MeruPuri [One Shot] Pequeñas sensaciones [Airi&Aram]

Para el reto de Sandritah y mío °----° dedicado con todo cariño para ella, y también para Pollux que no dejo de recordar que fue por ella que yo conocí este fantástico relato.


Título: Pequeñas sensaciones
Resumen: Tomándola con ambos brazos, envolvió a Airi en su cuerpo para ser capaz de sentir la respiración de ella en la piel de su cuello. Tan grande que era ahora que podía ser ella la niña.
Tipo: Two-shot
Personajes: Airi y Aram <3!
Clasificación: K
Advertencias: Lime~
Género: Romance
No. de palabras: 857

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Los ojos inquisidores de Aram se habían detenido en la cara de Airi hace ya varios minutos.
La chica mientras terminaba de acomodar su cama para acostarse, volvió la mirada en dirección al niño que tanto la observaba.

—¿Quieres algo?—preguntó Airi al sospechas que tuviese hambre.

—Hace ya un año, justo cuando nos conocimos, fue la primera y última vez que dormí junto a ti—el rostro de la chica se había sonrojado completamente y no pudo emitir palabra alguna—
¿puedo dormir a tu lado hoy?

La mirada de Aram seguía constante y de manera de suplica. El pudor de Airi se había posesionado de ella… el fuerte amor que sentían ambos no era cuestionable, sin embargo le costaba deshacerse de todos aquellos prejuicios que le abordaban a la mente.

—Pero…—intentó poner un pretexto pero la cara de Aram le debilitaba cualquier escusa—supongo que sí… pero no apagaré la luz, quédate cómo estás.

—¡Sí! —contestó muy animado el pequeño que de un salto llegó a la cama de la joven.

Airi ya más relajada sonrió y se acostó a un lado de él, cuando ella se acomodó completamente, uno de los brazos de Aram pasó por el vientre de Airi y se pegó junto a ella recargando su cabeza en la almohada que correspondía a la chica. Ella sonrió y le dio un beso a un lado de sus labios.

La oportunidad era demasiado tentadora. Mientras que Airi ya gozaba de un profundo sueño rápidamente, los curiosos ojos de Aram no paraban de observarla. Era tener lo más importante de su vida entre sus brazo y poder sentirlo… aún más suyo.

Con sumo cuidado, conjuró un hechizo para llamar a la oscuridad cómo en aquella noche… diferencia en la que ahora tenía pleno uso sobre qué pasaría.

Estando ya más grande, desvaneció aquello y la luz volvió a predominar en la habitación. La sensación de él al permanecer tan cerca de ella en ese cuerpo se intensificaba… gozaba de sentimientos que recorrían cada parte de su cuerpo y ansiaba poder estar aún más cerca de lo que ahora se encontraba. Tomándola con ambos brazos, envolvió a Airi en su cuerpo para ser capaz de sentir la respiración de ella en la piel de su cuello. Tan grande que era ahora que podía ser ella la niña.

La cara de paz de su amada le produjo enorme felicidad; por saber que ella lo era estando con él, y que a pesar de tener que esperar cinco años más para ser mayor de edad siempre estaría a su lado.

Acariciando la suave mejilla de ella, sintió un pequeño nudo en la garganta al notar cómo se empezaba a ver la luz del día entrar por la ventana. No había dormido en la noche a causa de la emoción en su estómago al tener a su dama tan cercana a él. Los ojos de la chica se abrieron perezosamente y notaron un par que la miraban.

—¡Aram! —gritó sobresaltándose al notar que él estaba diferente—te dije que no apagaría…

—Sigue prendida—musitó él calmado y con una leve sonrisa—no te enojes conmigo por querer estar a tu lado.

Airi no pudo dar una objeción a eso… no deseaba decirle nada puesto que no le nacía. Su corazón comenzó a palpitar rápidamente al sentir que la tenía abrazada a él.

—Ya estabas a mi lado—dijo ella escondiendo la cara en el pecho de él a causa del rubor que comenzaba a asomarse—siento si hago algo que te hiciera sentir mal.

—No lo haces… así como trato de entender tu posición entiende la mía. La espera se me hace más larga conforme en ocasiones te siento distante y el corazón se estruja… porque él desea sentir los latidos del tuyo para estar contento.

Tomando con algo de fuerza de la camisa de Aram, Airi se aferró a ella y una pequeña lágrima de felicidad rodó por su mejilla.

—Te amo—musitó ella levemente mientras alzaba el rostro y trataba de posar sus labios sobre los de su compañero.

Él con un gesto pequeño evitó el beso con sus manos y se sentó en la cama sin dejar de sujetar a Airi con sus brazos.

—Déjame a mí—susurró mientras que con pequeñas caricias alrededor del cuello de Airi se acercaba y besaba partes de su rostro hasta llegar a sus labios.

Un pequeño Aram quedó junto a ella y un rubor en las mejillas del mismo apareció.

La sonrisa de Airi junto con su toque rojizo en la cara le provocó felicidad mayor al niño que aún seguía junto a ella. La mano de la joven se colocó sobre su cabeza y se dedicó a acomodar aquel cabello que lucía más revuelto de lo habitual.

Una mano pequeña sujetó la de ella y la estrechó con fuerza.

—Aunque aún sea un niño—musitó él tomando aire y adoptando algo de seriedad—sabes que el amor que siento por ti es más grande que lo que mi cuerpo es actualmente… y sé que Airi un día será en todas las palabras mía… y yo de ella.

 

Jo! se me pasó olímpicamente xD Es que me quedé pegada leyendo un manga xD Para terminar aquí el segundo y último <3! With all my hearth <3!

One-shot dos.

Ambos rostros se miraron una vez más antes de que ella saliera de la cama. Los pasos de Airi se había hecho suaves para no despertar al pequeño Ara que yacía dormido a causa de su desvelo; una sonrisa se dirigió hacia la inocente cara de su amado… apenas había pasado un tiempo que ella había despertado y notaba cómo los ojos de Aram se iban cerrando a causa del cansancio.

Vistiéndose con una falda y con una blusa ligera de manga larga, Airi suspiró aliviada al recordar que era sábado y tenía toda la mañana libre… sería hoy cuando podría salir con Aram y mostrarle un hermoso lugar que ansiaba él conociera.

Mientras preparaba el desayuno, observó de nuevo al ser que dormía en su cama y se preguntó si despertaría antes de que volviese a anochecer. No tenía intención de molestarle.

Un rubor asomó por sus mejillas al recordar las palabras de Aram y la acción que había realizado. Ella también disfrutaba de esa cercanía con él… pero a veces la vergüenza le juagaba una mala partida y la hacía contradecirse.
Sin darse cuenta la carne que había puesto a cocer en el sartén ya se le estaba comenzando a quemar y rápidamente la sacó y colocó en el plato.
Poniendo el sartén contra el agua fría que salía de la llave, una pequeña nube de humo se formó en la cocina y el olor a quemado se intensificó. Airi abrió una de las ventanas para despejar el ambiente, sin embargo alguien ya estaba levantado.

—¿Qué ocurrió? —preguntó el pequeño mientras se colocaba inmediatamente al lado de Airi.

—Nada, nada…. Sólo que se me quemó el sartén y se hizo demasiado ajetreo—las palabras de Airi trataban de dejar a Aram más tranquilo y hacerle ver que no era nada grave el simple error en la cocina.

—Ten más cuidado—musitó seriamente Aram mientras que la miraba fijamente—¿Qué hiciste de comer?

—Ayer compré unos filetes y eso puse… un poco quemados pero saben bien—respondió Airi un poco nerviosa ante la idea que por distraída había arruinado un perfecto desayuno.

—Seguro sabrán bien—dijo Aram con ilusiones de animarla y le lanzó un abrazo—Airi hace muy rico de comer.

Un leve sonrojo apareció nuevamente en su rostro y correspondió el pequeño abrazo que Aram le había brindado.

Sentándose en la mesa, Airi sirvió los platos con un complemento de arroz y los colocó uno en frente de Aram y el otro a un lado para ella. Antes de quedarse junto a él trajo un par de vasos con jugo para los dos.

El sonido crujiente de la carne medio carbonizada se hizo presente cuando Aram le mordió, un leve temor por parte de Airi que esperaba ver una expresión de que había sido desagradable el saber esperaba encontrar… pero Aram siguió comiendo muy animado.

Terminando ambos, Airi recogió los platos y los lavó rápido. Aram no se había levantado de la mesa y seguía observándola. Tan hermosa… y aquél pequeño sueño que había tenido en el poco tiempo que había dormido no era comparable con la realidad. Airi no era un sueño, era su preciosa realidad… y su futuro.

—Espera un momento que me peino para salir—dijo Airi mientras abandonaba la cocina y se metía en su cuarto y cerraba la puerta.
Aram pensó en seguirla pero decidió esperar y cuando saliera preguntarle a dónde irían.
Sin pasar mucho tiempo, Airi salió de su habitación con un cepillo y una camisita en la mano.

—Ven—mencionó mientras le indicaba a Aram con sus manos que se acercara.

Él fue directo a su lado y entonces Airi comenzó a quitarle la enorme camisa que tenía para dormir; le colocó la que traía en la mano y le arregló un poco su cabello.

—Ya está—dijo Airi al terminar de arreglarle y le miró sonriente—que bonito te vez.

—Pero…—el sonrojo de Aram había nacido en esos instantes.

—Vente, que hay que aprovechar el día.

Ambos salieron de la casa y ella le llevaba por la mano. La gente al pasar le veía con ternura y hacía facciones amables ante Aram. Unos habían murmurado comentarios tiernos cómo: “qué hermana tan amorosa se ve que es”… cosa que le molestaba un poco a Aram. Él deseaba que la gente pudiese observar a Airi cómo lo que en realidad era para él.

Airi se detuvo en un lugar grande con varias mesas y un lugar en que vendía postres. Dejó sentado a Aram en una mesa y fue a pedir un par de helados.

No había muchas personas ahí… de hecho, sólo ellos y el vendedor permanecían.

—Hoy hay un desfile en la ciudad y casi todos han ido a verle—mencionó Airi con poca relevancia y miró tiernamente a Aram—así que se podría decir que tenemos todo este bello espacio para nosotros.

Era cierto, el lugar tenía bellos jardines y estaba muy bien arreglado lo que era agradable para la vista. Aram se sonrojó una vez más y con firmeza acercó su mano para tomar la de Airi… cómo cuando ella había despertado.

—Gracias—musitó con un poco de vergüenza y después se acercó un poco a ella y le depositó un beso en sus labios.

Airi miró con ternura y amor a Aram, mientras él le sonreía cálidamente y apretaba más su mano. Sentía una felicidad enorme al saber que ella le quería tanto… saber que había buscado un momento para pasarla muy bien y a solas.

Un momento en el que, no hubiera nadie para verles extraño si él la besaba… Airi era suya y comprendía el significado más allá de lo carnal.
Le había obsequiado todo su corazón. Y se sentía muy dichoso por ello.