... Es realmente sencillo, tanto que es difícil de ignorar. Pero quien podría oponerse a tal manifestación interna, que asemeja al brote de las flores en primavera, y al impulsivo río que su corriente arrasa con todo a su paso. Si al menos la opción de evitarlo existiera o de eliminar cualquier rastro de ello. Más sin embargo tal aberración solo aumenta, y se vuelve ruidosa e inaudible, sofocándome, sin dejar un espacio para exhalar. Como si fuera el rehén de algún desquiciado. Y espero que no cese, aunque esto sea insoportable, seguiré ignorándolo. ...