Un, deux, trois… A paso grácil comenzó un pequeño baile, sin darse cuenta en realidad que su pareja era nada más y nada menos que la escoba con la que limpiaba cada día la bien majestuosa mansión. La suela de sus zapatos parecía imantarse al fino piso de madera, su sonrisa de repente se hizo grande y visible, ¿Hace cuanto que no sentía esa calma consigo mismo? ¿Por qué había olvidado aquella pieza de baile que le traía recuerdos tan memorables? —Sebastian —la figura de un niño vestido elegantemente con un traje color verde musgo, se hizo presente en la biblioteca donde bailaba un bien animado mayordomo—. ¿Qué te ocurre? ¿Perdiste la poca razón que decías tener? —Para nada —contestó éste con mirada complaciente y sin dejar de lado a su pareja, la escoba, mientras la sujetaba como si de una dama se tratase—. Creo que el día de hoy me siento razonable, joven amo. —Hmp —Ciel comenzó a pensar que aquel hombre bailante no era el mayordomo que estaba a su servicio hace más de dos largos años, pero tampoco había ser en la tierra lo suficientemente parecido a él. —¿Quiere saber que me recuerda el baile que interpreto, joven amo? —preguntó Sebastian, parando su delicado paso frente a él y poniendo su mano izquierda sobre el pecho, con solemnidad. —No es que me interese, pero si quieres decirlo… En ese instante Sebastian agarró las manos de Ciel y comenzó a danzar con él la misma pieza que sonaba en su cabeza, haciendo que el niño de trece años se obligara a tratar de zafarse de la cosa que tanto odiaba. ¿A caso aquel mayordomo había perdido la cabeza para obligarlo a bailar de esa manera? ¡Si el odiaba el baile como si de sabandijas se tratara! Finalmente Sebastian le dio una vuelta y cual si fuera una pieza de tango recostó el ligero cuerpo de Ciel en una mano, llegando al punto en que su cabeza casi toca el suelo. El pequeño niño lo fulminó con la mirada, pero éste mayordomo sólo sonrió y sus ojos brillaron con llamas carmesí. —Ésta pieza la bailé en Viena, con la persona que tenía un alma parecida a la suya. Ésa fue la primera alma de la cual me enamoré completamente, la primera que pudo satisfacer mi insaciable apetito. El alma que los demonios buscan. Ciel lo miró un poco perplejo, con la boca entre abierta para respirar mejor en aquella posición tan incómoda en la que se encontraba. —¿Qué ocurrió con aquella alma? —preguntó, tratando de no darle tanta importancia al asunto. —No necesita preguntarlo —contestó Sebastián, poniéndolo de nuevo de pie frente a él y agachándose para acomodar su corbata que se había movido de lugar al final de la pieza de baile, luego se acercó a él y con un susurro continuó—. Usted lo sabrá pronto, no necesita preguntarlo de nuevo. Dicho esto tomó la escoba de nuevo, y mientras tarareaba la melodía de aquella pieza bailada en Viena se sumergió en recuerdos y continuó con su tarea diaria.
Vayaa... me ha encantaado, no tengo palabras, cero errores no he visto ninguno. Muchas gracias por la invitación, me ha encantado y me he reido un poco ante el comportamiento de Sebastian, amo ese personaje x) Escribes muy bien ^^ Espero que me avises para más escritos tuyo ;P Un dulce saludo: Sksh.
Hola, gracias por invitarme me ha encantado la forma en que Sebastian le hace mención sobre la primera alma que devoro de forma tan tranquila y que lo hiciera bailar a sabiendas de que Ciel odia hacerlo, en fin no noté errores de ortografía, pero no soy muy buena en eso, la única observación que te hago es que coloques una separación entre diálogos para que no se vean tan juntos, fuera de eso te quedo excelente. Adiós.
(Esto podría ser spam, I'm sorry) Gracias por el comentario y sé que lo más correcto sería que use espacios entre dialogos pero normalmente ésa es mi manera de hacerlo xD ya sabes, como un toque personal :)
Me gustó tu FF, ten cuidado con poner en negrita todo excepto por una parte por que eso le quita presentación a tu FF al igual que no ponerle el Título :) Sigue esforzándote e invítame a tu siguiente FF.
Genial, me encantó ='33 Gracias por la invitación querida. Tienes una imaginación excelente cariño, y la idea que le diste me pareció súper. Las palabras de Sebastián son increíbles, muy pocas, pero siempre directas. Eso provoca que me siga volviendo más fangirl x`D Adiós y buen día. At: Fer-chan.
Abyss, por el amor a Cristo, ¿me quieres matar? Me ha fascinado este escrito, lo amé. Es tan, acertado, una mezcla de emociones que mostraste en Ciel, primero la molestia por esa práctica que odio, pero después...confundido, y sin respirar, no esperaría menos después de las palabras de su sexy mayordomo. Y esa mención a un alma antigua, me pareció perfecto. De verdad, amo tus escritos y lo sabes querida, así que, no olvides avisarme. :* Cuidate amiga!
