de Inuyasha - Mis sentimientos... [InuxKag]

Mis sentimientos... [InuxKag]

¡Hola! Pasaba por los fics de Inuyasha por petición de una amiga y se me ocurrió hacer uno… en fin aquí se los dejo, espero sea de su agrado.

“Entre comillas subrayado” = Pensamiento de los personajes
- Entre guiones - = Dialogo de los personajes
(Entre paréntesis) = Información a parte y/o comentario e la autora (casi no salen)


Capítulo I


El sol se había ocultado y la noche transcurría tranquilamente. Una chica observaba cómodamente las estrellas mientras recordaba el día en que lo conoció, a él, el hanyou que en ese momento estaba dormido en un lugar no muy lejano a ella. Sonrió al mirarlo y pensaba cuanto lo había cambiado. El antes asesinaba aldeanos inocentes sin ninguna razón, en cambio ahora ayuda a los aldeanos e incluso a veces ni siquiera recibía recompensa. Antes él era temido por los humanos y rechazado por los monstros, en cambio ahora viajaba con tres humanos que se hicieron sus amigos y dos youkais, un pequeño kitzune y una pequeña gata demonio. Recordaba todas las aventuras que tubo con él y que, antes de conocerlo, ella solo era una chica normal que asistía al colegio, en cambio ahora apenas iba y cuando lo hacía era por que tenía exámenes. Y pensaba ¿Qué pasaría si no lo hubiera conocido? Posiblemente estaría en ese momento en su casa, estudiando para algún examen o prueba. Quizás estaría aburrida en su casa, como cualquier otra adolecente. Quizás no conocería un sentimiento llamado amor… En ese momento sus mejillas enrojecieron, eso era lo que sentía… amor… lo quisiera o no ella amaba a ese hanyou. Ya llevaban cerca de dos años viajando, siempre viajaba en su espalda, él siempre la protegía… ¿Cómo no enamorarse de él? Aunque fuera muy terco y orgulloso también podía ser muy tierno. Sus mejillas se ruborizaron más… ¿Tierno? ¿Inuyasha? Bueno, tenía sus momentos. Se quedó pensando en todas las veces que él había demostrado que la quería, se volteó a verlo y sonrió, luego de eso cayó en los brazos de Morfeo, con una adorable y tierna sonrisa en su cara. Así pasó la noche, sonriendo y soñando con su adorable hanyou que amaba desde hace mucho tiempo…


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Ya era algo temprano pero aún así se despertó y observó a su alrededor. Notó que todos aún dormían, pero faltaba alguien… faltaba Inuyasha ¿Dónde se pudo haber metido? No lo pensó dos veces y se levantó para ir a buscarlo, estaba un tanto preocupada. Empezó a caminar y notó no muy lejana la presencia del hanyou, no se sentía otra presencia, así que debería estar solo. Siguió su camino y observó el cielo, aún permanecía ahí la luna, alumbrando su camino junto con las estrellas. Continuó adelante y la presencia se sentía más cercana. Llegó a una hermosa cascada que, con el brillo de los astros, se veía realmente hermosa. En ese lugar estaba su amado Inuyasha, sentado en una piedra, él se veía más hermoso aún con la luz de la luna iluminándolo, incluso más que la cascada. Kagome no pudo evitar sonrojarse.

- Inu…Inuyasha - dijo tartamudeando.
- ¿¡Uh!? – Contestó mientras voleaba a verla - ¿Qué haces aquí Kagome?
- Eso quería preguntarte yo a ti – contestó algo nerviosa aún.
- Solo… solo pensaba – dijo mientras bajaba la mirada hacía el piso.
- ¿Qué ocurre? – preguntó al notar la tristeza del hanyou
- No, no es nada, olvídalo – dijo ocultando más la mirada
- ¿Sabes que puedes confiar en mi, no es así?
- Lo que pasa es que… - alzó la vista, pero aún no miraba directamente a Kagome- Es que…- esta vez eran sus mejillas las que tomaban un color rosado.
- ¿Es qué? – preguntó intrigada la estudiante.
- Es que… se acerca la batalla final- dijo mirando tristemente a la chica.
- ¿Pero qué pasa, tienes miedo? – dijo suavemente, tratando de que no pareciera burla.
-S…S…Si – dijo al fin, luego se acercó a Kagome la tomó del brazo, para jalarla suavemente y abrasarla– Es la batalla final, la más peligrosa y tengo miedo… de que salgas lastimada.
-Pero… - Inuyasha no la dejó terminar
- Y si no ocurre eso y ganamos, la Shikon No Tama será completada y tú… tú regresaras a tu época y posiblemente no nos volveremos a ver… no quiero que pase eso, no quiero que te alejes de mí – dijo abrasándola aún más fuerte, pero sin lastimarla.
- Inuyasha… - dijo mientras sonreía – tu sabes que yo nunca me alejaría de ti porque… porque yo… yo – sus mejillas se tornaron rosadas- yo…
- ¿Inuyasha? ¿Señorita Kagome? ¿Están por aquí? – Preguntaba la voz de un joven monje

“Ahora no, estuve tan cerca de decírselo” – Pensaba mientras volteaba a ver al monje, con sus mejillas ruborizadas – Etto… ¿Sucede algo monje Miroku?
- No, no es nada, solo quería asegurarme de que estuvieran bien, ya que no estaban en el campamento con migo y Sango – respondió, para luego mirar con una sonrisa pícara a Inuyasha- ¿Interrumpo algo? ¿Desean que me valla?
- “Sí” - pensó para sí misma Kagome – No, no se preocupe – dijo sonriendo y con la mano detrás de la cabeza.
- Bueno, entonces… - dijo poniendo una cara más seria – vámonos a dormir, mañana es la última batalla, así que hay que estar preparados – dijo mientras emprendía camino hacia donde estaban Sango y Shippou, el campamento.
- Esta bien… - respondieron Inuyasha y Kagome al unísono.

- “Me pregunto qué habrá querido decirme Kagome” – pensaba Inuyasha – “y si… y si… me quería decir que me... No… no lo creo…”- luego hiso un gesto con la cara – “Ese OLOR…”

Kagome notó en ese momento que Inuyasha tenía un gesto extraño. Así que optó por preguntarle.
- Inuyasha, su… ¿sucede algo? – preguntó algo nerviosa.
- … - no hubo respuesta por su parte.
- Inuyasha… – seguía llamando Kagome.
- …
- ¡Inuyasha! ¡Responde! – dijo desesperada Kagome
- ¿¡Uh!? – Preguntó desconcertado – ¿Sucede algo Kagome?
- A mí nada… pero a ti, ¿Qué te ocurre?
- Nada, olvídalo.
Le molestaba mucho verlo desanimado, así que decidió hacer algo. Movió su mano hacia la suya y entre los espacios de los dedos de Inuyasha colocó los suyos y los apretó suavemente, y así terminaron con sus manos entre lazadas.
Llegaron al campamento y se acostaron juntos, Kagome en el pecho descubierto de Inuyasha, ya que su haori lo estaban usando como sabana. Inuyasha tenía su brazo rodeando a Kagome… y así pasaron toda la noche (o lo que quedaba de ella).


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Despertó porque los rayos del sol molestaban sus ojos ámbar. Luego de eso agradeció haber despertado antes, para poder ver a su linda Kagome durmiendo. Se veía tan tranquila… tan feliz… tan ¿Hermosa?... Lo pensó unos momentos ¿Esa era la palabra? Sí… definitivamente esa era la palabra que buscaba. Sonrió, para luego quedarse observándola hasta que despertara. Algo interrumpió ese hermoso momento.

- “Otra vez ese olor…” – dijo para luego reaccionar sentándose y despertar a su hermosa Kagome.
- Inu… ¿Inuyasha? – preguntó la chica acostumbrando sus ojos a la luz del sol - ¿Qué sucede?
- No, no es nada olvídalo… - dijo el hanyou para luego mirarla a sus hermosos ojos cafés, que poseían un tan espléndido brillo, que enseguida te indicaba que en ella podías confiar y que ella era una gran persona

– “Quiero… quiero… besarla” – pensó para lego cerrar sus hermosos ojos y acercarse de apoco a Kagome.

-“ No puede ser la quiere… la quiere besar” – pensaba una persona que se encontraba a una distancia considerable de ellos, pero aún así los podía observar.

-“Inuyasha me quiere… me quiere besar” – pensaba Kagome mientras ella también cerraba los ojos, pero sin moverse, solo esperando a que los labios de su amado hanyou se posaran sobre los suyos.

-¡Inuyasha, Kagome! ¡Ayuda! – se escuchaba gritar una mujer.

-“Maldición estuve tan cerca” – pensaba Inuyasha mientras se paraba para ofrecerle su mano a Kagome, ayudarla a pararse y luego decir – es Sango, vamos.

- Sí – asentía Kagome.
Al llegar allí encontraron a Sango luchando con algunas serpientes caza almas.

- “Lo sabía Kikyou estaba aquí” – pensó Inuyasha, para luego desenfundar su espada.
Inuyasha, Kagome y Sango no alcanzaron a hacer nada, y las serpientes se fueron. Inuyasha guardó a Colmillo de Acero, Kagome su arco y Sango su boomerang.

-Al parecer, solo querían distraernos – dijo Sango.
- Eso creo – dijo Kagome bajando la mirada, al pensar que estuvo a unos pocos centímetros de besar a Inuyasha.
- Espérenme un momento, enseguida vuelvo – dijo el hanyou para seguir a las serpientes.
- Kagome, ¿No vas a seguirlo? – preguntó Sango.
- No, confío en el – dijo sonriendo.
- Está bien.
Las chicas al llegar vieron a el monje Miroku y Shippou inconscientes. Y divisaron detrás de ellos una sombra, que lograron distinguir fácilmente.
- ¡Naraku! – gritaron al unísono, para luego sacar sus armas.
- Yo no haría eso si fuera ustedes – dijo para tomar al monje y ponerle un arma en el cuello – Kagome, tú vienes con migo.
- ¡Ni lo sueñes! – dijo para alejarse un poco.
- Claro, prefieres que muera el monje – dijo irónicamente y acercándole más el arma al cuello.
- Esta bien, pero déjalos.
- Muy bien – comentó mientras sonreía.
-Pero… Kagome – susurró Sango, pero aún así Kagome la escuchó.
- No te preocupes, estaré bien – dijo, para tranquilizarla – Además yo confío en él – dijo guiñándole el ojo, en señal de que le pidiera ayuda a Inuyasha.
-De acuerdo – dijo bajando un poco la mirada.

- “Ilusas, eso es lo que quiero que hagan” – pensó Naraku - ¡Apresúrate! – ordenó a Kagome.
Luego de eso Naraku tomó en sus brazos a Kagome y creo un campo de energía que se elevó y desapareció.

- Debo ir a avisarle a Inuyasha…

Continuará…

¿Qué pasará? ¿Cuál es el plan de Naraku esta vez? ¿Matará o utilizará a Kagome? Las respuestas a estas peguntas en el próximo capítulo.

P.D: No olviden dejar sus sugerencias, críticas y/o comentarios.