Nueva amiga Ciertamente odiaba a los alumnos. Eran ruidosos y causaban estragos al castillo sin importarles el hecho de que era su hogar, y aunque intentaba ser tolerante a estos aspectos, en las últimas semanas había sido imposible. No se definía por completo si le gustaba la festividad que se avecinaba. Había barullos por todos lados, con chiquillos insolentes corriendo en los pasillos, sin recibir una reprimenda por tales acciones. Los profesores se veían indulgentes ante cualquier hecho, incluyendo, sobre todo, al director. Así que él era quien perseguía a los estudiantes para darles una buena reprimenda, sin tener mucho éxito, ya que muchos comenzaban a dejar el castillo temporalmente. Probablemente era lo que más le llenaba de paz: quedarse solo en Hogwarts. Sin embargo, después de unos días transcurridos, comenzaba a sentirse un poco solo y sin propósito. Intentaba seguir con la rutina, con la considerable falta de personal y alumnos en los corredores, sentía la facilidad de desplazarse a su antojo sin verse molestado en lo absoluto por miradas iracundas; pero, su felicidad se acababa tan pronto encontraba infantes fuera de clases, ya que en cuanto se disponía a castigarlos, Peeves aparecía recordándole que durante las vacaciones de Navidad aquellos niños eran intocables. —Argus. La voz de Dumbledore lo atrajo a la realidad, viendo al hombre frente a él con una caja envuelta en las manos. —Sr. Director —se levantó ante la imponente figura del mago, sintiéndose frustrado al notar el cómo no solamente el control sobre la magia los hacia diferentes, sino también la estatura. —Argus, es tu primera Navidad en el castillo, y me temo que no me había tomado el tiempo de explicarte cómo cambian las cosas en esta temporada. ¡Que si no! ¡Peeves había logrado burlarse de él más que nunca, por no saber qué hacer ante todos los cambios! Cómo odiaba a ese fantasma, dándole lata desde el día de su arribo. >>Debo decirte que tienes libertad de irte durante este periodo, o quedarte, si así te apetece. Creo que no cuento con los conocimientos sobre el cómo acostumbras a pasar la festividad, pero como tradición personal, tengo algo para ti. Le tendió la caja cuidadosamente, sonriéndole satisfecho. Estaba envuelta perfectamente, con un listón rojo en forma de moño decorando la parte superior. Era la primera vez que recibía un regalo, por lo que no sabía qué se suponía que debía decir y mucho menos qué hacer. Algo se removió en el interior, asustándolo, y la colocó en el suelo rápidamente. Si algo se movía, probablemente era algo que tenía que ver con la magia. —No quiero nada mágico. —Ábrela, Argus. Hizo lo que se le indicaba más por obligación que por deseo. Esperaba que algo saliera disparado, hiciera un sonido, incluso que explotara. Nada de eso sucedió. Vislumbró un par de ojos amarillos, con unas pupilas afiladas. —¿Un gato? Una risa ronca resonó sobre él, sonido que alarmó al animal. —Ve a la criatura como una nueva amiga. Puede acompañarte a donde desees, pues ahora es tuya —la puerta de su habitación se abrió con un rechinido. —Oh, por cierto, no le gustan los ratones. Y me parece que tampoco los niños. Sintió como sus labios esbozaban una mueca cuando quedó a solas con la gata. La tomó en brazos, abrazándola. —Sra. Norris, ese será tu nombre. Contenido oculto: "Comentarios de la autora" Vaya que fue difícil. Vaya que sí. Argus jamás ha sido, ni será moi personaje favorito, pero creo que al menos merecía tener un momento de dicha dentro de su vida tan deprimente. Al fin y al cabo, es Navidad. En fin, gracias Ichiinou por crear una actividad tan bonita como lo es "Una mágica Navidad", pues así, tanto lectores y televidentes del mundo mágico, tenemos la oportunidad de recordar a personajes que marcaron nuestra infancia. Espero que haya sido de su agrado el relato para cada uno de ustedes, lectores. Pipilup, fuera.
Creo que el único ser que despertaba ternura en Filch era la Sra. Norris... fue bonito reflejar ese detalle por parte de Dumbledore hacia ese desdichado ser que siempre pareció ser Filch. Lindo corto.
Que lindo :( En el fondo Filch me da pena. Nadie nace así de amargado, él tuvo una infancia difícil, imagino, cuando descubrió que era un squib, además de pasar toda su vida viendo como los niños estudiaban magia mientras él jamás pudo. No se sabe mucho de él, sólo que Dumbledore lo contrató como celador, probablemente apiadándose de él. Así que ha sido lindo leer algo sobre este personaje que no sean sus regaños y malhumor haha.
Awww, pues me ha agradado mucho como has implementado a Argus Filch en un relato navideño, creo que es un momento muy tierno, cuando conoce a su querida Señora Norris. Sin duda. Desde luego al principio pensé que iba a ser de otra forma, que iba a estar inspirado en la época que Harry pasaba las navidades en el castillo o algo así, pero veo que no fue así, me gustó, fuiste más allá y fue bastante creativo. La narración ha sido muy buena, tanto que casi pude imaginármelo como un mini-capítulo más de algún libro de la saga. Está muy bien. Filch siempre ha sido uno de los personajes que me ha despertado más curiosidad, he de decir. Aunque hubo momentos que no me caía muy bien, por su afinidad con cierto personaje detestable y no, no hablo de Lord Voldemort. (?) En fin, muchísimas gracias por participar en la actividad. He disfrutado mucho de la lectura. ¡Un saludo! :quis: