Entré a esa casa, muchos decían que estaba embrujada debido a que estaba abandonada, obviamente yo no creí eso. Era tenebrosa, las rejas oxidadas, el pasto alto y la fachada en mal estado. Sí, hubo una razón para estar ahí; mis amigos me desafiaron a entrar a esta casa. Muchos me decían que era un chico sin sentimientos, que no tenía corazón debido a mis actitudes, ya que siempre tenía una expresión seria, no sé cuando comenzó esto, pero hasta tal punto de que cuando murió mi madre, no derramé ni una sola lágrima, como si fuera algo indiferente. No reía con los chistes ni nada por el estilo. Pero bueno, yo me había dado esa fama debido a mis acciones. Podría jurar que nunca sentí alguna emoción, era raro, único en mi especie. Cuando entré, todo estaba en mal estado y en penumbra debido a que afuera era de día y las cortinas eran traslucidas. Había telarañas, todo polvoriento, objetos tirados y demás. Pero lo raro fue que cuando entré, la puerta se cerró sola. Bueno, no dije nada y supuse que era el viento. Caminaba lentamente por el interior de la residencia con mi semblante serio, empecé a oír un sonido un tanto extraño, como si fuera que alguien silbaba lentamente pero hice oídos sordos y seguí; la apuesta era aguantar treinta minutos dentro, así que para matar el tiempo me puse a recorrer el lugar, observando indiferente. Pasaron dos minutos y empecé a oír pasos que se acercaban, empezó lento y después fue subiendo la velocidad. —¿Juan, estás ahí? —pregunté, mi semblante se puso más serio de lo normal, esperé una respuesta pero nadie respondió; pensé que era Juan, uno de mis amigos que esperaba afuera, ya que él es de hacer bromas, por ahí entró para tratar de asustarme. Por consecuente los pasos se detuvieron, esperé unos segundos y al ver que nada pasaba seguí explorando el lugar; caminando por los corredores sin entrar a ninguna habitación. Pasaron unos minutos más y estaba por salir del corredor para volver a la sala principal, pero empecé a escuchar cosas que se movían, rompían, un chillido que aturdía y mucho. Empecé a tener un dolor de cabeza terrible. Me puse a pensar y estaba solo en esa casa, yo no creía en los fantasmas, pero, ¿quién causaba estos sucesos? Me acerqué lentamente a donde termina el corredor y miré apenas para la sala principal, no podía creer lo que veía; las cosas volaban, sillas, la mesa, las cosas de vidrio que había en un mueble (que antes no estaba), absolutamente todo lo que había en la sala volaba de un lado para otro. Algo en mí cambió, mi corazón dio un vuelco; latía a mil por hora, sudaba frío, y una cara de horror apareció en mí, ¿acaso tenía miedo? De repente sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, giré para atrás para observar aquel pasillo y vi que algo o alguien se metió en una de la habitaciones. ¡¿Qué demonios pasaba?! Me di la vuelta y empecé caminar apresurado hacia la salida ya no aguantaba más, sólo pasaron unos diez minutos. Algo me dijo que mirase hacia el corredor del lateral derecho de la puerta principal, yo venía del de enfrente, miré y vi una sombra negra corriendo hacia mí a gran velocidad, por consiguiente escuché un grito de terror de una mujer. —¡Ah! —grité con desesperación con una cara de pánico y terror mientras mis ojos se llenaban de lágrimas. No obstante corrí hacia la ventana, supuse que la puerta podía estar cerrada y me arrojé como venía, rompiendo los vidrios de ésta saliendo hacia el exterior, luego corrí hacia fuera del terreno en general y ahí estaban mis amigos. Podía notarlos preocupados, me preguntaban que me había pasado, querían saber el porqué estaba en ese estado; parecía que me volvería loco, apenas logré salir del lugar en sí, me acurruqué en mis brazos y piernas, estaba en posición fetal; mi corazón estaba al máximo, estaba temblando y llorando. No podía creer lo que había vivido, esa fue mi primera experiencia paranormal y, la primera vez que sentí el miedo. Muchos dirán, 'que exagerado', pero soy un niño de tan solo trece años.
Creo que este one-shot tiene potencial y bien podría ser el prólogo de una historia de terror, creo que podría ser algo muy interesante. No sé, porque a mí me da la sensación de que se queda cortado, de que la historia quiere contarnos más, pero no le has dejado. No sé si me explico. ¡Sigue trabajando! ¡Un saludo! :)
La narración está muy bien, pero me parece que falta más interioridad de los personajes, más pensamiento abstracto y menos descriptivo ("me recuerda a tal cosa", "se parece a", "como el otro día que") que ayuda a completar la psiquis del personaje. Por otro lado, el título revela demasiado... Cuando se hace alusión a la casa abandonada y a su falta de emociones, ya sabemos lo que va a ocurrir y se pierde el efecto de final sorpresivo, la cachetada metafísica. Aún así, cambiando el título, es un final débil... Un final "inesperado" para el cine, pensándolo como escena, pero obvio a la lectura, muy predecible, por eso parece más la antesala a una historia mayor, que no está mal, pero que requiere más trabajo para ser una historia corta.