One-shot Nombre de pila [Nagi y Shiori | Gakkuen Rolplay]

El personaje de Shiori Kurosawa pertenece a Yáahl

Contenido oculto: Música; "Criatura Solitaria"

Aprovecho esto para comentar (?)
Bueno, Yáahl (????) Dije alguna vez que haría algo respecto a las niñas y sus nombres, esto está legisimos de las primeras ideas que tuve, pero me gusta mucho más de lo que pude pensar en su momento.



Cosa random: Vi la foto, y me imaginé en plan; Shiori y Nagi caminando desde atrás, y la sombra de adelante es Hiroki. Nada, re fan de este trío de amigos, supongo (???)

Nombre de pila
Y si yo no hubiera estado, ¿todo sería mejor?


​

El nuevo año escolar para Nagi trajo consigo demasiadas cosas nuevas, consecuencia de pequeñas mutaciones en su vida, terminando en un cambio completo de esta.

15 años, nueva escuela, familia... distinta; amigos diferentes. No era fácil, pero cada día se iba amoldando más a lo que parecía ser obra del destino. Aunque, bueno; ¿era el destino algo sentenciado? Watanabe creía que no, porque este constantemente se bifurcada; el destino solo era una sentencia, cuando no eras capaz de ver otro camino aparte del que tenías al frente.

Como si una oscuridad te rodeara por completo, y solo te permitía ver el camino más escabroso, o atemorizante; sin saber si al lado había uno de rosas, pues preferías no meterte en aquella oscuridad, con el miedo de perder la única luz que había; la del escabroso camino.

En su nueva escuela... A veces pensaba que la vida por la cuál pasó era nefasta, solo hablando de lo académico; en cambio, su hogar siempre fue acogedor, lindo y familiar; pero la vida le cambió los caminos, pues sus padres se bifurcaron; y ella no se había percatado nunca de que habían estado condenados a hacerlo en cualquier momento. Escapar del otro, aunque el momento la espera para hacerlo se alargó y alargó...

Primero, por el nacimiento de ella, después por el de Kazuki. Básicamente, dejó atrás una desastrosa escuela, pero ahora tenía una familia a la cual se le desmoronó sus cimientos. Tal vez al final nunca fueron una familia tan unida y firme, como lo pensó durante toda su infancia.


Sintió como alguien le acariciaba el cabello, y somnolienta abrió los ojos. Iban en mitad de una película... de mechas y superhéroes, seguramente elegida por Kazuki, quien casi parecía ser tragado por la pantalla. El pequeño estaba sentado en el suelo, en una posición de loto, inmerso. Ella se encontraba en el sillón, reposando su cabeza en un hombro ajeno... Se había quedado dormida otra vez.

Se mantuvo en la misma posición en la que estaba durmiendo, mientras sentía con gusto el mimo en su cabeza. Pensaba en su familia, debido a unas cuantas cosas que le había dicho Ichirou, confusas e indirectas; como si estuviera hablando en código. Turbio, un mensaje turbado; que está ahí, pero no se entiende: ¿Su hermano mayor estaría ocultándole algo, pero dándole la oportunidad de encontrarlo? Si, Ichirou siempre fue... algo complicado, aislado. Tras muchos meses, empezaba a entender que su hermano parecía vivir constantemente entre la espada y la pared; en distintos contextos. Era casi como su naturaleza, buscaba acorralarse como ella alguna vez buscó esconderse y escapar, ante cualquier cosa.

—Neh, Shiori-san —murmulló, como si estuviera recién despertando, pero en realidad ya se había espabilado hace un rato. La televisión estaba a un volumen moderado, por lo que; a pesar de que tenía ruidos de rayos, golpes metálicos y gritos de pelea, no era estridente.

—¿Uhm? —suave, la voz de la chica era suavemente maternal. No era como Haruka, la cual solía ser tosca, pero estaba lejos de ser como su madre, pues...

Bueno, ya entendía demás que Shiori se amoldaba a distintos ritmos, y de paso los moldeaba; tal artesana con arcilla... El sobrenombre de Diosa pegaba bastante. Aunque para Nagi era distinta, pues ella misma también lo era; distinta a Hiroki y cualquier otro a quien Shiori hubiera intentado moldear a su bien; Kurosawa les podía enseñar como ser mejor, pero Nagi no necesitaba eso; Haruka y Humiya ya se habían encargado de entregarle los valores de lo que era una "Buena persona"... o niña, específicamente.

—Tú... ¿Tú crees en el valor de los nombres? —preguntó, con lentitud, pero ya no tartamudeaba como antes. Con Shiori no tenía por qué cortarse; podía fluir sin problemas. Un arroyo, juntas lo eran.

Shiori pensó en aquellas palabras, meditativa... ¿A qué se refería exactamente?

—Yo creo que si... Son valiosos —respondió, no agregó mucho más, pues aun no captaba totalmente la dirección que quería tomar la menor con la pregunta.

—Yo... Pienso que nuestros nombres son deseos. No nuestros apellidos, nuestros nombre de pila—. Shiori detuvo su mano, dejando de acariciar los cabellos castaños; pero mantuvo la en la cabeza de la chica. Los ojos ámbar observaron los castaños... ¿Tierra o madera?, ¿un árbol o...?

Akiyama. El fuego de Shiori tal vez quemaría un bosque entero, pero el momento en que solo quedara tierra esta se extinguiría; ¿a ese valor en los nombres se refería la niña? Lo más probable es que si.

Kurosawa sonrió; Nagi hablaba mientras observaba a Kazuki, quién veía la tele; ambos totalmente inmersos en su... prioridad, básicamente.

—Digo... —retomó el habla Watanabe—. Mi... mi mamá fue... quién nos puse a todos el nombre —habló, claramente con algo de dificultad, por lo que Shiori reinició la caricia suave en el cabello de la castaña. Esta soltó un bufido, relajándose—. Papá... él solo daba el visto bueno; "De acuerdo", pero al final era ella quién decidía como llamarnos...

>>Viéndolo en retrospectiva... Mamá... Deseaba muchas cosas, creo que se refleja en nuestros nombres —hablaba con calma, y pausaba cuando estaba nerviosa, tomándose su tiempo. Un susurro, calma—. Tal vez... Ella tenía demasiadas cosas dentro, que no podía decir... Me da algo de miedo pensarlo, pero... Nagi, creo que Nagi es un nombre lindo; hace referencia a un nivel de velocidad en el viento, ese que... En el cuál pareciera que no corre viento, que no está, pero si lo está; casi imperceptible, como si no estuviera... Pero si fuera así;lLas voces, el oxigeno también, supongo... no nos llegaría.

Un silencio, y Shiori repasó lo dicho. Vaya, al parecer si que había investigado, pues Watanabe no solía almacenar tanta información a menos que fuera en verdad significante para ella.

—¿Crees que signifique algo? —preguntó a Shiori.

—... Seguro. Aunque parece ser algo que puede tener varias interpretaciones —Nagi mantuvo nuevamente el silencio, pensando en qué agregar.

—Yo... creo que mamá... estaba asustada, cuando nací yo... y cuando nació Kazuki también. Tal vez... quería que no fuera relevante, y por eso me nombró Nagi, pero... Eso no sería todo, pues... es triste pensar que ella deseaba que fuera prácticamente invisible. Por eso me gusta creer que los nombres... son un deseo de quien nos nombra, personal y tal vez egoísta... pero, cuando pasan a ser nuestros... Se vuelven parte de nosotros, y... Y nosotros debemos encargarnos de... de que nuestro nombre sea especial, positivo. Que lo sintamos nuestro.

>>A diferencia de los apellidos, siempre seré Nagi... Akiyama ya no me pertenece, aunque fue parte de mí; ahora tengo Watanabe, pero... Tarde o temprano, si termino casándome con alguien... Volverá a abandonarme; pero Nagi no, mi nombre no me dejará nunca, es lo único que no cambiaría... Me gusta pensar que soy la calma de mi familia, y que mi madre más que fuera invisible... Deseaba que no fuera un incordio, que no me odiaran. Lo mismo con Kazuki; "Esperanza armoniosa", ¿cómo te enteras de algo imperceptible? Es más difícil dañarlo, si no sabes dónde está; todas las personas... desean paz o armonía en el fondo, y la esperanza nunca es mal recibida. Mamá... ella quiere que seamos queridos, o eso pienso. Y seguro con Ichirou pasa lo mismo, pero... aún no entiendo por qué están distanciados —al final, la voz si se quebró, y Shiori no esperó ningún segundo para envolver a Nagi en un fuerte abrazo, indudablemente preocupada. No por nada había escuchado con total atención a la chica—. Pareciera que ya no se quieren —sollozó.

—De seguro lo hacen, Nagi... —dijo Shiori, sobando su espalda, dejando que la chica se escondiera entre su cuello y hombro. Kazuki, que había estado todo el tiempo ignorando a las chicas por la película, pareció voltearse de inmediato apenas la voz de su hermana se había quebrado. Kurosawa se fijó en eso, algo sorprendida. El niño parecía no haber estado prestando atención a su alrededor, inmerso en su propio mundo, aunque al parecer; si Nagi lloraba, el pequeño parecía volver a la realidad de inmediato—. A veces... a veces es difícil demostrar amor.

No quería desesperanzar a Nagi, y no terminaba de comprender todo el pasado de la chica; pues solo tenía fragmentos, pero nunca el panorama completo. Ni siquiera había visto a Ichirou o al padre de Nagi en persona, no podía valerse solo de los recuerdos de su amiga, pues podían llegar a ser algo traicioneros.

—Ne, Shiori-Oneechan; ¿e-está bien? —Kazuki había tironeado de su blusa, llamando su atención, se veía casi angustiado. Shiori le sonrió con suavidad, mientras notaba como Nagi había callado su voz, pero las lágrimas seguían escurriendo... vaya habilidad.

—Si, Kazuki —respondió Kurosawa, buscando las palabras para no preocupar al menor, pero no mentirle en el proceso—. Tan solo... recordó algo triste, pero... —comentaba mientras seguía sobando la espalda de Nagi, con cariño, mirando maternalmente al niño—; el llanto la ayudará a sentirse mejor, ya verás como se alegra después.... ¡Y podemos hacer algunos dulces! O galletas, todos juntos. Lles gusta la idea? —terminó preguntando a ambos. Nagi asintió con la cabeza sin despegarse de su amiga, y Kazuki al ver que su hermana estaba de acuerdo, frunció el ceño decidido.

—¡Haremos las mejores galletas! ¡Las más ricas!; ¡Y a onee-san le encantará!, ¿verdada, Shiori-onee-chan?

Escucharon sorprendidos la risa se le escapó a Nagi, sonriéndose mutuamente los de cabello azabache como reacción. Watanabe se separó de Kurosawa, limpiándose las lágrimas, con todo el rostro rojo.

—¿De-después?, ¿y por qué no mejor ahora? —comentó, como si no hubiera estado llorando hace unos segundos—. Así están listas para la cena, y mamá podrá disfrutar un par de galletas apenas regrese del trabajo; echas por sus cocineros favoritos.

Al pequeño le parecieron brillar los ojos, mientras Shiori era ahora quien soltaba una carcajada. "Cocineros favoritos", eso era más valioso que ser los mejores, ¿no?

—Bueno, entonces vamos a preparar las cosas —prosiguió Kurosawa, mientras tomaba el control para apagar la tele. Al parecer, Kazuki había terminado de ver la película en la cual estaba inmerso, y se había aburrido ante la que empezó después... ¿Eso explicaba su rápida reacción al llanto de Nagi? Bueno, seguiría siendo un misterio.

—¡Galletas, galletas! ¡Con Shiori Sawa -sensei! —exclamó con fuerza Kazuki, corriendo rumbo a la cocina, acelerado como él solo.

Shiori... Tal vez, en el fondo, no tan solo guiaba a otros. Se guiaba así misma, con el objetivo de guiar a los otros, para que no se perdieran como alguna lo hicieron sus padres... Para que no sintieran la soledad que la invadió por demasiado tiempo.



¿La dueña del destino?,

¿o una diosa de la fortuna? ​

Espontanea, soltó una risa ante el pensamiento,
recibiendo una suave sonrisa de Nagi en respuesta;
ingenua, pero reconfortante, pues con eso bastaba.
​