la muerte se lleve a Alexander, ¿Volverá junto a ella?
Lara quería evitar que algún día su hermano se fuera. Quería seguir pensando en el “Siempre”.
Sin embargo, la pequeña Scarlett a pesar de la compañía de sus compañeros que la rodeaban, la presencia de su hermano, ella seguía sintiéndose sola.
Aunque claro, ella tenía su explicación lógica.

Porque ellos eran como muertos, caminaban, comían, reían, pero aún así Lara no evitaba pensar en ellos como muertos andantes. Ese era su pensamiento.
Muy lógico, a pesar de que oficialmente estarían “muertos” cuando sus corazones ya no palpitaran.
Y ese día algún día llegaría. El día en que todos perderán su luz y ella será abandonada en la soledad. Porque la muerte siempre se lleva a quienes más quiere.
Y cuando uno muere nunca vuelve. ¿Cierto?

 

Título: Un recuerdo especial.
Colectivo: Katekyo Hitman Reborn! Diebstahl-Ringe
Palabra: Cine
Summary: Aquel día era especial, y por si fuera poco, no se causaron demasiado problemas.
Palabras: 675

Un Recuerdo Especial.​

—¿Entonces…? ¿Cuál vas a elegir?—La voz sonaba cansada, molesta. Revisó por duodécima vez su reloj de pulsera, comprobando lo que ya sabía.

Llevaban allí cerca de una hora y ya, el dependiente de la tienda les comenzaba a mirar de mala manera.

—¿Les puedo ayudar en algo?
Ella sonrió dulcemente, provocando la reacción que esperaba en él. Un bonito sonrojo.

—Creo que nos las podemos arreglar solos.
Él asintió, contento durante un rato más.
Y, según sabía la castaña, por experiencia, ahora se entretendría en observar su anatomía, en vista de que no tenía nada mejor que hacer.

—¡D’Argento! —Llamó, mientras le tiraba de un mechón de pelo. Al fin el rubio se giró, quejándose.— ¿Decidiste que regalarle a Shizuo para su cumpleaños?

—¡Sí! ¡Un helado! ¡Eso le recordará cuando nos conocimos!

“Entonces será un recuerdo desagradable para él” Pensó aburrida.

—¿De que sabor? —Su pregunta sarcástica fue acogida con cara de sorpresa por el rubio. No sería capaz de no haberlo pensado… o habérselo tomado en serio.
—No lo había pensado… Pero… ¿Y unas entradas al cine? Dos, para él y para mí. Un lugar oscuro, una película de romance… o de terror, para que se agarre a mi brazo cuando tenga miedo.

“Creo que si tiene miedo de algo será de ti.”

—¿Entonces…? ¿Qué hacemos en una floristería?
—¡Ah! Esto… —el rubio sonrió levemente— le pedí ayuda a Relaie por si acaso y me dijo que las flores siempre eran una buena opción para reconciliarse con tu pareja.
—¿Sabía para quién era? —preguntó con una gota de sudor cayendo por su nuca. Estaba claro que el moreno lo había dicho con intención de burlarse de él.
—Pues… sí. Y yo había pensado en rosas al principio.
—¿Y no es eso muy corriente? —La castaña parecía divertida y sus ojos verdes brillaban de forma extraña.
Él se quedó pensando. Y al final la voz de Lane sonó, molesta por tener que dar una explicación.
—Las rosas son para la persona amada. Shizuo sin duda te las tirará a la cara al ver que no tienes originalidad.

Aunque la verdad era que se las tiraría a la cara y luego, le mataría. La originalidad no tenía nada que ver.

Oh mio dio.

· - — - ·

Por pura suerte, quizás, o tal vez por un milagro del cielo, el cumpleaños del guardián de la nube surgió sin ningún problema más grave de lo habitual.
Ellis, deseosa por molestar al rubio italiano, le había regalado una caja de bombones al japonés.
Que fue vetada por Relaie y Vanessa alegando que “No celebraban San Valentín”.

Al momento de dar el rubio su regalo, Shizuo tomó con fuerza su arma, y mantuvo bien cerca su caja de armas.
Todo el lugar empezó a estar en tensión, y en el rostro de Vasiliey se formó una sonrisa.

—¡Shi-chan! —El rubio parecía emocionado, pero se quiso comportar por un día, deseoso de que al fin, Shizuo, le viera como el hombre hecho y derecho que era. O que no era.

—¿No estás preocupada? —Murmuró levemente Relaie al odio de la italiana, quien negó con la cabeza.
Parecía tranquila y sonreía dulcemente.
—Parece que nuestro Cawley por fin se hizo un hombre
Su voz sonó divertida y asustó levemente a Sebastian.
—¿quieres decir… que al final… alguien se dignó a… con él?
—No. Mira.

D’Argento sonrió de forma adulta, en su sonrisa se dejaba entrever un ligero toque sensual, algo que el entrenamiento no había podido evitar, pero si ocultar, en cierta forma.
Le tendió un ramo de girasoles al japonés.
—Buen Compleanno Shizuo.
Se dio la vuelta haciendo verdaderos esfuerzos por no abalanzarse sobre él y echó a andar hacia la salida.

Pero… como aquella estrategia no diera resultados ya ajustaría él cuentas con Vanessa.

Para suerte quizás de la castaña, Shizuo comenzó a mirarlo de otra forma. No con amor y deseo, como él quería, pero si con un poco de curiosidad oculta.

Y, según sabía por fuentes, el japonés había atesorado las flores en su habitación como si se tratasen de un precioso recuerdo.
Y tal vez lo eran… El recuerdo del único día en el que Cawley D’Argento se comportó como un hombre de verdad.

Lástima... que solo fuera un día.

Contenido oculto

Lista del mes de Noviembre
-Muertos
-Clases
-Exámenes
-Lujuria
-Reencarnación
-Rosa
-Cine
-Cisne
-Hogar
-Vainilla
-Frío
-Lince
-Pastel
-Carta*
-Gato*

 

Título: Un problema
Colectivo: Winderstand der Nox
Palabra: Lujuria
Summary: Él no quería evitarlo por que quería oír lo que ella pensaba sobre aquellas distracciones suyas
Palabras: 285

Un problema​

Para él era realmente un problema intentar prestar atención a algo cuando una bella joven pasaba por su lado, le miraba con sus bonitos ojos y sus mejillas se tintaban de un hermoso tono rojizo.

Cuando pasaba eso, a menos que la vida de alguien estuviera en peligro, se distraía, y necesitaba al menos un par de minutos para recobrarse y prestar atención a lo que supuestamente estaba haciendo.

Estaba seguro de que esa era la causa por la que muchas veces su hermana parecía distante, dolida, y le replicaba cortante.
Pero no podía evitarlo.

No podía evitar al conocer a una nueva y hermosa joven, experimentada en el terreno que él dominaba y consideraba un arte, invitarla a casa a pasar una… encantadora velada con ella en su dormitorio

No podía evitar en esa encantadora velada que sus ojos verdes brillaran con una chispa de lujuria en ellos al mirar a las hermosas flores mostrarle todos sus pétalos, con las mejillas teñidas de color.

No podía… o no quería.

Aunque sabía que esa era la causa por la que Lara se sentía sola en esas ocasiones en las que él se distraía, él también se sentía solo en esas veladas.

No quería evitar distraerse por que quería que su hermana le estirara de la manga para llamar su atención.

Quería que ella le dijera como se sentía cuando él no evitaba eso

Quería que ella le dijera que lo quería para ella solamente.

Entonces, aunque privado de su arte, de los preciosos ojos de las jóvenes sonrojadas y de los encantos femeninos desplegados para él, sería feliz.

Por que sabría que había realmente alguien que le quería por quien era, no por como era.

Contenido oculto

Lista del mes de Noviembre
-Muertos
-Clases
-Exámenes
-Lujuria
-Reencarnación
-Rosa
-Cine
-Cisne
-Hogar
-Vainilla
-Frío
-Lince
-Pastel
-Carta*
-Gato*

 

Lol, faltan 5 días para que termine, pero así soy yo :'D!

Título: Puertas y Goteras
Colectivo: Magic Wolken
Palabra: Muertos
Summary: La mansión Dunkelmiene tiene demasiadas puertas, siempre cerradas. Antes de abrirlas, Marlene siempre pide un deseo tal vez no extraño, pero sí inalcanzable.
Palabras: 327
Nota: Marlenita tendrá unos 10, 11 añitos, y Ems unos 8, 9.

Puertas y Goteras​

​

La puerta de la habitación de Marlene permanece casi constantemente cerrada, como todas las de la casa. Tras algunas es fácil saber qué se encontrará, como tras de la puerta de la habitación de Imna —llena de sus innumerables peluches y relojes— o la de la habitación de la matriarca, donde casi siempre se puede encontrar a Vanessa, recostada en su enorme cama.

Sin embargo, tras la gran mayoría, Marlene nunca sabe qué encontrará o pasará cuando las abra, aún teniendo el don de las premoniciones. Está bien, a veces sabe que su tía o abuela están en la cocina o en alguna de las salas, pero la gran mayoría del tiempo representan misterios.

Cuando era pequeña, siempre pedía un pequeño deseo antes de abrirlas. Tal vez parecía algo tonto, pero, después de todo, la casa estaba repleta de magia, por decirlo de alguna manera.

Un día le comentó a Emily su teoría de las puertas –y sólo porque la situación lo ameritaba— y comenzaron a imaginar nubes de papel, dragones disecados y espejos malditos en cada habitación.

—De todas maneras –concluyó su prima menor después de terminar con su larga lista de posibilidades—, no puede aparecer todo. No hay suficientes puertas.

—Sí, lo sé.

—Tendríamos que elegir una, al menos.

Marlene miró al piso, pensando en los deseos que pedía, cosa que no le había dicho a su prima. Ella siempre pedía lo mismo, pero no estaba dentro de la absurda lista: Ella siempre había querido encontrar a su padre, esperándola, sonriendo... pero nunca ocurría. Sintió ganas de llorar y cerró los ojos, simulando una premonición, para no levantar sospechas.

—¿Lene? –preguntó Emily—. ¿Va a llover?

—¿Por qué preguntas eso? –dijo la otra, abriendo los ojos. Su prima se encogió de hombros y después miró al techo, como distraída.

—El otro día me preguntaba si habría goteras. Pero, para saberlo, debe llover.

Marlene sonrió ante la ocurrencia de su primita, olvidándose de las lágrimas. Tal vez debería dejar de pensar en los muertos y empezar a desear cosas más interesantes; goteras, por ejemplo.

Contenido oculto

Lista del mes de Noviembre
-Muertos
-Clases
-Exámenes
-Lujuria
-Reencarnación
-Rosa
-Cine
-Cisne
-Hogar
-Vainilla
-Frío
-Lince
-Pastel
-Carta*
-Gato*

 

Título: Estúpido frío​

Colectivo: Komische Maffia​

Palabra: Frío​

Summary: Un pequeño mito de alguna calle de Rusia.​

Palabras: 231​

Nota: Pre-colectivo / El nombre real de Adelheid es Irina.​

​

Estúpido frío​

​

En una de las principales ciudades de Rusia hay una calle la cual los lugareños tratan de evitar en todo momento, por tener fama de peligrosa y por creerse uno de los puntos de encuentro de la mafia rusa. Inclusive, aquellos que debían pasar por ahí lo hacían desconfiando hasta de su propia sombra, sabiendo que si miraban mal a alguien, eso podía ser lo último que harían.

​

Varias historias se contaban de aquella calle; la más conocida hablaba de una joven especialmente bonita que le había cortado los labios a un hombre que le había silbado de forma descortés. ​

​

Qué graciosa les resultaba esa fantasía a ciertos mafiosos, especialmente a aquellos que conocían las bases del mito: Un hombre había actuado de forma desagradable y poco caballerosa con una de las mafiosas de la bratva, y esta le había roto la nariz de una buena patada. Probablemente la sangre derramada, que se congeló y permaneció sobre el asfalto por días, había alimentado los detalles escabrosos del relato. Eso sí, ningún hombre había perdido sus labios así como tampoco la joven era tan hermosa o sensual.​

​

Irina, a quien aludía y enojaba muchísimo el segundo comentario, solía recitarles un largo rosario de insultos cuando lo escuchaba, mientras pensaba que probablemente el frío les había dañado la zona del cerebro que distinguía lo bello de lo no tan hermoso.​

​

Estúpido frío.​

Contenido oculto

Lista del mes de Noviembre
-Muertos
-Clases
-Exámenes
-Lujuria
-Reencarnación
-Rosa
-Cine
-Cisne
-Hogar
-Vainilla
-Frío
-Lince
-Pastel
-Carta*
-Gato*

 

Hoy estamos con todo :'D

​

Título: Lujuria​

Colectivo: Niños Mal​

Palabra: Lujuria​

Summary: Matthew no era exactamente un mujeriego, pero...​

Palabras: 139​

Nota: Pre-colectivo​

​

Lujuria​

Matthew no era exactamente un mujeriego. Sí disfrutaba de la belleza femenina, sí algún coqueteo, algún rose, algún beso, alguna caricia sutil por debajo de la ropa.

Claro, esto no significaba que nunca llegara a más. A veces todo empezaba de forma bastante inocente, alguna sonrisa galante, un trago, un tenés fuego, otro trago, un vamos a algún lugar más tranquilo... y, de repente, estaba desnudo y acompañado.

Sí, Matthew no era exactamente un mujeriego; al menos, eso era lo que siempre le decía a Lisa intentando sonar convincente. Sin embargo, su amiga del conservatorio lo conocía demasiado bien: Después de un par de tragos, cuando todo en él era verdaderamente honesto, había visto en sus ojos ese brillo característico de la lujuria demasiadas veces como para creerle.

Contenido oculto

Lista de Noviembre
-Muertos
-Clases
-Exámenes
-Lujuria
-Reencarnación
-Rosa
-Cine
-Cisne
-Hogar
-Vainilla
-Frío
-Lince
-Pastel
-Carta*
-Gato*

 

¿Comentarios? Las amo~

Hah, estoy inspirada MAL :'D.
Marlenita pequeña era tiernecita, ahora no es ni tan pequeña ni tan tierna, pero ciertos vestigios quedan~

Él es un amor con patas. Uno extraño que dice cosas locas de vez en cuando, pero un amor con patas al fin y al cabo.

Anyway, sigo:

Título: Lección de Modales​

Colectivo: Winderstand der Nox​

Palabra: Lince~​

Summary: Un pequeño niño aparece en su sala, y a Yuriko sólo se le ocurre enseñarle modales.​

Palabras: 251​

Nota: Pre-colectivo, cuando Tsu conoce a la anciana que lo cuida después de escapar de su casa.​

​

​

Lección de Modales​

​

Yuriko entró a su casa con la parsimonia típica de la edad que tenía y del agotamiento provocado por haber caminado. Sus rasgos marcados por arrugas, sin embargo, reflejaban sólo tranquilidad, aún cuando vio al pequeño intruso en su sala.

—Anciana, ¿qué es eso? —dijo el niño cuando se dio cuenta de la presencia de Yuriko, señalando una estatuilla de bronce que había en un aparador. Tenía los ojos particularmente grandes y azules, y la mirada fija en las pupilas de ella.

—Esa no es la forma de dirigirse a tus mayores —contestó ella, pero no sonaba como un reto, sino más bien como un comentario curioso, un dato. El niño frunció el entrecejo.

—¿Cómo, entonces, anciana?

—Podrías empezar por preguntar mi nombre, y agregar el honorífico correspondiente.

—¿Y cuál es su nombre, Anciana-san?

Ella sonrió pacientemente y se sentó en un pequeño sillón.

—Ahora estás más cerca, pero todavía te falta —dijo con suavidad—. Mi nombre es Itoo Yuriko, ahora, ¿serías tan amable de decirme cuál es el tuyo?

—Mi nombre es Nonomura Tsu, Itoo-san —contestó el pequeño, estirando las letras y parándose firme, intentando parecer solemne. Una risita se le escapó a Yuriko.

—Un placer —dijo después, tosiendo un poco—. Por cierto, es un lince.

Tsu parpadeó de una manera que a la anciana le resultó terriblemente adorable. Si tan sólo fuera más cortés, sería la cosa más encantadora del universo... y tal vez le tocaba a ella desempeñar semejante tarea. Sonrió una vez más, decidida a convertirlo en un señorito inglés, como si de un juego se tratase.

Contenido oculto

Lista de Noviembre
-Muertos
-Clases
-Exámenes
-Lujuria
-Reencarnación
-Rosa
-Cine
-Cisne
-Hogar
-Vainilla
-Frío
-Lince
-Pastel
-Carta*
-Gato*

 

A pedido de Seshita bonita, otro de los DunkelMiene (ya quiero que empiece la primera ronda, a ver cómo interactúan con los otros y tener más material para escribir~ [es más, ya tengo un par de ideitas {en mi cabeza, Joan disfruta molestando a mi pobre Ly}, pero primero quiero ver para dónde va la cosa])

Título: Cartitas furtivas y pequeños papeles
Colectivo: Magic Wolken
Palabra: Cartas
Summary: Un año, a Emily y a Marlene se les da por escribirse cartas, y meten en el juego a un pobre y renuente Ly
Palabras: 661
Nota: Pre-Fic.

Cartitas furtivas y pequeños papeles​

Los pasillos de la mansión DunkelMiene eran, prácticamente, el único lugar de la casa donde la última generación sociabilizaba en pequeños encuentros casi furtivos. Claro, había ciertas excepciones: algún que otra reunión en la cocina o en la sala, alguna tarde calurosa en el patio. Sin embargo, el ambiente en esas habitaciones era bastante tenso, y parecía que tanto Sonia o Rosalía tenían el hábito de aparecer para arruinar el momento e incomodarlos.

Fue probablemente por esto que a Emily se le ocurrió la idea de las cartas para comunicarse con Marlene, cuando tenían doce y catorce años respectivamente. Podría haberlo usado también con su hermana, pero sus pequeñas reunioncitas muy rara vez eran interrumpidas o cortas, mientras que cuando charlaba con su prima tanto su tía como su abuela asomaban al instante.

La mecánica era bastante simple: cuando quisieran, cada una escribía algo en alguna hojita de papel, ya fuera una frase o un par de páginas, y la escondían con suma cautela en ciertos lugares establecidos. Era prácticamente un juego para ambas, casi un reto; sin embargo, también tenía cierta importancia, especialmente para Marlene, quien sentía cierta libertad al escapar del ojo omnipresente de la matriarca y sus reglas tácitas.

Muchas veces se preguntaron si la anciana estaba al tanto de su pequeño juego, ambas llegando a la conclusión de que sí lo sabía, pero que no tenía tiempo para semejantes nimiedades, a diferencia de su hija y nieta. Lo casi comprobaron cuando hablaron libremente del tema con Ly camino a la escuela, sin haber ninguna represalia. Aún así, siguieron siendo lo más precavidas y cautelosas posibles.

El juego continuó sin problemas durante varios meses, hasta que castigaron a Lene por lo que parecería ser un mes de confinamiento en su habitación durante las vacaciones de verano. Si pudieran mantenerlas, pensaba Emily, Lene tendría, al menos, una pequeña conexión con el mundo exterior. No obstante, no podía acercarse a la habitación de su prima sin levantar sospecha, ya que su habitación estaba en un piso diferente... pero la de Lykaios no. Emily sonrió en el medio de la cena, completamente sumida en sus pensamientos y orgullosa de su idea.

Aún así, Ly no accedió fácilmente. Se lo planteó una única vez en voz baja y él negó con la cabeza, sumamente serio y con el entrecejo fruncido. Sólo accedió después de tres días de que Emily lo mirara con fijeza casi constantemente, aún sin estar muy feliz de la idea.

En el mismo segundo en el cual Emily le dio la carta a su único primo varón, este comenzó a sentirse culpable y tonto. Era una mala idea, una especialmente mala. ¿Estaban concientes de lo que sucedería si los descubrían? No sólo todos estarían decepcionados, sino también furiosos... En verdad no debería haber aceptado, ni siquiera haberlas escuchado cuando le contaron del tema. A él no le importaba, ni le incumbía, ni nada. Aún así, cuando le habían confiado su secreto, el había sentido una pizca –mínima, ínfima- de orgullo, de felicidad. Suspiró y caminó lo más natural que pudo hasta la puerta de la habitación de Marlene.

Cuando ya estaba cerca, miró disimuladamente hacia todos lados y cruzó los dedos en un intento de invocar a la buena suerte para que no los atraparan. Después, cuando estaba finalmente junto a la puerta, se agachó rápido y deslizó varios papelitos por la hendija. Estaba a punto de pararse cuando un papelito salió hacia el pasillo; lo agarró rápido y se metió al primer baño que vio para leerlo tranquilo. Sólo decía un simple “gracias”; claro, pensó él, debe haber visto toda su odisea en alguna premonición y ya tenía preparado, al menos, el agradecimiento.

Esa fue la última carta que se escribieron las primas, considerando ambas que la pseudo-travesura había perdido la gracia después de tanto empeño y tanto tiempo jugado. Ly, por otro lado, todavía guarda el pequeño papelito, aún cuando ha querido deshacerse de él innumerables veces.

Contenido oculto

Lista de Noviembre

Contenido oculto

-Muertos
-Clases
-Exámenes
-Lujuria
-Reencarnación
-Rosa
-Cine
-Cisne
-Hogar
-Vainilla
-Frío
-Lince
-Pastel
-Carta*
-Gato*

 

Título: Imán
Colectivo: Winderstand der Nox
Palabra: Rosa
Summary: Por que Lisbeth era como un imán, te atraía y luego no te permitía alejarte, pero al mismo tiempo, te mantenía alejado.
Palabras: 342

Imán​

Normalmente Alex no tenía tantos problemas como el resto de la gente para ocultar que no tenía sombra.

Para él, bastaba con sonreír de manera sensual, galante, romántica.
Al hacer eso, los chicos apartaban la mirada, molestos por aquella persona con la que no podían competir y las chicas solo se fijaban en su cuerpo, y nunca bajaban más allá de las rodillas.

Y para conseguir eso último no le bastaba sonreír. Era algo… natural.
Muchas veces se había preguntado si las demás personas de Winderstand también llamaban la atención tanto como él.

Al conocer a Lisbeth, sin embargo había descubierto la respuesta a su pregunta.

Las personas de Winderstand normalmente no se llamaban tanto la atención entre sí.
Eran gente especial, y estaban acostumbrados a eso.

Pero, sin embargo, desde el primer momento en que la había visto se había dado cuenta de que ella era probablemente una de las personas más especiales con las que se había juntado.

No pasó mucho tiempo antes de él se decidiera a pedir aquello que normalmente le era tan fácil: una relación.
Algo de un día, una noche.
Algo placentero.

Desde el primer momento le había quedado claro que Lisbeth se enfadaría si a él se le ocurría ser romántico y regalarle una rosa.

La dificultad de saber como actuar con ella doblaba el encanto de las pocas noches que podían pasar juntos sin interrupciones de la “seño sargento” que al final, terminaba cortando el ambiente.
Aunque la mayor parte de esas veces la sueca lo recuperaba en seguida… si estaba de humor.

Tras aquella primera noche juntos, al joven Scarlett le había quedado claro que su compañera podía ser fría la mayor parte del tiempo, pero a la noche, pasaba a ser eléctrica.

Y si había alguna palabra que describiera la atracción que sentía por ella esa sería sin lugar a dudas “magnética”.

Por que Lisbeth era como un imán, te atraía y no te dejaba huir luego, pero al mismo tiempo te sentías inclinado a alejarte de ella por sus atrevidos modales.

Contenido oculto

Lista del mes de Noviembre
-Muertos
-Clases
-Exámenes
-Lujuria
-Reencarnación
-Rosa
-Cine
-Cisne
-Hogar
-Vainilla
-Frío
-Lince
-Pastel
-Carta*
-Gato*