oscuro; eso no era mi padre [one-shot]

Estoy sola en mi cuarto, ¡Dios! ¿Porqué se tenía que cortar la luz? eran las 11 de la noche la última vez que vi la hora, no sé cuánto tiempo ha pasado desde entonces. Solo sé que tengo mucho miedo.

Para mi gran desgracia la habitación de mis padres está abajo, en el primer piso y para poder ir con ellos ten que bajar esas interminables escaleras de caracol. ¿Por qué? ¿Por qué no elegí la habitación contigua? ay, si tan solo hubiera pensado que algo así pasaría antes.

—Bueno, si me quedo aquí, más terror voy a tener—mis palabras salieron como un pequeño susurro de brisa, la forma en que lo dije fue aterradora, ya que no pude distinguir mi tono de voz en aquella frase.

Estoy sentada en mi cama, o eso creo, ya que cuando se volvió todo oscuro yo estaba parada en medio de mi habitación y la verdad no tengo un sentido de orientación muy desarrollado.

ya terminando de bajar de lo que debería ser mi cama, camino de manera torpe hacia adelante, a ver si así encuentro la puerta para poder salir, cada paso es tembloroso y el miedo me invade completamente, ya que el piso es de madera y cruje con los pasos que doy, cada vez me lamento mas de elegir la habitación de arriba...

¡Rayos! iba pensando y termino chocando con algo, a ver... esto debe ser el armario, entonces si voy a la derecha encontraré la puerta.

Tanteo mientras avanzo a la izquierda, de pronto siento algo helado rozar mi mano. ¡Es la perilla de la puerta! trato de encontrarla de nuevo, es tan difícil con esta oscuridad, como odio esto. Cuando la encuentro, empiezo a girar de ella lentamente, ¡Pero qué inteligente de mi parte!, esto hizo que empezara a rechinar de una manera espantosa, siento que cada parte de mi cuerpo se eriza con ese aterrador sonido, termino por abrirla rápidamente y salir al pasillo.

Bien, ya estoy fuera, y con lo que me encuentro... ¡Oh, mas oscuridad! ¿Porque mis padres no arreglan esto o me traen una lámpara? Capaz estén un tanto
aproblemados con esto, sí, eso debe de ser.

¿Qué es eso? unos pasos se oyen a la derecha, en donde están las escaleras. Mi cuerpo se estremece con los crujidos de las tablas que hacen al pisarlas.

Los sonidos son cada vez más fuertes, como si golpearan el piso. El miedo me empieza a invadir de manera colosal, todo mi cuerpo tiembla bruscamente, no puedo controlarme, el pavor es demasiado, no se qué hacer... ¡Santo Dios! ¿Por qué?

De pronto algo agarra mi brazo fuertemente, intento gritar, pero el sonido no sale de mi boca, esto no lo puedo soportar. En un susurro alega ser mi padre, bueno, por lo menos pudo avisar antes y no casi matarme de un susto.

Ya un poco mas repuesta ambos vamos a donde deberían estar las escaleras, cuando llegamos me tropiezo con algo, si no fuera por él me hubiera dado una buen porrazo escaleras abajo. Me levanto y seguimos nuestra trayectoria.

Mientras bajamos, mi sensación de inseguridad perdura, a pesar de tenerlo al lado, sigo asustada. Debe ser porque le temo a la oscuridad.

Cuando terminamos de bajar esas infernales escaleras, él me guía hasta la habitación de mi mamá, bueno, eso debe ser, solo sé que entramos a un cuarto. Nos sentamos en la cama, hay alguien más en esta, debe ser mi mamá.

Sorpresivamente se prenden la luces, ahora confirmo, lo que estaba al lado si era mi mamá, ella al verme sonríe alegremente, pero en cuanto fija la vista en él, su rostro se vuelve pálido y abre levemente sus labios, los mueve como si estuviera hablando. Pareciera como si estuviera en un estado de shock.

— ¿Hija, p-porqué le sostienes la mano?

Vaya pregunta... ¿qué tipo de pregunta es esa? simplemente la respuesta es, porque es mi padre, estoy en todo mi derecho. Respondo esto a mi madre, pero ella sigue en la misma situación, blanca como un papel. Me empiezo a preocupar, ¿acaso está enferma? jamás la había visto así esto hace que me dé un escalofrío.

—Hija, Eso...no es tú padre, el fue a dar la luz, aún no regresa...

El temor vuelve, la seguridad se desvanece nuevamente y empiezo a temblar como hace rato. En realidad, no le eh visto desde que bajamos, solo me habló una vez y me llevaba de la mano, que por cierto, ahora la mantenía mas sujeta que nunca, como si no quisiera que escapara.

Con pavor giro mi rostro, miles de sentimientos negativos pasan por mí en estos momentos, cuando lo miro, me congelo. Grito con todas mis fuerza junto a mi madre...

Eso definitivamente no es mi padre...