hola este es mi primer fic , en realidad no supe como empezar pero quise darme una oportunidad y tirar suerte, espero que les guste pasen y comenten .u. los personajes no me pertenecen son dependleto wars .u. Cap. 1: petición. Hasta donde ah llegado mi vida? Yo jure no enamorarme pero he aquí atrapado entre estos sentimientos que no deseo tener… no por ella... Porque por ella? Porque precisamente de la persona que se ha convertido en mi mejor a miga. -entiende Marshall- una voz lúgubre abarco la oscura oficina. – es por tu nuestro bien as me caso cariño- una blanquecina sonrisa se posó en los labios del hablante, una sonrisa amplia y pulcra se podría decir que sus dientes eran colmillos pero eso era absurdo. - bromeas cierto?- la voz masculina resonó en la sala – no quiero hacerlo!- grito y azoto las manos contra la mesa- es deshonesto y ruin! Que no entiendes madre… - el joven muchacho miro expectante la cara de su madre , pero no recibió ninguna respuesta – no jugare en tus sucios juegos – se dio la vuelta y salió del lugar azotando la puerta. La mujer que se hallaba en la sala, sonrió de nuevo y entre lazo sus manos apoyando los codos en la mesa- lo harás mi querido Marshall… después de todo por ti corre sangre Abadeer... El joven pelinegro caminaba por la acera, su ceño fruncido dejaba ver su enojo y no iba a disimular, al diablo con las apariencias de familia perfecta, él no lo seguiría con eso. Siguió caminando, con las manos metidas en los vaqueros, y los pensamientos inundando su cabeza no quería pensar en lo sucedido con su madre pero le era inevitable, como se atrevía a pedirle eso.. Flas back - Marshall!! – la voz de una fémina llamo la atención de sus orejeras, sin embargo decidió ignorar el llamado y seguir componiendo música – Marshall!! – Se escuchó de nuevo- abre la puerta o la tiro!! – el joven pelinegro se quitó las orejeras a regañadientes y acudió al llamado de su puerta, no dudaba que la persona atrás de esta la derribara, ya antes lo había hecho y no quería que pasara de nuevo, abrió la puerta y se encontró con Marceline , su hermana. -que quieres enana? – dijo este recostándose en el marco de la puerta. -enana? JA! Soy mayor que tu Marshall entiende eso de una buena vez- era cierto Marceline era mayor por unos meses, pero eso no quitara que el fuera más alto que ella y como Marceline se la paso atormentándolo de niño diciendo cosas como “si no haces lo que te pido le diré al hada de la altura que te deje igual de chaparro” pero alabado sea un dios que no conozco, llegue a medir 1.80 m, pero aun así le tocaba ser atormentada ahora a ella -pero eso no te quita lo enana – sonrió con sorna Marshall, puso la mano es la cabeza de su hermana y se agacho a su altura, marci media 1.67 – o si pequeña marci? El tono burlón de su hermano le hiso sacar de sus casillas a marceline, ella era paciente pero no tanto, sonrió de una manera un poco insana y pateo con fuerza a Marshall en la espinilla y este cayó al suelo agarrándose el área adolorida – mama te espera en su oficina – dijo por ultimo dándose la vuelta y andando por el pasillo, zarandeando su oscura y sedosa cabellera larga. Después de unos segundos de intensa agonía, Marshall se decidió a levantarse eh ir a la oficina de su progenitora, el despacho de su madre era algo temido desde niño, y los muebles de metal y pintura oscura y roja no ayudaba mucho ello, no era mal sabido que su madre era una mujer fría y calculadora de ese tipo de personas que lo que quieren lo tienen y si no lo consiguen, Marshall ando unos pasos más antes de toparse con 2 puertas grandes y de madera con gravados de la época gótica o barroca, nunca supo bien de donde eran pero tampoco le importaba demasiado saberlo, llamo 2 veces y recibió un “adelante” de parte de su madre, entro y serró con cuidado la puerta -siéntate Marshall – su madre se hallaba de espaldas sentada en su silla de cuero mirando el gran ventanal de su despacho – dime Marshall, tu amiga Fiona y su familia están disfrutando la estancia en AAA? Marshall se sentó con algo de desconfianza – sí, porque preguntas madre?... -nada mas – la silla giro y, Marshall y su madre quedaron de frente – mera… Curiosidad solamente- la sonrisa de su madre se hiso presente en su rostro, algo no andaba bien la única razón por la que su madre sonreía era por dos cosas; una buena inversión en los negocios o que tramara algo, quiso ser un poco despistado e intento pensar que era la primera. Pasaron unos eternos segundos de miradas - para que me llamabas madre?- dijo por fin Marshall. - bueno como sabrás, Fiona acaba de volver de Alemania junto con su padre y su hermanastro finn, oh e equivoco? -no… se fue hace 10 años- no le gustaba a donde estaba llevando su madre la conversación. -bien, y como también sabrás su padre es dueño de la compañía THE HUMANN y a pesar de que no es una gran compañía como NOCHOSFERA pero tiene a grandes inversionistas a los que no eh podido asesar por ser exclusivos de THE HUMANN-marshal fruncio el seño -y yo que tengo que ver con eso - la pequeña Fiona es muy hermosa no crees?- la sonrisa de su madre se agrando, que!! Fiona? Nunca había pensado en ella de esa manera, solo la veía como su mejor amiga de infancia y la niña de cabello rubio que no dejaba de usar su gorro de conejo a pesar del verano – necesito que la enamores y le saques los oscuros secretos de su padre o en el mejor de los casos que te de los registros de la compañía, se lo pediría a tu hermana pero su hermanastro no es una pieza importante en este juego – Marshall aun no cabía en lo que su madre había dicho- sé que Martin oculta grandes secretos en su compañía, solo necesito que saque uno bueno para mamá , sé que no se te ara difícil engañar a esa niña después de todo eres muy guapo – su madre sonrió. -ya basta!!- grito Marshall levantándose de la silla, no lo soportaba más- solo soy eso madre? Una herramienta para ti?!- grito exasperado -que? No, no cariño –la mujer sonrió, Marshall no supo si mentía o decía la verdad- yo te amo al igual que a marci , pero es acaso que no quieres ayudar a mama? No quieres que ella se sienta orgullosa de ti?, has lo por mama , solo necesitas engañar a esa niña y robarle los secretos de su padre, con ellos hare denuncia anónima y su empresa se acabara haciendo que los inversionistas vengan con mami- una sonrisa insana se posó en los labios de su madre - no... no quiero- como había acabado en eso , su madre le chantajeaba con su amor? -entiende Marshall-la voz lúgubre de su madre abarco la oficina– es por tu nuestro bien as me caso cariño- su sonrisa incremento con sorna. Fin del flas back.
Cap. 2: Gracias. Hace unas semanas atrás... El día estaba soleado, no había ninguna nube en el cielo y eso le producía calor a morir, no era una persona a la que le agradara especialmente los días de sol, si tuviera que especificar a ella le encantaba los días de lluvia, pero este día no era así, cuando salió el cielo se veía nublado y pensaba que seguiría así por lo menos hasta acabar su paseo pero para su mala suerte no fue así, el sol salió y ahora ella moría de calor en el parque, que injusto. Se levantó de la banca con pereza, ya salido el sol sus energías se esfumaban y no le apetecía hacer nada, decidió ir a la fuente de sodas enfrente del parque, tal vez con una paleta helada de grosella se le levantaban los ánimos, cruzo el parqué, había gente por todos lados niños corriendo mimos y malabaristas habiendo actos para ganar dinero, lo habitual, camino hasta el cruce cebra y se dispuso a pasar ya que no había ningún auto. Después de la pequeña compra , siguió caminando por las calles y avenidas de la pequeña metrópolis que era AAA, sumida en sus pensamientos y en lo que tenía planeado para esa noche, podía sentir la adrenalina en los dedos de solo imaginarse la batalla de bandas a la que acudiría, sonrió para sí y diviso la vista al frente a cuatro locales adelante había un mercado de pulgas ,en realidad no era muy fanática de esas cosas sin embargo talvez podría hallar un regalo ideal para Saimon y Simone , la mayoría de esas cosas eran platos de los 70s ,algunas baratijas y unas pulseras de amor y paz, nada realmente que le llamara la atención, mientras caminaba por los puestos algo choco contra ella haciéndola casi caer, - lo-lo siento- dijo un hombre, Marceline le miro mientras se sobaba la nariz ese impacto le dio muy fuerte en esta -uumm no se preocupe de que- dijo con calma, mirando hacia arriba ese hombre fácilmente llegaba a un metro y noventa o más, además de estar muy fornido y algo tatuado, pero algo le llamo la atención de ese hombre más que cual quiero otra cosa, su mirada profunda y abismática llena de odio que le miraban solo a ella. - tu… - Marceline cuestiono su mirada, más sin embargo no dijo nada– tu…eres la hija de esa mujer- -no sé de qué me habla señor, si me lo permite – hiso un leve ademan de disculpas con la cabeza y paso de largo. El hombre le detuvo de golpe sosteniéndola con fuerza del brazo y haciéndola retroceder –no te dejare ir, hasta que tu pagues todo lo que tu madre le hiso a mi empresa – el estridente agarre le obligo a hacer una mueca de dolor, pero se contuvo apretando los dientes para sus adentros. - su-suélteme... –Marceline forcejeo con fuerza más en cambio el hombre solo se inmuto, nadie la ayudaría, todos de alrededor tenían miedo de aquel hombre y tampoco quería causar líos, su madre tenía bastante confianza en su autosuficiencia para cuidarse sola, no quería tener que lidiar con que le mandara un guardaespaldas o en un caso más leve pero igual de malo a su hermano para que le estuviera vigilando todo el tiempo - tu madre acabo con migo, al rechazar mis contratos y demandarme de fraude todo se fue al caño – el hombre alzo furioso a Marceline del brazo haciendo que, hasta de puntillas, el piso le quedara corto –¡me metieron a la cárcel!- grito – y al salir nadie me dio trabajo, nadie me aceptaba por mi expediente –Marceline quedo tan cerca que pudo percibir el olor a alcohol en el tipo, - y ahora tengo que trabajar en esta pocilga, vendiendo cosas que nadie comprara - Marceline nunca cambio el gesto, le siguió mirando con la misma indiferencia a pesar del dolor de estar colgada posiblemente 40 cm del suelo, sujeta del brazo y sin posibilidades de zafarse por lo bien sujeta que la tenían. - e-esa no es culpa mía…- sus palabras tenían arrastre, si no hacía algo su brazo cedería por el peso, irónicamente pensó que no debió haberse comido esa dona glaseada de arándanos en el desayuno de hoy, pero el problema era ¿hacer qué?, no cargaba algo con lo que pudiera golpearle, una idea le encendió de repente, algo que había aprendido durante su vida escolar junto a su hermano menor , era la debilidad de todo hombre, pero algo sucedió de repente, una mancha borrosa azulina le paso por delante, haciendo que el hombre cediera de su agarre, provocando que marcí cayera de espaldas sin ningún equilibrio debido a la impresión, más sin embargo algo le acogió por la espalda, firmemente, giro la mirada hacia arriba y se topó con una mirada azul , era algo tan cristalino pero a la vez parecía arder juguetona-mente, marcí siguió la mirada de su rescatador y de frente vio una gran sorpresa, el señor que la había tenida sujeta, había sido derribado y estaba , posiblemente, inconsciente en el piso.
perdonen la demora es que simplemente no pude con la presión de las tareas pero como prometí el siguiente cap .u. esta aquí disfrútenlo los quiere shopi x3, denle me gusta o algunos comentarios respecto a como mejorar eso ayudaría mucho Q.....Q . Los personajes no me pertenecen solo la historia .u. capitulo 2.5: compensación. - ¿estás bien? – El chico le llamaba sonriente, - ¿puedes levantarte? –marcí no pudo reaccionar de acuerdo a la pregunta, ella nunca era así, sin embargo, no savia si era porque el chico estaba a contra luz o por su pelo rubio, pero pensó que brillaba un poco mientras le sonreía, ella suspiro, demasiado romanticismo para su cerebro por un día. - s-si – el chico le tendió la mano, más sin embargo Marceline se levantó por sí sola, no dejaría que el chico matara el poco orgullo que le quedaba, el rubio sonrió un poco “chicas orgullosas” era lo único que se le ocurría, una punzada en la muñeca izquierda hiso que contrajera el entre cejo y escondió el brazo detrás suyo, Marceline pudo notar por el rabillo de su ojo la sangre que goteaba de la mano del chico y se preocupó – tu mano sangra, déjame ver -el chico le negó con una sonrisa -no te preocupes está bien es mi trabajo saves, - dijo el sonriendo un poco –golpear a los malos, salvar a damiselas, cosas asi – termino con algo de simpleza - ¿damisela? – se cuestionó ella -je yo no soy una de tus tantas damiselas en peligro –dijo mientras examinaba la herida -podría decirte que hasta soy una vampiresa –sonrió con arrogancia, chico se sonrojo ante ese último y siguió en lo suyo, no era una experta pero de tantas veces que vio a simón curar las heridas de Marshall o las suyas podría decir que no era muy profunda solo un simple raspón, de un bolsillo de su pantalón saco una pañoleta roja que traía consigo y lo vendo con ella , - ¿sabes? “héroe”, deberías de dejar de herirte cada vez que rescatas a una damisela en peligro, ya que llegas a causar más daño del que arreglas-dijo esto último haciendo un pequeño nudo en el vendaje improvisado -creo que sí, jeje- el chico sonrió un poco y ella copio el gesto un tanto, ambos se miraron por un momento fijamente, el chico pudo notar que los ojos de la chica eran negros y profundos, más sin embargo había un brillo rojo, como si en los adentros de esa chica sus más grandes deseos y aberraciones estuvieran latentes -¡Finn!- alguien grito a lo lejos y ambos se separaron, el chico miro hacia la multitud que ya los había rodeado y estaban observando el cuerpo inconsciente del hombre, y diviso una chica de cabello dorado y largo atado en una coleta alta de ojos azul celeste - porque corriste así- la chica jadeo un poco y respiro profundo para continuar –me preocupe por un moment…- la chica no termino la frase y observo la escena que protagonizaba el chico y una chica desconocida, ambos se miraron y luego miraron sus manos, todo este tiempo ninguno de los dos se había soltado del agarre, ambos se sonrojaron y se soltaron de las manos rápidamente, la chica rubia sonrió con picardía un tanto y le dio leves codazos a el chico -hey Finn ¿no vas a presentarnos?- fin se sonrojo - n-no es lo que parece Fiona.- dijo un poco avergonzado, mientras Fiona aun le miraba socarronamente, Marceline noto lo que la rubia insinuaba y también se sonrojo -deberás, no es lo que parece- dijo Marceline, no quería crear malos entendidos, la chica los miro a ambos y suspiro -bueno, como ya lo habrás notado mi nombre es Fiona y este que vez aquí es mi hermano Finn - la rubia de ladeo la cabeza señalándolo y tendiéndole una mano amistosamente a marcí, marcí contesto el saludo de manos y era cierto la chica se parecía mucho a Finn, solo que su cabello era más rubio y los ojos de Finn eran de un azul más profundo, eran muy parecidos hasta podría decirse que eran algo asi como gemelos - mi nombre es Marceline, gusto en conocer a la hermana de mi “héroe”-dijo ella haciendo comillas con los dedos, Fiona se rio un poco -si entiendo, ¿qué le paso esta vez?- pregunto Fiona -no tengo mucha idea pero al parecer se lastimo los nudillos -oigan estoy entero eso es lo que cuenta- dijo Finn a la defensiva -no realmente- dijo la rubia dándole un leve zape a Finn –te eh dicho que si vas a ayudar a alguien no le causes problemas a la gente a la que ayudas- suspiro ella -oye más cuidado con el herido – dijo Finn tratando de que su hermana no le hiciera más daño, pues era cierto, sus nudillos le punzaban a morir, pues cuando golpeo a ese hombre no midió bien la dirección del impacto ni mucho menos la fuerza, lo único que su cuerpo pudo hacer es reaccionar al impulso de ira hacia aquel patán que trataba tan bruscamente a Marceline, y a la hora del impacto termino dándole de lleno a la mandíbula, con tal fuerza que hasta pudo sentir los dientes del señor encajarse en sus nudillos - no te preocupes Fiona- dijo marcí –a pesar de estar herido me ha salvado de ese hombre- ella sonrió un poco - y agradezco mucho eso- -jeje –rio un poco fin avergonzado- no hay de que deberás- -pero hay algo que me tiene intrigada- cuestiono la vampiresa - a pesar de que esta ciudad es algo grande, yo nunca los había visto por aquí, ¿son nuevos? -algo así- dijo Fiona -¿algo así?-Marceline alzo una ceja, -lo que Fi quiere decir, es que antes ya habíamos vivido en AAA, pero nos tuvimos que ir por razones familiares por mucho tiempo y ahora hemos regresado- dijo Finn encogiéndose de hombros -ya veo- su historia sonaba convincente para marcí, sin embargo si antes Vivian a aquí ella debería haberlos visto antes, puesto que no fue hace mucho que AAA se convirtió en una metrópolis, pero no recordaba haber visto a dos gemelos rubios paseando por ahí –bueno, quiero agradecerte de algún modo- dijo mirando a Finn, su madre le había enseñado desde pequeña a retribuir los favores que se les hacían y a nunca deberle nada a nadie, y aunque estos no eran negocios, las costumbres siempre se le quedaban -umm- murmuro Finn -realmente no lose- dijo mientras se encogía de brazos- y tu ¿Fi?, ¿algo que nos haga falta?-la rubia, no le había prestado atención estaba viendo como algunos señores de los puestos vecinos se llevaban el cuerpo inconsciente del hombre a algún lugar, algo en ella sentía que debía llamar a la policía para que arrestara a ese tipo por intentar agredir a una joven, pero realmente no sentía que quería armas una barulla que los persiguiese, porque al parecer la gente de aquí era muy unida y algo aterradora -emm dijiste algo? – murmuro ella - que si hay ¿algo en lo que Marceline nos pueda ayudar?- Fi esta vez sí había escuchado correctamente -creo que no, almenas que pueda conseguirte un trasplante de cerebro - dijo de una manera muy simplona, Finn solo se limitó a verla de una manera inquisidora como un “me desquitare pronto” -jeje, ya veo,- Marceline rio un poco y murmuro para sus adentros - oh ya se-dijo chasqueando los dedos- ¿qué les parece ir a un concierto de rock esta noche?-dijo rodeándoles los hombros con sus brazos para hacer más privada su conversación -no lose- se cuestionó Fiona -anda será divertido- dijo Marceline- es un concierto de rock que se ara esta noche en los dominios del Linch- -dominios del linch?- pregunto Finn arrugando el entrecejo -es un teatro abandonado a las afueras de la ciudad, se dice que está encantado- dijo ella encogiéndose los hombros, a Finn le brillaron un poco los ojos todo en cuestión de terror le fascinaba se podría decir que él no tenía miedo a nada, más en cambio Fiona sintió escalofríos -suena genial- dijo el rubio- debemos ir Fiona- la chica se cuestionó por un momento eso -no lose Finn, padre llegara temprano hoy –le miro y el chico perdió por un leve instante la sonrisa en su boca, Fiona le miro y rápidamente le dio un palmada en la espalda- oh pero ya qué más da, iremos- sonrió ella y el chico rubio le correspondió el gesto tiernamente -bien Marceline tu solo dinos donde ir- pronuncio Finn a la pelinegra.