One-shot "No soy la misma" - (Alpha vs Destiny)

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Lil Shandawn, 6 Noviembre 2016.

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    Lil Shandawn

    Lil Shandawn Portadora de la Scissorblade - Rolerda en Twitter

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    Título:
    "No soy la misma" - (Alpha vs Destiny)
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    6788
    La puerta que llevaba al cuarto del campeón de la liga pokémon se abrió, dejando paso al gran entrenador que, con valentía, se había enfrentado a toda la región de Kalos para llegar hasta ahí. Sus pasos firmes resonaban por todo el pasillo hasta que llegó a la amplia sala, la cual estaba oscura, pero no tardó en iluminarse, dejando ver una figura femenina en un altar un poco más alejado del campo de combate, el cual parecía estar flotando en el aire. Esta chica observaba un retrato en el que se encontraba un hombre moreno de ojos ambarinos sujetando a una risueña niña pequeña de rubios cabellos. En ese mismo altar, se podía ver una hermosa rosa carmesí junto a una especia de pokéball completamente rasguñada y sucia aparentemente vacía. La chica dejó el retrato en su sitio, soltando un pesado suspiro.



    - Hace años, mi padre fue el campeón de esta liga. Esta era su sala… Y ahora me pertenece… Aunque no fue nada fácil. El camino de un entrenador no lo es. ¿Verdad, Alpha?


    La fémina se giró, dejando ver quién era en realidad. Y no era otra que Destiny. La hija del ex campeón de esa región. Unas escaleras de cristal aparecieron de la nada, permitiendo a la joven bajar hasta el campo y así acercarse a Alpha. Su recién llegado contrincante.


    Alpha había permanecido en silencio desde que pisó la estancia con las manos en los bolsillos de su chaqueta, asombrado por ver quién era en realidad el entrenador más fuerte de toda la región de Kalos. Aunque es este caso, fuese la más fuerte. Por otra parte, estaba contento. Contento de por fin poderse enfrentar a aquella chica que conoció en Galeia de una forma más digna y complicada. Destiny posó la mano izquierda en la mejilla derecha del entrenador, pasando el pulgar bajo el ojo. Una cicatriz se extendía hasta llegar un poco más arriba del centro de esta. En el rostro de la rubia se pudo ver un claro gesto de preocupación. Pero no podía darle importancia un momento así, con lo que se separó para dirigirse a su lugar de enfrentamiento, sacando del bolsillo de su pantalón vaquero corto el colgante que una vez le regaló Liza y otro más. El que Alpha le dio por San Valentín. Colgante que enrolló en su mano izquierda hasta quedar lo suficientemente ajustado para que no se cayese.


    - Me resulta raro que la persona con la que me vaya a enfrentar para dar por finalizado mi viaje en estas tierras sea mi novia. No quiero ofender, pero eres la última persona que hubiese imaginado. Pensé que siempre eras débil.


    Esas palabras provocaron una risita en la entrenadora. Tenía razón… No dio una buena imagen en Galeia, pero eso había cambiado cuando llegó a Kalos.


    -No me extraña. Pero he cambiado del todo. He seguido los pasos de mi padre y conseguí llegar hasta aquí. Recorriendo grandes bosques, emprendiendo mi aventura. Entrenando a cada uno de mis pokémon en cada encuentro con astucia. Fortaleciendo los lazos que me unen a ellos. Demostré a cada entrenador el ingenio que obtuve gracias a mi esmero y empeño. Manifestando mi vinculo y sentimientos… Gracias a todo eso, he conseguido llegar a donde estoy. Siendo la niña que mi padre siempre quiso que fuera… - acercó la mano hasta una de las pokéball que llevaba en su cinturón, tomando una buceoball de esta y sosteniéndola frente a ella. Tenía que ir a lo que iban. En ese lugar, no podía ser la Destiny tierna que todos conocían -. Te daré el combate que buscas. Las reglas de este enfrentamiento son sencillas. Los pokémon no se pueden curar con pociones, será un combate de cuatro contra cuatro y el aspirante es el que empieza. Saca a tu pokémon, Alpha… Y que tus esfuerzos sean los que hablen en esta lucha.


    Alpha dejó ver una amplia sonrisa, y no fue menos, con lo que hizo su elección, la cual no tardó en arrojar al campo de batalla con energía, mostrando al imponente Haxorus, haciéndose notar con un potente rugido.


    -Eso espero. Porque si no es así, me sentiré defraudado. Además… Juegas con ventaja, ¿no? Tú conoces a mis pokémon. Yo no sé qué guardas ahí, rubita…


    En esto tenía razón… Destiny había hecho un cambio al completo de su equipo. Todos fueron criados por ella, y llegando a obtener un título: “La entrenadora brillante”, pues algunos, por no ser casi todos sus pokémon, eran variocolor.


    -Tienes razón… Pero te conozco. Alguna sorpresa debes tener para mí. Sueles cambiar la situación en el último momento. ¡Ahora déjame presentarte a mi pokémon! - algo estaba cambiando… ¿Qué era eso que Destiny estaba sintiendo crecer en su interior poco a poco? ¿Adrenalina? ¿Era eso? - ¡Feraligatr! ¡Sal a jugar!


    Arrojó la ball con fuerza, saliendo de esta un enorme Feraligatr variocolor, mostrándose con un gran torrente de agua que lo rodeaba y que desvaneció a los pocos segundos de estar en el campo. Al hacerlo, también dejó ver una vidaesfera que colgaba de su cuello a modo de colgante. Esto iba a ser complicado para Alpha.


    -Veo que no has perdido el tiempo. Has llegado tan lejos que has sido capaz de sacar un pokémon shiny, ¿eh? Pero dudo que tu Feraligatr sea rival para mi Haxorus. ¡Rook! ¡Ve con Garra Dragón!


    El pokémon tipo dragón no tardó en abalanzarse contra el gran cocodrilo, el cual permaneció quieto y recibiendo el golpe, pero este soltó una especie de risa, al igual que su entrenadora, la cual se colocó las gafas de vuelo que llevaba sobre la cabeza, pues la orden que iba a dar, levantaría bastante viento. Al menos, su pokémon lo hacía.


    -Mi Feraligatr tiene una gran defensa física. Vas a tener que hacer algo más que un simple Garra Dragón para vencerle. ¡Danza Dragón!


    El mismo inicial de agua se envolvió en un aura morada que le subió tanto su velocidad como fuerza, levantando bastante viento al hacerlo. Tras terminar el movimiento, Feraligatr quedó envuelto en un aura extraña, y sus ojos brillaban con un color más intenso al original que ya traía. Alpha no podía quedarse atrás, con lo que le ordenó a Rook lanzar un Cabeza Hierro, movimiento que el pokémon Fauces logró evitar sin problemas. En ese momento, Haxorus estaba perdido. Feraligatr lo tenía al alcance, y solo necesitaba la orden de su entrenadora. Destiny sonrió ladina, alzando el mentón.


    -Puño Hielo…


    Ahí estaba. La orden que el pokémon acuático esperaba. Su puño derecho se cubrió de una dura capa gélida, dirigiéndolo con fuerza hasta impactarlo en la espalda del Haxorus. En ese Feraligatr había un truco… No solo Danza Dragón potenció el movimiento, también lo hizo su habilidad oculta. Potencia. Rook quedó inmóvil en el suelo frente a Destiny, pero fue levantándose poco a poco para sorpresa de la rubia y su pokémon. Fue el turno de Alpha de reír, señalándose a sí mismo con el pulgar.


    -¡No subestimes a mi pokémon! ¡Para vencer a Rook hace falta algo más que un simple Danza Dragón y Puño Hielo! ¿Te suena, Des? ¡Golpe Aéreo!


    Destiny apretó la mandíbula. Maldita sea… Pensaba que podía haber acabado de un solo golpe. Rook, a pesar de estar bastante debilitado, no se quedó a esperar, con lo que se lanzó con rapidez a agarrar a Feraligatr, pero no contó con uno de los movimientos claves de ese pokémon de tipo agua…


    -¿Crees que no lo sé? ¡No vayas tan rápido, Alpha, yo no he acabado! ¡Ataca con Acua Jet, Feraligatr!


    Tal y como se dijo, Rook estaba perdido… Y más estando tan cerca de Feraligatr, que se cubrió con una potente capa de agua y embistió con fuerza al pokémon de Teselia hasta lograr estamparlo contra una de las paredes del recinto que no tardó en reconstruirse nada más ambos pokémon tocaron tierra con Feraligatr como campeón del enfrentamiento. Alpha devolvió a Rook a su pokéball, soltando un fuerte “Tsch”. Destiny también lo hizo con el suyo, soltando una sonora risa y con la mano en el rostro. Guardó la ball en su cinturón, tomando otra completamente distinta. Una pokéball normal. Aquellos dos movimientos ejecutados anteriormente por el Feraligatr le pasaron factura por culpa de la vidaesfera, pero nada grave. Por así decirlo, su vida aún seguía en verde.


    -¿Qué te ha parecido? Técnicamente no le has hecho nada a mi Feraligatr. Ese es mi potencial. Velocidad y fuerza. Los papeles se han cambiado, Alpha… ¿Quién es el débil ahora? ¡Desde que llegué a ser campeona, NADIE ha logrado vencerme! ¡Ni siquiera los campeones de otras regiones!


    Fue su turno de señalarse con el pulgar, elevando la pokéball con euforia. La adrenalina corría por su cuerpo. Hacía tiempo que no sentía esa sensación… Era tan… Extrañamente agradable…


    -¡Y ahora te presentaré a mi siguiente pokémon! ¡Jolteon, al campo!


    Al impactar la pokéball contra el suelo, El jolteon dio un potente grito y soltó grandes chispas. Este Jolteon sí tenía sus colores normales, pero, aunque no lo pareciese, era uno de los más fuertes del equipo.


    -No te mentiré, rubia enana. Me tienes asombrado. Que un pokémon así pudiese con mi Rook es cuanto menos admirable. Pero tu racha de buena suerte acaba aquí. Veo que has cambiado a Espeon por Jolteon… Pero igualmente sus defensas son bajas. Hagamos de esto un combate electrizante.


    La mano de Alpha agarró una ocasoball de su cinturón, mirándola con el ceño fruncido para luego volver a observar a su rival. Destiny estaba muy cambiada en cuanto a actitud… Ya no mostraba inseguridad en el campo, al contrario… Imponía respeto y poder.


    -Confío en ti... – Alpha dio un paso hacia delante, lanzando a su siguiente pokémon al frente- . ¡Eres el siguiente, Shadow!


    El pokémon que le tocaba combatir, no era otro que Rotom Mech. Este se mostró tranquilo, con los brazos cruzados sobre su metálico pecho. Destiny se llevó la mano derecha al mentón, analizándolo de arriba abajo.


    -¿Crees que puedes tener una oportunidad contra mi Jolteon usando un semi-legendario? Adelante. Pero este pequeño se ha enfrentado a legendarios… ¡Vamos, Jolteon! ¡Poder oculto!


    El pokémon similar a un perro se envolvió de un color azul gélido, soltando ese poder oculto de tipo hielo contra el Rotom. Aunque este pokémon fuese lento, no quitaba que pudiese marcase alguna evasión, y fue lo que hizo, cargando entre sus manos una potente bola de energía anaranjada que lanzó de una forma tan veloz que ni la misma entrenadora logró ver, mandando a Jolteon hacia atrás e impactando contra su dueña, la cual cayó sobre su espalda con el pokémon sobre su estómago.


    -¿Qué decías, Des? Que tu Jolteon ¿qué? ¡Jajajaja! ¡No me hagas reír! ¡Mi Shadow es muy difícil de vencer! ¡No me hace falta darle ordenes! ¡Él sabe perfectamente lo que debe hacer!


    Destiny se reincorporó, sentándose en el suelo con la mano izquierda en su cabeza y emitiendo un quejido. El Jolteon se puso rápidamente en pie, acercándose al rostro de su entrenadora con una notable preocupación. Destiny llevo la mano que antes tenía en su propia cabeza para acariciar al pokémon con una tranquilizadora sonrisa, recibiendo algo parecido a un ronroneo por parte del pokémon.


    -Tranquilo, tranquilo… Estoy bien. Ve ahí y demuestra lo que sabes hacer. Confío en ti.


    El pokémon eléctrico asintió, volviéndose a poner frente al Rotom con un fuerte gruñido. Una vez Destiny se puso en pie, señaló a su objetivo, ordenándole a Jolteon que atacara con un Bola Sombra, ataque que sí que logró golpear a Rotom. Aunque no fue suficiente a pesar del gran ataque especial que tenía Jolteon, pues Shadow se volvió a activar, atacando de nuevo con un Esfera Aural. Eso era lo malo de ese movimiento… Era imposible de evadir si no tenías protección… Era un gran juego sucio que iba desesperando.


    -¿Y este es tu “gran Jolteon”? ¡Pfft! ¡Jajaja! ¡Me esperaba algo que aguantase más! –rió Alpha, llevándose las manos tras la cabeza

    -Voy a dejarte algo claro, Alpha. Nadie va a burlarse de mis pokémon de esa forma. Todo el que lo hace acaba muy mal. Y eso es lo que va a pasarle a tu Rotom ahora. ¡Poder Oculto una vez más!


    El proceso volvió a repetirse. La eeveelution eléctrica mandó su movimiento contra el pokémon semi-legendario con fuerza, el cual avanzó recibiendo el ataque, pero no se detuvo hasta impactar otro Esfera Aural antes de caer al suelo contra el Jolteon. Esto causó que ambos pokémon cayesen derrotados. Una pelea verdaderamente sucia por parte de Rotom… Pero parecía que era su única forma de acabar con Jolteon. Ambos entrenadores devolvieron a sus pokémon a sus respectivas balls, deteniéndose Alpha a hablar con Destiny.


    -No está mal… Para alguien como tú. Has tenido bastante suerte. Pero me quedan dos pokémon aún y son de los más fuertes que tengo. Y sé que van a poder contigo.

    -Déjame adivinar. ¿Venus y Flame? Querido… Tienes suerte de que no escogiese a mis pokémon más molestos. Dejarían K.O. a esos dos sin necesidad de lanzar un solo ataque. Además, a mi aún me quedan tres pokémon y no son nada gentiles en batalla.


    El siguiente pokémon en salir por parte de Destiny volvió a ser Feraligatr, pokémon que se crujió los nudillos nada más dejarse ver y relamiéndose el hocico. Alpha solo tomó la honorball de su cinturón, entrecerrando los ojos al ver al pokémon inicial de su región natal. Nunca pensó que un pokémon como era ese pudiese llegar a tener tal poder. Simplemente asombroso… Que aquella chica que no tenía ni idea de luchar o entrenar a los pokémon, hubiese llegado a tal nivel. Un nivel que hacía sudar a cualquier entrenador. Pero había algo que Alpha tenía que reconocer, y es que estaba orgullo de los avances de la chica. Sin decir ni una sola palabra más, mandó al frente a su siguiente pokémon, Venus, la Milotic.


    -Así que otro combate con pokémon de tipos iguales. Supongo que guardarás la megaevolución para Flame. Mejor… ¡Danza Dragón!


    El proceso volvió a repetirse como en el principio. Feraligatr se boosteaba nada más empezar… A veces pasaba a atacar directamente, pero no se la solía jugar así con rivales de tal talla. Alpha tenía un plan en mente… Destiny no sabía nada sobre el movimiento especial de ese Milotic. Solo sabía de la existencia del pokémon en el equipo de su oponente.


    -Tú sigue con el boosteo, cocodrilito… ¡Tóxico! –ordenó Alpha, observando como su elegante pokémon mandaba una potente ola morada a su rival. Aunque en vano, pues este logró evadirlo ágilmente para pesar lo que pesaba

    -Milotic es un pokémon con grandes defensas, así que… Voy a tener que hacer esto un poco más…-pensó la entrenadora rubia, pasando a mirar el colgante que se había enroscado en su muñeca y luego volver al frente -. Vamos Feraligatr… Aguanta un poco más. ¡Danza Dragón de nuevo!


    Feraligatr no tardó en obedecer, volviendo a boostear su velocidad y fuerza. Alpha solo iba ganando tiempo. Ya solo quedaba una vez más… Una vez más y podría cargarse a ese dichoso pokémon de un solo golpe. Fue su turno de atacar, y lo hizo ordenándole a su pokémon que atacara con un Rayo Hielo, ataque que impactó en el gran pokémon fauces. Pero no consiguió hacerle mucho daño. Destiny rodó los ojos. Eso se le estaba haciendo pesado… Que se perdiera el tiempo en un combate era de lo que más odiaba desde que llegó a donde estaba.


    -Esto me está aburriendo… ¡Triturar! – fue lo que ordenó Destiny, cuyo pokémon ejecutó el movimiento dicho, lanzándose al Milotic y clavando sus fauces en el cuello ajeno, enterrando sus colmillos de tal forma que sería capaz acabar con cualquier ser vivo. Pero claro, eso era solo un combate… Para desgracia de Feraligatr, el cual hasta perdió parte de su vitalidad por el objeto que llevaba.

    -Este Feraligatr es demasiado bestia a la hora de atacar… Pero cuanto más lo sea, mejor. Vamos pequeñín… Un Danza dragón más…-murmuró el entrenador de Johto, el cual no dio ni una orden más. Solo se dedicó a mirar como el Feraligatr se separaba de Venus, relamiéndose una vez más con una siniestra sonrisa. Su entrenadora solo se mantenía con una expresión seria, teniendo su mano derecha en la cintura y apoyando el peso de su cuerpo sobre la pierna del mismo lado.

    -Si no piensas hacer nada más en este turno, entonces me toca a mi de nuevo. ¡Acua jet!


    Alpha dejaría que ese ataque le diese a su pokémon, pues no ordenó nada. Solo para una cosa… Para que Feraligatr perdiera más vida por su vidaesfera y así ejecutar su as. Milotic en realidad lamentaba cada golpe que recibió por parte de Feraligatr, pero no se rendía. Iba a darlo todo hasta acabar con ese molesto pokémon.


    -Voy a recordarte unas palabras que tú misma dijiste al principio. ¡Yo cambio la situación en los últimos momentos! ¡Y eso voy a hacer! ¡Tu Feraligatr está perdido! ¡Venus, Canto de Sirena y que se pegue con Triturar!


    Un canto hermoso inundó la estancia, tranquilizando al Feraligatr, cuyos ojos perdieron todo su brillo. Su cuerpo le pesaba, y su mente no podía centrarse en otra cosa que no fuese el canto del bello pokémon. Su brazo fue dirigiéndose a su boca, clavando de forma brutal sus dientes en este y, así, cayendo debilitado por culpa de su propio ataque y la vidaesfera. Feraligatr cayó boca abajo, aún el brazo propio en su boca. Wou… Era una gran táctica por parte de Alpha. Y desde luego era un movimiento muy extraño… ¿Cómo era posible?


    -Mon Dieu… -susurró Destiny, devolviendo al agotado Feraligatr a su pokéball. Si las cosas iban a ser así, iba a tener que ir con extremo cuidado. Aunque claro…-. No puedo sacar aún a mi estrella… Así que la situación queda contigo.


    Tomó una Lujoball de su cinturón, mirándola con una amplia sonrisa a la par que se volvía a llevar sus gafas de vuelo, un poco mojadas, sobre la cabeza. Era hora de sacar a uno de sus tanques…


    -Tú has querido jugar fuerte. ¡Pero para suerte mía, me encanta jugar así! ¡Ve, Dragonite!


    De la decorada ball, un dragonite de verdosas escamas salió al combate con un elegante brillo que pocos pokémon variocolor poseían. Y se trataba de la práctica que este tenía por los concursos pokémon. El dragón se quedó en el aire, volando con una notable elegancia. A simple vista, no parecía un pokémon para combates serios. No presentaba ningún tipo de intimidación… Parecía centrarse solo en la elegancia.


    -¿Seguro que no te has equivocado de pokémon? Porque me parece a mi que sí, ¿eh? ¿Qué puede hacer un poké-


    Alpha no puedo terminar con su frase, pues Destiny lo interrumpió mandando al dragón a atacar con un Velocidad Extrema, lanzándose al Milotic con tal velocidad que no lo pudo ni ver. Dragonite, en un momento de ese ataque, elevó por los aires a Venus, dejándola completamente inmóvil y al descubierto para recibir cualquier ataque. Y eso el Dragonite lo supo aprovechar… Su cola se metalizó, y con fuerza, golpeó a la sirena hasta que esta se estampara contra una de las paredes del recinto, cayendo seguidamente al suelo.


    -¿Qué decías, chérie? Mi Dragonite no es solo elegancia. Es potencia y defensa. Capaz de aguantar ataques de tipo hielo. Y eso es solo un pequeño adelanto. ¡Danza Dragón!


    Mientras el Dragonite se boosteaba en el aire, Venus se iba levantando poco a poco, mirando a su rival con clara molestia en sus ojos. Dragonite se paró en el aire, llevando sus patas al hocico y reírse del pokémon acuático. Esa fue la gota que colmó el vaso para la Milotic. Para vengarse, sin esperar una orden de su entrenador, le lanzó un Tóxico, movimiento que alcanzó a Dragonite por despistarse, cayendo seguidamente al suelo. Se sentía mareado, su visión era borrosa… Pero no fue suficiente para detenerlo.


    -Esta es la mía. ¡Acaba con él! ¡Rayo Hielo! –gritó Alpha, señalando al pokémon rival, el cual estaba completamente desorientado aún, facilitándole aún más a Venus el trabajo.


    Aunque el Rayo Hielo había alcanzado a Dragonite, a su entrenadora no parecía preocuparle. Había permanecido en silencio, mirando todo con el mentón elevado. A parte, el Dragonite volvió a alzarse en el aire sin problema alguno, agitando su cabeza para despejarse.


    -Ya te he dicho que mi Dragonite era capaz de aguantar movimientos de tipo hielo. Te sorprendería de lo que es capaz un pokémon con altas defensas y la habilidad Compensación. ¡Te toca, cielo! ¡Danza Dragón de nuevo!

    - Sabrás que a tu Dragonite le va a pasar lo mismo que a tu Feraligatr, ¿no? Podrás haber mejorado en cuanto a fuerza, pero en estrategia aún no has-

    -¿¡Crees que no tengo ni idea de estrategia!? ¿¡En serio lo crees!? ¡Yo no pienso así! ¡No voy a dejar que tu Milotic mueva un solo músculo de su cuerpo! ¡Velocidad extrema!


    Destiny tenía las ideas claras. No se trataba solo de mantener su título. Se trataba de demostrar que no era la antigua Des de Galeia. Ya no era alguien a quien tenían que proteger. Dragonite se lanzó contra Milotic, haciendo que con cada golpe que le daba se alzase en el aire, inmovilizándola una vez más. Dragonite se elevó también hasta quedar a su altura, envolviéndose en un aura morada más imponente que la que le dejaba el Danza Dragón. Cuando Destiny vio a su pokémon listo, se colocó de nuevo las gafas, pues lo que sucedería ahora levantaría bastante el suelo convirtiéndolo en escombros.


    -¡Destrózala con Enfado! –ordenó con una gran sonrisa de soberbia, apretando con fuerza el puño en el que tenía.


    Los ojos de Dragonite se iluminaron completamente de un color carmesí intenso, y tras soltar un poderoso rugido, atacó con todo su cuerpo a Venus, llevándola hasta el suelo, el cual se quebró levantando la estructura de esta y esparciéndola por todo el campo debido al impacto y el aire que este levantó. Dragonite salió de la densa capa de tierra y humo que creó, poniéndose al lado de su entrenadora con un leve tic en su ojo derecho y gruñendo. Milotic parecía no poder levantarse, y eso era lo que le pasaba. Pero seguía pudiendo luchar, pues al poco tiempo de desaparecer la nube de tierra, se pudo ver como Venus se iba elevando a duras penas. Ante esto, Destiny también gruñó. ¿Pero cuanta defensa podía tener un bicho así? Alpha tuvo que acercarse corriendo al lado de su Milotic, acariciando sus escamas para ver si se encontraba bien.


    - No sé la razón por la que se debe tanta brutalidad en una simple batalla de liga. Estás siendo demasiado agresiva en esta. ¿¡A qué se debe!? ¿¡Qué te he hecho a parte de apoyarte en todo momento y cumplir mi palabra de venir a Kalos según terminase en Galeia!?


    En la voz de Alpha se podía notar tanto el dolor como la furia. Y aun así, no recibió una respuesta de la entrenadora. Destiny solo se llevó las manos a los bolsillos de su chaqueta, desviando la mirada con el ceño fruncido. Su Dragonite golpeó el puño derecho contra la palma de su pata izquierda, pasando a mirar a su entrenadora.


    - Acaba con ella…


    Fue suficiente para Dragonite el acercarse de nuevo, pero no pudo golpear a Venus directamente debido a que Alpha seguía allí. Por esa razón, tomó a la Milotic por la zona que sería su cuello, elevándose en el aire con ella para ahí poder golpearla continuamente con el movimiento Enfado. Dejó caer al pokémon acuático, ya debilitado del todo. Alpha no daba crédito a tanta violencia por parte de alguien que antiguamente era noble y poco partidaria de las peleas. Ante esto, alpha devolvió a Venus a su ball, pero no dudó en acercarse a Destiny con rabia mostrada en su rostro.


    -¡Destiny! ¡Más te vale explicarme qué demonios estás ha-


    Ya había perdido la cuenta de cuantas veces le habían interrumpido desde que llegó a la sala del campeón. Esta vez, se trató de Dragonite, que agarró al entrenador del cuello de su vestimenta. Destiny se acercó hasta encarar a Alpha, dándole un par de palmas leves en la mejilla derecha ajena.


    -Retour à votre site, chérie…


    Cuando Destiny terminó de hablar, el dragón devolvió a Alpha al sitio del aspirante, recibiendo varias palabras poco aptas para alguien de su edad. Solo le quedaba un pokémon, y a Dragonite un movimiento de Enfado para antes de quedarse confuso. Tomó su pokéball más antigua, aferrándose a esta con fuerza. Se quedó mirando a la entrenadora con el ceño fruncido y mandíbula apretada con fuerza. Si iba a tener que jugar fuerte, que así fuese.


    -Tú te lo has buscado solita. Voy a destronarte y quedarme yo con ese título. Había venido de forma amistosa a por un combate digno de un campeón. Pero vengo y me encuentro… Esto. A alguien cuyo poder aparentemente se le ha subido a la cabeza. ¡No voy a aguantar más esta actitud tuya! ¡Flame, acaba con esto!


    Lanzando la Pokéball al aire, esta se envolvió en unas intensas llamas, las cuales luego provocaron una especie de explosión, dejando ver al azabache Charizard de Alpha. Flame, al tocar suelo, soltó un rugido hacia Dragonite, el cual respondió de la misma forma. Destiny ladeó un poco la cabeza hacia el lado derecho. Por fin la batalla que buscaba. El pokémon con el que tenía ganas de pelear.


    -Flame… No sabes las ganas que tenía de verte –dijo Destiny, chasqueando los dedos para que su Dragonite se lanzase contra Flame, pero este logró pararlo, aguantando con sus patas al Dragonite.


    El pokémon de Destiny aprovechó que el Charizard no tenía como protegerse para atacar con la cola al costado del inicial de Kanto, golpeándolo pero con poca fuerza. ¿Qué pasaba? A parte, a cada turno, Dragonite pegaba con cada vez menos fuerza… En ese momento, estaba temblando. El veneno del Tóxico estaba haciendo efecto.


    -¡Ja! ¡Esta es la nuestra, Flame! ¡Puño Trueno!


    Flame cargó su puño hacia atrás, rodeándolo de chispas que pronto se transformaron en rayos que fueron a golpear en el estómago a Dragonite, mandándolo hacia atrás hasta acabar golpeándose contra la pared del recinto, cayendo boca abajo en el suelo, ya siendo incapaz de levantarse.


    Destiny se acercó a su debilitado pokémon con las manos en los bolsillos de su chaqueta, agachándose a su lado para acariciarle la cabeza. El pokémon miró a su entrenadora, como disculpándose por haber perdida. La rubia le sonrió, acariciándole el hocico. Sin duda, Dragonite había sido un rival bien duro, y se merecía un descanso en su lujoball. Mientras Destiny se dirigía de nuevo a su sitio, tomó otra pokéball de su cinturón, lanzándola y atrapándola una y otra vez.


    -Has llegado bastante lejos. Te aplaudo, Alpha. Pero aquí se acaba tu buena suerte. Este es mi mejor pokémon... Y lo he estado guardando para Flame.


    La pokéball fue arrojada al frente, saliendo de esta una Lopunny variocolor con un lazo en el cuello con una piedra en el medio de este. Alpha se quedó mirando al pokémon similar a un conejo. ¿En serio era su mejor pokémon? ¿Lopunny? Aunque, viendo todo lo que le había mostrado Destiny en aquella batalla, mejor era no subestimarla. Alpha llevó la mano a bolsillo derecho de su chaqueta, sacando de ahí un guante de cuero que carecía de los dedos y con la piedra activadora de la megaevolución en la palma. Alpha se preparó para recibir algún ataque de Lopunny, la cual solo se balanceaba a la derecha e izquierda, dando de vez en cuando una mirada a su entrenadora. Destiny tenía la mano izquierda en la cintura, sonriendo a Alpha con el mentón alzado. Dios... Cómo odiaba ese gesto de Destiny... La entrenadora llevó su mano libre al colgante dorado que le había regalado en su día Liza, cerrando los ojos cuando este empezó a brillar tenuemente junto a la piedra del lazo de su Lopunny.


    -A estas alturas deberías saber por qué Nonon es mi estrella. No solo por ser el pokémon que más tiempo llevo entrenando. Ni porque mi amistad con ella es enorme. Eso es todo a parte.


    La luz pasó a ser más intensa, envolviendo a Nonon, la Lopunny de Destiny, en un blanco puro que fue cambiando a otros tipos de colores hasta convertirse en una esfera de hermosos colores que estalló a los segundos, dejando ver a la megaevolucionada Lopunny, haciéndose notar con un grito. Destiny no esperó ni un instante más, y mandó rápidamente a atacar a su pokémon con un Sorpresa, haciendo retroceder al Charizard de Alpha y dejándolo un poco tocado por eso. Nonon era rápida... Muy rápida... A penas se le pudo ver acercarse.


    -Maldita sea...- murmuró Alpha, poniéndose el guante y alzando la mano en la que lo portaba, haciendo lo mismo que Destiny anteriormente. Megaevolucionar a Flame en Mega-Charizard X. El dragón se alzó en el aire, soltando un poderoso rugido al cambiar su forma


    Nonon se llevó la pata derecha a la boca, soltando una risilla al ver al recién cambiado Charizard. La Lopunny rosada se había enfrentado a tantos Charizard así que ya le resultaba una especie de rutina.


    -Vamos a finalizar esto de una vez... Me alegro que de verdad mejorases, Des. Pero no soporto esa actitud nueva tuya. Me pone enfermo que de verdad el poder se te subiese a la cabeza...


    Destiny no dijo nada, solo pasó a mirar hacia otro lado, soltando un suspiro y agarrada aún al colgante.


    -No se me ha subido absolutamente nada. Sigo siendo una de las personas más nobles de esta región... No he perdido mi verdadero carácter. Solo quiero mostrarte que ya he dejado de ser una niña. Mostrar que ya no soy un objeto de burla. Y no veía otra forma mejor de hacerlo que mediante la seriedad.


    Volvió a dirigir su atención al frente, señalando con la mano al completo al chico que la desafiaba por el título de campeón.


    -Retribución.


    Esa fue la orden dada a la Lopunny. Orden expresada con la voz un tanto apagada. Nonon se lanzó con una gran velocidad hacia el Charizard, propinándole un fortísimo golpe en la zona de la mandíbula. Velocidad y potencia... Como dijo Destiny anteriormente, eso era lo que resaltaba de ella.


    -¡Eso no explica la agresividad de tus pokémon! ¡No entiendo por qué tanta brutalidad en los ataques! ¡Solo he visto eso en los villanos! -continuó Alpha, viendo como Flame se envolvía en llamas para embestir a Lopunny, pero en vano, ya que Nonon fue capaz de esquivarlo sin problemas algunos

    -Esa brutalidad era la que yo sentía en el pasado. Por favor... No me etiquetes de villana si no tienes ni la más remota idea de la razón por la que estoy así. Digamos que estoy soltando todo lo que no pude soltar anteriormente.


    Poco a poco, Alpha lo iba entendiendo. Así que era como una especie de desahogo... Igualmente, No iba a dejarse ganar. Vino con un objetivo en mente. Y lo iba a cumplir costase lo que costase. Sonrió ampliamente, de una forma confiada. Bueno... Si lo que la rubia quería es mostrar cómo había cambiado, lo había conseguido desde un principio. No le hacía falta ver tanta violencia hacia él y sus pokémon.


    - Un detallazo haberlo dicho antes de que me enfadara del todo contigo, Lena.


    Eso último sorprendió a Destiny. Tanto, que se despistó y no pudo ordenarle a Nonon que esquivara el Garra Dragón de Flame, haciendo que la Lopunny diera un quejido. Destiny frunció el ceño, apretando la mandíbula.


    -No... Es decir, n-ni se te ocurra llamarme Lena... ¿¡Cómo sabes tú que mi segundo nombre es Lena!?


    Alpha se encogió de hombros, riendo entre diente. Ahí estaba. Estaba sacando poco a poco a la antigua Destiny.


    -Destiny Lena. De apellidos Inashu Oxton. Dime... ¿Tu madre era inglesa? Bah... Sea como sea, me quedo con Destiny Inashu, señorita Lena.

    - ¡No me llames Lena! ¡Nonon, Puño drenaje!


    Nonon se levantó rápidamente, lanzándose contra el charizard con el puño derecho brillándole de un color naranja intenso, impactando contra el estómago del dragón. Aunque claramente, eso no acabó ahí, pues el dragón agarró la muñeca de Nonon, alzando el vuelo con ella.


    -La diferencia entre tu Lopunny y mi Charizard es demasiado grande, Lena. Anda, deja de hacerte la dura. Sigues siendo la misma Des de Galeia…

    -¿Sabes qué? Aciertas y te equivocas en algo. Nonon es más poderosa que tu reptil. Y te equivocas en que soy la misma que conociste en ese lugar. Soy más lista y más fuerte. No como tú, que sigues siendo igual de idiota. Has cometido un error muy grande dejando a Nonon tan cerca de Flame.


    Era cierto. El otro puño de Nonon brilló de un azul y blanco intenso, puño que impactó contra el costado del Charizard, haciendo que el hielo se extendiese por su cuerpo mientras Flame gritaba por el ataque. Cuando gran parte del cuerpo de Flame fue congelado, se separó de Nonon dándole un fuerte golpe con la cola, cayendo seguidamente con el pokémon de Destiny, solo que esta cayó sobre sus patas, mirando a su rival con una sonrisa torcida.


    -Hay que ser imbécil para dejar que un pokémon físico de gran fuerza se quede tan cerca de tu propio pokémon… Decepcionante… -dijo Destiny, alzando las manos y encogiéndose de hombros


    -Esa actitud tuya me pone enfermo… ¡Flame no tiene rival alguno! ¡Envite ígneo!


    Flame intentó ponerse en pie, pero no pudo. El hielo era demasiado rígido. Ni sus llamas fueron capaz de derretirlo. Nonon se fue acercando al dragón dando saltitos, dándole un par de toquecitos en la cabeza al hacerlo.


    -Solo vas a la ofensiva con Charizard. A parte, muy obvio. ¡Puño drenaje!


    Lopunny alzó su puño derecho, haciendo brillar una vez más de color naranja, impactándolo contra el charizard, el cual se giró un poco para que el ataque golpease el hielo, rompiéndolo nada más hacer contacto y dejando libre a Flame, cuya para derecha se envolvió en unas intensas llamas carmesí.


    -Y tú no te das cuenta de que sé lo que hago… Como ya dijiste antes, es de idiotas dejar que tu pokémon se quede tan cerca de su rival si es un atacante físico potente. ¡Te toca, Flame, Puño fuego!


    Charizard fue rápido a la hora de golpear a Nonon en su estómago, lanzándola hacia arriba al golpearla, alzándose en el aire para quedar cerca del pokémon Normal/Lucha. La tenía en una posición perfecta para golpearla con otro de sus movimientos… Solo necesitaba la orden de su entrenador.


    -¡Acábala! ¡Garra drag -

    -¡Agárrale de la cola! -interrumpió Destiny, con una idea en su mente


    Nonon se sujetó al cuello de Flame, pasando luego a su espalda hasta finalmente quedarse colgando de la cola de su rival. Flame la movió con brusquedad, intentando librarse de la coneja, aunque en vano, ya que su fuerza le permitía quedarse bien sujeta.


    -Te tengo donde quería… ¡Usa su cola para impulsarte y ataca con Retribución!


    Nonon se balanceó con la cola de Charizard hasta llegar frente a Flame, soltándose para propinarle un potentísimo golpe en la mandíbula con su pata, inmovilizando al pokémon de Charizard, que volvió a caer en picado al suelo y siendo rematado por Nonon, la cual, al caer, fue contra el estómago del dragón con su pata izquierda por delante.


    Flame no se podía mover. No podía hacer nada. O eso creía, pues sus llamas empezaron a arder con más intensidad, volviéndose a alzar con un aura azulada rodeándolo.


    -¿Sabes qué, Des? Admito que no has sido una mala rival. Pero tu Lopunny ya está demasiado cansada. Y Flame todavía puede ganar. ¡Envite ígneo!


    Flame cogió impulso, envolviéndose en unas llamas azules tan intensas como las que desprendía su boca, dirigiéndose con gran velocidad hacia la Lopunny, embistiéndola y arrollándola hasta golpearla contra la pared, pasando muy cerca del lado de Destiny, la cual estaba inmovilizada por tal potencia. El impacto que provocó Flame levantó los cimientos, pero tras desvanecerse el humo que levantó, se pudo ver al Charizard de Alpha en el suelo, sin estar megaevolucionado ya. Luego, frente a él y muy pegada a la pared, se encontraba Nonon, jadeando, temblando y mirando a su rival. Cuando Destiny se giró, pudo ver la razón por la que su pokémon seguía en pie. Su puño derecho estaba brillando. Había hecho un puño drenaje en el último momento para poder aguantar con muy poca vitalidad. Alpha no podía creer lo que veía. ¿Cómo? ¿Por qué?


    -Nonon… -murmuró Destiny, viendo como su pokémon cayó sobre su rodilla izquierda agotada. Dio una leve sonrisa, tomando la pokéball de su compañera para dejarla descansar


    Alpha se acercó corriendo a su pokémon, cayendo de rodillas al hacerlo para ver cómo se encontraba su inicial. Acarició el cuello del pokémon tipo fuego/volador, recibiendo una débil sonrisa suya.


    -Lo intentaste, compañero… Hemos perdido, pero dimos todo lo que pudimos…


    Alpha sintió unos pasos tras él. Se trataba de Destiny, que le miraba con las manos en los bolsillos de su chaqueta. Decidió agacharse y ponerse de cuclillas al lado del entrenador, sacando de su bolsillo un cristal amarillo. Un Revivir. Se lo acercó al hocico del Charizard, el cual lo tomó con los dientes y se lo puso bajo la lengua, sintiéndose muchísimo mejor al instante.


    -Llévalo de inmediato al Centro pokémon…


    Esas fueron las últimas palabras de Destiny tras levantarse y dirigirse con paso lento hacia la salida del lugar, pero se detuvo al sentir la voz de Alpha pidiéndole que le esperara. El chico devolvió a su inicial a la pokéball, y se acercó corriendo a la entrenadora rubia, dándole un toque en la cabeza al hacerlo.


    -Eh… ¿Y te vas con las mismas? O sea… ¿Tienes un combate y te largas? ¿No le das nada al entrenador? ¿Ni tratándose de tu propia pareja?


    Destiny alzó la ceja derecha, soltando una risita al oír eso.


    -¿Mi pareja? ¿Hablas de ese tal Alpha Xenodis? ¿Ese entrenador idiota que vino a Kalos? ja, ja, ja... ¡No me hagas reír!


    Volvió a emprender el paso, pero esta vez junto a Alpha, el cual tampoco pudo aguantar su risita. El varón dejó las manos tras su cabeza, mientras la fémina las dejó tras su espalda-


    -Alpha vino para poder ver a Lena y conquistar esta liga, querida… ¿Más que sea llevarse unas palmaditas en la espalda- contestó Alpha, dándole un par de toques con el índice en el costado a Des, causándole un cosquilleo que hizo alejarse un poco a la rubia

    -Te las daré cuando dejes de llamarme Lena… Solo mi madre me llamaba así y aun siendo ella, lo detestaba.


    Hubo silencio cuando Destiny terminó de hablar, pero al rato fue roto por el sonido de las palmaditas que la rubia le dio en la espalda a Alpha. Seguidamente, llevó el dedo índice de la misma mano a su mejilla, rascándola levemente con la uña con rojo tenue en su rostro.


    -Lamento mi comportamiento en la batalla… Debía hacerlo… Pero no te creas que soy así siempre -explicó Destiny, poniéndose uno de sus dorados mechones tras la oreja izquierda

    -Llegué a entenderlo, tranqui. Ahora dime… Ya que no tienes más aspirantes por el título… ¿Vas a volver a encerrarte? Porque si es así, puedo quedarme y ayudarte con lo que sea


    Destiny negó con la cabeza, pasando a mirar a Alpha con una sonrisa en su rostro. Iba a hacer algo que debería haber hecho hace mucho. Algo que muchas veces se negó a hacer.


    -Me voy de vacaciones, querido. Y a eso sí te puedes venir conmigo. Cerraré la liga durante un tiempo.

    -¿De vacaciones? – preguntó Alpha, sorprendido por tal decisión -. ¿Y a dónde, si se puede saber?

    -Alpha. Nos vamos a Alola. Te va a encantar ese lugar, ya verás.


    ¿Alola? Era la primera vez que Alpha oía de ese lugar… El nombre no es que fuese algo que se pudiese escuchar mucho por ahí… Pero lo primero que se le venía a la mente, eran playas y no sabía la razón. Tal vez porque Destiny había escogido la región como lugar de vacaciones y para él, eso era sinónimo de playas. Un momento… Si hay costa…


    -¿Hay chicas guapas allí?
     
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