Micro-antología mitica

Bueno amigos, con la imaginación al 100 %, se me ocurrió presentarles una antología de micro-relatos de diferentes culturas y mitologías que iré publicando de 5 en 5, son de géneros y temas variados, un regalo en parte para mi hermana mayor Dororo, ojala les gusten.

Crossover mitológico (Maya y Azteca)

Tembló la tierra ante la temible protagonista del terrible destino de los dioses, rugió al cielo meando su monstruoso cuerpo negro ante los cielos, que temblaron por arribo, emanaba muerte y destrucción, desgracia y penuria, engendrada por el dios del engaño profetizaba el fin de los tiempos. Una segunda figura surgió de pronto ante ella, dueña de luz de fuerza, sabiduría y poder, imperante una viento puro e imponente, alas blancas angelicales, adornadas con bordes dorados emanaban de su cuerpo escarlata cubierto de plumas, la segunda serpiente emanó un fuerte gruñido ante su adversaria, lanzándose a una precipitada batalla a muerte.
La abominable criatura de muerte, lanzó varias arremetidas contra su rival, pero este veloz como el viento mismo se veía desaparecer invisible y sigiloso. Un solo golpe certero, una mordida en la yugular del monstruo, mano la sangre venenosa de la herida mortal, mientras que lanzaba un chillido de dolor, la serpiente emplumada por su divinidad era inmune a este virus y solo se pavoneo al cielo victoriosa, Kukulkan señor del viento maya había puesto fin al Ragnarok antes de comenzar.

Vanidad insensata (Grecia)
Medusa serpenteaba de un lado al otro en entre las fauces del Tartaro, impaciente, el tiempo se agotaba. Posó sus manos por su cuello intentando reducir su tensión, días atrás no había dormido y ese día planeaba salir, su aspecto podría ser fatal, la hora pactada casi llegaba, entre los restos de aquellos guerreros muertos, buscó rogando por que al menos hubiese alguno, empuñado en la mano derecha de un espartano, tomo un bello escudo dorado, adornado con varias incrustaciones y se observó en él.
— Se nota muy poco, a pesar de este aspecto sigo siendo hermosa— se dijo así mismo con cierto orgullo.
Una extraña sensación se produjo en su abdomen, su cuerpo se transformaba en granito desde el cascabel de su cola hasta cada serpiente de su pelo, tarde comprendió su estúpida insensatez.

Afán (leyenda popular hispana- la llorona-)
Lo observó con impulsivo anhelo a una distancia prudente para que no la asustara su presencia, su risa traviesa, sus pequeñas mejillas sonrojadas, era pequeña, frágil, tendría unos seis años de edad, jugando ante la luz de una farola en la noche. Soñó que podía llevarla consigo, al menos estar cerca, ya casi había olvidado esa sensación, pero ese amor aún prevalecía en su torturado y muerto corazón, después de todo ese era su lamento noche tras noche, su pena infinita y la culpa que cargaría por siempre. Así se alejó emitiendo grito desgarrador en la oscuridad.

Aquel pequeño sacrificio. (Mitologia Peruana)
Observó su cola reducida a un pequeño muñón en su parte trasera, dio un pequeño suspiro y entre pasitos nerviosos llego hasta su amigo la paloma, posada en la misma rama.
— Vamos picaflor ha valido la pena, ahora todos tienen fuego y calor, unas cuantas plumas valen la pena por eso— le dijo abrazándolo con sus alas.
El asintió con la cabeza y se sintió orgulloso, alegre absorbió néctar de una flor cercana.

Dias de Furia (Japon)
Un alarido, eso fue todo, enterró su garra de un desgraciado humano que pasaba para su infortunio frente a él, disfruto cada segundo que a la alimaña escapaba la luz de sus ojos y se apoderaba de su espíritu. Ese dolor, ese maldito dolor que le producían sus cuernos le hervía la sangre, le erizaba la piel, mostraba sus ojos inclementes y sus afilados dientes entre una sonrisa de superioridad. Rugió produciendo un poderoso trueno, mientras que de arrojaba el cuerpo inerte de su víctima, esta furia inmortal lo alimentaba, era su destino, pasado y futuro. Se escuchó un grito alguien había descubierto su fechoría, unos estudiantes de una escuela cercana encontraron el cuerpo y a pesar de estar frente a él, su monstruosa apariencia y ese rojo intenso que cubría su piel. Pestaño y tuvo una vez más que más que refugiarse bajo esa indigna mascara de hombre, paso al lado de los chicos que alterados le pidieron ayuda, él, indiferente siguió su camino.

 

La segunda tanda de cinco ^^.
Instinto. (Mothman- leyenda USA)

Esa era una noche oscura y tenebrosa, recorría Evergreen Street con cierto presentimiento que alguien me seguía, empleaba la luz de mi celular como una lampara en contraste a la escasa luz amarillenta de las farolas. Breves soplos de un viento entre cortado como aleteos se escuchaban a lo lejos rompiendo el silencio, acelerando los latidos de mi corazón y mi tensión, lamía mis labios, completamente nervioso, era como una especie de tic que me ocurría desde pequeño, un escalofrió recorrió mi columna cuando un céfiro helado bufó detrás, el tenue brillo de la farola ensombreció de momento mientras una silueta gigante sobrevolaba cercana a mí, retrocedí unos pasos abrazando con ambas manos el celular dirigiendo su luz hacía la oscuridad del cielo y sus alrededores.
Entonces, lo vi, una gigantesca criatura semi-humana, corpulenta, de un azul grisáceo, enormes ojos insectiles color rojo, unas mandíbulas que se entrecortaban en cuatro puntos, alas desgarradas y venosas resplandeciendo con cierto brillo sobrenatural como envueltas por la luz de la luna, se dirigía hacia mi entonando agudo silbido, elevando sus garras con tres falanges hacia a mí, pensé en correr pero mis piernas no me respondieron.
Cerré los ojos esperando mi inminente fin, pero nada sucedió, el aleteo se escuchaba próximo a mí pero era como si se encontrara estático, al abrir los ojos, con completa ironía, vi a la enorme bestia de más de dos menos girando verticalmente plenamente hipnotizada por la luz de mi celular, después de todo, era una polilla.

Elegido (Mitologia Catalana)

Dieciséis horas después de labor de parto, Mariana Vega había caído en un profundo sueño de seis horas. El leve sonido del llanto de su retoño comenzó a despertarla, poco a poco comenzó a abrir los ojos cuando el llanto del pequeño cesó son por completo, una luz tenue y rosada, la ilumino de momento.
Abrió los ojos desconcertada sorprendida observó cómo su pequeño yacía en brazos de una mística criatura, era una joven de piel blanca con cabellera larga y fulgurante como los rayos del sol, sorprendente belleza en cuyo rostro prevalecería por siempre, vestía una túnica blanca y su naturaleza a diferencia de las mujeres humanas era mas leve, le cantaba en susurros al niño y le sonreía gentilmente, el bebé permanecía tranquilo.
La bendición de aquel ser mágico sobre el pequeño, aquella Aloja divina, significaba que la grandeza era su destino.

Labores del hogar (mitologia rusa)

El joven Domovoi llamado Umpik yacía junto al fuego batiendo entre sus manos las brazas como si fuese algún tipo de masa suspiraba descansando, era su lugar preferido lejos de cualquier vanidoso espejo y tan próximo a su amado fuego. El dueño de la casa del cual era él era una peluda replica, se encontraba fuera y todas sus labores terminadas, cerraría los ojos para dormir una pequeña siesta cuando escuchó un fuerte estruendo, se levantó y se asomó por la ventana derecha de la casa, todo el escándalo era en la casa de al lado, padre, madre e hijo salían huyendo precipitadamente por las puertas y ventanas.

Suspiro con tristeza.

— Nûvik, al fin lograron, tu necedad de permanecer en casa fue tu condena, eran completamente descuidados con cualquier cosa —le pego al vidrio —sucios, malhablados, nuestra naturaleza no soporta nada de eso, ni siquiera desde que te invocaron te dieron de comer ,¡Que uno les sea invisible, no quiere decir que no este aquí!

Una pequeña alimaña monstruosa similar a él de no se por sus ojos alargados, afilados colmillos y garras negras, se aferraba a la cabeza del padre de familia, para ellos no era visible pero sus mordidas, rasguños y golpes que violentamente le propinada si los podía sentir.
Umpik pensó en ayudarles, pero no era algo que no merecieran, era mejor así. El Domorik ahora transfigurado se disponía ir contra el hijo cuando observó hacia su hogar, precipitadamente y en cuatro patas, corría hacia allá.

—¡No!, ¡No!, no hacía aquí que mi deber será en enfrentarte por el honor de la casa que soy dueño — dijo en murmuró como si pudiera escucharlo.

Su encuentro era inevitable, no podía hacer nada mas. Abrió la puerta de la entrada y antes de que llegara lo confrontó, juntando sus manos le lanzó una pequeña esfera de fuego que lo hizo rodar hacia atrás varios metros, el demonio se levantó enseguida y de su boca lanzó varias bocanas ígneas que Umpik esquivó con maestría, sin embargo antes que se diera cuenta terminó saltándole encima. Gemía, gruñía, poco quedaba de su buen amigo en ese rostro, apenas podía lidiar con el deteniendo su garras frente a su rostro a la mitad del umbral de la puerta a su hogar.
En medio de la batalla vino a él un delicioso aroma, avena, no, aljonjolí, no, trigo si, eso era, volteó su rostro a la derecha y vio una pequeña tela blanca y recordó el pan salado que el amo de la casa dejaba para él, dirigió la vista hacia Nûvik, entonces lo entendió al ver sus ojos pupilas dilatadas ansiosas hacia eso, con un rápido movimiento lo lanzó hacia afuera y el pequeño demonio fue tras él, frenéticamente comenzó a devorarlo, con cada bocado su normalidad regresaba hasta que era de nuevo un pequeño, bonachón y peludo hombrecito de nuevo.

— Gracias —dijo Nûvik mientras se tiraba al piso exhausto

— La próxima vez has de elegir bien a tus amos —observó a la familia que herida y avergonzada entrada a su domicilio — dos casas por haya ahí un nuevo vecino, si estas cerca tal pueda invocarte — se mantenía cabizbajo — por cierto, mencioné que es pastelero — Nûvik sonrió.

Ejecución (Mitología Egipcia)

Ansiaba carne y huesos, ansiaba el sabor de un corazón maldito, observaba al enjuiciado como un tiburón lo hace cuando sus sentido han quedado inyectados por la sangre vertida en el agua, Tot el dios sabio, tomaba aquel en su mano derecha mientras sostenía el Anj con la izquierda, manteniendo así la esencia del difunto para ser comparada en una balanza con la pluma de Maat la verdad, justicia y armonía universal, este era el juicio de Osiris que decidiría si el era “justo”, la pluma y el corazón pesarían lo mismo.

Pero, ella lo sabía por sus enormes fauces de cocodrilo entrada ese hedor a podrido de los malditos que había terminado degustando como un gusto adquirido, olía a robos, a muerte y pecado. Con leve rechinido la balanza se inclino confirmando sus sospechas y mostrando sus colmillos inmisericorde saltó sobre él y lo devoró.

El llamado. (Mitología Argentina)

Luís estaba agitado en el interior de sus casa, inquieto, manoteando al viento y alerta a cada movimiento, la euforia de esos días de su herencia su conducción familia lo condenaba y bendecían, ultimo hijo de siete, el estomago, esos mareos de nuevo, que nadie vea lo que en su interior reside, huir al monte ya no es opción, solo esperaba a que ocurriera antes de que alguien lo viera, cayó al piso y la transformación comenzó.
El hombre-lobisón se levanta con la forma de un perro inmenso, de color acre que va del negro al marrón, ojos rojos refulgentes como dos brasas encendidas, patas muy grandes que son una mezcla de manos humanas y patas de perro, sonidos inteligibles salió de su hocico y salta por la ventana.
Media manada de perros del vecindario lo siguen como el alfa de su manada, el corrió orgulloso, libre y salvaje ante la noche, su dominio, hasta que una herida en cuerpo o alma le devuelva su humanidad.