One-shot de Naruto - No me importa morir.

Bueno, a mi siempre me ha encantado la pareja que hacen Sasuke y Naruto, y como desgraciadamente en este foro no se permiten relatos Yaoi/Yuri he hecho una bonita historia de Sasuke y Naruto un poco potosilla pero respetando las reglas del foro. Espero que les guste D:
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El kunai roza mi oreja. Noto un líquido espeso caer por mi cuello. No duele, escuece. Esquivo un ataque directo de Sasuke. Dando una voltereta hacia atrás consigo estabilizarme. Levanto rápido la vista y fijo mi mirada en su esquiva figura. Se mueve rápido y yo estoy demasiado herido para reaccionar bien.
Chisto y doy otro salto hacia atrás. No merece la pena perder el poco chacra que me queda luchando en vano.
Otro ataque de Sasuke directo a mi pecho. Si sólo pudiera deshacerme de esa maldita espada. Pienso rápido. Veo un punto ciego en su defensa. Lanzo una patada directa a su brazo derecho. Consigue bloquearla y de un forcejeo consigo arrebatarle la katana, la cual sale volando y aterriza unos metros más hacia atrás.

Sasuke se endereza, se pone recto y me observa fijamente.
- Naruto... -Pronuncia mi nombre despacio. Mi corazón se acelera.

Cierra los ojos y sonríe, complaciente.
Trago saliva. Intento enderezarme también. Me duele todo el cuerpo. Maldita sea...
En un instante Sasuke vuelve a abrir los ojos y puedo observar el Mangekyō Sharingan. Me preparo para recibir el ataque. Nunca me había sentido tan débil.
Sasuke continúa quieto en su sitio, contemplandome con esos hermosos ojos. Decido tomar el camino difícil.
Comienzo a avanzar hacia él. Sasuke... Sasuke... Siento que es un animal al que no hay que asustar.
Él no se inmuta, simplemente permanece quieto, relajado.
Apenas estoy a un metro de él. Tomo aire y...
- Vuelve.
Sonrió ampliamente, satisfecho.
- Eres estúpido. Los sabes, ¿No, Naruto?
Cojo impulso y me coloco a su altura. Puedo notar su respiración en mi boca.
- Tu sitio está con nosotros. Lo sabes. Siempre lo has sabido.
- Yo nunca tuve un lugar al cual pertenecer. Estoy sólo. - Arruga la frente, intentando parecer duro, pero sé que está herido por dentro.
- No estás sólo. Tienes un lugar en la Villa, con Sakura, conmigo. Te necesitamos.
Sasuke aparta la mirada. Cierra los ojos y arrugar el ceño.
- Siempre bajas la guardia, Naruto...
De un movimiento rápido me clava un kunai en el estómago.
La sangre empieza a brotar de mi boca.
¿Qué está sucediendo? No... Esto no tenía que acabar así... Sasuke... tú...
Mi vista se nubla y caigo al suelo.
- Naruto... Eres débil. No puedes dejar que los sentimientos te dominen...
Se arrodilla a mi lado y con un movimiento de muñeca me limpia parte de la sangre de la cara.
- Tu... Sasu... ke... Vas... a... volver... conmigo...
Una fuerza sobrehumana parece haber inundado mi cuerpo. Agarro la muñeca de Sasuke y me dejo llevar.
Veo como mi cuerpo comienza a golpear a Sasuke. Golpes rápidos, certeros, que hacen mella en su cuerpo.
Sangre, sangre... estoy cubierto con sangre de Sasuke.
Le agarro del cuello, con ambas manos y le levanto del suelo.
-Naruto... Tu... Agrh - Comienzo a hacer presión.
De repente noto como si me hubieran golpeado en la cabeza y soy consciente de todo lo que hago. Conciencia acompañada de dolor. Un dolor profundo que me recorre todo el cuerpo.
Dejo a Sasuke en el suelo y ya no puedo aguantarme más. Caigo a sus brazos, inerte.
Noto el corazón de Sasuke latir, acelerado.
Me gustaría morir así, rodeado por los brazos de Sasuke...

-¡NARUTO! ¡NARUTO!
Oigo la voz de Sakura llamarme. Abro los ojos y estoy en el hospital. Los ojos de Sakura llenos de lágrimas me dan la bienvenida.
-Menos mal que estas bien Naruto. Cuando te encontramos estabas muy mal herido. No sé que habría hecho si te llego a perder... Yo...
Sakura comienza a llorar. Me inclino y la rodeo con mis brazos. Me duele absolutamente todo el cuerpo, pero no importa.
Sasuke tuvo la oportunidad de matarme, y no lo hizo.
Sasuke... tu... ¿Qué es lo que sientes? ¿Te hubiera dado igual morir en mis brazos como me dio igual a mi?
Sasuke... juro... no darme nunca por vencido.
Yo... estaré a tu lado, hasta que me mates y seas el último en sostenerme.
Lo juro.