My la la land

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Hachii, 14 Marzo 2010.

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¿Hago continuación de este fanfic :o?

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    Hachii

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    My la la land

    Holaaa!! :) aquí vengo con un nuevo FF. Si puedo, lo ire subiendo poco a poco, aunque ya lo tengo acabado xD. Dura seis capitulos... pero si quereís que siga, hacedmelo saber ;). Aquí va:

    Capítulo 1:
    La rutina de cada año...
    Todo siempre era igual: la misma gente, las mismas ropas, los mismos comentarios, los mismos rumores… Todo se basaba en: “Yo soy un popular y tu eres escoria por no serlo”. Todo muy manipulado. Demasiado preparado el guión. Solo se podía confiar en muy poca gente, pero esa gente era invisible para los demás.

    Me llamo Amaia. Tengo quince años. Suelo ser una persona cerrada porque no soy muy aceptada en la sociedad actual. ¿La causa? Fácil, tengo carácter y personalidad, cosa que es muy escasa hoy en día. Soy una chica con orgullo, dignidad y tengo mis principios. Nunca nadie me hará cambiar de opinión, y de eso sí que estoy segura.

    Tengo una amiga que me entiende muy bien. Llevamos quince años de amistad, ya que nuestros padres eran amigos desde jóvenes y siempre que había reuniones, jugábamos juntas antes de que el aburrimiento nos matara.

    Mi amiga se llama Selena, aunque yo le suelo llamar Lena. Tiene un año más que yo, porque repitió un curso en educación primaria. Ella también esa una chica con personalidad como yo, pero no es tan cerrada; más bien es como un pequeño terremoto. No tiene miedo a no ser aceptada, ya que ella dice que mientras pueda ser ella misma, le da igual estar sola.

    Yo físicamente soy una chica bajita, de ojos color marrón ámbar, de pelo castaño claro y la cara redondita. Según dicen, mi nariz es de las más perfectas que hay, pero no le doy mucha importancia. Los labios los tengo un poco carnosos y por eso, quizá, no me gusta pintármelos muy llamativos; en pocas ocasiones me los he pintado rojo o rosa. Tengo un pecho demasiado grande para mi gusto y unas caderas algo pequeñas, aunque mis padres y Selena dicen que soy una de las chicas más guapas del curso.

    Ella es alta, de cabello castaño oscuro y ojos negros. Tiene un pecho perfecto para mí, pero, para mi gusto, sus curvas son las perfectas. La cara la tiene alargada y medio redonda a la vez. De las caras más monas que he visto en mi vida. El problema de ella es que, con su cuerpo, se acompleja muy fácilmente y deja de mirarse al espejo en una temporada. Dice que se da asco.

    Tenemos sueños muy distintos, pero los deseamos con la misma fuerza. Ella será la mejor actriz de las pantallas de cine y… a mi me gustaría ser cantante, formar un grupo y llegar a ser alguien pero para la gente que es como yo, es muy difícil llegar a ser alguien.
    Ya han acabado las vacaciones de verano. Selena y yo vamos a empezar y terminar nuestro último año en la ESO.

    -Amaia ¿Qué te parece? Nuestro último año viendo escoria – me dijo Selena muy contenta.

    -Sí, ya lo creo. Por cierto, mejor que nos sentemos al lado de la ventana, aún ahora hace bastante calor -

    -Vale – y me sonrió. Esa sonrisa suya que había echado de menos en verano.

    Nos sentamos por la mitad de la fila, al lado de la ventana.

    Ese día solo estaríamos dos horas porque nos tenían que dar el horario de clase, decidir las optativas y el grupo de matemáticas.
    Copiamos el horario que habían puesto en la pizarra nuestras tutoras que eran Erika y Patricia.
    Erika era la más joven y Patricia era una mujer casada con dos hijos pequeños.

    -Muy bien, ahora tendréis que elegir las optativas que son: teatro, conjunto instrumental e informático – aviso Patricia – Cuando lo tengáis claro todo, poned la información en un papel con vuestro nombre y apellidos y los colocáis en esta caja – dijo señalando a una caja de cartón grande.

    -Y en otro poned el nivel de matemáticas que prefiráis: fácil, medio o difícil – recordó Erika.
    Puse la optativa de conjunto instrumental, matemáticas fáciles y mi nombre y apellidos para terminar.

    Yo sabía lo que había puesto Lena, pero aún así le pregunte:

    -¿Qué has puesto, Lena? –

    -Optativa de teatro y matemáticas difíciles – me informo - ¿y tú?

    -Optativa de conjunto instrumental y matemáticas fáciles – dije algo avergonzada, pero es que no era nada buena en mates. Ella me volvió a sonreír para que me tranquilizara. Nos levantamos y fuimos a dejar los papeles en la caja de cartón. Regresamos a nuestros sitios y empezamos a conversar.

    Detrás nuestro se habían sentado Javier y Diego. Javier era un chico de mi edad, bastante alto. De tez bronceada. Ojos y pelo oscuros. Para mi… su cara era la perfecta. David era muy buen amigo de Selena, lo cual me daba un poco de envidia. Era un chico un año mayor que yo. Bastante alto y de ojos y pelo oscuros. De tez blanca con algo de color.
    Javier era un chico bastante callado y Diego era bastante gracioso.
    A mí, la verdad, me gustaba Javier y no sé cómo ni porque, pero me enamoré de él.

    -Hola chicas ¿Qué tal el verano? – pregunto Diego.

    -El mío bastante aburrido. Ya sabes, incomunicada en el campo – dije algo aburrida. En el campo cada día era lo mismo: jugar, jugar y jugar. No podías hacer nada más.

    -El mío bastante… complicado – dijo Lena. Yo le mire y le sonreí, yo ya sabía porque lo decía – Ya os contare –
    Yo ya sabía a qué se refería, pero esperaría hasta que lo contara ella por su propia boca, ya que yo no soy nadie para ir contando su vida privada.

    -¿Y qué tal vuestro verano, chicos? – pregunté intrigada.

    -El mío muy divertido, ya sabéis… de torneo en torneo. Todo el verano de básquet sin parar. Todo un lujo – decía Javier idealizando demasiado.

    -El mío muy aburrido. Trabajando todos los días – dijo muy perezosamente David.

    La profesora nos llamó la atención y nos avisó de que habría un cambio de planes respecto a ese curso escolar.

    -Chicos, hay algo que tenemos que anunciar – dijo Erika mientras Patricia se iba a buscar unos papeles para entregarnos, como cada año – Este curso no lo haremos en el colegio… -

    -¿Cómo que no lo haremos en el colegio? – pregunto una de las más populares.

    -¿Dónde lo haremos? – pregunto su “novio” que estaba al lado.

    -Dejad que os lo explique – pidió para que todo el mundo se calmara – Haremos este curso en un Internado que hay en las montañas ya que aquí tiene que hacer unas reformas y no acabarían para los exámenes finales, así que, para no perder curso, repartiremos los alumnos de diferentes cursos en diferentes comarcas y haremos nuestras clases allí. Nos las dividiremos entre nosotras dos y los monitores que habrá allí. Hoy sale el autobús. Tenéis que estar aquí a las cinco de la tarde, ni antes ni después, a las cinco – advirtió. Todos los alumnos asentimos y nos fuimos para casa.

    ¿Que os a parecido :o?
    Bueno... ya me direis si quereis conti xD
    Saludos ;)

    -MoreThanThis.
     
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    Hachii

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    Re: My la la land

    Se me a doblado >.<'
     
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    Hachii

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    Re: My la la land

    Holaaaaaaaaaaaaaaaa!! :D aquí tengo la continuación xD. Espero que os guste ;):

    Si hubiera existido la perfección, ese momento lo hubiera sido.

    Lena y yo vivimos juntas, ya que sus padres sufrieron un accidente y ningún familiar más de ella se quería encargar, así que mi madre lucho por la tutela de mi mejor amiga.

    Cuando llegamos a casa, empezamos a hacer las maletas, comimos y hablamos un poco; se suponía que este sería nuestro último y mejor año.
    Me senté en mi cama y cogí un cojín para abrazarlo. Tenía esa manía desde niña. Siempre abrazar alguna cosa. Selena se sentó en su cama que quedaba delante mía abrazando a un peluche que sus padres le regalaron por su último cumpleaños.

    -Le darás un beso a Javier confesándole todos tus sentimientos – me propuso Selena con mucho entusiasmo.

    -Ni de coña – dije riéndome.

    -Te lo digo de verdad. Mira, esta tarde te sentaras con él y hablareis en el autobús pero esta noche será cuando le besaras – me dijo dictándome todo su plan.

    -Sigue soñando, Lena – dije aún riéndome - ¿Sabes de qué me enterado? - ella negó con la cabeza – Que tu amado ira – dije haciéndole pasar un poco de vergüenza.

    -¿Tus padres lo saben? – dijo intentando cambiar de tema.

    -Sí, y dicen que no pasa nada. Mientras sea para mis estudios les da igual – confesé.

    -Ya veo… -

    -Oye ¿Cuándo le dirás a los chicos lo que te está pasando? –

    -Esta noche. Si se pueden habitaciones mixtas, se lo confesaré con él delante –

    Yo simplemente pude sonreír. Me gustaba su seguridad. Nos dormimos un rato hasta las cuatro y media, porque en media hora llegábamos al colegio de sobra, pero ese día mis padres nos acompañarían, como muchos padres que habría allí.

    Mis padres se despidieron de nosotras y se fueron a hablar con el resto de padres. Selena y yo nos fuimos a hablar con David y Javier que, para variar, estarían repletos de chicas a su alrededor para que se sentaran con ellas.

    Una vez todas fueron rechazadas, Javier y David vinieron con nosotras y empezamos a hablar, como no.

    -Javi, te sentaras con Amaia – ordeno Selena – Que tengo que hablar con David de una cosa muy importante – dijo agarrándole del brazo, lo habían planeado todo.

    -Por mí no hay problema – me dijo Javier.

    -Por mi tampoco… - dije sin mirarle, ya que estaba algo sonrojada y no quería que nadie me viera así.

    -Todo el mundo arriba – nos ordenaron las tutoras. Nos despedimos de mis padres con muchos abrazos y besos, que mi madre acabo llorando y me pidió que la llamara como mínimo una vez a la semana.

    Subimos y, sin más remedio, nos pusimos en la planta de arriba y delante ya que yo me mareaba.

    -Me da a mí que nos han querido dejar solos por algo ¿no crees? – me pregunto él con tal de empezar una conversación.

    -No tengo ganas de hablar – dije muy nerviosa y enfadada a la vez. No me gustaba hablar de mis sentimientos. Giré la cara y empecé a mirar por la ventana.

    Aún no habíamos recorrido ni medio camino y ninguno se dignaba a hablar. Creí que, por el orgullo que mostré antes, lo había perdido todo, así que… lo único que fui capaz de hacer fue girarme para mirarle.

    -No tienes ganas de hablar porque eres una cobarde – me dijo mirándome a los ojos. Aquellos ojos que me encantaban de él.

    -No, no es eso. No soy ninguna cobarde. No quiero hablar de mis sentimientos porque, para mí, no es fácil – dije empezando a cansarme de
    aquella farsa ¿Quería decirle que me importaba? Sí, era verdad, pero no lo hacía por miedo a perder su amistad. Él interpreto lo que estaba pensando, ya que él era muy agudo en estas cosas y habló.

    -No, no perderías mi amistad por nada del mundo ¡Se sincera! – dijo un poco histérico.

    -¡¿Qué quieres que te diga?! ¡¿Qué eres el chico que amo?! – Pensé. Pensé en decírselo, pero lo único que hice fue apoyar mi cabeza en su hombro – Hablaremos después – le dije antes de dormirme en su hombro.

    Eran las ocho de la tarde. Todo el mundo tenía ganas de estirar las piernas, así que el conductor paró el autobús y caminamos un poco por la pequeña placeta que había allí. Quise ir a hablar con Selena, pero Javier me agarro y me llevo apartándome de los demás para hablar.

    -¡¿Me quieres decir de una vez lo que sientes?! – me dijo histérico.

    -¿Te lo puedo demostrar? No te lo puedo decir con palabras… - dije algo asustada y poniéndome colorada.

    -¿A qué te refier… - pero le callé porque le bese.

    El beso más cálido que había dado nunca.

    Él se separo de mí. Nos miramos a los ojos juntando las frentes y me volvió a besar.

    Puse los codos apoyados en sus hombros y las manos acariciándole el pelo. Él me agarro por la cintura y yo me sentí… querida en aquel momento. Quise que toda esa calidez estuviera siempre dentro de mí. Se separo de mí y volvió a juntar frente con frente mirándonos a los ojos.

    -Con que no me podías decir un te quiero eh… - dijo en susurros.

    -Exacto – afirme – No sé como decírtelo… porque… no se me da bien hablar de sentimientos… - confesé algo avergonzada.

    -Vamos a probar. Repite conmigo: Te amo – dijo como si se me estuviera declarando. Me pare a pensar y al final, después de una espera, hable.

    -Rara manera de declararte a una chica. Te amo – dije al fin. Y él me besó y volví a sentir esa calidez dentro de mí. Si existiese la perfección, ese momento lo hubiera sido.

    Selena y David nos llamaron la atención y nos volvimos a sentar como antes, pero la diferencia era que Selena y David estaban detrás de nosotros. Empezamos a hablar.

    -Lo siento… por mí culpa y mis estúpidos mareos os tenéis que sentar aquí delante… - dije con rabia.

    -No pasa nada – me dijeron sonriéndome.

    -Además, yo ya dije que tenía que deciros algo, chicos… - dijo Selena preparándose - ¿Sabéis el actor de cine Nick? – Los dos chicos asintieron – Pues… que… estamos juntos – confeso Lena. Yo le sonreí. Los chicos se quedaron en shock, ya que Selena nunca era de mentir nunca, así que se quedaron callados y simplemente se sentaron a pensar.

    -¿Es eso verdad, Amaia? – me preguntaron los dos.

    -Tan claro como el agua – dije con firmeza en mi voz.

    Los chicos empezaron a balbucear diciendo que querían conocerle y ella aviso de que estarían juntos en la casa donde íbamos a vivir durante aquellos meses de curso.

    El resto del camino, lo pase hablando con Javier sobre cosas sin sentido y de las cosas que me molestaban muchísimo y a él también.

    Todo el rato entre risas, pero yo me dormí al poco o más bien… me hice la dormida y mientras escuchaba las conversaciones. Eran las diez de la noche así que tenia la excusa perfecta.

    -Oye, Javier no estarás jugando con ella ¿verdad? – le pregunto Selena. Yo lo había pasado muy mal por culpa de los chicos que solo se fijaban en el físico, menos mal que tuve a Selena siempre a mi lado.

    -¿Por qué tendría que estar jugando? – pregunto él con voz como de… ¿afectado por la pregunta?

    -No lo digo por nada pero es que… ella lo pasó mal respecto a relaciones con gente del sexo opuesto…y no tengo ganas de que lo vuelva a pasar - dijo Selena en susurros. Ni ella ni yo queríamos que se esparciera la voz sobre ello. Ella por cuidarme y yo por no hacer el ridículo.

    -¡Yo nunca haría eso! - dijo él con la voz muy fuerte y con rabia. Él no soportaba a la gente así y eso si que lo aprendí y era lo que más valoraba de él.

    -Me alegro de que te haya encontrado – dijo ella con voz dulce y me acaricio la mejilla desde el asiento de detrás – Tranquila, puedes despertarte ya – susurro porque eso era otro plan de los nuestros.

    Me volví a poner bien y nada más abrir los ojos, Javier me dio un beso. Nunca entendería como lo hacía para sentirme tan cálida.

    De repente, el autobús pego una frenada y Erika subió a darnos una noticia mientras que Patricia la daba en la panta de abajo.

    -Chicos, lo siento mucho pero no llegaremos a tiempo así que dormiremos en el autobús. Ahora subiremos mantas, agua y comida para todos.

    Por favor no manchad nada – aviso y se fue hacia abajo con Patricia para ir repartiendo las cosas.

    -Esta será una noche muy larga… - y nos miramos y sin saber porque, ninguno de los dos lo sabe, nos volvimos a besar y volvimos a juntar nuestras frentes.

    -Nunca pensé que llegaría el día en que fuese capaz de decirte un te amo – me confesó.

    -Pues yo aún no me creo que hayas aceptado a sentarte a mi lado en el autobús – confesé. Se sorprendió. Sonreímos y volvimos a hablar otra vez.

    Después de cenar, la gente empezó a beber las botellas de alcohol que habían llevado, se creían muy “cool” por hacer eso, demasiado importantes. Morir antes de hora matando a un órgano.

    Yo me agobie enseguida solo con ver la imagen y me tumbe un poco con el sillón, lo suficiente para no molestar a Lena, y me dormí. No tenía ganas de ver como la gente hacía el tonto simplemente por mantener la imagen de: Soy el popular y todos vosotros sois escoria por no serlo.

    Para mí, no valía la pena y me daba igual lo que pensara la gente de mí.

    Pasaron las horas y no me quedaba dormida. La gente ya se había dormido por las borracheras. Pensé en despertar a Javier, pero él estaba durmiendo y no me parecía apropiado molestarle.

    Me levante para pedirle a las tutoras si me podían abrir la puerta y así ir afuera a dar un pequeño paseo y me cansaba para dormirme, pero nada. Tampoco quería molestarlas a ellas, así que me senté lo más próximo al cristal que había delante de mí en la planta de arriba. Una cristalera muy grande para ver por delante. Como la que tenía el conductor. Me senté lo más próxima que pude con la manta alrededor de mis hombros y empecé a mirar por el cielo, la luna, las estrellas, los arboles, etc. Si existiera la perfección, esa noche la sería.

    Sentí como unos brazos se posaban a mí alrededor y me abrazaban con dulzura. Gire la cabeza y vi que era Javier. Le sonreí y nos besamos. No sé cómo ni porque pero tenía ganas de llegar a algo más que no fueran besos. Quería que él me quisiera esa noche.

    Supongo que él también pensaba el mismo por la forma en que me miro. Cogimos nuestras dos mantas. Abrimos, sin que se diera cuenta el conductor, la puerta y nos alejamos lo suficiente. Cerca de allí había un lago donde se reflejaba la luna. Casi perfecto.

    Me quite la ropa y enseguida entre en el agua. Él también se quito la ropa y me siguió. Me miro con cara de saber si yo estaba preparado o no. Ni abrí la boca para contestar, simplemente cerré los ojos para que me besara. Me estrecho contra su cuerpo y me beso con mucha dulzura, y esa calidez que sentía cuando él me tocaba, cuando me miraba, cuando me hablaba, cuando sentía su aliento y el mío mezclarse, volvió pero más intensa. Si hubiera existido la perfección, ese momento lo hubiera sido.

    ¿Que os a parecido :-o?
    bueno... supongo que ya se dira algo xD.
    Saludos


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    Re: My la la land

    Doblado ^^'
     
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    Re: My la la land

    Holaaaaaaaaaa!! Aquí tengo la conti ;):

    ¿Separarme de ti? Antes prefiero morir

    Volvimos por la mañana, antes de que alguien se despertara. En ningún momento me soltó la mano y eso me gustaba. Nos sentamos en la planta de arriba en nuestros sitios. Me tumbe mirándole a los ojos y él me hablaba en susurros, para que nadie se despertara.

    -¿Te gusto? – me pregunto.

    -¿Es normal preguntar eso? – dije algo sorprendida. Había sido la primera vez.

    -Bueno, es normal preguntar eso siempre ¿no lo sabías? – dijo algo intrigado, parecía que fuese tonta por no saberlo.

    -No, es que ayer fue mi primera vez – dije guiñándole el ojo. Abrió los ojos de par en par y me beso la frente.

    -¿Te gusto? – era pesado con la pregunta.

    -Si existiera la perfección, ese momento lo hubiera sido – dije siendo lo más sincera posible, aunque era la verdad.

    -Vamos que sí – dijo siendo claro.

    -Que pasa ¿Solo querías acostarte conmigo? – dije dudosa.

    -Tonta… - y me beso. Esa calidez volvió. ¡¿Por qué siempre pasaba eso? ¡

    Pasaron las horas y dormimos un poco. Soñé que estaba en el lago de la noche anterior y veía a Javier escondiendo algo detrás de él, pero no se sabía que era.

    Pero me desperté porque me tiraron líquido a la cara. Era el alcohol que había sobrado la noche anterior.

    -Mirad Erika y Patricia, Amaia ayer bebió alcohol mientras nosotros dormíamos. No debería venir este curso al Internado con nosotros – dijo la chica más popular de mi clase: Natalia. La típica chica popular calculadora, egoísta, mantener la imagen, etc. Lo típico. Alta, ojos azules y cabello rubio platino y ondulado. La típica chica fácil.

    Subieron las tutoras y me miraron. Javier quiso hablar con ellas y decirles que no era verdad, pero yo negué con la cabeza.

    -Amaia, ven con nosotras – cuando las seguía para bajar a la planta de abajo, le mande una mirada de asco, desprecio e irá a Natalia. Ella simplemente me miro con cara de malicia.

    Una vez abajo, me dieron una toalla y me hicieron que me secara. Me miraron con cara de dulzura y me sonrieron.

    -Han sido Natalia y compañía ¿verdad, Amaia? Tú no eres como las demás chicas que con tal de ser las más populares hacen cosas que no deben. Confiamos en ti – dijo Erika con sinceridad. Yo le sonreí y asentí culpando a la culpable del botellón nocturno de ayer. Me hicieron una señal para que subiera arriba y que descansara. Una vez estuve arriba, todo el mundo se empezó a reír de mí, pero me daba igual. Me senté en mi sitio y enseguida mis amigos empezaron a balbucear para saber que había pasado.

    -¿Te vas? – pregunto Selena.

    -No, me quedo. Confían en mí y saben que yo nunca haría eso. Dicen que no soy como las demás chicas – dije mientras fruncía el ceño ¿Por qué siempre era yo la que debía hablar con las tutoras y no Natalia o cualquier otra persona?

    Javier se quedo más tranquilo y enseguida nos pusimos a desayunar los que nos habían dado nada más subir, cuando paso lo de la cara llena de alcohol, zumo con pan.

    Estaba muy agobiada con aquella situación de los populares y la escoria ¿No podía simplemente dejar que cada uno viviera su vida? No lo soportaba… al final, Selena, consiguió que me riera. Como siempre lo hacía, y eso me gustaba ¿Porque era, que aunque estuviera fuera de casa, con ellos era como estar en mi hogar? Nunca llegaría a entenderlo. Simplemente, estaba a gusto con ellos.

    El autobús empezó su rumbo, pero esta vez iría al lado de Selena, a contarnos nuestros típicos problemas.

    -Bueno y que… ¿Qué tal fue ayer? – me dijo ella guiñándome el ojo.

    -Ni te lo imaginas – mire al techo y me puse nostálgica y volví a sentir esa calidez dentro de mí aunque era de un recuerdo. Era imposible
    olvidar aquello. Ella me sonrió y se alegro de que por fin, yo no estuviera tan sola.

    Nos pasamos todo el rato hablando sobre música, gente, sociedad actual, etc. muchos temas que nos interesan bastante y entre risas y risas, no nos dimos cuenta de que había llegado el atardecer, el atardecer más precioso que había visto nunca y era afortunada de poder verlo con mi mejor amiga pero en ese momento… el autobús empezó a tambalearse.

    Javier me cogió entre sus brazos y David cogió a Selena. Yo estaba muy asustada, pero ellos dos nos llevaron fuera del autobús como pudieron.

    -Bien, ahora tenéis que deciros adiós – aviso David muy serio.

    -¿Cómo…? – pregunte quedándome fuera de lugar.

    -Amaia… han venido a por nosotras, por eso el autobús se tambaleaba. Nos están buscando para llevarnos como esclavas ya que, tú no lo sabías, pero tú y yo somos hermanas e hijas de unas personas muy importantes. Debemos decirnos adiós. Prometo que te llamaré… - me dijo cayéndole las lágrimas por decirme adiós ¿Por qué siempre había algo que me impedía estar feliz cien por cien? Nunca lo llegaría a entender.
    ¿Separarme de ella? ¿De mi mejor amiga? No… ¿De mi hermana? Esto no era posible. Para mi ella era como el oxigeno, la necesito para respirar en este océano lleno de depredadores. No, no, no me iría de su lado ¡NUNCA! Antes prefería morir.

    -¿Separarme de ti? Antes prefiero morir – dije llorando. No podía ser. Mi hermana, hijas de personas importantes, querer ser asesinadas, separarme de ella. No podía, antes que me mataran.

    Ella me abrazo y yo no pude evitar llorar en su hombro. A pleno pulmón y con mucho llanto, como nunca había llorado. Javier me alejo de ella, cogió nuestras mochilas y una moto que había escondido en el autobús. Me fue a dar el casco, pero lo tire al suelo. No debía irme, tenía que irme con ella, con nadie más. Con mi hermana, no había otra persona más importante en mi vida, ni siquiera Javier y mis sentimientos hacía él. Preferiría antes a Selena que a mi propio amor hacía él. Él me volvió a dar el casco mientras veía como Selena se marchaba. En ese momento, me sentí vacía. Sin nada por lo que luchar ¿Acaso era verdad que nunca más la volvería a ver como había sentido al principio? No… eso nunca. Lucharía para que eso no sucediera. De forma inmediata cogí el casco y me lo puse mientras subía a la moto con él. No sé por qué… pero sentí como si nuestras vidas estarían en peligro para siempre si no hubiera cogido aquel casco.

    Pegue mi cuerpo al de Javier y empecé a apretar para aguantar las ganas de no llorar, pero no lo pude evitar. Sentí, que aunque tuviera todo lo que había deseado siempre: amigos, mi hermana y Javier, desapareciera. Yo ya no valía nada. Sin ella yo no sería nada, mi existencia no merecía la pena.

    Cuando sentía el aire pegando contra mi piel mientras corríamos con la moto, empecé a acordarme de todos los momentos con Selena. Los buenos, los malos y los mejores. Siempre juntas, siempre apoyándonos en todo, sin ninguna pelea. Nunca. Quise bajar de la moto y abrazarla de nuevo, pero fue imposible ya que vi a unos coches corriendo por la carretera y con armas. Supongo que pasábamos desapercibidos porque ninguno de los dos llamaba la atención.

    Empecé a sentirme mareada, pero no le di mucha importancia. Quizás serian por los sentimientos acumulados en apenas unos minutos.
    Pasamos horas y horas en la moto, hasta que paramos en una gasolinera a comer algo, pero no comí nada. Él me insistió en que comiera algo, que tendríamos mucho camino para ir al lugar que nos pertenecía, pero volví a negar con la cabeza.

    -Ya sé que es duro, para mí también lo es, pero no nos queda otra que seguir así y que nadie nos descubra. Por tu bien y el de tu hermana ¿No te parece muy extraño que haya tardado tanto en decirte esto y que, casualmente, el accidente de “los padres” de Selena? Todo está relacionado. Si no quieres que ella corra la misma suerte que las personas que la criaron… cumple tu deber como princesa del reino de Mecoc – me explico Javier.

    -¿Soy…una princesa…? – pregunte atónita - ¿Y las personas que me han criado durante todos estos años? ¿Son mis padres biológicos? – pregunte aún confusa. Él simplemente negó con la cabeza y fue a coger el bocadillo, pero yo vi una cosa extraña en este – Déjamelo ver – le pedí antes de que se lo metiera en la boca y sí, comprobé lo que creía que pasaba – vámonos – dije con firmeza.

    -¿Qué pasa? – pregunto él confuso.

    -El encargado, iba a matarnos. Mira el olor que hace tu bocadillo y la extraña cosa verde que sale de los bordes – y me puse el casco y me dirigí hacia la moto.

    Él tiro los bocadillos y se subió en la moto para irnos de nuevo. Parece que ya estaba empezando a entender mi misión.

    Me recosté encima de su espada mientras él conducía la moto. Estaba algo cansada por todas las respuestas que tenia de pocas preguntas que quería realizar.

    Pasamos horas y horas en la moto sin decir ninguna palabra. Yo, simplemente, me abrazaba cada vez más a él. Javier era lo único que me quedaba.

    Una vez la oscuridad se apodero del cielo, y con ella la noche, paramos entre unos arbustos y él monto una tienda. Le quise ayudar, pero no me dejo. Fui preparando una mesa con pocas cosas de comer y beber.

    Una vez sentados, me anime a preguntarle algo que me tenía intrigada.

    -¿Cuándo llegaremos a Mecoc? – pregunte algo frustrada, sentí como si llegar allí fuera mi perdición.

    -En tres días, alteza – dijo él como si fuera alguien que no conociera.

    -¿Y eso de alteza? Oye, que soy yo. Amaia, tu novia – le dije algo nerviosa, como si eso que presencia fuera verdad. Él era lo único que me quedaba.

    -No, no lo sois. Yo solo soy vuestro escudero personal. Para que se haga la paz de Mecoc tenéis que casaros con el príncipe de Cecmo. No es el mejor barón para casaros, pero por el bien de vuestro pueblo, tenéis que hacerlo. Ese hombre, es conocido como el actor Nick. El novio de vuestra hermana – dijo él siendo muy frío. Él nunca había sido así.

    -¡Me niego! – pensé en decirlo, pero habría sido una estupidez. Si no lo hiciera, todo el mundo pagaría por mi culpa y ya no era la típica chica del barrio rara por tener personalidad. Ahora era una princesa que tenía que casarse con un príncipe y lo peor de todo, era que ese hombre era el novio de mi hermana Selena.

    Me levante y corriendo le abrace tirándome encima de él. Empecé a llorar como lo hice anteriormente. Él me agarro para que nos pusiéramos de pie y estuviéramos mejor. Me abrazo con fuerza y me beso la cabeza.

    -No quiero sepárame de ti ¿He tardado tres años en decirte que te amaba y ahora me pasa esto? No quiero perderte – dije escondiendo mi cara en su pecho. Un pecho tan cálido que no pude evitar besarlo.

    -Nunca me perderás. Soy tu escudero… - dijo él y me beso. Fuimos hacia la tienda y, de nuevo, toda su calidez me invadió ¿Esto sería el típico amor imposible de las películas? Me daba igual. Él era todo lo que tenía en ese momento y lucharía por él más que por nada, hasta que perdí a Selena…

    Me acomode encima de él para dormir y, en ningún momento, me soltó. Supongo, que él, también me echaría de menos y sufriría en cuanto me casara con el príncipe Nick.

    Mi sueño de ser cantante y el sueño de mi hermana de ser actriz, se habían abolido en cuestión de 24 horas ¿Podía ser eso posible? No… no podía serlo.


    ¿Que os a parecido :-o?
    Bueno... supongo, que ya se dira algo xD
    Saludos ;)




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    Re: My la la land

    ¡¿Por qué se dobla esta cosa T.T?!
     
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    Re: My la la land

    Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! Aquí tengo la conti ;):

    ¿Entrenamiento de princesa? Menudo muermo…

    Una vez por la mañana abrí la tienda con la manta alrededor mía y vi como Javier había preparado como una especie de mesa rosa, con tazas de té, pastas y todo muy fino ¿Sería que querría un desayuno romántico?

    Me puse un pantalón negro pitillo, una camiseta de tirantes blanca y detalles de color negro. Mis converses negras y mis complementos: pulsera de tachuelas negras, guantes con los dedos cortados negros y el collar que me regalo Selena por mi cumpleaños, un corazón rosa en cadena.

    Javier, en cuanto me vio, me dio un beso y me miro de arriba abajo con cara de pensativo.

    -¿Qué pasa? – pregunte confundida.

    -Te queda muy bien tu estilo, pero hoy empiezan las clases de princesa y tendrás que ponerte este vestido – me dijo enseñándome el vestido que había encima de la silla.

    El típico vestidito de color rosa pálido con bordados en los extremos y largo por las rodillas de manga corta, con el pecho abierto.

    Me quede atónita solo de verlo. Me gustaba el color, pero la estructura del vestido no era de mis favoritas precisamente. Fruncí el ceño intencionadamente para que no me obligara a ponérmelo, pero no hizo efecto.

    -No refunfuñes y póntelo – me ordeno.

    -¿No se supone que una princesa debe ponerse lo que quiere? Para eso es la que manda – dije como una niñita caprichosa. Se empezó a reír a carcajadas y me tiro el vestido.

    -¡Esta bien! – entre dentro de la tienda y me lo puse, pero no me quite ningún complemento y como no, mis converses no podían faltar.

    -¿Contento? – dije cansada de ese vestido que me daba picores.

    -No, debes ponerte estos zapatos y estos complementos – me ordeno.

    Eso ya era demasiado. Unos zapatos de aguja, los más altos que había visto en mi vida, y unos complementos de: una pulsera de plata, con unos pendientes y collar a juego. Volví a fruncir el ceño, pero me lo puse igual.

    Seguro que cuando salí debería ser la típica princesita de cuento, pero no me importo. Solo quería que eso se acabara ya e irnos hacia el reino de Mecoc. Aunque… supongo que no era lo que quería precisamente.

    En ese momento, tuve una idea. Lo haría todo lo peor que pudiera y así tardaríamos más en irnos hacía allí, aunque… si lo hacía, la gente sufriría más por un capricho de la princesa Amaia.

    Javier me sentó en la silla y me dijo como debía de colocarme, como debía beber el té, como debía caminar, como debía bailar, como debía estar en un sitio con mucha gente, como debía hablar, etc.

    Lo hice todo bien. Era lo más fácil que existía, aunque, visto desde la televisión, parecía mucho más difícil.

    Sin darme cuenta, ya era el atardecer y esa noche partiríamos hacia Mecoc.

    Recogimos todo y me puse el mismo modelito que esta mañana, aunque el vestido lo guarde en lo más hondo de la mochila, como el recuerdo que tuve. Mi primer vestido de princesita con mi primer chico.

    Nos pusimos el casco y pusimos camino hacía mi reino. No hablábamos en todo el camino. Yo porque no sabía que decir y porque me gustaba la sensación de que el viento me diera contra mí piel y supongo que él, porque no debía hablar conmigo, porque simplemente era un escudero; era un idiota.

    Esa misma noche, empezó a llover. Me gustaba el tacto de las gotas sobre mi piel, era gratificante, pero… empecé a escuchar los motores de coches y motos cerca de nosotros. Me empecé a preocupar bastante. Javier altero la marcha y fuimos más deprisa. Los coches se nos acercaban a mucha velocidad. Cuando me gire para mirar, vi que tenían armas y todo tipo de artefactos ¿Acaso me estaban buscando?

    -Tranquila – me dijo Javier incrementando más la velocidad – No dejaré que te pase nada – dejo la moto aparcada a unos metros de allí –

    Quédate aquí y no hagas ninguna tontería – me dijo quitándose el casco.

    -¡¿Cómo no me voy a preocupar?! ¡Ellos tienen armas y son el triple que tú en todos los aspectos! ¡Te mataran! – dije con la histeria apoderándose de mi - ¡Me prometiste que siempre estarías junto a mí! – aún no me podía creer lo que pasaba. Me beso antes de irse en los labios, como su fuera a decirme adiós. No, no me diría adiós nunca.

    Cuando se fue a levantar, le cogí de la mano y fui con él.

    -¡¿Qué se supone que estás haciendo?! – me pregunto con rabia.

    -Si no te quedas conmigo, iré yo contigo – dije con valentía en mis palabras.

    -¡¿Quieres que todo el mundo pague por los caprichitos de la princesa Amaia?! – me pregunto enfadado. En ese momento me pare. Me empecé a acordar de mi hermana, del porque de aquella persecución.

    Aprovechando que baje la guardia, él se fue disparado hacia los matones.

    No; o estaba con él o no lo estaba. Me da igual “los caprichitos de la princesa Amaia” porque si yo moría, mi hermana se podría casar con Nick y no tendría más problemas.

    Supongo que para ella también todo esto era difícil, pero no lo pensé ni una sola vez y me fui disparada a la dirección que había emprendido Javier.

    Empecé a sentirme frustrada. No lo encontraba ¿Se habían desecho de tu cadáver o algo por el estilo en plan película CSI? No… él era fuerte. No moriría antes de hora.

    Llegue a una pradera y pude observar a muchos cadáveres de los matones. Solo quedaba uno disparando por todos lados sin saber hacía donde daban esos disparos.

    Vi como el hombre se retorcía de dolor, pero no había nada que pudiera darle porque no había nada. Pero… vi que su arma volaba y después le pega un tiro en la cabeza. El arma cayó al suelo y, en unos segundos, la sombra que estaba pegando al hombre muerto era Javier ¿Se podía hacer invisible?

    Otro matón, que aun no estaba muerto, cogió el arma más próxima y le disparo antes de que yo pudiera observar nada.

    -¡No! – fue lo único que pude chillar. El hombre, por el cansancio, acabo muerto.

    Fui corriendo hacia Javier. Me agache hasta el suelo y le cogí en mis brazos como pude.

    -Encontraremos un sitio seguro. Mientras aguanta, por favor – pedí.

    -No sé si podre… - me dijo él.

    -Es una orden de tu princesa – le dije intentando que estuviera despierto.

    -Como usted mande – y se empezó a reír.

    Lo lleve lo más rápido que pude hacia las motos. Lo monté, le puse el casco y arranque como pude. Nunca antes había conducido una moto. No muy lejos de allí, divise una cueva que no estaba nada mal.

    -Mira, Javier, una cueva. Salvados – dije con alegría, pero él estaba muy mal que casi ni estaba consciente – Por favor, aguanta – rezaba una y otra vez para que estuviera a salvo.

    Entre y le tumbe con las mantas a su alrededor lo más bien que pude. Pensé en quitarle la bala en plan de cómo lo hacían en las películas.

    -¿Tenemos alcohol? – pregunté buscando entre las cosas de la mochila.

    -S…í… - dijo muy débilmente y con dolor.

    Lo encontré y, sin pensarlo, bebí un par de tragos.

    -Si tú… nunca… bebes – dijo con dolor en la zona de bala.

    -No hables – me puse detrás de él para que se apoyara en mi cuerpo y que bebería todo lo que pudiera. Yo le iba dando con la botella en mi mano derecha y con la izquierda le cogía para que no se callera y, principalmente, para abrazarlo.

    Bebía todo lo que podía pero el pobre estaba casi en otro mundo.

    Cuando ya estuvo lo bastante fuera de sí, le tumbe y empecé a bajarle la manta hasta las rodillas. Le quite la camisa y enseguida, mientras intentaba curarle, empezó a hacer bromas.

    -¿Quieres hacerlo aquí? Mira que no estoy muy en condiciones – y empezó a reírse.

    -No hables – le dije muy seria y concentrándome.

    Cogí unas pinzas que teníamos para las comidas, las lave muy bien y empecé a abrir un poco la hemorragia. Hizo un gemido de dolor. Me quite la camiseta y me quede con la ropa interior mojada. Hice un par de entrelazados a la camiseta.

    -Abre la boca – le ordene. Él me hizo caso y le introduje la camiseta en la boca, para que no se mordiera la lengua.

    Volví a abrir la hemorragia para quitarle la bala, que por suerte daño ningún órgano, y se la quite lo más rápido que pude para que no sufriera ningún daño. Le cerré la herida cosiendo con un estuche de costura que había visto. Supongo que era para mis clases, pero ahora urgía más urgencia en este caso.

    Le tape la herida con otra camiseta que había llevado para el viaje. Le volví a tapar y recosté mi cabeza encima de su pecho, para ver si aún estaba bien, pero sus latidos eran muy débiles y enseguida, dejo de latir.

    -No… ¡No! – chillé y le moví muchas veces para que abriera los ojos - ¡No me hagas esto! ¡No… me has llorar! ¡Le prometiste a Selena que no me harías pasarlo mal! ¡Y a mí me dijiste que nunca me dejarías sola! ¡No puedes hacerme llorar! – chillaba una y otra vez mientras la histeria, el llanto y la tristeza me vencían. Empecé a hacerle el masaje en el corazón de las películas, intentando que pasara algo, pero no. Lo único que pude hacer fue poner encima de pecho mi cara, ocultándola y llorando como cuando Selena se fue – Tú…el único chico que ha conseguido hacerme llorar. El único con quién yo quería estar… ¿Y así me lo pagas? Muy bonito – dije llorando sin parar en su pecho. Pude notar que una mano me acariciaba mi espalda mojada. Enseguida levante mi vista y ahí estaba él. Mirándome con los ojos de par en par.

    -¿Soy el único chico que te ha hecho llorar? –

    Una vez escuche su voz, me lance hacía él abrazándolo con mucha fuerza.

    -¡No me asustes así! – y bese mientras un par de lágrimas se caían por mi rostro.

    Me senté detrás de él, como la vez que le fui a dar de beber alcohol para que no le doliera tanto. Le abrace con fuerza y le deje descansar.

    Mis preguntas llegarían el día siguiente.

    Esa noche, casi no dormí. Prefería estar abrazándole y cuidarle antes que nada. Que respirara antes que otra cosa.

    ¿Que os a parecido :-o?
    bueno... se supone que ya se dira algo xD
    Saludos.


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    Re: My la la land

    jooo!! T.T se me dobla T_______________T
    Solo falta un capitulo más aparte del de "Repuestas" y se acabo xD
    ya se dira si continuarlo o no
    porque estoy pensando en hacer una segunda parte
    pero... si no lo lee nadie ¿como lo voy a seguir?
    Saludos ;)


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    Re: My la la land

    Holaaaaaaaaaaaaaaaa!! xD aquí traigo la conti ;). Espero que os guste:

    Respuestas…

    Cuando abrió los ojos, se sentó apoyado contra mi pecho y empezó a cogerme de los brazos y a acariciármelos. Apoye mi cabeza contra su gran espalda y me alegre de que su corazón latiera.

    -Te vi siendo invisible – dije con firmeza - ¿Eso a que se debe? - pregunte intrigada. Él se giro y me miro a los ojos muy seriamente.

    -¿No me obedeciste? – me pregunto enfadado.

    -¿Acaso una princesa tiene que seguir ordenes cuando sabe que la persona que ama va a morir? – pregunté con furia. Él me abrazo, yo no sabía por qué y me empezó a explicar el por qué le pasaba eso.

    -En Mecoc, algunas personas tienen algunos poderes sobrenaturales. Yo, por ejemplo, me puedo hacer invisible. Selena puede ver el futuro. David puede curar heridas…. Tu… no se qué poder tienes tu ya que nunca se te ha desarrollado. Puede ser que sea ser la chica más molesta de todas las demás – me dijo siendo muy frío.

    -¿Más molesta? – y le fui a mirar a los ojos, pero solo los vi vacios.

    -Si me disculpa alteza, he de irme a vestir – Se fue a levantar y se puso invisible para vestirse.

    -Imbécil… - salí de la cueva para dar un paseo. No tenía porque darle explicaciones de nada ¿Por qué mis sentimientos habían cambiado en apenas segundos? No… había cambiado mi comportamiento. Él por su lado y yo por el otro. Nada más eso – ¡No lo soporto! – pensé sin poder evitarlo.

    Alguien me cogió con un brazo por la cintura y otro en la boca. No lo conocía para nada. No, no era Javier, él no me trataría así nunca.

    -No chilles, guapa – me dijo un hombre.

    Yo no estaba asustada para nada. No tenía por qué estarlo. No me iba a hacer nada. Eso creía…

    Me separo a unos cuantos metros de allí y me empezó a quitar la ropa con brusquedad. Empecé a sentir… dolor, rabia, ira, impotencia,… No. Tenía que salir de ahí yo sola. No le pediría nada a Javier. Intente separarme de aquel hombre, pero estaba atada contra unos árboles por las extremidades. No… no me iba a hacer nada.

    Cuando me di cuenta de que nadie oiría mis gritos, deje de luchar contra mis intentos e intentar salir de esos lazos yo sola. Pero no pude.

    Aquel hombre encapuchado, me hizo suya por la fuerza.

    Paso el rato y me dejo allí, atada. Desnuda. Sin nadie que oyera mis gritos. Me sangraban algunas heridas, pero me daba igual.

    Me quede allí, hasta que llego la oscuridad de la noche. Tenía frío, pero daba igual si lo tenía. Nadie me iba a tapar.

    Me sentía muy débil, con ganas de dormir… Oí mi nombre chillado por alguien. Vagamente intente quitarme aquellos nudos y chillar, pero si abría la boca, empezaría a llorar de nuevo. Algo desato los nudos. Vi como eran David y Javier. Selena estaba abrazándome.

    -Amaia… Amaia… - decía una y otra vez cuando los lazos cayeron. Yo no estaba allí. Mi cuerpo sí, pero mi mente solo veía las cosas que pasaron durante ese día. No tenía fuerzas para abrazar a Selena, aunque era la que más deseaba.

    Alguien me cogió en brazos y me llevo hasta un par de toallas y mantas. Me tumbo y enseguida empezó a curarme las heridas. David. En ese momento caí en la cuenta de que Selena estaba conmigo, no me había dado cuenta hasta que volví a estar cálida.

    Me levante con rapidez y la busque con la mirada. Estaba a mi lado. La abrace con fuerza y empecé a llorar de alegría. Sin duda, ella era mi mejor medicina.

    -¿Qué te ha pasado? ¿Por qué estabas atada? – me pregunto David.

    No me quedaban más lágrimas para derramar. Javier salió de la tienda y empecé a escuchar golpes contra algo. David salió con él para buscar la respuesta y me da a mí que la encontró cuando Javier chillo “violación”. No tenía en mente de que objeto era. Solo me importaba estar en los brazos de Selena.

    Ella me cogió con fuerza, porque yo no podía, y me empezó a besar la frente con dulzura.

    -Te he echado mucho de menos, hermana – me dijo. Esa fue la gota que colmo el vaso de posibilidades a no llorar aquella vez. Estaba hecha
    una llorona.

    -Te he necesitado demasiado. Prométeme que no te vas a volver a ir – le dije mirándole a los ojos muy seriamente.

    -Te lo prometo – y me volvió a abrazar para que me relajara.

    Ella me dijo que descansara, pero le dije que se tumbara conmigo. Quería dormir con ella cerca de mí. Ella obedeció y cuando se tumbo, no tardo ni un segundo en volverme a abrazar.

    Me sentía muy bien cerca de ella. La había echado demasiado de menos. Creo… que si ella no me hubiera encontrado cuando estaba atada, hubiera acabado con mi vida.

    Mi oxigeno… pude volver a respirar bajo aquel océano de depredadores al acecho.

    ¿Que os a parecido :-o?
    bueno... se supone que ya se dira algo...
    Saludos.


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    Re: My la la land

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    Re: My la la land

    ¡¡se me dobla T.T!!
     
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    Re: My la la land

    Holaaaa!! Bueno, jaja hoy ya acaba el FF. Estoy pensando en hacer segunda parte de este FF, pero si la gente no lo lee... ¿como lo seguiré xD? Aquí viene ;):

    [FONT=&quot]Una estrella de la música y la mejor actriz de cine del mundo.[/FONT]
    [FONT=&quot]La mañana aquella, cuando me desperté, vi a Selena a mi lado mirándome preocupada. No sabía si me quedaba alguna secuela. Yo creo que no. No me dolía nada estando entre sus brazos.[/FONT]
    [FONT=&quot]Mire si estaban los chicos o no, no estaban. Bien. Tenía que hablar con ella.[/FONT]
    [FONT=&quot]-Selena… ¿Qué va a pasar ahora con nosotras? Quiero decir… cuando lleguemos a Mecoc… - le pregunte algo asustada.[/FONT]
    [FONT=&quot]-Tranquila. Conoceremos a nuestros padres biológicos y… te casaras con Nick – dijo con tristeza.[/FONT]
    [FONT=&quot]-Se que va a sonar mal pero… ¡Me niego! – dije con furia – No quiero verte llorar porque yo soy la esposa de tu novio ¡Me niego! – dije enfadada por la malditas normas.[/FONT]
    [FONT=&quot]-Tienes que hacerlo, Amaia. Si no lo haces… la gente pagara por tus caprichos… - dijo seriamente.[/FONT]
    [FONT=&quot]-Yo quiero estar con Javier… con nadie más. No… ni eso. Quiero que mi hermana sea feliz – dije con decisión en mi voz – Haré que mi hermana se case con él… sea como sea – pensé.[/FONT]
    [FONT=&quot]Ella me abrazo. Ella sabía que era verdad lo que yo decía. [/FONT]
    [FONT=&quot]Los chicos entraron. Me volví a tapar hasta arriba. No quería que Javier me viera las heridas. Selena y David se fueron ¿Por qué se iba ella? La necesitaba. [/FONT]
    [FONT=&quot]Javier se sentó cerca de mí. No dijimos nada en unos minutos pero… él de repente me cogió y me estrecho contra su cuerpo con decisión. Empezó a llorar en mi hombro.[/FONT]
    [FONT=&quot]-Lo siento mucho… Si no hubiera sido tan frío contigo, no te habrías enfadado y no te hubiera pasado esto… - dijo él con aires de culpabilidad.[/FONT]
    [FONT=&quot]-La culpa es mía por no tener cuidado y pensar que no me pasaría nada… - le levante la cara y le mire a los ojos – Solo haz una cosa para sentirme mejor… - [/FONT]
    [FONT=&quot]-Lo que sea… - dijo él cogiéndome con firmeza de la cintura.[/FONT]
    [FONT=&quot]-Fúgate conmigo… - le dije. Él se opuso.[/FONT]
    [FONT=&quot]-¿Fugarse? ¿Tu estas tonta? – me dijo con rabia.[/FONT]
    [FONT=&quot]-No, estoy segura. Si lo piensas tiene lógica. Si yo me voy, Selena tendrá que casarse con Nick. Ella será feliz… y aunque no quieras venirte conmigo… me iré yo sola - eso sí que lo dije de verdad. Lo único que hizo él fue besarme con fuerza. Supongo que eso era que aceptaba.[/FONT]
    [FONT=&quot]-¿Cuándo nos vamos? – me pregunto.[/FONT]
    [FONT=&quot]-Ahora. Déjame despedirme de Selena, vestirme, las motos y las mochilas – le dije mientras me ponía manos a la obra.[/FONT]
    [FONT=&quot]-¡No! – dijo Selena entrando. [/FONT]
    [FONT=&quot]-¿Has estado escuchando? – pregunto Javier.[/FONT]
    [FONT=&quot]-No me hace falta, sabiendo que percibo el futuro… - dijo ella mientras me miraba con furia. Se puso delante de mí y me dio algo en la mano: dinero – No es mucho, pero para el avión y una casa para cuando lleguéis a vuestro destino… - dijo ella.[/FONT]
    [FONT=&quot]-No… no tendremos un hogar ahora mismo. Nuestro destino está en la carretera a toda pastilla – dije sonriendo mientras me maquillaba, me peinaba y me vestía – Eso de los vestidos, ir a la ultima, perlas, saludos, reverencias,… nunca ha sido lo mío. Explícaselo a “las personas importantes”. Que seas feliz con tu marido, hermana – dije mientras la abrazaba y me despedía de ella.[/FONT]
    [FONT=&quot]-Amaia… hazte una estrella de la música. De ese modo… sabré que estas bien… - dijo ella pidiéndome algo que cumpliría igualmente.[/FONT]
    [FONT=&quot]-Te lo prometo siempre y cuando tú seas la mejor actriz de cine del mundo – nos abrazamos en silencio. Me despedí de David y le di gracias por las ayudas médicas.[/FONT]
    [FONT=&quot]Me senté en la moto y a toda pastilla volvimos a la carretera. Volviendo a aquel frío aire que inundaba mi piel cuando chocaba contra mi cuerpo. ¿Sería capaz de aguantar años sin verla? No… sí que la vería. En televisión y en cines. Nunca más me volvería a sentir sola. Sabía que ella estaría bien y no estaba sola en el camino. Él me acompañaba.[/FONT]

    ¿Que os a parecido :-o?
    Bueno... si que seria importante de que se dirigiera de seguir o no, o aunuque sea votar en la encuesta de arriba.
    Saludos :)

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