Despicable Me Operación Gâteau[Mi villano favorito]

Amanecía en la casa de Gru y como comúnmente ocurría era con una explosión. Al entrar al laboratorio observo a Carl el minion de un ojo, se encontraba pegado en la pared totalmente negro por la explosión, riendo por su fechoría mientras tenía en su mano un tubo de ensayo básico, bruscamente se dejó caer en el piso e iba hacia él.

— Haz estado jugando de nuevo de nuevo con el equipo de química del doctor Nefaria ¿verdad? — dijo Gru mientras miraba inquisitivamente al pequeño amarillo.

— Eehh…no, no— contestó el minion mientras lanzaba el tubo por los aires noqueando Stuart que pasaba por allí, para luego esbozar una sonrisa inocente.

Gru lo observó por un segundo y meneó la cabeza riendo.

— Reúne a los otros tengo una misión para ustedes— le ordenó el villano.

Stuart que se recuperaba apenas del golpe llegó hacia Carl y comenzó a darle manotazos.

— tu… golpe cabeza…auch…—decía el otro minion mientras Carl respondía a sus golpes.

— Carl…— inquirió Gru para recordarle lo que tenía que hacer.

Ambos se detuvieron y lo miraron.

— Voy, ok…— dijo el minion antes de salir corriendo.

Minutos después estaba frente a él, el pequeño escuadrón de amarillos: Stuart, Carl, Dave, Kevin y Jerry.

— Chicos llevaré a mis chicas a la escuela, tengo un nuevo plan entre manos, uno sin precedentes e infalible ahora…

Gru interrumpió su explicación cuando escucho que Carl se quejaba, al voltear lo vio tratando de ser metido a la fuerza a bazuca de Dave con sólo los pies fuera moviéndolos desesperado, Dave ríe maliciosamente.

— No Dave, no incluye lanzar a Carl por los aires.

— Aaaaah…— se lamentó el minion decepcionado, mientras jalaba del pie derecho a su compañero y lo sacaba del artefacto.

— Jejejeje— reía Dave nervioso mientras Carl lo observaba molesto, al final terminó por lanzarle un golpe.

—Jerry esta es la lista de lo que deben traer…—concluyó el villano retirándose

—Gâteau oooh— dijo el pequeño amarillo mientras le brillaban los ojos al ver la palabra “pastel”

Después de unos minutos se les ve entrar a los pequeños amarillos a la enorme tienda departamental caminando en cámara lenta portando distintos disfraces: Stuart llevaba un traje negro de latex junto con una peluca roja que llega por debajo de los hombros, Dave lleva un traje negro y corbata, Kevin lleva una gabardina y lentes negros además, Carl por alguna razón portaba un pequeño disfraz de cachorro mientras Jerry Lucía uno de Spider-man, con este último tarareando la música de fondo estilo espía.


El pequeño amarillo de un ojo camina por en medio de los pasillos de una de las tiendas, busca el primer artículo de la lista: dulces. Para enfrente de una de ellas y se disponía a meter unos dentro de una bolsa, cuando ve que un niño lo observa.

— Hola— dijo el niño.

— Hola— contestó el minion mientras se acerca a él y bate su mano ansiosa mientras sonríe.

—¿Compras dulces?, mmm que suerte mis papás no me dejan comerlos porque dicen que son malos para mí— suspiró el niño mientras bajaba la mirada.

— Mmm anda dulce come un— le dijo la criaturita mientras le acercaba un chocolate y él se comía otro.

— Pero tenemos que pagarlos, eso no está bien…— susurró el niño

El minion ya se encontraba totalmente llenó del rostro y echaba montones de ellos a su boca.

— Bueno uno no estará mal…— murmuró el niño mientras lo comía.

— ¡Esta vez si te atrapé! — exclamó una voz detrás de ellos— le diré a mis papás y ellos te castigaran— sentenció un muchacho como de dieciséis años.

El niño abrió sus ojos como platos y tragó el chocolate.

— Me van a castigar tienes que ayudarme

El pequeño minion bajó su máscara y puso una mirada decidida.

— Reunidos…— murmuró el amarillo haciendo referencia a la película que había visto como diez veces al menos.

Stuart y Kevin:

Estos dos minion se encuentran en la pastelería tratando de mantener en pie un enorme pastel de tres pisos, el segundo artículo de la lista, Stuart lo sostiene apenas mientras que Kevin deja en caja varios billetes que tienen pintados caras graciosas en ellos con plumón, el vendedor lo miró extrañado.

— Listo, bye, bye…— indicó Kevin para que el minion vestido de chica saliera de la tienda.

—Muack, Muack.. —este antes de salir a la puerta se despidió con salió dando besitos.

Ya estando los dos afuera Kevin se detuvo a guardar los últimos billetes en su gabardina, uno se cayó al piso y se agachó a recogerlo, al levantarse el pastel se había desvanecido por completo y Stuart estaba llenó de crema de este de pies a cabeza mirándolo nervioso.
— ¡Aaaaaaaaa! — gritó Kevin al ver que Stuart había devorado todo el pastel— ¿comiste Gâteau tú?... —preguntó referiendose al pastel

— Emmm nop…— sonrió Stuart inocentemente.

Kevin le daba un zape.

Carl:
En la tienda de mascotas Pet shop litle acaban de abrir, el encargado verificaba que todos los animales en exhibición estuvieran bien y para comenzar a acomodar en jaulas los nuevos, lo ayudaba un chico como de unos catorce que realmente no se le veía mucho entusiasmo estar allí. De pronto se escuchó un ruido, algunas jaulas cayendo y los animales emitiendo varios sonidos, el encargado pensando que eran ladrones se armó con una escoba y entró a la habitación.
Dentro de esta sobre un cachorro de labrador que corría juguetón por todos lados estaba el pequeño ser amarillo con disfraz de cachorro montándolo como un corcel.

—¡Hi-yo, Silver!, tarararata, tararararatata, taaaatara…—exclamaba el minion mientras hacía travesías con el perrito.
El señor permaneció viendo esto un momento.

— ¡Atrapalo! — prorrumpió

El muchacho salió corriendo tras él.

— ¡Aaaaa! — gritó el minion mientras le indicaba al cachorro que corriera más rápido

Dave:
— Buenos días bienvenido a la heladería Santa Clara, ¿en qué podemos servirle’— dijo la empleada de la heladería con una sonrisa.

— Me das un helado de chocolate por favor, grande…— respondió la chica que estaba del otro lado del mostrador.

La empleada caminó hasta la máquina que batía el helado para mantenerlo cremoso y frío por más tiempo, sumergió la cuchara para mantecado en ella.

— ¡Auch! — creyó escuchar de adentro del recipiente pero lo atribuyó al cansancio.

Así que insistió y algo bloqueaba el paso de la cuchara.

— ¡aaaaauch! — se escuchó exclamar de adentro de nuevo.

Una mano amarilla surgió de pronto, le arrebató la cuchara y la lanzó lejos, la chica retrocedió un poco y la cara del minion surgió completamente llena de chocolate reclamando con palabras ininteligibles. Como era de esperarse la empleada retrocedió y salió corriendo luego de pegar un grito, el minion la vio alejarse se hecho chispas en la cabeza y con los ojos brillantes tomó uno de sus frutos favoritos y se lo comió.

— Banana…

Jerry:

El muchacho corría entre los pasillos buscando a sus padres, sabía que si lograba acusar a su hermano mejor tendría el videojuego para él sólo por varios días. Entró en el área de carnes frías cuando escuchó un ruido detrás de él como unos pequeños pasos, volteó pero no vio nadie, se dispuso a caminar de nuevo cuando delante de él cayó un pollo congelado como si alguien lo hubiera tirado.

— ¡Wiiiiiii! — exclamaba el minion araña mientras surgía frente a él impulsado con papel sanitario por los aires.

Sin que él chico pudiera hacer nada el pequeño amarillo comenzó a envolverlo con el mismo papel dando vueltas en él, cuando ya estuvo envuelto el niño se puso delante y lo hizo caer de bruces, el minion riendo le pegaba en la cabeza con una pierna de pavo.

— Esta bien, está bien ¡no diré nada! — exclamó el muchacho al verse derrotado.

El minion se levantó de él y le lanzó un chocolate al niño, este lo atrapó y se lo comió.

— Hasta pronto amiguito amarillo.

Stuart y Kevin:

Un tumulto de gente en medio de la pastelería, se escucha un ajetreo dentro mientras los que son los dueños se encuentran afuera de la tienda, explicando todo a un guardia de seguridad.

— Comenzamos a ver algo de humo pensamos que era un incendio— narraba la mujer.

>>Stuart había echado más de la mitad de las postales y los trípticos de un puesto a uno de los hornos<<

— De pronto estando afuera una de esas cositas amarillas pasó por debajo de mí, cerró la puerta y nos dejó afuera a los dos…

— ¿Dijo “cositas amarillas” — preguntó extrañado el guardia.

Dentro del lugar Kevin se encontraba preparando una receta para hacer su propio pastel, vertiendo la leche y huevos a una gran porción de harina que tenía en un tazón, escuchó de pronto el horno de microondas accionarse bajó de la silla donde estaba y caminó hacia allí.

— Hello— saludaba feliz e inocente Stuart desde adentro mientras que daba vueltas sobre sí mismo a causa del movimiento del aparato.

— ¡Stauart! — gritó asustado, él sabía lo que le ocurriría, lo había aprendido a la mala.

Desesperado le indicaba que saliera, pero este le saludaba pensando que era lo que hacía. No fue hasta el momento que sus pocos pelos se predienron fuero con el calor que el minion se dio cuenta.

— ¡Aaaaaaaaah! — salió gritando Stuart mientras metía la cabeza en chocolate— mmm chocolat ñam…

Ambos minion se observaban un segundo y comenzaban a reír.

— Gâteau hacer ayuda tu— indicó Kevin

— Ok— respondió Kevin mientras chupaba su mano llena de chocolate.

Carl:

— ¿Viste donde se metió? — preguntó en encargado.

— Creo que lo perdimos— respondió el chico.

Justo cuando terminó de decir esto salta de uno de los pasillos el minion sobre él cachorrito y quedan frente a frente. Ambos se pusieron frente a éste, convencidos de que lo habían atrapado, pero este sonreía con un trozo de lazo en su mano sonriendo como quien ha hecho una travesura, de pronto comenzó a ensombrecerse todo y los dos observaron al minion extrañados.

— Pato jeje, bye bye— dijo

Al voltear se dieron cuenta de que había soltado todos los lazos que sostenían un enorme inflable de un pato, promocional de un restaurante. Les cae encima y él pasa y ladrando le muerde un pie a uno.

Dave:
Se encuentra acorralado tiene ya sólo dos bananas en sus manos y los empleados de la tienda se acercan más y más, da una mordida a una galleta pensando que es el fin, protegiendo los dos botes de helado que había ido a conseguir.

— Banana…— murmuró observándola nostálgicamente.

Como quien está en el momento final de su vida, frente a sus ojos pasaron todos sus recuerdos: explotando un buzón, explotando a Stuart, explotando uno de los inventos del profesor Nefaria por “accidente” y así mismo, además de bananas.

Surgió decidido al pasillo y presionó las dos bananas, en ese mismo momento Carl pasaba detrás cabalgando su cachorro y lo atrajo hacia él, las bananas impactaron el pisó e hicieron tropezar a los empleados mientras él tomaba los dos botes de helado.
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Esta noche es muy especial, Gru pudo conseguir que el parque de diversiones no abriera para el público ya que había algo muy importante que conmemorar, literalmente esto no sería posible sin ellos y por eso quería darles esto, era cumpleaños de todos sus minions, era complicado festejar a cada uno, pero se le ocurrió una idea, ir al parque de diversiones y allí festejarles.

—Minions no rompan nada…. Carl nada de dulces sabes que estás gordito —Gru le decía a un minion antes de que este comiera dulces pero la burla de su compañero no se hizo esperar mientras el fingía que los escupía pero volvía a trabarlos—. Kevin baja de ahí, ese no es un juego —le dijo al pequeño amarillo que se había metido a la máquina de algodón de azúcar, pero cuando este salió, estaba mareado y lleno de esponjosa azúcar rosa y lila
— Dave sin bazukas en los juegos usa los dardos— le indicó al minion es estaba a punto de acabar con un juego—Jerry, ¿Dónde esta Jerry? — se escuchan gritos de varios minios en la casa del terror y él sale riéndose.

El villano se paró frente a un micrófono mientras que sus hijas lo seguían.

— Está a sido su misión más importante, pensé mucho y sabía que no había nadie mejor para prepararles una fiesta que ustedes mismos, muchos hicieron nuevos amigos—Jerry levantó su mano y Carl levantó su cachorro sonriendo— otros vivieron nuevas aventuras— Stuart al escuchar esto beso emocionado a Kevin en la mejilla y Dave lanzó unos disparos al aire—son traviesos, desorganizados casi un completo desastre pero amigos sólo puedo decir…

— Los queremos minions— completo la pequeña Agnes acercándose al micrófono.

Fin.