Oportunidad.

NOTA: Yaoi suave. Si no te gusta este género, por favor, no insultes.

Es la primera vez que escribo sobre amor no hetero. Yo personalmente, creo que el amor en todas sus formas es bello, y que deberíamos darle más atención a los diferentes tipos. Porque este tipo de amor está en todas partes, y merece respeto y aceptación también.
Es muy corto, y está algo... la verdad, no lo sé. Es como una prueba que me hice a mí misma.
Cuenta cómo un chico se da cuenta de los sentimientos de un amigo hacía él, y cómo se lo toma. Cómo comienza a entender sus propios sentimientos.
Sin más interrupciones, les dejo el relato. Espero lo disfruten, y me den sus opiniones ;3

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“Me gustas.”

Luego de pronunciar aquellas palabras, plantó un beso en sus labios. El chico estaba temblando; su mirada estaba perdida, y su rostro sonrojado. Sólo atinó a correr.

Corrió, corrió y corrió; lo más rápido que sus piernas se lo permitieron. Dejó atrás al que le había dicho eso. Lo dejó solo, y corrió.

Cerró la puerta detrás de él con fuerza, y dejó caer todo su cuerpo sobre ella. Estaba muy agitado, su corazón nunca antes había latido de esa forma.


¿Qué le había dicho? ¿Quién? O más importante… ¿Por qué?


No entendía nada en ese momento; todo daba vueltas en su cabeza; y hacía que su cuerpo temblara. Decidió calmarse, intentar recuperar la calma y pensar tranquilo.

Caminó hacia la cocina, encendió la cafetera y buscó una taza dentro del armario. Apenas podía agarrar una, sus manos parecían de gelatina.

Sirvió el café y se recostó en el sillón, dándole antes un pequeño sorbo. Suspiró, y cerró los ojos. Ahora se encontraba más calmado, podía intentar pensar lo que había sucedido.

Volvió atrás los hechos, y los repasó lentamente:


Había quedado con un compañero, Mark, para estudiar después de clases. Ellos se habían hecho amigos desde el inicio del semestre, siempre estudiaban juntos y se llevaban muy bien. Estaban saliendo de la biblioteca, cuando…


“Hey Mark, ¿quién te gusta? Ya ves, estamos ya por finalizar trimestre, conoces a todas.”- preguntó él.


“No sé si decirte, es que… no sé como podrás tomártelo.”- dijo el chico más alto, cubriendo su rostro más con la bufanda azul.


“Vamos, no le diré a nadie ¿sí?”- dijo el menor con una sonrisa.


“Está bien, te lo diré…–dijo acorralándolo con sus brazos- Tú.”


“E-Eh, qué buena broma, en serio –soltó una risa nerviosa-. Ya, dime la verdad amigo.”


“Es la verdad. Me gustas.”- lo besó en los labios suavemente, esbozando una sonrisa. Luego, el otro echó a correr.



Se tomó la cabeza, recordando lo que había sucedido. La imagen mental que tenía en ese momento lo estaba atormentando ¿cómo podía sucederle algo así?


-¡¿Acaso no sabe que yo soy un chico?!- exclamó con desesperación en su voz- ¡¿Cómo que soy yo el que le gusto?!- se cruzó de brazos, intentando comprender. Se quedó en silencio unos minutos, hasta que abrió más sus ojos con sorpresa- Un momento, eso quiere decir… ¿Q-Qué le gustan los chicos? Mark es un chico, al que le gustan los chicos… es, es… -dio un grito asustado, comprendiendo la situación por completo.

Un momento, ¿era para asustarse?

Gustarle a una persona no es para asustarse, ¿verdad? Entonces ¿por qué él si estaba asustado?

Tal vez era porque a la persona que le gustaba era a un chico, y él también era un chico. ¿Eso… es para asustarse?


-¿Es… normal? –murmuró casi imperceptible tomando un trago del café- ¿Está bien que esto
pase? –sopló la bebida con su exsalación, con la mirada un tanto preocupada.


Dejó el café a un lado y se dejó caer por completo en el sillón. Entrecerró los ojos, y se quedó en silencio por un largo tiempo.


-¿Qué tal sí… a mí también me gustara él? –murmuró. En el instante en el que terminó de decir eso se sonrojó por completo, y se tapó la cara con un almohadón- ¡No, no, no!


Se sentía muy extraño. Una sensación invadía todo su cuerpo, y no dejaba que respire bien.


-¿Debería… r-rechazarlo? –se preguntó. Sintió un dolor en el pecho al decir eso, algo como tristeza. Pero ¿por qué se pondría triste al rechazarlo? Sí él no sentía nada por Mark.

¿No sentía nada por Mark? ¿Estaba seguro de eso?...


-No es posible… no es normal –se sentó y puso la cabeza entre las piernas- yo no soy…
No pudo completar la oración, pues ya no se sentía seguro de lo que iba a decir.


Hasta ese día, nunca había sentido nada por nadie. Ni por chicas, ni por chicos. Pero ahora era diferente, no sabía qué; pero sentía algo. Sentía que una parte de él estaba feliz por lo que había dicho Mark.

¿Por qué? ¿Acaso sentía lo mismo?

-Tal vez, a mí… m-me guste –hizo una pausa de unos minutos-.Pero ¿qué dirían los demás?


¿Cómo sería todo si yo le dijera esto? Ya nunca volverían a tratarme igual –una lágrima se deslizó por una de sus mejillas mientras decía esto.

¿Los demás aceptarían su manera de ser? ¿Seguiría teniendo amigos después de eso?

¿Qué diría Mark? ¿Cómo sería todo entre ellos después de eso?


-Creo que estoy seguro de algo –secó sus ojos rápidamente con sus manos-: yo no quiero alejarme de él. Quiero… seguir estando a su lado. Aunque ya no sepa como serán las cosas –suspiró.


Tenía muchas dudas, muchas preguntas, muchas cosas por resolver en su mente. Estuvo durante mucho tiempo pensando aquello.


-No estoy seguro de lo que siento por él, pero creo que podría… –tocó sus labios con una mano, mientras esbozó una pequeña sonrisa- podría darme una oportunidad… Una oportunidad de sentir amor por alguien. Sin importarme lo que digan los demás.

Tomó lo restante del café de un trago, y salió rápidamente de la casa.

Tenía que buscar a Mark. Tenía que buscar a su oportunidad.