Ningún Amor Es Imposible

¡Hola a todos! Aquí traigo un fic original que se me ocurrió. La verdad los personajes son reales, sólo les cambié el apellido y la trama la inventé. Creo que el prólogo está bien corto, pero si les gusta la historia, el primer capi será más largo. Bueno, aquí está:
Prólogo:
Era un día como cualquier otro, no había nada especial, pero para mí cada día es único.
Me llamo Pamela y hoy les compartiré una historia personal, de cómo inició mi felicidad y mi nueva forma de ver las cosas.
Todo comenzó cuando tenía quince años, se preguntarán que de increíble tiene la vida de una típica adolescente a esta edad.
Verán yo no era ni soy tan ordinaria, nunca lo he sido.
Mi madre era dueña de la línea Today ´s Fashion, la más grande línea de ropa para mujeres en todo el país, con diseños nunca antes vistos, tenía demasiadas seguidoras, entre ellas se encontraban las más famosas y millonarias actrices y cantantes del mundo.
Yo era en ese entonces, la modelo principal de esa compañía, mi madre hablaba siempre de que cuando creciera debería seguir con el negocio familiar y heredar su empresa, para mí sonaba de lo más interesante poder encargarme de algo como eso, me imaginaba a mí en las portadas de revistas, siendo entrevistada en muchos programas exitosos, hablando sobre mis nuevas creaciones, cosas sin mucha importancia.
Estudiaba en la escuela secundaria “Hilton High School”, un prestigiado instituto, en el que entraban personas de una alta clase social, adineradas y con familias poderosas.
Yo era una de las más populares del colegio, por ser supermodelo todo tipo de personas se me acercaban y la mayoría por interés, sólo tenía tres amigas en las que podía confiar plenamente y que me brindaban su amistad sin condición alguna, todos nos llamaban “presumidas”, ya nos habíamos acostumbrado, así que no le dábamos importancia.
Yo, Andrea Markotch, mi hermana menor, tenía el cabello marrón oscuro, ojos negros y se parecía mucho a mí, también estaban Andrea Molfino, una chica de pelo negro y lacio, de ojos negros y Judith Cowles, tenía el cabello castaño claro, sus ojos eran de un tono café, eran mis mejores amigas. Éramos un grupo muy unido, todos los descansos nos sentábamos a comer juntas y nos contábamos secretos, era algo estupendo hablar con ellas, hasta ahora nos reunimos cuando podemos.
Lamento decirlo, pero admito que éramos de esas chicas que se creían superiores a las demás, en especial yo, supongo que no era tan extraño ya que era hija de la diseñadora de ropa más moderna de todo el país, y que envidia debían tener las chicas de mí, todos los muchachos me invitaban a salir y usaba la mejor ropa gratis por ser la compañía de mi familia que pronto sería mía. Era de esas niñas caprichosas que conseguían todo lo que querían tan solo con pedirlo y si no se hacía lo que decía, fácil, hacía un berrinche.
Todo funcionaba así para mí, no conocía el verdadero significado de la palabra “vida”, pero lo que más quería en todo el mundo era encontrar a esa persona especial para mí, alguien que me apreciara por lo que soy, que no se acercara a mí solo por querer obtener algo, como todos, alguien de quien enamorarme, ya no me quedaban esperanzas de encontrar a alguien así.
Pero, estaba equivocada, cuando parecía todo perdido, un solo hombre fue capaz de cambiar todo mi mundo, de cambiar mi forma de pensar, de cambiar mi actitud y en especial de hacerme sentir por primera vez que es amar a una persona con todas mis fuerzas.
Pasé de ser una chica caprichosa, superficial, adinerada y popular a ser una persona responsable, trabajadora, luchadora, que se esfuerza para conseguir lo que quiere y que aprecia a los demás por lo que son. Todo fue gracias a él.
Bien, aquí termina el prólogo, espero que les haya gustado y que les haya dado ganas de leer el primer capi, que va a estar interesante, ahí empieza la historia.
Bueno, bye, espero que lo hayan disfrutado y sé que es corto pero es solo por ser el prólogo del fic, el primer capi será más largo, lo prometo. Hasta la conti! Respondan las preguntas, gracias por leer. Si tengo errores me lo dicen porfis.
¿Qué les pareció el prólogo?
¿De qué creen que tratará el primer capi?
¿Qué les pareció la actitud de Pamela?

 

¡Hola a todos!
¿Me demoré mucho en la conti?, lo siento si fue así, es que tengo otro fic que es de Naruto, además que se me congeló el cerebro, pero me esforcé mucho, así que aquí traje la conti, ojalá les guste.

—————————————————————

Capítulo 1: El lindo instructor

Era un caluroso día de verano, lo peor era que mi madre me había convencido, mejor dicho obligado a tomar clases de natación.

FLASH BACK

Era de mañana, las clases habían terminado y empezaban las vacaciones. Pero no tuve tiempo de divertirme ese día, ya que llevaba como dos horas en un desacuerdo familiar, típico de mi.

—Bien Pamela, irás a esas clases, no insistas más —aclaró mi madre de brazos cruzados, poniéndole punto final a nuestra discusión diaria, siempre tenía que ganar ella, yo terminaba como la mala hija rebelde.

— ¡Arruinas mi vida todo el tiempo! —levanté la voz, para luego correr enojada a mi habitación, que se encontraba en el segundo piso, azoté la puerta y me eché en la cama de mala gana, haciendo rabieta como de costumbre.

—Otro de sus muchos caprichos que tengo que cumplir —pensé yo con fastidio, en ese tiempo pensaba que la engreída era mi madre y no me daba cuenta de mi actitud de diva.

FIN DEL FLASH BACK

Ya no se tenía que decir más, luego de mi recuerdo salí de mi casa, para ser más exactos, de mi mansión acompañada de mi hermana y mis dos mejores amigas, se habían quedado a dormir conmigo la noche anterior, veníamos de la fiesta de mi novio, Nicolás Parker, era un futbolista muy reconocido y popular, ayer había tenido una gran reunión por una victoria alucinante de su equipo, “The West Boys”, eran asombrosos, pero tan presumidos como se esperaba.

No quería ir sola a esas estúpidas clases, así que les imploré a mis amigas que me acompañaran, con lo cual me sentí mal ya que ellas odiaban el agua igual o más que yo. Sólo iban a una piscina o a la playa cuando querían broncearse o algo por el estilo.

—Chicas, lamento tener que hacerlas venir —me disculpé angustiada, terminando con el silencio que habíamos conservado todo el camino, sabía que debían estar queriendo matarme en su interior, sólo con ellas me convertía en la mejor persona del mundo.

—No, está bien, seguro estará genial —dijo Judith con alegría, yo me preguntaba desde cuando ella se mostraba tan animada cuando se trataba de poner los pies en el agua.

—Tal vez no sea tan malo — agregó mi hermana, que me hizo sentir algo mejor, pero no mucho, ya que puso una de sus lindas sonrisas fingidas.

—Además, nos hará bien tomar algo de sol — concluyó Andrea Molfino, quien no parecía muy convencida, lo cual me preocupaba, ella era la más quejumbrosa de las tres.

Al llegar nos llamaron para reunirnos con nuestro grupo, todos eran mayores que nosotras, a decir verdad, eran ancianos, de cuarenta años o más, fue horrible, y se ponía peor, verlos en traje de baño no era tan bonito que digamos. Pero ¿qué cosas raras tenía mi mamá en la cabeza como para enviarnos ahí?

— ¡Oigan niñas! ¡Cállense! ¡No dejan oír al instructor! —nos alarmó una señora, sólo porque estaba obligando a mis amigas a ponerse los bañadores adecuados, ellas insistían en usar bikini, al parecer yo era la única de las cuatro que comprendía que era una clase de natación, no un día recreativo en la piscina.

—Señora, no sé si lo ha notado —hablé yo decidida adoptando una actitud pedante —pero el instructor aún no ha llegado y tampoco ha comenzado la clase.

Ella se quedó callada, yo era algo grosera para contestar. Tocó un extraño timbre y por la puerta que daba a los vestidores apareció un joven que parecía de mi edad, se notaba que era un gran atleta, era musculoso, tenía los ojos verdes, cabello marrón oscuro y era algo más alto que yo.

—Buenos día a todos, yo seré el instructor de este grupo —nos saludó amablemente —soy Yoshua Fletcher, ¿alguna pregunta antes de comenzar?

—Sí, eres muy lindo, ¿me das tu teléfono? — le dijo burlona mi hermana, ella fue a la única a la que le causó gracia su inadecuada broma. Se formó un gran silencio aterrador.

—Disculpe señorita, pero este no es momento de bromas, si lo vuelve a hacer deberá retirarse de la clase —le reprochó el joven castaño, a mi me pareció huapo, pero si no era millonario como yo no me servía.
Además yo por ser tan vanidosa y creída en esos tiempos, no me quedé callada, como debí hacer.

— ¡Oye tú! ¡¿Qué no sabes quién es ella?! — le grité furiosa. Era mi hermana y lo que más me hacía enojar era que no me reconocieran o a ella.

—Pues, la verdad no y deje de …— no le permití terminar de hablar, ya que seguía desesperada gritándole como loca.

— ¡Escúchame! ¡Yo soy Pamela Marktoch! ¡Soy supermodelo, mi familia es dueña de una famosa compañía de ropa y ella es mi hermana! ¡Así que muestra más respeto pobre tonto! — le dije ofendiéndolo con lo último que mencioné.

— ¡Ahora escucha tú mocosa presumida! —Esta vez fue él quien me calló y me gritó enojado — ¡no me interesa quien seas! ¡Todas las personas son iguales! ¡No soy millonario! ¡Pero al menos no soy un materialista y superficial como tú, posiblemente acabes sola si sigues así!

—Pues, bien, me voy, no pienso quedarme aquí con pobres muertos de hambre — le dije grosera y les hice unas señas a mis amigas para que me siguieran, ellas obedecieron y vinieron detrás de mí.

Ya iba a llegar a la salida en medio de las miradas amenazadoras de las personas, pero en un momento en el que caminaba en el borde de la piscina, no me fijé en que había un par de sandalias en el camino y desgraciadamente tropecé con ellas, lo que me hizo perder el equilibrio y caer al agua, después de rasparme la rodilla.

Ni mi hermana ni mis amigas sabían nadar, yo menos, como les dije no pasábamos mucho tiempo del verano yendo a lugares en los que hubiera piscinas, así que terminé ahogándome, cada minuto que pasaba perdía más oxígeno, ya no podía más y todo se tornó oscuro y borroso para mí.

Pasados unos segundos aún no podía ver nada, pero sentía que alguien me sujetaba de la cintura y me jalaba a la superficie, cuando desperté sentí una cálida sensación en mi pecho y al reaccionar me di cuenta de que el lindo instructor de hace un momento me había rescatado y me había sacado del agua, me encontraba en sus brazos y pude notar la gran cantidad de miradas preocupadas que tenía alrededor.

— ¿Estás bien? —me preguntó una voz varonil que me hizo temblar por dentro, era tan perfecta, me sentía extraña.

—Sí, bueno ya me puedes soltar —dije orgullosa pero muy agradecida con él por dentro, aunque no lo haya demostrado.

—Acabo de salvar tu vida, al menos dame las gracias —me reclamó resentido el joven, era verdad, no hubiera sido por él yo no hubiera vivido para contarlo.

—Sí, como quieras, gracias, si no fuera por ti hubiera … —no pude terminar, ya que él posó su dedo sobre mis labios.

—No es necesario que lo digas, ¿aún te irás? — me preguntó apenado el castaño.

—Supongo, no es por ti, pero no me gusta la natación, pero tal vez nos veamos otra vez, de verdad lamento haber causado un alboroto — le dije sonrojada dejando sorprendidos a todos los presentes en especial a mi hermana, a Judith y a Andrea, que nunca me imaginaron a mí, la famosa y admirada modelo pidiendo perdón. Al menos logré sacarle una sonrisa sincera a aquel joven.

—No hay problema, bueno si ya te vas, adiós y ten más cuidado — me dijo el castaño ayudándome a ponerme de pie, pero al pararme, mis torpes pies me volvieron a traicionar y por poco me resbalaba de nuevo, pero el chico logró agarrarme justo a tiempo, me tomó nuevamente de la cintura y me apegó a él, quedamos muy juntos, podíamos sentir la respiración del otro, ambos nos mirábamos fijamente a los ojos. En eso él comenzó a acercarse a mí acortando la distancia entre nuestros rostros, que iba desapareciendo cda vez más, ya iba a posar sus labios sobre los míos cuando sonó mi celular, nos separamos rápidamente y nos sonrojamos al darnos cuenta de lo que íbamos a hacer en frente de todos, que nos miraban sorprendidos y sonrientes.

—Lo siento, es un mensaje, y ¡dejen de observarnos así! —grité avergonzada para luego revisar la bandeja de entrada de mi teléfono, era de mi novio, Nicolás quería salir conmigo esa noche, dijo que iba a pasar por mí a las ocho, no lo quería verdaderamente, pero mis compañeros decían que nos veíamos bien juntos, me ayudaba a ganar popularidad.

—Bien, creo que ya me voy, adiós Yoshua, fue un placer conocerte —me despedí algo triste por no volver a hablar con él, no entendía por qué.

—Adiós, igualmente —me respondió él, dándome un beso en la mejilla, que me dejó helada, generalmente no me hubiera puesto así sólo por eso, pero todo era muy repentino, no sabía qué rayos me pasaba, algo en él me hacía sentir alegre y segura.

Sólo corrí de su lado y me dirigí a los vestidores, igual lo hicieron “mis acompañantes”, después de arreglarnos salimos de ese lugar rumbo a mi casa, en donde mi mamá me recibió con una cara de pocos amigos.

—Ya llegué mamá —le dije descortés sin saludarla al entrar.

— ¿No hay algo que me tengas que informar? —Me preguntó seria, como si ya supiera algo que no le hubiera contado —Me llamaron del taller de natación, no completaste tus datos al llegar y armaste un alboroto.

—Ya no volveré ahí — le dije sin inmutarme para luego correr había mi habitación y azotar la puerta como muchas veces lo había hecho. Decidí llamar a mi novio para cancelar, no tenía ganas de ver a nadie, ya estaba cansada de ser así todos los días, pero para mi sorpresa por más que busqué no encontré mi celular, seguro se me había caído en el taller, pero no sabía que alguien ya lo había encontrado.

Eran ya las siete de la noche y no tenía planes, tuve que llamar a Nicolás desde el teléfono fijo de mi alcoba, se había enojado como siempre, últimamente ya no nos llevábamos tan bien y deseaba romper con él.

Me había quedado dormida viendo la televisión y fui despertada de golpe por el sonido del teléfono, Corrí apresurada a contestarlo, y me llevé una agradable e imprevista sorpresa.

— ¿Hola? ¿Quién habla? —pregunté adormilada, tenía sueño por la fiesta de ayer.

—Pamela, soy Yoshua —me saludó el instructor de la clase de natación que había conocido esa mañana —perdón por llamar, pero tengo tu celular, se te cayó cuando saliste corriendo.

— ¿Y cómo conoces mi número telefónico? — pregunté atónita y alegre de que fuera él, tenía ganas de volver a verlo, pero no quería admitirlo.

—Estaba en tu celular — me explicó el castaño —te lo devolveré, ¿nos podemos ver en el parque que está frente a la academia de natación?

—Ahhh, está bien, espérame, ya voy —le dije para después cortar la llamada, esto ya me estaba preocupando, dije que no tenía ganas de salir y cambié de opinión cuando se trató de Yoshua.

Simplemente me puse un jean, unas sandalias púrpuras y un top de tiras del mismo color, para después salir rumbo al parque.

Al llegar no encontré a nadie, me sentí algo triste, pensé que me había dejado plantada, pero en eso alguien me tocó el hombro, y ahí estaba, llevaba un sweater moderno color negro, un jean desgastado y unas zapatillas negras con el símbolo de la academia de natación, que estaba en color blanco.

—Llegaste, te ves bien —me dijo el joven, haciéndome sonrojar, no me esperaba el cumplido, pero no podía rechazarlo.

—Gracias, ¿me puede dar mi celular? — le pregunté apresurada, lo que quería era volver a la mansión, por algún motivo me latía muy rápido el corazón cuando estaba en su presencia.

—Claro, aquí tienes —me respondió entregándome el rosa y moderno aparato, pero cuando le toqué la mano sentí como una corriente eléctrica, así que lo solté de inmediato — ¿ya te debes ir?

—Sí, mi mamá no sabe que estoy aquí, adiós —le respondí un poco apenada de no poder pasar más tiempo con él — y tú ya sabes mi número, si quieres puedes llamarme— le dije alejándome, pero antes de que pudiera dar un paso más, el castaño me jaló del brazo y me dejó atónita, me dio un corto pero profundo beso en los labios. Mi corazón se aceleró mucho más que antes, ambos nos sonrojamos.

—Lo siento, es que no creo que nos volvamos a ver, si no te gusta la natación ni de broma pasarás por aquí —se disculpó muy arrepentido — me pareces muy linda.

—Aunque nos volviéramos a ver, no te hablaría, no puedo creer que beses a alguien que apenas conoces —le dije enojada, me sentía mal por hacerlo, a mí también me había gustado, pero no era de mi misma clase social y eso no lo podía perdonar —Tú eres inferior a mí ,no te quiero volver a ver, lo siento.

—Pensé que habías cambiado, pero sigues siendo igual de presumida —me habló ofendido —si eso es lo que quieres, sus deseos son órdenes majestad, adiós.

Lo vi alejarse y no lo pude evitar, lágrimas cristalinas rodaron por mis mejillas, me sentía terrible por haber sido tan mala y por no haber sido mejor persona con el único chico que me había salvado y no me había pedido recompensa ni nada así, aún no sabía lo que sentía, pero estaba segura de que no era nada.

Al llegar a mi casa, ya todos estaban durmiendo, así que sólo me dirigí a mi habitación y me quedé dormida, pero la mañana siguiente iba a cambiar mi vida completamente y todo por el tonto error que cometí anoche. Nunca pensé que era cuestión de horas para que se acabara mi carrera.

—————————————————————

Bueno, hasta aquí el primer capi, sé que no estuvo muy largo, pero no tenía mucha inspiración, espero que les haya gustado, gracias por leer, respondan por favor las preguntas y me avisan de los errores, byeeeee. ¡Hasta la conti!

¿Qué les pareció el capi? ¿Cuál fue su parte favorita?
¿Pamela sigue siendo grosera? ¿Creen que termine con Nicolás?
¿Les gustó lo que hizo Yoshua? ¿Creen que fue muy pronto o adecuado ya que pensaba que no la iba a volver a ver?
¿Qué creen que pasará que cambiará la vida de Pamela?

Próximo capitulo: Un gran cambio en mi vida

 

¡Hola!

Aquí me aparezco de nuevo trayendo la conti de este fic, perdonen por la tardanza pero tengo otras dos historias que continuar, así que estoy atareada, pero no importa, los dejo de aburrir y aquí traigo la conti. Espero que les guste y no me maten si no es así, naaa, mentira, aquí está:

—————————————————————

Capítulo 2: Un gran cambio en mi vida

Al día siguiente me levanté de muy mala gana. Estaba hecha una furia por lo de ayer. Ese descarado que me pareció lindo en un principio me había besado con tan solo un día de haberme conocido. Eso fue una falta de respeto enorme o así lo tomé yo, me gustaba, pero además de no ser millonario como yo y trabajar, pues era un psicópata, eso no lo podía pasar por alto.

Aunque debo admitir que era un poco extraño que mi mal humor recién apareció al siguiente día y eso también fue culpa de mi madre, que mandó a una de las trabajadoras de la mansión a despertarme.

—Señorita Pamela, su madre la llama—me informó Lidia, una de las empleadas entrando a mi alcoba, sin siquiera haber tocado.

—Pues que venga ella a decírmelo, y toca antes de entrar—le contesté grosera levantándome con un ánimo de mil demonios, no tenía ganas de soportar a nadie en ese momento—. Retírate.

—Sí señorita, disculpe la intromisión, no se repetirá—se disculpó conmigo la joven mujer y que llevaba un uniforme blanco, era de tez pálida, cabello negro y ojos pardos. Pero no obtuvo respuesta por parte mía. Simplemente salí de mi cuarto sin hacerle caso y me dirigí a la sala del primer piso a ver a mi madre, que quería hablarme según escuché.

Al llegar a la habitación acordada mi madre me recibió con su típica mirada de decepción de todos los días, ya estaba acostumbrada yo también a poner una cara de pocos amigos cada vez que la veía.

—Pamela, necesito que me cuentes ¿dónde estuviste ayer por la noche?—me preguntó indignada mi madre, cruzándose de brazos, lo cual me puso nerviosa, ya me había dado cuenta de que sabía todo.

—No tengo por qué decírtelo, se nota que me seguiste—le respondí desafiante y para colmo ya había despertado con ese humor.

—Yo nunca seguiría a una niña tan rebelde como tú, alguien más se me adelantó—contestó mi madre furiosa encendiendo la televisión. Cuando observé la pantalla del aparato casi me desmayo de la impresión, era un programa cualquiera de chismes y estaban pasando un video en el que se veía la escena de anoche, salíamos Yoshua y yo besándonos, ¡era imposible! Eso era lo que me temía. Toda mi carrera estaba en peligro gracias a la estupidez que cometí con ese chico, y fue mi culpa por ir a verlo.

—Bueno amigos, sólo tengo una pregunta, ¿quién era ese muchacho? ¿Por qué estaba besando a nuestra modelo favorita? Este puede ser un momento difícil para el futbolista Nicolás Parker que hace pocos meses afirmó ser el novio de esta chica, ¿terminará esta famosa pareja? ¿Quién es el misterioso joven que le ha robado el corazón a esta estrella? ¿Ha llegado el final de la carrera de Pamela Markotch? Descúbralo después de un corte comercial, ahora volvemos—anunció eufórico el conductor del programa para después aparecer los anuncios comerciales.

Mi madre no esperó más, apagó el televisor y volteó para verme con una mirada que fulminaría a cualquiera.

— ¡Señorita, explícame que es esto!—me gritó furiosa señalando al aparato.

—Eso no te incumbe y ¡fue su culpa! ¡Me besó desprevenida!— grité comenzando a alterarme. Me sentía culpable, en especial porque por alguna razón desconocida ese beso había sido “mágico” ¿acaso me había gustado? Era lo quería averiguar, ni yo sabía exactamente porque lo acepté y no me moví.

—Eso no importa, ¿qué va a decir Nicolás?— preguntó mi madre con un tono preocupado, era como siempre, ella sólo se interesaba porque mi novio no se enojara, la cosa era así, él no me llamaba mucho la atención, sólo me ayudaba a ganar mucha popularidad y más publicidad para la empresa de mi mamá, eso era todo, por eso mi mamá no aprobaba mis peleas con él, pero creo que como iban las cosas ya todo iba a terminar.

No pudo reclamarme más, porque lo que siguió nos dejó heladas. Mary –otra de las empleadas de la mansión— nos avisó que había llegado alguien y esperaba hablar conmigo.

Para mi mala suerte era quien menos quería ver en ese momento. Al llegar a donde él estaba me lanzó una fría mirada, no parecía dolido, pero sí enojado.

— ¿Qué quieres Nicolás? No estoy de humor para hablar— le dije sin importarme lo grosera que fui, pero al ver su rostro, pude notarlo enojado— ¿Ya te enteraste verdad?

— ¿Te atreves a jugar conmigo?—me preguntó con una voz seca y sin mostrar emoción alguna— ¿Quién era ese tipo con el que te besabas por televisión?

—Tú no lo entiendes— respondí nerviosa, pero no por qué me destruyera la idea de terminar lo nuestro, no me importaba mucho. Pero ya sabía que a mi madre sí y demasiado—. Él me besó, yo no empecé.

—Pero si le correspondiste, y al parecer te gustó— me increpó de repente—No sabía que fueras de esas.

—Sí, me gustó y mucho, ¿algún problema con eso idiota?—le contesté muy enfadada, fue una de mis grandes momentos de ira, ¿a qué se refería con “esas”? ¿Qué creía que yo era? Esa fue la gota que derramó el vaso, ya no aguantaba ni un segundo más a su lado—. Sólo lárgate.

—Si eso quieres—me dijo sin pensarlo dos veces—. Terminamos—fue lo último que mencionó antes de azotar la puerta con toda su fuerza.

—Tarado—mascullé enojada y de mala gana. Todo empeoró al darme vuelta y encontrar a mi madre atrás mío con una cara de furia. Ya me esperaba eso.

— ¡¿Qué fue eso?! ¡Pamela, no dejas de causar problemas nunca!—me regañó ella cruzándose de brazos.

— ¿Así que por que tú dices debo estar con alguien que no me gusta para ganarle popularidad a tu empresa? ¿Qué clase de madre eres?—le pregunté desafiante.

—Una muy cansada—me respondió harta de mi comportamiento de diva—. Ya no te dejaré armar ni un solo escándalo más, este fue el último.

—Eso dices todo el tiempo—contesté tranquila, todos los días ella decía eso, pero mírenme, nunca hubo un último escándalo.

—Pero esta vez es diferente, es hora de que aprendas la lección señorita—me dijo decidida, lo cual me preocupó un poco.

— ¿Y qué vas a hacer? ¿Mandarme a una correccional?—le dije con un tono burlón alejándome de ella. Estaba dispuesta a irme, esa era una discusión como las otras, no iba a durar por mucho, Pero no me esperaba que esta vez no fuera igual.

—Claro que no, eso no funciona contigo. ¿Recuerdas a tu tía Mary? Ella me ha dicho lo mucho que te extraña y creo que no te haría daño ir a visitarla.

—¡Pero ella vive en …Georgetown! —grité alterada, la casa de mi tía estaba en otra ciudad, ¿qué rayos se proponía mi madre?

—Irás a estudiar a la secundaria de Georgetown, seguro ahí conocerás nuevas personas, además ya estás registrada—soltó al fin dejándome paralizada.

—Pero ¡es una escuela pública!—exclamé con toda la fuerza de mis pulmones, yo estaba acostumbrada asistir a escuelas privadas y de repente me decía que iría una secundaria pública, eso ya era el colmo.

—Irás a vivir un año con tu tía y tu primo—me contestó con total calma y antes de que pudiera decir algo volvió a hablar—.El siguiente año lo pasarás en Georgetown y punto final, no se diga más—aclaró para después dirigirse a quien sabe dónde.

— ¡Ay por qué a mí! Primero me besa el chico más desagradable del mundo, luego el idiota de Nicolás termina conmigo ¡y ahora mi madre me quiere enviar a vivir con mi tía y mi odioso primo!—me quejé con una voz a todo volumen lo cual hizo que mi hermana corriera a ver que me ocurría.

— ¿Qué rayos te pasa ahora?— me preguntó preocupada, y cuando lo noté, tenía el cabello desarreglado lo cual me causó algo de gracia, seguro la había interrumpido en uno de sus momentos de belleza.

— ¡Me mudaré a Georgetown!—grité enfadada, lo cual hizo que ella se acercara y me dijera algo que no esperaba, pero que aumentó más mi ira.

—Sí, lo sé, mamá me lo dijo hace dos semanas, y pues me encargó tomar tu puesto y representar a la empresa familiar—dijo asustada, como si ya supiera cual iba a ser mi reacción.

— ¡Traidora! ¡Cómo pudiste!—me alarmé zarandeándola desesperadamente, ¿mi propia hermana iba a remplazarme?

— ¡Tranquila! ¡Eso lo decidió mi mamá!—intentó calmarme, pero fue inútil.

— ¡Tú ya no eres mi hermana! ¡Eres una decepción! ¡No sé como eres parte de mi familia!—dije insensiblemente a mi única hermana, éramos muy unidas, pero para mí ese fue el fin.

Salí corriendo a mi habitación y me encerré ahí todo el día, no le di importancia a los constantes gritos de mi madre para sacarme de ahí o a las muchas veces que mi hermana me pidió perdón pegada a la puerta esperando mi contestación que nunca recibió.

Así me la pasé todo el resto verano, con la actitud de “mírame y no me toques” cualquier cosa me ponía de un humor fatal, ya no podía ni salir a la calle por temor a armar otro escándalo, mi casa estaba rodeada por una multitud de periodistas y paparazzis. Ya me había equivocado una vez y me mandan a Georgetown, otro error y ¿quién sabe si me mandan a China? ¡No me podía arriesgar saliendo de mi casa despreocupadamente! Por lo tanto lo que quedaba de vacaciones lo pasé entre cuatro paredes sin tener a donde ir.

Ya solo tenía una semana más de vacaciones antes de iniciar las clases, lo había pasado muy mal. En la mañana me dediqué a empacar mis maletas para partir hacia Georgetown. Era hora de salir rumbo al aeropuerto, no le dirigía la palabra a mi hermana desde hace un mes, no podía ni verla a la cara después de haberle dicho eso. No me despedí, sólo salí de la mansión por la gran puerta de cristal y subí a la limosina, ahí acabó mi carrera y mi vida poco normal.

—Mamá, no puedo creer que me hagas esto—le dije al llegar al aeropuerto.

—Es por tu bien, espero que cambies hija—me respondió para luego abrazarme, yo sabía que ella era la causante de todo esto pero era mi madre, no podía negar que la iba a extrañar.

En eso avisaron que mi vuelo a Georgetown partía en cinco minutos, me separé de mi madre y caminé hacia la puerta de entrada al avión. Volteé a verla por última vez, le hice un gesto de despedida y seguí mi camino.

Todo el viaje pensaba en mi hermana, la extrañaba, a Yoshua extrañamente también. No tuve otra opción que esperar llegar, pero no tenía idea que sólo bastaba un año para cambiar mi vida.

—————————————————————

Bueno, hasta aquí el segundo capi, mi cerebro no da para más, espero les haya gustado y por favor comenten, y respondan las preguntas, ¡gracias por leer! Hasta la conti! byee!!!

¿Qué les pareció el capi?
¿Fue muy cruel el castigo de Pamela?
¿Qué creen que pasará en el próximo capítulo?


Próximo capítulo: ¡¿Acaso es una broma?!