En aquella temporada en que los niños corrían sin miedo a que se los violen, que se los golpeen y los roben. Esa era la mejor, en los años 2005, las risas resonaban los juegos simples como el tuka'e kañy aun eran ejecutados, jugados sin ser reemplazados por artefactos tecnológicos. Esa emoción de correr por que no te "congelen", y esperes esa gran eternidad en el que tu compañero diga: — ¡Descongelado!... Y sin apenas disponerte a correr, te volvían a congelar. ¡Zas! ¡Que frustrante!, pero así aprendías a ser rápido con tus reflejos. Esos momentos tontos, en que los niños ponían sus ganas en disfrutarlo. Recuerdo que cuando se jugaban los juegos de "puppy", en la cuál uno interpretaba el rol de un cachorro y corría para que el dueño no lo agarrase. Juegos simples que hoy en día van desapareciendo, o malinterpretándose. Apenas hoy le dices a alguien vamos a jugar puppy. Te regañan y miran mal por decirle puppy en otras palabras "perra", malinterpretándose el simple gesto de inocencia y diversión resguardados en esas pequeñas palabras. El creer que esa época a pesar de que la pobreza y corrupción era gobernada, los niños aun podíamos disfrutar de una seguridad sana. Quizás el miedo en Paraguay no era buena, pero al menos dejaba que algunos pocos niños jugáramos inocentemente. Aislados de las feroces desgracias que quizás se vivían en nuestros momentos de risas, pero al menos la ingenuidad y la inocencia podía vivir su esplendor sin ser corrompida. Sin temer a que te molesten, y nieguen el derecho a ser así. Recuerdo que el juego que más daba gusto, y divertía era el de "Policía y Ladrón" ya que los niños nos colocábamos en fila y elegíamos si ser o no polícias, era simpático ver como pocos se disponían a ser ladrones, no era por la pena sino por la habilidad a correr rápido, y claro, ser vivos. En el cual los policías debían saber jugar y ser muy buenos creando estrategias, que se posicionaban en lugares buenos para atrapar a los ladrones, era simpático ver aquellos simples pequeños movimientos en el que, dos policías estaban en cada lado, se lanzaban a por el y ver que el ladrón se le escapaba, haciendo el movimiento del "huevito", que constaba de pasar entre sus piernas, y escaparse. Era realmente mágico, glorioso disfrutar de esos juegos con tal solo la disponibilidad y ganas de compartir, como jugar. Creo que esos tiempos poco a poco van siendo olvidados, ya casi no se ven en la actualidad los niños jugar el famoso tuka'e Kañy, ver como éramos veloces, nos caímos, ensuciábamos como unos cerditos y claro, no faltaba el momento en que nuestras madres al llegar a casa, nos regañaran en guaraní, acompañados de los cintarazos, esos momentos nunca serán borrados de la mente de esa generación. Aunque igual volvíamos a hacerlo, —ríe—. Hoy en día, cada vez los niños son poseedores de celulares a temprana edad en los cuáles, puedes ver que se quedan quietos sin hacer actividad física. Todo lo bueno de las épocas pasadas, están desapareciendo por la falta de atención de los padres, como la influencia del entorno. En momento como éste, muchos se empiezan a sentir viejos, que quizás quedaron atrapados en esa linda época que no volverá. A pesar de que en esa época prevalecía el terror y obligación del Dictador Alfredo Stroessner, aún los niños podíamos ser libres, sin miedo. Pero bueno, esto después de todo sólo es un humilde relato, un recuerdo que siempre estará guardado en mi memoria.
