Saint Seiya Navidad sin ti

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Arkannos, 25 Diciembre 2022.

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    Arkannos

    Arkannos Iniciado

    Leo
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    Escritora
    Título:
    Navidad sin ti
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    945
    ¡Amo esta pequeña historia! Será porque el prota es uno de mis favoritos :)

    La canción es Navidad sin ti de Marco Antonio Solís.

    Solo me queda decirles ¡Felices fiestas a todos!



    Navidad sin ti


    Cinco años después de la muerte de Aioros...

    La misma canción puesta por décima vez en el estéreo sonó en la quinta casa, mientras su guardián; Aioria, estaba sentado en el sillón de la sala.

    El porte que presumía el fiero guerrero al pasear por el Santuario y sus alrededores se había perdido, tal parecía que ese hombre ahí sentado no era un Santo Dorado, sino más bien un vago sin oficio; Estaba descalzo, solo unos calcetines impares le cubrían los pies. Las prendas que vestía lucían sucias y arrugadas, su cabello castaño claro despeinado y enredado cual nido de pájaros... Y qué decir de su incipiente barba de días. Era la viva imagen de un hombre derrotado, herido y sumamente triste.

    Un vaso de cristal y una botella eran sus más fieles compañías en esa noche del veinticuatro de diciembre.

    La canción ya grabada a fuego en su memoria y corazón sonó con fuerza en esas paredes haciéndole suspirar.

    "Este año ya se ha ido ¿Cuántas cosas han pasado?"

    —Pues, casi nada. Vuelvo a recordar que te mataron, te acusaron de traidor y a mí, por ser tú hermano, también. —pensó, mientras volvía a llenar su copa de ese bendito y embriagador elixir.

    "Algo hemos aprendido y algo hemos olvidado"

    —No, solo he aprendido que nunca se olvida tu pasado, porque se la viven reprochándotelo. —le llegó la imagen de Milo, el Escorpión Dorado, tachándolo de traidor y menos preciándole, al igual que Mascara de Muerte. Malditos bastardos.

    "Pero siento aquí en mi alma"

    —Que cada día está más rota, más triste, más muerta. Como tú. —dijo en voz alta, tratando de imitar el tono de Marco Antonio Solís El Buki. Maldito fuera Dio de Mosca, que le prestó su disco de música y maldito fuera él por estudiar español, si no lo hubiera hecho no sabría ni media palabra de lo que decía el cantante.

    "Nada, nada, ha cambiado"

    —Muchas cosas lo han hecho. —dio un pequeño sorbo, paseando su mirada por el lugar. Ya no residía en la vieja choza que el Patriarca Arles le había ordenado que habitara cuando murió Aioros. Ahora estaba en la casa de Leo, rodeado de lujos y todo lo que quisiera… Pero se sentía tan solo, tan vacío.

    "Siempre te llevo conmigo, vivo tan enamorado"

    —Siempre estás a cada paso que doy, por más que me quiera alejar de ti y de tu recuerdo. Siempre estás más y más junto a mí. Y, por ende, te quiero más de lo que te quise en el pasado... Bien, eso sonó muy raro, ya estoy muy borracho. —gruñó, porque sí, efectivamente ya estaba borracho.

    Su vista nublada se lo confirmaba.

    "Las lucecitas de mi árbol, parece que hablan de ti"

    —Pues no tengo árbol, pero son las estrellas de Sagitario las que me hablan de ti. —trago saliva, joder era tan difícil admitirlo en voz alta —Dicen que estás muerto, porque ya no brillan, lucen opacas y tristes. —conforme hablaba, sus ojos se volvían acuosos y un nudo en la garganta le impedía hablar con claridad —Toda la vida que ellas poseían se fue contigo, Aio.

    "Y entre piñatas y sonrisas, siento que no estás aquí"

    —Eso fue hace mucho, yo era la piñata que los soldados y aprendices disfrutaban golpear. Sus burlas delataban claramente que estaba y estoy solo. Porque tú no ibas a defenderme, ni a ayudarme a levantarme, a sonreírme y decirme que todo estaría bien. Todo tuve que hacerlo solo. Yo en persona me encargué de esos idiotas.

    "En el espejo veo en mi rostro acabándose mi piel"

    —Mi reflejo delata mi tristeza y la sequedad de mi cutis... —se acarició el rostro de manera distraída —Porque ya no tengo crema. Demonios, soné idéntico al idiota de Afrodita. —volvió a gruñir, antes de volver a vaciar el vaso de un solo trago y volverlo a llenar hasta el borde.

    "Y en la agonía de este año, siento que muero con él"

    —Desde hace mucho que ya no vivo. Estoy muerto en vida.

    Llega navidad, y yo si ti, en esta soledad!"

    —Maldita soledad, mil veces maldita... —gimió cual animal herido.

    "Recuerdo el día en que te perdí"

    —No quiero recordarlo ¡Maldita canción! ¡Me hieres, me quemas, me lastimas mi Buki! —sollozó.

    "No sé dónde estés... "

    —En una de las fosas comunes del Santuario. Así que, literalmente, no sé dónde estás, hermano... —un par de lágrimas bajaron por su mejilla.

    "Pero en verdad, por tu felicidad"

    —Porque descanses en paz...

    "Hoy brindo en esta navidad, ¡Feliz navidad!"

    —Feliz navidad, Aioros. —observó la fotografía tomada hace años, en la cual estaban él y su hermano mayor.

    Aioros le abrazaba protectoramente y él sonreía como hace mucho no lo hacía. Pues había olvidado como hacerlo. Una sonrisa inocente, feliz, adornaba su infantil rostro. Sus bracitos estaban cerrados en el cuello de su hermano. Cerró los ojos e inhaló, recordando el aroma del cabello de su amado hermano.

    Las lágrimas fueron borradas con brusquedad y el vaso de leche mezclado con vodka, bebido con rapidez.



    —Fin—


    Amo a los hermanos de fuego, amo al gatito. De nuevo les deseo felices fiestas a todos :3

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    Gracias por leer :)

    SafiroBipolar
     
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