El cielo estaba completamente oscurecido, levemente cubierto por abrumadoras nubes grises. Entre ellas habitaba el brillo de la Luna que a su vez iluminaba los rostros y automóviles de quienes recorrían las calles nocturnas. Algunos en busca de diversión, otros en busca de relajación después del agitado día, y la mayoría simplemente esperando volver a casa gozosos por dormir placidamente hasta el amanecer. Este último caso era el de Halle Lidner, quien acababa de salir del trabajo teniendo que cumplir un turno bastante largo. La vida no es sencilla cuando te involucras en casos complejos, pensaba la dama mientras encendía el auto, lamentablemente este es el peor de todos, continuó, refiriéndose al mundialmente conocido Caso Kira. Apenas podía mantener abiertos los ojos, por lo que tuvo que esforzarse para conducir, aunque el tráfico no fuera demasiado. Al llegar al edificio dejó su vehículo en el estacionamiento. Estaba inundado por un silencio mortificador y, de no haber tenido tanto sueño, se hubiera sentido un tanto incómoda. Busco con pereza las llaves que guardaba dentro del bolso y entro en su departamento, cerrando la puerta detrás suyo. Las luces del living estaban encendidas, al igual que el televisor. ¿Pero qué rayos está..? Y antes de que siquiera pudiese terminar de pensar oyó la voz de Mello, quien estaba sentado en su sofá con los pies apoyados sobre una pequeña mesa ubicada en frente suyo: -Al parecer Near los mantiene encerrados hasta tarde. -Sí, parece que eso hace-dijo Halle de mala gana mientras parpadeaba con cansancio. El joven pareció ignorarla mientras miraba hacia la pantalla. Hacia unas semanas que había contactado con ella por primera vez, desde entonces irrumpía en su casa en busca de información que tuviera el SPK. -Es tarde y ya te he dado toda la información que querías ayer, solamente dime qué necesitas-exclamó la mujer todavía de pie frente a la puerta. -Pues, principalmente capturar a Kira, ganarle a Near, y ahora mismo se me antoja una taza de café-dijo al mismo tiempo que mordía un trozo de én necesito un lugar en donde pasar la noche y, adivina qué, tu eres la afortunada ganadora-agregó en un tono sarcástico. -Estoy lo suficientemente cansada de que entres en mi casa cada vez que se te de la gana como para que ahora quieras pasar aquí la noche-dijo Halle con notorio mal humor. Mello se paro abruptamente con un arma en la mano derecha, apoyó a la mujer contra la puerta y posó el cañón contra su estómago. -Discúlpame, pero ¿Cuándo fue que acordamos que tu podrías opinar sobre lo que yo hago?-preguntó en tono amenazante, inclinando su rostro hacia el de ella. -De acuerdo, ya entendí-contestó, soltando un leve suspiro y repentinamente ya no sentía tanto sueño. -De acuerdo, entonces se una buena anfitriona y prepárame un café-exclamó en el oído de ella mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa de suficiencia. La soltó y volvió al sofá, apoyando ruidosamente los pies en la mesa. Halle se dirigió hacia la cocina, notó que el muchacho había revuelto los estantes y le había quitado algo de comida. Se limitó a suspirar nuevamente y a preparar el bendito café, pero su actividad fue interrumpida: -Asegúrate de que sean siete cucharadas de chocolate y cuatro de azúcar-grito Mello desde el living. -¿Chocolate? Pero me dijiste que hiciera café. -Claro que no, solo hazme chocolate. Finalmente vació la taza y luego agregó cuatro cucharadas de azúcar junto con otras siete de chocolate en polvo, tal cual el joven le indicó. -¿Frío o caliente?-preguntó Halle. -Ya te he dicho que frío-exclamó, impaciente. Pero eso siquiera lo había nombrado, pensó la agente -Aquí está-dijo, extendiéndole la traigo algunas sábanas y una almohada para que duermas en el sofá. Mello se echó a reír burlonamente-¿Qué te hace pensar que quiero estar tan incómodo?-preguntó entre risas. -¿Acaso creías que tengo algún cuarto de huéspedes o algo por el estilo? Esto el lo único que puedo ofrecerte. -Entonces-hizo una pausa para beber un trago de su chocolate- dormiré en tu cama. -Claro que no, eso si sería incómodo-dijo Halle, ruborizándose muy levemente, pero lo suficiente como para que él lo notara. -Tranquila, tú puedes dormir en el sofá-agregó sarcásticamente y luego continuó bebiendo. -Eso tampoco, ésta es mi casa. -Pues entonces será mejor que te decidas-dijo lentamente y con una sonrisa sardónica. -De acuerdo-cedió nuevamente, tras una pausa y acto seguido se dirigió a su habitación. Intentando relajarse, buscó su pijama entre los cajones del placard. Apenas podía mantener la compostura ante la presencia de Mello,¿cómo se suponía que pudiera dormir junto a él, en la misma cama? Estaba completamente nerviosa y no estaba segura de porque. Ya no sentía miedo, eso ocurrió durante los primeros días. Entonces ¿por qué habría de estar así? Oyó unos pasos detrás suyo, al voltearse se encontró con la mirada de Mello, dispuesto a dormir a pesar de su oposición. -Si vas a meterte en mi cama, no usarás eso-dijo señalando su vestimenta. -¿Prefieres que este en ropa interior?-preguntó no visto siempre un pijama blanco-exclamó. Hal suspiró pesadamente y revolvió en el armario-Ten, usa esto-y le extendió un par de ropa de dormir de color negro. -¿Un antiguo novio que dejó sus cosas? -Eran de mi hermano, seguiría utilizándolas si no fuera por Kira-dijo en un tono melancólico. Hubo silencio por u instante, Mello sostuvo la ropa y sin dejar de observarla finalmente dijo-Lo siento. -Descuida-la mujer sonrió levemente y se recostó en la cama mientras él se cambiaba la vestimenta. -Es por eso por lo que lo haces. Será capturado, tarde o temprano, no importa lo que suceda o lo que implique-dijo al terminar de ponerse los pantalones. Halle notó el crucifijo que apoyó sobre la mesa de noche, y luego volvió su mirada hacia él-¿Vas usar el chaleco de cuero para dormir?-preguntó un tanto extrañada. -Así es-contestó mientras se incorporaba a su lado y luego ella apagó la luz. -Buenas noches Mello-dijo un tanto nerviosa y lo estuvo más aún cuando él se acerco hasta su oído y, suavemente, le dijo-Buenas noches Hal. Su corazón latí fuertemente y no podía lograr conciliar el sueño sabiendo que había un hombre junto a ella. Y no era cualquier hombre, era uno casi diez años menor que ella, era quien la amenazaba para obtener información, era el culpable de que estuviera traicionando al SPK, era un secuestrador, era jefe de la Mafia, y era quien poseía una Death Note. Ya habían pasado dos horas. Se sentó en el mismo lugar en el que estaba acostada y se llevó una de sus manos hacia la frente mientras pensaba que jamás debió haber permitido que esto ocurriera. Notó que Mello volvía hacia ella. -¿Insomnio?-preguntó. -No es nada-dijo mientras volvía a acostarse. -Déjame adivinar ¿Acaso te pongo nerviosa? O,¿te sientes incómoda ante mi presencia? Hal podía sentir su respiración lo suficientemente cerca mientras que las manos enguantadas comenzaron a recorrer lentamente su cintura en una suave caricia. Se estremeció levemente y Mello sonrió con suficiencia. En una fracción de segundo logró voltearla y ponerse encima de ella, acercando su rostro demasiado. La tomó por las muñecas y apoyó su abdomen contra ella. Él movió levemente sus caderas. Halle suspiró entrecortadamente y su rostro se ruborizó. -Tus latidos son demasiado acelerados-susurró mientras ella volvía a estremecerse. -Mello… Su rostro estaba demasiado cerca, apenas había distancia entre sus labios y cada uno podía sentir el aliento del otro. Lentamente la distancia se fue acortando hasta que los labios de él se posaron sobre los de ella y luego los rozó con suavidad. Sintió que ya no se resistía y Hal se decidió por besarlo lenta y luego frenéticamente. No soltó sus muñecas y una vez más movió su cadera contra la de ella, haciendo el beso más apasionado, sus lenguas habían llegado a tener contacto y a abrirse paso en la boca del otro. Mello deslizo sus manos a través de su cintura y luego por debajo de su ropa. Ella comenzó a revolverle el pelo y envolvió las piernas en su cintura. Su cuello fue rodeado por los labios del joven quien no tardó en deshacerse del chaleco que vestía, y la mano derecha Halle se apoderó de su pecho. No sucedió mucho tiempo hasta que el suelo quedó cubierto por la ropa que llevaban puesta y sus cuerpos desnudos se entrelazaron y agitaron sobre la cama. Cuando el frenesí cesó, fue sellado con las palabras Te amo y cayeron en un sueño profundo, rodeados por los brazos del otro abandonando por un instante la dura realidad y brindándose una noche de felicidad que tanto distaba de la pesadilla en la que el mundo se había convertido.
Bueno, en primer lugar deves usar guión largo, siempre que hay dialogos se deve usar. En segundo lugar: Te recomiendo separes un poco más los parrafos para que se vea más limpio y se pueda leer con más gusto y uno no se pierda en la lectura (como yo xD) Fuera de eso, buen trama, buena narracion, para mi. Y espero seguir leeyendote con tus fics de Deth Note. Bss Tema-Ch@n