Noche diferente a las demás

Tema en 'Relatos' iniciado por Eri, 14 Junio 2011.

  1.  
    Eri

    Eri Usuario popular

    Tauro
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    Escritora
    Título:
    Noche diferente a las demás
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
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    1
     
    Palabras:
    742
    Noche diferente a las demás

    Sentada en mi silla, le doy vuelta a mis pensamientos, mientras que el dolor de cabeza, me consumía por completo. Ya el sol se ocultaba, dándole protagonismo a la Luna, dejando que brille por los rayos indirectos del astro rey. Veo, desde mi silla, el manto oscuro de arriba, pensando si ya estás allá arriba o aún luchas por nuestra libertad y seguridad.

    Y como cada noche, como cada vez que las estrellas parecían que me vigilaran y la luna me miraba, las lágrimas se escapan de mis ojos, amargándome en las tinieblas, en mi casa, en mi soledad.

    Estábamos a mediados de 1940. Habían reclutado a mi esposo para que asistiera a la guerra. No podíamos hacer nada, ni él ni yo tuvimos opción, él tenía que irse, por años, muchos años.

    Actualmente, me encontraba en 1943. Había dejado de escuchar noticias de mi esposo. Y no es que fuera algo “obligatorio” cada mes recibía alguna carta, pero hace tres que no recibía correo.

    No sabía que sería peor: Esperar noticias de su muerte o que me dejen en el aire, con dudas y preguntas sin responder.

    Y mientras las lágrimas y los pensamientos inundan mi persona escucho la lluvia caer fuertemente, levanto el rostro. Un intento de sonrisa aparece en mi rostro, las gotas de agua iban a acompañarme esta noche.

    Entre tantos llantos, escucho el duro “toc-toc” de la puerta, alzo la vista mientras trago saliva. Habían dos opciones: Información a la familia sobre la desaparición de alguna persona de ese grupo, o el regreso de esa persona. Respiro pesadamente mientras siento la necesidad de abrir la puerta. Me contengo.

    Camino lenta y sigilosamente hacia la puerta principal. Extiendo mi mano al picaporte, mientras lo ruedo lentamente, abriendo la puerta de par en par.

    Tres hombres vestidos de militar me miran profundamente. Su rostro era inexpresivo, y sólo habían dos opciones de descripción: Frialdad y dureza. Y mientras rodeo a los tres individuos con la mirada, veo que ninguno de ellos era Daniel. Cierro los ojos, mientras mi brazo se extiende hacia el hombre que estaba abriendo la boca para dar las palabras que ya me sabía de memoria.

    –No es necesario que me explique, señor –Pronuncio suave y melancólicamente, mi corazón poco a poco se partía en dos mientras sentía que las lágrimas iban a dar una nueva aparición –No es necesario que me explique algo –Pronuncio nuevamente, luego de unos segundos de silencio.

    Los hombres, seguro entendieron mis palabras. Ellos obviamente ya tenían experiencia en éste tipo de cosas. Lógico. ¿A cuántas familias tuvo que darle ésta trágica noticia? ¿A cuántas mujeres, niños y demás personas vieron llorando? Muchos, seguramente.

    –¿Quiere quedarse con las pertenencia? –Pregunta el mismo que iba a abrir la boca, el mismo al que yo callé.

    –No es necesario –Respondo, no quería vivir del recuerdo de los objetos, quería vivir del recuerdo de mis pensamientos.

    Y mientras los segundos pasan cada vez más, las lágrimas salen, mi corazón se achica, mi ser desaparece.

    –Espero sepa, que el señor Daniel… Fue un hombre de honor.

    Los militares poco a poco se van de mi vista, ya cumplieron su deber. Yo me quedo en el marco de la puerta. Me caigo mientras me aguanto en mis rodillas, mis lágrimas no se hicieron esperar.

    Y como cada noche, me amargo cada vez más. Sólo que ésta vez, no había dudas ni preguntas. Ésta vez ya quedé clara. Ésta vez supe, que él ya no está ni estará junto a mí. Ésta vez, fue una noche diferente a las demás.

    ____________________
    No sé de dónde salió. Sólo pensaba en cosas cuando me vino ésto de pronto.

    Perdón si las fechas y la información está mal dada. Traté de hacer lo posible para reunir la información necesitada.
     
  2.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Oh, que triste narración. Me sentí ella, esperando con anhelo saber de su amado esposo, pero a la vez, con esa ansiedad que da el no haber tenido noticias de él durante todo ese tiempo. Esa terrible inquietud de querer saber y mejor no saber. Esa ansiosa espera donde de seguro el tiempo se hace eterno.

    Y luego, llegan esos hombres y en verdad no es necesario escucharlo de sus labios para saber la cruel verdad, esa que desde el fondo de ella sabía ya.

    Estuvo muy lindo el relato... Mmm, ¿qué es? ¿Un oneshot? ¿O continuará?
     
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