No es un pecado.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por THCrazyAlien, 26 Abril 2011.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    THCrazyAlien

    THCrazyAlien Guest

    Título:
    No es un pecado.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1174
    No me considero buena, pero aqui les dejo mi historia, espero y les agrade y acepto sugerencias.

    Título No es un pecado
    Tipo: Long-Fic
    Resumen: No se deben enamorar, pero, por ciertas circunstancias, sucede ese nacimiento del hermoso sentimiento del amor. ¿Es un pecado?.
    Advertencias: Un poco de violencia
    Género: Drama, Comedia, Acción, Romance
    No. de palabras: 1005

    Introducción

    -Es ella
    -¿Ella?
    -Sí, es realmente hermosa, ¿no lo crees Zophiel? – Un ser hermoso se encontraba entre cuatro paredes que en cierta forma, no se sabía si eran azules o la luz causaba en ellas un efecto en el cual nos hacía creer que eran de ese color, ya que en ciertas zonas, se observaba un tono blancuzco y un poco más a las orillas, azul cielo. Había muchos instrumentos quirúrgicos, todos ellos esterilizados, pantallas que mostraban una línea subir y bajar con un singular sonido, marcando los signos vitales de una persona. Seres humanos de un lado a otro, cada quién con una tarea específica. Una de ellas sostenía a una pequeña cosita color entre rosa y rojo, por la sangre y otros fluidos que en ella se encontraban, era un bebé recién nacido, que lloraba sin cesar al ser sacado de su pequeño hogar de nueve meses: la matriz de su mamá.

    Zophiel hablaba a través de telepatía con Dios, quien está presente en todos lados, sin que podamos verlo, el ángel estaba al lado de la niña, viéndola con una gran ternura y amor. Más seres como él estaban ahí, cada quién cuidando a su respectivo humano. A ella, le tocaba ser el ángel guardián de la pequeña que acababa de nacer.

    -Claro, Señor, es tan frágil y pequeña, ¿está seguro que quiere que yo, cuide de ella para siempre?
    -Sí, tú eres quien es conveniente para estar a su lado
    -Entonces, Señor, hágase su voluntad. – Desde ahí, Zophiel, un ángel con características que en la Tierra serían llamadas femeninas, ojos color grises y tez blanca, cabellos largos y lacios de un tono marrón agarrados en una media coleta, con ropas largas y blancas que parecieran ser una especie de sábana y unas enormes alas en su espalda, que estaban encogidas, estaría con la pequeña niña hasta el final.

    Dios ya sabe, incluso antes del nacimiento, qué ángel nos cuidará a nosotros, seres humanos por el resto de nuestra vida, guiándonos por el buen camino y alejándonos de malos consejos y actos, para que cuando sea nuestro momento, podamos disfrutar de una vida eterna junto con él y todos los demás seres que con Él están, llenos de paz y amor, resplandecientes de esperanza y fe.

    Siempre están a nuestro lado y a todas las personas, Dios les da el don de ver a su ángel, e incluso todos los espíritus que no son de nuestra dimensión, por cierto tiempo. Pero, sólo a algunas les permite conservarlo. ¿Por qué? Espera que podamos ayudar a aquellos que aún no pueden ir a su Reino en los cielos, como se dice, y que hagamos saber a los demás que si existen, tanto ángeles como demonios o almas en pena y que no estamos solos en ningún momento.

    Y ese era el mayor problema. Demonios. También a cada ser humano se le asigna uno. Sólo uno. Que estará en constante batalla con nuestro ángel guardián por dar malas órdenes al humano, quién tiene la oportunidad de elegirla o desecharla. Libre albedrío.

    Aunque, depende del demonio del humano, si deja que le den órdenes a éste, otros demonios, con pensamientos diferentes al suyo que hará que caiga más rápido en el pecado, pero era muy raro, los demonios son muy posesivos. Demasiado.

    -Esta es su hija, señora Amsel – Un doctor, que vestía todo de blanco, con cubre bocas aún, un chistoso gorro y gafas, se acercaba a la mamá de la pequeña criatura, ella estaba media dormida por la anestesia y no sentía nada en el área operada. La niña, estaba envuelta en una sábana color rosa, y aún no abría los ojos, eso sí, hacia ruiditos y movía sus manitas de un lado a otro.

    A la señora Amsel, de unos 28 años, cabellos rojizos que estaban bajo un gorro color azul, su rostro estaba sudoroso, pero eso no quitaba de ella su peculiar hermosura, se le llenaron sus ojos color miel de lágrimas en el momento de ver por fin a su pequeño retoño, tomándola entre sus brazos con suma ternura.

    -Mi hija, nuestra hija, es tan hermosa – regresó a ver a una persona que estaba a su lado, su esposo, un año mayor que ella, ojos color café oscuro y cabello negro un poco largo, que cubrían parte de sus orejas, quien también emocionado estaba a punto del llanto, era una escena muy tierna. – mira, ¡mira como se mueve!, tu estabas dentro de mí hace poco, y ahora estás a nuestro lado, cuánto te quiero pequeñita. – Decía ella, con a voz quebrada del llanto de la emoción.

    -Es preciosa – es lo único que dijo el señor Amsel, incapaz de aguantar tantas emociones acumuladas en él.
    Algunas enfermeras no podían evitar voltear y sonreír, dejando por unos segundos su trabajo en ese lugar, al igual que el doctor. Ayudar a traer a alguien a la vida, se ha de sentir demasiado bonito, una felicidad enorme.
    Ese era su trabajo y todo había salido muy bien.

    Y aunque ellos no lo sabían, Zophiel y sus propios ángeles estaban tan felices como ellos.

    Entre ángeles, se podían hablar, pero no debían bajar la guardia poniéndose a hacerlo, tenían la eternidad, y descuidar a su “protegido” podía costar muy caro, así que se mantenían al margen con sólo miradas y sonrisas.

    Además, sería con ellos, con los que él ángel tendría que convivir por mucho tiempo.
    Aunque en ese momento, sólo pronunció una palabra – Felicidades – para luego seguir admirando el momento lleno de amor y tranquilidad de esa nueva familia. Ellos debían lograr que aquello se conservara el mayor tiempo posible en las vidas de cada uno de los integrantes, esa era otra meta, la cual no iban a perder.

    Pero, alguien más estaba mirando la escena, de lejos para que no se percataran de su presencia, siendo sumamente cuidadoso; observaba con una sonrisa, y no de ternura, si no de maldad y regocijo al saber que “su humano” por fin había nacido – Perfecto.

    .
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  2.  
    Erzabeth

    Erzabeth Fanático

    Tauro
    Miembro desde:
    28 Marzo 2011
    Mensajes:
    1,267
    Pluma de
    Escritor
    Mm… original (creo, no me ha tocado ver una historia igual), bueno en verdad no vi faltas de ortografía, y pues me gusto.
    Espero y pongas tu próximo capítulo, el titulo ^no es pecado^, me llamo mucho la atención de verdad =), pensé que era algo como… matanza
     
  3.  
    Tarsis

    Tarsis Usuario VIP Comentarista supremo Escritora Modelo

    Cáncer
    Miembro desde:
    20 Abril 2011
    Mensajes:
    7,070
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    o.o! que original en serio, nno había leído algo parecido, es decir, lo de asignación de ángeles y demonios al nacer a una persona, la verdad me gusta tu estilo de narración y la trama que lleva la historia, espero seguir leyendo. Sube pronto la continuación!
     
  4.  
    Abyss

    Abyss Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    7 Enero 2011
    Mensajes:
    312
    Pluma de
    Escritora
    >:O me recordó a un libro de Paulo Coehlo que acabo de terminar de leer (El Demonio y La Srta. Prymm) La verdad me pareció una historia bastante interesante! Hace tiempo que estoy metida en esto de ángeles y demonios, con mis propias historias e investigaciones, y la tuya me capto enseguida. No había fallas que tenga que mencionar, en general estuvo perfecto. Nos leemos en el próximo capitulo ^^
     
  5.  
    Aliees

    Aliees Entusiasta

    Sagitario
    Miembro desde:
    7 Marzo 2011
    Mensajes:
    175
    Pluma de
    Escritora
    Me encanto! Muy original! Ya casi no puedo esperar a leer la conti y ver cómo vas desarrolando tu historiaaa!!!
    Solo una cosa
    Otra cosa: deberías usar el guión largo también al principio de los diálogos.
    Bueno eso es todo! Esoero leer pronto la conti!! Lo hiciste muy bien por ciertooo!! TE FELICITO! Besos!!!
     
  6.  
    THCrazyAlien

    THCrazyAlien Guest

    Título:
    No es un pecado.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1206
    Lo siento por el retraso, el colegio no me deja mucho tiempo libre, más con los proyectos. En fin aquí el primer capítulo, algo corto.
    Lo hice en mi celular y sólo lo arreglé un poco, si encuentran errores háganmelo saber, se los agradeceré mucho.

    Capítulo 1

    Estas son las mañanitas que cantaba el Rey David, a las niñas bonitas, se las cantaba así, despierta Anah despierta, mira que ya amaneció... - en una casa color beige, jardín podado con árboles en forma de cono, en la calle Hoffnung, se festejaban loas trece años de Anah, la hija de los Amsel. Amigos y familiares estaban todos reunidos cantando y riendo.

    -¡Mordida! ¡Mordida! - gritaban todos para que Anah se animara a morder el pastel color blanco y letras rojas al centro que decían "feliz cumple Anah"; pero ella no se animaba ya que conocía muy bien lo que le esperaba.

    -¡Me van a empujar contra el pastel! - decía mientras agarraba el cuchillo para partir el pan de tres leches.

    - No, te lo prometemos, ¡verdad chicos! - la mejor amiga de la niña trataba de convencerla, era Mildred, llamada por todos Mily, con quien había pasado momentos tan graciosos, tristes y divertidos, ellas dos eran casi inseparables, se querían mucho y apoyaban en cada momento.

    A Anah no le quedó de otra y dejó el utensilio filoso sobre la mesa y acercó su rostro blanco al pastel, al estar a aproximada cinco centímetros de el, sintió como varias manos se colocaban en su cabeza y la empujaban haciendo que chocara contra el betún manchándola casi toda, incluso mechones de su negro cabello quedaron ahora blancos.

    -¡Ahhh! - es lo único que alcanzó a decir antes de ser estampada contra el pastel.

    Muchas risas se hicieron presentes, aún más cuando Anah levantó su rostro dejando ver las consecuencias de aquella travesura. Ella también fue contagiada por las carcajada de todos, y con sus dedos y una servilleta trató de quitarse los restos de sus ojos y nariz.

    -¡Son bien malos! - decía entre risas - tengo que ir a lavarme

    -Ve, yo parto el pastel - dijo su mamá, acercándose a la mesa con todos.

    -Gracias - la pequeña fue directo al baño abriendo el grifo y juntando agua en sus manos, la llevó hacia su rostro limpiándolo. Se fijaba en el espejo del botiquín para saber si aún quedaban restos de betún en ella.

    -Anah - la niña dio un leve brinco. Una voz la llamaba, volteó y no había nadie - Anah

    -¿Ma....má? - esa voz le era familiar, pero, ¿de dónde?

    -Oye Anah, ¿estás bien?. Tu mamá me mandó por ti - la voz de Mily sonaba del otro lado del baño.

    Anah respiró aliviada porque seguramente había sido ella quien la llamó primero, aunque la voz parecía diferente

    Salió de ahí ya después de haberse quitado todo rastro blanco de su cara y haberse secado con una toalla

    -Oye Mily, ¿tu tenías rato hablándome? - Le preguntaba mientras iban de camino hacia los demás

    -No, yo acababa de llegar

    -¿Eh?

    -¡Aquí viene! - dijo Yohann uno de los vecinos; amigo de la infancia de Anah

    Toda la fiesta marchaba como cualquier otra, hubo piñata, dulces y concursos, no tanto por la festejada de trece años, si no porque ese mismo día, 5 de diciembre, cumplía años uno de los hijos de su tía Margarette, era un cumpleaños doble.

    Mientras ellos sucedía, los amigos de Anah y ella fueron a su cuarto a platicar.

    -Oye, oye, ¡tu cuarto está genial! ¡y tienes el poster que te regalé! - comentaba emocionada Abril, una chica más extrovertida que Anah, con un look peculiar, llevaba el cabello corto de un lado y del otro más largo, además de ser demasiado liso y rubio, llegando a parecer blanco, siempre iba delineada de negro resaltando el color gris de sus ojos, con ropas aparentando ser una estrella de rock, era dos años mayor que todos, se conocieron en un curso de inglés y desde ahí se llevan muy bien; ella estaba señalando un poster de una banda de la cual era fan y pensaba hacer que Anah se volviera igual de fanática que ella.

    -¡Obvio!

    -¡Verdad que el guitarrista está súper guapo!

    -¡Oigan! No se pongan a hablar cosas de chicas aquí, también hay chicos

    -Bueno, también tienen derecho a hablar sobre chicas, claro no tan explícito por favor - todos rieron

    En total eran ocho los que estaban en el cuarto color morado y azul cielo con estrellas fosforescentes en el techo.
    Cinco eran chicas, y tres chicos.

    -Está bien - comenzaron a comentar anécdotas de la escuela, de lo mas que les caía Joselyn, Katherine y Alinne, las chicas más presumidas y pesadas del colegio, de dos grados mayor que ellas; de lo guapo de algún chico así como de chicas en caso de los hombres. Y no podía faltar las quejas y burlas leves hacia ciertos profesores.

    -Entonces sabemos que a Alice le gusta Adam - Alice, era la más callada y tímida del grupo, la más estudiosa y responsable. Pero cuando estaba en confianza, podía ser muy relajista. Usa lentes y cabellos castaño con fleco y dos trenzas largas, pecas y bonitos ojos.

    -¡Oye! - risitas divertidas se hicieron presentes

    -Y a Anah, ¡David!

    -El... ¡el ex de Joselyn! - exclamó uno de los chicos, David era también dos grados mayor que ellas, fue novio de Joselyn por año y medio pero por razones desconocidas dejaron de estar juntos. Nunca habían entablado conversación por pena, aunque parezca extraño en la pequeña Anah.

    -¡Ese mero!

    - Ahhh Abril ¡Cállate! - decía con un poco de rubor en sus mejillas la cumpleañera

    -Anita, Anita, no lo ocultes más...

    -¡Niños, bajen! - la conversación fue interrumpida por la voz de la mamá de Anah que los llamaba.

    Abrieron los regalos uno a uno. Fue un momento muy divertido para después despedir a todos ya que la fiesta había finalizado.

    -Uff ¡fue un día agotador! - de decía el señor Amsel a su esposa justo después de terminar de ordenas todo con ayuda de ellas.

    -Any, vete a duchar que pronto cenaremos - comentó la mamá a su hija quién estaba aún admirando un Cd de su banda favorita, ¡cuándo había deseado tenerlo!

    -Está bien - se levantó del sofá azul y se dirigió a su cuarto con todos sus regalos, los puso sobre la cama no sin antes volverlos a ver, era ese Cd tan ansiado, ropa, accesorios y un gran peluche color café con un moño verde en el cuello; y se dirigió a su closet para escoger la ropa que se pondría para dormir

    -Anah.. - alguien la llamó

    -Mamá, ¿eres tu? - con una toalla en la mano y su ropa en la otra, volteó lentamente y sintió un escalofrío, pero no desagradable, si no como una sensación nueva y diferente

    -Ok, debo estar oyendo cosas que no son

    -Si no, ¿no me recuerdas? - aquella voz era tan dulce y pausada, calmada y pacífica, llena de paz. Nunca había oído algo parecido...¿nunca?

    - ¿Recordar?

    -Soy Zophiel, tu ángel guardián.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  7.  
    Erzabeth

    Erzabeth Fanático

    Tauro
    Miembro desde:
    28 Marzo 2011
    Mensajes:
    1,267
    Pluma de
    Escritor
    Si, e gusto =9, ¿y sabes porque me gusto más? por que lleva mi nombre._. ‘‘.
    Jajaja no es verdad, pero aun así creo que es como de matanza por el titulo XD
     
  8.  
    THCrazyAlien

    THCrazyAlien Guest

    Título:
    No es un pecado.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1256
    Capítulo 2.

    -Soy Zophiel, tu ángel guardián.

    -Mi...Ángel. ¿Cómo?, ¡déjense de bromas!- Anah hablaba mientras daba vueltas alrededor de sí misma, como si alguien estuviera escondido en su cuarto jugándole una mala broma. Se fijó bajo la cama, detrás de la puerta asomando la cabeza hacia fuera de la habitación hacia el pasillo, incluso revisó el closet de donde apenas hace unos minutos había sacado su ropa, pero no había nadie.

    -No te asustes Anah - la voz se hacía más fuerte y la niña empezaba a sentir miedo. Pero este mismo le impedía moverse para salir corriendo del cuarto.

    -Deja de decir que no me asuste, esto no es gracioso, sea quien seas - y de nuevo sintió el escalofrío, igual cómo le sucedió horas antes en el baño.

    -Tú me puedes ver, sólo concéntrate.

    -¿Verte?, ¿y si no quiero?.

    -Confía, ten fe Anah, estoy aquí para ayudarte, te lo dije hace ocho años.

    -¿Ocho?, yo nunca...

    -Claro que sí, me viste y no sólo a mí, pero ahora quiero que me vuelvas a ver y ayudarte.

    -Yo no necesito ayuda de una voz.

    -Soy tu ángel, ¿por qué esa insistencia de no verme?

    Anah se había sentado en su cama, poco a poco, confundida, recargada en la cabecera de la cama, rodeando sus piernas con sus brazos.

    -No lo sé.

    -Por favor, necesito que me veas para que puedas confiar en mí, es la única manera.- Sabía que los humanos necesitaban “ver para creer”, quizá le pedía a Anah que tuviera fe, pero era consciente de que en ese momento dudaba mucho, pero con que sintiera un poco, era suficiente para mostrarse ante ella.

    -No entiendo - hundió su cabeza entre sus brazos.

    -Anah - sintió un poco de frío cubrirla, el ángel estaba cerca de ella.

    Permaneció todo en silencio por varios minutos, Anah reflexionaba sobre qué debía de hacer, algo muy fuerte le decía que tenía que intentar, pero otra parte, sin saber porqué, negaba todo contacto con el ángel.

    -¿Cómo lo hago? - habló insegura la pequeña, habiéndose decidido por hacerle caso a la curiosidad que tanto le caracterizaba, alzó su cabeza un poco viendo sólo su cuarto, ¿podría ser verdad que puede ver un ángel?

    -Tú tienes el don, pero por alguna razón la olvidaste.

    -¿Tengo un don?, yo no me considero una persona especial como para tener uno, yo no puedo tenerlo.

    -Sí, el don de ver seres de diferentes planos.

    -Y ¿por qué tengo ese don?

    -Te lo explicaré cuando puedas verme.
    -Está bien.
    -No lo sientes. Debes estar completamente segura.
    -¿Cómo quieres que me sienta segura en una situación así? Creo que me estoy volviendo loca
    -Claro que no
    Mientras la conversación avanzaba, Anah no paraba de ver hacia todos lados. Le daba vueltas a la idea de hacerle caso a esa voz, o no. Tampoco había descartado la posibilidad de que fuera una broma.
    -Bien – respiró hondo, se acomodó en la cama cruzando sus piernas en forma de alas de mariposa y se irguió completamente, cerró los ojos y se dijo palabras tranquilizadoras mentalmente. Al cabo de tres minutos los abrió y fijó su vista en la pared de enfrente – estoy lista
    -Abre tu corazón. Abre tu mente. Tus sentidos. Concéntrate en todas las sensaciones que percibes, olores, el tacto de tu ropa y sábanas, el aire a tu alrededor. Siente tu interior, el palpitar de tu corazón, la sangre recorriendo tu cuerpo. Enfócate también en los sonidos, en los que casi no son audibles. Ve, más allá de lo que te rodea, cada detalle. Todo a la vez.
    No pienses en nada más que en eso. No te apresures a sentirlo, lleva su tiempo. Cuando lo logres, no te detengas, ve por más, disfruta de todo eso que normalmente no eres capaz de sentir.
    Al final, trata de percibir algo más, más allá de lo que ves, más de lo que oyes y sientes. Ten confianza en ti misma, ten fe. – Zophiel sabía que esas instrucciones sonarían muy difíciles de seguir, pero era consciente de que Anah podía hacerlo, ya que contaba con el don, y sólo necesitaba un poco de concentración para lograr despertarlo de nuevo.
    Por su parte, la pequeña niña, trataba de seguir las palabras dichas por su supuesto ángel. A medida que las oía, el pensamiento que se le cruzaba por la mente era que estaba muy difícil de lograr, pero al momento apartaba esa idea y lo intentaba.
    Con forme iban pasando los minutos, las sensaciones se hacían presentes una a una.
    Los olores la invadieron, como las hojas de sus libros guardados desde hace años, el jabón usado en su ropa lavada hace tres días, la madera de los muebles, su aroma corporal, incluso pudo oler el perfume de su mejor amiga, que había estado horas antes en su habitación. En el caso del tacto, cada roce de su ropa la hacía estremecer, algunas partes suaves, otras más ásperas, las sábanas eran más delgadas, y podía detectar las pequeñas pelusas que en ella se habían adherido.
    Veía todo, los diminutos orificios en las paredes, las finas telarañas en las equinas superiores de su cuarto, pequeñas manchas en el suelo, descubrió al pequeño grillo que todas las noches sale a cantarle, los hilos que salían de las cortinas. Sentía todo moverse dentro de su cuerpo, el sonido de su respiración, de sus pulmones llenarse de aire, la calidez de su sangre en todo el cuerpo, el gracioso sonido de sus músculos contraerse a cualquier leve movimiento.
    Pronto una sonrisa se dibujó en su rostro, porque eso y más comenzó a percibir, se sintió contenta y emocionada.
    ¿Cómo era posible que todo eso no lo hubiera sentido nunca?
    Una luz se hizo presente, pero no le molestó a Anah porque no lastimaba, era cálida y blanca.
    Poco a poco formó una silueta. Era muy alta.
    Ella se sobresaltó.
    -No te asustes. No temas
    Rostro fino, figura delicada, tez blanquecina, cabellos castaños y ondulados hasta los hombros. Mirada serena, tranquila pero con algo de seriedad. Alas plegadas, enormes y semitransparentes. Vestimenta blanca azulada, parecida a una gabardina de tela fina y suave.
    -Zo…
    El ángel sonrió un poco.
    -Muy bien Anah, nos volvemos a ver.
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso