No se sabe lo que se tiene... Bueno gente, éste es mi segundo fic. Quizás penséis que el tema siempre suele ser medio romántico y tal, pero creo que es el tema dónde mejor puedo destacar,así que trataré de explotarlo =P PD: Creo que al final terminareis cogiéndole algo de coraje a mis personajes masculinos. Muchas veces habremos oído el viejo dicho que cuenta ‘’no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde’’. Sólo quiénes lo han sufrido son capaces de entender la verdad que contiene esa frase y Takuma Noburu es un gran ejemplo de ello. Takuma es un chico de 19 años. Le gusta salir a divertirse constantemente con sus amigos, siempre está de fiesta en fiesta y rara vez dice que no a un plan de esa índole. Lleva el pelo corto de color castaño y normalmente de punta, lo que le da un toque de macarrilla, pero nada más lejos de la realidad. A pesar de lo que aparenta y de su actitud tan extrovertida, es un buen chico y rara vez se mete en líos. Tiene una manía, y es que jamás se desprende de un particular colgante con forma de rosa. Takuma asiste al instituto con total regularidad y sus notas no están nada mal. En su instituto corre el rumor de que Kumiko Hikaru, la chica de la clase de al lado a la de Takuma, está perdidamente enamorada de el chico. A él no le gusta nada esa idea, porque, a pesar de que él no tiene nada en contra de ella, el resto de estudiantes la suelen aislar por sus gustos y su actitud tan cerrada y sentimentalista, y eso no es nada bueno para la fama y reputación que Takuma se había ganado durante sus años de estudiante en su instituto. Kumiko Hikaru no tiene nada que envidiar a ninguna otra chica. Su pelo es liso, con un corte muy perfeccionista a la altura de la nuca y de un color negro muy oscuro. Tiene un cuerpo esbelto y muy femenino,aparte de unos preciosos ojos azules. Además, su madurez está muy por encima de lo que cabría esperar de una persona de 18 años. Sin embargo, su extremada timidez y su pasional gusto por la poesía y novelas de amor, la han llevado a convertirse en ‘’la bicho raro’’ del instituto. En el fondo a ella no le importa lo que el resto de estudiantes puedan pensar de ella, sólo le importa la opinión de uno de ellos, la de Takuma Noburu. Son varias y repetidas las veces en las que la chica trata de entablar conversación con él, pero rara vez tiene éxito, ya sea porque, o ella es incapaz de hablar con soltura debido al nerviosismo que le provoca Takuma o porque directamente éste último la ignora. Ciertamente, ambos son muy distintos en lo que al ámbito social se refiere. Mientras que a ella le cuesta integrarse y suele estar sola, acompañada de sus libros de poesía, él siempre suele estar rodeado de grupos de personas, tanto chicos como chicas, aunque son éstas últimas las que predominan. La comunicación dentro del instituto era casi imposible para ella, pues él siempre estaba rodeado de chicos y chicas que captaban por completo toda su atención. La mayoría de las conversaciones solían ser muy triviales y rara vez pasaban más allá de esto. -Takuma, ¿te apetece salir esta tarde a dar un paseo por el centro?- preguntaba la chica, siempre totalmente sonrojada y con la cabeza agachada, mientras que abrazaba con sus manos sus amados libros. El chico solía mirarla por unos instantes y luego respondía con total sequedad. -Paso, tengo cosas mejores que hacer. A pesar de la forma en la que la trataba, ella permanecía totalmente enamorada de Takuma, quien no hacía más que evitarla. El final de las clases por fin habían llegado y los estudiantes estaban deseosos de celebrarlo esa misma noche. Kumiko estaba decidida a que no asistiría a la fiesta que montaría su clase, pero fue por la insistencia de sus padres y profesores lo que la animó a ir. -Hija, no haces nada más que encerrarte en tu cuarto cada noche y ponerte a leer hasta que te quedas en tu mundo. ¿Por qué no sales esta noche y te diviertes un poco? No te vendrá nada mal, has trabajado muy duro para sacar éstas notas y deberías tomarte un descanso. – le insistía su madre con total amabilidad. -Está bien, iré. Pero sólo estaré un rato. No tengo mucho que hacer allí. – Aunque sus palabras sonaron tristes, la madre esbozó una sonrisa de satisfacción, había conseguido convencer a su hija. No sólo fueron sus padres y los profesores el único motivo que la empujo a ir. Había oído que la clase de Takuma también celebraría una fiesta muy cerca de dónde estarían sus compañeros, así que quizás tuviese una oportunidad para estar con él. Cuando cayó la noche, Kumiko estaba realmente hermosa. Vestía un largo traje blanco, con guantes y una diadema a juego. Su perfume olía a rosas y con un poco de maquillaje había conseguido sacar el máximo potencial de sus bellos ojos azules. No tardó en llegar a la fiesta. Habían decidido celebrarla en casa de una compañera de clase y habían optado por invitar también a profesores y alumnos de la otra clase. Realmente, Kumiko no era bienvenida allí. A pesar del impacto que causó sus vestimentas, los ojos de los asistentes a la fiesta se clavaban en ella como si de dagas se tratase. Pero a ella no le importaba, estaba allí por una razón, debía ver a Takuma. Pudo ver, a lo lejos, como en el centro de un gran grupo de personas se encontraba su chico, quién reía alegre y parecía divertirse. Ella se acercó con su típica timidez y trato de llamarlo. -Esto…Ho..¡Hola Takuma! – trató de alzar la voz, para intentar que sus palabras se oyesen más allá del escándalo de la fiesta. Tras mirarla como acostumbraba a hacer, contestó. -¿Otra vez tú? Por favor….¡déjame en paz! Al chico le costaba pronunciar bien y aún a pesar del tumulto y la mezcla de olores, pudo notar como Takuma estaba claramente bebido. Aún así, eso no sirvió de pretexto, y las palabras y el tono usado por él hirieron a la chica, quién abandonó la casa mientras las lágrimas caían por sus ojos y la gente miraba y sonreía. Kumiko se marchó, entre sollozos a un parque cercano. La noche estaba preciosa, no había ni una sola nube y la luz de la Luna brillaba con fuerza, iluminando el bello rostro, ahora húmedo por sus lágrimas, de la chica. Se sentó en uno de los columpios, como solía hacer de pequeña, intentando acallar sus sentimientos. -¿Por qué le querré?...Maldita sea…¡Sólo soy una estúpida! ¿Por qué habré venido? Los llantos no pararon durante un largo rato, hasta que por fin decidió que era hora de marcharse a casa. De camino hacia allí, cruzó una calle y dobló una esquina. Entonces pudo ver cómo un coche pasaba a toda velocidad hacia donde estaba ella. Lo último que vio fue la cara de Takuma, mientras palidecía y ella terminaba de perder la conciencia. Takuma había atropellado a la chica que tan enamorada estaba de él. No podía quitarse de la cabeza sus ojos, aún rojos por las lágrimas derramadas y cómo el cuerpo de ella era arrastrado por el coche, causando el estremecimiento del chico. Aún no sabía con qué cara se presentaría en el hospital, para ir a visitarla. Cuando consiguió sacar el valor suficiente, fue al hospital y tras dudar unos instantes, entró en la habitación donde se encontraba hospitalizada Kumiko. Al entrar, pudo ver el rostro magullado de la chica y cómo su corazón se mantenía un tanto irregular en el monitor. Definitivamente no estaba preparado para presenciar con algo así, pero debía ser consecuente con sus actos. Se acercó a la parte superior de la cama, a la altura del rostro de Kumiko y sus ojos comenzaron a llorar. -Yo…lo siento…Lo siento mucho…Perdóname por favor…¡Perdóname! Las palabras del chico eran sinceras y sus lágrimas caían sobre la almohada, junto al rostro de la chica. De repente, las lágrimas del chico pararon por un instante. Entrelazó su mano con la de Kumiko, agachó su rostro y depositó un suave beso en su boca. El beso se vio interrumpido por un pitido constante. La chica había fallecido. Aún sin haber despegado su rostro, una nueva lágrima cayó de sus ojos y fueron a parar a las mejillas de ella. Antes de marcharse, Takuma se quitó su colgante y lo colocó entre las manos de Kumiko. Los meses pasaron, ya casi todos habían olvidado el accidente, excepto una persona. Esa persona ahora siempre llevaba un libro de poesía entre sus manos, se trataba de Takuma Noburu. Espero haber arreglado algunos errores que cometí en el primero y espero que éste también os guste bastante. Como siempre, estoy dispuesto a oír todo tipo de críticas, siempre se puede sacar algo constructivo de ellas.
Re: No se sabe lo que se tiene... NOOOOOOOOOOOOOOOOOO ToT lloro lloro lloro... es que.. awwwwww ToT fue t an triste T________________________T ojala lo hubiera atropellado es a el T_T asesino que se lo coma un chivo T_T (xDDDDDDDDD) me encanto dast *-*
Re: No se sabe lo que se tiene... Hola Dast!! No vi ningun error en tu historia :)... Devo admitir que escribes muy bien!! Narras muy bien las tramas... Ahora si... Awwwwww, fue muy triste y a la vez romantica, la mezcla perfecta... Que lastima que se halla dado cuenta tan tarde, es un baka!!. Pero me encanto el final, casi lloro... Estuvo muy bueno Dast!!! :)
Re: No se sabe lo que se tiene... Muchas gracias a las dos por los comentarios ^^ Lo cierto es que siempre suelo darle un toque dramático a lo que escribo, un día intentaré cambiar de registro, a ver qué pasa =P
Re: No se sabe lo que se tiene... uao ta fuerte mano es la pura realidad de que uno sabe lo que tiene hasta que lo pierde. pero aunque el chico se lo merecía por ser una persona tan iuk, como es que alguien puede rechazar una persona, sin ni siquiera conocerla, es decir el la juzgo y de mala manera. hay otro mensaje en tu escrito el que uno no debe guiarse de las personas sin haberlas conocida, al mundo entero le puede dar la gana de decir que fulana es que se yo que y que se yo, pero si te detienes a hablarle aunque sea por un segundo te das cuenta de la diferencia y de la realidad de las cosas. me gusto mucho tu escrito realmente me dio una idea. gracias, nos leeremos luego, Ciara.
Re: No se sabe lo que se tiene... que triste T.T! es triste-tragi-lindo TT-TT! como dice ciara: tiene 2 mensajes muy buenos tu historia. me gusto mucho tu forma de narrar.
Re: No se sabe lo que se tiene... ahhhh me encanto tu historia!!! es tan triste y linda a la vez ToT y el mensaje q tiene tambien me encanto! por lo menos al final el chico aprendio la leccion (o eso espero xD) xq sino la pobre chica habra muerto en vano :s
Re: No se sabe lo que se tiene... Muchas gracias por los comentarios. Me alegro oír que os ha gustado.Y Ciara, me encanta saber que este fic te ha dado una idea, si la escribes, me gustaría poder leerla =)
Re: No se sabe lo que se tiene... ¡Hola!; te soy sincera... ¡Me has echo lagrimear! (Soy muy sensible en algunos casos xD) Me encantó en si la historia, y además, los dos buenos mensajes que dejaste al final en conclusión a la historia; en sí me dio mucha lastima Kumiko (¿Y Takuma? xD) ¡Bueno espero que sigas así!; y que sigas escribiendo historias :D Sayonara... Atte: MiiKuuZ