Mi mejor amiga.

Mi mejor amiga.

Mi mejor amiga​

Nadie sabe cuanto daría por estar en su lugar. Todo el mundo decía que era una operación menor, sin el mínimo de riesgo vital, pero no me ayudaban en nada. Lo único que me podía hacer realmente bien era tenerla a mi lado. ¿Era tanto pedir?

Su “novio” estaba en casa con el mismo humor de siempre, haciendo bromas e intentando evitar que pensara en que a mi mejor amiga le estaban metiendo un cuchillo en el estomago, claro, sin logro alguno.

Nadie podía entender cuánto miedo tenía tengo en este momento. Es que… ¿qué iba a hacer yo sin ella? La necesitaba más que a cualquier otra persona en el mundo, es más, más que al mundo entero.

El teléfono suena y antes de intentar volver a hacerlo yo ya lo tengo en mi oreja. El corazón me late a mil por hora y mi respiración se hace cortada y dificultosa.

— ¿Hola? — digo mientras que él me voltea a ver. Puedo sentir como su corazón late igual que el mío.
—Ale — La voz de mi padre denota cierta alegría y alivio. — Tu abuela ya salió del quirófano, ya esta todo bien — Siento como las lágrimas salen de mis ojos y una risita tonta se escapa de mis labios. Mi abuelo me mira extrañado, pero no hace.
—Yo sabía que era una exagerada — No puedo dejarme de reír y él se da cuenta de que todo esta bien. Puedo sentir como se sienta en el sillón y comienza a dar gracias a Dios por haber salvado al amor de su vida.

Y yo siento que mi vida vuelve a tomar color, porque sé que mi mejor amiga regresara a casa.


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Woau... Nunca pense que me costara tanto plasmar todo lo que sentí este viernes. Nos e como no me he vuelto loca ese día, pero ya esta todo bien.

Muchas Gracias por leer.