Tarde, pero mejor tarde que nunca y mejor temprano que tarde. Pero eso no aplica para mí. <3 Nunca Importó No podía moverse. No tenía sed, no tenía hambre, pero su cerebro estaba más que despierto. Abrir los ojos era imposible, pero estaba tranquila. Nada de esto importaba porque sabía que no estaba muerta: estaba congelada. Siempre supo que si su padre le decía algo, era cierto, por algo era un genio, algunos le decían loco pero no sabían nada y solo decidían catalogarlo según conveniencia, pero ella sí sabía. Si él decía que algo iba a pasar, era así. Si esta acción iba a tener este resultado estaba en lo correcto. No veía por qué creer que ahora, justo ahora de tantas veces, se hubiese equivocado. Se empezó a preguntar cómo había llegado hasta ahí. Nunca en su vida dejó de planificar algo, hasta el más mínimo detalle lo tenía cubierto, por eso logró entrar sin esfuerzo al Ejército Real. Le causó gracia que el inútil de Jaeger realmente hubiese logrado vencerla, hacerle daño si quiera, ese chico lo único que parecía era tener la frase “Los mataré a todos” grabada a fuego en su mente, y lo demás estaba vacío. Pero no, al parecer en la enorme cabezota que tenía le cabían no una, sino dos frases: “los mataré a todos” y “los protegeré a todos”. Porque eso es lo que siempre andaba balbuceando, que no iba dejar a sus compañeros morir ante los Titanes, que haría todo lo posible por mantenerlos a salvo. ¿Mantener a salvo? ¿Proteger? ¿Proteger a quién? ¿A qué? ¿A un mundo roto, corrupto y despreciable? Porque si era eso Jaeger era más imbécil e ingenuo de lo que se imaginaba. Mucho, mucho más imbécil. A su parecer, solo había una cosa que lo superaba. La humanidad era tan o más estúpida que él. Tan vergonzosamente estúpida que hubiese soltado la carcajada de no ser porque sus labios eran de piedra. ¿Qué alguien pensaría que estaba loca? No tenía importancia, no había nadie allí, y ni que lo hubiera hubiese dejado de hacerlo. No le podía causar más gracia. Tres muros: María, Rose y Sina. ¿Qué podían hacer? ¿Retrasar el destino que les venía? Corrección. Que inevitablemente les venía. ―Todos te odiarán Annie… No. No. No era relevante. Ella tenía que arreglar el mundo, y si el daño era irreparable, destruirlo. Nada merecía vivir de la manera en la que lo habían estado haciendo hasta ahora. Y si tenía que convertirse en Titán, el mismo enemigo de todos, lo haría. Lo hizo de hecho, y no se arrepiente. ―…te sentirás sola, nadie te querrá a su lado… ¡Ja! El viejo ese lo dijo como si alguna vez hubiese de verdad querido tener a alguien a su lado. Y menos de su edad, porque a pesar de cómo otros lo vieran, ella sabía que por dentro todos eran unos chiquillos insoportables que no sabían nada de la vida y aún así se quejaban. ―…pero eso no importa porque… Claro que no importa. ¿Quién dijo que sí? Su misión era su misión, y la cumpliría aunque tuviera que hacerlo sola. Congelada. Sin nadie que la escuchara ni le preguntará por qué hacia las cosas… Un momento, ahora que lo pensaba ella sí necesitó a una persona alguna vez, pero era una y una sola. ―…porque yo siempre voy a estar contigo.
Esa Annie nunca me cayó bien aún antes de saber su secreto, pero tampoco la odié porque muy en el fondo había razón en lo que hacía ya que la humanidad, una parte de ella (el poder enferma) eran peor que una manada de titanes inconscientes. Buen corto, conciso y preciso... el final fue siempre así, escuchando la voz de su padre en su mente y sus recuerdos.
¿Y? Si eso era lo que ella quería, quién era su padre para intervenir así. La ambición era lo que iba a matarla, pero tenía una meta.