Drabble de Naruto - Ombligo [SasuSaku]

El imponente pelinegro caminaba en dirección a su casa, a través de las calles de Konoha; la cual en aquellos instantes parecían color naranja, producto de la bellísima puesta de sol a sus espaldas.

—Oye, ¿has visto a esa mujer que dicen que fue alumna de la Godaime? —instintivamente, sabiendo de quién se trataba, el azabache detuvo su trayectoria.

—¿Te refieres a esa mujer de cabello rosa? Sakura, me parece que se llama.

—Sí. No es muy voluptuosa, pero a su manera es sexy, ¿no crees?

—Es verdad, sobre todo sus piernas. Además de que se ve muy provocativa con ese ombligo al descubierto.

—Es una lástima que sea casada.

—Sí, cierto.

Ambos hombres sintieron un escalofrío recorrer sus cuerpos. Fue entonces que se dieron cuenta de que tenían a alguien observándolos. Si las miradas matasen, estaban seguros de que en esos momentos estarían con, mínimo, unos mil kunais en sus cuerpos.

Oh, esperen, esa mirada sí podía matarlos si se activaba el Sharingan.
Exacto, de manera gélida, Sasuke Uchiha los observaba.

—O-Oye, ¿no tienes hambre?

—S-Sí, ¡ven! ¡Comamos dangos!

—¡S-Sí!

Como alma que lleva el diablo, los sujetos prácticamente volaron.
El Uchiha simplemente siguió su camino hacia su hogar.

—¡Oh! Sasuke-kun, bienvenido —su esposa sonrió una vez que llegó. La observó de arriba a abajo, especialmente su vientre —. ¿Eh? ¿Pasa algo?

—Nada —contestó con su habitual tono frío —. ¿Dónde está Sarada? —cuestionó al notar la ausencia de la susodicha.

—Está de misión con Boruto, Mitsuki y Konohamaru. Tú sabes —la mujer se adentró al hogar y comenzó a servir la cena.

Mientras lo hacía, Sasuke la observaba con detenimiento. Repasando una y otra vez su vientre al aire. Cuando Sakura le sirvió su plato y se sentó junto a él, luego del primer bocado, Sasuke articuló lo siguiente.

—Cúbrete el vientre.

—¿Q-Qué? —aquello tomó por sorpresa a la esposa Uchiha.

—Ya me oíste.

—P-Pero cuando te pregunté si te parecía bien me dijiste que sí —replicó la mujer, totalmente confundida de la actitud de su marido.

—Pues ya no me lo parece. Y no era una pregunta, sino una orden —Sakura quedó perpleja, mientras su esposo continuaba su cena tranquilamente.

—Per...

—Una orden.

La pelirosa bufó, continuando de mala gana su cena, con un puchero cual niña pequeña.

¿Qué mosca le había picado a Sasuke?