Título: Ojos de cielo. Tipo: Long-fic Resumen: Luciano es un chico serio, amante de la paz y la tranquilidad, que se muda a un pintoresco barrio para vivir junto a sus abuelos, esperando así, poder escapar de la locura que es vivir junto a sus tres hermanos, pero ahora tendrá que aprender a convivir con sus dos jóvenes vecinas que resultarán ser más quilomberas que toda una comparsa carnavalera. Advertencia: argentinismos, y sujeto a cambios por edición de contenido XD jejeje eso es todo al menos no por el momento. Esto es "Apto para todo público" (me salió bastante inocente esto jaja:p) Género: Romántico Nº de palabras: 1.150 Capítulo 1: Las travesuras de Chan — ¡Chan! ¡Chan! ¡Chaaaaaaaaaaaaaaan! —llamaba desesperada Alita, una alta morocha de pelo castaño oscuro y ojos café, al travieso perro que otra vez había escapado. Alita solo podía pensar una cosa al no divisar al fugitivo can: en lo histérica que se pondría Lita, su hermana menor, si no encontraba al animal, antes de que esta llegue a casa. Las hermanas Esperanto se llevaban muy bien, dentro de todo, y pese a sus tantas diferencias, principalmente porque Lita, de pelo castaño, un poco más claro que el de su hermana, y ojos marrones, casi no estaba en la casa, generalmente, solo iba a comer y otra a dormir, o a pegarse una ducha, o a buscar ropa limpia, o algún juguete para su amada mascota en el transcurso de la semana. El resto del tiempo se la pasaba en lo del novio, en la facultad o, en tiempo de exámenes, en lo de alguna compañera. Ambas, Alicia Anabel (Alita) y Lola Maribel (Lita) vivían juntas en una pequeña casa, que sus padres les habían comprado en un barrio residencial muy pintoresco de Las Eras, ciudad donde fueron a estudiar. Las dos chicas vivían junto a sus perros Tito, un manto negro de unos tres años, el preferido de Alita, y el travieso Chan. Chan era uno de esos perros pequeños, una mezcla de caniche con vaya uno a saber cuántas otras razas, de pelo dorado y ojos verdes, el consentido de Lita. Y cuando digo consentido, lo digo en serio. Lita llevaba a Chan a todas partes donde podía, le compraba todo tipo de chiches y adornos, correas de todos los colores y cocinaba especialmente para él tres o cuatro veces a la semana, que por cierto es más de lo que se cocinaba a sí misma, convirtiéndolo así en el perro tipo callejero más mimado del mundo, quizás incluso, más mimado que todos esos perritos de raza pura con los que los famosos suelen mostrarse en la tele y las revistas. Sin embargo Chan no dejaba de ser más que un perro callejero con collar, por lo que amaba las calles y aprovechaba cualquier ocasión para escapara de la casa y dar un paseo por la ciudad sin correa que lo limite, maña que no dejaba de meter a sus dueñas en más de un inconveniente. — ¡Chan, no! — gritó imperativa la morocha al ver al travieso animal escarbar en la vereda recubierta de césped, tan cuidada, del vecino de la esquina al tiempo que corría hacia él en un intento por atraparlo. La cosa había sido así: debido a sus dotes de escapista, las chicas dejaban a Chan pasearse solo por el pequeño patio trasero que estaba completamente amurallado, y que solo contaba con una entrada y salida, una puerta de madera muy pesada que daba al interior de la casa. La cosa es que en el patio trasero las chicas acostumbraban a colgar las ropas recién lavadas para que se sequen y ese día, Alita había lavado una importante cantidad que, luego de pasarla por el secarropa, se dispuso a colgar. Lastimosamente había olvidado atar a la inquieta criatura antes de ingresar al patio junto con su carga de ropa, o al menos cerrar la puerta delantera de la vivienda. Ni bien la puerta chilló, anunciando su apertura, Chan se levantó del suelo donde descansaba tranquilo segundos antes y sin ni siquiera dar tiempo a la morocha de reaccionar, se dio a la fuga, cruzando entre las piernas de la chica, haciéndola perder el equilibrio y caer sentada al suelo, y sobre ella toda la ropa recién lavada. — ¡No Chan! ¡Volvé! — ordenó Alita mientras se volteaba apoyándose sobre sus manos y rodillas para luego torpemente correr tras el intrépido canino. La casa contaba también con un pequeño hall que daba luego a un jardín delantero bastante extenso donde Tito la pasaba muy bien la mayor parte de su día. Ese día el manto negro se encontraba reposando tranquilamente bajo la sombra de una de las palmeras que hacían más verde al lugar, cuando vio cruzar a Chan a todo raje frente a él y desaparecer tras cruzar entre las rejas que delimitaban la parte frontal el terreno privado perteneciente a sus dueñas, y huir hacia la calle perseguido por la morocha que aún le pedía que vuelva como si este fuera a complacerla, pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde ¿no? Já. — Quedate acá— ordenó Alita a Tito antes de cruzar el portón y volverlo a cerrar tras de sí, para que este no vaya a seguirla ya que, gracias a su gran tamaño, él no podía cruzar entre las rejas. Por suerte. Después de estropear la vereda ajena, Can nuevamente se dio a la fuga, no sin antes hacer caer nuevamente a la chica que, al abalanzarse sobre él, para sujetar al menos la correa que llevaba colgada a su collar, terminó cayendo de bruces al suelo, ensuciándose además de pasto y tierra la ropa y el cuerpo. Por suerte el perrito no fue más lejos, terminó entrando justo en el patio de al lado de su casa. La casa de al lado pertenecía a una anciana mujer de nombre Ana y a su marido Lucio, que por suerte tenían un gran aprecio hacia las chicas, las cuales les decían cariñosamente “tíos”. — ¡Noooo! — exclamó molesta y, sobre todo, fatigada la de ojos oscuros al ver las intenciones de Chan, que ya se encontraba en esa tan típica posición que usan los perros para defecar, es decir, para cagar. Já otra vez. Alita trepó rápidamente el portón de rejas negras que se encontraba cerrado y llaveado para impedir que su desubicada mascota haga lo que tenía planeado hacer. Esta vez sí logró tomar la correa antes de que él se diera a la fuga nuevamente, por desgracia no llegó a tiempo para lo otro, la cagada ya estaba hecha, literalmente. —No puedo creer, siempre lo mismo con vos, sos un caso serio, teniendo toda la casa para hacer lo tuyo, venís a cagar en el patio del vecino— el perro la miró y soltó un ladrido que sonó a contestación. —No, no importa que sea el patio de los tíos. Vergüenza me haces pasar ¡Qué bárbaro vos che! — Le seguía reprochando la chica mientras llamaba a la puerta principal de la casa. —Perón, es que Chancito otra vez se me escapó, prometo que enseguida vengo a recoger lo que hizo en el patio, lo llevo a casa y vuelvo ¿sí tío? — dijo la chica mirando desilusionada al perro, sin darse cuenta que el hombre que había atendido a su llamado no era su “tío”, sino uno mucho más joven, probablemente solo unos cuantos años mayor que ella, alto y atlético que la miraba extrañado y con el ceño fruncido.
Creo que tenia muchísimo tiempo sin leer algo inocente por acá, parece que últimamente la locura (no se en qué momento) se hizo muy popular. Me gusto mucho, bueno como one-shot, hay que ver que tal lo "continuas" (después de todo es Long Fic ¿cierto?) a pesar de que lo disfrute (mas bien devore) tengo ciertos detallitos que me gustaría señalarte de forma (así como tu relato) inocente. Creo que deberías poner como advertencia el uso de palabras que normalmente solo se ven en tu país (a pesar de que fueron unas pocas) creo que algo que valdría la pena ponerlo como advertencia. Y por último, la narrativa me parece homodiegética o una narración testigo más que tercera persona (probablemente querías usar la ultima) pero bueno así se siente ya que lo cuentas como si el narrador hubiera estado en esa escena y la estuviera, bueno, narrando. Bueno esto que digo se siente solo en algunos pedazos, te adentraste mucho jajajajaja, sí que te dejaste llevar :)
Jeje ahí puse la advertencia. Y sí, me metí mucho en la historia, es que hacía mucho no escribía algo tan "inocente" por lo que me resultó muy divertido. Además te cuento que Chan está inspirado en el perro de mi hermanito que se escapa y se va hasta lo de mi abuela a molestar, lastimosamente en casa no hay patio trasero u.ú Y quedó así de rara la narración porque mientras lo transcribía del cuaderno a la compu iba cambiando ciertas cosas ya que en el original deliré mucho más XD jajaja .
Jajajajaja! Que gracioso! Es una buena mezcla entre la inocencia infalntil y algo de humor, Alita es un personaje interesante, atrayente, esa actitud, de ¡Oh no! debo arreglarlo antes de que a mi hermana le de la histeria! Lol! está muy buena, me gusta mucho como escribes y narras las situaciones, porque eres muy explícita, y no dejas nada por fuera! Bueno, te seguiré leyendo! jejeje! :D
Interesante manera de conocer a un chico y excelente presentación ha de haber tenido luego de perseguir a su pequeño perrito xD Hubo algunos momentos en los que insertaste tus comentarios en la lectura, por alguna razón me detuve a considerarlos...es una mala costumbre que tengo, pero esos ja son tentadores, me dan la idea de que no he comprendido algo, aun cuando me han parecido graciosos los momentos. Algo en en esta historia me dice que me comporte como una noob y pida continuación, pero me resistiré y no lo haré directamente. Me gusta tu historia, pude definir muchas palabras por el contexto, pero aun así preferí consultar un diccionario por si las dudas. Aunque ya había tratado con algún argentino antes y algo debo de haber aprendido por que no fueron muchas las veces que lo consulté.
jajaja bieno de última me preguntás y te la defino yo la palabra XD jejeje la verdad no soy muy conciente de lo que puede llegar a resultar extraño para los demás porque las expreciones las tengo muy incorporadas al lenguaje así que lo que para mí resulta normal puede llegar a resultar inentendible para otros XD jajajajaja Es solo por eso también que no pongo referencias al pie de página que lo expliquen pero bueno... jeje :p Por otro lado, si puedo mañana ya lo continúo ;) Y sí Alita estaba hecha un desastre por la carrera y a demás convengamos que nadie se arregla mucho para lavar la ropa y limpiar la casa :D jajajaja de todas formas ella es una impresentabe!!!
maaaa, pobre alita, odio ese perrito, y ese tio no me da buena espina, y me gustaria que ese tal tito aparesca mas, no puedo esperar a la conti, no te preocupers, yo leo rapido.
Jajaja sí, es el primer capi, no te preocupes, Tito incluso aparecerá más que Chan ya que él es el fiel compañero de la protagonista, aunque la relación entre ambos es más tierna que la que hay entre Chan y Alita que es más chistosa porque el perrito es muy travieso y le hace pasar cada una a la pobre que ya de por sí con su torpeza tiene muchas jejeXD
me gusto ,que perro tan desobeeiente me recuerda al mio pero hay algo que me intriga que pasa con el chabo sige escribiendo quiero saber que pasa
jaja mi parte favorita, sabes me ha encantado, la verdad me parece una forma muy diferente de relatar un ff, muy fresca diria yo, ansio ya la conti, no te tardes, jaja sin mas espero poder segir leyendote chaoo
Me reí muchisimo con el capXD, pobre alita, teniendo que cuidar a ese perro travieso :p Para mí lo mas divertido fue las "cagadas" que se nmandó jeje, eso estuvi genial.... Hace mucho tiempo que no leia una historia como la tuya, está hermosa y es agradable, perfecto para cuando uno no quiere leer historias con doble sentido y llenas de insinuaciones :). ¿Quien será el chico que estaba atendiendo? ¡Ya lo quiero saber! Sube pronto el proximo cap, que ya quiero saber que pasa.... xau, cuídate :D
hehehe esta divertido :)!! como siempre te digÖ tu narracion es est0upenda, me encanta la forma en que lo haces. No note ninguna falta,, Boff qieen sera el chico de seño fruncido !! Oie te confieso algo? qiero conti >.< haha muii gracioso :P!! Sayonara ! PD: arigato!! TQM
Disculpen la tardanza! Acá les traigo el segundo cap. Besos! Gracias a todos por comentar!!! Nº de palabras: 1.404 Capítulo 2: Ataque El muchacho la miraba extrañado ¡Y cómo no hacerlo! La chica se veía impresentable, más que de costumbre. Llevaba puesto un pijama amarillo patito de algodón, que constaba de una remerita con breteles, similares a los de los corpiños, que hacían un escote cuadrado con voladitos de encaje en la parte superior e inferior de ella; y un short haciendo juego, con el mismo voladito de encaje en la parte inferior de cada pierna; unas pantuflas en forma de patito en los pies y el cabello sujeto en una trenza ya algo desarmada. En realidad, esto en ella no era lo que se diría extraño. Para quién la conociera era normal verla en pijamas la mayor parte del día. Alita solo se cambiaba para ir a la facultad, al centro o a algún otro sitio que lo amerite. Las personas del barrio ya se habían acostumbrado a los inusuales atuendos de “entre casa” de las hermanas Esperanto. Las habían visto andar por ahí ya sea paseando (o persiguiendo) a sus mascotas, yendo al quiosco o a la verdulería, o simplemente sentadas con amigas en su vereda o en su patio con tan estrafalarias ropas como remeras de basquetbolistas, muchos talles más grandes, que usaban como vestidos; “cómodos” enteritos de payaso, pijamas a las 5 de la tarde; camisones con estampados infantiles; y otras ropas que solo podrían ser encontradas entre los deshechos de la utilería de un teatro. Como sea, volviendo al tema, Alita estaba completamente cubierta de pasto y tierra, por la anterior carrera detrás del simpático perrito. —¡Vos no sos el tío!—se dio cuenta, al fin, la morocha al fijar su vista en el chico que la miraba como si ella fuera un bicho raro. Que si vamos al caso, en realidad era. Já. Al percatarse de que su interlocutor en realidad no era “el tío”, se preguntó en voz alta si se había confundido de casa, mientras miraba para todos lados en un intento por ubicarse en el lugar donde estaba parada. Tras asegurarse de que el lugar en el que estaba era el que pensaba estar, volvió de nuevo su atención al que se encontraba parado frente a ella. —Yo estoy bien, entonces… ¡El que está mal sos vos!— declaró muy convencida—¡Oh no! ¡De seguro sos un ladrón que vino a robar a mis inocentes e indefensos tíos!—Continuó con sus deducciones, sin dar tregua al muchacho para dar explicación alguna—¡Chan, ataca!—ordenó seguidamente señalando con el dedo, su objetivo al animal que lanzó un simpático ladrido—¡Atacaaa!— volvió a decir soltándole la correa. En vez de obedecer, Chan pasó por entre las piernas del muchacho, muy a prisa, hacia el interior de la casa, más específicamente a la sala, donde se acomodó muy pancho en el sofá ¡Já! ¡Era de esperarse! ¡Solo a Alita se le ocurre confiar de ese modo en Chan! —¡Auxilioauxilioauxilio! ¿Dónde están mis tíos?— gritó lanzándose entonces ella sobre el supuesto ladrón para atacarlo. Ambos cayeron al suelo, ella sobre él, mientras manoteaba descoordinadamente al muchacho en forma de agresión física. — ¡¿Pero qué te pasa?! ¡Loca!—exclamó el chico sujetándole las manos para que deje de pegarle— ¡Yo no soy ningún ladrón!— informó luego, haciendo que esta deje de luchar—¿Te parece que si fuera uno te habría atendido la puerta?—cuestionó retórico. —¿Entonces qué haces acá?—preguntó desconfiada. —¡Yo vivo acá!—explicó frustrado. Alita no le creyó, después de todo allí vivían sus amados “tíos”, Ana y Lucio. Por lo que nuevamente empezó a luchar contra él y a gritar <<¡Auxilio! ¡Un usurpador de casas!>>. En un ágil movimiento, el muchacho, poseedor de más fuerza que ella, se la sacó de encima, la sujetó de las muñecas con una sola mano y con la otra le tapó la boca para que deje de gritar. —¡Ellos son mis abuelos! ¡¿Qué te pasa?!— dijo retórico antes de soltarla bruscamente y levantarse de sobre ella, mirándola molesto por la tan escandalosa y frustrante escena que había montado. —¡Uh! ¡Me equivoqué! Jeje—contestó incorporándose del suelo y mirándolo traviesamente, como miran las criaturas cuando se saben hacedores de alguna, casi inocente, maldad. Después de todo, había metido la pata hasta el fondo con él, pero lo había hecho por “nobles” motivos, defender a sus “tíos”.—Soy Alita, un gusto—dijo luego, estrechándole la mano muy confiada y animosa. —¡¿Ni siquiera pensás disculparte?!— cuestionó él ofendido. Sin embargo ella no hizo caso a tal cuestionamiento. Lo tomó con ambas manos del rostro, obligándolo a inclinarse un poco hacia ella, e hizo puntas de pie para acercarse más a él. Observó detenidamente, con los ojos bien abiertos y una mirada curiosa la perfecta cara del muchacho. El chico tenía rasgos muy masculinos, barba afeitada, cutis impecable, cabello marrón cayendo desprolijamente sobre su frente y hermosos ojos turquesas. —¡Qué lindo sos! ¡Y tenés los ojos del tío Lucio!—declaró ella de lo más natural al soltarlo, luego de culminar su análisis. El de ojos claros se había ruborizado levemente ante aquella tan inusual situación. Porque convengamos, era una situación muy incómoda, y más para él que no se lo esperaba. Bueno, si vamos al caso, nadie se esperaría tal cosa y menos viniendo de un extraño al que se acaba de conocer. —¡Alita! ¡Querida, qué gusto verte por acá! ¿Otra vez se te escapó Chancito?— interrumpió una mujer de edad avanzada al ingresar a la casa y notar al pequeño animal en el sofá y a la chica completamente cubierta de tierra y pasto. Esa mujer era Ana, una mujer que a pesar de estar transitando los cincuenta y todos, se veía muy bien. Su castaño cabello se encontraba teñido con reflejos rubio ceniza que disimulaban muy bien cualquier cana que pudiera llegar a tener; tenía ojos pardos y mirada dulce; arrugas sí, pero no tantas como sería de esperarse en alguien de su edad; un cuerpo en forma a pesar de la grasa abdominal que se debía mayormente a la vejez; y una vestimenta moderna pero acorde a su edad. Ana era, sencillamente, de esas abuelas copadas a las que da gusto ir a visitar ¡Buena onda la viejita! Jeje. Continuando con la historia, Alita y Ana se saludaron efusivamente y luego la joven procedió a contar su odisea con el travieso perro, que terminó en aquella casa. —Veo que ya conociste a mi nieto Luciano— dijo la anciana, luego de parar de reír de la anécdota de la chica, mostrándose orgullosa de su nieto. Alita asintió y procedió a narrar, esta vez, la confusión que ella había tenido con el muchacho minutos antes. Él no podía creer la desvergüenza de la chica al contar tal altercado, siendo que hasta a él le apenaba un poco tal situación. Ambas mujeres volvieron a reír por la historia recién contada hasta que apareció Lucio, un hombre de pelo blanco y ojos turquesas, que traía consigo unas tantas bolsas de supermercado y el cual también saludó efusivamente a la morocha. —¡No chan!— gritó retórica la chica al ver al animal “haciéndole el amor” a una de las almohadas que adornaban el sillón donde éste se encontraba. —Sos una vergüenza criatura de Dios ¿Será que no podés estar un rato sin mandarte una cagada?— lo cuestionó tirando de su correa para que el calenturiento animal pare de hacer lo que hacía. —Lo siento, me lo llevo y enseguida vuelvo a limpiar la caca que hizo en el jardín—dijo mientras se marchaba con Chan a cuestas. —No te preocupes, Luciano lo limpia—aseguró Lucio con una sonrisa, mientras su nieto lo miraba con una ceja levantada y una cara de “¡¿WTF?!. Alita agradeció al muchacho a lo lejos y se apresuró a llegar a su casa para terminar con las tareas que había dejado pendientes, antes de que Lita llegue y se de cuenta de que había dejado huir a “su bebé” una vez más. Mientras limpiaba el excremento de Chan, muy en contra su voluntad, Luciano esperaba no tener que cruzarse con su rara vecina más de lo justo y necesario, o mejor, nunca más. ¡Qué fastidio! Él había llegado al barrio en busca de paz y tranquilidad. Ya por algo se había mudado de la casa que compartía con sus tres revoltosos hermanos menores. ¡Qué lástima! Mejor se hubiese quedado con ellos, porque paz y tranquilidad es lo último que tendría viviendo al lado de las hermanas Esperanto ¡ILUSO! --------------------------------------------------------------------------------------------------- "WTF" = What the f#c< ante las dudas XD y así pontré las "malas palabras" en la historia jejeje. ¡Besos!
XDD pobre luciano!! me encanto la continuacion... muy buena la trama hace reir un buen rato!! me encanta tu narracion y pues tan entrada estaba en tu historia que no me percate de ningun error :D uf espero con ansias esa contii que sabes hacer muy bien !! te quedan de liju las historias dattebayo :D!!! bueno Sayonara y ariGato!! Saludos Yue!! Pd tQm!! <3
jaaj sta curada la historia me gusto espero el proximo capitulo con ancias && el chicoq mencionastes la vdd si que esta muy guapo MIO jajaja oknot pero esta bien me gusto la historia espero el proximo capitulo ya me lo imagino jaajaj
Muy bueno, me ha encantado la historia, xD, hacía tiempo que no leía alguna historia con argentinismos, xD Sobre todo Chancito y también Alita, :D Espero que lo contis pronto! :D
Me ha gustado la continuación, creo que Luciano pagará muchos trastes rotos muajajaja. La reacción de la chica al mirar sus ojos me recordó inmediatamente el título de tu historia, y me pareció bastante tierna por ambos. Inclusive llegué a olvidar un instante la acción que había hecho. En cuanto a ese perrito, me temo que tiene una visita pendiente con el veterinario xD, bien ignora mis comentarios malvados. En cuanto a los detalles, solo tengo dos: No entendí lo que quisiste hacer aquí, pero me nacen unas intensas ganas de separar con comas :P Y segundo, sino acabará de leer que significaba esto, lo hubiera preguntado xD
Jejejeje lo primero no lo separé porque se supone que se lea todo junto es como que ella al gritar no hizo una pausa entre un auxilo y otro, no respiró para seguir gritando digamos jejeje. Y bueno "WTF" no quice poner la oración entera jejejeje las "grocerías" las voy a poner así durante todo el texto (digamos que es una forma de censura) ahí ya lo edité y aclaré abajo por las dudas XD jejeje.