Mi princesa de la luna oculta [ inu no taisho x izayoi]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por KimikoKagome, 25 Julio 2011.

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    KimikoKagome

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    Título:
    Mi princesa de la luna oculta [ inu no taisho x izayoi]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2787


    Esta es la historia de la bella princesa Izayoi y del poderoso Inu no Taisho "La bestia comandante", un amor apasionado pero por demás prohibido al ser ella una humana y él un feroz yokai, un amor tan profundo que daría como resultado el nacimiento de un niño hanyou...

    Los personajes de esta historia no me pertenecen, son propiedad de Rumiko Takahashi autora de "InuYasha: un cuento feudal de hadas"


    He decidido comenzar esta historia debido a una duda que he tenido desde siempre y estoy segura es la misma de muchos de los fans de InuYasha ¿Cómo fue que se conocieron Izayoi e Inu no Taisho? x3 ¿Cómo fue su historia de amor? bueno quizá con mi versión de la historia se den una idea ^^ espero y sea de su completo agrado
    -Kimiko Kagome

    ------------------------------------------------

    Prólogo:
    Hace muchísimos años, ahora no puedo recordar cuantos, existió una bella princesa, su piel era blanca como la nieve, tenía unos hermosos ojos color chocolate y un largo y lacio cabello negro, era la única hija de un rico y poderoso señor feudal, su nombre era Izayoi, su vida estaba por demás resuelta gracias a las riquezas de su padre, tenía a su disposición los mejores kimonos de las telas más elegantes su prenda favorita era un bello kimono rosado con flores en un rosa más oscuro con un fondo azul y rojo, así como los más selectos maquillajes para realzar su belleza nata, pero aun así se distinguía por ser una joven sencilla y de noble corazón, pero su vida cambiaria por completo el día que conociera al que sería el amor de su vida y padre de su hijo…

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    Capitulo 1: "El comienzo: El día que te conocí"

    Era una fresca mañana, la bella Izayoi se encontraba sentada en unos de los pasillos de la enorme mansión de sus padres, se encontraba observando el hermoso jardín mientras bebía una taza de té

    -Izayoi…- le llamó una ronca voz

    La linda princesa volteó para ver a quien le llamaba y observó a dos hombre parados frente a ella, uno era un hombre de apariencia adulta que vestía las típicas ropas de un terrateniente y el segundo hombre era un joven de tez morena, cabellera negra y fríos ojos grises, este portaba una armadura samurái de color rojo

    -¿Si? ¿Sucede algo padre?- le preguntó curiosa al hombre mayor

    -No sé si recuerdes al hijo mayor del antiguo guardián de la familia- comenzaba a decirle su padre mientras el joven samurái daba un paso hacia enfrente –Setsuna no Takemaru…- presentaba al joven mientras Takemaru hacia una reverencia a la princesa –solían jugar cuando niños…- concluía el poderoso terrateniente

    -Si claro que lo recuerdo- contestó Izayoi mientras se ponía de pie y miraba dulcemente al joven -Cuánto tiempo ha pasado ¿No Takemaru?- le preguntó con una linda sonrisa

    -S…Si…princesa Izayoi…- tartamudeó el muchacho levemente sonrojado por la dulce mirada de la princesa –Es más hermosa de lo que recuerdo…-pensaba el joven samurái mientras miraba a Izayoi

    -Takemaru tomara el lugar de su padre al hacerse cargo del bienestar y protección de nuestra familia, se hará cargo en especial de ti hija- le explicaba el señor feudal a su joven heredera

    -¿De mi?- preguntó curiosa Izayoi –Padre ¿pasa algo?- continuó preguntando levemente más preocupada

    -Veras Izayoi- comenzó el hombre mayor –En esta época de constantes guerras, quien tenga la fortuna de casarse contigo tendrá derecho a mis tierras y a mi ejercito, es por eso que no podemos permitir que cualquiera se te acerque… una guerrilla amenaza nuestra casa, es por eso que le he pedido a Takemaru que te traslade a nuestra casa de verano- concluía tranquilamente

    -Ya veo…- respondió Izayoi levemente intranquila

    -Descuide no permitiré que le pase nada- le tranquilizaba Takemaru logrando que Izayoi dirigiera su mirada hacia él –Prin….princesa Izayoi…- concluía nervioso

    -Saldrán por la tarde así que prepara tus cosas hija- concluyó su padre mientras daba la media vuelta y se marchaba de la habitación

    -Nos vemos más tarde princesa…- se despidió Takemaru mientras hacía nuevamente una reverencia a Izayoi y seguía al señor feudal

    -Protégela con tu vida-le ordenaba el terrateniente a Takemaru en voz baja mientras se alejaban de la princesa

    -Si señor- le contestó Takemaru mientras volteaba hacia atrás para ver una vez más a la bella Izayoi
    Una vez que los dos hombres se fueron, Izayoi camino hacia su habitación, deslizo la puerta corrediza y encontró a sus sirvientas guardando todos sus finos kimonos, así como sus maquillajes y peinetas en unos baúles de madera

    -Veo que fui la ultima en enterarme- comentó Izayoi al ver como todas sus cosas eran acomodadas dentro de los pesados cofres

    -Princesa Izayoi- comenzó una de las mujeres –Su padre nos ha ordenado empacar todas sus cosas- concluyó la mujer que a simple vista podía distinguirse que era la más joven de todas las sirvientas en la habitación, aparentaba la misma edad de la princesa

    -Si, Hikari, ya lo sé- le contestó Izayoi con una tenue sonrisa

    -La extrañaré mucho, señorita Izayoi- confesó Hikari

    -no tendrás porque hacerlo, porque tú me acompañaras- dijo Izayoi sonriente mientras tomaba de las manos a la muchacha –Así que anda y prepara tus cosas-

    -S…si señorita Izayoi- contestó Hikari sonriente mientras salía de la habitación

    Cuando Hikari salió, inmediatamente entró otra mujer muy parecida a Izayoi, quien vestía un elegante kimono verde con bordados dorados, cuando las sirvientas la vieron entrar tomaron silenciosamente los baúles entre dos y salieron sigilosamente de la habitación, dejando a las dos mujeres solas

    -¿Ya estas lista Izayoi?- le preguntó la elegante mujer a la princesa

    -Si madre, mi señor padre ya me lo ha explicado todo- le contestó Izayoi a su madre –Pero no entiendo…- se preguntaba dudosa –Madre, ¿Por qué no vendrá conmigo?-

    -Mi deber es estar al lado de tu padre- le explicaba la dulce mujer quien notó la mirada dudosa de su hija –Cuando te enamores me entenderás hija mía…- concluía mientras sujetaba las delicadas manos de Izayoi

    Izayoi no entendía bien la voluntad de su madre, así que solo se dedico a sonreírle mientras le sujetaba las manos cuando unos tranquilos pasos se acercaban a ellas, era Takemaru

    -Princesa Izayoi, debemos irnos antes de que anochezca- le explicaba Takemaru a las dos mujeres

    -Setsuna no Takemaru- comenzó la mujer mayor al ver al joven samurái de pie frente a ellas –Mira cuanto has crecido, la última vez que te vi eras solo un niño- concluyó sonriente

    -Con su permiso mi venerable señora- se limitó Takemaru a decir –Debo llevarme a la princesa como se me ha ordenado- concluyó con una reverencia

    -Si, entiendo- contestó la mujer mientras se despedía de su hija con un tierno abrazo al tiempo que volvía a tomar su delicada mano y también tomaba una de las manos del guerrero Takemaru y las entrelazó -cuídense mucho- concluyó sonriente mientras que Takemaru se sonrojaba levemente al sentir la delicada mano de su amada princesa

    Afuera de la mansión se encontraba una carroza en la que ya habían montado los baúles con las pertenencias de la princesa, Izayoi caminaba en dirección a la carroza siendo escoltada por Setsuna no Takemaru, cuando se encontraron a Hikari quien llevaba una pequeña bolsa de tela

    -¿Estas lista Hikari?- le preguntó Izayoi sonriente

    -Si señorita Izayoi- le contestó la joven de clase baja a la princesa

    Ambas se sonrieron cuando Takemaru se paró a un lado de Izayoi

    -Takemaru, ¿Recuerdas a Hikari?, es la hija de la cocinera con la que jugábamos de pequeños- le comentó Izayoi al guerrero

    -Si, claro que la recuerdo…- se limitó a contestar Takemaru seriamente mientras le dedicaba una desinteresada mirada a Hikari, la joven sirvienta se sonrojó levemente ante la mirada de Takemaru

    -Muy bien, es hora de que emprendan su viaje- les decía el terrateniente que había salido a despedirlos –Cuídate mucho hija- se despidió de Izayoi con un abrazo

    -Si padre, los extrañaré mucho- se despedía la princesa correspondiendo el abrazo, inmediatamente lo soltó y se dirigió a la carroza, donde uno de los soldados le abrió la puerta para que ingresara siendo seguida por Hikari, una vez las dos adentro el soldado cerró la puerta

    -Takemaru, dejo en tus manos lo más preciado que tengo- le dijo el terrateniente al samurái

    -Cuente conmigo, no lo defraudaré- dijo Takemaru haciendo una reverencia al señor feudal, cuando el terrateniente se marchó siendo escoltado por un par de soldados Takemaru caminó hacia el frente de la carroza que se encontraba fuertemente protegida por soldados en cada costado y al frente de toda la guardia se encontraba su caballo un bello pura sangre de color negro se subió en él y dio la orden de avanzar, mientras tanto Izayoi y Hikari solo escucharon el trote de los caballos y la carroza moverse, su viaje había comenzado

    Ya comenzaba a anochecer y aun no habían llegado a su destino, las dos mujeres dentro de la carroza se habían quedado dormidas siendo arrulladas por el tranquilo trote de los caballos...

    El sol comenzaba a ocultarse y dos niños se encontraban de pie, uno frente al otro
    -Takemaru…kun…- dijo la niña que llevaba un sencillo kimono amarillo
    -No estés triste Hikari chan, me iré a entrenar para ser un poderoso guerrero samurái tal y como lo es mi padre- le decía el niño a la hija de la cocinera
    -Si, y volverás para ser el jefe de guardia de esta casa ¿No es así?- le contestaba la niña con una sonrisa
    -Si así es- le respondía lleno de orgullo –y entonces podré reclamar a la princesa Izayoi como mi esposa- decía seguro de sí mismo
    -A… ¿Izayoi?...- preguntaba Hikari desilusionada

    -¿Hikari?...- se escuchó la dulce voz de la princesa

    -S…¿Si?- respondió Hikari

    -Ah lo siento ¿Te desperté?- le preguntó tiernamente Izayoi

    -N…no princesa no se preocupe- le contestó Hikari con una sonrisa

    -Está bien- le sonrió Izayoi cuando bajó su mirada y observó esa bolsa de tela que llevaba Hikari entre las manos -¿Qué llevas en esa pequeña bolsa?- le pregunto dudosa la princesa

    -Son mis pertenencias…- le respondía la sirvienta

    -¿En esa pequeña bolsa?- le preguntó Izayoi mientras observaba extrañada, claro a la noble mujer le parecía una bolsa muy pequeña para llevar las pertenencias de alguien, ya que ella necesitó más de un gran baúl para guardar tan solo sus maquillajes –No eso no está bien- renegó con un gesto de molestia –Mi dama de compañía debe portar los más finos kimonos…- seguía renegando la princesa

    -¿Da…dama de compañía?- preguntó Hikari sorprendida

    Izayoi solo se dedicó a sonreírle dulcemente a la sorprendida Hikari –Cuando lleguemos, ordenaré que te compren ropa nueva- dijo aún sonriente

    -Si señorita Izayoi, muchas gracias- le contestó Hikari devolviéndole la sonrisa

    Mientras las dos mujeres hablaban dentro de la carreta, Takemaru encabezaba a toda la escolta que protegía a Izayoi, el viaje se atrasó debido al camino en mal estado y el sol ya había desaparecido por completo así que fue necesario que se encendieran antorchas para poder observar a través de la densa noche

    -Señor Takemaru- le llamó uno de los soldados -¡Mire eso!- le dijo señalando a un gran y grotesco ogro que se acercaba a ellos y paró justo enfrente de Takemaru y sus hombres

    -Ustedes humanos, ¿Qué quieren aquí?- preguntó el asqueroso ogro

    -Eso a ti no te importa, así que apártate de mi camino antes de que te mate- le respondió Takemaru en un tono desafiante

    El ogro ignoró a Takemaru cuando vio la carreta que custodiaban
    -Esa es una elegante carroza, seguramente llevan algo valioso ahí- sonrió fríamente el ogro mientras se acercaba a la carroza pero Takemaru con su caballo le impidió el paso

    -Te lo advierto, ¡no te acerques o no dudaré en matarte!- le continuó desafiando el samurái mientras los soldados colocaban sus lanzas y arcos a la defensiva

    El ogro se enojó ante el insolente humano así que con sus poderosos brazos apartó a Takemaru y a sus hombres empujándolos violentamente contra el suelo

    -¡Izayoi!- gritó Takemaru que había caído sobre su caballo

    Los hombres que le lanzaban flechas o lo atacaban con sus lanzas para evitar que se acercara al carruaje pero sus ataques eran en vano y solo recibían un fuerte golpe por parte del ogro que los alejaba violentamente, cuando logró llegar al carruaje lo destruyó dejándolo reducido en pedazos y entonces vio a las dos mujeres muertas de miedo, pero puso especial atención en Izayoi

    -¡Pero qué hermosa mujer! ¡Y seguramente sabe delicioso!- exclamó el ogro haciendo que Takemaru reaccionara de inmediato y desvainara su espada al mismo tiempo que el ogro con su grotesca mano sujetaba a la princesa

    -¡Ni se te ocurra tocarla!- gritó Takemaru al mismo tiempo que encajaba su espada en la pierna del ogro para inmediatamente sacarla ensangrentada, haciendo que este gritara de dolor y soltara a Izayoi

    -¡Señorita Izayoi!- gritó Hikari -¡Corra!-

    Izayoi le hiso caso a Hikari y comenzó a correr en dirección a un profundo bosque

    -¡¿A dónde crees que vas?- le gritó el ogro mientras comenzaba a perseguirla

    -¡Tu pelea es conmigo!- le gritó Takemaru al ogro

    -¡No estorbes!- le respondió el feroz ogro mientras lo golpeaba fuertemente y lo estrellaba contra un árbol

    -¡Takemaru sama!- gritó Hikari mientras corrió en su ayuda

    El ogro ignoro al resto de los soldados que intentaron enfrentarlo y corrió en busca de la princesa
    Izayoi corría por el bosque sin importarle que su fino kimono se maltratara o se rompiera, era más importante salvarse, las lágrimas que brotaban de sus ojos le nublaban la vista cuando de repente tropezó con una piedra que hiso que se lastimara el tobillo
    -¡Ahí estas!- le gritó el babeante ogro

    Izayoi estaba muy asustada se intentaba levantar para alejarse de su atacante pero el dolor de su tobillo era muy intenso así que se arrastro para alejarse pero el ogro la acorralo debajo de un árbol

    -¡Serás mi cena!- le gritó el ogro mientras se abalanzaba hacia ella, cuando unos látigos brillantes verdes lo atacaron quemándole su gruesa piel

    -No nos estorbes- le ordenó una fría y serena voz

    El ogro estaba dispuesto a atacar a aquella voz cuando unas ráfagas amarillas muy parecidas a unas garras lo partieron en pedazos ante los sorprendidos ojos de la princesa Izayoi; entonces frente a la princesa camino desinteresadamente un hombre alto de cabello largo y plateado, con un kimono masculino blanco detalles en rojo, sobre el cual llevaba una armadura de acero con púas, sujetado con un obi de color amarillo, así como una larga estola, su piel era blanca, llevaba en los costados de su rostro unas franjas rojas y en la frente una media luna azul, miró a Izayoi sin el más mínimo interés con sus ojos de color miel y continuó caminando
    Izayoi quedó atónita con aquel ser, que sabía bien que no era un humano.

    -¿Te encuentras bien?- le preguntó una segunda voz que distinguió no era la misma que había retado al ogro hace unos instantes, esa voz que le preguntaba era aun más firme y demostraba mayor autoridad, Izayoi se dio la vuelta para ver de quien se trataba y entonces lo vio…
    Era un ser muy parecido al que vio anteriormente solo que este era unos centímetros más alto, era levemente más moreno y las franjas a los costados de su rostro eran color azul, llevaba un kimono blanco con detalles en azul, su armadura de acero era más grande que las del hombre más joven ya que no solo tenia púas en el pecho si no también contaba con unas grandes laminas de acero que protegían sus hombros sujetados por un obi rojo, y su largo y plateado cabello estaba sujetado con una cola de caballo
    El misterioso ser al ver que la asustada mujer no le respondía se agacho a su lado para poder verla fijamente
    Los bellos ojos chocolate de la princesa se encontraron fijamente con los ojos miel de aquel ser, aunque solo fue por un momento los corazones de ambos latían muy rápido; el hombre rompió con aquel momento cuando acerco su mano hacia ella para ayudarla a levantarse…
     
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    Wooooooooowww!!!
    Bueno... HOLA!! Hahahaha!! Bueno... No me gusto, ni me agrado... Ni nada por el estilo... No se que tiene pero... Solo que... ME FACINÓ y SUUPER REQUETE CONTRA AGRADÓ, LO AMÉ!!!!!! <3<3
    Woooowww!! Pues si, yo soy de las fans que se preguntan del cómo fue su historia. Y seguramente bella.
    Y para empezar con el Titulo, que a primerisima vista me agradó, es taaaaan bonito!!! :DD
    :') :')
    Y tus ideas son muy buenas, ahora falta que Hikari sea la que traiciona a Izayoi por Takemaru -.- (luego, con eso de que hay aldeanas con traumas infantiles... Ushh -.-)
    Pero a primera vista se sabe que los padres de Izayoi lo hizieron, aparte de cuidarla, con la intención de que se enamorara de Takemaru... Sin obligarla... Y encerrandola con el tipo se enamoraría del tipo hasta casarse, daaahh!! Lo siento padres de mi segunda-suegrita... Pero eso no funcionará con Izayoi-sama, ya encontró a mi segundo-suegrito!!! Ahh!!
    Pero me gustó muuucho tu manera de describir las cosas, si llegué a imaginar las cosas con claridad y como tu las querias a dar a entender, la manera delicada de ser de izayoi y lo que pasa.
    Tengo dos preguntitas:
    1: Dos personas la rescatan.. El que mata al ogro y (obvio) Inu-no-taisho, entonces ¿Quien es la otra persona? Si mis calculos no me fallan es... ¿Seshomaru? Bueno, solo me gustaria que me lo aclararas ;)

    2: ¿Cuando o donde dice Inu-no-taisho la ultima frase que pusiste?, es taaaan bella, pero no recuerdo haberla visto en otro lugar, la del principio es de la 3er pelicula, pero la del final no se de donde es :S

    Siguelo pronto, y me gustó muuuucho!!! Aparte de que me gustaria tener la idea de que masomenos se como fue que se conocieron... El punto es que tu idea me agrada mucho! :DDD
    Gracias!!!

    KagomeG
     
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    KimikoKagome

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    La última frase a salido de mi imaginación xD ^^ siempre al final del capítulo escribo un pensamiento de Inu no Taisho hacia Izayoi, algo así cómo una carta de amor ^^ mañana colgaré el próximo capítulo espero estes pendiente
    muchas gracias por tu comentario no tienes idea de cómo lo aprecio ^^
     
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    KimikoKagome

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    Capítulo 2: "¿Volveré a verte?"

    ¿Amor a primera vista? era algo que no podían asegurar pero una cosa era cierta, desde aquel momento en el que los bellos ojos chocolate de la princesa se vieron fijamente con los penetrantes ojos miel del yokai, sus corazones sintieron algo que jamás habían sentido
    Advertencia de Spoiler:En este capítulo aparece Irasue (la madre de Sesshoumaru), para quienes no han visto InuYasha Kanketsu-hen ella hace aparición en el capítulo 9

    Cuando vio la mano de aquel hombre acercarse a ella para ayudarla a levantarse, la princesa no dudo ni un momento en sujetarse de él, era extraño ¿Cómo es que existía una plena y ciega confianza en alguien de quien no sabía ni su nombre?, acercó lentamente su delicada mano hacia la del aquel ser y se estrecharon fuerte, el se puso de pie para después ayudarla a ella pero notó el gesto de dolor de la hermosa chica al levantarse

    -¿Estas lastimada?- le preguntó preocupado

    -Esto….yo…- contestaba Izayoi aun impactada por la presencia de aquel desconocido

    -Padre- le interrumpió el hombre más joven dando la media vuelta para verlo fijamente

    -Adelántate Sesshoumaru- le dijo el hombre al que al parecer era su hijo –Ayudaré a esta joven- concluyó mientras sujetaba con fuerza a Izayoi para que no se cayera

    -¿A una humana?- le preguntó Sesshoumaru extrañado arqueando una ceja

    -¿Alguna objeción?- le preguntó aquel hombre en un tono sereno pero desafiante

    -Haz lo que quieras- le respondió Sesshoumaru mientras se daba la vuelta para regresar su mirada al camino y continuó caminando despreocupadamente –No me interesa-

    Izayoi permaneció callada mientras los dos hombres hablaban, cuando sintió que de nuevo la miraba con aquellos hermosos ojos miel
    -Y bien, ¿Me dirás donde te lastimaste?- le preguntó con un tono suave y con una vaga sonrisa

    -En mi tobillo…- le contestó Izayoi con un hilo de voz

    Al escuchar esto, el hombre la sentó delicadamente sobre el suelo y se agachó para revisarle la herida, tomó su delicado pie con ambas manos, retiró de su vista el largo kimono subiéndolo un poco, lo cual causó que Izayoi se sonrojara levemente

    -No es nada grave- le dijo suavemente para tranquilizarla mientras sacaba de sus ropas una pequeña concha de mar, al abrirla se vio dentro de ella una especie de ungüento color verde, se colocó un poco en las yemas de los dedos y le dio un suave masaje con ellas, al instante la princesa pudo sentir como el dolor desaparecía

    -Ya esta- le dijo el Yokai mientras se ponía de pie y volvía a ofrecerle su mano para que se sujetara de el
    La princesa sujeto su mano y se puso de pie siendo ayudada por el

    –Se lo agradezco mucho- le dijo Izayoi una vez que estuvo de pie y le sonrió dulcemente

    -Y dime, ¿Cómo te llamas?

    -Me llamo Izayoi…

    -Es un hermoso nombre- le contestó el yokai haciendo que la princesa se sonrojara levemente –Mi nombre es Inu no Taisho- se presentó el yokai sin darse cuenta ambos continuaban sujetándose de las manos

    -¡Princesa Izayoi!- se escuchó la voz de Takemaru seguido de sus hombres y Hikari, mientras corrían en dirección al yokai y la princesa, cuando Takemaru vio las manos de ambos entrelazadas sus ojos se llenaron de rabia
    -¡¿Quién demonios eres tú?- le preguntó Takemaru desafiante mientras desvainaba su espada -¡Aléjate de la princesa!- le ordenó a Inu no Taisho

    El yokai no mostró el más mínimo interés ante la amenaza del samurái, lo cual le hiso rabiar a un más
    -Tranquilo Takemaru- le ordenó Izayoi –Este hombre me salvó de aquel ogro- le explicaba para evitar que Takemaru atacara a Inu no Taisho

    -¿Así que venias con ellos?- le preguntó Inu no Taisho a Izayoi mientras veía con desgana al samurái seguido de el resto de los humanos

    -Takemaru es el encargado de protegerme- le explico la princesa –Por ordenes de mi padre él tiene que trasladarme a nuestra casa de verano-

    -En…¿Invierno?- le preguntó sarcásticamente mientras arqueaba una ceja

    -Eso a ti no te interesa- le contestó tajantemente Takemaru mientras se acercaba a Izayoi y la alejaba de Inu no Taisho lo cual le desagradó bastante al yokai pero prefirió controlarse

    -El encargado de protegerte…- menciono Inu no Taisho serenamente –Keh, no parece que hiciera bien su trabajo- continuó mientras se daba la media vuelta y caminaba en la misma dirección en la que se fue su hijo

    -¡¿Qué fue lo que dijiste?- le gritó Takemaru pero no logró que Inu no Taisho volteara a verle y continuó caminando sin el más mínimo interés

    -Ya basta Takemaru- le pidió Izayoi serenamente mientras colocaba su delicada mano sobre su hombro y le sonreía dulcemente haciendo que el samurái se sonrojara levemente

    Una vez las cosas tranquilas, continuaron su camino, debido a que la carroza fue destruida Takemaru subió a la princesa en su fino caballo y el continuó caminando al igual que Hikari, mientras que los soldados tuvieron que cargar el equipaje de la princesa
    Por su parte Inu no Taisho continuó su camino cuando encontró a Sesshoumaru sentado sobre una roca totalmente despreocupado

    -Vaya, no me digas que me estuviste esperando- le comentó a su hijo bastante extrañado, el juraba que Sesshoumaru ya se encontraba bastante adelantado
    Sesshoumaru no le contestó solo se puso de pie y continuó caminando junto con su padre

    -Izayoi…- pensaba vagamente el yokai recordando aquella asustada pero hermosa muchacha mientras continuaba caminando -¿Volveré a verte?-


    Cuando la guardia de Takemaru junto con Izayoi y Hikari llegaron a la mansión que se encontraba a unos cuantos kilómetros de la playa, se encontraban ahí varios sirvientes encargados de mantener en buen estado la mansión mientras los dueños no estuvieran. Izayoi fue bajada del caballo con ayuda de Takemaru y todos recibieron a la princesa con una reverencia
    Al entrar a la mansión a través de un largo pasillo por el cual se podía ver el hermoso jardín interior que estaba iluminado por las estrellas, caminaba la princesa siendo seguida por su guardián y su dama de compañía

    -¿Recuerdas esta casa Hikari?- le preguntó Takemaru a la muchacha

    -Sí, viví aquí un tiempo cuando era niña…- le contestó dulcemente Hikari

    -Pasamos buenos momentos aquí, los tres juntos…- les comentó Izayoi al escuchar su plática –La verdad es muy agradable que estemos reunidos de nuevo- concluyó la princesa mientras llegaban a una puerta corrediza, se daba la media vuelta para ver a sus acompañantes

    Takemaru se sonrojó levemente pero se mantuvo serio y se despedía con una reverencia –Debe estar cansada princesa, descanse- dijo mientras se alejaba de las dos mujeres

    -Nos vemos más tarde señorita Izayoi- se despedía Hikari de la princesa haciendo igualmente una reverencia

    -Espera, Hikari…- le dijo Izayoi

    -¿Si? ¿Pasa algo?- le preguntó Hikari intrigada

    -Nada olvídalo, quiero verte en el almuerzo, ¿De acuerdo?- le dijo Izayoi con una dulce sonrisa

    -Si señorita, ahí estaré, ahora descanse faltan unas horas para que amanezca y usted no ha dormido nada- le sugirió Hikari regresándole la sonrisa

    -Sí, tu también descansa Hikari- se despidió la princesa al tiempo que abría la puerta corrediza para entrar a su habitación

    Una vez dentro de la habitación, la princesa observó que sus baúles ya se encontraban ahí, al igual que una cama lista para que ella descansase, pero antes de acostarse, se dirigió a una de las ventanas y la abrió viendo solo el cielo nocturno con unos pequeños indicios de que el sol no tardaba en salir, la princesa no podía olvidar aquellos ojos miel de Inu no Taisho, toda su vida le dijeron que los yokai eran bestias feroces sin ningún sentimiento y atacaban a los humanos a sangre fría, entonces ¿Por qué aquel dominante demonio la había ayudado? , su corazón latía fuertemente, jamás se había sentido así… -Es mejor descansar…- se convencía a si misma mientras se dirigía a su cama y se recostaba –Inu no Taisho…- pensaba mientras cerraba los ojos -¿Volveré a verte?...-


    Setsuna no Takemaru se quedó en una habitación cercana a la de la princesa, se encontraba cruzado de brazos, sentado apoyado en una de las paredes "El encargado de protegerte…Keh, no parece que hiciera bien su trabajo" recordaba furioso las palabras de Inu no Taisho

    -Bestia insolente…- replicaba Takemaru con furia sujetando su espada –Si vuelvo a encontrármelo…le enseñaré un poco de respeto- decía firmemente mientras que dejaba su espada a un lado

    Por su parte Inu no Taisho y su hijo Sesshoumaru habían llegado a un elegante palacio custodiado por diferentes demonios que al verlos llegar inmediatamente hicieron una reverencia, ambos demonios pasaron entre la feroz guardia sin la más mínima expresión sobre su rostro y entraron al palacio, al entrar al elegante palacio podían verse por los pasillos antiguas pinturas de perros demonios legendarios, al terminar el pasillo había dos enormes tronos en el segundo de ellos se encontraba sentada una mujer con las facciones idénticas a Sesshoumaru: piel blanca, ojos miel, un largo cabello plateado sujetado con una peineta, unas pequeñas franjas rojas debajo de sus ojos y una media luna azul en la frente, vestía un elegante kimono blanco con azul con flores color purpura y las, llevaba su larga estola sobre los hombros y llevaba un elegante rosario color blanco con un topacio azul rodeado de oro, al ver a los dos demonios, la mujer se puso de pie y camino tranquilamente hacia ellos

    -Irasue- la nombró Inu no Taisho al verla

    -¿Qué pasa? ¿No estás contento de verme?- le preguntó la mujer en un tono levemente sarcástico

    -Me sorprende que sigas despierta a esta hora- le explicó el Yokai serenamente

    A Sesshoumaru no le interesaba en los más mínimo escuchar esa plática así que dio la vuelta y caminó por uno de los pasillos del palacio
    -Sesshoumaru, tan orgulloso como siempre…- le menciono Irasue a Sesshoumaru que continuó caminando por el pasillo sin detenerse -¿Qué acaso no estás feliz de ver a tu madre?- le preguntó en un tono irónico

    -No digas tonterías…- le contestó Sesshoumaru con desgana mientras se alejaba

    -Uh…siempre es igual con ese muchacho- continuó Irasue mientras regresaba su mirada a Inu no Taisho

    -Irasue ¿No has dormido?- le preguntó el yokai

    -Hace un rato desperté- le contestó Irasue –Pensé que ustedes dos regresarían por la tarde, pero se demoraron- le comentaba mientras volvía a sentarse –Por cierto, unos demonios inferiores vinieron a buscarte

    -¿Y qué era lo que querían?- le preguntaba al tiempo que se sentaba a su lado en el primer trono

    -Nee…algo sobre pedirte ayuda para atacar a unos humanos- le contestó con desgana mientras bostezaba

    -¿A unos humanos?- preguntó intranquilo

    -Sí sí humanos- continuaba comentándole con desgana –que había rumores que una princesa humana sería trasladada por estos alrededores y sería una buena carnada o algo así…bah, igual les dije que no estabas y que se largaran-

    Inu no Taisho abrió los ojos de par en par al escuchar a Irasue y recordó las palabras de Izayoi "Por ordenes de mi padre él tiene que trasladarme a nuestra casa de verano"


    -Bah…- bostezó Irasue al mismo tiempo que se puso de pie -aun es muy temprano, volveré a dormir- le comentó al yokai mientras salía de la habitación -¿No vienes?- le preguntó mientras salía de la habitación

    -Tengo que salir- le respondió Inu no Taisho

    -Nee…como quieras- respondió Irasue con indiferencia

    Justo cuando Irasue se fue, Inu no Taisho se puso de pie y salió del palacio a toda prisa, mientras pasaba a través de la guardia de demonios se percató de la pequeña pulga que estaba sobre el hombro de uno de los guardianes
    -Myoga- le llamó mientras continuaba caminando sin detenerse, haciendo que la pulga saltara a su hombro, cuando el sol ya había aparecido entre las montañas

    -Dígame amo- le dijo la pulga

    -Cuéntame lo que sepas de la princesa Izayoi- le ordenó mientras se alejaba del palacio con la pequeña pulga

    -Izayoi es la hija de uno de los más poderosos terratenientes humanos, si no es que el más poderoso, se dice que el ejército de ese terrateniente acabó con cientos demonios que ahora buscan vengarse, y aquel que logré casarse con la princesa tendrá total derecho sobre el terrateniente como de sus dominios- le explicaba el anciano Myoga cruzado de brazos

    -Ya veo…- mencionó Inu no Taisho mientras se transformaba en un feroz y enorme perro demonio

    -¡Pero amo!- exclamó Myoga mientras se sujetaba del pelaje del enorme perro -¡¿Pero que está haciendo?- le preguntó mientras el yokai se elevaba por los cielos

    Mientras volaba por los cielos vio a una gran multitud de "demonios inferiores" como los había llamado Irasue así que bajó a interrogarlos, mientras esa tropa caminaba Inu no Taisho se interpuso en su camino, de inmediato los demonios sabían de quien se trataba así que se mostraron asustados, ante sus ojos el enorme perro volvió a tomar una forma humana y los miró desafiantemente

    -Gra…gran bestia comandante…- tartamudeó el que al parecer era el líder

    -Me enteré de que me estuvieron buscando- les contestó serenamente

    -¿Y piensa ayudarnos mi señor?- le preguntó el demonio aun temeroso

    -Llévenme a aquella mansión- les ordenó autoritariamente sin prestarle atención a la pregunta del demonio por mucho inferior a él

    El sol ya iluminaba la fresca mañana y la bella Izayoi se encontraba almorzando junto a su nueva dama de compañía, Hikari a quien por órdenes de la princesa, le habían conseguido un fino kimono color purpura

    -Que bien te luce ese kimono- le comentó Izayoi a Hikari

    -Muchas gracias señorita Izayoi- le contestó Hikari con una sonrisa

    Izayoi le regresó dulcemente la sonrisa, para después expirar un profundo suspiro
    -¿Le sucede algo señorita Izayoi?- le preguntó Hikari preocupada

    -No puedo sacar su mirada de mi cabeza…- le confesaba la princesa

    Justo en ese momento Takemaru rondaba por ahí cuando escuchó las palabras de la princesa así que se detuvo y sigilosamente se acercó para escuchar mejor

    -¿Habla del yokai que la encontró en el bosque?- le preguntó Hikari curiosa, Takemaru al escuchar esto sus ojos mostraron la misma furia que sintió al ver a la princesa tomada de la mano de esa detestable bestia, así que antes de que Izayoi le contestara a su amiga él tajantemente abrió la puerta corrediza, haciendo que ambas mujeres voltearan a verlo

    Inu no Taisho siendo escoltado por todos los demonios que planeaban atacar la mansión de Izayoi llegaron al frente de esta, estaban todos escondidos entre los arboles mientras Inu no Taisho se acercaba tranquilamente
    -Escúchenme bien- le ordenó a los demonios –Si alguno de ustedes se atreve a acercarse sin mi consentimiento…lo mataré- concluyó fríamente mientras caminaba hacia el par de guardias que cuidaban la entrada
    En el interior de la mansión Hikari e Izayoi observaron al guerrero samurái que había entrado a la habitación.

    -Takemaru ¿Pasa algo?- le preguntó Izayoi preocupada al ver la forma tan violenta en la que el samurái había abierto la puerta

    Takemaru no sabía que contestar, había interrumpido la plática de las dos mujeres por culpa de sus celos
    -¡Señor Takemaru!- se escuchó la voz de un hombre que corría hacia su dirigente -El demonio que vimos anoche esta aquí ¡Y quiere ver a la princesa!- le avisó mientras tomaba bocanadas de aire debido al cansancio
    Tanto Takemaru como Izayoi abrieron los ojos de par en par al escuchar esto.

    -Inu no Taisho…¿ha venido a verme?- se preguntaba Izayoi sorprendida y levemente sonrojada

    -No, ¡eso no!- pensó Takemaru con rabia -¡No lo dejen pasar por nada del mundo!- le ordenó al guardia mientras se volteaba hacia la princesa y la sujetada fuertemente de la mano –Princesa venga conmigo- le ordenó mientras se la llevaba a la fuerza

    -Pero…Takemaru…- le dijo Izayoi entrecortadamente

    -Tengo el deber de protegerla y lo hare ¡Quiera usted o no!- le contestó firmemente mientras la jalaba alejándose de la desconcertada Hikari

    -Takemaru sama...- dijo Hikari con apenas un hilo de voz...

     
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    kagomeG

    kagomeG Usuario común

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    ¡¡¡¡¡¡¡¡¡..........Holaaaaaaaaaaaaaa.........!!!!!!!!!
    Wooooooooowwww!!!!
    Ok, gracias por la aclaración, ya decia que en mi vida la habia visto ^.^ (muy bonitas por cierto)
    Ahhh!! Que bello!! Que bello!!! Fue taaaaaaaan boniiiiitoooo!!
    Ha! Toooonntooo Takemaru!!! XP <~~~
    Me agradó mucho el caracter de Inu-no-Taisho... Aparte de que me recuerda un poco a Inuyasha, con todo y el "keh" awww!!! Pero me gustó mucho cuando le ve su piesito a Izayoi... Pero se que habría pasado algo mas si no hubiera llegado el tarado de Takemaru... Aun que por un momento supuse que Irasue sabria que el salvó a Izayoi por que luego hay youkais escondidos y chismosos... Pero al parecer no... Fiiiuuu!!!
    Ahh... Seshomaru, bueno... Igual que se madre... Le vale tooodo! U.U hahahaha!!
    Aun que pienso que cuando se entere Irasue no creo que le de taaan fuerte la noticia... No se.. Siento que no le tiene muuucho amor como debería ser hacia Inu-no-taisho... Umm... No sé
    Porfavor! Siguelo lo mas pronto que puedas... Sii??? :DD
    Gracias! Quiero saber que hará Inu-no para protegerla!!! Awwww!!! >.<

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    elizabeth wolf

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    hola una pregunta este fic no lo publicaste ya en otro lado? me parece que ya lo había visto antes pero muy buena la trama y tu forma de narrar
     
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    sí ^^ ya lo tengo publicado en otros sitios apenas está comenzando aquí
     
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    KimikoKagome

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    Título:
    Mi princesa de la luna oculta [ inu no taisho x izayoi]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2352
    Capítulo 3: "No me iré"

    A pesar de haberla dejado solo unas horas, necesita verla de nuevo ¿Pero que es lo que le pasa al demonio más poderoso? ¿Que es lo que siente por esa "simple" humana?
    Al escuchar que pretendían hacerle daño a Izayoi, Inu no Taisho fue a buscarla, pero Takemaru no piensa permitir que vuelvan a verse
    -----------------------------

    -¿No me escucharon?- les preguntó Inu no Taisho desafiante al par de guardias que cuidaban la entrada –dejen de estorbarme-

    -Olvídalo demonio, es mejor que te vayas- se escuchó la voz del soldado que había avisado a Takemaru de la presencia del yokai

    -Pero que humanos tan insolentes…- dijo Inu no Taisho en un tono desinteresado por las amenazas de los guardias

    Dentro de la mansión Takemaru llevó a la princesa a una de las habitaciones más alejadas y escondidas de toda la casa
    -Quédese aquí princesa- le dijo casi en una orden mientras se disponía a salir de la habitación

    -¡Takemaru!- le detuvo Izayoi antes de que saliera, lo cual hiso que el samurái diera la media vuelta para verla fijamente

    -Déjame hablar con él, sus intenciones no son malas- le suplicaba Izayoi, realmente deseaba ver a Inu no Taisho de nuevo

    -No se lo permitiré mi princesa- le contestó fríamente –Es una bestia, las bestias jamás tienen intenciones buenas- concluyó mientras salía de la habitación y aseguraba la puerta con una tabla de madera dejando a la princesa encerrada

    Takemaru caminó de regresando pretendiendo llegar a la entrada de la mansión, mientras caminaba por el largo pasillo se encontró a Hikari afuera de la habitación de la princesa, pero no le prestó atención y siguió de largo ignorándola por completo

    -¿Qué es lo que realmente te molesta de todo esto Takemaru?- le preguntó Hikari al samurái que seguía caminando sin prestarle atención -¿Qué ese hombre esté interesado en la princesa? ¿O que sea un Yokai?- continuó preguntándole haciendo que Takemaru se detuviera un segundo

    -Eso a ti no te interesa, mi deber es proteger a la princesa- le contestó firmemente mientras continuaba con su trayectoria

    En la entrada de la mansión seguía Inu no Taisho con un semblante completamente despreocupado a pesar de que los soldados se encontraban a la defensiva amenazándolo con sus lanzas cuando llego Takemaru

    -¿Qué quieres aquí bestia?- le pregunto Takemaru en un tono desafiante

    -Ya se lo dije a tus hombres, quiero ver a Izayoi- le respondió demostrando la gran autoridad que poseía ante los demás demonios que continuaban esperando sus ordenes detrás de el

    -Ella no quiere verte- le mintió Takemaru –Así que lárgate de una buena vez-

    -No me iré hasta escucharlo de ella- contestó el demonio serenamente

    -Vaya que eres terco- reflexiono Takemaru mientras veía fijamente al demonio que estaba frente a él –Creo que ya se lo que en realidad quieres- le dijo en un tono burlesco mientras buscaba entre sus ropas y saco una pequeña bolsa de tela en la que se escuchaban varias monedas en el interior y se la lanzo a Inu no Taisho, siendo atrapadas con agilidad por este

    -Son como muestra de agradecimiento por haber salvado a la princesa del ogro- le dijo burlándose lo cual le causó un profundo enojo al yokai

    -Es que acaso crees que yo necesito esto- le dijo furioso mientras lanzaba las monedas hacia el suelo con una fuerza impresionante que la tierra se sacudió levemente y agrietando el suelo causando el asombro de humanos y demonios ahí presentes

    -Esto comienza a desesperarme- le dijo un demonio de los que se encontraban escondidos a su líder

    -Ya escuchaste al comandante, nadie se mueva de aquí- le dijo mientras continuaba observando al yokai frente al
    humano mirándose con desprecio

    Hikari se asomó por la puerta para saber qué era lo que había causado ese leve temblor y vio a Takemaru frente al demonio que había salvado a la princesa hace apenas unas cuantas horas

    -¡Ya estoy arto!- gritó el demonio que se encontraba escondido y se lanzó al ataque

    -¡Espera tonto!- le advirtió su líder pero fue en vano

    El demonio siguió avanzando a toda velocidad cuando vio a Hikari
    -¡Esa humana es mía!- gritó mientras esquivaba a los soldados y se lanzaba sobre la asustada muchacha

    -¡Hikari!- gritó Takemaru mientras intentaba acercarse a ella, haciendo que Hikari corriera pero se tropezó y cayó al suelo

    Hikari quedó congelada del horror entonces en un solo parpadeo se paró frente a ella Inu no Taisho encarando al demonio –Te dije que no te acercaras- le miró de una manera desafiante y realmente furiosa

    -Se…señor comandante…- tartamudeó el demonio al sentir la penetrante mirada furiosa del yokai –tenga piedad por favor…- le suplicaba aterrorizado

    -Jm… dije que aquel que se acercara lo mataría…entonces si te perdono la vida…- bufó Inu no Taisho que con un solo movimiento de sus afiladas garras el demonio quedó reducido a simples pedazos ante la mirada aterrada de todos -Entonces no sería un hombre de palabra…- concluyó al tiempo que bajaba su mano

    Una vez más todos los presentes quedaron atónitos ante un demonio tan grande y poderoso, quien bajó su mirada hacia la asustada Hikari le ofreció su mano para que se apoyara de él para levantarse pero antes llegó Takemaru y la alejó de el

    -Seguramente induces a las mujer a través de tu mano- le dijo furioso mientras alejaba a la muchacha de él

    -¿Pero de que estupidez me estás hablando ahora?- le preguntó Inu no Taisho tranquilamente arqueando una ceja

    -Es mejor que te vayas, ya te lo dije ni hoy ni nunca veras a Izayoi, ella no desea verte- le dijo Takemaru altaneramente

    Inu no Taisho lo miró con desprecio, pero reflexionó por unos instantes y decidió darse la media vuelta y marcharse caminando a través de los humanos fuertemente armados quienes estaban alerta de cada paso que daba

    -Solo una cosa…- mencionó el yokai mientras se detenía y volteaba levemente hacia Hikari y Takemaru

    -Que Izayoi sepa que el gran Inu no Taisho vino a verla, y que volveré a venir…- dijo seriamente mientras
    regresaba su mirada al frente y continuaba caminando despreocupadamente

    -¿El gran Inu no Taisho?- se escuchó murmurar a los soldados entre ellos

    -¿La legendaria bestia comandante?- seguían preguntándose entre ellos

    -Jm…- Inu no Taisho sonrió vagamente mientras se alejaba de la mansión

    -¡Estás loco! ¡No pienso permitir que te le acerques!- le gritó Takemaru de manera retadora

    -Tampoco pensaba pedirte permiso- le dijo Inu no Taisho sin ni siquiera molestarse en detenerse mientras se adentraba en el bosque siendo seguido por el grupo de demonios que lo acompañaban

    -Señor comandante- le llamó el líder del grupo de demonios

    -Dime- le contestó Inu no Taisho sin ni siquiera tomarse la molestia de mirarlo

    -Disculpe usted, pero no me han quedado claras sus intenciones con esos humanos- le dijo mostrándole el respeto que el yokai merecía

    -Ustedes sólo preocúpense por no desobedecer mis órdenes, o los mataré como a ese impertinente acompañante suyo- le contestó sin el más mínimo interés causándole miedo al demonio inferior a él

    Continuaban caminando bajo los rayos del sol cuando Inu no Taisho se detuvo de repente
    -Bueno lárguense ya- los corrió en medio del bosque –Y corran la voz, aquel que intente acercarse a la princesa sin mi permiso, sentirá la ira de mis garras- les dijo en un tono sereno mientras les daba la espalda, los demonios asintieron con la cabeza y se alejaron de él procurando no hacer ruido, hasta que el yokai quedó completamente solo

    Por su parte Izayoi continuaba encerrada en aquel cuarto esperando respuestas cuando escuchó que la madera que atrancaba la puerta era removida, al abrirse la puerta corrediza vio a Takemaru acompañado por Hikari

    -Takemaru…- dijo Izayoi con solo un hilo de voz

    -La bestia se ha ido- le contestó tajantemente –y no volverá más- concluyó ante la mirada de tristeza de la princesa

    -No volverá…- repetía con dolor las palabras del samurái

    -Ese demonio solo buscaba alguna recompensa por salvarla mi princesa- le mentía Takemaru –Usted no le interesó jamás, seguramente escuchó los rumores sobre usted y quiso aprovecharse- concluyó descaradamente ante la mirada de dolor de Izayoi y la de desaprobación de Hikari

    Izayoi no le contestó nada más, solo se quedó callada ya que al parecer Inu no Taisho no era diferente a los demonios que le describieron a ella desde pequeña: bestias sin corazón que solo disfrutan del dolor de los humanos

    -Déjeme acompañarla de regreso a su habitación- se ofreció Takemaru sujetándola del brazo pero ella inmediatamente se alejó

    -Descuida Takemaru- le dijo en un tono que reflejaba su desilusión mientras comenzaba a caminar por el pasillo
    Takemaru pensó en seguirla pero fue detenido por Hikari

    -¿Cuál es el propósito de mentirle a Inu no Taisho, y después a Izayoi?- le preguntó en un tono dudoso pero desafiante

    -Tú solo ocúpate de no abrir la boca- le dijo altaneramente mientras la esquivaba y comenzaba a caminar para alcanzar a la princesa

    -Ese demonio le salvó la vida a la princesa Izayoi, y cuidó de ella- exclamó Hikari mientras Takemaru se alejaba sin prestarle el más mínimo interés -Y al parecer te molesta saber que un Yokai ha sabido protegerla mejor que tu- concluyó haciendo que Takemaru sintiera su sangre hervir por la rabia, así que regresó con Hikari

    -¿Lo ha comprendido?...- pensó Hikari mientras veía a Takemaru acercarse a ella

    -te dije ¡que no abrieras la boca!- le retó Takemaru quien alzo su mano y la abofeteó con fuerza haciendo que Hikari cayera al suelo

    -Ta…Takemaru…- murmuró Hikari que llevo su mano a su adolorida mejilla mientras Takemaru se alejaba de ella sin importarle lo que le sucediera

    Izayoi había llegado a su habitación y se encontraba sentada frente a la ventana viendo el jardín, no podía olvidar la firme mirada de inu no Taisho, el solo recordar lo cuidadoso que fue con ella la ponía nerviosa "La bestia se ha ido…y no volverá más" recordó con desánimo las palabras de su custodio ¿De verdad solo la buscaba por conveniencia?, el solo pensarlo hacia que su corazón se llenara de tristeza, le era difícil de creer, ya que por las ropas que vestía el yokai pareciera que lo último que el necesitaba era dinero

    -¿Por qué me siento así?- pensaba la princesa llevando su mano a su pecho -¿Por qué me entristece el pensar que no volveré a verlo?...- se preguntaba intrigada -¿Por qué? ¿Por qué es que me duele así el corazón?...- exclamó la princesa con apenas un hilo de voz mientras una cristalina lagrima se escapaba de su bello ojo izquierdo y comenzaba a recorrer su mejilla

    Por su parte Inu no Taisho se encontraba en medio del bosque, había decidido tomar un ligero descanso debajo de un árbol cuando escuchó unos tranquilos pasos que se acercaban a el

    -Si no te conociera diría que te rendiste- se escuchó decirle una voz extremadamente familiar mientras se paraba frente a él

    -Sesshoumaru, ¿Tu madre te ha pedido que me busques?- le pregunto Inu no Taisho al reconocer la voz y abrió lentamente sus ojos

    -¿Por qué no hiciste pedazos a ese insignificante humano?- dijo Sesshoumaru evadiendo la pregunta de su padre –Si es tan solo una basura-

    El yokai no contestó a la pregunta de su hijo, ya que en parte tenía razón Takemaru no era más que un pedazo de basura comparado con él, pero si lo exterminaba probablemente Izayoi quedaría con una mala impresión de sus intenciones hacia ella

    -Simplemente lo dejaré vivir un poco más- le contestó al fin de defender su orgullo mientras se ponía de pie

    -Como quieras- le dijo Sesshoumaru sin el más mínimo interés mientras comenzaba a caminar de regreso a su palacio e Inu no Taisho lo siguió

    -Ignoro tus intenciones con esa humana, y para ser sincero no me interesan- le mensionó Sesshoumaru a su padre –pero recuerda, los humanos solo traen problemas, ni yo mismo me explico como unas escorias pueden ser tan problemáticas- concluyó mientras continuababn caminando

    -Jm…- bufó Inu no Taisho al escuchar la advertencia de su hijo, lo sabía perfectamente pero existía algo en Izayoi que le arriesgaba a enfrentar los problemas que le llevara con tal de volver a verla…

     
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    KimikoKagome

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    Mi princesa de la luna oculta [ inu no taisho x izayoi]
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    Capítulo 4: "Mentiras"

    Aclaraciones: Capítulo modificado para adecuarse a las normas de este foro
    ---------------------------------------------------

    Inu no Taisho junto con su hijo Sesshoumaru habían regresado a su imponente palacio al llegar al salón principal volvieron a separarse por distintos pasillos, de nuevo solo, Inu no Taisho no podía sacar su cabeza el bello rostro de la princesa, y con el orgullo gravemente lastimado ya que quien le había impedido volver a verla no era más que un simple humano, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió una pequeña punzada en el cuello, bajó su mirada y observó a una anciana pulga bebiendo de su sangre

    -¿Pero qué haces ahí?- le preguntó al anciano arqueando una ceja

    -Amo, estaba preocupado por usted- le contestó la alegre pulga cuando sintió como de un golpe su amo lo aplastó contra su mano

    -No finjas, te escapaste asustado- le retó el yokai a la diminuta pulga

    -No se enoje conmigo amo- lloraba Myoga ante la firme mirada de su amo –Le juro que no quería abandonarlo es que usted sabe…- se intentaba excusar la pulga

    -Myoga…- le interrumpió Inu no Taisho sin tomarle mucho interés a los lloriqueos de la pulga

    -si dígame- contestó Myoga

    -Quiero que estés pendiente de la princesa Izayoi, si llega a tener algún problema vengas a avisarme- le ordenó firmemente

    -Si amo como usted ordene- acató la pulga con una reverencia y se marchó saltando

    El poderoso Yokai solo observó como la pequeña pulga se alejaba, para después dar la media vuelta y encaminarse a su habitación cuando una silueta se acercó lentamente a él

    -¿Quién es Izayoi?- preguntó bastante curiosa aquella silueta mientras se acercaba más a él, cuando vio que se trataba de Irasue con su largo cabello suelto

    -La princesa que pretendían atacar los demonios que vinieron a verme- le contestó Inu no Taisho con desaire

    -¿Y porque es que quieres que esa pulga sirviente tuyo la procure?- le preguntó Irasue aparentando desinterés

    -No tienes porque saber eso Irasue- le contestó con una despreocupada y vaga sonrisa y continuó caminando esquivándola pretendiendo pasarla de largo cuando sintió como una mano, con unas finas y letales garras, se aferraba fuertemente a su brazo impidiéndole continuar caminando

    -¿Qué pretendes con esa humana?- le preguntó Irasue desafiante

    -¿No me dirás que estas celosa Irasue?- dijo Inu no Taisho sarcásticamente esquivando la pregunta de su mujer

    -¿De una humana? Seguramente estas bromeando- bufó Irasue con engreimiento mientras sujetaba con fuerza el brazo del yokai

    -Tonta, tu jamás cambias- le dijo Inu no Taisho con un tono encariñado mientas se acercaba a ella para abrazarla tiernamente causando que la vanidosa demonio se sonrojara levemente aunque intentara disimularlo
    Mientras abrazaba a su mujer, acariciaba su platinado cabello dándose cuenta que lo llevaba suelto -Irasue ¿Dónde está tu peineta? La que te regalé- le preguntó extrañado

    -Sabes que me la quito para dormir, pero ya me peinaré descuida- le contestó Irasue tratando de ocultar su sonrojo liberándose del abrazo, dándose la media vuelta y comenzando a caminar por el largo pasillo

    -Me gusta mucho…como te luce esa peineta- le dijo Inu no Taisho observando simplemente como Irasue se alejaba sin detenerse y a pesar de no verle el rostro la conocía lo suficiente para asegurar que una sutil sonrisa se había dibujado en su rostro así como sus ruborizadas mejillas que se habían vuelto más notorias, dejando eso a un lado, continuó caminando en dirección opuesta del pasillo dirigiéndose así a la habitación más grande de aquel majestuoso palacio

    En otro sitio trivialmente alejado de aquel palacio yokai una sencilla muchacha caminaba por uno de los pasajes de una bella mansión hasta llegar a una puerta corrediza

    -¿Princesa Izayoi?- llamó a la puerta antes de entrar

    -Pasa Hikari- se escuchó una dulce voz desde el interior de la habitación

    Al escuchar a la princesa, la joven abrió la puerta y entró en silencio, observó abierta la puerta que daba al jardín así que se asomó, se encontró a la princesa observando el patio sentada en su pórtico

    -Es un bello día- exclamó la princesa en un suspiro –Claro a pesar de lo que sucedió esta mañana, el sol jamás deja de brillar- continuó con desánimo

    -Ya no piense más en eso señorita Izayoi- le dijo Hikari con una sonrisa intentando animarla

    -Sí, tienes razón- sonriente cuando giró su mirada para observar mejor a su acompañante cuando notó una de sus mejillas con una roja marca de un golpe

    -Pero Hikari- exclamó alarmada -¿Qué fue lo que te pasó?-

    -No…no es nada princesa no se asuste- dijo Hikari mientras llevaba su mano a su enrojecida mejilla

    -¿Qué no me asuste? ¡Pero si estas abofeteada! Dime quien fue ahora mismo Hikari- le insistía la princesa

    -Fue uno de los acompañantes de esa bestia - se escuchó la voz de Takemaru que se acercaba despreocupadamente a las dos mujeres

    -Takemaru…- dijeron ambas doncellas al ver al samurái de pie frente a ellas -por orden de esa bestia, un demonio intentó atacar a Hikari-

    -¿Eso es cierto Hikari?- pregunto Izayoi confundida no quería creer que Inu no Taisho era tan cruel como para atacar a una indefensa mujer como Hikari

    -Bueno…yo…- tartamudeó Hikari

    -Claro que es cierto- le interrumpió Takemaru -¿Es que acaso aun duda de la frialdad de los monstruos?- le preguntó sarcásticamente el samurái a la princesa

    -No es eso Takemaru…es que yo…- musitó Izayoi

    -Descuide mi princesa, no es su culpa- dijo Takemaru tranquilamente

    -sí…- concluyó Izayoi con tristeza

    -Si usted desea puedo acompañarla un rato a pasear princesa Izayoi- mencionó Takemaru mientras le ofrecía su mano para ayudarla a levantarse

    -No es necesario Takemaru- dijo Izayoi rechazando su ayuda –Si no les importa, me gustaría estar un rato a solas…- les pidió a sus dos acompañantes con educación, a lo que ambos asintieron con la cabeza y salieron de la habitación silenciosamente

    Una vez que estuvieron afuera Takemaru se disponía a regresar a la guardia de la puerta pero Hikari le impidió el paso

    -No sé que estés ganando con mentirle, pero la princesa no merece esto…- le retó Hikari al muchacho, que a pesar de ser tan frio como el hielo, ella aun sentía algo profundo por él

    -Me encargaré de que ella se olvide de esa asquerosa bestia- le contestó Takemaru con desgana

    -¿Pero qué consigues con todo esto? ¿Disfrutas viéndola sufrir?- continuó Hikari retadoramente

    -Lo hago por su bien- dijo Takemaru firme y seguro de sus palabras –Y si a ti te importa tanto como a mí, no abrirás la boca, o te las veras conmigo- concluyó amenazante mientras la esquivaba para alejarse caminando

    Hikari sintió escalofríos al escuchar las últimas palabras que le dijo Takemaru, ella ya había confirmado que él no se tocaría el corazón si a ella se le ocurría hablar de más, quedó congelada unos segundos para después reincorporarse y regresar a su habitación.

    Izayoi continuaba observando el paisaje, observó a un pájaro solitario pasar por el jardín dejando caer algo diminuto, no le tomó importancia cuando sintió un pequeño piquete en su cuello, en seguida dedujo que se trataba de un insecto así que de un manotazo lo aplasto contra su cuello

    -¡Ay!- escuchó el gesto de dolor de aparentemente de un anciano que venía de su mano, así que la retiró de su cuello y la observó detenidamente y observó a la anciana pulga aturdida en su mano

    -¿Un yokai?...- se preguntó curiosa

    -Princesa Izayoi- dijo la pulga una vez que se reincorporó –Soy la sabia pulga Myoga, es un placer conocerla- se presento el anciano con una reverencia

    -¿Me conoces pulga Myoga?- le preguntó la joven al bicho

    -Claro que si princesa, usted es muy conocida por estos alrededores- le contestó Myoga sonriente

    -¿Y qué le trae por aquí anciano?

    -Mi amo me ha encargado cuidar y estar pendiente de usted mi princesa- respondió Myoga –El grande y poderoso Inu no Taisho- concluyó ante la mirada de sorpresa e incredulidad de la muchacha

    -No puede ser…¡Estas mintiendo!- le regañó la princesa demostrando su enojo y desilusión

    -No estoy mintiendo princesa, soy un enviado de la gran bestia comandante

    -¿Y a que te ha enviado? ¿Es que acaso necesita más dinero?- reclamó Izayoi molesta

    -¿Dinero dice usted?- preguntó Myoga confundido –Si el gran Inu no Taisho lo último que necesita es dinero, es una bestia poderosa tanto en fuerza como en riqueza

    -Entonces…¿No fue a eso a lo que vino en la mañana?- preguntó Izayoi un poco más tranquila

    -No princesa, el llegó aquí porque al parecer usted se encontraba en peligro de ser atacada- continuaba la pulga –Justo cuando se enteró de que unos demonios planeaban perjudicarla mi amo corrió en su busca- concluyó cruzado de brazos

    -El propósito de su visita…era protegerme…- dijo Izayoi con apenas un hilo de voz mientras sentía como su corazón latía fuertemente

    -Así princesa, de hecho su propósito no ha cambiado, es por eso que me envió a mí a velar por usted y estar pendiente de lo que pueda llegar a pasar

    -Eso quiere decir que…Takemaru…- reflexionaba la princesa cuando escuchó unos pasos acercarse a su habitación

    -Princesa Izayoi- escuchó la voz de Hikari –le traigo su merienda-

    -Pasa Hikari- dijo Izayoi con un hilo de voz, seguía reflexionando sobre lo ocurrido, Hikari sabía muchas cosas sobre lo ocurrido en la mañana y haría que se las dijera con lujo de detalle

    Hikari pasó a la habitación con una charola con comida y te caliente y se acercó a la princesa. Dejó la charola frente a la princesa y retrocedió unos pasos

    -Si no necesita nada más yo me retiro princesa- dijo Hikari con una reverencia dispuesta a marcharse

    -No, espera un momento Hikari- la detuvo Izayoi

    -¿Si?- preguntó Hikari curiosa

    -Quiero que me digas la verdad, sobre lo que sucedió esta mañana- dijo firmemente Izayoi

    -Pu…Pues- tartamudeó Hikari –Como ya se lo dijo Takemaru, ese Yokai vino a buscarla… con el propósito de atacarla- dijo sin saber que más comentar, no quería mentirle a su gran amiga, pero Takemaru había creado un gran temor en ella

    -¡Eso es mentira!- se escuchó la ronca voz de Myoga –¡Mi amo vino a buscar a la princesa para protegerla de los demonios que la querían secuestrar!- concluyó molesto mientras Hikari observó a la diminuta pulga sobre el hombro de Izayoi

    -¿Quién es usted?- preguntó Hikari confundida

    -Es el anciano Myoga- le contestó Izayoi –Es sirviente de Inu no Taisho-

    -Así es- dijo Myoga cruzado de brazos –Y por disposición de mi amo, ahora también soy fiel sirviente suyo princesa- concluyó cerrando los ojos para reflexionar

    -Así que dime por favor la verdad Hikari- retomó Izayoi -¿Qué pasó en la mañana? ¿Porqué tu y Takemaru me mintieron?- continuó en un tono un poco entristecido

    -Si le he de ser sincera- comenzó Hikari –El yokai llegó aquí con las intenciones de verla, pero Takemaru le mintió diciéndole que usted no deseaba verlo nunca más, después de eso sucedieron grandes discusiones entre Takemaru y el yokai, al punto que la tierra se estremeció- continuaba explicando lo sucedido ante la mirada de Izayoi y Myoga

    -Entonces Takemaru también le mintió a él…- reflexionaba Izayoi

    -Al final el yokai obtó por marcharse, no sin antes advertir que volvería… discúlpeme por favor princesa- concluyó Hikari apenada por lo sucedido

    -¿Y ese golpe en tu rostro? ¿Es cierto que un demonio te atacó?- preguntó Izayoi

    -Sí, pero no por ordenes de Inu no Taisho como le contó Takemaru… de hecho fue gracias a Inu no Taisho que ese monstruo ni me tocó…- confesaba la muchacha –En un abrir y cerrar de ojos se colocó frente a mi e hiso pedazos al monstruo por mucho inferior a él…-

    -¿Entonces quien fue Hikari? Quiero que me contestes con la verdad- continuaba Izayoi bastante insistente

    -Yo…yo le reclamé a Takemaru por todas las mentiras que estaba diciendo…me le enfrenté y él me castigó por ser tan insolente…- confesaba Hikari llevando su mano a su mejilla lastimada

    -No, ¡Eso no se lo voy a permitir!- exclamó Izayoi furiosa mientras se ponía de pie haciendo que la pulga se cayera de su hombro y aterrizara en el suelo

    -¡Espere por favor princesa!- exclamó Hikari intentando tranquilizar a Izayoi –Fue mi culpa, Takemaru me advirtió que no debía abrir la boca…- decía la joven intentando defender al samurái

    -¡Aun así no debió siquiera tocarte!- exclamó Izayoi aun molesta y salió de su habitación en busca de Takemaru

    -¡Espere princesa!- gritó Hikari pero fue en vano

    Izayoi pasó a toda prisa por los pasillos en busca del descarado samurái, sus ojos reflejaban no solo un simple enojo sino una profunda decepción, continuó en su búsqueda cuando en uno de los pasillos de madera pasaba Takemaru haciendo guardia con una lanza

    -¡Setsuna no Takemaru!- exclamó Izayoi mientras se acercaba a él, alarmando al samurái

    -Princesa- dijo preocupado al ver a la Izayoi -¿Pasa algo malo?...- alcanzó a terminar la ultima oración cuando sintió como la mano de la princesa se estrellaba fuertemente con su mejilla izquierda haciendo que su rostro se volteara a la izquierda por la fuerza

    -¡Esa ha sido por mentirme!- le retó Izayoi

    -Pero, princesa…- dijo Takemaru confundido regresando su mirada hacia ella cuando sintió una segunda bofetada

    -Y esa ¡Ha sido por golpear a Hikari!- gritó Izayoi una vez más, llamando la atención de los sirvientes y los guardias que se encontraban cerca quienes se acercaron a observar la escena

    Entonces Takemaru lo entendió mientras llevaba su mano a su adolorida mejilla, intentó defenderse diciéndole algo pero era tarde, la princesa regresaba furiosa por el camino del que había llegado, y Takemaru solo la observó, cuando vio a su alrededor a los demás sirvientes.

    -¿¡Qué diantres están mirando!? ¿¡Qué acaso creen que esto es un espectáculo!?- les gritó a todos los presentes

    –¡Lárguense!- gritó por última vez causando el temor de los presentes que alejaron sus miradas del lugar aparentando continuar con sus labores

    -Estúpida Hikari…- pensó Takemaru mientras continuaba con su mano sobre su mejilla –¡Te advertí que no abrieras la boca!- pensó furioso mientras se encaminaba a la habitación de la joven hija de la cocinera

    Inu no Taisho, por su parte, se encontraba acostado en una gran cama, mantenía sus ojos cerrados a pesar de no estar dormido, solo necesitaba descansar un poco para reponer energías, en una época donde los demonios necesitan que se les demuestre quien está al mando y los humanos con sus constantes guerras civiles no son más que una plaga, un importante y poderoso yokai como él debía estar pendiente de todos los hechos las 24 horas del día, se mantenía sosegado en la silenciosa tranquilidad cuando sintió como alguien se acostaba a su lado y se acurrucaba lentamente en su pecho haciendo que el yokai alzara su brazo para sujetar tiernamente a su acompañante

    -¿Ya has dejado los celos?- pregunto de manera burlona sin abrir sus ojos

    -baka…- susurró aquella voz mientras se acomodaba debajo de su brazo

    -¿Sabes Irasue? Ahora entiendo porque Sesshoumaru es tan orgulloso, lo heredó de ti- continuó Inu no Taisho en un tono irónico

    -Cállate y abrázame…- dijo Irasue en un tono que aparentaba enojo, pero sus mejillas sonrojadas la delataban

    -Feh- bufó Inu no Taisho mientras la sujetaba con un poco más de firmeza y besaba su frente
    Irasue era una yokai realmente hermosa, el no podía negarlo, pero tampoco podía negar que su corazón comenzaba a tener sentimientos hacia la bella humana que hace poco conoció, pero no podía permitir que esos sentimientos lastimaran a la linda mujer que descansaba entre sus brazos, aquella que a pesar de los años continuaba a su lado, aquella que era completamente entregada a él, la madre de su único hijo, el no podía permitirse lastimar a Irasue…

    El sol había comenzado a ocultarse entre las montañas, Hikari había dejado a Izayoi sola en su habitación, además sabia que la pulga Myoga se quedaría a cuidarla y le avisaría se pasaba algo malo así que la joven dama de compañía se limitó a sentarse en un rincón de su habitación cerca de la ventana para mirar al sol desaparecer para darle paso a la luna, cuando escuchó unos fuertes pasos acercarse a su habitación y abrir violentamente su puerta, entonces vio que se trataba de Takemaru, así que se puso de pie bastante alarmada

    -Tak…Takemaru sama- tartamudeó asustada cuando sintió que el samurái la sujetaba por los hombros

    -¡Te dije que no abrieras la boca!- le gritó furioso mientras la arrojaba violentamente contra el suelo

    -No…no sé de qué me habla…- dijo Hikari aterrorizada mientras intentaba reincorporarse cuando sintió como Takemaru la sujetaba de las manos y subiéndose en ella sin dejar caer todo su peso

    -Tú sabes bien de lo que te hablo ¡Me delataste con la princesa!- le continuaba reclamando mientras presionaba con furia las manos de la joven

    -Perdóname Takemaru, por favor no me lastimes…- suplicaba Hikari llorosa

    -No voy a golpearte, si Izayoi se da cuenta de ello se volverá a molestar conmigo…- dijo Takemaru mientras observaba detenidamente el pequeño y frágil cuerpo que estaba debajo suyo, quizá no era una belleza fuera de este mundo como quizá lo era Izayoi, pero Hikari era enserio muy linda y bastante apetecible a cualquier hombre, entonces su instinto masculino se apoderó de él y comenzó a tirar del obi del kimono de Hikari para deshacerse de este, por lo que la muchacha se asustó aún más

    -No…por favor no…- suplicaba Hikari entre lágrimas mientras Takemaru desgarraba aquel bello kimono que la princesa le había obsequiado –Entienda…yo soy virgen…- continuaba suplicando

    -Entonces tendrás el honor de que el gran Setsuna no Takemaru te tome como suya- dijo el samurái de manera fría escuchando los jadeos de la muchacha que forcejeaba por liberarse

    -No no deseo que sea así ¡No así!- lloró la pobre mujer, Takemaru la tomó por la fuerza y ella contestó con amargas lágrimas...





     
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    KimikoKagome

    KimikoKagome Entusiasta

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    Mi princesa de la luna oculta [ inu no taisho x izayoi]
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    3878
    Capítulo 5: "Proteger"

    La temible Sounga: la espada que domina el inframundo, es un arma diseñada con el unico propósito de destruir y matar sin piedad, dentro de ella vive un espiritu dragon capaz de manipular a aquel ser inferior que la empuñe, esa espada no le sirve a Inu no Taisho para conseguir su nuevo propósito: Proteger a la bella Izayoi, una humana de la que se está enamorando perdidamente...


    Advertencia Spoiler: Sounga es la tercera espada de Inu no Taisho, la cual solamente hace aparicion en la tercera pelicula de InuYasha "La espada conquistadora"

    ----------------------------------------------
    La noche estaba casi al final de su transcurso, en el silencio de los humanos dormidos solo se escuchaban los grillos cantándole a la luna y a las estrellas a las afueras de una enorme mansión, y dentro de esta en una de las habitaciones se escuchaba el leve llanto de una joven que se encontraba sentada en el suelo abrazándose a sí misma; frente a ella se encontraba un muchacho sujetándose de nuevo su ostentosa armadura sin la más minina preocupación

    -Ya deja de llorar Hikari- le ordenó el joven sin siquiera dignarse a mirarla mientras terminaba de colocarse su armadura

    -Takemaru…- fue lo único que pudo decir la muchacha mientras lagrimas llenas de amargura seguían bajando por sus mejillas -¡¿Cómo puedes pedirme eso?- le gritó furiosa –despues de que tú me…-

    -No hagas un aquelarre porque entonces a quien verán mal será a ti- le interrumpió Takemaru –Así que ahora más que nunca te conviene no hablar- concluyó mientras abría la puerta corrediza de la habitación para retirarse

    -¿Cómo es posible que te quejes de los demonios? Si tú me has demostrado que eres peor que ellos mismos…- lo
    retó furiosa Hikari antes de que el saliera por completo de la habitación

    -Es mejor que descanses, te veo en la mañana- se despidió con indiferencia cerrando la puerta al salir

    Una vez sola; Hikari se dejo vencer por el llanto lleno de rabia, dolor, odio y decepción, continuaba abrazándose con fuerza tratando de reconocer su propio cuerpo, lo cual le pareció bastante triste y miserable así que se puso de pie y encendió una vela para poder observar mejor su alrededor, con su mirada localizó su kimono desgarrado se encamino hacia él y se agachó para cogerlo

    -Tendré que comprar otro sin que la princesa se dé cuenta…- pensó la muchacha en un suspiro mientras abrazaba el trozo de tela mientras sus lagrimas volvían a escapar de sus ojos, se dirigió hacia su pequeño futon pretendiendo dormir aunque fuera unas cuantas horas, y al despertar descubrir que todo había sido una amarga pesadilla, la vela se consumió poco a poco hasta apagarse permitiéndole a la oscuridad apoderarse de nueva cuenta de la habitación

    En el castillo Yokai, Inu no Taisho permanecía abrazado a Irasue observándola dormir, ya se sentía lo suficientemente descansado para ponerse de pie, pero siempre que lo intentaba, Irasue lo abrazaba más posesivamente y él para ser sincero, quizá tampoco quería apartarse de ella, no tenía nada de malo ya que se trataba de quien por muchos años ha sido su fiel esposa…, así que se resignó además parecía ser una noche por demás tranquila, sabía que si existía algún problema Sesshoumaru podría hacerse cargo, después de todo el día que el ya no estuviera en este mundo para ser llamado "La bestia más poderosa de todas" su hijo sería el siguiente en ese cargo y confiaba que lo sobrellevaría con inteligencia, decidió distraer su mente cerrando los ojos ligeramente, entonces le vino a la mente la imagen de la bella Izayoi, aquellos ojos chocolate, sus labios rojos carmín, toda ella simplemente perfecta, demasiado como para pensar que se trataba de una simple humana, recordó que pronto más demonios se atreverían a intentar lastimarla a pesar de que él había dado la orden de no acercasen, nunca faltaba el idiota que quisiera pasarse de listo, entonces abrió los ojos de golpe e intentó levantarse pero Irasue reafirmó su agarre a su brazo

    -¿Cuál es tu insistencia en irte?- preguntó la mujer en un tono molesto y orgulloso sin abrir los ojos

    -Ya he descansado lo suficiente, además no tarda en amanecer y quiero ir a ver al anciano Totosai- le explicaba con el fin de que ella por fin accediera a soltarle

    -¿El anciano forjador de espadas?- le preguntó curiosa

    -Sí, le deje a Sounga para que le diera mantenimiento y ahora debo regresar por mi espada, además necesito un favor más de ese anciano- le revelaba sintiendo como Irasue le liberaba del posesivo abrazo

    -Esa espada tuya es un verdadero peligro si no está contigo ¿Cómo se la pudiste dejar a ese anciano torpe?- le preguntó Irasue aparentando desinterés

    -Logré sellar sus poderes con ayuda de Saiya, pero ese sello es muy débil debido a la naturaleza de ese sirviente nuestro, es por eso que debo regresar por la espada antes que su poder se libere- comentaba Inu no Taisho mientras pretendía abandonar la habitación

    -No sé porque presiento que ese favor que necesitas tiene que ver con esa humana- comentó Irasue con molestia

    -Deja tus celos mujer- se limitó a decir el yokai mientras se alejaba por el largo pasillo

    -Entonces no te acerques más a esa humana- le retó Irasue molesta mientras se ponía de pie, siendo ignorada por Inu no Taisho que no detuvo su camino

    Un día más comenzaba a nacer en el horizonte, y una joven doncella descansaba en su lujosa cama, después de haber retado a quien fuera su amigo en la infancia, lo único que quería era dormir y descansar, sin imaginarse jamás lo que sucedía a solo unas habitaciones de la suya, el sol comenzaba a colarse por la ventana iluminando el bello rostro de la princesa, quien abrió los ojos pausadamente

    -¿Ya…amaneció?- pensaba la princesa mientras se levantaba lentamente y exhalaba un leve bostezo -¿Será muy temprano?- dijo la princesa mientras observaba a su alrededor

    -Buenos días princesa Izayoi- la saludo alegremente la pulga Myoga

    -Buenos días anciano Myoga- saludó Izayoi sonriente -¿Cómo ha pasado la noche?- le preguntó cortésmente mientras se ponía de pie

    -Estuve pendiente de usted mi princesa- le contestó la pulga –Bueno ahora, si no le importa saldré un rato a pasear- se despidió la pulga mientras salía saltando por la ventana –nos vemos más tarde-

    La princesa solo observó a la pulga alejarse por el jardín, cuando escuchó como unos pasos tranquilos se acercaban a su puerta

    -¿Princesa, esta despierta?- se escuchó la voz de Hikari

    -Si, pasa Hikari- contestó Izayoi alegremente

    A abrir la puerta corrediza Izayoi pudo observar que su amiga portaba su común y sencillo kimono amarillo, sujetando una charola con el desayuno de la doncella

    -¿Hikari? ¿Qué ha pasado con el kimono que ordené para ti?- le preguntó curiosa mientras se sentaba

    -Bueno…yo…- dijo Hikari pausadamente tratando de buscar una excusa mientras se sentaba frente a la princesa y dejaba la charola con comida en el suelo –Sin fijarme lo dejé sobre una vela y ardió en llamas…quedó inutilizable espero me perdone por ser tan tonta y descuidada- decía la joven agachando la cabeza avergonzada

    -No te disculpes Hikari, los accidentes suceden- le animó Izayoi con una sonrisa –Más tarde pediré que te consigan un kimono nuevo, ¿De acuerdo?- concluyó aun sonriente

    -S…si princesa, de acuerdo- tartamudeó la muchacha –Bueno, la dejare desayunar tranquila princesa- dijo Hikari poniéndose de pie y despidiéndose con una reverencia, se encaminó hacia la salida, abrió la puerta corrediza y salió tranquilamente de la habitación

    -Vaya…- dijo Hikari en un largo suspiro al momento que cerraba la puerta cuando escuchó unos tranquilos pasos acercarse a ella, se dio la vuelta para observar de quien se trataba y una punzada atravesó su corazón al notar que se trataba de Takemaru

    -¿Ya ha despertado la princesa?- le preguntó Takemaru de manera interesada

    -Si ya se ha despertado- le contestó cortantemente desviando su mirada

    -Bien, entonces déjame pasar- le dijo en casi una orden –Necesito hablar con ella-

    -No creo que ella desee hablar contigo ahora- le contestó Hikari

    -Yo no te he preguntado eso- dijo Takemaru fríamente mirándola con desgana

    Hikari le regresó la mirada llena de dolor en su pecho, quería gritarle que era un sínico y un verdadero canalla, cuando escuchó que un par de guardias se acercaban a ellos

    -Takemaru sama- habló uno de los guardias

    -¿Qué sucede?- preguntó el samurái

    -Ha llegado un mensajero del gran terrateniente, trae un recado para usted- habló el otro de los guardias –lo hemos pasado a la estancia principal- le indicó

    -Bien- contestó Takemaru con desgana mientras se encaminaba hacia la estancia siendo seguido por los dos guardias no sin antes dirigir su fría mirada hacia Hikari lo cual le ocasionó un escalofrió a la muchacha

    En un lugar apartado, en una montaña rodeada de lava incandescente donde la temperatura era tan elevada que cualquiera moriría al sofocarse, había unos enormes esqueletos que le servían de hogar a un anciano de ojos grandes y saltones llamado Totosai quien observaba preocupado una enrome espada que tenía una esfera color gris que gradualmente se encendía en un fuerte color rojo, en la punta del mango donde se sostenía

    -Ese sello no tardará en romperse- suspiró lamentándose el anciano forjador de espadas

    -Tú lo has dicho viejo amigo- se escuchó una segunda voz, entonces del escudo de la funda de aquella espada se
    asomó el rostro blanco de un anciano demonio

    -Saiya, ¿No has logrado reforzar el sello de Sounga? – le preguntó Totosai cruzado de brazos

    -He logrado controlarlo, pero si el amo Inu no Taisho no regresa pronto, El espíritu dragón se despertará y las cosas se pondrán feas- le contestó Saiya deprimido observando como la esfera gris seguía parpadeando en color rojo

    -Cualquiera que toque esa espada quedará controlado por su energía demoniaca- mencionaba Totosai

    -Y eso es una clara muestra de debilidad- se escuchó la autoritaria voz de Inu no Taisho mientras se acercaba a ambos ancianos

    -Señor comandante- dijeron ambos ancianos al unísono al ver al valiente Yokai acercarse, quien solo les dedicó una mirada desinteresada y se agachó para coger su poderosa espada haciendo que el color rojizo de la esfera que se estaba haciendo cada vez más intenso se neutralizara por completo

    -Parece que llegue justo a tiempo- menciono Inu no Taisho con arrogancia mientras envainaba su espada en su dorso sujetándola entre su armadura y su larga estola –Espero que no te haya causado dificultades Totosai- le mencionó en un tono ligeramente irónico

    -Sounga es un arma bastante fuerte- se limitó a contestar Totosai

    –No cabe duda de porque es llamada la espada que domina el infierno- dijo Saiya complementando las palabras del forjador de espadas

    -Así es, es necesaria una espada que sea la encargada de dominar la tierra, y por ende neutralizar a Sounga- dijo Inu no Taisho cerrando los ojos en señal de engreimiento –Es por eso que te pediré un favor Totosai- continuó mientras buscaba entre su armadura y sacaba un poderoso y afilado colmillo de perro y se lo lanzaba al anciano

    -¿Qué? ¿Un favor?- preguntaba el anciano confundido mientras atrapaba el colmillo, de pronto este se transformó en uno de tamaño gigantesco, causándole al asombro a Saiya y Totosai

    -Ese es uno de mis sublimes colmillos, deseo que con él forjes una espada para mí- le dijo casi en una orden mientras lo observaba fijamente con sus ojos dorados y penetrantes

    -¿Una espada nueva? ¿Acaso Sounga no es lo suficiente poderosa mi señor?- le preguntó Saiya intrigado

    -Sounga es una espada que solo sirve para destruir, matar sin piedad, no sirve para proteger…- le contestó Inu no Taisho a su sirviente –Jm…proteger…-se repitió para sí mismo sus palabras en su cabeza, la última vez que alguien necesito que lo protegiera, ese alguien era tan solo un cachorro y eso había sido ya varios años

    -¿Y ya ha pensado en un nombre para su espada mi señor?- le preguntó Totosai mientras intentaba mover el gigantesco colmillo

    -La espada que domine la tierra y proteja a los humanos que viven en ella…será conocida como la poderosa Tessaiga…- Contestó firmemente el orgulloso yokai

    Por su parte en la lujosa mansión donde vivía la princesa, en una de las habitaciones que servía como estancia para recibir a las visitas, se encontraba un hombre con un atuendo común del un mensajero, esperando a que el jefe de guardia del palacio le atendiera cuando vio que este se acercaba tranquilamente hacia el

    -Takemaru sama- le saludo con respeto haciendo una reverencia

    -¿A qué has venido mensajero?- le preguntó serenamente

    -El señor terrateniente me ha enviado por usted, desea tener noticias sobre su amada hija- respondió el enviado

    -y…¿No puedes enviarle tu las noticias?- le preguntó Takemaru arqueando una ceja con desconfianza

    -Discúlpeme, son órdenes del terrateniente…- se limitó a contestar el hombre

    -Perfecto…- dijo Takemaru aun desconfiando –Retírate- le ordenó mientras salía de la habitación para buscar a la princesa, el hombre solo acató con la cabeza y se retiró de la habitación pretendiendo salir del palacio

    En las afueras del palacio, el anciano Myoga descansaba sobre una roca, disfrutando de la fresca mañana

    -¡Ah pero que día tan agradable!- dijo sonriente la pulga cuando observó como un humano salía del palacio en una actitud bastante sospechosa encaminándose hacia lo profundo del bosque así que decidió seguirlo
    El mensajero caminaba acelerando el paso, hasta que se encontró rodeado únicamente por silenciosos arboles

    -Tardaste demasiado- se escuchó una ronca voz llamarle al mensajero, entonces un demonio con apariencia repugnante con un bastón se paró frente a el

    Entonces el mensajero fue rodeado por un aura maligna para después transformarse en un demonio idéntico al que se encontraba frente a él -No ha sido mi culpa, ese estúpido samurái estuvo dudando de mis palabras- le contestó de manera altanera

    -Está bien no importa, ahora solo nos queda esperar que ese tonto humano vaya a ver a su jefe y que deje sola a la princesa- le contestó el yokai del bastón a su compañero

    -¿no nos estamos arriesgando demasiado?- le preguntó el segundo demonio –Escuché que la bestia comandante ha prohibido acercarse a esa humana- dijo algo temeroso

    -¡Bah! A mí no me importa lo que diga ese perro fanfarrón- bufó el yokai mientras giraba su bastón –Vamos necesitamos estar pendientes cuando ese samurái se marche- le ordeno mientras caminaba de regreso al palacio siendo seguido por su acompañante

    -¿Quieren desobedecer al amo?- se preguntó Myoga -¡Es mejor que vaya a precaverle!- dijo mientras saltaba en busca de su dueño

    Dentro de la gran mansión, se encontraba la princesa Izayoi bebiendo una cálida taza de té cuando escuchó que alguien se acercaba a ella, giró su mirada para ver de quien se trataba y notó que era Takemaru

    -Princesa Izayoi…- comenzó el samurái –He recibido una nota de su padre, me ha pedido que vaya a verle- le dijo mientras hacia una reverencia

    -Me parece bien…- contestó ella con desgana –Hazle saber que espero pronto volverlos a ver…- concluyó la princesa desviando su mirada

    -Princesa, se que está molesta conmigo…pero entiéndame no puedo arriesgarla a que este cerca de una bestia que podría ser malvada…- dijo Takemaru en un intento por ser disculpado

    -Inu no Taisho, no es alguien malo… me lo ha demostrado- le contestó Izayoi redirigiendo su mirada –En cambio, tú me mentiste Takemaru, eso me decepcionó como no tienes idea-

    -Aun así, no puedo arriesgarla, prometí que la protegería con mi vida y eso haré mi princesa- dijo Takemaru firmemente –Si le mentí para alejarla de ese demonio, quiero que sepa que todo lo hago por su bien y por el de su familia, jamás permitiría que le hicieran daño, preferiría mil veces morir- concluyó mientras se arrodillaba ante la princesa

    -Takemaru…- dijo Izayoi con apenas un hilo de voz

    -Es por eso que le ruego princesa, que perdone a este samurái servidor suyo, que solo se preocupa por usted- dijo aun arrodillado –Ya me he disculpado con Hikari por haberla abofeteado, así que espero que tome eso en cuenta…- mentía

    -Takemaru…yo, yo entiendo, se que lo que hiciste fue porque tienes la obligación de protegerme así que levántate, no tengo nada por lo cual perdonarte- contestó Izayoi con una leve sonrisa

    -Se lo agradezco mucho princesa- contestó el samurái mientras se ponía de pie –Prometo que tardare lo menos que me sea posible, no se preocupe la dejare bien resguardada hasta mi regreso- le confirmó mientras se disponía a dejar la habitación –Nos veremos hasta entonces mi princesa…-

    -Takemaru, espera…- le detuvo Izayoi mientras se ponía de pie

    -Dígame- contestó el samurái antes de sentir un tierno abrazo por parte de la princesa

    -Cuídate mucho, por favor- le pidió con una sonrisa

    -Pri…princesa…yo…- tartamudeaba el guerrero sintiendo sus mejillas sonrojarse, pero entonces se separó de la bella mujer

    -Discúlpeme, no es correcto que una princesa como usted abrace así a un custodio como yo- dijo el samurái antes de darse la media vuelta y salir de la habitación, mientras caminaba por el pasillo vio a Hikari acercándose del lado opuesto, dirigiéndose hacia la princesa, cuando se sintieron cerca ambos bajaron la mirada cuando se cruzaron sin dirigirse la palabra o eso pensó Hikari

    -Espero verte cuando regrese…- le dijo de una forma que al parecer de la muchacha fue repugnante pero decidió no contestarle y continuar caminando

    Takemaru ordenó a varios de sus hombres que se preparan para acompañarle, y al resto de los guardias les ordenó que vigilaran muy bien a la princesa, no tardó en salir del palacio y encaminarse hacia el hogar del terrateniente y su mujer, sin sospechar que dos demonios repugnantes le vigilaban y esperaban el momento que estuviera lo suficientemente alejado para no volver a tiempo de salvar a Izayoi

    Por su parte Myoga quien había montado a un cuervo, sabía que hoy era el día en el que su señor regresaría por su espada con Totosai así que sin perder tiempo se dirigió hacia allá, cuando llegó encontró a su amo dándole varias instrucciones al viejo herrero

    -¡Amo!- gritó Myoga cuando llegó hasta ellos y saltó hacia el hombro de Inu no Taisho

    -Myoga ¿Qué ha pasado?- preguntó Inu no Taisho serenamente, pero sabía que si su sirviente había vendió a buscarle quería decir que tenía noticias sobre un posible peligro para Izayoi

    -Amo, ¡unos demonios rebeldes han desobedecido sus ordenes!- comenzaba a relatar Myoga –Engañaron al samurái que custodia a la princesa, haciéndole creer que el terrateniente le llama, para así secuestrar a la señorita Izayoi-

    -¿¡Qué has dicho! Inu no Taisho abrió los ojos de par en par –Ese estúpido samurái…¡sabia que él no es el indicado para proteger a Izayoi!- pensaba furioso mientras salía del hogar de Totosai a toda prisa haciendo que Myoga se callera de su hombro, ante la mirada confundida de Totosai y Saiya

    -Oye Myoga- le llamó Saiya

    -¿Si? ¿Qué pasa?- le preguntó la pulga

    -¿Quién es esa tal Izayoi?- preguntó Totosai

    -Ay, par de viejos incultos…- se lamentó Myoga

    Inu no Taisho por su parte tomó su forma demoniaca de perro gigantesco y se puso en marcha en busca de Izayoi
    El par de demonios rebeldes por su parte estando seguros de que Takemaru y sus hombres ya se encontraban muy alejados decidieron comenzar con su ataque

    -Parece que ese samurái ya no podrá llegar a tiempo si se dispone a regresar- dijo uno de los demonios

    -Muy bien- dijo su compañero sujetando su bastón con ambas manos –entonces, ¡convocaré a un poderoso ejército de demonios!- exclamó alzando su bastón que ocasionó un enorme rayo eléctrico sobre él haciendo que unas nubes oscuras se posaran sobre el palacio y de esta nube cientos de demonios comenzaron a emerger

    Dentro del palacio, los soldados se percataron del ejército de yokais acercándose vorazmente

    -¡Todos a sus puestos!- se escuchó la voz de un soldado mientras tocaban una campana de alerta -¡No dejen que se acerquen a la princesa!-

    Izayoi y Hikari escucharon la campana de alerta desde la habitación de la princesa, lo cual las asuntó

    -Necesito saber que pasa- dijo Izayoi pretendiendo salir de la habitación

    -Espere princesa- la detuvo Hikari –Es muy peligroso, quédese aquí –

    -Pero Hikari…- dijo Izayoi asustada

    -Hágame caso por favor princesa, no es conveniente que usted vaya- le convenció

    En la entrada principal del castillo el ejército de demonios ya comenzaba a entablar una guerra con los soldados que custodiaban el lugar, los humanos se defendían con sus arcos y sus afiladas lanzas, pero eran cientos demonios, Inu no Taisho en su forma gigantesca, se había detenido sobre un peñasco desde el cual podía observarse el palacio de Izayoi desde las alturas, volviendo a tomar su forma humanoide

    -No dejaré que te hagan daño Izayoi- se dijo para sí mismo mientras se convertía en una cegadora bola de luz que se levitó a toda prisa hacia el castillo

    Takemaru continuaba su camino hacia el castillo del terrateniente cuando se percató de una enorme nube de humo a sus espaldas

    -¡Takemaru sama!- le llamó uno de sus hombres -¡Parece que están atacando el castillo donde se encuentra la princesa!-

    -¡Maldita sea!- pensó enojado -¡Vamos! ¡Tenemos que regresar!- les ordenó redirigiéndose a toda prisa hacia el castillo

    La princesa y su dama de compañía podían escuchar los gritos y los intentos por defenderse provenientes de todas partes del palacio, entonces vieron como uno de esos demonios rompía violentamente una de las paredes de la habitación que daba hacia el jardín quedando frente a las dos aterradas mujeres

    -¡Pero miren esto!- se burló el demonio repugnante -¡He encontrado a la princesa!-

    -¡No te le acerques!- dijo Hikari aparentando valentía

    -¡No molestes humana estúpida!- gritó el demonio mientras la golpeaba y la lanzaba hacia una de las paredes

    -¡Hikari!- gritó Izayoi horrorizada

    -¡Serás mía princesita!- gritó el yokai mientras se acercaba a la princesa quien horrorizada cayó al suelo

    -No, por favor….- pensaba asustada cuando vio al demonio abalanzarse sobre ella, pero antes de que aquel repugnante ser la tocara, unas ráfagas amarillas ya antes vistas por ella partieron al demonio en cientos de pedazos, entonces alzó su mirada y lo vio de pie frente a ella…

    -Pero si…eres…- dijo apenas con un hilo de voz

    -Hoy, te irás conmigo- le interrumpió Inu no Taisho firme y seguro de sus palabras mientras la veía fijamente
     
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    KimikoKagome

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    Mi princesa de la luna oculta [ inu no taisho x izayoi]
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    3792
    Capítulo 6: Llegar a ti

    Inu no Taisho fue en busca de Izayoi, pero no será facil poder llevarla a un sitio seguro
    Takemaru regresa al castillo en busca de su amada princesa, ¿Como reaccionará al saber que aquella "bestia repugnante" ha llegado primero?...
    -------------

    Pero si…eres… dijo apenas con un hilo de voz

    Hoy, te irás conmigo le interrumpió Inu no Taisho firme y seguro de sus palabras mientras la veía fijamente

    Pero… fue lo único que alcanzó a articular la asustada princesa

    No quiero que pongas ningún pretexto Izayoi le mandó el Yokai mientras le ofrcia su mano para ayudarla a levantarse

    La princesa acató con la cabeza y acercó su mano a la del poderoso demonio y se sujeto de ella para ponerse de pie

    ¿Qué ha pasado? ¿Por qué esos demonios saben que Takemaru no está en el palacio? preguntaba la princesa aun exaltada

    Ya habrá tiempo de aclarar todas tus dudas, ahora debemos irnos le respondió Inu no Taisho acariciando tiernamente su mejilla, cuando con su olfato detecto que varios demonios se acercaban a la habitación no perdamos tiempo concluyó el yokai cargando a la princesa en sus brazos haciendo que esta se sonrojara levemente

    pero…Hikari-chan… dijo la princesa nerviosa dirigiendo la mirada hacia su inconsciente amiga

    te prometo que regresaremos por ella ultimó el yokai, dirigiéndose al gran hoyo en la pared por donde había entrado con la princesa en brazos, comenzando a levitar en el aire

    Princesa…Izayoi… dijo Hikari con un hilo de voz abriendo pesadamente los ojos, pudo notar borrosamente como la princesa era cargada por la bestia comandante y se alejaban volando del lugar, intentó ponerse de pie pero el fuerte golpe que había recibido al estrellarse con la pared la había hecho marearse para después desmayarse de nueva cuenta justo en ese momento llegaron un par de asquerosos demonios a la habitación y rodearon a la inconsciente muchacha

    Aquí hay otra humana dijo uno de los yokai sujetando a Hikari por la cintura, y la llevaron al gran patio donde habían concentrado a todos los asustados sirvientes del castillo, en un rincón tenían a todas las mujeres

    ¡Ninguna de estas estúpidas humanas es la princesa! gritó furioso el yokai líder

    mi señor, ¡Mire! le dijo otro yokai señalando hacia el cielo donde se podía ver volando la gran estola de Inu no Taisho

    Ese asqueroso perro maldijo el yokai líder con rabia, quien se dirigió a la salida del castillo para intentar alcanzar a la bestia comandante, antes de poder salir comenzaron a llover unas ráfagas de flechas que mataron a varios demonios, eran Takemaru y su ejército que habían conseguido regresar, sin pensarlo los soldados humanos entraron en batalla con los yokai

    ¡Es el samurái! le dijo un ogro al yokai líder

    El youkai rabió golpeando el suelo con su bastón formando una nube oscura y se subió en ella ordena la retirada…iré por ese perro presumido le mandó mientras se alejaba sobre la oscura nube

    Ya escucharon al jefe, manga de inútiles ¡Es hora de irse! gritó el ogro haciendo que los demonios que quedaban vivos comenzaran la retirada

    Takemaru enojado empuñó su espada, se abalanzó contra el ogro y lo sujeto por el cuello ¡¿En dónde está la princesa? le preguntó con enojo mientras llevaba su espada hasta su grueso cuello

    El ogro se carcajeo del humano ¿Eres tan estúpido para creer que te lo diré? se burló el ogro a pesar de sentir la afilada hoja de la espada en su cuello ¡Jamás volverás a verla!

    Los ojos de Takemaru desbordaban rabia y odio, y con un fuerte movimiento de su brazo, degolló al insolente ogro, dejando el cuerpo inmóvil en el suelo sin el más mínimo cuidado, corrió hacia su caballo y lo montó ordenándole al animal que corriera en dirección en la que el yokai sobre la nube negra se había ido

    Takemaru sama le llamó uno de los soldados llamando la atención del samurái que detuvo su marcha

    Ayuden a restablecer la calma se limitó a decir Takemaru mientras dirigía su mirada al rincón donde se encontraba Hikari desmayada –Díganle cuando despierte que quiero hablar con ella le mandó al soldado refiriéndose a la hija de la cocinera, dicho esto retomo su marcha en busca del yokai y claro…de Izayoi

    Volando sobre los arboles Inu no Taisho cargaba a la bella Izayoi, la nerviosa princesa se sujetaba de la armadura del poderoso Yokai, recordaba que desde pequeña sentía un profundo terror a las alturas, pero estaba con Inu no Taisho, y confiaba inmensamente en que el no la dejaría caer

    Esto…Taisho sama… dijo nerviosa

    Hmm?... se limitó a mascullar el yokai indicándole que podía continuar hablando

    Bueno…yo… dijo a penas la princesa cuando de las espaldas de Inu no Taisho un fuerte relámpago los atacó, pero la bestia comandante lo esquivó con velocidad y astucia, Izayoi aterrada se abrazó fuertemente de
    Inu no Taisho y este aferró más su agarre a ella para no soltarla

    ¡Perro! gritó el yokai amenazando con su baston ¡Esa humana es mia!

    Izayoi asustada, ocultó su rostro en el pecho de Inu no Taisho, este le dedicó una fría y penetrante mirada a su atacante

    ¿Qué tanto me vez? Perro estúpido, ¡Yo no te tengo miedo como los demás demonios inservibles! se burló el yokai de apariencia repugnante mientras agitaba su bastón liberando otro relámpago luminoso que Inu no Taisho volvió a esquivar velozmente

    El poderoso perro demonio descendió de las alturas hacia tierra firme para poner a salvo a la princesa, la bajó con cuidado debajo de un gran árbol

    Ta…Taisho sama… tartamudeó asustada la princesa

    No tengas miedo, no dejaré que te toque le tranquilizaba mientras con su mano acariciaba la delicada mejilla femenina, teniendo cuidado de no lastimarla con sus garras

    No pensé que fueras tan cobarde como para ocultarte se escuchó la ronca voz del viejo demonio ¿La gran bestia comandante sucumbida por una insignificante humana?se burló mientras se paraba a las espaldas de Inu no Taisho, manteniendo su distancia

    Jm… bufó Inu no Taisho cerrando los ojos un segundo –Quédate aquí le mandó a Izayoi, dándole la espalda para protegerla del repugnante yokai, camino unos pasos para encarar a su enemigo

    Eres una bestia estúpida que solo sabe hablar comentó Inu no Taisho con desgana

    Entonces empuña esa espada que llevas en tu espalda y enfréntame le retó el demonio refiriéndose a Sounga

    Eres muy poca cosa como para ser tocado por el filo de mi poderosa Sounga se burló Inu no Taisho

    ¡No me subestimes perrucho fanfarrón! le retó furioso agitando su bastón del cual se disparó una filosa cuchilla dispuesta a lastimar al comandante, pero este la atrapo con una sola mano sin el más mínimo esfuerzo

    –Con estos juguetes yo entrenaba a mi hijo cuando era un niño se burló orgulloso el poderoso Yokai derritiendo la cuchilla con sus garras venenosas

    El grotesco demonio gruño con rabia y agitó nuevamente su bastón del cual se dispararon más de 100 cuchillas, que Inu no Taisho golpeó con un látigo color amarillo brillante que salió de una de sus garras, el golpe fue tan fuerte que las cuchillas se re direccionaron hacia el atacante de la bestia comandante, hiriéndolo en los brazos y piernas haciéndolo sangrar una repugnante sangre color verde, del dolor en sus piernas se arrodilló un momento

    Perro engreído… se quejó el yokai, que intentaba ponerse de pie, entonces de un parpadeo y con una velocidad inimaginable Inu no Taisho se dirigió hasta a él y lo sujeto por el cuello con una sola mano y lo estrelló contra un árbol

    Ya basta de juegos ultimó Inu no Taisho mientras alzaba su mano libre y concentraba el veneno de sus garras para acabar con la vida de su enemigo

    El demonio juntando fuerzas a pesar de que la respiración se le dificultaba, alzó su mano en la que tenia sujetado su bastón, dirigió su mirada hacia donde estaba Izayoi esperando a Inu no Taisho, con leve movimiento liberó un fuerte relámpago que se dirigía directamente hacia la asustada princesa

    Izayoi…pensó la bestia comandante soltando a su enemigo dejándolo caer en el suelo para intentar alcanzar el relámpago antes que dañara a Izayoi

    ¡ah! gritó aterrada Izayoi mientras cubría su rostro con sus brazos para intentar protegerse solamente sintió cuando alguien se colocaba frente a ella, la abrazaba obligándola a abrazarle también y la arremetía contra el árbol y su cuerpo, lo último que escuchó fue el relámpago estrellándose contra algo, tenía miedo de abrir los ojos, pero lo hiso de manera lenta y pesada cuando por fin los abrió vio frente a ella a Inu no Taisho mirándola fijamente, protegiéndola con su cuerpo, con sus manos apoyadas en el árbol, el poderoso yokai había recibido el ataque con su espalda
    ¿No te lastimé verdad? dijo Inu no Taisho de manera tranquila y algo burlona

    −N…no... tartamudeó Izayoi estremecida

    Te dije que no dejaría que te tocara dijo Inu no Taisho de manera firme

    Izayoi se sonrojó de sobremanera, sumado a que continuaba abrazándolo le hiso sentir más avergonzada así que optó por soltarle, le pareció escuchar el ya típico "Jm" de Inu no Taisho mientras se daba la vuelta para encarar de nueva cuenta a su oponente

    Dices no tenerme miedo… comenzó Inu no Taisho mientras sus ojos tomaban un fuerte color rojizo –deberías comenzar a tenérmelo…

    Inu…no taisho… susurró Izayoi, fijando su mirada hacia la espalda de Inu no Taisho y observó que había quedado herido por el ataque que recibió hace unos momentos haciéndola sentir un poco culpable

    El demonio dio un paso atrás al ver los ojos color sangre de la bestia comandante, pero se reincorporó a su sitio ¡No eres más que un engreído! le gritó con furia – ¡Voy a acabar contigo y después me quedaré con esa tonta humana! ultimó alzando su bastón pero Inu no Taisho con una velocidad aun mayor a la que había mostrado antes le sujeto la muñeca de la mano con la que empuñaba su arma de madera

    Un ser tan patético como tú… se burló Inu no Taisho mientras apretaba con fuerza la muñeca de su enemigo logrando que este dejara caer al suelo su arma –¿Acabar conmigo terminó de hablar para después presionar con aun más fuerza la extremidad de su oponente hasta que reventó la mano haciendo que el demonio, por mucho inferior a él, diera un grito enardecido de dolor y callera al suelo

    ¡bestia inmunda! gritó adolorido el yokai que ahora se había quedado sin una mano

    Comienza a sentir respeto por Inu no Taisho… la bestia comandante… fue lo último que dijo Inu no Taisho antes de con fino movimiento de su mano derecha destajara al yokai con sus poderosas garras, reduciéndolo a pedazos –Pero que pérdida de tiempo… se quejó el poderoso yokai mientras observaba los restos de su oponente, se dirigió hacia el bastón y lo pisó con tanta fuerza que lo partió a la mitad, después se dio media vuelta hacia Izayoi y lo que vio le enterneció bastante: la bella princesa cubría sus ojos con sus delicadas manos, como una niña pequeña, esto lo hiso sonreír vagamente y se acercó a ella a paso lento y tranquilo y se colocó frente a ella

    ¿Pero qué tendrás tu, que tanto humanos como demonios desean? preguntó de manera irónica mientras la muchacha retiraba las manos de su rostro y alzaba tiernamente su mirada para fijarla con las orbes doradas del yokai

    Lo lastimaron por culpa mía…perdóneme se disculpaba Izayoi mientras sus mejillas se ruborizaban

    No es nada la tranquilizó

    ¡Pero esta herido! Si yo hubiera corrido en lugar de quedarme parada como tont… lloriqueó la princesa entonces el yokai calló su boca colocando uno de sus dedos sobre los delicados labios femeninos

    El hubiera no existe Izayoi le dijo Inu no Taisho de manera firme con una leve y tenue sonrisa haciendo que la princesa se sonrojara a un más, Inu no Taisho continuaba sonriéndole cuando su sensible olfato detectó a lo lejos una esencia humana conocida… El samurái…pensó molesto haciendo que su semblante despreocupado pasara a uno firme y serio

    ¿Sucede algo?, Taisho sama… preguntó Izayoi al notar el cambio en el rostro del yokai

    Vamos dijo de manera firme mientras abrazaba a la princesa nuevamente por la cintura para volver a elevarse por el aire

    ¿Me dirá a donde me lleva? preguntó Izayoi con curiosidad mientras se sujetaba de la armadura de Inu no Taisho, aun no superaba su pánico a las alturas…

    A donde sepa que estarás segura contestó seriamente el yokai dirigiéndole una firme mirada, esto hiso que la joven se ruborizada un poco, Inu no taisho también se sintió un poco nervioso por la mirada chocolate así que redirigió su mirada hacia enfrente –Ya estamos cerca… dijo intentando ocultar su nerviosismo

    Takemaru por su parte había continuado buscando al yokai que se había escapado en la nube oscura, cuando llegó a un sitio rodeado por arboles y notó que en ese sitio acababa de suscitarse una pelea

    Seguramente fue una pelea entre asquerosos demoniosaseguraba el samurái mientras bajaba de su caballo para observar más detalladamente la escena, al acercarse vio pedazos del cuerpo de un demonio, todos bañados en una repugnante sangre verde, mientras observaba pudo notar el bastón partido a la mitad –Este es el demonio que atacó el castillo…pensaba algo asqueado por la escena que presenciaba mirando detenidamente los restos, se percato que fueron destajados por un animal con…¿Garras?...todo fue claro entonces, era el mismo corte que vio en los restos del ogro que había atacado a Izayoi, el mismo corte que redujo a pedazos al yokai que pretendía comerse a Hikari, esto era obra de la maldita bestia Inu no Taisho…

    ¡Maldita sea!gritó pateando uno de los restos del demonio muerto –Esa aborrecible bestia…se llevó a Izayoi se lamentaba mientras desenfundaba su espada ¡Voy a matarlo! gritaba con furia mientras enterraba su espada en el trozo de carne muerta…

    Inu no Taisho llegó con Izayoi a una cabaña escondida en la profundidad del bosque, era una casa de dos habitaciones, centro de reuniones y un pórtico que daba a un pequeño pero hermoso jardín, no era tan grande como la casa de los padres de Izayoi y tampoco tan majestuosa como el gran castillo en el que Inu no Taisho vivía junto a Irasue, pero era ideal para las circunstancias, era un sitio seguro, justo cuando llegaron al pórtico el gran Yokai bajó con cuidado a la princesa

    Disculpa el estado en que se encuentra esta casa, nadie ha vivido aquí en años se disculpó Inu no Taisho, ya que la casa lucia bastante abandonada y polvorienta debido a los años –Traeré a mis sirvientes a que la arreglen para ti ultimó el yokai desviando su mirada de la de la princesa

    No se preocupe, está bien… sonrió Izayoi ¿Es suya esta cabaña? preguntó intrigada

    Ahora es tuya le contestó Inu no Taisho regresando su mirada fija y penetrante hacia la princesa –Bien, ahora te dejare para que te pongas cómoda se despedía el yokai, planeaba llamar algunos sirvientes para que le hicieran compañía y además tenía otros asuntos pendientes…Irasue…

    Espere…Taisho-sama… balbuceó Izayoi –No…no se vaya…

    ¿Por qué no?... le preguntó Inu no Taisho arqueando una ceja girando sobre sus talones para ver a la princesa

    Me…me da mucho miedo quedarme sola tartamudeó nerviosa

    Debes aprender a ser más valiente Izayoi le aconsejó el yokai mientras caminaba tranquilamente hacia ella hasta detenerse frente a ella a una distancia razonablemente pequeña

    Es que…yo… decía Izayoi mientras bajaba su mirada –Yo…jamás he estado sola… concluyó algo avergonzada

    Tonta le dijo Inu no Taisho en el momento que colocaba una de sus manos sobre el delicado mentón de la princesa, lo empujó hacia arriba obligándola a alzar su mirada para fijarla con la suya –Tu jamás estarás sola, mientras me tengas a mi

    Taisho-sama… fue lo único que pudo decir la nerviosa princesa

    Es una promesa, Izayoi ultimó el yokai antes de perderse en la mirada chocolate de la bella humana que tenía frente a él

    Se veían fijamente, como si uno pudiera ver a través de los ojos el alma del otro ¿Cómo era posible que una simple humana fuera capaz de hacerlo sentir así?, pronto ambos acercaron más sus rostros, sentía el aliento humano más cerca de su boca, entonces cepilló ligera y delicadamente sus labios con los color carmesí de la bella princesa, aunque fue solo por un segundo, ya que el yokai se desvió de los labios de la princesa y beso firmemente la mejilla femenina para después alejarse unos pasos de ella

    Me quedaré esta noche aquí, sólo porque tú me lo has pedido comentó Inu no Taisho tratando de recobrar la compostura –además no tarda en hacerse de noche y es peligroso dejarte sola

    Si…muchas gracias, por todo respondió Izayoi bajando su mirada ocultando su rostro bastante ruborizado

    Escoge cualquiera de las habitaciones mientras voy por algo para que comas ¿de acuerdo? le propuso Inu no Taisho queriendo aparentar que nada había pasado, la joven princesa solo asintió con un movimiento de cabeza –Bien, ya regreso concluyó el yokai antes de alejarse volando

    La princesa solo vio como su larga estola bailaba junto con el aire, colocó su mano sobre la comisura de sus labios, a pesar de que hubiera durado una milésima de segundo…ese fue su primer beso…

    Takemaru había decidido regresar a la mansión, no sabía dónde podía estar Inu no Taisho y a dónde demonios había llevado a Izayoi, pero conocía a alguien que debía saber por lo menos una cosa: Hikari, así que pensó que lo mejor era interrogar a la joven, cuando llegó al palacio pudo notar que aun estaban reconstruyendo algunos techos y paredes dañados por los yokai, también había varios solados y sirvientes con leves heridas que ya eran atendidos por varios médicos y parteras que vivían dentro de la enorme mansión, al recorrer los pasillos las escenas no eran muy diferentes, pero decidió no tomarles importancia y dirigirse directamente hacia la habitación de Hikari, al abrir la puerta corrediza de la habitación notó que había varios sirvientes reparando un enorme hueco en el techo

    Takemaru sama le saludo con el debido respeto uno de los soldados que se encontraban vigilando

    ¿Dónde está Hikari? preguntó con desgana

    La cambiamos a tres habitaciones más enfrente mientras esta es reparada le contestó uno de los sirvientes quitándole al soldado la respuesta de la boca

    El samurái no contestó, simplemente salió de la habitación cerrando la puerta corrediza y se encamino hacia la habitación hacia la que había sido cambiada Hikari

    La hija de la cocinera, estaba sentada en uno de los rincones de la habitación, en el momento que había despertado y después que atendieron sus heridas en la espalda debido al golpe que recibió contra la pared, uno de los soldados le había avisado del recado de Takemaru, al principio esto le llenó de escalofríos, pero tenía que aceptarlo, a pesar de todo, su amor hacia Takemaru no había desaparecido… y hasta que el samurái se cansara de ella, sólo seria vista por él como un escalón para llegar con a la que amaba de verdad, para llegar a Izayoi…

     
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